El otro día, viendo la lucha (llamémosle lucha) de LA Park y Goldberg, me salió en Youtube un documental, ya un poco antiguo, sobre la lucha legal entre Triple A y Adolfo Tapia Tapia por el personaje de La Parka. Eso me he dado la idea de contar la historia, y ver la lucha entre las dos parkas de TripleManía 18.
Veamos. Adolfo Tapia era un chico de familia humilde, que se ganaba la vida vendiendo comida en puestos ambulantes durante funciones de lucha libre. Tuvo alguna pelea con luchadores, puesto que estos eran unos abusones, y querían robarle la comida. Estando en contacto tan de cerca con la lucha, es normal que desarrollara un amor por los encordados. De hecho, debutó bien chiquito, con 10 añitos le metieron en una lucha de minis ante la baja de un participante. Se llevó la paliza de su vida.
Su familia no quería que fuera luchador. Nadie quiere eso para sus hijos, parece, pero lo acabó siendo. Y se convirtió en La Parka, cuando la Triple A abrió las puertas, en el año 1992. Cuenta Adolfo, que el personaje se lo inventó el mismo, o más bien, se acercó a él en sueños. Por lo visto, encontrándose en el mundo onírico, el joven Tapia perseguía a la parka, dándole alcance arriba de un ring. En ese momento, la Parka le hizo frente, provocándole un gran terror.
Y así nacería el personaje, que cuasó furor entre el público de la Triple A. Esta nueva empresa, fue un bomb de por sí, modernizando la lucha libre en México, introduciendo elementos del wrestling americano, para lo bueno y para lo malo. Luchadores como Hijo del Santo, Rey Misterio Jr u Octagon eran los favoritos del público, pero quizás el más querido de todos, era La Parka.
A La Parka no le iba mal, pero no ganaba lo que él creía que merecía, sobre todo teneiendo en cuenta la cantidad de veces a la semana que tenía que luchar. Y es que, en México es normal luchar entre 5 y 10 veces a la semana, una absoluta bestialidad. La Parka creía que merecía mucho más, y el licenciado Antonio Peña, fundador de la empresa, hoy fallecido, prometió darle lo que merecía: le mandó dos pizzas. Obviamente, un tipo tan orgulloso como La Parka abandonó la empresa, embarcándose en el viaje que muchos luchadores mexicanoa habían tomado ya: irse a Estados Unidos, y en concreto, a WCW.
Pero La Parka no había registrado su personaje. Nadie en esa época lo hacía, una máscara es sagrada entre los luchadores de México. Pero Triple A consideró que el personaje le pertenecía, lo registró, y se lo dio a otro luchador. La segunda Parka heredó el personaje, los movimientos, y los bailes, que había inventado Tapia. Cuando este volvió a México, ya no podía usar su personaje, y tuvo que renombrarlo como LA Park. Así lucha hasta hoy, sin ovidar que la Triple A le robó su personaje.
Mientras tanto, La Parka actual se defiende, más allá de que realmente los derechos pertenecen legalmente a AAA, él dice que, durante años, ha defendido el personaje, dándole su propio estilo, y ganándose el cariño del público. Y es cierto que este le ha amado, y que ha recibido muchos premios, y participado en muchas batallas durantes estos años.
Y en el año 2010, parecía que iba a ocurrir algo que cambiaría la historia para siempre. En la edicion 18 de TripleManía, el magno evento anual de Triple A, se enfrentaban LA Park y La Parka, por los derechos sobre el personaje. El que perdiera, debía abandonarlo para siempre. Al fin se haría justicia en un caso tan importante, de forma digna, en el main event de un gran evento. Pero claro, esto es Triple A...
La Parka y LA Park llegan al ring, con Joaquin y Dorian Roldan, los dueños de la empresa (cuñado y sobrino de Antonio Peña), como seconds. En esta lucha no hay descalificación, y Park, mejor manejador de las luchas extremas, lo aprovecha, dándole una golpiza importante a La Parka.
Hay mucho odio, mucho rencor, y pasará mucho tiempo hasta que haya un intento de conteo. Tapia mata a su rival a sillazos, le rompe la máscara, le abre la cabeza. Buena parte de la lucha es dominada por la Parka ruda, a la que el público le tira de todo.
La Parka consigue responder, después de un gran suplex sobre una mesa. La Parka de Triple A le devuelve todo lo que LA Park le había hecho, le rompe aún más la máscara, le raja más la cabeza. El ex de WCW parece tener casi toda la cara visible, si no fuera por la sangre, podríamos reconocerle.
Los luchadores, reventados, se dan ya con todo, con especial énfasis en los golpes en la cara. Van con los martinete, los piledrivers, prohibidos en México. Con el referee fuera de combate, La Parka va a aplciar un Tombstone, pero Dorian Roldan lo evita, siendo LA Park el que lo aplica. Es el golpe definitivo sobre la cabeza de su rival.
Joaquín Roldan se dirige a vitar que Tapia remate a su rival con una silla, y va a ser él el que se lo lleve. Pero Dorian quiere evitarlo: al fin y al cabo, es su padre. Así, LA Park les ataca, pero acaba llevándose un sillazo él mismo.
Con las dos Parkas KO, aparecen Los Perros del Mal, los integrantes de la empresa fundada por El Hijo del Perro Aguayo, que ponen a LA Park sobre La Parka, para que el referee rudo, El Hijo del Tirantes, haga el conteo, y LA Park gane. Llega Hijo del Perro Aguayo, confirmando la invasión de Los Perros en Triple A.
Así, LA Park debería haber ganado los derechos sobre el personaje. Pero ya anuncian los narradores que el resultado es alterado por la comisión de lucha libre, porque el Tirantes no tenía potestad para hacer el conteo, porque no era el referee oficial de la lucha. En fin, las tonterías de Triple A, que hacen que una lucha tan importante, el main event del evento más importante del año, una batalla histórica, no sirva para nada, Una auténtica estafa para todo el público que pagó una entrada esa noche.
La lucha es buena, eso sí, muy buena.
Puntuación: ****
Muy buen post
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