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sábado, 27 de agosto de 2022

CM Punk vs Adam Page, AEW Double or Nothing 2022


Hace un par de meses, tuvieron lugar un par de eventos de lucha libre en los que, por pura casualidad, ocurrió algo muy similar. Tanto AEW como WWE impulsaron una gran estrella hasta el triunfo en un PPV, y en ambos casos, esta estrella acabó lesionada, quedando su push frenado por el momento. El 29 de mayo de 2022, CM Punk derrotó a Adam Page en AEW Double or Nothing 2022, pero en el siguiente show de la empresa, el 1 de junio, se lesionó. Unos días después, Cody Rhodes, ex-vicepresidente de la propia AEW, ya de regreso en WWE, estelarizó el PPV Hell in a Cell, derrotando a Seth Rollins en el combate principal de la noche, dentro de una Hell in a Cell, pero lo hizo con una lesión más que obvia que lo alejará de los cuadriláteros durante muchos meses. Veremos ambos combates en el blog.

Ambos, en realidad, tienen que ver con el vestuario de AEW. Porque de él se ha dicho muchas veces que es un lugar idílico, que esta empresa sí escucha a los luchadores y que hay más espacio en ella para la creatividad. Pero esto es así mientras hay pocos luchadores y todos reciben lo que quieren. Cuantas más estrellas se juntan, más egos y discrepancias creativas nacen. Ya vimos lo que ocurrió en WCW, empresa que fue consumida por el poder de una serie de hombres a los que no se le podía toser detrás de las cámaras (y por tanto, tampoco delante). Por lo pronto, Cody salió de la compañía, a pesar de ser uno de sus fundadores y pieza clave de los primeros años de la misma.

En 2021, la compañía de los Khan cumplió uno de los principales sueños de los fans del wrestling, que era traer de vuelta a CM Punk. Punk es un luchador fantástico, y en su primer año en la compañía, se ha dedicado a dar buenas luchas contra cualquiera, lo que tiene su parte positiva, y su parte negativa. Pero en lo relativo a su lado humano, su nivel siempre ha sido más bajo. Es una persona un ego enorme, que sufre una gran frustración hacia todo lo que no sea su protagonismo, y que se pasa la vida criticando a los demás por lo mismo que él hace. Durante su paso por WWE se empeñaba en que debía ser considerado el líder del vestuario, una posición que ostentaban con mucho mayor derecho personas como Kane o Booker T, y estaba obsesionado con estar en los eventos estelares, quizás por protagonismo... o quizás porque los luchadores que participan en esos eventos son los que reciben la mejor prima. Cuando no lo conseguía, y en lugar de premiarlo a él, WWE convocaba a estrellas de tiempo parcial como The Rock o Undertaker, Punk los criticaba y los humillaba, porque estimaba que no hacían los méritos de un luchador a tiempo completo, y sin embargo, cuando dejó WWE, se fue a UFC a mantener combates para los cuales no estaba cualificado, y a ganar millones por ellos, solamente por su popularidad, quitándole precisamente el hueco a peleadores profesionales que se habían esforzado mucho más que él por estar ahí. Entonces, eso no le parecía incorrecto.

Ahora ha llegado a AEW. Cuando me enteré de tal cosa, me alegré mucho, por su enorme talento, pero me preocupé por Colt Cabana. Como sabe el lector, durante muchos años, Colt fue su mejor amigo, y durante esa amistad, después de que ambos abandonaran WWE, mantuvieron una conversación en un podcast en la que vertían graves acusaciones contra un doctor de la empresa. Como consecuencia de ello, fueron denunciados, y tuvieron que ir a juicio. Punk se comprometió a correr con los gastos legales de Cabana, pero no lo hizo, y este, que no ha ganado los millones que ha acaudalado él, se endeudó hasta los dientes, perdiendo todos los ahorros de su vida. Esta discrepancia económica les llevó a perder su amistad, y a odiarse mutuamente.

Por eso me alegré de que Cabana, un luchador ya veterano, consiguiera un trabajo fijo en AEW. No hay muchos lugares en los que un wrestler profesional pueda ganar dinero de verdad, sobre todo cuando tiene deudas judiciales por valor de medio millón de dólares. Pero la llegada de Punk puso su trabajo en riesgo. En lugar de hacer las paces, o quizás llevar sus rencillas a una rivalidad en el ring, directamente Punk exigió su despido. No le importó poner en riesgo, una vez más, la seguridad económica de alguien que fue amigo suyo. Esto no gustó mucho entre el roster de AEW, puesto que Cabana es muy apreciado por todo el mundo. Da la sensación de que la decisión de Khan ha sido, finalmente, salomónica: Cabana no seguirá luchando en AEW, pero sí lo hará en ROH, empresa que ahora también le pertenece. Algo es algo. Para Punk, parece ser que no fue suficiente.

La sensación es que Punk no cae muy bien en el vestuario, tal y como Adam Page le dijo en alguna promo, por este y otros motivos. Dave Meltzer ha llegado a comparar las promos entre ambos con aquellas que llevaban a cabo Bret Hart y Shawn Michaels en WWF, en las que a través de los guiones, dejaban salir todo el odio que realmente sentían el uno por el otro. Punk ya ha tenido batallas dialécticas encarnizadas en AEW con MJF, pero aquello fue un duelo de talento; esto es personal. Page le dijo claramente, que, aunque delante de las cámaras Punk fingía ser una persona nueva y mejor, detrás de ellas seguía siendo una basura. Y es que Punk intentó parecer muy respetuoso con él y cariñoso con el público, como es normal en un babyface; pero no cuela. Page puede ser considerado como la primera estrella de verdad creada por AEW; es el campeón, y se ha ganado el respeto de todos durante su reinado. Es, pues, un hombre de grupo que es para sus compañeros lo que a CM Punk siempre le hubiera gustado ser. Durante la promo previa, así, vimos a un hombre que fingía ser lo que no es, frente a alguien que, a pesar de tener un perfil inferior, representaba de verdad al vestuario de la empresa, y lo defendía frente a un lobo con piel de cordero. Page, pues, no sólo defenderá su título, sino que defenderá a AEW de Punk... en kayfabe y fuera de él. Yo creo que Punk debería ser heel, y que este podría ser un buen comienzo para comenzar el turn.

Buenos mimbres para mantener una buena lucha en Double or Nothing. Los luchadores comienzan pegándose fuerte, haciéndose daño a propósito, con muchos chops y otros golpes stiff. Punk se impone con sus ataques de marca, pero Page consigue levantarlo tras un Crossbody, y lanzarlo con una Power Bomb, tras lo cual, comienza su dominio.

Page busca el Buckshot Lariat, pero no consigue aplicarlo. Punk lo frena en varias ocasiones, y busca su pierna. Después de eso, es el propio Punk el que trata de hacer el Buckshot Lariat de su rival, pero falla miserablemente en dos ocasiones. Esto no forma parte del guión: Punk no es físicamente capaz de realizar el movimiento, si bien en el segundo caso consigue levantarse a tiempo para aplicar un potente Lariato que sustituya al errado. Algo es algo.

Mucha gente ha criticado a Punk por esto. No me parece grave, y de hecho este tipo de cosas pueden formar parte de buenas historias. El problema es que no se utiliza como tal, porque al fin y al cabo, ambos son faces, así que la incapacidad de realizar un movimiento por parte de Punk es difícilmente aplicable en la historia. De todos modos, la cosa sigue.

Ahora es Page el que consigue aplicar el finisher de su rival. Aplica GTS, en este caso sin errores de ejecución, mas la cuenta no llega a tres. Punk observa que no puede ganar de tú a tú, y vuelve a buscar la pierna de su rival, ahora sí provocando relativas secuelas. El referee recibe un golpe en un intento de GTS, y en ese momento, Page agarra su correa de campeón. Piensa en usarla contra Punk, pero, finalmente, se niega. No es la clase de campeón que quiere ser. Busca su finisher, pero no acierta (hubiera sido correcto que hubiera vendido su dolor en la pierna en ese momento, pero no está fino en ese sentido). Punk consigue transformar su ofensiva en un GTS, y llevarse la victoria. El campeonato se va a manos de la leyenda del wrestling.

Buena lucha. El fallo de Punk no resulta especialmente grave a la hora de poner la nota. Podría haber sido mejor; yo lo hubiera preferido que el error final hubiera sido claramente causado por el dolor en la pierna de Page. La parte de las dudas sobre el hecho de usar la correa es buena, aunque la historia de Page como campeón ha tenido ya demasiadas dudas de este tipo, y no era su enfrentamiento con Punk, quizás, el lugar más adecuado para ello.

Ya sabemos que Punk, posteriormente, acabaría lesionado. AEW encontraría un nuevo campeón temporal en la persona de Jon Moxley, que hace unos días, de hecho, derrotó al propio Punk tras su regreso, para ser considerado Campeón Indiscutido de la compañía.

Puntuación: ***3/4


domingo, 6 de junio de 2021

Darby Allin y Sting vs Ethan Page y Scorpio Sky, AEW Double Or Nothing 2021


Algo raro está pasando en WWE en los últimos meses. Está renunciando por completo a contratos de luchadores de bastante importancia, sin preocuparle que puedan acabar en la competencia, en este caso, en AEW, que ya se ha hecho con los servicios de Rusev, Christian, Mark Henry, Big Show, Sting o Jon Moxley. Quizás McMahon, después de librarse de sus principales directivos, piense que puede pasar algo similar a lo que ocurrió en los 90, cuando todas sus estrellas se fueron a WCW, y esa empresa acabó implosionando debido a los costes inmensos de su personal, pero hay que tener en cuenta que Turner compró WCW, tan sólo, pensando en la audiencia de televisión, sin tener ni idea de wrestling, mientras que AEW es un capricho de un gran multimillonario que puede permitirse un fracaso, al menos por un tiempo. En última instancia, ha sido Braun Strowman el que ha abandonado la WWE, y no sería de extrañar que acabara en la casa de los Khan.

Como lo hizo Sting, que ya suma su segundo combate en AEW. En 2015, tuvo una lucha en WWE frente a Seth Rollins, y sufrió una lesión que parecía definitiva. WWE no se atrevería a volver a ponerlo a luchar, después de que su espalda no aguantara un golpe básico de Rollins, así que nuestra ilusión de verlo en un ring junto a The Undertaker se esfumó. Pero Sting es uno de esos hombres adictos a la ovación del público, y nunca pensó en hacer caso a las recomendaciones de los médicos de WWE. Ahora, a los 62 años de edad, AEW le ha vuelto a dar la oportunidad de pelear ante la gente, y no lo ha hecho mal.

Sting ha tenido muy buenos combates en su carrera, sobre todo entre finales de los 80 y principios de los 90, coincidiendo con gente como Ric Flair, Vader y Mick Foley. Pero de eso ha pasado mucho tiempo. En general, nunca he creído que Sing fuera un gran luchador, pero rendía muy bien con los rivales oportunos. De hecho, a mí sus dos luchas en WWE me gustan bastante. Pero, claro, 62 años son muchos...

Pero el tío está siempre igual. O sea, no tiene los músculos que tenía en 1990, pero desde luego, su aspecto no es el de un anciano. La pintura facial ayuda y, además, su forma de andar y de moverse no se ha deformado como en el caso de otros luchadores y otras personas. Luchando en pareja, como lo ha hecho hasta ahora, está muy protegido, así que todo ha salido bien, y ya nadie recuerda su lesión en su match frente a Rollins.

Sting vuelve a TNT después de haber protagonizado un match frente a Ric Flair en el último episodio de Monday Night Nitro en 2001. Su compañero de aventuras está siendo Darby Allin, al que ha comparado consigo mismo, quizás por la pintura, porque no veo más parecidos. En cualquier caso, creo que la unión beneficia a ambos: pone a Allin en un nivel que no podría alcanzar solo, y protege a Sting de tener que luchar en solitario. Tras vencer a sus primeros rivales, el Team Taz, en Double or Nothing, uno de los principales shows anuales de la empresa, se ven las caras frente a Scorpio Sky y Ethan Page.

En una lucha entretenida, que no está mal. Como otras veces durante los últimos meses, el equipo protagoniza un vídeo de entrada en blanco y negro que no está nada mal: efectivamente, Allin parece convertirse en un mini-Sting. El pequeñalo comienza volando sobre sus rivales, lo que desemboca en un brawl en ringside que lleva a Sting a sorprender a todos, lanzándose con un crossbody desde el decorado sobre sus oponentes, aunque creo que esto no entra legalmente en la lucha. El veterano comienza como una moto, con sus Sting Splash, pero Allin es incapaz de seguir la racha, y acaba siendo dominado por los rudos que juegan al límite de la ley. Hacen bien su papel de brutos abusones, mientras que Darby ejerce su rol de underdog, e incluso es lanzado entre el público desde el ring por Page. Es de suponer que el público de esa zona es de mentira, porque, de lo contrario, tendríamos denuncias aseguradas.

Se produce el Hot Tag. Sting entra, de nuevo, con sus Sting Splashs sobre sus dos rivales, y counters realmente hábiles que sorprenden al público. Sus oponentes intentan atacarle las piernas, pero aplica un Scorpion Deathlock sobre Page, mientras Scorpio llavea la pierna de Allin. Finalmente, la leyenda alcanza un sorpresivo Scorpion Deathdrop sobre Sky para llevarse la victoria.

Lucha normalita, que sirve para que todos seamos felices viendo a Sting, sin más pretensión que esa.

Puntuación: ***

martes, 2 de junio de 2020

Jon Moxley vs Mr Brodie Lee, AEW Double or Nothing 2020



Double or Nothing es el evento con el que todo comenzó. Es el primer PPV en la historia de AEW, aquel en el que vimos a Cody enfrentarse a su hermano, Dustin Rhodes, y a Chris Jericho derrotar a Kenny Omega

Esto ocurrió en 2019. Un año después, AEW ya tiene su programa de televisión, y mantiene una guerra los miércoles por la noche contra la tercera marca de WWE, NXT, con una ligera ventaja. En 2020, Double or Nothing, el que debe ser el PPV más importante del año, regresa, aunque sin público, debido a la crisis por Coronavirus.

Nadie podía imaginar, cuando vio debutar a esta empresa, que un año después, ocurriera una pandemia de estas características que matara a cientos de miles de personas en el mundo. En estas circunstancias, no se pueden llevar a cabo eventos con multitudes en las gradas. En USA, cada estado está llevando la crisis a su manera, pues tanto la salud como la seguridad son prerrogativas estatales. Esto está implicando que la evolución sea muy desigual.

Ya sabemos que WWE está encerrada en Florida, donde ha sido declarada empresa esencial, y puede llevar a cabo sus shows en su propio recinto, el Performance Center, que es pequeño y discreto en comparación con los estadios en los que actúa normalmente. AEW, por su parte, tenía previsto ejecutar su gran show en Las Vegas, como el año pasado, pero ha aprovechado el logro político de Vince McMahon, que se permite hacer shows sin público en Florida, y ha alquilado el Dally's Place para Double or Nothing. Además, tiene a muchos trabajadores por el estadio, animando, posiblemente demasiados, teniendo en cuenta las circunstancias. No me parece muy serio tomarse las medidas en contra del virus de una manera tan flexible, dado que USA ya supera los 100.000 muertos por este problema. Pero el caso es que con un estadio tan grande y con tanta gente haciendo ruido, el resultado es mucho más espectacular que el que consigue WWE en su centro de entrenamiento.

La gran lucha de la noche es una batalla de estilo cinematográfico, muy llamativa, de la que ya hablaremos en el próximo post. Antes de eso, hay que comentar el combate por el título máximo de la empresa, diputado por el campeón Jon Moxley, y la reciente adquisición Brodie Lee. Sí, una vez más, y como ha ocurrido en todas las empresas que han intentado hacer competencia a WWE, la estrategia es usar a exluchadores de WWE.

Pero a poca gente le hubiera interesado ver un Dean Ambrose vs Luke Harper. Al final, no sólo importan las personas, también la importancia que se les dé, y las historias en las que se les involucren. A pesar de que después de Undetaker, Kane y Bog Show, y salvo Braun Strowman, WWE no había conseguido crear ninguna gran estrella en el ámbito de los gigantes, nunca supo qué hacer con Luke Harper, hombre que por su tamaño, su imagen y sus habilidades luchísticas, podría haber llegado alto. Sin embargo, la empresa no le sacaba ningún jugo. En el finde de WrestleMania 35, incluso tuvimos que celebrar que se le usara en Worlds Collides, ya que el hombre estaba muy deprimido por su uso. Ahora, posiblemente ha recibido un push excesivamente rápido, pero al menos, puede sentir que está aportando algo bueno.

Este combate titular ha gustado mucho, aunque a mí me ha dejado un poco indiferente. Estos dos tipos, Moxley y Lee, antes de su paso por WWE, fueron reconocidos brawlers, así que esperaba ver aquí buena mandanga, pero creo que es una brawl un poco blandita.

Hay algunos buenos spots, uso de objetos, y mucha pelea por las inmediaciones del ring. Todo es muy normalito, salvo el final, que me parece bastante bueno. Jon aplica su finisher, el Death Rider, en la rampa de llegada al ring, rompiéndola, y cayendo ambos luchadores por el hueco. Cuando Brodie emerge, está bañado en sangre por el golpe.

De vuelta en el ring, Jon utiliza de nuevo su ataque final, pero en versión WWE, o sea, el Dirty Deeds. Harper se levanta a la de una, así que Ambrose debe seguir pegándole en la cabeza, y utilizar otro Death Rider. Lee se levanta a la de dos, así que ahora es atrapado por una dormilona, que, efectivamente, lo pone a dormir. Así, Moxley retiene su campeonato.

La lucha es muy normalita casi todo el tiempo. El final es un poco mejor.

Puntuación: ***

domingo, 2 de junio de 2019

Chris Jericho vs Kenny Omega, AEW Double or Nothing




A continuación, hablaremos sobre el main event del evento Double or Nothing. En él, se da un nuevo encuentro entre el Alpha y el Omega. Chris Jericho lucha por segunda vez en su carrera frente a Kenny Omega.

Y el enfrentamiento tiene algo en juego: el Number One Contender por el Campeonato Mundial de AEW, presentado en el mismo show por Bret Hart. El ganador, por tanto, luchará por ese título en uno de los próximos eventos de la compañía, mientras que su rival será Hangman Page, que recibe esa oportunidad tras haber ganado la batalla real del preshow. Parece, por eso, que se cancela su rivalidad con PAC.

Pero la pelea entre Chris y Kenny va más allá de una oportunidad titular. La cosa empezó hace mucho tiempo. Chris Jericho había terminado su último paso por WWE, un paso en el que tuvo importantes rivalidades con AJ Styles, Dean Ambrose o Kevin Owens, y estaba muy contento con los segmentos de "La Lista de Jericho". Pensaba que había sido uno de los mejores años de su carrera, y no tenía pensado luchar en ningún sitio que no fuera WWE. No había visto un combate por televisión desde que veía a Hulk Hogan de pequeño, cuando todavía pensaba que las luchas eran reales, y no conocía en absoluto la lucha independiente o japonesa. 

Tampoco conocía a Kenny Omega. Pero se metió en una discusión en Twitter con él, su paisano, discutiendo sobre quién era el mejor luchador del mundo. La cosa se fue calentando y, en uno de los segmentos más sorprendentes de la historia moderna, apareció en un evento de New Japan Pro Wrestling, para retar a Kenny. La acción y la sangre que se vieron en los encontronazos entre ambos, asombraron al público japonés, que no consume, habitualmente, ese tipo de producto.

Así llegaron a Wrestle Kingdom. Jericho y Omega tuvieron una de las mejores luchas de ambas carreras, en la que contaron una historia muy especial. Desde entonces, Chris se pasa por la New Japan 2 o 3 veces al año, y va a continuar haciéndolo, a pesar de ser una de las principales cabezas visibles de AEW. Pronto, se enfrentará a Kazuchika Okada, por el IWGP World Heavyweight Championship.

Hace año y medio de eso. La rivalidad entre Omega y Chris parecía haber terminado, pero coincidieron una segunda vez en el crucero con rock y wrestling que organizó el veterano. Aunque, por aquel entonces, todavía tenía la idea de volver a WWE en cualquier momento, la empresa de los McMahon se había negado a dejarle organizar aquello cuando trabajaba para ellos, y tampoco obtuvo su colaboración entonces; no pudo llevar a nadie que trabajara en WWE. Por otro lado, Impact Wrestling, dirigida ahora por buenos amigos suyos, y Ring of Honor, sí que pusieron su granito de arena. Y, por supuesto, estuvieron Kenny y los Young Bucks, con los que ha tenido una buena relación desde que los conoció en New Japan. En el main event de las funciones de wrestling llevadas a cabo en el crucero, Jericho hizo equipo con los bucks para enfrentarse al Bullet Club (Kenny Omega, Cody y Marty Scurll).

En realidad, la historia que se estaba contando en ese tiempo en el seno del Bullet Club chocaba con la disposición de los equipos, pero a Jericho le daba igual, porque quería tener un "Alpha Club" para enfrentarse a Omega. Y al resto de participantes también les importó poco, porque abandonaron New Japan, y la storyline se diluyó. Todos los integrantes de ese combate se convirtieron en piezas fundamentales de la creación de AEW, salvo Scurll, que debió recibir una oferta muy buena por parte de Ring of Honor, qué incluyó mejorar su papel en la empresa, fundando la facción "Villain Enterprises".

Kenny Omega dio una última gran lucha en la edición de Wrestle Kingdom de este año, y vaciló sobre su futuro. En ese momento, y siendo considerado como uno de los mejores luchadores del mundo, podía ir a WWE, AEW, o quedarse en NJPW. Eligió el proyecto de sus amigos, lo que es una gran noticia, porque forma parte del adn de la empressa. Aquí, su presencia significa mucho.

En su presentación, Jericho llegó para confrontarle, de nuevo. Así, se confirmaba el Alpha vs Omega II para Double or Nothing. Como digo, la lucha determinará el rival de Hangman Page en All Out, con el campeonato principal de la compañía en juego.

Antes de que comience el combate, vemos tres amagos de entrada de Jericho. En cada una de ellas, aparece un actor, disfrazado de Chris, con la equipación de un personaje antiguo suyo. Aparece uno como Lionheart,  uno con la famosa "Lista de Jericho", y  otro, de espaldas, con la chaqueta de luces. Finalmente, con su canción más famosa, Judas, aparece el verdadero Chris Jericho, con sombrero y Chaqueta de cuero. Esto simboliza la nueva evolución de su personaje, aunque también es cierto que, más que personajes, son atuendos.

Pero es cierto que este Chris es un poco distinto. No ya porque se comporte de manera distinta, sino porque, ni en WCW ni en WWE fue nunca un ganador, nunca fue un Ass Kicker. O ganaba como rudo, con trampas, o lo hacía en base a habilidad técnica ante rivales similares, pero nunca hubiera vencido limpiamente, de tú a tú, a una gran estrella de la empresa, utilizando la fuerza. Aquí, se enfrenta a Kenny Omega, y le derrota limpiamente, y, además, parece mejor que él.

Jericho siempre aseguró que tenía una relación muy buena con Vince McMahon, y con WWE, pero últimamente no para de atacarla. Hace poco, se burló por el triunfo de Brock Lesnar en Money in the Bank, diciendo, irónicamente, que Brock era el futuro. Pues bien, él, con cerca de 50 tacos, es Number 1 Contender de los títulos máximos de New Japan y AEW. La doble moral.

El combate entre Omega y Jericho, desde luego, no es el que tuvieron en Wrestle Kingdom. Aquella historia no se puede volver a contar, pero se cuenta una nueva. Jericho parece otro, pelea de una manera mucho más inteligente con respecto a lo que viene haciendo los últimos años.

Su finisher, el Code Breaker, es un ataque a la cara. Pero casi nunca gana con él, al menos, a la primera, así que ha sumado otro ataque definitivo a su repertorio, un codazo hacia atrás, que no es muy impresionante, pero que es muy lógico con lo que realiza arriba del ring. Porque lanza a Omega contra el esquinero, para herirle en un ojo, y ganar mediante la acumulación de ataques frontales. Pero, tan fuerte quiere atacar, que acabar partiéndole la nariz (o haciéndole sangrar por ella, al menos). Hace años que Jericho no lucha de una manera psicológica, pero es de vieja escuela, y recuerda, de otras épocas, que, si un oponente sangra, hay que golpearle en la cara con mala leche. Y así lo hace.

Cuando ha intentado luchar al estilo New Japan, a Jericho se le ha visto el plumero, pero en un modo de lucha clásico, es mejor. Omega, claro, también tiene sus comebacks, y son buenos, puesto que usa súplexs, y rodillazos a la nuca, que están relacionados con su finisher, el One Winged Angel, un Driver. Pero está en mal estado, recibe varios Lionsaults, patadas voladoras, y Code Breaker, además del Liontamer y las Walls of Jericho. Aunque Kenny sobrevive a todo, cae KO ante ese codazo del veterano. Gran victoria para Chris Jericho, que al fin es tratado como un main eventer de verdad.

Tras la lucha, aparece Jon Moxley, que ataca al referee, a Jericho, y va también a por Omega. Pero este no le deja, y acaban brawleando por la arena. Finalmente, Moxley, conocido en WWE como Dean Ambrose, deja KO a Omega arriba de unas fichas de poker gigantes que forman parte del decorado de Double or Nothing. Es de esperar que haya una rivalidad entre ambos, aunque una nueva derrota de Kenny Omega me parecería demasiado, y tampoco sería normal que Moxley hubiera llegado de esta manera para perder.

Puntuación: ***3/4

viernes, 31 de mayo de 2019

Young Bucks vs Lucha Brothers, AEW Double or Nothing




Seguimos hablando de Double or Nothing, primer show de EAW, que resultó ser un gran éxito. Según se ha sabido, la venta del evento en formato PPV, ya sea clásico u online, ha sido buena también, y ya se sitúa cerca de las 100.000 ventas, lo que convertiría a Double or Nothing en el evento con más ventas PPV para una empresa que no sea WWE o WCW. El show más vendido de ECW estuvo, más o menos, en los mismos guarismos.

Tras ver la confrontación entre Cody y Dustin Rhodes, vamos a seguir tratando temas de familia, pues dos parejas de hermanos se enfrentan para dilucidar cuál es el mejor tag team del mundo. Los Young Bucks se enfrentan a los Lucha Brothers.

Esta es la historia que hay entre ambos equipos. Porque los dos son equipos de hermanos, y los dos han recorrido el mundo entero, trabajando para decenas de promotoras. Junto a otros tags como LAX, Los Briscoe o Los Hardy, han sido los más contratados, pero han estado por encima, por las limitaciones contractuales del resto de los equipos.

AEW ha llegado a un acuerdo con Triple A, y eso posibilitó que estos dos teams, que han luchado ya muchas veces entre ellos, tuvieran un encuentro que aportara un poco de interés a este debut en AEW. Porque Pentagón Jr y Fénix ya no luchan en exclusiva con AAA, pero, tras el regreso de Konnan a la empresa, sus pupilos más importantes también decidieron volver. El más bajito de los hermanos ganó hace meses el Megacampeonato de AAA, y en Rey de Reyes, juntos, ganaron el Campeonato Mundial en parejas de la compañía mexicana.

Pero no les duró nada, porque, instantes después de vencer a Los Mercenarios, aparecieron en escena los Young Bucks. Les retaron, y les quitaron los títulos. Por eso, hoy, en Double or Nothing, están en juego, lo que da mucha visibilidad a AAA.

A AEW le conviene tener luchadores mexicanos en sus eventos, y a AAA le conviene tener un poco de exposición internacional. La empresa es ambiciosa, y quiere conquistar Estados Unidos, aunque sea a costa de sacrificar un poco a su público. Porque mucha gente ha hablado de la aparición de los Bucks en Rey de Reyes, pero la afición que poblaba las gradas se quedó en silencio, ya que no tenía ni idea de quién eran estos chiquillos. AAA siempre lleva muchos yanquis a sus shows, pero su público va a ellos para ver a Psycho Clown, La Parka o Wagner, no tiene ni idea de wrestling internacional.

El caso es que los Bucks quieren tener la mejor división Tag del mundo en AEW. Y quieren ser el mejor equipo del mundo. Los únicos que pueden poner en duda esa posición son Fénix y Pentagón, así que, hoy, van a dilucidar qué equipo es mejor.

Esa es la historia, y, por eso, los dos tag teams ponen sobre la mesa un montón de movimientos grandiosos. Aunque es cierto que los Young Bucks hacen eso en todos los combates, no se puede decir que estén adaptando su forma de luchar a la historia. Eso sí, el que resulta más impresionante es Rey Phoenix, que es un highflyer de gran nivel. Por su parte, Pentagón ha echado una buena panza. Debería cuidarse un poco más.

Pues eso, este es un spot fest que tiene algunos momentos muy impresionantes, pero que, en líneas generales, no se sale de lo habitual en luchas de los Bucks. Hay algunas secuencias destacables, como el doble Sharpshooter de los Bucks sobre los enmascarados, o  la lluvia de Super Kicks de unos a otros, que provocan tantas caras de impresión en las gradas, que da la sensación de que la empresa ha pagado a actores para poder enfocándoles teniendo reacciones a veces muy exageradas. Así, llegamos al final.

Fénix deja fuera de acción, en la rampa, a Matt Jackson, mientras, junto a su hermano, intenta acabar con Nick. Penta le aplica su Drive, y su palanca al brazo, pero Nick sobrevive, por esa manía de los Bucks de no vender finishers poderosísimos como esos, que han destruido a todo el roster de Lucha Underground. Tras eso, ahora son los Bucks los que aplican un Meltzer Driver sobre Phoenix, para llevarse la victoria, y retener los campeonatos. Por supuesto, Nick olvida que le han partido el brazo, y agarra a su oponente como si nada, para realizar el Tombstone.

Este encuentro volverá a darse en el próximo gran show de AAA, Verano de Escándalo. Es previsible que los mexicanos recuperen los cetros allí. Después de eso, a los Jackson les espera un match con los hermanos Rhodes. Será interesante verlos enfrentarse a luchadores de vieja escuela como esos.

La lucha es buena, divertida, con muchos movimientos impresionantes, y, como todo match de los Bucks, sin historia y sin selling.

Puntuación: ***1/4

jueves, 30 de mayo de 2019

Cody vs Dustin Rhodes, AEW Double or Nothing




Llegó el momento que todo el mundo esperaba. All Elite Wrestling celebró el pasado 25 de mayo de 2019 su primer evento: Double or Nothing. Ahora sí, se le puede considerar una promotora de wrestling.

Double or Nothing fue un evento que gustó mucho a los fans del wrestling. En realidad, la mayoría de sus luchas son spot-fests puros y duros, pero la función se ve reforzada por la presencia de gente como Cody y Jericho, que, quizás, sean atletas de menor categoría que otros, pero que son buenos contadores de historias, y gracias a eso, con sus luchas, convierten lo que hubiera sido una función de wrestling indy entretenida, en un gran evento.

En el último año, se ha batido el récord de asistencia a eventos de lucha libre no-WWE en america varias veces. All In superó los 11.000 espectadores, y G1 Supercard superó los 16.000 espectadores en el Madison Square Garden. Double or Nothing, por su parte, puso también el cartel de "No hay billetes" en el MGM Grand Garden Arena de La Vegas, con una asistencia de más de 12.000 espectadores. No supera lo conseguido por la unión de NJPW y ROH, pero se coloca en una honrosa segunda posición.

Igual que hicieron en el fin de semana de WrestleMania MLW, ROH/NJPW y GCW, AEW presentó su propia versión del Royal Rumble Match en el preshow, emitido en Youtube. Después de una noche plagada de acción que el público disfrutó de lo lindo, llegaron las tres grandes batallas de la noche, que son las que comentaremos en los próximos días: Cody se enfrentó a su hermano, Dustin Rhodes; Los Young Bucks defendieron los Campeonatos Mundiales en Parejas de AAA frente a los Lucha Brothers; y Jericho y Omega pelearon para terminar con la rivalidad que comenzaron hacer un año y medio en Wrestle kingdom.

Como digo, el evento ha creado euforia entre los fans. Incluso los luchadores de WWE se mostraron muy a favor del evento en redes, para ira del Chairman de esa empresa. AEW presentará 2 o 3 eventos más antes de debutar en TNT en otoño. Parece que el negocio de montar unos pocos PPVs al año, lo tienen manejado. ¿Podrán enfrentarse de igual manera al mercado televisivo?

Responder positivamente a eso es complicado. Ningún nuevo proyecto de wrestling ha tenido éxito en los últimos 15 años. Repasemos los últimos chascos:

- Lucha Underground, un proyecto realmente distinto y especial, dio buenos números a la cadena El Rey Network, pero ninguna gran cadena se ha interesado en el producto, y tanto los presupuestos como las audiencias han ido bajando. Las producción ha sido muy descontinuada, y eso ha hecho que el interés baje mucho. Y este programa sí que puede decir que ha introducido algo nuevo en la industria, y que ha hecho evolucionar los storylines, a diferencia de Double or Nothing, que, mejor o peor, y a pesar de ser bastante fresco, es un espectáculo de wresling convencional.

- World of Sport Wrestling resucitó un programa clásico en el Reino Unido, para emitirse en una cadena en abierto, ITV. Aunque debutó con un millón y medio de espectadores, lo que es una cifra realmente buena, esta se fue desplomando con el paso de las semanas. No fue un programa muy destacable, y no sabemos si volverá a televisión.

- Impact Wrestling, en 2010, fue a por todas, reavivando las Monday Night Wars, para hacer frente, cara a cara, a Raw. No le fue mal al principio, pero la inversión fue tan grande y los resultados tan pequeños, que la empresa tuvo que transformarse, hasta lo que es ahora.

- El Consejo Mundial de Lucha Libre ha regresado a las emisiones en Televisa, una de las cadenas más importantes de México, y apenas ha superado el dato de 200.000 televidentes.

Todos estos datos, sumados a la constante bajada de audiencias de Raw y Smackdown, dejan claro que el público televisivo no está muy interesado en el wrestling, actualmente. Por eso, pensar que, de pronto, va a nacer una empresa que consiga grandes audiencias, no suena muy convincente.

En realidad, no creo que sea un problema del wrestling en concreto. Al revés, analizándolo fríamente, creo que tiene un gran mérito que todavía haya programas como RAW o Smackdown, con 2 o 3 millones de espectadores semanales. Porque, realmente, el target televisivo del wrestling no ve ya la televisión. El fan del wrestling, por lo general, es un tipo de entre 10 y 40 años. Gente joven y friki. Y esa gente, sólo ve cosas en Internet. No hay programas en cadenas importantes de televisión sobre cine, videojuegos, rock and roll, cómics o anime. Esas cosas, las que le gustan al joven friki, se ven en Internet, o en actuaciones en directo. En televisión, lo que tiene éxito son los Talent Shows, los Reality Shows, las telenovelas, las series policíacas, las sitcom o las fases finales de los deportes más seguidos. O sea, programas que tienen un target más mayor, o, al menos, más analógico. Por eso, cuando Meltzer dice que la audiencia del wrestling baja más que la de otros programas, debería valorar que, al menos, aún está ahí.

Para seguir hablando sobre la viabilidad del programa televisivo de AEW, tendremos que esperar a que llegue a televisión. Por ahora, los fans del wrestling parecen bastante dispuestos a seguir a la compañía a los eventos en los que se presenten, de igual manera que los fans de los videojuegos se reúnen en la E3, o los fans de los cómics se reúnen en las Comic-Con. Los Young Bucks, Cody y Tony Khan parecen seguros de que lo mejor que pueden hacer es darle al público lo que quiere, y, de esa manera, no sé si el producto será bueno, pero contará con la simpatía de las gradas.

Eso se disfruta durante el show, y, por suerte, no arruina el ambiente en los combates serios de verdad. Empezamos hablando de la lucha entre Cody y su hermano, Dustin Rhodes.

AEW no ha trabajado demasiado las historias que subyacen en los combates de esta cartelera, pero en este caso, no es necesario. La historia entre Cody y Dustin existe desde hace un montón de años. Ambos son hijos de Dusty Rhodes, el Sueño Americano, un hombre que, además de ser Campeón de la NWA, llegó a destacar mucho por su trabajo detrás de las cámaras. Parece ser que Cody ha heredado estas capacidades. Sin duda, Dusty estaría orgulloso de ver lo que han conseguido hacer sus hijos en AEW.

Cody y Dustin son hermanastros, y tienen una diferencia de edad de 17 años de edad. Ambos fueron introducidos muy jóvenes a WWF/WWE por su padre, en storylines en los que hacían de Underdogs, aunque en dos épocas muy distintas. Gracias a esta precocidad y al amor familiar por el negocio, las carreras de ambos van a ser muy muy largas.

A pesar de compartir padre, Cody y Dustin nunca vivieron en familia. Dustin nunca hizo la labor de hermano mayor. Y seguro que debía haber cierto sentimiento de celo entre uno y otro. Porque Dusty trabajaba con Dustin cuando Cody era un niño, así que debía envidiar la relación profesional que había entre ellos. Y, cuando Dusty se retiró, su hijo más joven aún era pequeño, así que seguro que pudo pasar más tiempo con él y con su madre, Michelle, del que pasara alguna vez con Dustin y su madre, Sandra, cuando aún estaba casado con esta. 

Cuando Cody debutó en WWE, Dustin, conocido también como Goldust, no estaba en la empresa. El joven Rhodes tuvo varios personajes de villano, muy buenos todos, y se encontró con Goldust en las distintas idas y venidas que este tuvo en esos tiempos. Al menos, regresó en dos ediciones de Royal Rumble, en las que se enfrentó a la animadversión de su hermanito. Ninguna historia se solidificó entre ellos, hasta que Cody, ahora como babyface, se metió en una rivalidad, en 2015, frente a The Authority, el stable comandado por Triple H, y formado por las fuerzas internas de la empresa. The Game obligó a Rhodes a poner su carrera en juego ante Randy Orton, y fue derrotado.

Pocas historias tan buenas se cuentan en programas semanales de WWE. La semana siguiente, apareció Goldust en escena, que, una vez más, estaba fuera de WWE. Llegó para enfrentarse a Randy, y conseguir que su hermano fuera readmitido. Aunque llevó a cabo un esfuerzo notable, fue derrotado por el Legend Killer, que era muy superior. Así, tanto él como su hermano quedaron fuera de la compañía. 

Pero había un tercer miembro de la familia trabajando para WWE: Dusty. Recordemos que hacía una labor muy importante en la formación de nuevos talentos, en Florida Championship Wrestling, y, después, en NXT. The Authority exigió una humillación por parte del anciano, para conseguir que sus hijos fueran readmitidos. Con todo el dolor de su corazón, realizó tal sacrificio, aunque Triple H exigió más: que recibiera un puñetazo del Big Show. Esté cumplió las órdenes de su jefe, y Rhodes fue noqueado.

Toda esta historia unió a la familia Rhodes como nunca lo había hecho. Cody y Dustin, con su padre en su esquina, se enfrentaron varias veces a The Shield, y salieron triunfantes, tras batallas realmente destacables. Ahí nació una buena pareja, la de Cody Rhodes y  Goldust.

Ambos cuentan que en esa época pudieron afianzar una relación de hermanos que, hasta entonces, no había sido tal. El team evolucionó, y Cody transformó su personaje una vez más, convirtiéndose en Stardust, con la cara pintada, y mallas negras como las de Goldust.

Ese personaje fue oscureciéndose, y devorando al joven Cody. Goldust le advertía sobre eso, y le pedía que volviera a ser él mismo. Pero no fue así, pues el más joven de los Rhodes fue convirtiéndose en un supervillano. La rivalidad entre ambos nació, y creció, de cara a WrestleMania, lo que podía ser el colofón de la carrera de Goldust. Pero WWE les negó esa batalla en el mayor evento de todos. Acabó dándose en Fastlane, y no salió bien.

Cody y Goldust cuentan que siguieron enfrentándose en Live Shows, y que, en estos, las luchas fueron mucho mejores. Pero no irían a WrestleMania, porque WWE no vio dinero en eso. Con su política absurda, Vince se creó enemigos de un tamaño que jamás imaginó, negando rivalidades, para acabar poniendo luchas aleatorias en carteleras. Ya comentaba hace poco Bully Ray que le pasó lo mismo cuando intentó llevar el personaje desarrollado en TNA a la empresa de los McMahon, traicionando a Bubba. Como no le dejaron, ahora está en Ring Of Honor. Y los Rhodes, están en AEW.

Porque a Cody le harían lo mismo un tiempo después. Con su personaje de villano con la cara pintada, se metió en una rivalidad con Stephen Amell, actor que interpreta a Arrow en televisión. Llegaron a verse las caras en un tag team match en SummerSlam (con otros dos hombres que igualmente tuvieron que huir de la empresa, hasta las narices), pero, cuando tenían que prepararse para verse las caras en WrestleMania, WWE no quiso realizar el combate. Amell volvió a luchar hace poco en All In, y es de suponer que hará algo algún día con AEW.

Y aquí estamos. Cody es vicepresidente ejecutivo de All Elite Wrestling, y Goldust ha llegado, tras pedir la liberación de su contrato de WWE, donde no lo usaban desde hace meses. Triple H se apiadó de él, y le dejó ir, para que tuviera unas cuantas luchas buenas antes de terminar su carrera. Vince debe estar muy enfadado con eso.

Los nombres "Cody Rhodes" y "Goldust" pertenecen a WWE. Pero a Cody le está yendo bien con su nombre de pila, y su hermano sí que puede usar el nick "Dustin Rhodes", que ya usó en WCW, donde, recordemos, tuvo luchas realmente buenas. No siempre ha sido Goldust, y sabe luchar mucho mejor de lo que ha podido demostrar con ese pintoresco personaje.

Cody y Dustin retoman su rivalidad. No es WrestleMania, pero es Double or Nothing. Cody está dispuesto a acabar con la carrera de su hermanastro, y jura que este será su último combate. Por la forma en la que pelean, parece que así lo desea.

Cody llega junto a su mujer, Brandi, que realiza un refuerzo rudo genial en los últimos años. El joven Rhodes destruye un trono con un mazo, en clara alusión a Triple H, pues intenta escenificar la caída de WWE. Su hermano, trae nuevo maquillaje: sólo tiene media cara pintada, y es de color rojo. Ya no es Goldust, y aunque hace varios gestos alusivos a ese personaje, los frena, anunciando su desaparición.

La lucha es claramente inferior, atléticamente hablando, a todo lo visto anteriormente en el show. Pero es puro storytelling. No sólo hay spot fests en este PPV, también hay contadores de historias; lo que en wrestling diferencia a los niños de los hombres.

Cody ya no va a intentar ponerse a la altura de los luchadores indy, sino a contar una historia. Dustin tiene 50 años, y, aunque siempre se ha mantenido en buena forma, en los dos últimos años, no ha hecho casi nada. Cody viene a pegarle una paliza, y piensa que será fácil. Sin embargo, se encuentra que Dustin está mejor de lo que parecía, y que todavía tiene ilusión por hacer esto. Cody recibe golpes, mientras el público canta eso de "Todavía lo tienes".

Cody se ve entre la espada y la pared, y recurre a su esposa. Con los ataques de esta y su propio juego sucio, le pone las cosas difíciles a su hermano. También quita un protector de la esquina, y fuerza que Goldust se pegue con el metal. 

Con eso y otros ataques, Dustin sangra como un moribundo. Y encima, se lleva un increíble Spear de su cuñada, que es, por eso, expulsada de ringside. Este momento recibe una gran reacción del público, y esa reacción aumenta, porque quien se lleva a la chica es DDP.

Dustin está rojo, pero no por la pintura, sino por la sangre que brota de su frente a borbotones. El público alucina con eso, pues parece algo de otra época. Ni siquiera su padre sangró tanto, y todo el mundo recuerda las cicatrices que tenía en su frente, producto de momentos como este. Recuerda a las mejores luchas de apuestas del Toreo de 4 Caminos, pues, como en algunas de aquellas sangrientas peleas, Dustin se marea, y apenas puede acertar los golpes.

Cody golpea la frente de su rival, y le aplica una Figura 4. El público grita como Ric Flair, porque no sabe que esta era también la llave favorita de Dusty. En este caso, es especialmente eficiente, porque si Dustin se deja llevar, puede poner su espalda plana, y perder, pero si se incorpora, recibe puñetazos con el puño cerrado de su hermanito. Tiene pocas opciones, pero consigue darle la vuelta a la llave, y llegar a las cuerdas.

Dustin reacciona como una máquina. Le baja los pantalones a su hermano, y le pega con su propia correa en el curro, recordando que él es el mayor, y que tiene que respetarle. Así, llegamos a una parte final con nearfalls, en la que Goldust aplica un genial Superplex, seguido de su finisher, el Final Cut, dos golpes seguidos a la espalda, que no acaban con Cody. Este vuelve a tirar de trampas, aplicando un Low Blow cuando el referee, que por cierto, es Earl Hebner, no mira. 

Tampoco Dustin cae ante la Disaster kick y el Cross Rhodes, ataques mortales para alguien con tanto dolor en su cabeza. Resiste, y es capaz de usar el finisher de su hermano contra él, sin éxito. A estas alturas, las caras en el público son un clamor. Con un nuevo Cross Rhodes, Cody acaba con Dustin.

Tras la lucha, el vencedor tiene bonitas palabras para el perdedor. Le dice que no necesita un amigo, ni un compañero, sino a su hermano mayor. Se abrazan, y hacen las paces, señalando al cielo. Próximamente, harán pareja para enfrentarse a los Young Bucks.

Gran match, y gran postmatch. No es una lucha perfecta, porque la performance de ambos no es tan buena, pero cuentan una historia genial, protagonizando un momento histórico y emocionante. He hablando muchas veces de la importancia de utilizar a una leyenda de manera correcta. Comparar esta lucha de Goldust con la lucha de retiro de Kurt Angle es insultante.

Puntuación: ****1/2