Volvemos al fin de semana de WrestleMania 35. Muchas cosas ocurrieron esos días entre New York y New Jersey, en lo referido a la industria del wrestling, y algunas de ellas las hemos comentado ya. Pero hay un evento que es histórico, y que no puede faltar en el blog: G1 Supercard.
Ring of Honor y New Japan Pro Wrestling unen fuerzas para realizar un show en el Madison Square Garden, lo que implica haber batido dos records históricos.
Para empezar, es el show de wrestling de una empresa americana que no sea WWE con mejor entrada en décadas. 16.500 personas se dieron cita en el mítico inmueble neoyorquino, que, no obstante, tiene normalmente una capacidad para albergar 22.000 en eventos de wrestling. Sin embargo, se ha informado de que la configuración era para unos 15.000, por algún motivo, así que debemos considerarlo un lleno absoluto. Para encontrar un evento de WCW que superara la cifra logada por New Japan y ROH, tenemos que irnos a mayo del 99, cuando la empresa dirigida por Eric Bischoff llevó a cabo el PPV Slamboree ante 20.500 personas en el TWA Domé de St. Luis, Missouri. Ni ECW ni TNA se acercaron en sus mejores años a estos números.
Esto supera, ampliamente, las 11.000 entradas vendidas para All In, un evento que, en gran medida, organizó la propia Ring of Honor, pero que, sentimentalmente, pertenece a los chicos que, próximamente, formaran AEW.
La verdad es que el anuncio de G1 Supercard llamó mucho la atención, y volvió loca a la afición, que esperaba que fuese una especie de All In 2. Sin embargo, cuando los Young Bucks, Kenny Omega, Cody y compañía, abandonaron ROH y NJPW, este show pasó a un segundo plano, pues son esos chicos los que causan mayor atracción entre los frikis internautas del wrestling. El interés fue bajando, pero ya se habían vendido todas las entradas.
Aún así, es un evento muy importante. Además de haber conseguido una gran entrada, es el primer show de wrestling organizado por una empresa que no es WWE en el Garden en muchísimos años. En concreto, fue en 1960 cuando se produjo una velada luchística por última vez, sin un McMahon a la cabeza.
De hecho, Vince McMahon tenía un acuerdo de exclusividad con la dirección del MSG, firmado en 1989. Han pasado, exactamente, 30 años desde entonces. Es probable que WWE haya decidido no renovarlo, pues el Garden ya no entra entre sus prioridades. Es demasiado pequeño para un WrestleMania, y demasiado caro para un show de otro tipo. Ya sólo lleva House Hows allí, y, seguramente, sólo lo haga por tradición. En el último live show de Smackdown, de diciembre de 2018, se vendieron 11.000 entradas, la mitad del aforo. Son pocas, pero es un simple live show...
Además de G1 Supercard, habrá otro show luchístico no-WWE en el Garden este año. La empresa Mexicana Triple A ya ha anunciado que llevará a cabo un evento en el edificio, en septiembre de 2019. Aunque es una empresa que llena estadios con decenas de miles de aficionados en sus grandes funciones anuales en su país, suena difícil que venda 20.000 entradas en New York, a pesar de la fuerza de la comunidad latina en la Gran Manzana. Pero, aunque aún no se ha confirmado nada, es más que probable que desarrolle este evento con la colaboración de AEW, con la que ha firmado un acuerdo. Eso lo hace más interesante.
Son movimientos ambiciosos porque, como digo, el Garden no es barato. Cobra 400.000 dólares, tan solo, por alquilar el inmueble, a lo que hay que sumar los precios que presenta por las retransmisiones televisivas. Es por eso que WWE sólo hace Live Shows, y no ha hecho nada en el Garden en el fin de semana de WrestleMania, a pesar de que ha habido un millón de cosas en esos días relacionadas con la empresa, y a pesar de la historia conjunta de ambas entidades.
Hay que reseñar, por otro lado, que New Japan también lleva el Garden en el corazón. Durante los 70, y en cierta medida, también durante los 80, la empresa tuvo una relación muy fuerte con WWE (recodemos que Inoki es WWE Hall of Famer), y muchos de sus luchadores fueron a luchar a ese edificio. Las funciones se retransmitían en la televisión japonesa, que organizó un torneo anual llamado MSG league.
Hablemos de G1 Supercard. Como ocurre con
WrestleMania 35, fue una noche larga, con muchas luchas, empezando con un Royal Rumble con hombres de las dos ligas. Muchos títulos estuvieron en juego, y hay que decir que la diferencia de nivel entre las partes de New Japan y las de ROH fue importante, aunque también esperable.
La mayoría de los luchadores japoneses tuvieron rivales occidentales, porque supongo en New Japan creen que los aficionados occidentales quieren ver caras occidentales. Pero, la lucha que más ha gustado, en general, es el enfrentamiento entre dos japoneses: Tetsuya Naito vs Kota Ibushi.
Estos dos tipos se han enfrentado ya unas cuantas veces, y siempre dan
buenos combates. Así, la empresa muestra este nuevo enfrentamiento entre ellos en el Garden como una demostración de la lucha salvaje japonesa, quizás, para atraer aficionados de Ring of Honor que no vean mucho New Japan. En el vídeo de presentación, ambos luchadores comentan lo mucho que disfrutan peleando entre sí.
Naito defiende el Campeonato Intercontinental ante Kota. Si lo que New Japan quería era enganchar aficionados con la calidad de esta lucha, lo consigue, porque ha gustado mucho, y las caras de algunas personas en el público son de asombro. Pero a mí no me gusta tanto como las que han tenido en Japón.
En cierta medida, tiene que ver con ello el público. La lucha, en muchas partes, tiene poco ritmo, y hay algunos botches. Pero esa falta de ritmo es causada por las reacciones del público, en parte. Porque, mientras que el público japonés de los grandes combates de la empresa, mantiene siempre la emoción, y el ambiente, el público friki americano es muy reactivo. Esto es, responde muy bien a los grandes golpes, pero, durante el tiempo en el que no los hay, está tranquilito, porque le da igual quién gane, solo quiere diversión. Ya sabemos que, en cualquier obra audiovisual, el sonido es una parte muy importante, y en wrestling, el sonido lo pone el público.
Naito domina casi todo el combate, con buenos ataques a cuello y nuca. Llega la parte final del enfrentamiento, y la cosa sube de nivel, con muchos ataques de poder de uno a otro. La gente alucina. Ibushi sobrevive a los mejores ataques de Naito, y acaba ganando, con una ráfaga de golpes de poder que incluyen rodillazos y Tiger Bomb, entre otras cosas. El público se pone en pie, porque nunca había vivido en directo el in crescendo de una gran lucha de New Japan, que siempre es una locura. Pero es cierto que, incluso en esto, esta lucha es inferior a lo que se hace en Japón.
Puntuación: ***1/4