WWE comienza el año con un Takeover especial en el Reino Unido, tal y como hizo en 2018. La cuarta marca de la empresa, NXT UK, vuelve a Blackpool.
Hay una lucha que ha gustado mucho a la gente, en este evento, que es la que mantienen Tyler Bate y Jordan Devlin. Tengo que verla de cara al próximo post, aunque me da pereza, porque tiene pinta de ser la típica lucha sobredimensionada de NXT. Creo que me da mucha pereza casi cualquier cosa de NXT.
La lucha que comentamos hoy es el main event de la velada, la lucha por el WWE United Kingdom Championship entre Walter y Joe Coffey. Por los protagonistas, no suena mal, aunque es también demasiado larga. Dura casi 30 minutos, un tiempo que en la WWE clásica jamás le daría a nada que no fuera una lucha entre grandes estrellas. Triple H se la da a todos los main events. Todo sea por impresionar a Meltzer.
La lucha es buena. Me da miedo que Walter se convierta en otro spotero, pero aquí lucha realmente bien. Pega unos mamporrazos enormes. Todos sus golpes duelen, ya sean chops, patadas, o STFs. Y todos tienen sentido, si lo que uno quiere es ganar a base de dormilonas.
Coffey tampoco es mal luchador, y también tiene sus momentos. Tenemos un clásico segmento de referee KO, tras unas patadas de canguro del austríaco bastante poderosas, en el que ambos aplican ataques que deberían ser definitivos, y en el que participan los miembros de sus respectivos estables (Imperium y Gallus). Tras esto, que es introducido, probablemente, para conseguir aumentar el tiempo y la épica de la lucha, vuelve el dominio de Walter, que, con ataques devastadores, consigue hacer rendir a su rival, a través de una Sleeper que más bien parece un Crossface. Queda genial que Walter gane con una llave que no es su finisher, pero tiene sentido, teniendo en cuenta los ataques frontales que ha recibido su rival.
Buena lucha. Irónicamente, con 10 minutos menos, sería un MOTYC.
Tras el combate, Walter es atacado por Undisputed Era. Parece ser que habrá una rivalidad entre stables.
Puntuación: ***3/4