jueves, 30 de mayo de 2019

Cody vs Dustin Rhodes, AEW Double or Nothing




Llegó el momento que todo el mundo esperaba. All Elite Wrestling celebró el pasado 25 de mayo de 2019 su primer evento: Double or Nothing. Ahora sí, se le puede considerar una promotora de wrestling.

Double or Nothing fue un evento que gustó mucho a los fans del wrestling. En realidad, la mayoría de sus luchas son spot-fests puros y duros, pero la función se ve reforzada por la presencia de gente como Cody y Jericho, que, quizás, sean atletas de menor categoría que otros, pero que son buenos contadores de historias, y gracias a eso, con sus luchas, convierten lo que hubiera sido una función de wrestling indy entretenida, en un gran evento.

En el último año, se ha batido el récord de asistencia a eventos de lucha libre no-WWE en america varias veces. All In superó los 11.000 espectadores, y G1 Supercard superó los 16.000 espectadores en el Madison Square Garden. Double or Nothing, por su parte, puso también el cartel de "No hay billetes" en el MGM Grand Garden Arena de La Vegas, con una asistencia de más de 12.000 espectadores. No supera lo conseguido por la unión de NJPW y ROH, pero se coloca en una honrosa segunda posición.

Igual que hicieron en el fin de semana de WrestleMania MLW, ROH/NJPW y GCW, AEW presentó su propia versión del Royal Rumble Match en el preshow, emitido en Youtube. Después de una noche plagada de acción que el público disfrutó de lo lindo, llegaron las tres grandes batallas de la noche, que son las que comentaremos en los próximos días: Cody se enfrentó a su hermano, Dustin Rhodes; Los Young Bucks defendieron los Campeonatos Mundiales en Parejas de AAA frente a los Lucha Brothers; y Jericho y Omega pelearon para terminar con la rivalidad que comenzaron hacer un año y medio en Wrestle kingdom.

Como digo, el evento ha creado euforia entre los fans. Incluso los luchadores de WWE se mostraron muy a favor del evento en redes, para ira del Chairman de esa empresa. AEW presentará 2 o 3 eventos más antes de debutar en TNT en otoño. Parece que el negocio de montar unos pocos PPVs al año, lo tienen manejado. ¿Podrán enfrentarse de igual manera al mercado televisivo?

Responder positivamente a eso es complicado. Ningún nuevo proyecto de wrestling ha tenido éxito en los últimos 15 años. Repasemos los últimos chascos:

- Lucha Underground, un proyecto realmente distinto y especial, dio buenos números a la cadena El Rey Network, pero ninguna gran cadena se ha interesado en el producto, y tanto los presupuestos como las audiencias han ido bajando. Las producción ha sido muy descontinuada, y eso ha hecho que el interés baje mucho. Y este programa sí que puede decir que ha introducido algo nuevo en la industria, y que ha hecho evolucionar los storylines, a diferencia de Double or Nothing, que, mejor o peor, y a pesar de ser bastante fresco, es un espectáculo de wresling convencional.

- World of Sport Wrestling resucitó un programa clásico en el Reino Unido, para emitirse en una cadena en abierto, ITV. Aunque debutó con un millón y medio de espectadores, lo que es una cifra realmente buena, esta se fue desplomando con el paso de las semanas. No fue un programa muy destacable, y no sabemos si volverá a televisión.

- Impact Wrestling, en 2010, fue a por todas, reavivando las Monday Night Wars, para hacer frente, cara a cara, a Raw. No le fue mal al principio, pero la inversión fue tan grande y los resultados tan pequeños, que la empresa tuvo que transformarse, hasta lo que es ahora.

- El Consejo Mundial de Lucha Libre ha regresado a las emisiones en Televisa, una de las cadenas más importantes de México, y apenas ha superado el dato de 200.000 televidentes.

Todos estos datos, sumados a la constante bajada de audiencias de Raw y Smackdown, dejan claro que el público televisivo no está muy interesado en el wrestling, actualmente. Por eso, pensar que, de pronto, va a nacer una empresa que consiga grandes audiencias, no suena muy convincente.

En realidad, no creo que sea un problema del wrestling en concreto. Al revés, analizándolo fríamente, creo que tiene un gran mérito que todavía haya programas como RAW o Smackdown, con 2 o 3 millones de espectadores semanales. Porque, realmente, el target televisivo del wrestling no ve ya la televisión. El fan del wrestling, por lo general, es un tipo de entre 10 y 40 años. Gente joven y friki. Y esa gente, sólo ve cosas en Internet. No hay programas en cadenas importantes de televisión sobre cine, videojuegos, rock and roll, cómics o anime. Esas cosas, las que le gustan al joven friki, se ven en Internet, o en actuaciones en directo. En televisión, lo que tiene éxito son los Talent Shows, los Reality Shows, las telenovelas, las series policíacas, las sitcom o las fases finales de los deportes más seguidos. O sea, programas que tienen un target más mayor, o, al menos, más analógico. Por eso, cuando Meltzer dice que la audiencia del wrestling baja más que la de otros programas, debería valorar que, al menos, aún está ahí.

Para seguir hablando sobre la viabilidad del programa televisivo de AEW, tendremos que esperar a que llegue a televisión. Por ahora, los fans del wrestling parecen bastante dispuestos a seguir a la compañía a los eventos en los que se presenten, de igual manera que los fans de los videojuegos se reúnen en la E3, o los fans de los cómics se reúnen en las Comic-Con. Los Young Bucks, Cody y Tony Khan parecen seguros de que lo mejor que pueden hacer es darle al público lo que quiere, y, de esa manera, no sé si el producto será bueno, pero contará con la simpatía de las gradas.

Eso se disfruta durante el show, y, por suerte, no arruina el ambiente en los combates serios de verdad. Empezamos hablando de la lucha entre Cody y su hermano, Dustin Rhodes.

AEW no ha trabajado demasiado las historias que subyacen en los combates de esta cartelera, pero en este caso, no es necesario. La historia entre Cody y Dustin existe desde hace un montón de años. Ambos son hijos de Dusty Rhodes, el Sueño Americano, un hombre que, además de ser Campeón de la NWA, llegó a destacar mucho por su trabajo detrás de las cámaras. Parece ser que Cody ha heredado estas capacidades. Sin duda, Dusty estaría orgulloso de ver lo que han conseguido hacer sus hijos en AEW.

Cody y Dustin son hermanastros, y tienen una diferencia de edad de 17 años de edad. Ambos fueron introducidos muy jóvenes a WWF/WWE por su padre, en storylines en los que hacían de Underdogs, aunque en dos épocas muy distintas. Gracias a esta precocidad y al amor familiar por el negocio, las carreras de ambos van a ser muy muy largas.

A pesar de compartir padre, Cody y Dustin nunca vivieron en familia. Dustin nunca hizo la labor de hermano mayor. Y seguro que debía haber cierto sentimiento de celo entre uno y otro. Porque Dusty trabajaba con Dustin cuando Cody era un niño, así que debía envidiar la relación profesional que había entre ellos. Y, cuando Dusty se retiró, su hijo más joven aún era pequeño, así que seguro que pudo pasar más tiempo con él y con su madre, Michelle, del que pasara alguna vez con Dustin y su madre, Sandra, cuando aún estaba casado con esta. 

Cuando Cody debutó en WWE, Dustin, conocido también como Goldust, no estaba en la empresa. El joven Rhodes tuvo varios personajes de villano, muy buenos todos, y se encontró con Goldust en las distintas idas y venidas que este tuvo en esos tiempos. Al menos, regresó en dos ediciones de Royal Rumble, en las que se enfrentó a la animadversión de su hermanito. Ninguna historia se solidificó entre ellos, hasta que Cody, ahora como babyface, se metió en una rivalidad, en 2015, frente a The Authority, el stable comandado por Triple H, y formado por las fuerzas internas de la empresa. The Game obligó a Rhodes a poner su carrera en juego ante Randy Orton, y fue derrotado.

Pocas historias tan buenas se cuentan en programas semanales de WWE. La semana siguiente, apareció Goldust en escena, que, una vez más, estaba fuera de WWE. Llegó para enfrentarse a Randy, y conseguir que su hermano fuera readmitido. Aunque llevó a cabo un esfuerzo notable, fue derrotado por el Legend Killer, que era muy superior. Así, tanto él como su hermano quedaron fuera de la compañía. 

Pero había un tercer miembro de la familia trabajando para WWE: Dusty. Recordemos que hacía una labor muy importante en la formación de nuevos talentos, en Florida Championship Wrestling, y, después, en NXT. The Authority exigió una humillación por parte del anciano, para conseguir que sus hijos fueran readmitidos. Con todo el dolor de su corazón, realizó tal sacrificio, aunque Triple H exigió más: que recibiera un puñetazo del Big Show. Esté cumplió las órdenes de su jefe, y Rhodes fue noqueado.

Toda esta historia unió a la familia Rhodes como nunca lo había hecho. Cody y Dustin, con su padre en su esquina, se enfrentaron varias veces a The Shield, y salieron triunfantes, tras batallas realmente destacables. Ahí nació una buena pareja, la de Cody Rhodes y  Goldust.

Ambos cuentan que en esa época pudieron afianzar una relación de hermanos que, hasta entonces, no había sido tal. El team evolucionó, y Cody transformó su personaje una vez más, convirtiéndose en Stardust, con la cara pintada, y mallas negras como las de Goldust.

Ese personaje fue oscureciéndose, y devorando al joven Cody. Goldust le advertía sobre eso, y le pedía que volviera a ser él mismo. Pero no fue así, pues el más joven de los Rhodes fue convirtiéndose en un supervillano. La rivalidad entre ambos nació, y creció, de cara a WrestleMania, lo que podía ser el colofón de la carrera de Goldust. Pero WWE les negó esa batalla en el mayor evento de todos. Acabó dándose en Fastlane, y no salió bien.

Cody y Goldust cuentan que siguieron enfrentándose en Live Shows, y que, en estos, las luchas fueron mucho mejores. Pero no irían a WrestleMania, porque WWE no vio dinero en eso. Con su política absurda, Vince se creó enemigos de un tamaño que jamás imaginó, negando rivalidades, para acabar poniendo luchas aleatorias en carteleras. Ya comentaba hace poco Bully Ray que le pasó lo mismo cuando intentó llevar el personaje desarrollado en TNA a la empresa de los McMahon, traicionando a Bubba. Como no le dejaron, ahora está en Ring Of Honor. Y los Rhodes, están en AEW.

Porque a Cody le harían lo mismo un tiempo después. Con su personaje de villano con la cara pintada, se metió en una rivalidad con Stephen Amell, actor que interpreta a Arrow en televisión. Llegaron a verse las caras en un tag team match en SummerSlam (con otros dos hombres que igualmente tuvieron que huir de la empresa, hasta las narices), pero, cuando tenían que prepararse para verse las caras en WrestleMania, WWE no quiso realizar el combate. Amell volvió a luchar hace poco en All In, y es de suponer que hará algo algún día con AEW.

Y aquí estamos. Cody es vicepresidente ejecutivo de All Elite Wrestling, y Goldust ha llegado, tras pedir la liberación de su contrato de WWE, donde no lo usaban desde hace meses. Triple H se apiadó de él, y le dejó ir, para que tuviera unas cuantas luchas buenas antes de terminar su carrera. Vince debe estar muy enfadado con eso.

Los nombres "Cody Rhodes" y "Goldust" pertenecen a WWE. Pero a Cody le está yendo bien con su nombre de pila, y su hermano sí que puede usar el nick "Dustin Rhodes", que ya usó en WCW, donde, recordemos, tuvo luchas realmente buenas. No siempre ha sido Goldust, y sabe luchar mucho mejor de lo que ha podido demostrar con ese pintoresco personaje.

Cody y Dustin retoman su rivalidad. No es WrestleMania, pero es Double or Nothing. Cody está dispuesto a acabar con la carrera de su hermanastro, y jura que este será su último combate. Por la forma en la que pelean, parece que así lo desea.

Cody llega junto a su mujer, Brandi, que realiza un refuerzo rudo genial en los últimos años. El joven Rhodes destruye un trono con un mazo, en clara alusión a Triple H, pues intenta escenificar la caída de WWE. Su hermano, trae nuevo maquillaje: sólo tiene media cara pintada, y es de color rojo. Ya no es Goldust, y aunque hace varios gestos alusivos a ese personaje, los frena, anunciando su desaparición.

La lucha es claramente inferior, atléticamente hablando, a todo lo visto anteriormente en el show. Pero es puro storytelling. No sólo hay spot fests en este PPV, también hay contadores de historias; lo que en wrestling diferencia a los niños de los hombres.

Cody ya no va a intentar ponerse a la altura de los luchadores indy, sino a contar una historia. Dustin tiene 50 años, y, aunque siempre se ha mantenido en buena forma, en los dos últimos años, no ha hecho casi nada. Cody viene a pegarle una paliza, y piensa que será fácil. Sin embargo, se encuentra que Dustin está mejor de lo que parecía, y que todavía tiene ilusión por hacer esto. Cody recibe golpes, mientras el público canta eso de "Todavía lo tienes".

Cody se ve entre la espada y la pared, y recurre a su esposa. Con los ataques de esta y su propio juego sucio, le pone las cosas difíciles a su hermano. También quita un protector de la esquina, y fuerza que Goldust se pegue con el metal. 

Con eso y otros ataques, Dustin sangra como un moribundo. Y encima, se lleva un increíble Spear de su cuñada, que es, por eso, expulsada de ringside. Este momento recibe una gran reacción del público, y esa reacción aumenta, porque quien se lleva a la chica es DDP.

Dustin está rojo, pero no por la pintura, sino por la sangre que brota de su frente a borbotones. El público alucina con eso, pues parece algo de otra época. Ni siquiera su padre sangró tanto, y todo el mundo recuerda las cicatrices que tenía en su frente, producto de momentos como este. Recuerda a las mejores luchas de apuestas del Toreo de 4 Caminos, pues, como en algunas de aquellas sangrientas peleas, Dustin se marea, y apenas puede acertar los golpes.

Cody golpea la frente de su rival, y le aplica una Figura 4. El público grita como Ric Flair, porque no sabe que esta era también la llave favorita de Dusty. En este caso, es especialmente eficiente, porque si Dustin se deja llevar, puede poner su espalda plana, y perder, pero si se incorpora, recibe puñetazos con el puño cerrado de su hermanito. Tiene pocas opciones, pero consigue darle la vuelta a la llave, y llegar a las cuerdas.

Dustin reacciona como una máquina. Le baja los pantalones a su hermano, y le pega con su propia correa en el curro, recordando que él es el mayor, y que tiene que respetarle. Así, llegamos a una parte final con nearfalls, en la que Goldust aplica un genial Superplex, seguido de su finisher, el Final Cut, dos golpes seguidos a la espalda, que no acaban con Cody. Este vuelve a tirar de trampas, aplicando un Low Blow cuando el referee, que por cierto, es Earl Hebner, no mira. 

Tampoco Dustin cae ante la Disaster kick y el Cross Rhodes, ataques mortales para alguien con tanto dolor en su cabeza. Resiste, y es capaz de usar el finisher de su hermano contra él, sin éxito. A estas alturas, las caras en el público son un clamor. Con un nuevo Cross Rhodes, Cody acaba con Dustin.

Tras la lucha, el vencedor tiene bonitas palabras para el perdedor. Le dice que no necesita un amigo, ni un compañero, sino a su hermano mayor. Se abrazan, y hacen las paces, señalando al cielo. Próximamente, harán pareja para enfrentarse a los Young Bucks.

Gran match, y gran postmatch. No es una lucha perfecta, porque la performance de ambos no es tan buena, pero cuentan una historia genial, protagonizando un momento histórico y emocionante. He hablando muchas veces de la importancia de utilizar a una leyenda de manera correcta. Comparar esta lucha de Goldust con la lucha de retiro de Kurt Angle es insultante.

Puntuación: ****1/2

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