El Royal Rumble de este año fue el primer evento en directo que vi desde hace bastante tiempo. Dejó buenas luchas, y el comienzo del camino de Cody Rhodes hacia WrestleMania, que, como todos ya vimos, resultó de lo más llamativo. Veamos qué tal fue la batalla real en la que salió victorioso.
Batalla que comenzaba con un enfrentamiento entre los hermanos Uso, que me recordó al inicio del Rumble de 1989, en el que se veían las caras los Demoliton, Ax y Smash, con la diferencia, obviamente, de que los Uso han tenido potentes enfrentamientos y rivalidades en meses previos, que llegaría hasta WrestleMania. Buena elección, aunque no sea, este, un inicio de Rumble especialmente llamativo en sus siguientes minutos, salvo por el regreso de Andrade, que parece ser face y que rechaza, en primera instancia, la convocatoria para formar parte de la LWO, propuesta por Santos Escobar. Sí, esto es La Sombra vs El Hijo del Fantasma.
Entran al ring Dominik, que genera mucho odio, y Carlito, que trata de escupirle manzana. Escobar lo evita, pero acaba tragándosela él para, posteriormente, ser eliminado.
Aparece el poderoso Bobby Lashley, que aplica Spears reguleras a todo el mundo. Elimina a Carlito, y a Karrion Kross, pero este, desde fuera, lo arrastra, para, así, forzar su descalificación. La cosa acaba en batalla campal entre Lashley y The Street Profits, y Kross y los Authors of Pain. En WrestleMania, se enfrentarían las dos tercias.
Con el número 15, entra Cody Rhodes, y con el 16, Kofi Kingston, que ya ni siquiera intenta grandes spots en RR. El primero elimina a Nakamura, y el segundo a Kaiser, antes de que aparezca Gunther para vengarle. El Ring General riñe a Kaiser... ¿sabrán los americanos que un kaiser es más que un general?
Se esperaba que participara, en esta batalla, Brock Lesnar, pero, finalmente, no fue así. Con el número 20, llega Bron Breakker, del que se dice que ocupó su lugar. La verdad es que su actuación es bestial, aunque para ocupar el lugar de Lesnar es requerido algo más que tener un estilo similar. Después de varias eliminaciones, Breakker y Omos se encuentran en el ring. El comentarista McAffe es llamado a luchar, pero, ante tal espectáculo, decide huir y autoeliminarse, mientras Omos es eliminado. Creo que el reloj, hoy, va demasiado rápido; que pasa muy poco tiempo entre entrada y entrada, y eso provoca que haya poco tiempo para que se desarrollen acciones interesantes. De hecho, algunas eliminaciones ocurren mientras entran otros wrestlers a la batalla, lo que daña el tempo dramático. Hasta este momento, la batalla es aburrida, con algunos toques de storyline.
Llega para arreglar esta situación R-Truth. Este tipo tiene más de 50 años, yo esperaba que ya estuviera retirado, y sin embargo, está protagonizando una divertida storyline en la que trata de ser miembro de Judgement Day. Se coloca en la esquina y da el Hot Tag a su "compañero" Dominik. Y después llega The Miz, antiguo amigo suyo, que está intentando guiarlo en el buen camino, y alejarlo de la locura. En fin, aparece Damian Priest y acaba con todos. También esto tendrá sus consecuencias en Wrestlemania.
Se cierra la lista de participantes con CM Punk, que participa en su primera lucha televisada en WWE desde 2015 (su anterior lucha fue, de hecho, un Rumble), Drew McIntyre y Sami Zayn. Creo que WWE se guarda lo mejor para el final, porque, después de que Gunther elimine a Jey, tras 50 minutos en el ring, y de que Drew expulse a Ricochet, tan sólo quedan 6 en combate, y realizan un buen espectáculto en este espacio.
Los campeones mundiales, Roman Reigns y Seth Rollins, miran la lucha, mientras CM Punk, Cody Rhodes, Drew McIntyre, Damian Priest, Gunther y Sami Zayn se propinan big moves concatenados. Sami elimina a Damian y es eliminado por Drew, de tal manera que llegamos a la Final Four. Hay un doble enfrentamiento: Cody vs Gunther y Drew vs Punk. Los grandotes rivalizan, a ver quién pega el chop más fuerte a su pequeño rival. En lo relativo a Punk, es de esos luchadores que aparentan ir a una velocidad menor que los demás; como que no tiene la forma física suficiente para seguir el ritmo de estos niveles de competencia (sobre él hablaremos bastante). De hecho, tanto es así, que acaba muy lesionado en este Rumble, y a día de hoy, 6 meses después, no ha vuelto. Jugarán con que el responsable de esto es este enfrentamiento de Drew, que, tal y como dice en batalla, no es el mismo que diez años atrás, cuando Punk estaba en lo alto; ahora el que manda es él, y, si bien es eliminado por Punk, se jactará en el Raw posterior de haberlo lesionado.
Como el año pasado, Gunther vuelve a desarrollar una gran batalla; un luchador de su nivel es una bendición en un roster. No obstante esto, Cody lo expulsa, para quedar en batalla con un lesionado Punk que, sin embargo, protagoniza un dramático final frente a Cody. Largo y Old School, sin prisas, ocurre ese final, como si la empresa considerara a ambos contendientes leyendas que deben marcar época, al estilo Undertaker vs Michaels en Royal Rumble 2007. Punk busca sin parar el Go to Sleep. Sus dos primeros intentos acaban con comebacks potentes de Cody, mas acaba ejecutando el finisher creado por Kenta. Como esto no le vale para ganar, utiliza el Pedegree de su "admirado" Triple H (lástima que no sea desde la esquina), y cuando va a por un segundo GTS, Cody escapa y lo elimina. Buen final para una batalla que empezaba pobre, que iba creciendo gracias al trabajo sobre algunas storylines, y que termina alcanzando niveles de epicidad altos.
Puntuación: ****
miércoles, 12 de junio de 2024
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2024
domingo, 11 de septiembre de 2022
Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE Hell in a Cell 2022
Hablamos en el último post publicado en el blog sobre la vuelta de Cody Rhodes a WWE, y su combate en WrestleMania 38 frente a Seth Rollins. La rivalidad entre ambos continuó, con otra victoria de la Pesadilla Americana en Backlash, y se dirigió hacia Hell in a Cell, evento en el que mantuvieron un match bajo las reglas que dan nombre al show: lucharon en una Jaula Infernal. Lo hicieron, además, en el main event de la velada, pues el campeón de todo, Roman Reigns es un campeón no demasiado interesado en el trabajo duro. Cualquier parecido con John Cena es casualidad. Recuerda, más bien, al Hulk Hogan de WCW, que siempre tenía cosas mejores que hacer que ser luchador.
El combate entre Cody y Rollins en Hell in a Cell nos dejó una imagen para la historia: la del pecho de Cody morado por una lesión en su pectoral, a pesar de la cual, se decidió a luchar y a dar un combate largo y violento. Es una de las muestras de sacrificio de esas que se la ponen dura a Vince. También es cierto que Vince ya no está; la duda que nos queda es si Triple H concibe a un Cody main eventer y campeón, o si optará, en su lugar, por los chicos de Next que tan bien le funcionaron y a los que está trayendo de vuelta uno a uno tras la salida de la empresa de su suegro.
Cody volvió, como vimos, a WWE en WrestleMania, y derrotó a Seth. En el programa de Raw posterior, tuvo unas palabras, recordando, con cariño, como siempre, a su padre. Quizás alguien pueda pensar que es un poco pesado con esto, pero me temo que es parte importante de su personaje, y no se puede abstraer de eso. Rollins apareció para darle la mano, y todo pareció hasta entonces correcto, pero se quedó en ringside a mirar cuando ocurrió el primer match del American Nightmare en RAW después de 6 años, con su risa burlona. Entonces, le retó a un segundo combate en Backlash que por supuesto el rubio de bote aceptó. Posteriormente, la caballerosidad acabaría, después que de Kevin Owens abandonara una lucha frente al exAEW, y Rollins no pudiera contener su frustración, atacando a este.
El Visionario tenía una excusa: fue sorprendido en WrestleMania; no se pudo preparar bien para el combate porque no conocía su rival. Quiso nublar la mirada de su oponente, al nombrar a su padre, diciendo que Dusty no fue lo suficientemente bueno para ser campeón. Todos sabemos que sí lo fue, fuera de WWE, mientras que en la empresa de McMahon hizo el payaso con un vestuario lleno de lunares amarillos que tendrá cierta repercusión en esta rivalidad. El caso es que, con esto, al fin la rivalidad se convirtió en algo personal.
Rhodes volvió a ganar en Backlash, mas su forma de hacerlo no fue demasiado limpia. Eso dejó abierta la opción de que volvieran a enfrentarse. Durante el match, Rollins volvió a burlarse de Dusty, utilizando sus clásicos puñetazos. A pesar de eso, Cody quiso pasar página y buscar nuevos oponentes. El exShield no lo permitió, y le atacó brutalmente.
Eso provocó que la rivalidad se convirtiera en trilogía: el cierre de la misma tendría lugar en una Hell in a Cell. Hay que destacar que, para esa lucha, Rollins llega al combate vestido con los lunares amarillos que sufrió Dusty en en su paso por WWF, y con los que Vince McMahon quiso torturarle por ser una gran estrella de la NWA, porque Rollins ha intentado, durante su rivalidad, in-visibilizar sus logros fuera de la empresa. Esto tiene una doble lectura: durante el match que mantuvieron en WrestleMania, Seth le dio la bienvenida de nuevo a Cody a "Las Grandes Ligas", señalando que su trabajo en AEW no vale nada, como no lo vale, en su opinión, el de su padre en NWA, JCP o WCW. Cody ya renegó de su personaje de Stardust durante aquel match, señalando precisamente lo contrario: que se ha hecho grande tras dar la espalda a los intentos de humillación que WWE desarrolla sobre sus luchadores, que afectaron a su padre, a su hermano, y a él mismo. Hoy toca el turno de acabar con Seth, y defender su apellido, y de esa manera, defender al wrestling del bullying de WWE.
Sin embargo, existía una duda razonable sobre su presencia en el evento, pues su lesión era conocida por todo el mundo. El tema Kingdom suena, despejando tal duda, pero, en el momento que Cody se quita su chaleco, muestra el estado de su pectoral, que es atroz. Parece una manzana pocha: lo tiene morado como si hubiera recibido mil chops de Kenta Kobashi. Así pues, tenemos un combate muy simbólico, en tanto que se utilizan en él, como en los anteriores, referencias diversas, pero también uno claramente enfocado a la lesión de Cody. Usando palos de kendo y otros objetos, el Freakin intenta aprovechar el legítimo dolor de su oponente a su favor, y este demuestra que apenas puede utilizar su brazo derecho.
La lesión de Cody provoca que cada movimiento cuente. Que la gente sienta el dolor de su ídolo, y que, por tanto, tema los ataques del rival. Eso vale oro en el wrestling, porque un combate real tiene mucha relación con el dolor y el miedo, y en la versión moderna de esta disciplina, eso se ha eliminado casi por completo, banalizando los ataques de los contrincantes. Cody, eso sí, consigue mantenerse en el match, aprovechando los errores de su rival.
Si Rollins va vestido con los puntos amarillos del Dusty de WWE, Cody saca de debajo del ring un cencerro. Quiere emular la versión más natural de su padre; la más midsouth: lo que verdaderamente era él como luchador, y lo hace de esta manera. Se ata a Seth, y pelea como si esto fuera una Texas Bullrope Match de las que disputaba Dusty. Seth se lleva un porrazo en la cabeza con el cencerro, que le hace ver las estrellas.
A pesar de todas estas virtudes, es cierto que esta lucha sigue el patrón de los combates violentos de WWE en los últimos años, que a mí no me gustan mucho: es una concatenación muy guionizada de spots: uno saca un objeto de debajo del ring, hay un spot, y el combate se para un rato hasta que otro saca otro objeto y realiza su propio spot. En mi opinión, a este tipo de matches se le ven demasiado las bisagras; y eso me saca de ellos. Son demasiado obvios.
El match continua de esta manera. Los dos luchadores lanzan finishers por todos lados, incluyendo aquellos propios de su respectivo rival, y se pelean por usar el Sledgehammer, el legendario martillo de Triple H. En primera instancia, el brazo de Cody falla, pero tras conseguir usar dos Crossrhodes, acaba el match con un martillazo.
Si bien esta lucha funciona de una manera demasiado modular, y con demasiados descansos entre spots, como he señalado antes, creo que goza de otras virtudes que la convierten, al menos, en un MOTYC. Tras lo ocurrido, Cody se alejaría de los cuadriláteros para curar sus males. No descarto un regreso en Royal Rumble.
Puntuación: ****
miércoles, 31 de agosto de 2022
Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday
Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.
Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.
Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.
Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.
Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.
Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.
Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.
Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.
Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.
El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.
Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.
Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.
Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.
Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.
Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.
Puntuación: ***3/4
miércoles, 12 de enero de 2022
Cody vs Brodie Lee, Dog Collar Match, AEW Dynamite 07/10/2020
Especial fallecimiento Brodie lee
Después de un 2021 complicado en cuanto a publicaciones en el blog, saludamos al año nuevo, con la intención de recuperar la actividad. Con tal fin, debo acabar tareas pendientes, empezando por el especial sobre el fallecimiento del gigantón Brodie Lee, conocido como Luke Harper en WWE.
Hemos visto, en dicho especial, combates suyos en territorios independientes, y en WWE. La última lucha que vamos a revisar es una que mantuvo unas semanas antes de morir, en la empresa en la que resurgió tras el maltrato recibido en WWE: AEW.
En estos últimos meses de su carrera, y de su vida, se convirtió en el líder de una malvada facción: The Dark Order. Én ese tiempo, se le conoció como The Exalted One; se puso un traje, y llevó a cabo algunas promos en las que se burlaba un poco de su odiado Vince McMahon. Ese personaje no estaba mal, pero yo pienso que no era apropiado para él: Un tipo tan grande, con una barba tan larga, y con cara de loco, debería actuar como un monstruo: es como aprovecha mejor su apariencia. Creo que el personaje que ejecutaba en WWE era perfecto para él, si bien es cierto que tenía un recorrido limitado. Todos los luchadores quieren ser protagonistas, y acaban siendo todos iguales. La diferencia entre unos y otros es la base fundamental para crear personajes, y en base a ellos, historias.
Brodie entró en rivalidad con una de las principales figuras de AEW, el gran Cody Rhodes. El barbudo derrotó al American Nightmare, proclamándose Campeón TNT. Cody tuvo que pasar un tiempo fuera, después de la paliza recibida por el animal del que hablamos hoy, e incluso el veterano Arn Anderson fue atacado. Posteriormente, Lee defendió el título con éxito ante el hermano de su rival, el legendario Dustin Rhodes, que resultó asimismo víctima de su abuso,y el de sus acólitos. El asunto se volvió personal, y, ¿cómo resuleven los problemas personales los Rhodes? Con Dog Collar Matches.
AEW ha hecho muchos tributos al pasado en su corta existencia. Mientras que WWE quiere invisibilizar el folclore del wrestling, su competencia lo potencia con aportes culturales que siempre resultan evocadores. Es este, desde luego, un deporte que ha vivido tiempos mejores, y por tanto, debe reivindicar su grandeza.
En ese sentido, los Dog Collar Matches, suponen un elemento clásico a través del cuál, se redimieron muchas rivalidades violentas en tiempos de los territorios, allá por el salvaje medio oeste americano. Entonces, no existían los Hell in a Cell Matches, ni los Ladder Matches, pero había otras estipulaciones, entre ellas, esta, que consiste en que los dos luchadores se tienen que reventar la cabeza, atados del cuello. El padre de Cody, el señor Dusty Rhodes, estuvo en varios combates de este tipo, incluyendo uno en el que participó su jovencito segundo hijo: aquel en el que se enfrentó a Randy Orton en 2007.Aquel era un Texas Bullrope Match, una cosa muy parecida.
Esta vez es Cody el que se ata el collar de perro al cuello, mientras que al otro extremo está un hombre que nadie quiere tener cerca: Brodie Lee. En las gradas está el veterano Greg "The Hammer" Valentine, que en Starrcade 1983 disputó uno de los Dog Collar Matches más recordados de todos los tiempos, aquel en el que se enfrentó al mítico Roddy Pipper. Este es otro aporte cultural de AEW que agradecemos; está bien honrar a los grandes hombres.
La lucha entre Cody y Brodie no está mal. Es cierto que son otros tiempos; este tipo de matches no interesan mucho al público, porque no son dados a los grandes spots, que resultan imprescindibles actualmente para contentar a la audiencia, que sabe que la lucha libre es de mentira, y que por tanto exige, más que verosimilitud, entretenimiento circense. Así pues, si bien es cierto que Cody y Brodie están atados del cuello, las cadena que les une es muy larga, y permite hacer, casi, cualquier cosa. Aún así, es peligroso hacer locuras con ella, y de hecho, Lee resbala de manera peligrosa al aplicar una patada. Pero, por lo demás, la estipulación, en muchos casos, parece irrelevante.
Hay una etapa, al principio del match, más propia del estilo de los Dog Collar Matches. Es el rato en el que Brodie domina, atacando la cabeza de su oponente, provocándole un corte, y pegándole con la cadena. Después, empiezan los spots locos propios de AEW, incluyendo un rompecuellos en una mesa sobre el gigante, que se desangra también.
Arn Anderson regresa, para ser atacado por Brodie, pero consigue aplicar su clásico Spinebuster sobre uno de sus lacayos. El malo está a punto de ganar, con superkicks y Powerbombs, pero, finalmente, Cody encadena algunos de sus movimientos de firma, para llevarse la victoria y cobrar venganza.
Creo que la lucha es bastante buena. Tiene su parte de lucha propia del estilo, y su parte de ataques locos. No es para tirar cohetes, pero vale la pena verla.
Puntuación: ***1/2
domingo, 23 de agosto de 2020
Cody vs Eddie Kingston, AEW Dynamite 16/07/2020
Tras comentar una lucha entre Chris Jericho y Orange Cassidy, hoy hablamos de otro combate de AEW en el que chocan el mainstream y lo indy. Eddie Kingston llega para retar a a Cody por el título TNT.
En el mes de mayo de 2020, AEW presentó su título secundario: el TNT Championship, que lleva el nombre de la cadena que acoge a la empresa. Y no es la única correa que ha llegado últimamente, porque, en julio, Taz trajo al programa un campeonato que había ganado en sus tiempos de ECW, para dárselo a su nuevo protegido, Brian Cage: el FTW Championship. Ya hablaremos, otro día, de la historia de ese título.
Cody perdió su última oportunidad por el World Championship de la empresa, en un match ante Chris Jericho y, como condena, en teoría, jamás podrá volver a ganar ese título. Pero, como recompensa, creó el TNT Championship, y se convirtió en su campeón inaugural. Su reinado ha sido bastante bueno, y emulando al de John Cena como US Champion en 2015, ha defendido la correa en los programas semanales de Dynamite, incluyendo, a retadores de fuera de la empresa. Esto resultaba muy interesante, porque las posibilidades eran infinitas, y había muchos luchadores pidiendo una oportunidad, desde Juventud Guerrera a JTG. Pero, minutos antes de escribir esto, Cody ha perdido el título ante Brodie Lee, así que, me temo, se acabó lo bueno.
Tony Khan no parecía muy contento con la idea de traer gente de fuera; tiene muchos luchadores poco utilizados, y hay una pandemia. Aún así, Eddie Kingston apareció en Dynamite, y eso fue bastante sorprendente. Es el último hombre que uno esperaría ver en la televisión nacional. Su actuación fue buena, y debió gustar, porque se le ha hecho contrato.
La actuación de Eddie, efectivamente, es buena, y es distinta. Por la violencia, tanto física como verbal, que incluye este luchador, que, recordemos, es un tío de CZW, de Chikara, un brawler violento de los que ya no quedan. Es presentado como un veterano con 18 años de experiencia en el negocio. Tanto sus palabras, como sus gestos y sus golpes, son propios de un hombre lleno de desprecio contra el modelo mainstream.
Kingston domina, pegando con una violencia realmente notable, e impropia del contexto en el que está. Pero tiene un problema, una lesión en la pierna muy obvia. Le pega una buena paliza de vieja escuela a Cody, y saca sus chinchetas, que acaban en la espalda de Rhodes, hombre que se parece mucho a Triple H, en el sentido de que tiene un protagonismo muy grande que debe a su posición en los despachos, pero que paga con creces destrozando su físico. Una vez más, acaba sangrando.
Con su forma de hablar, su forma de pegar, y sus chinchetas, Kingston cumple con creces su cometido: presentar el paradigma que representa a la audiencia que lo desconoce. Finalmente, sus problemas en la rodilla se hacen evidentes, y cae derrotado, a manos de una Figura 4, pero ha hecho un buen trabajo. Creo que la lucha merece un poco más de nota que lo que el mero mérito luchístico le concedería, dada la simbología que introduce Eddie.
Puntuación: ***1/2