En los últimos días, hemos conocido el final de operaciones de una promotora de lucha de origen inglés: Defiant Wrestling. Una auténtica pena.
Defiant Wrestling nació en 2016, como What Culture Pro Wrestling. Se trataba de un proyecto que formaba parte de What Culture ltd, y que se llevó a cabo gracias a la creciente popularidad de la web
Whatculture.com, con gran contenido relacionado con el wrestling, y, sobre todo, de su
canal de Youtube especializado en ese deporte.
La promotora de wrestling del grupo tuvo mucho éxito en sus primeros años de existencia, pero ha ido cayendo en picado, lo que le lleva a cerrar ahora, teniendo su último show en verano de 2019. ¿Qué ha ocurrido en tan sólo tres años?
En 2016, había un verdadero boom en el wrestling independiente del Reino Unido, y esto lo quiso aprovechar ITV para relanzar su clásico programa World of Sport. A su vez, la introducción de una gran cadena de televisión de ámbito nacional en el juego, llamó la atención de WWE, que no pudo permitir que nadie sino ella se aprovechara del interés por el wrestling que existía. Así, acabó fundando NXT UK, un proyecto con el que tiene bajo control a buena parte de los principales luchadores del ámbito independiente inglés.
Asimismo, en 2016, había un montón de leyendas y de grandes luchadores independientes que estaban disponibles, y con los que hoy en día no se puede contar. Además de todos los luchadores burtánicos y europeos que han acabado en NXT UK, NJPW firmó contratos exclusivos con Will Ospreay y Zack Sabre Jr, los dos luchadores ingleses más importantes, y ahora, limita mucho sus apariciones, sobre todo, por temas de agenda. Y, en general, hace unos años había una serie de luchadores que estaban muy activos en territorios británicos, y que ahora están fuera de juego, gente como Kurt Angle, AJ Styles, Rey Mysterio, Alberto Del Río, Cody Rhodes, Los Hardy, Los Young Bucks, Los Dudleys, Marty Scurll y el Bullet Club, Walter, Kyle O'Really, Drew Galloway, Ricochet... La gente que llenaba las arenas.
WCPW llegó a llenar una arena con 2500 personas, para ver un combate entre Cody y Kurt Angle. Y, en 2017, organizó una World Cup que supone una conjunción de estrellas de todo el mundo que pocas veces se han juntado en toda la historia. Pero la mano de Vince McMahon es alargada.
Creo que no nos hemos fijado lo suficientemente bien en la cantidad de luchadores que WWE ha firmado en los últimos años, y en la calidad de los mismos. Ha dejado el mercado exhausto, y lo que ha dejado, se lo han quedado AEW, ROH/NJPW, o, en última instancia, Impact Wrestling. Y lo vimos claramente cuando, el otro día, hablábamos de
EVOLVE en su décimo aniversario. Por supuesto que empresas como esa volverán a crear grandes estrellas independientes desde cero, pero tendrán que sobrevivir hasta entonces, y las entradas no son iguales que antes. Defiant no va a poder mantener su negocio.
WWE no es la única empresa que ha dañado a las promotoras independientes. En 2017, saltó la noticia de que Youtube prohibía la monetización de los vídeos que tuvieran contenido relacionado con el wrestling. Realmente, no se ha vuelto a decir nada sobre el tema, así que no sé en qué quedó la cosa. Pero es cierto que esa fuente de ingresos era importante para muchos espectáculos, así que supongo que se solucionaría ese tema, en parte, al menos.
A finales de 2017, WCPW cambió su nombre por Defiant Wrestling, con la idea de tener una imagen nueva, y desconectarse del concepto de empresa de Youtube que tenía hasta entonces. El efecto fue el contrario, la gente se olvidó, y sus carteleras, protagonizadas ahora principalmente por gente de la casa como Joe Hendry o Martin Kirby, no han recibido el interés suficiente, lo que provoca el cese de actividad.
Vamos a ver un par de luchas de esta promotora, para despedirla, y para celebrar su breve pero llamativo paso por esta industria. Una de las cosas que quería ver es la final de esa World Cup, a la que llegaron Will Ospreay y Kushida.
Este torneo se separó en varios bloques: uno inglés, uno escocés, uno japonés, uno americano, uno mexicano, uno canadiense, uno alemán, y otro para el resto del mundo. Gente de mucho nombre y de muchos contextos distintos estuvieron presentes, incluyendo a buena parte de la división Junior Heavyweight de New Japan Pro Wrestling. Finalmente, dos rivales de toda la vida, Ospreay y Kushida, se vieron las caras en la final.
Una final que no está nada mal. El inglés ataca con múltiples movimientos aéreos, mientras que el japonés intenta hacerle rendir con llaves a los brazos. Ambos tienen sus momentos de dominio dentro de sus respectivas disciplinas, pero esta lucha, aunque tiene un estilo similar al que muestran estos dos luchadores habitualmente en NJPW, tiene una gran diferencia, y es que el público está con Ospreay a muerte. Es el héroe local.
En un momento dado del enfrentamiento, el referee queda convenientemente KO, lo que es aprovechado por la novia de Will, que llega para aprovechar lo ocurrido, y atacar a Kushida con una de sus correas de campeón. Will se niega a participar de ello, y la expulsa, con lo que se gana la veneración de los aficionados, pero Kushida intenta también aprovechar la ocasión en su beneficio, pateando la mano de su rival, e intentando colocar un Hoverboard Lock. No consigue hacer rendir al inglés, pero sí que consigue que la preferencia del público se vuelque de un lado definitivamente.
La lucha sube de nivel. Hay muchos golpes directos, patadas a la cabeza, y pisotones por parte de ambos. Ospreay se pone muy por delante, con un buen aluvión de sus movidas favoritas, pero se ve sorprendido por el Small Package Driver del japonés, que le da la victoria a este, en la lucha y en el torneo. Hay manos en la cabeza entre el público porque, aunque se reconoce el buen trabajo de Kushida, se esperaba la victoria de Will.
Puntuación: ***1/2