Un año más, WWE nos ofrece uno de los eventos más icónicos de cuantos ha creado en su historia. Como siempre, en 2020, hemos podido ver Royal Rumble a finales de enero, con sus respectivas battle royals de hombres, y mujeres. Si bien ninguna de las dos puede ser ajena a este blog, empezaremos por la masculina, pues es la que ha resultado más sorprendente.
El rumor del regreso de Edge a los rings había sonado en los medios del mundillo, pero no acabábamos de creerlo. Ha resultado ser verídico.
Royal Rumble tiene lugar en un estadio de béisbol. WWE anuncia una entrada de más de 42.000 personas, lo cual me parece una pasada. Otros años, cuando se ha presentado este evento en estadios grandes, la empresa ha procurado la presencia de gente como Undertaker o Goldberg, para atraer a la gente, pero, esta vez, ha bastado con tener 2 Royal Rumbles, que no es poco, y a Brock Lesnar en la posición número 1 de la batalla masculina.
Y por supuesto, también vende la posibilidad de presenciar grandes sorpresas. Hay algunas bastante chulas en ambos combates, pero, sobre todo, es la de Edge la que hace feliz a todo el mundo. De no haber ocurrido, quizás todas estas decenas de miles de espectadores, no hubieran quedado contentas. De todos modos, hay que decir que el público de Houston, Texas, se comporta de una manera ejemplar durante todo el evento. Es increíble que en una época no especialmente interesante en la historia de esta empresa, esta esté vendiendo más entradas para Royal Rumble que las que vendía en tiempos de la Attitude Era para Wrestlemania. Pero, es que, el Rumble siempre crea una expectación especial.
Ya sabíamos que Brock entraría en primer lugar, pues es un reto que se ha marcado. Resulta muy interesante, no sabemos qué va a pasar con él. Recordemos que es el campeón.
Empieza la batalla, y Lesnar elimina a los primeros 13 participantes que le hacen frente. La mayoría de ellos, no oponen resistencia.
El primero en caer es Elias que, exactamente igual que el año pasado, llega cantando una canción. Se traga la guitarra, faltaría más.
Esta masacre de Lesnar se hace un poco lenta, pues elimina a sus rivales muy rápido, y pasa mucho tiempo esperando. Pero hay varias cosas buenas. Kofi Kingston, que perdió su título de la WWE ante La Bestia en cuestión de segundos, llega para vengarse, y, aunque no lo consigue, aguanta un poco más que la mayoría. Se junta con Big E y Rey Mysterio, y los tres aplican su respectivo finisher al campeón. Pero este se recupera, y los elimina a todos.
Otro buen segmento lo protagoniza Shelton Benjamin. En condiciones normales, no participaría en esta batalla, pero es la única persona en el roster a la que se puede denominar "amiga" de Brock. Este, ya un poco agotado, lo abraza, e imposta una alianza que acaba con el exmiembro de la Suzuki Gun fuera del ring.
La cosa se complica para Lesnar, cuando llega Keith Lee, un tipo tan grande y fuerte como él. Las dos moles chocan, sin que ninguno se imponga. Después, llega otro bicho, Braun Strowman. Por suerte para Lesnar, sus dos rivales deciden luchar entre sí, lo que le permite aprovechar la ocasión, y expulsarlos.
Keith Lee tiene un buen recibimiento. Mientras que el Rumble femenino está lleno de chicas de NXT, en el masculino sólo participan Lee y Riddle. Este último, que parece tener algún tipo de altercado legítimo en Backstage con Lesnar, no hace prácticamente nada, quizás como castigo por el incidente.
Presenciamos la participación de una antigua estrella, el gran MVP, un personaje realmente divertido, que ha tenido una buena carrera fuera de WWE, pero no ha tenido la oportunidad de aprovechar el talento con el micro que tiene. Lesnar lo derrota rápidamente, pero es bueno verle.
Con los dos monstruos fuera, Lesnar se ve ganador. Ya ha expulsado a 13. Llega Ricochet, que también quiere vengarse de él, por un golpe bajo recibido en un programa de Raw. Tras el luchador aéreo, aparece el gran Drew McIntyre, quién, sin abandonar su personaje de psicópata, parece estar virando, poco a poco, al lado de la luz. Aprovecha la venganza de Ricochet, que golpea a Lesnar con un Low Blow por detrás, para aplicar su Claymore, y elimina a Lesnar. El público se vuelve loco.
Durante minutos, Drew mira a un Lesnar caído. Parece que ya tenemos main event para WrestleMania, y parece que WWE está haciendo correctamente con McIntyre lo que no supo hacer con Reigns o Strowman. Está forjando una gran estrella poco a poco, sin forzarlo ni impostarlo. Mientras observa al rey caído, el escocés elimina a Ricochet y The Miz como si no valieran nada.
Sin Lesnar, hay espacio para que el ring se llene un poco, pero nunca llega a haber demasiados hombres. Con el número 21, llega Edge, para sorpresa increíble de todo el mundo, y comienza a aplicar Spears.
Edge elimina a AJ Styles, en lo que parece un error. AJ parece lesionarse el brazo, y por eso se suelta. De esta manera, se estropea la historia que se pretendía contar entre Randy Orton, posiblemente con la colaboración de Edge, y The Original Club.
Porque Orton llega poco después, y hace buenas migas con su antiguo amigo de Rated RKO. Entre los dos, eliminan a Anderson y Gallows. Llegan Reigns, Owens y Joe, mientras que el número 30 es para Seth Rollins, quien viene acompañado de los chicos de su nuevo stable.
Rollins y sus chicos la lían, y expulsan a Owens, Joe y Aleister Black, pero estos se revelan contra los acólitos de El Mesías. Este se queda sólo frente a Orton, Drew, Edge y Reigns, así que se va a la calle pronto.
Los Rated RKO parecen aliarse, aunque Randy hace un gesto de intentar traicionar al canadiense. Este le pilla, por lo que hace un The Viper parece decir algo como "Era bromita", que produce risas entre el público. Edge elimina a Orton.
Quedan Reigns, Edge y Drew. Es una buena final, porque cualquiera sería un ganador lógico. Tras mucha lucha, Roman elimina a Edge, y los fantasmas de los pitos del pasado reviven. WWE no aprende. No obstante, Drew lo derrota, y la gente se vuelve loca. Tenemos nueva estrella.
No está mal la batalla. Tiene varias fases aburridas, y otras de narrativa buena.
Puntuación: ***1/2