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sábado, 29 de abril de 2023

Triple H vs Batista vs Randy Orton vs Edge vs Chris Benoit vs Chris Jericho, WWE New Year Revolution 2005



En 2023, WWE llevará a cabo un PPV en Puerto Rico. El 6 de mayo de este año, la empresa viajará hasta San Juan, al Coliseo de Puerto Rico, para desarrollar Backlash, el evento de pago por visión que da rienda suelta a las consecuencias de lo acontecido en WrestleMania. Tenemos que remontarnos 18 años para encontrar un show de estas características en esa tierra: el 9 de enero de 2005, tuvo lugar en el mismo recinto, ante más de 15.000 personas, WWE New Year Revolution, un show exclusivo de la marca Raw que abría el año de hostilidades en la empresa. Me alegró mucho saber que WWE volvía a Puerto Rico, pues es esa tierra un lugar de rancio abolengo luchístico, un poco abandonado quizás en la última década. Volveremos a escuchar los conteos en español desde las gradas. Me gustaría, pues, reivindicar este hecho histórico, revisando brevemente el main event de ese último PPV ocurrido en San Juan: en una Elimination Chamber, se enfrentaban Triple H, Batista, Randy Orton, Edge, Chris Benoit y Chris Jericho; seis luchadores que ahora podríamos considerar leyendas. Pero contextualicemos un poco.

En esa época, el título principal de Raw era el World Heavyweight Championship. En WrestleMania 2004, vimos al fin a Chris Benoit hacerse con la correa más importante del mundo, mas su reinado no pasaría de SummerSlam, donde fue derrotado por Randy Orton, que se convirtió en el Campeón Mundial más joven de la historia.

Entonces, la storyline de Evolution dominaba la narrativa de Raw. Triple H, Batista, Randy Orton y Ric Flair formaban un gran equipo que aunaba el pasado, el presente y el futuro del wrestling. Sin embargo, comenzaron los problemas, pues ese futuro tendía a convertirse en presente. El primero en excederse en sus ambiciones fue Randy; al convertirse en Campeón, fue observado como un traidor en el grupo, y este lo atacó violentamente. En Unforgiven 2004, Triple H recuperó lo que estimaba suyo, después de recibir ayuda de... todo el mundo. La primera de las muchas rivalidades que han tenido estos dos en su carrera se saldó con victoria, por extraño que parezca, del narizotas.

Ese reinado en realidad duró poco. Quizás para justificar la necesidad de realizar una Elimination Chamber en New Year Revolution, o quizás para contar dos reinados a Triple H por el precio de uno, el título quedó vacante a principios de diciembre, tan sólo para que Hunter lo volviera a ganar en dicha batalla. El 29 de noviembre, Randy Orton asumió el rol puntual de General Manager de Raw, y dispuso una batalla titular. Nada más comenzar el Show, se disputó una battle royal cuyo fin era encontrar un retador, y que acabó con Edge y Benoit cayendo al mismo tiempo fuera del ring. Así pues, fue una Triple Amenaza lo que vivimos en el main event de esa velada: Triple H vs Edge vs Benoit, y tampoco entonces hubo un ganador claro, porque la lucha acabó, de nuevo, con ambigüedad entre los dos canadienses: Benoit aplicaba un candado al cuello con la espalda plana, de tal manera que, al mismo tiempo que Edge se rendía, el referee decretaba el pinfall. Un árbitro le daba la correa a uno mientras el otro se la quitaba para entregársela a su rival. La semana siguiente, aparecería Vince McMahon con el trofeo, declarándolo vacante. La solución: una Elimination Chamber con Hunter, Benoit, Edge, Batista, Orton y Jericho involucrados. Durante las semanas previas a la batalla, se disputó un Beat the clock challenge para dictaminar el luchador que saldría en última posición en esa contienda, y el ganador fue Batista.

Esto es importante. Triple H temía que ocurriera lo mismo que había pasado con Orton: que Batista se le subiera a las barbas. Y tenía motivos para temerlo, porque en esa época el Animal honraba su mote. Se mostraba casi imbatible: dama miedo el poder que era capaz de expresar. WWE lo observaba como a una futura estrella, y su paso al estrellato de hecho no tardaría mucho en llegar: a finales de enero de 2005, pocas semanas después del Chamber, se proclamaría ganador de Royal Rumble, para retar a Triple H en WrestleMania y salir triunfante. Sí, Triple H era un abusón, pero consiguió poner over a todos sus compañeros de Evolution, primero liderando una agrupación que les dio protagonismo, y después manteniendo grandes rivalidades con todos ellos. Pero, ¿Qué pasó en la Elimination Chamber de New Year Revolution?

Hay que decir que el Referee especial de la contienda es Shawn Michaels; medida esta interpuesta para frenar las trampas de Evolution, pues Hunter y HBK no se llevaban muy bien en la época. Este tipo de combates siempre debe empezar con un enfrentamiento en single entre dos luchadores habilidosos, mientras los otros cuatro participantes esperan en una cápsula hasta que llegue su respectivo turno. La elección en este caso es obvia: Benoit y Jericho, dos hombres con química que se han enfrentado muchas veces en su carrera, comienzan la pelea, con una demostración técnica notable. Después de un Superplex de Benoit sobre Jericho, se escucha la cuenta de 10 en español. The Game hace acto de aparición para brawlear a sus rivales y estrenar el uso del metal, no aprovechado por estos en la fase inicial. El Wolverine comienza a sangrar después de ser lanzado sobre las rejas y HHH lo acentúa, golpeando aún más su cabeza. Posteriormente,Jericho le da al americano de su propia medicina, al lanzarlo en diversas ocasiones sobre el metal.

Entra en cuarta posición Edge, muy enérgico, como en el caso de Hunter, aplicando ataques sobre todos. Lanza con resorteras a sus rivales contra las rejas, extendiendo la sangre por doquier. La pelea se convierte en una Fatal Four Way, con opciones para todos, hasta que llega el turno de Randy Orton. El luchador de tercera generación aparece volando, pues entonces aplicaba unos crossbodies desde la esquina tremendos, y golpea con saña a su antiguo mentor, mientras Batista espera que se abra su celda impaciente. Jericho recibe Pedegree y RKO sobre su cabeza ensangrentada, pero se mantiene en batalla. Benoit atrapa a Randy con uno de sus candados, mientras Triple H se burla del jovencito. Ante esto, Benoit cambia su presa y aplica Sharpshooter sobre el yerno de McMahon. Por desgracia para él, su posición es perfecta para recibir el RKO por parte de Randy. Esto se está animando.

Edge busca Spear sobre Orton, pero este lo evita, y es el referee, Shawn, el que lo recibe. Vuelve a probar el canadiense con más éxito, pero HBK no está listo para contar, por motivos obvios. Cuando el Rated R Superstar le reclama, recibe una previsible Sweet Chin Music, que Jericho remata con Lion Sault. Así llega la cuenta de tres: Edge es el primer eliminado.

Benoit ataca a Triple H con tres Suplexs, y se lanza con un loquísimo Diving Head Butt desde la parte superior de una de las cabinas que encierran a los luchadores. Con semejante caída sobre su cabeza, no es de extrañar que al finalizar su vida, su cerebro estuviera en las condiciones en que estaba. Mientras Jericho aplica Walls of Jericho Sobre Hunter, su tocayo atrapa el brazo y la cabeza del líder de Evolution con un Crossface. El castigo es excesivo, pero un animal es liberado. Batista sale de su jaula para atacar a los canadienses y liberar a su jefe. Ante los gritos de los Puertorriqueños a su favor, Batista expresa su furia, con grandes problemas para contenerla cuando se topa con Triple H. Batista lanza a Jericho contra un cámara, que queda herido en el suelo. Nadie se libra de su fuerza bruta. La chamber es abierta para atender a este hombre, y eso tendrá consecuencias. Mientras eso ocurre, los luchadores pelean como si esto fuera una battle royal, sin contar nada concreto. Después de unos minutos, el dominio activo de Batista se reinicia, y este elimina a Benoit y Jericho de manera consecutiva. Al primero le aplica un Spinebuster, antes de lanzarle encima a Y2J con la misma técnica. Benoit queda fuera de la batalla, y poco después pasa lo mismo con el rockero, víctima de un PowerSlam seguido de una Batista Bomb. El Animal ha demostrado que está en un estado de forma imparable. Esto se decidirá entre los hombres de Evolution.

Randy Orton recibe una buena paliza por parte de los otros dos hombres. Estos le humillan, si bien este segmento de la batalla no resulta especialmente dinámico. Parece que Hunter y Dave compiten, pues ambos utilizan Spinebuster. Empatan, dado que ninguno acaba con la resistencia de Randy. El abuso continúa, mientras se respira una duda en el ambiente: qué pasará si Batista y Triple H se enfrentan al final? No tendrán ocasión, pues Randy protagoniza un comeback de la nada. Pega golpe bajo a Batista, antes de aplicarle el eficaz RKO. Batista es eliminado ante la decepción del público. En su enfrentamiento individual, Randy consigue aplicar asimismo RKO sobre Hunter, mas la "magia" de evolution actúa una vez más. Batista, aun en la jaula, agarra a Shawn mientras Ric Flair aprovecha que la celda había quedado mal cerrada para colarse. Cuando esto ocurre, Michaels y el Nature Boy pelean, al tiempo que Batista ataca a Randy. Cuando los que sobran se van, Triple H tiene ventaja: aplica Pedegree y se acabó. Victoria y nuevo reinado para él. Esto, como sabemos, no acaba aquí.

Buena batalla: storytelling con momentos de buena pelea. Tiene, eso sí, la pelea, algún que otro segmento más lento, y desde luego está lejos de las mejores chambers, pero sigue siendo muy buena.

Puntuación: ****1/4


domingo, 12 de junio de 2022

Randy Orton vs Triple H, WWE WrestleMania 25


Hace poco, comentábamos en el blog el main event de WrestleMania 38, esa lucha entre Roman Reigns y Brock Lesnar, que, tras muchas peleas a lo largo de los últimos años,  se enfrentaban en un match supuestamente definitivo, con una historia detrás mucho más potente, pero con un resultado que acabó siendo muy mediocre. Un lector del blog, entonces, me animó a comentar asimismo el match que mantuvieron Triple H y Randy Orton en WrestleMania 25, puesto que le parecía que la situación de entonces tenía muchas similitudes con lo que ha ocurrido este año. Y no le falta razón.

Triple H y Randy Orton, que entonces eran las máximas estrellas de WWE junto a John Cena, se enfrentaron en el main event de WrestleMania 25, que nadie recordará jamás, y que quedará opacado por siempre por el enfrentamiento que tuvo lugar entonces entre Undertaker y Shawn Michaels, uno de los mejores de la historia de la empresa. Randy y Hunter, como Roman y Brock este año, se enfrentaban después de una historia común muy larga, tras un feudo realmente excesivo... y no estuvieron a la altura a la hora de estelarizar un evento en el que todo, hasta entonces, era bastante bueno. Mal por ellos.

Recordemos que Orton y Triple H coincidieron en el stable Evolution, que hizo que la carrera del Asesino de Leyendas, así como la del Animal Batista, despegara. Pero, a lo largo de los años, el equipo, que existía para hacer realidad los deseos de Triple H, fue perdiendo, poco a poco, a sus miembros, cuando estos pensaron en tener algún éxito propio. El primero fue Randy, que se convirtió en el World Heavyweight Champion más joven de la historia de la empresa, y recibió la traición de sus compañeros, entrando en una cruda rivalidad frente al líder. Poco después, pasó lo mismo con Batista, cuando este ganó el Royal Rumble 2005 y puso sus ojos asimismo en el título. E incluso el veterano Ric Flair acabó a tortas con el narigón.

Triple H y Randy Orton siguieron enfrentándose cuando Hunter cambió al bando técnico. Junto con Michaels, revivió a D-Generation X y tuvo varios enfrentamiento con Ratd-R RKO, el equipo que formaba The Viper con Edge. Durante uno de sus matches, HHH se lesionó de gravedad, y no regresaría hasta SummerSlam 2007, donde mantuvo un match frente a Booker T, en su rol de King Booker. En ese mismo evento, un Randy Orton que estaba recibiendo un push para ser el principal rudo de la compañía, se enfrentó por primera vez al eterno campeón Cena, siendo derrotado.

Pero Cena se lesionó, y tuvo que dejar el Campeonato de WWE vacante. No Mercy fue el PPV en el que se nombró un nuevo campeón, y fue un PPV que giró en torno a estos dos hombres. Vince McMahon nombró campeón a Randy porque sí, y su yerno, que con D-X, había mantenido graves disputas con él durante 2006, llegó para exigir una oportunidad. La recibió, y en el primer match de la noche, salió ganador y nuevo campeón de WWE por enésima vez. Pero no acabaría la velada como campeón. En su segundo combate, Vince lanzó a su bestia Umaga contra él, mas volvió a alzarse con la victoria. Pero tendría una tercera lucha. En el main event, Randy Orton lo derrotó en un Last Man Standing bastante bueno (quizás la mejor lucha entre ellos), y se volvió a coronar campeón.

John Cena volvió a la acción en Royal Rumble 2008, en una gran sorpresa, y ganó la batalla real. Randy estaba teniendo un reinado notable, venciendo a Hunter, Shawn Michaels y Chris Jericho. En WrestleMania 24, las tres grandes estrellas, Randy, Hunter y Cena, lucharon por el título en una Triple Amenaza, de la que Randy salió ganador. Durante el año, sin embargo, Triple H se llevó la correa, después de varios enfrentamientos con RKO, y se la llevó a Smackdon. Por su parte, Orton montó un stable de luchadores de segunda generación, junto con Cody Rhodes y Ted DiBiase Jr. Aunque perdió el título, siguió avanzando en su rol de top-heel, y eso le condujo a ganar el Royal Rumble 2009. Cody y Ted sobrevivieron hasta el final, y cuando Triple H estaba ocupado eliminándolos, él hizo lo propio con The Game para salir ganador. Así, se aseguró la posibilidad de volver a luchar por el título, un año más, en WrestleMania, y su rival sería... de nuevo Triple H, que se proclamó campeón una vez más en Elimination Chamber, al ganar una batalla en la cámara de eliminación.

Mientras que eso pasaba, Randy se metió en un storyline con la familia McMahon. Atacó a Vince, con su patada en la cabeza, que un tiempo después sería prohibida, y al hijo de este, Shane, que regresó tras un tiempo fuera, para enfrentarse a él y vengar a su padre. Mantuvieron una buena lucha en Elimination Chamber, pero en el siguiente show de Raw, Shane acabó como su padre. Y ahí fue donde entró Stephanie, y si Stephanie está en peligro, Hunter no puede estar lejos.

Randy cometió la locura de aplicar RKO sobre la chica. Y no fue lo peor. En el siguiente programa, Triple H fue a por él como un animal, pero la ayuda de los miembros de Legacy resultó definitiva. El Asesino Cerebral fue apalizado, y esposado a la esquina. Cuando estaban abusando de él, apareció su esposa para suplicar clemencia, pero se metió en la boca del lobo. En una muestra de violencia contra las mujeres que hoy sería inconcebible, Orton le aplicó su DDT desde la segunda cuerda, y acto seguido, la besó cuando estaba inconsciente. En la esquina, atado, Triple H lo observaba furibundo.

En el programa previo a WrestleMania, Hunter, Vince y Shane hicieron su regreso para atacar en conjunto a Legacy, y meterse en una brawl, ahora sí, en igualdad de condiciones (Vince todavía estaba fuerte). Aunque en algunas cosas, la historia no tenía muy buen gusto, y en cualquier caso, los luchadores enfrentados no resultaban de mucho interés, porque habían peleado muchas veces y habían demostrado no tener una química especialmente buena, era lo suficientemente intensa como para tener interés dentro de un show con mucho material de calidad, como WM 25. Podía ser un buen colofón. Pero no son capaces de lograrlo.

Triple H se encuentra con Shane y Vince tras bastidores. Pero no participan en todo el match. Es un match lleno de odio y rencillas entre agrupaciones, pero las agrupaciones no hacen acto de aparición. Triple H es incapaz de mostrar el odio y la violencia que debería ejercer tras lo ocurrido con su mujer. Y tampoco se utiliza correctamente la estipulación, que podría dar mucho juego. Vicky Guerrero ordenó que si Triple H perdía por descalificación, también perdería el título. Esto podría dar mucho juego, en tanto que la parte personal de la batalla debería tener mucha más relevancia que el título, y eso podría hacerle dudar cuando Randy le forzara a ello... pero no lo hace nunca. Triple H duda en algún momento, pero poco, y sin que Randy ejerza presión.

La lucha, de hecho, empieza bastante bien. Hunter entra rompiendo un espejo, y se lanza contra Randy, sin escuchar los avisos del referee. Rápido, Orton le coloca un RKO, y cuando va a rematarle con la Penalty Kick, HHH le agarra con un Pedegree. La lucha empieza fuerte: usar los finishers tan rápido es muy original. Randy demuestra mucho dolor en la cabeza, y Triple H lo aprovecha, haciendo un buen trabajo sobre el coco de su rival. Trabaja bien, aunque no debería tomarse el combate con tanta calma, teniendo en cuenta los hechos. Pronto, el dominio cambia de manos, y la originalidad del principio se pierde, para que el combate se convierta en una lucha genérica, propia de un live show. No hay nada de WrestleMania en su puesta en escena, y nada de rivalidad, como en el caso del Roman vs Brock de este año.

Hay un momento en el que luchan en ringside. Triple H quiere pegar con una silla al retador, pero el chivato del referee le recuerda que si lo hace, perderá el título. Es lo más parecido al uso de la estipulación que hay en el match. Hunter quiere aplicar un Pedegree sobre la mesa de comentaristas, pero acaba siendo proyectado sobre la otra, cayendo sin romperla. Orton, que ganó su Last Man Standing de una manera parecida, aplica un DDT sobre el suelo, corre hacia el ring y espera el countout, que también le daría el título. Hunter llega al ring a la cuenta de 9, para estupor del Asesino de Leyendas. Entonces, el retador lanza al campeón contra el árbitro, dejándolo KO, y aplica RKO. Aprovechando que no hay autoridad, Randy busca el martillo de Hunter, para pegarle con él, pero cuando está subiendo al ring, recibe su propia Penalty Kick. Triple H le pega con su martillo, y lo deja listo de papeles. Imposta un poco de violencia, pegándole puñetazos sin parar, aunque ya no cuela: el público está aburrido de esta lucha desde hace tiempo, y no compra la supuesta furia del face, que llega un poco tarde. Pedegree y se acabó. El público aplaude, más por las ganas de que acabara la lucha que por alegría.

El combate no es malo; si hubiera tenido lugar en otro evento y en otras circunstancias, hubiera sido más satisfactorio. Pero es WrestleMania, es el show del año, con la rivalidad más loca de los últimos tiempos, y una estipulación apropiada, y sin embargo, los luchadores pelean como si estuvieran en un combate de RAW. Los Legacy aparecían siempre para apoyar a Randy, pasara lo que pasara, pero hoy estaban en Mcdonalds. Y Shane y Vince aparecen antes de la lucha para mirar a Hunter y no hacer nada. Un desperdicio.

Puntuación: ***

miércoles, 2 de febrero de 2022

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022



Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.

Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.

Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.

Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.

Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.

Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.

Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.

El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.

Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.

Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año. 

Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.

La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.

Puntuación: ***1/4


jueves, 27 de mayo de 2021

Randy Orton vs The Fiend, WWE WrestleMania 37

Especial WrestleMania 37

Seguimos con nuestro repaso a WrestleMania 37, empezando con la noche 2. En un alarde de originalidad, WWE repite lucha en el magno evento; Randy Orton y Bray Wyatt vuelven a verse las caras, después de hacerlo hace unos años, cuando Bray aún usaba su personaje original (el de Wyatt, no el de Husky). Entonces, WWE ofreció un combate raro, en el que se reflejaba una especie de grabación extraña de gusanos sobre la lona, que aburrió soberanamente a la gente. Aquella rivalidad acabó con un combate cinemático, adelantado a su tiempo, que tampoco interesó mucho.

Llegamos a 2021, y los dos vuelven a enfrentarse, con los roles cambiados. Orton ahora es el malo, terminando su larga historia con Edge como Asesino de Leyendas, y Wyatt es ahora el monstruo llamado The Fiend, acompañado por esa muñequita diabólica que es Alexa Bliss. La chica, haciendo un rol muy bueno de loca del coño, ha tenido mucha importancia en la rivalidad. En TLC, los dos luchadores se vieron las caras, y Wyatt acabó ardiendo. Literalmente. murió. Bye bye.

Pero, desde entonces, y gracias al trabajo de Bliss, su regreso fue, poco a poco, quedando claro. Como Chucky, el verdadero muñeco diabólico, después de ser tirado a las llamas, Wyatt mostró su chamuscado rostro. La lucha entre ambos en WrestleMania se confirmó, y abre la noche 2 del evento.

Una lucha rara, de pocos minutos, que sólo sirve para continuar la historia entre ambos, o al menos la de Fiend y Alexa. Las entradas al estadio duran más que el propio match. Orton se lo toma con calma, posando feliz por estar, al fin, ante el público, mientras que Bliss precede la llegada de Fiend. Vemos al monstruo caminar por backstage, y transfomarse, perdiendo el chamuscado. Parece estar en plena forma. Ante el ring, hay una caja de música gigante. Alexa mueve la manivela, y The Fiend aparece arriba. Desde ahí, vuela con un clothesline sobre su oponente. Suena la campana, y comienza la lucha.

Bray está en modo monstruo, así que no vende nada, pero Orton insiste. Pega un montón de DDTs desde la segunda cuerda, de tal manera que el castigo sobre la cara empieza a hacer efecto sobre Fiend. Esto es necesario para que el RKO final sirva para algo. Cuando va a buscarlo, Bray lo engancha con su Mandible Clow, y esta a punto de ganar, pero es despistado por Alexa. Esto lo aprovecha Randy para aplicar su RKO definitivo y llevarse una victoria que deja al público muy frío. Alexa y Bray quedan solos para desaparecer, sin explicar nada de lo ocurrido.

Un trocito de storyline, que no está mal como tal, pero que no debería ser un producto para WrestleMania.

Puntuación: **

domingo, 7 de febrero de 2021

30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021




Especial Royal Rumble 2021

Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.

Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.

Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.

Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).

La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.

El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.

También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.

En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.

Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.

Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.

En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.

Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.

Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.

Puntuación: ***3/4

jueves, 22 de octubre de 2020

Randy Orton vs Drew McIntyre, WWE Clash of Champions 2020


Especial WWE Clash of the Champions 2020

Vamos a ver una tercera lucha del evento Clash of the Champions 2020. Es necesario comentar algunas cosas sobre la lucha por el WWE Championship, en la que participaron Drew McIntyre, actual portador del título, y Randy Orton. Este es el segundo match titular entre ellos, después de que, en SummerSlam, WWE alargara la rivalidad al terminar su lucha con un paquetito, recurso habitual que permite al perdedor defender que el resultado ha sido producto de la suerte.

Recordemos que Randy estaba metido en un storyline en el que retomaba su labor de Legend Killer, con su rivalidad frente a Edge, sacando de escena a Matt Hardy, que luego acabaría en AEW, y atacando a otras leyendas, tras la lesión legítima del canadiense. Big Show, Christian, Ric Flair y Shawn Michaels fueron sus víctimas.

Y de eso va esta lucha. Es un Ambulance Match, con motivo de que ambos se han atacado muy violentamente en los programas previos, teniendo que salir en ambulancia, los dos, en alguna ocasión. Ya sabe el lector que una lucha de este tipo acaba cuando uno de los oponentes mete al otro en la ambulancia, y cierra la puerta. No es el colmo del wrestling.

Los dos se pegan y brawlean por toda la arena, sin mucha historia. Lo único interesante del match son las apariciones de las cuatro leyendas nombradas, para atacar a Orton. El primero es Show, que le aplica un ChokeSlam sobre la mesa de comentaristas; el segundo es Christian, que le pega una paliza y lo lanza contra las mesas del comedor; el tercero es Michaels, que le pega una Sweet Chin Music cuando está sobre la ambulancia, tirándolo, después, al vacío; y el cuarto es Ric, que conduce el vehículo, llevándose a Orton herido en su interior.

Por lo demás, el match resulta un poco aburrido. La parte que transcurre sobre la ambulancia está bien, pero se nota mucho que las caídas son preparadas, y se juega mucho con las cámaras, aprovechando que el público del Thunderdome observa los mismos planos que nosotros. Las caídas son sobre acolchado, lo cuál es bueno (ya comenté, tras la reciente caída de Matt Hardy en AEW, la negligencia que supone lo contrario), pero resulta demasiado obvio que WWE coloca las cámaras para que no se note, y para que no se vea que Shawn está subiendo por unas escaleras en la ambulancia, para atacar a Randy. Queda raro.

La parte final también está bien. Randy aplica un RKO, pero Drew sobrevive, y consigue ganar, pegándole su propia patada asesina. Combate apoyado por las apariciones de las leyendas, pero con poco contenido, más allá de ese final.

Puntuación: ***

jueves, 3 de septiembre de 2020

Drew McIntyre vs Randy Orton, WWE SummerSlam 2020


Vince McMahon tiene muchas manías, y una de ellas es que, si tiene, en sus programas algo interesante, no tarda mucho tiempo en lanzarlo de cabeza a las luchas por el título máximo, donde se quema el invento, porque un título mundial está ceñido a cierto número de reglas que complican que las historias concluyan en la manera en la que deberían. Porque, al fin y al cabo, la elección de un nuevo campeón, o la forma de ganar un título, son cosas muy serias.

Eso ha pasado con la rivalidad entre el Campeón de WWE, Drew McIntyre, que ganó el título en WrestleMania 36 y lo ha defendido con buen rendimiento desde entonces; y Randy Orton, un hombre que ha estado enfrascado en varias rivalidades, que se han saldado con unas cuantas leyendas en el hospital. Los dos subían como la espuma, y enfrentarlos ahora, de tal manera que uno tenga que salir derrotado, es precipitado. Si bien es cierto que un choque de trenes así suena interesante, y que SummerSlam es un evento en el que se tienen que ver cosas interesantes, los dos pushs se han disparado en los últimos meses, así que la sensación es que todavía requieren de un tiempo para consolidarse y para encontrarse.

Pero aquí estamos. Quizás un poco antes de tiempo, pero Randy Orton se ve las caras con Drew McIntyre en SummerSlam, en una lucha con final aparentemente incierto. Quizás eso es lo mejor, que cualquiera puede salir ganador. Se trata de una rivalidad no muy personal, en la que unas palabras de Drew provocaron una reacción violenta de Randy contra el anciano Ric Flair, que había hecho de mánager suyo en los últimos meses, lo que aportó un poco de enjundia a la cuestión, por el sentimiento de culpa y venganza que podía nacer en el escocés.

Eso lo traslada bien en el combate, en el que intenta atacar la pierna del rival, para hacerlo rendir con la Figura 4 legendaria del 16 veces campeón, sin éxito, eso sí. Asimismo, le pega un par de chops realmente fuertes, que se le quedan marcados hasta el día siguiente.

Por lo demás, este es un combate de prototipos de main eventers de WWE. Es un combate de los que se le dan bien a John Cena, una lucha en la que, en realidad, no se cuenta una historia demasiado clara, sino que se alimenta del in crescendo ambiental, y del desgaste a base de costalazos, para convertirse en algo realmente relevante. Cena consiguió grandes éxitos en este campo, sobre todo, en RAW, y sin embargo, aquí nos encontramos con un problema: que el sonido ambiental es falso. No responde a lo que realmente está ocurriendo en el cuadrilátero, y por tanto, no eleva la lucha de la manera en que debería ocurrir en un combate de este género.

No es mal combate, pero pierde mucho en este contexto. El final llega cuando los dos fallan sus respectivos finishers, especialistas en pillar al contrario por la espalda, y McIntyre se lleva la victoria a través de un counter rápido, estilo rollup o similar. Eso nos lleva a otro debate: ¿es buen final o no?

Hay gente que odia los finales con paquetitos, y otros que los justifican, en base al factor sorpresa que introducen. En este sentido, los dos luchadores de los que hablamos ya ejecutan ataques sorpresa como finisher, así que el final tiene un único problema: que se le ven las costuras a WWE.

Porque sabíamos que un final limpio entre estos dos implicaba, necesariamente, cortar un push. Sería pernicioso para el futuro a corto plazo de ambos. Por eso, cuando yo vi el final, pensé que WWE, una vez más, estaba tomando el camino fácil. O sea, el final no es malo en sí, sino que lo es el motivo por el que se hace. No es un caso en el que se use un counter como parte de la historia que se está contando, sino que se introduce de una manera artificial para poder mantener arriba la rivalidad, lo que confirma los dicho anteriormente: que era demasiado pronto. Además, a esto hay que sumar que el sonido no es apropiado para este tipo de finales, y que WWE ha abusado de ellos desde WrestleMania, y por lo tanto, causa más frustración.

Puntuación: ***1/4

miércoles, 12 de agosto de 2020

Randy Orton vs Big Show, Unsanctioned Match, WWE RAW 20/07/2020


Hace poco, comentamos un par de combates del último PPV de WWE, Extreme Rules. Como ya comenté entonces, los PPVs han perdido un poco de peso en tiempos de pandemia, puesto que no se pueden vender entradas. Existe una urgencia mayor por mejorar las audiencias de los programas semanales que se emiten por televisión, que están muy bajas, y por eso, dos de las luchas que debían ser para este evento, (Randy Orton vs Big Show y Jeff Hardy vs Sheamus), acabaron emitiéndose por televisión. Vamos a comentar esas dos luchas.

Empezando por el combate entre Big Show y Randy Orton, dentro de la historia del Legend Killer. La audiencia de RAW ha descendido especialmente, así que hay que introducir cosas interesantes. En las últimas semanas, hemos presenciado ese experimento llamado Raw Underground, en el que Shane McMahon presenta una especie de show alternativo, con muchos luchadores desconocidos del Performance Center juntándose para pelear en un estilo shoot como si estuvieran en el Club de la Lucha. Asimismo, se está intentando llevar a los programas los disturbios producidos por los autodenominados grupos antifascistas en las calles americanas, introduciendo a un stable de enmascarados que llevan a cabo infantiles ataques terroristas sobre las instalaciones de WWE, con el problema de que son todos tan bajitos y delgaduchos, que no asustan a nadie. Si yo me los encuentro por la calle,  les pego una hostia que los viste de toreros.

Veremos a dónde llevan estas historias. Antes de eso, seguimos hablando de Randy Orton, que, tras destrozar a Edge y a Christian (y a Matt Hardy, no lo olvidemos), busca una nueva leyenda a la que sacar de circulación. Big Show reaccionó violentamente contra él, defendiendo a sus amigos, y se encontró con las amenazas de La Víbora. Así, llegamos a este Unsactioned Match que tiene lugar en el programa de RAW del 20 de julio de 2020.

Que no es una mala lucha, pero que no cumple con las normas de esta estipulación. Un Unsanctioned Match debe ser algo tan salvaje, que la empresa no se hace responsable de sus consecuencias. Es posible que mantener la lucha en un programa de televisión, haya jorobado los planes, pero lo cierto es que no pasa nada que no pueda ser propio de un Street Fight, o algo así. De hecho, lo más grave para la salud de Big Show, ocurre tras la lucha, que es la patada en la cabeza. Como ocurre fuera de la lucha, la empresa sí es responsable de la lesión de Show, ¿no?

El gigante empieza con mucha fuerza, muy enfadado, golpeando el tronco de su rival, con puñetazos al estómago, con raquetazos, que tienen fama de ser legítimamente dolorosos, y con un Spear, de nuevo, al estómago. Cuando Big Show sigue atacando, llegan Andrade y Ángel Garza, que habían tenido algún problema con él en anteriores programas, y le atacan, para cambiar las tornas de la lucha.

Orton castiga con sus headlocks habituales. Big Show no consigue la victoria a con el ChokeSlam, y falla un salto, destrozándose contra una mesa. A partir de ahí, todo es una tortura por parte del Legend Killer. Su primer RKO no le da la victoria, pero pega un montón de sillazos al dolorido y envejecido cuerpo del veterano, un DDT desde las cuerdas, y un segundo RKO, para llevarse la lucha. Tras la cuenta, golpea a su oponente con una Running Kick, para mandarlo al hospital, junto a Edge y Christian.

Luchita simple, entretenida, pero no lo suficientemente violenta para ser un Unsanctioned Match. La patada debería haberse incluido en el combate, para justificar la estipulación.

Puntuación: ***


lunes, 29 de junio de 2020

Christian vs Randy Orton, Unsanctioned Match, WWE RAW 22/06/2020



Ya hemos hablado de la rivalidad entre Randy Orton y Edge, que ha tenido lugar en 2020, y que dio sus frutos en forma de The Greatest Wrestling Match Ever. Parece ser que, durante ese combate, Edge se lesionó, y estará 8 meses fuera, por lo que, la rivalidad tendrá que esperar ese para seguir adelante.

Ni siquiera sé si la lesión es real o es parte de la storyline. De todos modos, se va a jugar con ello, y la historia va a seguir otros interesantes derroteros, incluyendo a leyendas como Christian, Ric Flair y Big Show. Randy ha recordado sus tiempos de Legend Killer, y Edge no va a ser el único en caer.

El programa de Monday Night Raw posterior a Backlash, nos ofreció una nueva sorpresa: la aparición de Christian para defender a su amigo de toda la vida. Randy Orton se enfadó, porque esto es entre Edge y él, Christian no tiene nada que ver con ello. Por eso, le retó a un combate, pero, como Christian no tenía el alta médica después de sus problemas con las conmociones cerebrales en los últimos años de su carrera, en 2014, le retó a un Unsantioned Match, un tipo de combate en el que, siempre dentro del kayfabe, WWE se lava las manos de las consecuencias del match. 

Esta es una de esas historias que se trabajan dentro de un programa, y tienen un final, quizás parcial, dentro del mismo programa. Es muy interesante. Se nota la mano de Bruce Prichard, creo que es un buen booker.

Tanto Big Show, como Ric Flair, mantuvieron conversaciones con Christian, para evitar que aceptara la lucha. Le alertaron de la locura y el sadismo de Orton. Pero el canadiense, tras pensarlo mucho, decidió aceptar. Después de seis años de retiro, ¡Christian volvía al ring!

Realmente, yo soy muy fan de Christian. Me parece un luchador con un talento enorme, y me encantaría verle enfrentarse a algunos de los luchadores que tiene hoy en en día WWE. De hecho, siempre trabajó muy bien con Orton; en su larga rivalidad de 2011, dieron muy buenas luchas. Entonces, se contó la historia de un turn-heel de Christian, que no aguantaba sus derrotas frente a Randy, y siempre pedía "One More Match". En este último programa de RAW, el Legend Killer le recuerda, precisamente, esa frase, para convencerle de tener un combate más. Y lo consigue.

Llega la lucha. Ric Flair aparece en el ring, para intentar convencer a Christian, una última vez, de su retirada. No lo logra. Suena la campana, y el Nature Boy aplica un Low Blow al Capitán Carisma. Tras eso, el canadiense queda en la posición perfecta para recibir un Punt Kick de Orton. Se acaba el combate, y llegan servicios médicos para llevarse al herido perdedor, mientras Randy le mira, le acaricia la cabeza, y le recuerda, que esta no era su guerra, que no tenía por qué estar aquí. No quería hacerlo, dice, el muy loco.

Dicho esto, ¿Christian ha vuelto, de verdad, al ring? El combate es oficial, está en cualquier base de datos de luchas, pero no ha luchado, aunque la Punt Kick es una técnica lo suficientemente peligrosa como para que WWE no permita a un hombre con problemas de médicos recibirla. Quizás esto haya sido todo para Christian, o quizás, sea el primer capítulo de su regreso, y sustituya a Edge durante los meses en los que este esté fuera, aunque es obvio que no está en la forma física adecuada para hacerlo. Quizás haya comenzado una preparación física de cara a SummerSlam.

Por ahora, parece que será Big Show el que continúe con el storyline. En el siguiente programa de Raw, apareció el gigante, enfadado por lo ocurrido con sus amigos Edge y Christian. Orton, ahora acompañado de Flair le recordó que él ya puede ser considerado una leyenda, así que es una plausible víctima potencial del Legend Killer.

Veremos en qué acaba todo esto. Hay mucho más storyline que combate, pero me gustaría ver una lucha real entre Christian y Orton antes del regreso de Edge. 

Puntuación: *

domingo, 28 de junio de 2020

Edge vs Randy Orton, The Greatest Wrestling Match Ever, WWE Backlash 2020




Hoy vamos a hablar sobre The Greatest Wrestling Match Ever, el último invento raro de WWE para ofrecer algo llamativo en estos tiempos de pandemia. Dos leyendas como Edge y Randy Orton se enfrentan en el main event de Backlash 2020. ¿Qué tipo de estipulación es esta?

Recordemos la rivalidad que existe entre estos dos hombres. Randy atacó violentamente a Edge a principios de año, y en estos meses, ha vuelto a convertirse en el Legend Killer que fuera hace más de 12 años. Edge lo derrotó en WrestleMania, en aquel Last Man Standing que resultó aburrido para muchos fans. Fue una lucha muy larga, sin reacciones de ningún tipo de público, y sin reacciones apenas de los comentarias, lo que la hizo eterna.

La rivalidad no acabó ahí. Randy Orton retó a un Wrestling Match a Edge, lo que en primera instancia sonó como algo muy raro. ¿Qué es un wrestling match? Todas las luchas en WWE son de wrestling, ¿no?

WWE eliminó hace mucho tiempo el uso de la palabra "wrestling" de su vocabulario, una de las manías de Vince McMahon, que vive prohibiendo cosas. Sabemos que la empresa ya no se llama World Wrestling Entertainment, sino que su nombre real en WWE. Detrás de esto, hay una cuestión de márketing, porque esta es una compañía que promueve combates de wrestling, pero que también produce videojuegos, aplicaciones, películas, sistemas web, revistas, libros, series, shows... hace de todo, y hablar de ella como una promotora de wrestling reduce su existencia a una disciplina deportiva que tiene muy mala imagen, imagen que se encargó de crear el propio Vince, por otro lado, por la clase de producto que desarrolló durante muchos años. 

Pero también existen motivos legales. Porque el wrestling es considerado un deporte en muchos estados americanos, y está regido por comisiones deportivas. Eliminar el término "wrestling" del producto permite enfocarlo como una ficción dramatizada en la que los combates no son sino parte del drama, de tal manera que no está regido por organizaciones gubernamentales, lo que limitaría la libertad creativa, y sancionaría ciertas prácticas.

Se supone que fue Paul Heyman el que decidió el uso de este término. Total, en estos tiempos, WWE sólo puede trabajar en Florida, y en Florida se han llevado a cabo medidas legislativas favorables a los espectáculos de wrestling. En cualquier caso, Heyman ya ha perdido todo su poder creativo, aunque no creo que eso tenga nada que ver.

Cuando Randy habló del mayor combate del wrestling, me sonó raro. Poner tanto énfasis en la palabra "wrestling", debe significar algo. Evoca técnica, grappling, shoot. Y estamos viendo esas cosas en WWE, pero en otro tipo de luchadores. Lo vemos en Bryan, en Gulak, en Thatcher y en Riddle, pero estos son Randy Orton y Edge, que son grandes luchadores, pero de otro tipo. Son contadores de historias, superestrellas, hombres que gesticulan, que levantan pasiones. Son hombres WWE. 

Ric Flair ha hablado de Randy Orton como el mejor luchador del mundo, incluso por encima de su hija, Charlotte, a la que sitúa en segundo lugar. Y puede que lo sea; creo que nadie es consciente del tamaño de su carrera a día de hoy. Es un hombre que lleva ya cerca de 20 años luchando, y que ha mantenido un nivel físico y de calidad muy alto, viéndose con los mejores de muchas generaciones, incluyendo a Undertaker, Dusty Rhodes, Hulk Hogan, Triple H, Chris Benoit, John Cena, Daniel Bryan, Aj Styles o Roman Reigns. Y aún le queda mucha cuerda. 

A Randy, pues, no le gustaron mucho las críticas hacia su lucha en Wrestlemania. Señala el valor de su energía, de su interpretación, y coincido con él en que estos elementos fueron notables en algunos segmentos de esa lucha. Creo que, con otro tipo de ambientación, hubiera resultado mucho más agradable para el espectador.

¿Es el combate entre Edge y Randy Orton "The Greatest Wrestling Match Ever"? Obviamente no, pero es muy interesante. Esta denominación no implica ningún tipo de estipulación, pero sí una manera de hacer las cosas, un canto a eso que tantas veces reclamamos desde este blog, que es la cultura luchística. En esta lucha, las acciones significan algo.

Por primera vez, WWE utiliza sonido de público falso, introducido inteligentemente en momentos concretos de la lucha que tienen un significado claro, y que lo perderían en caso de no provocar cierto tipo de reacciones. La lucha comienza con un cartelito del Madison Square Garden, y la voz del clásico anunciador Howard Finkel, fallecido hace unos meses, presentando a ambos contendientes. No es brujería; ambos llegaron a luchar cuando Finkel aún anunciaba, así que hay grabaciones de eso.

El referee, que es el veterano Charles Robinson, lleva una vestimenta clásica, y charla con los luchadores como se hiciera antaño. Todo esto, señala algo: existe la intención de rendir homenaje al wrestling clásico, pero no al de la NWA, sino al de la WWWF. Así, no vamos a tener un combate de estilo shoot, sino uno basado en el storytelling. El estilo WWE.

Tenemos unos primeros minutos de forcejeos, de headlocks y similares. Orton evita un par de agarres de Edge, humillándolo luchísticamente. El sonido de público, introducido artificialmente, apoya ese sentimiento. Orton quiere asimismo apoyar con esto su posición de wrestler superior, pero, posteriormente, recibe de su propia medicina, y no es bonito.

Tras este tipo de retos de corte muy muy clásico, la pelea continúa. Orton sangra tras un Headbutt de su oponente. Edge ejecuta buenos ataques al brazo, buscando ese nuevo finisher suyo, el Antivenom. No consigue la rendición ni con él, ni con el Crossface. Randy, por su parte, le parte la cabeza y el cuello, lanzándolo con una violencia inusitada contra todo aquello que ve. 

Ahora, esto se convierte en un repaso de la historia de la empresa. Edge y Orton utilizan los ataques de muchos luchadores históricos, pero no sólo eso, sino que también imitan varias secuencias históricas. Al menos, podemos ver referencias a los enfrentamientos entre Ric Flair y Ricky Steamboat, y entre Kurt Angle y Chris Benoit. Posiblemente hay más, pero yo no tengo una memoria tan buena. Este es de ese tipo de obras que mejoran con los revisionados, y en las que siempre se puede encontrar algo nuevo. 

Edge se acuerda de Christian, mientras que Randy se acuerda de Triple H. Rey Mysterio y The Rock también son mencionados a través de las acciones. Randy Orton miran hacia el cielo, y comienza a aplicar los Tres Amigos, en clara referencia a Eddie Guerrero. Se están divirtiendo.

Hay gente que se ha burlado de esas referencias. He visto a algunos anglosajones usar el termino "referencez", que es una forma burlesca de decir que la gente es estúpida por emocionarse al ver referencias en un combate del wrestling. Claro, si se usa un tono de burla, queda ridícula hasta la Teoría de la Relatividad de Einstein. Pero este tono no es señal sino del analfabetismo propio de los seguidores del wrestling.

Porque en absolutamente todas las disciplinas artísticas, las referencias culturales de un autor sobre aquello que ama y que le ha llevado a convertirse en un artista, son bien recibidas. Alucinamos cada vez que vemos una escena en la que Steven Spielberg honra a sus maestros, a David Lean, a Stanley Kubrick, o a John Ford. Y de eso, en el wrestling, hay muy poco, porque la mayoría de los luchadores actuales, como la mayoría de los fans, no saben mucho de wrestling. En las escuelas de lucha, les enseñan a hacer saltos mortales, y no le ponen una cinta de vídeo, no les dan charlas, no cultivan su intelecto. Por eso el wrestling actual es tan banal.

El uso de referencias culturales, en cualquier otra lucha, sería un plus. Pero aquí es tremendamente importante. Porque es The Greatest Wrestling Match Ever. Esa es la idea. No es algo que hayan introducido para lucirse, sino que es parte de la historia principal que se ha trabajado durante la rivalidad, y por la que se ha dado ese nombre al combate. Y hay otro motivo por el que esta rutina es la adecuada: porque están en el Performance Center de WWE, y el público está formado por el talento en desarrollo. Los chicos que están gritando y aplaudiendo, son los hombres y mujeres que tienen que dar forma al futuro de WWE, cuando gente como Orton y Edge ya no esté. 

Es posible que la mayoría de estos chicos no se entere de nada. Aunque griten mucho, posiblemente estén actuando, y en el fondo, piensen que ellos son mejores luchadores que Orton y que Edge, que ellos hacen mejores movimientos, mejores vuelos, cosas más espectaculares. Pero es posible que haya gente más humilde, deseosa de aprender y de hacer caso a sus mayores. Esos son los chicos con futuro en la empresa.

Llegamos a una parte final, en la que los luchadores utilizan sus principales finishers, puesto que ninguna otra cosa ha dado resultado. Ni los RKOs ni los Spears terminan tampoco con la lucha, pero, finalmente, Orton consigue una gran victoria al aplicar su antigua patada, la Punt Kick. Vuelve el Legend Killer.

Recordemos que, en algún momento, un joven Orton recibió esa denominación. Además de sus otros grandes ataques a la cabeza, el loco y sádico Orton, remataba a sus rivales con un puntapié en la cabeza que resultaba casi mortal. Lo usó en muchas ocasiones, para vencer y humillar a leyendas, y para sacar a gente de circulación. Se lo pegó a Vince McMahon, a Big Show, a Triple H, a Rob Van Dam, a Sargent Slaughter, o a Mick Foley. En los últimos años, lo ha usado poco, pero ahora que pone en su punto de mira a Edge, a Christian o a Big Show, todo vuelve al comienzo. Por eso, esta es también una gran manera de terminar la lucha.

Puntuación: ****1/2

jueves, 14 de mayo de 2020

Team Flair vs Team Hogan, WWE Crown Jewel 2019



Tras ver las dos luchas clásicas entre Hulk Hogan y Ric Flair que tenía previstas ver, ya es hora de echar un vistazo al último momento protagónico que estos dos hombres han vivido en WWE: ambos lideraron un equipo para enfrentarse en el evento Crown Jewel, a finales de 2019.

Ya hemos comentado que Crown Jewel 2019 no es el evento del siglo en términos de calidad arriba del ring. Pero se dieron muchas cosas trascendentes, que escapan al día a día de WWE, y que, por eso, le hacen pasar a la historia. Caín Velásquez y Tyson Fury debutaron, y, por fin, se dio la primera lucha profesional femenina en Arabia Saudita.  Y volvieron Hogan y Flair.

Para continuar con una rivalidad que ha existido toda la vida, directa o indirectamente. En los 80, Flair era el hombre NWA, mientras que Hulk era el hombre WWF. Representaban mejor que nadie ambos paradigmas, y portaban las correas de ambas empresas durante la mayor parte del tiempo. La rivalidad, si no era directa, era indirecta.

Llegaron los 90, y empezaron a coincidir en empresas. Primero en WWF, donde ya vimos que tuvieron varios matches en Live Shows. Entonces, se estuvo fraguando una rivalidad que no llegó a televisión, y que no culminó, aunque Ric provocó la pérdida del Campeonato Mundial de WWF por parte de Hogan, y lo acabó ganando, un par de meses después, al salir triunfante del Royal Rumble Match de 1992, en cierta medida, gracias al propio Inmortal, y sus rencillas con Sid Vicious.

Un par de años después, ambos volvieron a verse, ahora en WCW, donde, por fin, tuvieron su rivalidad definitiva, con buenos combates en Bash at the Beach 1994, y Halloween Havoc 1994. Durante los años siguientes, ya en tiempos de la NWO, volvieron a enfrentarse en ocasiones puntuales. 

WCW quebró, y ambos, acabaron volviendo a WWE. Todavía tuvieron tiempo de luchar una vez más, en un programa de RAW, con el Undisputed Championship en juego, después de que Hulk lo ganara al derrotar a Triple H en Backlash 2002. Y la cosa no acabó ahí. Cuando ambos se jubilaron tras su carrera en el ring en WWE, todavía querían seguir luchando, y ganando dinero, porque los hombres de sus perfiles, se casan muchas veces, y eso implica pagar muchas pensiones. Hulk realizó una gira de eventos luchísticos, llamada Hulkamania, por Australia, en cuyos main events, se enfrentó a Ric cada noche. Por desgracia, el proyecto fue un fracaso, y no llegó a editarse en DVD. 

En 2010, como comentamos en su día, TNA realizó su ataque final para derrotar a WWE, pasando a emitirse en directo los lunes por la noche, y para conseguirlo, firmó a muchos pesos pesados, como los dos que nos ocupan. Una vez más, se vieron las caras, aunque fuera en luchas por equipos.

El capitulo final de la eterna rivalidad entre Hogan y Flair tuvo lugar en Crown Jewel 2019. Es gracioso, porque existe la idea de que Hulk y Flair apenas se han enfrentado, que no han tenido combates importantes, o que Ric nunca ha vencido a Hulk. Ya hemos visto que esto no es así, y que han peleado cientos de veces. Ya no pueden seguir haciéndolo. Ambos, de hecho, querrían, y Hogan no deja de especular con ello, lo que resultaría una locura, si no estuviéramos en los tiempos del acuerdo con Arabia Saudita. Pero Flair ha tenido demasiados problemas de salud, y aunque hubiera querido seguir luchando después su combate de retiro frente a Shawn Michaels, y de hecho, lo hizo en TNA y Hulkamanía, tras tener un pie en la tumba un par de veces, parece que se conforma con seguir vivo, y tener apariciones como esta.

Ya comentamos en anteriores posts que las promos entre ambos estuvieron muy bien, en esos programas previos a Crown Jewel 2019. Aunque parecían amistosas, el equipo de Hulk se conformó, enteramente, por luchadores técnicos, mientras que el del Nature Boy, es un grupo de villanos odiosos. El inmortal convoca a Roman Reigns, Rusev, Ricochet, Ali y Shorty G, mientras que el 16 veces Campeón tiene junto a él a su buen amigo Randy Orton, junto con King Corbin, Bobby Lashley, Shinsuke Nakamura y Drew McIntyre.

Así, vamos a la lucha de Crown Jewel, que es una absoluta fiesta. Este público está muy feliz de tener a leyendas y luchadores aquí. En especial, los aficionados aman a Roman Reigns, y, sobre todo, Randy Orton. Y la lucha es buena, pues a WWE se le dan bien las peleas grupales.

Los rudos realizan el clásico trabajo sobre un miembro del equipo técnico, que, en este caso, es Ricochet, durante mucho tiempo, mientras la gente se va calentando de cara a un eventual Hot Tag. Este, finalmente, ocurre, para que entre a repartir hostias como panes Roman Reigns. Roman protagoniza una lucha realmente buena, y tiene una entrada muy enérgica, en la que, básicamente, se libra de todo el mundo.

Tenemos la clásica secuencia en la que los luchadores entran al ring, uno tras otro, para utilizar algún buen ataque y un careo entre Rusev y Bobby Lashley.

Es interesante comentar esto, porque no hay ninguna gran lucha entre estos dos hombres que merezca la pena comentar, y el búlgaro ya ha sido despedido. En esta época, Lashley y Rusev estaban metidos en un storyline muy llamativo, a través del cuál, se narraba la traición de Lana, mujer de  de Rusev, que le engañaba, hasta acabar casándose con Lashley. Fue una rivalidad muy larga, que levantó ampollas entre los fans, y generó mucho odio hacia Lana y Bobby, a pesar de la absoluta falta de carisma del Superman Moreno. Se suponía que todo esto llevaría hasta WrestleMania, pero, en febrero, Rusev desapareció de televisión. Debía estar enfadado por su uso, que al menos era constante y dentro de una historia, y la intoxicación de los fans desde las redes sociales no ayuda. En la ola de despidos de WWE durante la crisis del COVID-19, Rusev acabó en la calle, como todos aquellos que no tuvieran una actitud muy positiva para afrontar los duros tiempos que estaban, y de hecho, están por venir.

Roman Reigns sigue siendo el MVP de esta batalla, volando por encima de la tercera sobre todo el grupo de heels que están en ringside.  De vuelta al ring, el Big Dog recibe un RKO de Orton, pero sobrevive. Randy planea aplicar su patada asesina en la cabeza,  pero es frenado por los miembros más pequeños del grupo de los buenos. Roman aprovecha el caos para aplicar Spear, y llevarse la victoria.

Lucha muy entretenida, con un gran papel de Roman, por encima de todos. La verdad es que el rol de Hulk y Ric es prácticamente nulo, pero están ahí, animando. Algo es algo.

Puntuación: ***1/2

jueves, 16 de abril de 2020

Edge vs Randy Orton, Last Man Standing, WWE WrestleMania 36




Seguimos hablando de WrestleMania 36, el evento de WWE que fue grabado sin público y en dos noches, debido al problema, por todos conocido, de salud que somete a las naciones en 2020. Hay una cosa de la que es imprescindible hablar, y que ha quedado sepultada por lo ocurrido: el regreso de Edge a los cuadriláteros.

Como todo el mundo sabe, Edge se retiró en 2011, poco después de derrotar a Alberto Del Río en WrestleMania 27, para defender por última vez el World Heavyweight Championship. Una grave lesión le alejaba de los rings, aparentemente, de manera definitiva.

Pero el nacimiento de AEW ha tenido muchos efectos sobre WWE. Permitió a Daniel Bryan volver a luchar, y también se lo ha permitido a Edge, que tenía una oferta cerrada de la empresa de los Khan. Por supuesto, antes de un regreso, necesitaba permiso de los médicos, y todos se lo dieron. Parece ser que esa lesión se curó, y se le ve realmente en buena forma.

El regreso de Edge, es uno de esos que siempre se rumorean, y que no acabamos de creer. En SummerSlam 2019, le vimos aplicar un Spear sobre Elias, y eso nos dio una pista. Meses después, anunció que abandonaba el podcast que hacía junto a Christian. Esa fue la segunda pista. Finalmente, le vimos en Royal Rumble, y alucinamos.

Edge no ganó este Royal Rumble, pero estuvo cerca. La noche siguiente, apareció en RAW para hacer una promo, y se encontró con su viejo amigo, Randy Orton. Este le propuso reformar Rated R RKO, el tag team que alguna vez formaron. Sin que el canadiense tuviera tiempo de responder, Randy le aplicó un RKO, y, después, lo mató a sillazos, de forma psicopática, asustando y sorprendiendo al público asistente.

Durante semanas, Orton no quiso explicar por qué lo había hecho. Matt Hardy, en sus últimos días en WWE, salió a pedir explicaciones, y se llevó más de lo mismo, para así, poder hacer  su transición a AEW. Finalmente, fue la mujer de Edge, Beth Phoenix, la que se encaró con Randy.

Randy explicó que lo había hecho por ella, y por sus hijas, para devolverle a su padre. Culpó a Beth de todo, y se llevó un sopapo. Como respuesta, Orton aplicó RKO sobre Beth Phoenix.

Al fin, tras meses, Edge reapareció, curado del ataque, que no había dañado su vieja lesión, y, muy enfadado, en una promo muy sentida, retó a Randy Orton a un Last Man Standing Match en WrestleMania, que es el combate que comentamos hoy.

Ya hemos dicho que WWE llevó a cabo cosas muy distintas en este evento. Las luchas entre Undertaker y AJ Styles, y entre Cena y Bray Wyatt, son peleas muy interesantes y muy distintas a todo lo visto antes. Con respecto a la lucha entre Edge y Orton, se intenta innovar también a través de otro camino, pero creo que no funciona en igual medida.

Es un Last Man Standing, un combate en el que los luchadores recorren todo el Performance Center de WWE, peleando, brawleando, usando todos los objetos propios de cada espacio. La verdad es que en términos de ejecución, no está mal, los luchadores pelean bien, y realizan algún movimiento bueno. Lucha en los gimnasios, en los que Randy ahorca a Edge con una máquina para ejercitar los músculos, lo que recuerda a la muerte de Benoit. Y el final, encima de un autobus, está bastante bien. Edge gana, tras pegarle a su rival de la misma manera en que este le golpeó a él, con sillas.

¿Cuál es el problema? Que la lucha es enormemente aburrida. Es muy larga, dura 36 minutos, y muy silenciosa. Ya hemos dicho que no hay publico, pero es que, además, los comentaristas están muy callados. Pasan de todo, no son capaces de rellenar el tiempo con su voz, entre otras cosas, porque hay mucho tiempo en el que no pasa nada, muchos golpes, y, por tanto, muchos descansos, en los que uno o el otro están tirados en el suelo.

El caso es que esto empezaba muy rápido, y es sorprendente que acabe durando tanto, porque Randy, nada más empezar, sorprende a Edge con un RKO de la nada, gracias a que estaba disfrazado de Camera-Man. En cuanto suena la campana, aplica otro RKO. Si, después de esto, se hubieran ido al gimnasio, y hubieran acabado, directamente, sobre el bus, la lucha estaría bastante bien. Pero se hace eterna, muchos ratos aburridos en los que no pasa nada y a mí me cuesta mucho mantener la mirada sobre el combate. Extraña decisión creativa.

Puntuación: **3/4

lunes, 27 de enero de 2020

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2020



Un año más, WWE nos ofrece uno de los eventos más icónicos de cuantos ha creado en su historia. Como siempre, en 2020, hemos podido ver Royal Rumble a finales de enero, con sus respectivas battle royals de hombres, y mujeres. Si bien ninguna de las dos puede ser ajena a este blog, empezaremos por la masculina, pues es la que ha resultado más sorprendente. 

El rumor del regreso de Edge a los rings había sonado en los medios del mundillo, pero no acabábamos de creerlo. Ha resultado ser verídico.

Royal Rumble tiene lugar en un estadio de béisbol. WWE anuncia una entrada de más de 42.000 personas, lo cual me parece una pasada. Otros años, cuando se ha presentado este evento en estadios grandes, la empresa ha procurado la presencia de gente como Undertaker o Goldberg, para atraer a la gente, pero,  esta vez, ha bastado con tener 2 Royal Rumbles, que no es poco, y a Brock Lesnar en la posición número 1 de la batalla masculina.

Y por supuesto, también vende la posibilidad de presenciar grandes sorpresas. Hay algunas bastante chulas en ambos combates, pero, sobre todo, es la de Edge la que hace feliz a todo el mundo. De no haber ocurrido, quizás todas estas decenas de miles de espectadores, no hubieran quedado contentas. De todos modos, hay que decir que el público de Houston, Texas, se comporta de una manera ejemplar durante todo el evento. Es increíble que en una época no especialmente interesante en la historia de esta empresa, esta esté vendiendo más entradas para Royal Rumble que las que vendía en tiempos de la Attitude Era para Wrestlemania. Pero, es que, el Rumble siempre crea una expectación especial.

Ya sabíamos que Brock entraría en primer lugar, pues es un reto que se ha marcado. Resulta muy interesante, no sabemos qué va a pasar con él. Recordemos que es el campeón.

Empieza la batalla, y Lesnar elimina a los primeros 13 participantes que le hacen frente. La mayoría de ellos, no oponen resistencia.

El primero en caer es Elias que, exactamente igual que el año pasado, llega cantando una canción. Se traga la guitarra, faltaría más.

Esta masacre de Lesnar se hace un poco lenta, pues elimina a sus rivales muy rápido, y pasa mucho tiempo esperando. Pero hay varias cosas buenas. Kofi Kingston, que perdió su título de la WWE ante La Bestia en cuestión de segundos, llega para vengarse, y, aunque no lo consigue, aguanta un poco más que la mayoría. Se junta con Big E y Rey Mysterio, y los tres aplican su respectivo finisher al campeón. Pero este se recupera, y los elimina a todos.

Otro buen segmento lo protagoniza Shelton Benjamin. En condiciones normales, no participaría en esta batalla, pero es la única persona en el roster a la que se puede denominar "amiga" de Brock. Este, ya un poco agotado, lo abraza, e imposta una alianza que acaba con el exmiembro de la Suzuki Gun fuera del ring.

La cosa se complica para Lesnar, cuando llega Keith Lee, un tipo tan grande y fuerte como él. Las dos moles chocan, sin que ninguno se imponga. Después, llega otro bicho, Braun Strowman. Por suerte para Lesnar, sus dos rivales deciden luchar entre sí, lo que le permite aprovechar la ocasión, y expulsarlos.

Keith Lee tiene un buen recibimiento. Mientras que el Rumble femenino está lleno de chicas de NXT, en el masculino sólo participan Lee y Riddle. Este último, que parece tener algún tipo de altercado legítimo en Backstage con Lesnar, no hace prácticamente nada, quizás como castigo por el incidente.

Presenciamos la participación de una antigua estrella, el gran MVP, un personaje realmente divertido, que ha tenido una buena carrera fuera de WWE, pero no ha tenido la oportunidad de aprovechar el talento con el micro que tiene. Lesnar lo derrota rápidamente, pero es bueno verle.

Con los dos monstruos fuera, Lesnar se ve ganador. Ya ha expulsado a 13. Llega Ricochet, que también quiere vengarse de él, por un golpe bajo recibido en un programa de Raw. Tras el luchador aéreo, aparece el gran Drew McIntyre, quién, sin abandonar su personaje de psicópata, parece estar virando, poco a poco, al lado de la luz. Aprovecha la venganza de Ricochet, que golpea a Lesnar con un Low Blow por detrás, para aplicar su Claymore, y elimina a Lesnar. El público se vuelve loco.

Durante minutos, Drew mira a un Lesnar caído. Parece que ya tenemos main event para WrestleMania, y parece que WWE está haciendo correctamente con McIntyre lo que no supo hacer con Reigns o Strowman. Está forjando una gran estrella poco a poco, sin forzarlo ni impostarlo. Mientras observa al rey caído, el escocés elimina a Ricochet y The Miz como si no valieran nada.

Sin Lesnar, hay espacio para que el ring se llene un poco, pero nunca llega a haber demasiados hombres. Con el número 21, llega Edge, para sorpresa increíble de todo el mundo, y comienza a aplicar Spears.

Edge elimina a AJ Styles, en lo que parece un error. AJ parece lesionarse el brazo, y por eso se suelta. De esta manera, se estropea la historia que se pretendía contar entre Randy Orton, posiblemente con la colaboración de Edge, y The Original Club.

Porque Orton llega poco después, y hace buenas migas con su antiguo amigo de Rated RKO. Entre los dos, eliminan a Anderson y Gallows. Llegan Reigns, Owens y Joe, mientras que el número 30 es para Seth Rollins, quien viene acompañado de los chicos de su nuevo stable.

Rollins y sus chicos la lían, y expulsan a Owens, Joe y Aleister Black, pero estos se revelan contra los acólitos de El Mesías. Este se queda sólo frente a Orton, Drew, Edge y Reigns, así que se va a la calle pronto.

Los Rated RKO parecen aliarse, aunque Randy hace un gesto de intentar traicionar al canadiense. Este le pilla, por lo que hace un The Viper parece decir algo como "Era bromita", que produce risas entre el público. Edge elimina a Orton.

Quedan Reigns, Edge y Drew. Es una buena final, porque cualquiera sería un ganador lógico. Tras mucha lucha, Roman elimina a Edge, y los fantasmas de los pitos del pasado reviven. WWE no aprende. No obstante, Drew lo derrota, y la gente se vuelve loca. Tenemos nueva estrella.

No está mal la batalla. Tiene varias fases aburridas, y otras de narrativa buena.

Puntuación: ***1/2

viernes, 3 de enero de 2020

Team Smackdown vs Team NXT vs Team RAW, WWE Survivor Series 2019




Seguimos hablando sobre Survivor Series 2019. Después de ver la lucha de equipos femeninos, le echamos un vistazo a la que disputan los hombres. Una vez más, tenemos un combate a tres bandas: El equipo rojo de RAW se enfrenta al equipo azul de Smackdown, y al equipo amarillo de NXT.

El equipo de RAW parece bastante fuerte, y está formado por Kevin Owens, Seth Rollins, Randy Orton, Ricochet y Drew McIntyre. El de Smackdown, tiene tres miembros muy potentes, y dos chicos jóvenes a los que, al menos esa semana, se les quería dar un push: Roman Reigns, Baron Corbin, Braun Strowman, Ali y Shorty G, que es Chad Gable, al que han cambiado el personaje.

Como la de mujeres, es una lucha llena de storytelling, y mezclas interesantes entre hombres del main roster y los de NXT. La gente empieza apoyando a Walter, y creo que nadie en WWE esperaba eso, porque es el primero en caer, para decepción de todos. Creo que todas las eliminaciones decepcionan bastante al público, lo que dice mucho del nivel de los batallantes. En cualquier caso, la lucha es buena, y el bloque final es de infarto.

Comienzan luchando los tres hombres más poderosos, Braun, Walter y McIntyre. Walter y el escocés se enfrentan, pegándose unos golpes realmente potentes, después de atacar juntos al de Smackdown. Pero, cuando el austríaco está despistado, se traga la patada de Drew, y la cuenta llega a tres. Es un poco chocante.

Baron Corbin aplaude al público, consciente del odio que va a generar. Es un muy buen heel. La lucha continúa con ataques de todo tipo, y con lucimiento por parte de los luchadores aéreos. Hay muchas cosas interesantes: Braun Strowman da la vuelta al ring, empujando a todos los rivales. Da una segunda vuelta, tan sólo para chocar con otro bicho enorme, Keith Lee. Este golpe lo aprovecha de nuevo McIntyre para aplicarle su patada, de tal manera que la cuenta llega a 10. Otro eliminado.

Baron Corbin sigue dando mucho juego. Discute con su compañero, Ali, y eso provoca su eliminación. Roman Reigns no puede soportarlo más, y acaba pegándole un Super Man Punch, así que Corbin acaba fuera.

Randy Orton también tiene un buen momento, colocando, una vez más, al RKO como un ataque poderoso e infartante. Aunque cae derrotado por un paquetito de Riddle, le aplica un RKO a él, y a Damien Priest, que provoca asimismo la eliminación de ambos. Resulta mortal.

Así siguen las cosas. Roman queda como último superviviente de Smackdown, mientras que Rollins es el superviviente de RAW. Ambos se unen, reviviendo a The Shield, para enfrentarse a los dos miembros restantes de NXT, Lee y Ciampa. Están a punto de usar la Triple Power Bomb, obviamente, sin Ambrose, pero no llega a suceder. 

Se suceden, ahora, los combates singulares, de gran nivel de acción. Gracias a Reigns, Rollins consigue derrotar a Tommaso. Keith se lanza a por ambos y, de hecho, consigue derrotar a Seth, pero, tras varios nearfalls, cae ante Reigns.

No está mal la cosa. Storytelling y buenos momentos de acción. Buena lucha.

Puntuación: ***3/4