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miércoles, 12 de junio de 2024

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2024




El Royal Rumble de este año fue el primer evento en directo que vi desde hace bastante tiempo. Dejó buenas luchas, y el comienzo del camino de Cody Rhodes hacia WrestleMania, que, como todos ya vimos, resultó de lo más llamativo. Veamos qué tal fue la batalla real en la que salió victorioso.

Batalla que comenzaba con un enfrentamiento entre los hermanos Uso, que me recordó al inicio del Rumble de 1989, en el que se veían las caras los Demoliton, Ax y Smash, con la diferencia, obviamente, de que los Uso han tenido potentes enfrentamientos y rivalidades en meses previos, que llegaría hasta WrestleMania. Buena elección, aunque no sea, este, un inicio de Rumble especialmente llamativo en sus siguientes minutos, salvo por el regreso de Andrade, que parece ser face y que rechaza, en primera instancia, la convocatoria para formar parte de la LWO, propuesta por Santos Escobar. Sí, esto es La Sombra vs El Hijo del Fantasma.

Entran al ring Dominik, que genera mucho odio, y Carlito, que trata de escupirle manzana. Escobar lo evita, pero acaba tragándosela él para, posteriormente, ser eliminado.

Aparece el poderoso Bobby Lashley, que aplica Spears reguleras a todo el mundo. Elimina a Carlito, y a Karrion Kross, pero este, desde fuera, lo arrastra, para, así, forzar su descalificación. La cosa acaba en batalla campal entre Lashley y The Street Profits, y Kross y los Authors of Pain. En WrestleMania, se enfrentarían las dos tercias.

Con el número 15, entra Cody Rhodes, y con el 16, Kofi Kingston, que ya ni siquiera intenta grandes spots en RR. El primero elimina a Nakamura, y el segundo a Kaiser, antes de que aparezca Gunther para vengarle. El Ring General riñe a Kaiser... ¿sabrán los americanos que un kaiser es más que un general?

Se esperaba que participara, en esta batalla, Brock Lesnar, pero, finalmente, no fue así. Con el número 20, llega Bron Breakker, del que se dice que ocupó su lugar. La verdad es que su actuación es bestial, aunque para ocupar el lugar de Lesnar es requerido algo más que tener un estilo similar. Después de varias eliminaciones, Breakker y Omos se encuentran en el ring. El comentarista McAffe es llamado a luchar, pero, ante tal espectáculo, decide huir y autoeliminarse, mientras Omos es eliminado. Creo que el reloj, hoy, va demasiado rápido; que pasa muy poco tiempo entre entrada y entrada, y eso provoca que haya poco tiempo para que se desarrollen acciones interesantes. De hecho, algunas eliminaciones ocurren mientras entran otros wrestlers a la batalla, lo que daña el tempo dramático. Hasta este momento, la batalla es aburrida, con algunos toques de storyline.

Llega para arreglar esta situación R-Truth. Este tipo tiene más de 50 años, yo esperaba que ya estuviera retirado, y sin embargo, está protagonizando una divertida storyline en la que trata de ser miembro de Judgement Day. Se coloca en la esquina y da el Hot Tag a su "compañero" Dominik. Y después llega The Miz, antiguo amigo suyo, que está intentando guiarlo en el buen camino, y alejarlo de la locura. En fin, aparece Damian Priest y acaba con todos. También esto tendrá sus consecuencias en Wrestlemania.

Se cierra la lista de participantes con CM Punk, que participa en su primera lucha televisada en WWE desde 2015 (su anterior lucha fue, de hecho, un Rumble), Drew McIntyre y Sami Zayn. Creo que WWE se guarda lo mejor para el final, porque, después de que Gunther elimine a Jey, tras 50 minutos en el ring, y de que Drew expulse a Ricochet, tan sólo quedan 6 en combate, y realizan un buen espectáculto en este espacio.

Los campeones mundiales, Roman Reigns y Seth Rollins, miran la lucha, mientras CM Punk, Cody Rhodes, Drew McIntyre, Damian Priest, Gunther y Sami Zayn se propinan big moves concatenados. Sami elimina a Damian y es eliminado por Drew, de tal manera que llegamos a la Final Four. Hay un doble enfrentamiento: Cody vs Gunther y Drew vs Punk. Los grandotes rivalizan, a ver quién pega el chop más fuerte a su pequeño rival. En lo relativo a Punk, es de esos luchadores que aparentan ir a una velocidad menor que los demás; como que no tiene la forma física suficiente para seguir el ritmo de estos niveles de competencia (sobre él hablaremos bastante). De hecho, tanto es así, que acaba muy lesionado en este Rumble, y a día de hoy, 6 meses después, no ha vuelto. Jugarán con que el responsable de esto es este enfrentamiento  de Drew, que, tal y como dice en batalla, no es el mismo que diez años atrás, cuando Punk estaba en lo alto; ahora el que manda es él, y, si bien es eliminado por Punk, se jactará en el Raw posterior de haberlo lesionado.

Como el año pasado, Gunther vuelve a desarrollar una gran batalla; un luchador de su nivel es una bendición en un roster. No obstante esto, Cody lo expulsa, para quedar en batalla con un lesionado Punk que, sin embargo, protagoniza un dramático final frente a Cody. Largo y Old School, sin prisas, ocurre ese final, como si la empresa considerara a ambos contendientes leyendas que deben marcar época, al estilo Undertaker vs Michaels en Royal Rumble 2007. Punk busca sin parar el Go to Sleep. Sus dos primeros intentos acaban con comebacks potentes de Cody, mas acaba ejecutando el finisher creado por Kenta. Como esto no le vale para ganar, utiliza el Pedegree de su "admirado" Triple H (lástima que no sea desde la esquina), y cuando va a por un segundo GTS, Cody escapa y lo elimina. Buen final para una batalla que empezaba pobre, que iba creciendo gracias al trabajo sobre algunas storylines, y que termina alcanzando niveles de epicidad altos.

Puntuación: ****

domingo, 11 de septiembre de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE Hell in a Cell 2022


Hablamos en el último post publicado en el blog sobre la vuelta de Cody Rhodes a WWE, y su combate en WrestleMania 38 frente a Seth Rollins. La rivalidad entre ambos continuó, con otra victoria de la Pesadilla Americana en Backlash, y se dirigió hacia Hell in a Cell, evento en el que mantuvieron un match bajo las reglas que dan nombre al show: lucharon en una Jaula Infernal. Lo hicieron, además, en el main event de la velada, pues el campeón de todo, Roman Reigns es un campeón no demasiado interesado en el trabajo duro. Cualquier parecido con John Cena es casualidad. Recuerda, más bien, al Hulk Hogan de WCW, que siempre tenía cosas mejores que hacer que ser luchador.

El combate entre Cody y Rollins en Hell in a Cell nos dejó una imagen para la historia: la del pecho de Cody morado por una lesión en su pectoral, a pesar de la cual, se decidió a luchar y a dar un combate largo y violento. Es una de las muestras de sacrificio de esas que se la ponen dura a Vince. También es cierto que Vince ya no está; la duda que nos queda es si Triple H concibe a un Cody main eventer y campeón, o si optará, en su lugar, por los chicos de Next que tan bien le funcionaron y a los que está trayendo de vuelta uno a uno tras la salida de la empresa de su suegro.
 

Cody volvió, como vimos, a WWE en WrestleMania, y derrotó a Seth. En el programa de Raw posterior, tuvo unas palabras, recordando, con cariño, como siempre, a su padre. Quizás alguien pueda pensar que es un poco pesado con esto, pero me temo que es parte importante de su personaje, y no se puede abstraer de eso. Rollins apareció para darle la mano, y todo pareció hasta entonces correcto, pero se quedó en ringside a mirar cuando ocurrió el primer match del American Nightmare en RAW después de 6 años, con su risa burlona. Entonces, le retó a un segundo combate en Backlash que por supuesto el rubio de bote aceptó. Posteriormente, la caballerosidad acabaría, después que de Kevin Owens abandonara una lucha frente al exAEW, y Rollins no pudiera contener su frustración, atacando a este.

El Visionario tenía una excusa: fue sorprendido en WrestleMania; no se pudo preparar bien para el combate porque no conocía su rival. Quiso nublar la mirada de su oponente, al nombrar a su padre, diciendo que Dusty no fue lo suficientemente bueno para ser campeón. Todos sabemos que sí lo fue, fuera de WWE, mientras que en la empresa de McMahon hizo el payaso con un vestuario lleno de lunares amarillos que tendrá cierta repercusión en esta rivalidad. El caso es que, con esto, al fin la rivalidad se convirtió en algo personal.

Rhodes volvió a ganar en Backlash, mas su forma de hacerlo no fue demasiado limpia. Eso dejó abierta la opción de que volvieran a enfrentarse. Durante el match, Rollins volvió a burlarse de Dusty, utilizando sus clásicos puñetazos. A pesar de eso, Cody quiso pasar página y buscar nuevos oponentes. El exShield no lo permitió, y le atacó brutalmente.

Eso provocó que la rivalidad se convirtiera en trilogía: el cierre de la misma tendría lugar en una Hell in a Cell. Hay que destacar que, para esa lucha, Rollins llega al combate vestido con los lunares amarillos que sufrió Dusty en en su paso por WWF, y con los que Vince McMahon quiso torturarle por ser una gran estrella de la NWA, porque Rollins ha intentado, durante su rivalidad, in-visibilizar sus logros fuera de la empresa. Esto tiene una doble lectura: durante el match que mantuvieron en WrestleMania, Seth le dio la bienvenida de nuevo a Cody a "Las Grandes Ligas", señalando que su trabajo en AEW no vale nada, como no lo vale, en su opinión, el de su padre en NWA, JCP o WCW. Cody ya renegó de su personaje de Stardust durante aquel match, señalando precisamente lo contrario: que se ha hecho grande tras dar la espalda a los intentos de humillación que WWE desarrolla sobre sus luchadores, que afectaron a su padre, a su hermano, y a él mismo. Hoy toca el turno de acabar con Seth, y defender su apellido, y de esa manera, defender al wrestling del bullying de WWE.

Sin embargo, existía una duda razonable sobre su presencia en el evento, pues su lesión era conocida por todo el mundo. El tema Kingdom suena, despejando tal duda, pero, en el momento que Cody se quita su chaleco, muestra el estado de su pectoral, que es atroz. Parece una manzana pocha: lo tiene morado como si hubiera recibido mil chops de Kenta Kobashi. Así pues, tenemos un combate muy simbólico, en tanto que se utilizan en él, como en los anteriores, referencias diversas, pero también uno claramente enfocado a la lesión de Cody. Usando palos de kendo y otros objetos, el Freakin intenta aprovechar el legítimo dolor de su oponente a su favor, y este demuestra que apenas puede utilizar su brazo derecho.

La lesión de Cody provoca que cada movimiento cuente. Que la gente sienta el dolor de su ídolo, y que, por tanto, tema los ataques del rival. Eso vale oro en el wrestling, porque un combate real tiene mucha relación con el dolor y el miedo, y en la versión moderna de esta disciplina, eso se ha eliminado casi por completo, banalizando los ataques de los contrincantes. Cody, eso sí, consigue mantenerse en el match, aprovechando los errores de su rival.

Si Rollins va vestido con los puntos amarillos del Dusty de WWE, Cody saca de debajo del ring un cencerro. Quiere emular la versión más natural de su padre; la más midsouth: lo que verdaderamente era él como luchador, y lo hace de esta manera. Se ata a Seth, y pelea como si esto fuera una Texas Bullrope Match de las que disputaba Dusty. Seth se lleva un porrazo en la cabeza con el cencerro, que le hace ver las estrellas.
 

A pesar de todas estas virtudes, es cierto que esta lucha sigue el patrón de los combates violentos de WWE en los últimos años, que a mí no me gustan mucho: es una concatenación muy guionizada de spots: uno saca un objeto de debajo del ring, hay un spot, y el combate se para un rato hasta que otro saca otro objeto y realiza su propio spot. En mi opinión, a este tipo de matches se le ven demasiado las bisagras; y eso me saca de ellos. Son demasiado obvios.

El match continua de esta manera. Los dos luchadores lanzan finishers por todos lados, incluyendo aquellos propios de su respectivo rival, y se pelean por usar el Sledgehammer, el legendario martillo de Triple H. En primera instancia, el brazo de Cody falla, pero tras conseguir usar dos Crossrhodes, acaba el match con un martillazo.

Si bien esta lucha funciona de una manera demasiado modular, y con demasiados descansos entre spots, como he señalado antes, creo que goza de otras virtudes que la convierten, al menos, en un MOTYC. Tras lo ocurrido, Cody se alejaría de los cuadriláteros para curar sus males. No descarto un regreso en Royal Rumble.

Puntuación: ****

miércoles, 31 de agosto de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday


Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.

Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.

Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.

Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.

Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.

Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.

Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.

Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades  frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.

Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.

El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.

Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.


Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.

Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.

Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.

Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.

Puntuación: ***3/4

miércoles, 12 de enero de 2022

Cody vs Brodie Lee, Dog Collar Match, AEW Dynamite 07/10/2020


Especial fallecimiento Brodie lee

Después de un 2021 complicado en cuanto a publicaciones en el blog, saludamos al año nuevo, con la intención de recuperar la actividad. Con tal fin, debo acabar tareas pendientes, empezando por el especial sobre el fallecimiento del gigantón Brodie Lee, conocido como Luke Harper en WWE.

Hemos visto, en dicho especial, combates suyos en territorios independientes, y en WWE. La última lucha que vamos a revisar es una que mantuvo unas semanas antes de morir, en la empresa en la que resurgió tras el maltrato recibido en WWE: AEW.

En estos últimos meses de su carrera, y de su vida, se convirtió en el líder de una malvada facción: The Dark Order. Én ese tiempo, se le conoció como The Exalted One; se puso un traje, y llevó a cabo algunas promos en las que se burlaba un poco de su odiado Vince McMahon. Ese personaje no estaba mal, pero yo pienso que no era apropiado para él: Un tipo tan grande, con una barba tan larga, y con cara de loco, debería actuar como un monstruo: es como aprovecha mejor su apariencia. Creo que el personaje que ejecutaba en WWE era perfecto para él, si bien es cierto que tenía un recorrido limitado. Todos los luchadores quieren ser protagonistas, y acaban siendo todos iguales. La diferencia entre unos y otros es la base fundamental para crear personajes, y en base a ellos, historias.

Brodie entró en rivalidad con una de las principales figuras de AEW, el gran Cody Rhodes. El barbudo derrotó al American Nightmare, proclamándose Campeón TNT. Cody tuvo que pasar un tiempo fuera, después de la paliza recibida por el animal del que hablamos hoy, e incluso el veterano Arn Anderson fue atacado. Posteriormente, Lee defendió el título con éxito ante el hermano de su rival, el legendario Dustin Rhodes, que resultó asimismo víctima de su abuso,y el de sus acólitos. El asunto se volvió personal, y, ¿cómo resuleven los problemas personales los Rhodes? Con Dog Collar Matches.

AEW ha hecho muchos tributos al pasado en su corta existencia. Mientras que WWE quiere invisibilizar el folclore del wrestling, su competencia lo potencia con aportes culturales que siempre resultan evocadores. Es este, desde luego, un deporte que ha vivido tiempos mejores, y por tanto, debe reivindicar su grandeza. 

En ese sentido, los Dog Collar Matches, suponen un elemento clásico a través del cuál, se redimieron muchas rivalidades violentas en tiempos de los territorios, allá por el salvaje medio oeste americano. Entonces, no existían los Hell in a Cell Matches, ni los Ladder Matches, pero había otras estipulaciones, entre ellas, esta, que consiste en que los dos luchadores se tienen que reventar la cabeza, atados del cuello. El padre de Cody, el señor Dusty Rhodes, estuvo en varios combates de este tipo, incluyendo uno en el que participó su jovencito segundo hijo: aquel en el que se enfrentó a Randy Orton en 2007.Aquel era un Texas Bullrope Match, una cosa muy parecida.

Esta vez es Cody el que se ata el collar de perro al cuello, mientras que al otro extremo está un hombre que nadie quiere tener cerca: Brodie Lee. En las gradas está el veterano Greg "The Hammer" Valentine, que en Starrcade 1983 disputó uno de los Dog Collar Matches más recordados de todos los tiempos, aquel en el que se enfrentó al mítico Roddy Pipper. Este es otro aporte cultural de AEW que agradecemos; está bien honrar a los grandes hombres.

La lucha entre Cody y Brodie no está mal. Es cierto que son otros tiempos; este tipo de matches no interesan mucho al público, porque no son dados a los grandes spots, que resultan imprescindibles actualmente para contentar a la audiencia, que sabe que la lucha libre es de mentira, y que por tanto exige, más que verosimilitud, entretenimiento circense. Así pues, si bien es cierto que Cody y Brodie están atados del cuello, las cadena que les une es muy larga, y permite hacer, casi, cualquier cosa. Aún así, es peligroso hacer locuras con ella, y de hecho, Lee resbala de manera peligrosa al aplicar una patada. Pero, por lo demás, la estipulación, en muchos casos, parece irrelevante.

Hay una etapa, al principio del match, más propia del estilo de los Dog Collar Matches. Es el rato en el que Brodie domina, atacando la cabeza de su oponente, provocándole un corte, y pegándole con la cadena. Después, empiezan los spots locos propios de AEW, incluyendo un rompecuellos en una mesa sobre el gigante, que se desangra también. 

Arn Anderson regresa, para ser atacado por Brodie, pero consigue aplicar su clásico Spinebuster sobre uno de sus lacayos. El malo está a punto de ganar, con superkicks y Powerbombs, pero, finalmente, Cody encadena algunos de sus movimientos de firma, para llevarse la victoria y cobrar venganza.

Creo que la lucha es bastante buena. Tiene su parte de lucha propia del estilo, y su parte de ataques locos. No es para tirar cohetes, pero vale la pena verla.

Puntuación: ***1/2

domingo, 23 de agosto de 2020

Cody vs Eddie Kingston, AEW Dynamite 16/07/2020


Tras comentar una lucha entre Chris Jericho y Orange Cassidy, hoy hablamos de otro combate de AEW en el que chocan el mainstream y lo indy. Eddie Kingston llega para retar a a Cody por el título TNT.

En el mes de mayo de 2020, AEW presentó su título secundario: el TNT Championship, que lleva el nombre de la cadena que acoge a la empresa. Y no es la única correa que ha llegado últimamente, porque, en julio, Taz trajo al programa un campeonato que había ganado en sus tiempos de ECW, para dárselo a su nuevo protegido, Brian Cage: el FTW Championship. Ya hablaremos, otro día, de la historia de ese título.

Cody perdió su última oportunidad por el World Championship de la empresa, en un match ante Chris Jericho y, como condena, en teoría, jamás podrá volver a ganar ese título. Pero, como recompensa, creó el TNT Championship, y se convirtió en su campeón inaugural. Su reinado ha sido bastante bueno, y emulando al de John Cena como US Champion en 2015, ha defendido la correa en los programas semanales de Dynamite, incluyendo, a retadores de fuera de la empresa. Esto resultaba muy interesante, porque las posibilidades eran infinitas, y había muchos luchadores pidiendo una oportunidad, desde Juventud Guerrera a JTG. Pero, minutos antes de escribir esto, Cody ha perdido el título ante Brodie Lee, así que, me temo, se acabó lo bueno.

Tony Khan no parecía muy contento con la idea de traer gente de fuera; tiene muchos luchadores poco utilizados, y hay una pandemia. Aún así, Eddie Kingston apareció en Dynamite, y eso fue bastante sorprendente. Es el último hombre que uno esperaría ver en la televisión nacional. Su actuación fue buena, y debió gustar, porque se le ha hecho contrato.

La actuación de Eddie, efectivamente, es buena, y es distinta. Por la violencia, tanto física como verbal, que incluye este luchador, que, recordemos, es un tío de CZW, de Chikara, un brawler violento de los que ya no quedan. Es presentado como un veterano con 18 años de experiencia en el negocio. Tanto sus palabras, como sus gestos y sus golpes, son propios de un hombre lleno de desprecio contra el modelo mainstream.

Kingston domina, pegando con una violencia realmente notable, e impropia del contexto en el que está. Pero tiene un problema, una lesión en la pierna muy obvia. Le pega una buena paliza de vieja escuela a Cody, y saca sus chinchetas, que acaban en la espalda de Rhodes, hombre que se parece mucho a Triple H, en el sentido de que tiene un protagonismo muy grande que debe a su posición en los despachos, pero que paga con creces destrozando su físico. Una vez más, acaba sangrando.

Con su forma de hablar, su forma de pegar, y sus chinchetas, Kingston cumple con creces su cometido: presentar el paradigma que representa a la audiencia que lo desconoce. Finalmente, sus problemas en la rodilla se hacen evidentes, y cae derrotado, a manos de una Figura 4, pero ha hecho un buen trabajo. Creo que la lucha merece un poco más de nota que lo que el mero mérito luchístico le concedería, dada la simbología que introduce Eddie.

Puntuación: ***1/2

martes, 5 de mayo de 2020

Cody vs Kenny Omega vs Kota Ibushi, NJPW King of Pro Wrestling 2018



Aprovecho estos días con pocas novedades en la actualidad luchística, para revisar un combate que estaba en mi listado desde hace año y medio. Un par de meses antes de que se fundara AEW oficialmente, Kenny Omega seguía siendo IWGP Heavyweight Champion en New Japan, y, con un ojo puesto en Wrestle Kingdom y en su batalla frente a Hiroshi Tanahashi, defendía su campeonato ante su gran amigo Kota Ibushi, y su rival/aliado, Cody Rhodes.

Como el lector recordará, ese año, 2018, tuvo lugar una ruptura en el seno del Bullet Club, como consecuencia de la llegada al mismo de Cody, y sus ansias de liderato. Durante el año, al mismo tiempo que surgían dudas sobre la lealtad de Kenny hacia los Young Bucks, su buen amigo Kota Ibushi, junto a quién formó el equipo llamado Golden Lovers, acudía en su ayuda. Todo esto provocó historias y combates interesantes, como la batalla entre los Golden Lovers y los Young Bucks, y el match entre Cody y Kenny Omega, que ocurrió en realidad en Ring of Honor. Pero la rivalidad acabó diluyéndose, y acabó definitivamente cuando Cody fundó su empresa.

Hay que tener en cuenta que, a esas alturas de 2018, Rhodes tenía tres campeonatos, lo que prueba que, en esos momentos, tenía muchos planes, y todos fueron truncados por el plan definitivo: el de AEW. Era Campeón de NWA, pues ganó el título en All In, y parecía el hombre perfecto para volver a poner en boca de todos la histórica correa. Era Campeón USA de NJPW, y tenía planes, según sus propias palabras, de participar en el G1 Climax; y era Campeón de Tercias de ROH. Para enero de 2019, habría perdido todos sus títulos, por motivos obvios.

En King of Pro Wrestling, Cody, Kenny y Kota se enfrentan, en una especie de despedida póstuma de la rivalidad que casi tuvieron. Y es una lucha realmente buena. He esperado mucho para verla.

Las luchas a 3 bandas no son muy habituales en New Japan, y mucho menos, en un combate por el título máximo de la empresa. Pero la implementación del combate justifica la estipulación. Los tres luchadores se dan la mano al empezar, pero se van calentando entre ellos, a través de diversas dinámicas de grupo: las lealtades son puestas en cuestión, y las nuevas alianzas nacen y mueren durante todo el combate.

Kenny y Kota son amiguitos, pero los dos quieren ganar. Se pelean varias veces por hacer el conteo sobre Cody, aunque la sangre no llega al río. Kenny revienta a Cody contra la mesa de comentarios, y eso permite salir de una zona bloqueada por las continuas disputas personales, y las interferencias del tercer hombre. Así, Kenny y Kota se enfrentan, mano a mano, en un clásico uno a uno lleno de power moves de New Japan.

Tras el regreso de Cody a la acción, la cosa vuelve a mejorar. Acaba colgado en la esquina, para que los cuerpos de sus dos rivales sean lanzados de forma violenta contra él, por el hombre restante. Después de eso, aparecen ataques combinados entre unos luchadores y otros, de manera totalmente inesperada, combinando movimientos sobre la víctima, sin ensayo previo. Esto también está muy bien.

Omega empieza a dar rodillazos a diestra y siniestra, mientras Cody saca una mesa de madera, sobre la que acaba cayendo el canadiense, sufriendo una herida importante en su espalda, pues el empujón es sucio. No obstante, vuelve a tiempo para impedir que Kota se lleve el combate, parando el brazo del referee en el conteo tras un Suplex sobre Cody, lo que enfada mucho al japonés, que entra en modo Terminator.

Ibushi se libra de Rhodes, y a por Omega, que previamente intentaba consolarle. Comienzan a darse slaps, y se les va de las manos. Parece que Ibushi se enfada de verdad, y tira al suelo a Omega, bloqueándolo como en un combate de verdad, de MMA, para pegarle en la cara de manera excesivamente fuerte. Kenny se tapa la cara como si su vida estuviera en juego de verdad, lo que parece ser así, porque recibe más de un golpe real.

Con Kenny herido en la cara, entra al ring Cody, aplicando dos veces el Cross Rhodes, ataque perfecto para la ocasión. Omega sobrevive milagrosamente. Ahora, el American Nightmare introduce una silla en el ring. Omega protege a su amigo de forma tierna, y este, a su vez, impide que sea el rubio canadiense el que reciba el ataque armado. Kenny y Kota se juegan el título en la parte final, con victoria para el primero, vía One Winged Angel.

Gran lucha, por todo lo expuesto. No se puede utilizar mejor la estipulación de Triple Thread Match.

Puntuación: ****1/2

lunes, 16 de marzo de 2020

Cody vs MJF, AEW Revolution 2020




Estamos hablando sobre AEW Revolution, el primer gran PPV de AEW en 2020. Hemos comentado, hasta ahora, las luchas por el World Championship y por los World Tag Team Championships, y ninguna de ellas nos ha resultado demasiado interesante. Por eso, finalmente, he optado por revisar una tercera lucha del evento, una en la que tengo más fe.

Desde que AEW abrió sus puertas, Cody se ha convertido en una figura indiscutible dentro de la empresa. Obviamente, es vicepresidente, y como tal, se va a colocar a sí mismo en un lugar privilegiado; el wrestling, históricamente, siempre ha sido un campo muy endogámico. Y, en realidad es muy importante que lo haga, puesto que es uno de los pocos luchadores de vieja escuela que hay en la empresa, uno de los pocos hombres capaces de contar una historia. Es una suerte, para AEW, que uno hombre como él sea vicepresidente; si hubiera ocupado un rol secundario dentro de la jerarquía, no quedaría, apenas, esperanza.

Las luchas de Cody pueden ser mejores o peores, pero siempre tienen una parte de storytelling que es apreciable. En Revolution, se enfrenta a un joven que comparte su talento, MJF, el traidor. Este hombre comenzó su carrera en AEW como face, como aliado de Cody, y era obvio que ese papel no se adaptaba a su forma de ser. Era de esperar que el Turn Heel se diera en algún momento, y así pasó. MJF traicionó a Cody, y le costó su lucha titular ante Chris Jericho. Además, debido a esa derrota, el pequeño de los Rhodes no podrá, tampoco, ser retador jamás por el título. En fin, ya sabemos que eso no va a ser así.

MJF defiende sus acciones, aduciendo que Cody quería aplastar su progresión, minimizarlo por completo, y convertirlo en su marioneta. Tras esto, obviamente, Cody quería una lucha frente al traidor, pero este puso tres condiciones: que no podía tocarle hasta esa lucha; que tuviera un combate frente a su nuevo y enorme guardaespaldas, Wardlow, dentro de una Steel Cage; y que le permitiera pegarle 10 correazos, a modo de latigazos. Así, la verdad es que hemos visto muy buenos segmentos, y una buena rivalidad.

En Revolution, pues, Friedman y Rhodes se ven las caras, en una lucha que es storytelling puro. Quizás, de hecho, hay demasiadas historias, demasiadas interferencias en ringside, y no el suficiente odio por parte de Cody, que ha recibido humillaciones y dolores excesivos en esta bien trabajada historia.

El héroe tiene en su esquina a su mujer, Brandi, y a Arn Anderson, mientras que MJF siempre va acompañado por el Wardlow.  Durante los primeros minutos, evita todo lo que puede subir al ring, para no tener que vérselas directamente con el cabreado Cody, que hoy estrena un patriótico tatuaje en su cuello que queda... raro. Seguro que en su cabeza era espectacular, pero hay otras zonas en el cuerpo más apropiadas.

MJF vacila a la gente en el público. Le tira la gorra a un aficionado, y lanza una cerveza sobre otro. Es de esperar que sean actores, porque en USA, cualquiera te denuncia por daños contra la moral y el honor de una persona por menos que eso. 

Cody domina, sin muchos problemas, tirando de su arsenal habitual. En ringside, Brandi se pelea con Wardlow, tirándole una cerveza encima, y Cody vuela sobre él, ante la posibilidad de que ataque a su mujer. Sin embargo, estas tonterías le cuestan caro, puesto que Wardlow consigue aplicarle un golpe en el brazo, cuando el referee está distraído.

MJF comienza con su dominio a partir de ahí. Primero, aplica buenos ataques al brazo dañado de su rival, y, después, le quita la bota, y le muerde el pie. 

Cody consigue reponerse con un buen golpe contra el esquinero, y lanza a su oponente a ringside. Tras un rato, vemos a Maxwell sangrando profusamente en su frente; es de suponer que se lo ha provocado él cuando estaba tirado en ringside, aunque no ha quedado muy bien, porque no hay ningún ataque demasiado claro que haya podido causar tanta sangre. Cody golpea la sangrante cabeza de su oponente pero, una vez más, los problema en ringside vuelven a ponerse en su contra. Cuando va a salvar a su mujer de las manos de Wardlow, tras un innecesario ataque de esta sobre el gigante, acaba pegándole una buena patada al pobre Arn Anderson.

MJF vuelve a aprovechar esto, para aplicar un Low Blow. Transcurren los minutos, y Cody se va imponiendo. Utiliza su cinturón contra su rival, recordando los ataques recibidos en semanas previas, y le hace mucho daño. MJF se humilla, y pide perdón, cuando Cody le recuerda su amistad, pero el villano acaba escupiendo al Nieto de un Fontanero. Cody aplica dos Cross Rhodes para ganar, pero, en el último momento, Friedman se pone su anillo, y le pega en la cabeza, dejándolo KO, para llevarse la victoria.

La lucha es buena, con mucho storytelling, y referencias a la rivalidad. Ese golpe final no queda tan bien como debería, porque nadie en el público llega a darse cuenta de que MJF se pone el anillo, así que parece que Cody ha sido derrotado por un simple puñetazo. De hecho, yo sé que MJF se pone el anillo, porque lo dicen los comentaristas, porque ni siquiera se puede apreciar viéndolo en televisión. Tampoco es muy normal que, tras dos Cross Rhodes, MJF esté en condiciones de atacar con un anillo, y que este ataque resulte mucho más letal que dos iteraciones del finisher del héroe. Pero bueno, más allá de estos detalles, la lucha está bastante bien.

Puntuación: ***1/2

viernes, 15 de noviembre de 2019

Chris Jericho vs Cody, AEW Full Gear 2019



AEW ha llevado a cabo su tercer gran PPV del año 2019, Full Gear, el primero desde que tiene un programa semanal. El Vicepresidente, Cody, gracias a sus méritos en anteriores eventos, se ha ganado una oportunidad titular. El Campeón, Chris Jericho, le espera.

En los primeros programas de Dynamite, Chris Jericho se ha convertido en líder de un stable, en el que están Jack Hager, LAX y  Sammy Guevara, 5 tipos sin nada en común y ningún objetivo aparente. Este equipo se llama Inner Circle, y Jericho, que cada vez que habla en su podcast, demuestra que no sabe nada de wrestling, está muy orgulloso de él. 

Hager, por supuesto, es Jack Swagger, excampeón mundial de WWE, y autor de la frase "We the People". El propio Jericho se ha encargado ya de decir que esa frase era horrible, idea de un mal creativo, y, sin embargo, todo el mundo conoce al luchador por ella, y no por su carrera como All American, no por sus combates en MMA, no por su paso por Lucha Underground, y no por sus irrelevantes apariciones en AEW, con ropa de calle, porque nadie se preocupa ni de trabajar un aspecto que cimiente un personaje.

Enfrente, está Cody, lo mejor, sin duda, de AEW, que se ha defendido de este equipo con la ayuda de su hermano Dustin, MLF y otros miembros del roster de AEW. Los 5 rudos atacaron al pobre Goldust en el aparcamiento, así que Cody busca venganza.

El hijo de Dusty Rhodes llevó a cabo una promo que gustó mucho, de esas que mezclan verdad con ficción, comentando que AEW es un lugar libre para un luchador, en confrontación con WWE, que es lo que quieren escuchar los fans de la empresa, gente tan tonta como para odiar a promotoras de wrestling Y es cierto que hay libertad, más naturalidad en las promos que en WWE, lo que no es difícil, y es así, sobre todo si eres Cody Rhodes. La mayoría de los luchadores no tienen tiempo para trabajar sus personajes con promos, ni tienen habilidad para ello. En WWE, al menos, estaba su señor padre, enseñando a los sacos de músculos sin cerebro que llegaban a la empresa a hablar.

El caso es que Cody hizo una gran promo, hablando del trabajo realizado durante 14 años de carrera, y de que, si no gana, no tendrá más oportunidades titulares, porque no quiere que los fans piensen, como han dicho muchos, que se otorga a sí mismo las oportunidades. Me parece una regla excesiva, porque está limitando demasiado las oportunidades de escribir historias en el futuro. No tendrá más opciones de luchar por un título que acaba de nacer... es excesivo.

Cody llega, acompañado de MLF, y con su madre en primera fila. Chris tiene en su esquina a Jack Hager, aunque dura poco en ella, porque es expulsado por la referee, por sus trampas.

Lucha de vieja escuela. Se supone que AEW quiere emular a la clásica NWA en lo respectivo al título máximo, y por ello le guarda siempre una buena cantidad de tiempo, pero también se suponía que siempre le daría el main event, y a la primera de cambio, esa regla ha cambiado. La lucha tiene un límite de 60 minutos, y hay tres jueces, encargados de tomar una decisión en caso de empate: Arn Anderon, The Great Muta y Dean Malenko. Jericho se encarga de increpar a su viejo amigo.

Cody comienza los primeros minutos de combate con buenos ataques al brazo de Jericho, pero toda iniciativa muere, cuando vuela por encima de la tercera cuerda sobre la rampa metálica, y se la come, sufriendo una grave herida en la frente, totalmente legítima. Cody, en tanto que jefe, se está dejando la vida en estos primeros meses de AEW; siempre sale herido.

Pero Jericho ni se entera. En ningún momento aprovecha esa ceja abierta para ganar, a pesar de que sus golpes principales son ataques en la cabeza. Continúa con la rutina que tenía en mente, sin adaptarse en absoluto a las circunstancias, y buscando la espalda del de cabellos dorados. Es como si supiera que va a ganar con sus Murallas.

Creo que el estilo vieja escuela cansa un poco al público AEW, y tampoco creo que Jericho entienda bien cómo funciona. Cody tiene  mucho más claro el objetivo de atacar la cabeza del canadiense, y así lo hace, con sus comebacks. Durante la expulsión de Swagger, Jericho encuentra vía libre para pegar a su rival en la frente con la correa, pero eso no le permite ganar. No consigue aplicar su codazo, el Judas Effect, pero sí que conecta un Code Breaker. Le pega con su cinturón, ante la cara de sufrimiento de MLF.

Jericho busca las Walls of Jericho. Las aplica durante un rato, sin éxito, pero las vuelve a conectar posteriormente, una vez más, y esta vez, acompañadas por unos cuantos pisotones  en la cabeza, y en una posición más propia de su antiguo finisher, el Liontamer. Cody parece en muy mal estado, y MLF tira la toalla, lo que da por ganador al canadiense. Seguramente, esto lleve a algún tipo de storyline entre Cody y MLF.

No me convence del todo esta lucha, aunque en los últimos minutos, se pone interesante. El final es bueno.

Puntuación: ***1/4

lunes, 14 de octubre de 2019

Shawn Spears vs Cody, AEW All Out 2019




Antes de empezar a ver programas semanales de AEW Dynamite, que ya han llegado a la televisión americana, quería echarle un vistazo a una lucha más del PPV All Out. Se trata del enfrentamiento entre Cody y Shawn Spears.

Ya sabemos que, tras su papel como vicepresidente en AEW y sus últimas luchas ante Dustin Rhodes y Darby Allen, Cody se ha convertido en todo un ídolo. También para mí, que creo que aporta algo que AEW no tiene, que es psicología y lucha de estilo vieja escuela. Está siendo lo mejorcito en los primeros shows de la empresa. Y, en All Out, tiene una nueva lucha, ante otro ex-WWE: Shawn Spears.

Shawn y Cody deben conocerse desde hace muchos años, porque coincidieron en Ohio y Florida, en los territorios de desarrollo de WWE. La carrera de Rhodes funcionó mucho mejor, mientras que Shawn, tras su paso por ECW, acabó pronto en la calle. Sin embargo, volvió a la empresa, construyendo un personaje en NXT de Perfect 10 que conectó con el público, lo que, aún así, no le sirvió para tener un buen papel en el main roster.

AEW, igual que WCW y TNA en el pasado, valora mucho a cualquier ex-WWE, colocándolo en una posición muy alta, sólo por la fama que le dio el paso por la empresa del gran Vince. Así, tras la lucha del vicepresidente frente a Darby, apareció como su gran némesis, pegándole un sillazo en la cabeza que se la partió.

Comenzó así la rivalidad entre Cody y Spears, que tiene un papel muy distinto al que trabajaba en WWE. No sólo es rudo, sino que tiene un nuevo mánager: Tully Blanchard, uno de los miembros de los Four Horsemen, que tuvo una gran rivalidad con el padre de Cody, Dusty Rhodes. Ahora, viene a por su hijo, apoyando a Shawn desde la esquina.

La lucha entre Cody y Spears, de nuevo, es de vieja escuela, aunque realmente tiene poca lucha. Está muy centrada en las interferencias de Tully, y en menor medida, de MJF, que está en la esquina de Cody. Shawn domina tras un gran ataque en la rampa sobre el American Nightmare, pero, por lo general, sus ataques son bastante aleatorios. Es un tipo que me resulta muy poco interesante, en general.

Todo el interés en la lucha está en Tully, que consigue hacer trampas una y otra vez, hasta que llega Arn Anderson, y aplica su Spinebuster legendario sobre Spears. Tully le sigue, confuso, pues eran compañeros como Four Horsemen, y, ya libre de ruido, Cody se lleva la victoria.

Esta no es una gran lucha, pero aporta cosas interesantes al show. El uso de leyendas, en la medida que introduce cultura luchística en la modernidad, siempre me gustará, y aún más si es con hombres a los que ya apenas recuerda nadie. Pero, poco más.

Puntuación: ***

martes, 6 de agosto de 2019

Caín Velasquez, Cody y Psycho Clown vs Texano Jr, Killer Kross y Black Taurus, AAA TipleManía 27




Tras comentar el main event de TripleManía 27, hay otros aspectos que merecen mención. Aparte de la aparición sorpresa de LA Park, que puede que sólo sirva para volver a enfadar al CMLL y que no haya lucha de apuestas con Rush, tenemos el debut como luchador de Caín Velasquez.

Caín es una leyenda de las Artes Marciales Mixtas. Es dos veces UFC World Heavyweight Champion y, precisamente, quién derrotó a Brock Lesnar para acabar con su famoso reinado, en octubre de 2010. Es cierto que, después de eso, perdió el campeonato velozmente frente a Junior Dos Santos, pero consiguió recuperarse, curar bien sus lesiones, y volver a coronarse con el título máximo de la industria de las peleas.

Aunque ya parecía retirado de la MMA, Caín Velasquez firmó un nuevo contrato de 4 luchas con UFC, teniendo lugar la primera de ellas en el primer evento de UFC en ESPN1, en febrero de 2019, como gran atractivo para atraer audiencias. No obstante esto, fue derrotado por Francis Ngannou.

Pero, desde 2018, Velasquez entrena lucha libre profesional. Muchos peleadores de MMA se han burlado de la disciplina, pero, cuando el fin de sus carreras está cerca, ven que puede ser una fuente de trabajo buena. Hay un buen número de nombres de UFC que podrían recalar, fácilmente, en WWE, y suponer una fuente de estrellas en una empresa que tiene dificultades para crearlas. Pero Caín ha debutado en AAA, y no en WWE.

Él mismo ha dicho que, por su sangre hispana, ama la lucha libre mexicana, y le hacía ilusión luchar aquí. Yo creo, más bien, que debe ser una limitación de su contrato con UFC. O, bien, que AAA es mucho menos restrictiva que WWE. Se dice que su acuerdo con la Caravana Estelar es de 3 luchas.

En cualquier caso, Caín estuvo un tiempo en el Performance Center de WWE, y, después de eso, ha entrenado en la academia de Pro Wrestling Revolution. En la primera rueda de prensa sobre TripleManía 27, el peleador se presentó como una gran sorpresa, diciendo que la lucha es falsa, y encontrando resistencia en algunas de las estrellas de la empresa, como Psycho Clown o Texano Jr. Parecía que tendríamos una gran lucha en TripleManía, en la que un Clown defendería la lucha libre ante el invasor de las MMA.

Pero llegó el anuncio de la cartelera, y se olvidó esa historia, que pintaba bien. Caín se ha hecho amigo de Psycho Clown, y ahora, harán equipo, junto con Cody, para enfrentarse a tres luchadores igualmente aleatorios: Black Taurus, Texano y un luchador sorpresa, que resulta ser Killer Kross, conocido por su trabajo en Impact Wrestling.

Así, Caín llega a esta lucha sin historia, pero arropado. Hay que recordar que es un novato, así que ponerlo en un singles match quizás hubiera sido apresurado. Llega asimismo enmascarado, con una máscara con cuernos bastante chula. Y demuestra su entrenamiento, realizando un par de movimientos de lucha libre bastante decentes. 

La lucha no está mal, es un combate correcto, sin nada para recordar (y de hecho, casi nada recuerdo ya, un día después de verla). Velásquez le da la victoria a su equipo vía Kimura, llave clásica de MMA. La verdad es que, durante todo el combate, el peleador ha intentado demostrar que conoce la disciplina, pero, en realidad, sería más interesante verlo pelear al estilo MMA, ya que se supone que eso es lo que le hace distinto a los luchadores mexicanos, en lugar de intentar parecerse a estos.

Puntuación: **3/4

jueves, 1 de agosto de 2019

Young Bucks vs Brotherhood, AEW Fight for the Fallen



Vamos a comentar un par de combates del tercer evento de AEW, Fight for the Fallen, show previo al esperado All Out. Como Fyter Fest, este es un evento secundario, y presenta una cartelera bastante aleatoria, pero con varias cosas reseñables, empezando por el enfrentamiento entre parejas de hermanos: los Young Bucks se ven las caras con Brotherhood, el equipo formado por Cody y Dustin Rhodes.

Los Bucks están metidos en una rivalidad frente a los Lucha Brothers, teniendo un montón de luchas con ellos, tanto en AEW como en AAA. En All Out, se verán las caras en una lucha de escaleras que determinará los primeros campeones en pareja de la compañía. Después de eso, probablemente, tendremos, por primera vez en muchos años en occidente, un Campeonato Tag al que se le de tanta relevancia como a los títulos individuales. Eso lo convierte en algo muy interesante.

Cualquiera que siga el blog con relativa asiduidad, sabrá que yo no soy muy fan del estilo spotero de los Bucks. Un combate de 30 minutos de saltos innumerables, no es lo que me gusta de esta modalidad deportiva. No obstante, el resultado dependerá de los rivales que hagan frente a los Jackson, suponiendo, como parece obvio, que serán los primeros y principales campeones de la empresa de la que son vicepresidentes.

Cuando se anunció que en Fight for the Fallen se enfrentarían a los Rhodes, arqueé una ceja, interesado. Después de su gran lucha en Double or Nothing, Cody y Dustin hicieron las paces, y se dictaminó que se enfrentarían a los Bucks en esta velada, y eso me resultó interesante, porque los hijos de Dustin son las personas perfectas para calmar a los Bucks y llevarlos por el buen camino.

Parece que los Jackson hacen de rudos en esta lucha, aunque eso en AEW no está muy bien definido. Se burlan del abrazo que los Rhodes se dieron tras su enfrentamiento en Double or Nothing, y tienen algún que otro momento más de malicia pura. En los primeros minutos de la lucha, dominan a Goldust, hasta que aparece Cody para limpiar la casa vía hot tag.

Posteriormente, tenemos muchos minutos de dominio por parte de los hermanos Rhodes, que aplican un trabajo sobre el brazo de Matt Jackson que resulta ejemplar. Durante bastante tiempo, los dos luchadores de estilo old school se turnan para intentar hacer rendir al mayor de los Jackson, que no da su brazo a torcer, y nunca mejor dicho.

Este trabajo es muy bueno, aunque no tiene continuidad una vez que los Bucks salen de su situación de estancamiento, con el turno de Nick. Tenemos, ahora, una fase en la que la lucha tiene un estilo más tornado, en la que todos luchan contra todos, con movimientos bien sincronizados entre unos hermanos y otros. Al público le cuesta reaccionar a la lucha old school que hemos visto hasta ahora, porque está acostumbrado a la locura, pero se va animando en esta parte de la contienda.

Hay muchos nearfalls, la cosa se extiende excesivamente, aunque me parece buena la rutina de intercambio de finishers, que acaba con un Cross Rhodes de Matt sobre Cody, para acabar con el Meltzer Driver.

Esta es una lucha que no está nada mal, con unos Bucks más tranquilos, capaces de meterse en el rollo de lucha clásica de los Rhodes. Cuando las cosas se ponen más intensas, se mantienen correctas la mayor parte del tiempo, intentando reivindicar la hermandad de ambos conjuntos, primando los ataques sincronizados por encima de los movimientos individuales, hasta la parte final en la que, cuando nada parece funcionar, hay un intercambio de finishers para el que nadie estaba preparado, y que acaba con el combate.

También es cierto, como decía antes, que hay partes que parecen demasiado largas, y que el exceso de finishers los banaliza. Y al público le cuesta meterse en este tipo de combate, porque es un público que sólo espera spots, y nunca ha visto un combate anterior a la Era Attitude. Aún así, las cosas buenas están muy por encima de las malas.

Puntuación: ****

sábado, 13 de julio de 2019

Cody vs Darby Allin, AEW Fyter Fest




Fyter Fest fue un evento lleno de acción, lleno de spots fests. No hubo mucho tiempo para la reflexión, ni para la lucha clásica o técnica. En este evento no estaba Chris Jericho, pero sí que estaba Cody, para frenar un poco las cosas, y ofrecer una lucha de otro estilo.

Cody se enfrenta, de una manera posiblemente aleatoria, a Darby Allin, un joven luchador independiente que ha hecho un buen trabajo en los últimos años en EVOLVE y PWG, y que es un tipo muy pequeñito, muy delgadito. Es un gran underdog, un sufridor, así que es perfecto para un combate del tipo David vs Goliat.

Ya ha tenido muchas luchas de esas. Es un buen babyface, un tipo que, al estilo Jeff Hardy, recibe un gran cariño del público, pero que nunca gana un match, hasta el punto de estar desesperado por ello. Es de suponer que toda esa historia contada en EVOLVE se olvide, después de que esa empresa sea usada por WWE para hacer competencia a AEW Fight for the Fallen, con la emisión a través de WWE Network del 10º Aniversario el mismo día en que se emite el tercer show de AEW.

Si en Double or Nothing, Cody tuvo una clásica lucha de hermanos, aquí hace de Goliat ante un pequeño underdog. Es raro que alguien como Cody sea Goliat, pero ante Allin, cualquiera lo esa. De todos modos, el estilo Power House se le da bien al pequeño de los Rhodes.

Cody domina sin mucha competencia. Se toma su tiempo, es muy old school. Representa un estilo opuesto a todo lo visto en el show, lo que no sé si agrada mucho al público, que parece aburrirse un poco. Quizás, si la lucha hubiera sido en WWE, se hubieran escuchado gritos de "boring", pero en AEW, todo es amor.

Allin tiene algunas caídas muy duras en ringside, ya que se escurre entre las cuerdas cada vez que es lanzado al esquinero. También intenta aplicar una plancha de espaldas, y se destroza la espina dorsal al caer contra el borde del ring. Eso deja a algún aficionado con la boca abierta.

Allin tiene sus pequeños comebacks, pero poco puede hacer ante un adversario mucho más grande que él. Pero esta es una lucha con 20 minutos de tiempo límite, y el fin se acerca sin que haya un final. Cody se empieza a poner nervioso.

Entonces, mete a Allin dentro de una bolsa de cadáveres, como hiciera Undertaker en los inicios de su personaje en WWF, y le golpea con la Disaster Kick. Darby realiza un esfuerzo gigante para sobrevivir, y Cody se desespera, porque el tiempo se le va. Realiza otro homenaje a la vieja escuela, pegándole con el cinturón, tal y como hacía Hollywoodd Hulk Hogan.

Pero todavía Darby tiene energía para protagonizar un último y agónico comeback. Cody le aplica Cross Rhodes, y va a por la cuenta, justo cuando el público está cantando los últimos 5 segundos. Él consigue cubrir a su rival justo después de que se escuche en la grada que quedan tres segundos, así que va unas milésimas tarde. Así, el tiempo se acaba justo antes de que la referee dé la tercera palmada.

Creo que realizan este final de manera perfecta, apoyados por la cuenta del público, que le dice a Cody cuánto queda sin que tenga que mirar a la pantalla. La referee también está perfecta, porque el tiempo entre palmada y palmada es exactamente de un segundo, lo que permite que, si empieza unas centésimas después de que el reloj marque que quedan 3 segundos, cuando este reloj llega a cero, a ella le faltan unas centésimas para dar la última palmada. Este buen trabajo formal de todos, va a mejorar un poquito la nota de la lucha.

Tras el match, aparece Shawn Spears, y le pega un sillazo en la cabeza a Cody, que ni siquiera pone las manos para defenderse. También esto recuerda a otra época de la lucha libre americana. Cody tiene que salir ayudado por todos, porque se le ha abierto una brecha legítima en la cabeza. Su cara es de contusión cerebral.

Con respecto a esto, aparte de la dureza del golpe, que vuelve a indicar que, por algún motivo, Cody venía hoy con la intención de reivindicar cosas clásicas del wrestling, hay que señalar que, a pesar de que AEW siempre expresó su deseo de crear algo distinto y revolucionario, esto de aparecer al final de una lucha, atacar a alguien, y comenzar, así, una rivalidad, es lo mismo de siempre. Poca revolución a nivel formal está demostrando, hasta ahora, AEW.

Puntuación: ***1/2

jueves, 30 de mayo de 2019

Cody vs Dustin Rhodes, AEW Double or Nothing




Llegó el momento que todo el mundo esperaba. All Elite Wrestling celebró el pasado 25 de mayo de 2019 su primer evento: Double or Nothing. Ahora sí, se le puede considerar una promotora de wrestling.

Double or Nothing fue un evento que gustó mucho a los fans del wrestling. En realidad, la mayoría de sus luchas son spot-fests puros y duros, pero la función se ve reforzada por la presencia de gente como Cody y Jericho, que, quizás, sean atletas de menor categoría que otros, pero que son buenos contadores de historias, y gracias a eso, con sus luchas, convierten lo que hubiera sido una función de wrestling indy entretenida, en un gran evento.

En el último año, se ha batido el récord de asistencia a eventos de lucha libre no-WWE en america varias veces. All In superó los 11.000 espectadores, y G1 Supercard superó los 16.000 espectadores en el Madison Square Garden. Double or Nothing, por su parte, puso también el cartel de "No hay billetes" en el MGM Grand Garden Arena de La Vegas, con una asistencia de más de 12.000 espectadores. No supera lo conseguido por la unión de NJPW y ROH, pero se coloca en una honrosa segunda posición.

Igual que hicieron en el fin de semana de WrestleMania MLW, ROH/NJPW y GCW, AEW presentó su propia versión del Royal Rumble Match en el preshow, emitido en Youtube. Después de una noche plagada de acción que el público disfrutó de lo lindo, llegaron las tres grandes batallas de la noche, que son las que comentaremos en los próximos días: Cody se enfrentó a su hermano, Dustin Rhodes; Los Young Bucks defendieron los Campeonatos Mundiales en Parejas de AAA frente a los Lucha Brothers; y Jericho y Omega pelearon para terminar con la rivalidad que comenzaron hacer un año y medio en Wrestle kingdom.

Como digo, el evento ha creado euforia entre los fans. Incluso los luchadores de WWE se mostraron muy a favor del evento en redes, para ira del Chairman de esa empresa. AEW presentará 2 o 3 eventos más antes de debutar en TNT en otoño. Parece que el negocio de montar unos pocos PPVs al año, lo tienen manejado. ¿Podrán enfrentarse de igual manera al mercado televisivo?

Responder positivamente a eso es complicado. Ningún nuevo proyecto de wrestling ha tenido éxito en los últimos 15 años. Repasemos los últimos chascos:

- Lucha Underground, un proyecto realmente distinto y especial, dio buenos números a la cadena El Rey Network, pero ninguna gran cadena se ha interesado en el producto, y tanto los presupuestos como las audiencias han ido bajando. Las producción ha sido muy descontinuada, y eso ha hecho que el interés baje mucho. Y este programa sí que puede decir que ha introducido algo nuevo en la industria, y que ha hecho evolucionar los storylines, a diferencia de Double or Nothing, que, mejor o peor, y a pesar de ser bastante fresco, es un espectáculo de wresling convencional.

- World of Sport Wrestling resucitó un programa clásico en el Reino Unido, para emitirse en una cadena en abierto, ITV. Aunque debutó con un millón y medio de espectadores, lo que es una cifra realmente buena, esta se fue desplomando con el paso de las semanas. No fue un programa muy destacable, y no sabemos si volverá a televisión.

- Impact Wrestling, en 2010, fue a por todas, reavivando las Monday Night Wars, para hacer frente, cara a cara, a Raw. No le fue mal al principio, pero la inversión fue tan grande y los resultados tan pequeños, que la empresa tuvo que transformarse, hasta lo que es ahora.

- El Consejo Mundial de Lucha Libre ha regresado a las emisiones en Televisa, una de las cadenas más importantes de México, y apenas ha superado el dato de 200.000 televidentes.

Todos estos datos, sumados a la constante bajada de audiencias de Raw y Smackdown, dejan claro que el público televisivo no está muy interesado en el wrestling, actualmente. Por eso, pensar que, de pronto, va a nacer una empresa que consiga grandes audiencias, no suena muy convincente.

En realidad, no creo que sea un problema del wrestling en concreto. Al revés, analizándolo fríamente, creo que tiene un gran mérito que todavía haya programas como RAW o Smackdown, con 2 o 3 millones de espectadores semanales. Porque, realmente, el target televisivo del wrestling no ve ya la televisión. El fan del wrestling, por lo general, es un tipo de entre 10 y 40 años. Gente joven y friki. Y esa gente, sólo ve cosas en Internet. No hay programas en cadenas importantes de televisión sobre cine, videojuegos, rock and roll, cómics o anime. Esas cosas, las que le gustan al joven friki, se ven en Internet, o en actuaciones en directo. En televisión, lo que tiene éxito son los Talent Shows, los Reality Shows, las telenovelas, las series policíacas, las sitcom o las fases finales de los deportes más seguidos. O sea, programas que tienen un target más mayor, o, al menos, más analógico. Por eso, cuando Meltzer dice que la audiencia del wrestling baja más que la de otros programas, debería valorar que, al menos, aún está ahí.

Para seguir hablando sobre la viabilidad del programa televisivo de AEW, tendremos que esperar a que llegue a televisión. Por ahora, los fans del wrestling parecen bastante dispuestos a seguir a la compañía a los eventos en los que se presenten, de igual manera que los fans de los videojuegos se reúnen en la E3, o los fans de los cómics se reúnen en las Comic-Con. Los Young Bucks, Cody y Tony Khan parecen seguros de que lo mejor que pueden hacer es darle al público lo que quiere, y, de esa manera, no sé si el producto será bueno, pero contará con la simpatía de las gradas.

Eso se disfruta durante el show, y, por suerte, no arruina el ambiente en los combates serios de verdad. Empezamos hablando de la lucha entre Cody y su hermano, Dustin Rhodes.

AEW no ha trabajado demasiado las historias que subyacen en los combates de esta cartelera, pero en este caso, no es necesario. La historia entre Cody y Dustin existe desde hace un montón de años. Ambos son hijos de Dusty Rhodes, el Sueño Americano, un hombre que, además de ser Campeón de la NWA, llegó a destacar mucho por su trabajo detrás de las cámaras. Parece ser que Cody ha heredado estas capacidades. Sin duda, Dusty estaría orgulloso de ver lo que han conseguido hacer sus hijos en AEW.

Cody y Dustin son hermanastros, y tienen una diferencia de edad de 17 años de edad. Ambos fueron introducidos muy jóvenes a WWF/WWE por su padre, en storylines en los que hacían de Underdogs, aunque en dos épocas muy distintas. Gracias a esta precocidad y al amor familiar por el negocio, las carreras de ambos van a ser muy muy largas.

A pesar de compartir padre, Cody y Dustin nunca vivieron en familia. Dustin nunca hizo la labor de hermano mayor. Y seguro que debía haber cierto sentimiento de celo entre uno y otro. Porque Dusty trabajaba con Dustin cuando Cody era un niño, así que debía envidiar la relación profesional que había entre ellos. Y, cuando Dusty se retiró, su hijo más joven aún era pequeño, así que seguro que pudo pasar más tiempo con él y con su madre, Michelle, del que pasara alguna vez con Dustin y su madre, Sandra, cuando aún estaba casado con esta. 

Cuando Cody debutó en WWE, Dustin, conocido también como Goldust, no estaba en la empresa. El joven Rhodes tuvo varios personajes de villano, muy buenos todos, y se encontró con Goldust en las distintas idas y venidas que este tuvo en esos tiempos. Al menos, regresó en dos ediciones de Royal Rumble, en las que se enfrentó a la animadversión de su hermanito. Ninguna historia se solidificó entre ellos, hasta que Cody, ahora como babyface, se metió en una rivalidad, en 2015, frente a The Authority, el stable comandado por Triple H, y formado por las fuerzas internas de la empresa. The Game obligó a Rhodes a poner su carrera en juego ante Randy Orton, y fue derrotado.

Pocas historias tan buenas se cuentan en programas semanales de WWE. La semana siguiente, apareció Goldust en escena, que, una vez más, estaba fuera de WWE. Llegó para enfrentarse a Randy, y conseguir que su hermano fuera readmitido. Aunque llevó a cabo un esfuerzo notable, fue derrotado por el Legend Killer, que era muy superior. Así, tanto él como su hermano quedaron fuera de la compañía. 

Pero había un tercer miembro de la familia trabajando para WWE: Dusty. Recordemos que hacía una labor muy importante en la formación de nuevos talentos, en Florida Championship Wrestling, y, después, en NXT. The Authority exigió una humillación por parte del anciano, para conseguir que sus hijos fueran readmitidos. Con todo el dolor de su corazón, realizó tal sacrificio, aunque Triple H exigió más: que recibiera un puñetazo del Big Show. Esté cumplió las órdenes de su jefe, y Rhodes fue noqueado.

Toda esta historia unió a la familia Rhodes como nunca lo había hecho. Cody y Dustin, con su padre en su esquina, se enfrentaron varias veces a The Shield, y salieron triunfantes, tras batallas realmente destacables. Ahí nació una buena pareja, la de Cody Rhodes y  Goldust.

Ambos cuentan que en esa época pudieron afianzar una relación de hermanos que, hasta entonces, no había sido tal. El team evolucionó, y Cody transformó su personaje una vez más, convirtiéndose en Stardust, con la cara pintada, y mallas negras como las de Goldust.

Ese personaje fue oscureciéndose, y devorando al joven Cody. Goldust le advertía sobre eso, y le pedía que volviera a ser él mismo. Pero no fue así, pues el más joven de los Rhodes fue convirtiéndose en un supervillano. La rivalidad entre ambos nació, y creció, de cara a WrestleMania, lo que podía ser el colofón de la carrera de Goldust. Pero WWE les negó esa batalla en el mayor evento de todos. Acabó dándose en Fastlane, y no salió bien.

Cody y Goldust cuentan que siguieron enfrentándose en Live Shows, y que, en estos, las luchas fueron mucho mejores. Pero no irían a WrestleMania, porque WWE no vio dinero en eso. Con su política absurda, Vince se creó enemigos de un tamaño que jamás imaginó, negando rivalidades, para acabar poniendo luchas aleatorias en carteleras. Ya comentaba hace poco Bully Ray que le pasó lo mismo cuando intentó llevar el personaje desarrollado en TNA a la empresa de los McMahon, traicionando a Bubba. Como no le dejaron, ahora está en Ring Of Honor. Y los Rhodes, están en AEW.

Porque a Cody le harían lo mismo un tiempo después. Con su personaje de villano con la cara pintada, se metió en una rivalidad con Stephen Amell, actor que interpreta a Arrow en televisión. Llegaron a verse las caras en un tag team match en SummerSlam (con otros dos hombres que igualmente tuvieron que huir de la empresa, hasta las narices), pero, cuando tenían que prepararse para verse las caras en WrestleMania, WWE no quiso realizar el combate. Amell volvió a luchar hace poco en All In, y es de suponer que hará algo algún día con AEW.

Y aquí estamos. Cody es vicepresidente ejecutivo de All Elite Wrestling, y Goldust ha llegado, tras pedir la liberación de su contrato de WWE, donde no lo usaban desde hace meses. Triple H se apiadó de él, y le dejó ir, para que tuviera unas cuantas luchas buenas antes de terminar su carrera. Vince debe estar muy enfadado con eso.

Los nombres "Cody Rhodes" y "Goldust" pertenecen a WWE. Pero a Cody le está yendo bien con su nombre de pila, y su hermano sí que puede usar el nick "Dustin Rhodes", que ya usó en WCW, donde, recordemos, tuvo luchas realmente buenas. No siempre ha sido Goldust, y sabe luchar mucho mejor de lo que ha podido demostrar con ese pintoresco personaje.

Cody y Dustin retoman su rivalidad. No es WrestleMania, pero es Double or Nothing. Cody está dispuesto a acabar con la carrera de su hermanastro, y jura que este será su último combate. Por la forma en la que pelean, parece que así lo desea.

Cody llega junto a su mujer, Brandi, que realiza un refuerzo rudo genial en los últimos años. El joven Rhodes destruye un trono con un mazo, en clara alusión a Triple H, pues intenta escenificar la caída de WWE. Su hermano, trae nuevo maquillaje: sólo tiene media cara pintada, y es de color rojo. Ya no es Goldust, y aunque hace varios gestos alusivos a ese personaje, los frena, anunciando su desaparición.

La lucha es claramente inferior, atléticamente hablando, a todo lo visto anteriormente en el show. Pero es puro storytelling. No sólo hay spot fests en este PPV, también hay contadores de historias; lo que en wrestling diferencia a los niños de los hombres.

Cody ya no va a intentar ponerse a la altura de los luchadores indy, sino a contar una historia. Dustin tiene 50 años, y, aunque siempre se ha mantenido en buena forma, en los dos últimos años, no ha hecho casi nada. Cody viene a pegarle una paliza, y piensa que será fácil. Sin embargo, se encuentra que Dustin está mejor de lo que parecía, y que todavía tiene ilusión por hacer esto. Cody recibe golpes, mientras el público canta eso de "Todavía lo tienes".

Cody se ve entre la espada y la pared, y recurre a su esposa. Con los ataques de esta y su propio juego sucio, le pone las cosas difíciles a su hermano. También quita un protector de la esquina, y fuerza que Goldust se pegue con el metal. 

Con eso y otros ataques, Dustin sangra como un moribundo. Y encima, se lleva un increíble Spear de su cuñada, que es, por eso, expulsada de ringside. Este momento recibe una gran reacción del público, y esa reacción aumenta, porque quien se lleva a la chica es DDP.

Dustin está rojo, pero no por la pintura, sino por la sangre que brota de su frente a borbotones. El público alucina con eso, pues parece algo de otra época. Ni siquiera su padre sangró tanto, y todo el mundo recuerda las cicatrices que tenía en su frente, producto de momentos como este. Recuerda a las mejores luchas de apuestas del Toreo de 4 Caminos, pues, como en algunas de aquellas sangrientas peleas, Dustin se marea, y apenas puede acertar los golpes.

Cody golpea la frente de su rival, y le aplica una Figura 4. El público grita como Ric Flair, porque no sabe que esta era también la llave favorita de Dusty. En este caso, es especialmente eficiente, porque si Dustin se deja llevar, puede poner su espalda plana, y perder, pero si se incorpora, recibe puñetazos con el puño cerrado de su hermanito. Tiene pocas opciones, pero consigue darle la vuelta a la llave, y llegar a las cuerdas.

Dustin reacciona como una máquina. Le baja los pantalones a su hermano, y le pega con su propia correa en el curro, recordando que él es el mayor, y que tiene que respetarle. Así, llegamos a una parte final con nearfalls, en la que Goldust aplica un genial Superplex, seguido de su finisher, el Final Cut, dos golpes seguidos a la espalda, que no acaban con Cody. Este vuelve a tirar de trampas, aplicando un Low Blow cuando el referee, que por cierto, es Earl Hebner, no mira. 

Tampoco Dustin cae ante la Disaster kick y el Cross Rhodes, ataques mortales para alguien con tanto dolor en su cabeza. Resiste, y es capaz de usar el finisher de su hermano contra él, sin éxito. A estas alturas, las caras en el público son un clamor. Con un nuevo Cross Rhodes, Cody acaba con Dustin.

Tras la lucha, el vencedor tiene bonitas palabras para el perdedor. Le dice que no necesita un amigo, ni un compañero, sino a su hermano mayor. Se abrazan, y hacen las paces, señalando al cielo. Próximamente, harán pareja para enfrentarse a los Young Bucks.

Gran match, y gran postmatch. No es una lucha perfecta, porque la performance de ambos no es tan buena, pero cuentan una historia genial, protagonizando un momento histórico y emocionante. He hablando muchas veces de la importancia de utilizar a una leyenda de manera correcta. Comparar esta lucha de Goldust con la lucha de retiro de Kurt Angle es insultante.

Puntuación: ****1/2