Hace unos días tuvo lugar el evento Royal Rumble 2024, un PPV que vi en directo, después de mucho tiempo sin hacerlo. Antes de hablar de él, voy a hacerlo acerca de una de esas battle royals que suelo ver durante los días previos: enero es el mes de las batallas reales. Vamos rápido con eso para comenzar con lo que de verdad importa.
He visto la Battle Royal de Battlebowl 1993. No era mi intención, mas me saltó en Youtube y no me quedó otra opción. En fin; como sabe el lector, Royal Rumble es uno de los inventos que mejor han funcionado en la industria del wrestling, y por eso todo el mundo ha intentado imitarlo. Se han creado muchos tipos de batalla real, pero ninguna ha llegado a ese nivel de impacto, entre otras cosas porque el Rumble forma parte del camino a WrestleMania; y supone un momento de narrativa deportiva verdaderamente trascendente. El lector recordará la World War III de WCW, que también parecía interesante, pero que tan sólo sobrevivió tres años: entre el 95 y el 97. WWE tiene los derechos del concepto, y aun así, no lo ha puesto en práctica, porque, a la hora de la verdad, resultaba muy aburrido, más allá de que el nombre, pasado el 11S, resultó tabú. Pero, antes de inventar World War III, WCW lo intentó con Battlebowl.
El concepto se inventó para Starrcade 91 y Starrcade 92, y luego tuvo un evento propio en 1993. Consiste en una serie de luchas en parejas, cuyos ganadores se enfrentan en una battle royal individual final. Es este un concepto cuya última iteración se dio en Slamboree 1996. Si se fija el lector, es algo parecido a los torneos cibernéticos del Consejo Mundial de Lucha Libre, pero al revés.
Comentemos la edición de 1993, que ocurrió en el único evento de pago por visión de la historia que recibió el nombre del tipo de batalla: Battlebowl. Es, esa, una época en la que en WCW había buenas rivalidades y buenas batallas, y en ese "todos contra todos" están algunos de los grandes protagonistas de las mismas: Cactus Jack, Steve Austin, Sting, Vader, Dustin Rhodes, Rick Rude, Ric Flair... buen ganado.
En las batallas previas, Vader y Cactus Jack habían vencido a Charlie Norris y Kane; Brian Knobbs y Johnny B. Badd habían vencido a Erik Watts y Paul Roma; The Shockmaster y Paul Orndorff habían vencido a Ricky Steamboat y Steven Regal; King Kong y Dustin Rhodes habían derrotado a The Equalizer y Awesome Kong; Sting y Jerry Sags habían vencido a Ron Simmons y Keith Cole; Ric Flair y Steve Austin habían derrotado a 2 Cold Scorpio y Maxx Payne; Rick Rude y Shanghi Pierce habían eliminado a Tex Slazenger y Marcus Bagwell; y Road Warrior Hawk y Rip Rogers habían vencido a Davey Boy Smith y Kole. Como decía, todos esos ganadores, que como deducirá el lector, forman lo que también en México llaman "parejas increíbles", se clasifican para participar en la battle royal final. Sólo lamento la derrota de Ricky Steamboat... ¿quién preferiría tener al Shockmaster en la batalla en lugar de a él?
El Shockmaster es un tipo del que hablamos hace unos días al comentar el Royal Rumble 1991. Se trata del luchador que en WWE era conocido como Tugboat, que luego traicionó a Hulk Hogan para convertirse en Typhoon y formar parte de Natural Disasters. Su nombre es Fred Ottman y en WCW protagonizó uno de los momentos más ridículos de la historia. De cara al evento Fallbrawl 1993, Sting, Davey Boy Smith y Dustin Rhodes buscaban un compañero para confrontar a Sid, Vader y los Harlem Heat. Sting anunció que la identidad de su nuevo compañero sería un gran shock para el mundo, y así apareció por primera vez el Shockmaster. Ottman, con un casco de soldado imperial de Star Wars comprado en los chinos, surgió rompiendo la pared; tropezó con los restos y se calló. Su casco rodó, dejando ver su cabeza. Así, una gran entrada que debía haber causado impacto lo creó en términos de vergüenza ajena. No duró mucho, después de esa estupidez, en la empresa, aunque sí llegó a participar en la batalla anunciada, así como en esta que comentamos hoy.
La lucha es una batalla bastante normal, que cobra interés en su parte final. Hasta entonces no es gran cosa. Ric Flair, que había tenido que hacer equipo con Austin, pelea con él en ringside. Obviamente aún no es la estrella, Steve, que sería en WWE, pero ya vemos que no es un piernas: es un rudo muy odioso (y muy rubio). Lo que tiene de especial esta Battle Royal es que la rampa llega hasta el ring, y que caer sobre ella no se considera eliminación. La rampa es parte del ring.
Vader destroza a Foley, lanzándolo fuera con un clothesline. Dustin hace lo propio con Mr. Wonderful, en cuyo canal de Youtube se ha subido esta pelea; y asimismo son eliminados los dos obesos que estaban peleando entre sí: Shockmaster y King Kong, también conocido como Krusher Kong, que formaba parte de The Colossal Kongs. Su compañero era Awesome Kong, eliminado por él en la ronda previa, y al que no hay que confundir con la ex-campeona de TNA. Así continúa la batalla, con pocas cosas que destacar por ahora.
Dustin, al que después conoceríamos como Goldust, está en modo héroe. Austin le parte la cabeza; sangra sin parar y no obstante, elimina a los Nasty Boys. Mas cuando lo hace, el futuro Stone Cold lo echa fuera del ring. Asimismo son eliminados Rude y Hawk. Esto se despeja. Quedan arriba Sting, Rick Flair, Vader y Austin. Casi nada.
Entonces, entra en acción Harley Race, mánager de Vader y antiguo rival de Flair. Ataca a este, y recibe un Suplex en la rampa, mas Vader lo aprovecha para golpear al Nature Boy, y romperle algo. Este grita desesperado. A finales de año, Flair y Vader se enfrentarían en Starrcade 93, en una lucha que ya hemos comentado en el blog, pero ahora el padre de Charlotte se tiene que ir en camilla, mientras Vader, Race y Austin le hacen Bullying.
Sting se queda solo con los dos rudos. Estos le atacan sin parar, mientras él reacciona de vez en cuando con grandes spots que levantan al público. En uno de estos movimientos, consigue proyectar a Austin hacia la rampa, y este rueda como una croqueta hasta ser eliminado. No queda muy realista, pero es un error posible tanto fuera de la ficción como dentro de ella. Sting, ahora, se enfrenta al gigante en solitario, y consigue dominarlo después de mucho sufrimiento. Lo coloca en la esquina para aplicarle un Sting Splash, pero el rudo se quita a tiempo y Sting rebota contra las cuerdas, cayendo fuera. Victoria para Vader, que, además, era campeón del mundo.
Battle Royal normal y aburrida que se anima mucho en la parte final gracias al nivel de los participantes, que se encuentran entre los mejores de la empresa, y casi de la historia.
Puntuación: ***1/4
sábado, 3 de febrero de 2024
Battle Royal, WCW Battlebowl 1993
domingo, 9 de abril de 2023
Shawn Michaels y Steve Austin vs Owen Hart y The British Bulldog, WWF Raw 26/05/1997
Especial 25 y 30 Aniversario Monday Night Raw
Continuamos con el listado de luchas que estamos analizando para celebrar el 30 aniversario del Show Monday Night Raw, el más duradero de la historia del wrestling americano en términos nacionales. Para tal fin, hoy ha resultado menester mirar un programa de 1997, que incluye cosas muy propias de la época, como el patrocinio de la videoconsola Sega Saturn, o la venta por teléfono de merchandising veraniego: pistolas de agua y sillones hinchables con el logo del PPV King of the Ring; productos que hoy en día se pueden adquirir en cualquier chino (salvo por el logo, que entiendo que es el valor añadido). Por desgracia, en la versión editada para WWE Network, la empresa ha tapado los números de teléfono, advirtiendo de que no están disponibles desde hace 25 años. Una lástima...
Es mayo del 97. Durante WrestleMania 13, Ocurrió un doble turn: Steve Austin se pasó al lado de los buenos, y Bret Hart al de los malos. Entonces, resurgió la Hart Fundation, más potente que en cualquiera de sus anteriores o posteriores versiones. Bret se unió a su hermano Owen, a Jim Neidhart, al British Bulldog y a Brian Pillman para poner en jaque a todos los héroes de WWE. La vanguardia de la resistencia estaba encabezada por Austin y por Shawn Michaels.
Estos dos luchadores, como sabe el lector, protagonizarían el main event del siguiente WrestleMania, casi un año después. Muchas cosas pasarían entre los dos sucesos: El Montreal Screwjob, la marcha de Bret a WCW, el paso a rudo de Shawn y la formación de D-Generation X. Por ahora, Los héroes de WWF intentan hacer frente a la amenaza canadiense, mas con grandes tensiones. En el programa de mayo del 97, que si bien claramente por detrás en audiencias de WCW, muestra ya en acción a la generación que daría la vuelta a la tortilla (Austin, The Rock, Triple H, Undertaker, Ken Shamrock, etc), la rivalidad frente a la agrupación de rudos se lleva la mayor parte del protagonismo. El comienzo del programa presenta un enfrentamiento entre los Road Warriors y la pareja formada por Pillman y Neidhart. Esta lucha termina precipitadamente por la interferencia del resto del stable, contando con el auxilio de Shawn y Austin, quienes, no obstante, acaban peleando entre sí después de un error. Ambos se enfrentarían posteriormente a Owen y Davey Boy Smith para intentar ganar los World Tag Team Championships, así que, durante el show, se suceden los encontronazos entre ambos, y los ataques de Hart y compañía. Así llega la lucha.
Se trata de un tag team clásico de buenos contra malos. WWE los ha hecho de la misma manera durante 50 años. Los buenos son mejores, pero en algún momento, son superados por los malos, producto de alguna trampa. En este caso, mientras los dos héroes dominan, los tres miembros restantes de la Hart fundation observan, intimidantes, desde la rampa. Así, cuando Smith y Hart se unen para pegar a Austin en ringside, tanto el referee, de nuevo Hebner, como Shawn, están distraídos por el acercamiento del resto del stable.
No tarda mucho en llegar el hot tag para que Michaels vuele con patadas voladoras, para alegría del público. Su exceso de impulso juega en su contra, pues el poderoso Bulldog lo agarra con Militar Press para lanzarlo sobre las cuerdas. Owen aprovecha para golpearle ilegalmente de nuevo en ringside, y así comienza la nueva pieza de dominio rudo. Hay que señalar la falta de rigor con respecto a las reglas tag team: los rudos se intercambian cuando quieren, sin que el referee diga nada. En fin, utilizan la estupidez de Hebner como quieren, mientras el público se indigna. Un clásico de la escuela WWE.
Todos los actores interpretan este teatrillo a la perfección. Carece por completo de originalidad, pero son las bases del negocio. Llega el Hot Tag para Austin, que barre la casa, y en una muestra de justicia poética, cuando Hebner no mira, Shawn le pega una Sweet Chin Music a Smith para que Austin le cubra y se lleve la victoria. Cambio titular; da la sensación de que el combate es cortado cuando se ponía en lo mejor, pero está bien.
Tras la lucha, Hart Fundation ataca a HBK, mientras Austin se va directo a por Bret, que está lesionado, para golpear su malograda pierna. El programa terminará con las locuras de Undertaker y Paul Bearer, pero esa es otra historia.
Como digo, la lucha es una muestra clásica del modo en el que WWE desarrolla sus combates Tag Team. El final resulta un poco apresurado, pero irónico con respecto al funcionamiento del match, y es gracioso. En cualquier caso, y a pesar de esa estructura básica, los cuatro luchadores interpretan su rol a la perfección.
Puntuación: ***1/2
viernes, 7 de octubre de 2022
Triple H vs Steve Austin, Three Stages of Hell, WWF No Way Out 2001
Especial retiro y ascenso de Triple H
Comentamos otra lucha de Triple H, para lamentar su retiro y celebrar su ascenso creativo en WWE. En el post anterior, hablamos de un combate suyo propio del año 2001, en el que hacía equipo con Steve Austin para enfrentarse a Chris Jericho y Chris Benoit. Eso ocurrió después de que Austin se pasara al bando rudo en WrestleMania 17 y se aliara con la familia McMahon. Pero, hasta entonces, había sido un chico bueno, y había tenido una rivalidad frente al propio Hunter que se remonta a mediados del 99. Charlaremos hoy sobre la lucha definitiva que tuvieron en No Way Out 2001, una lucha que a mí me encanta.
Estos hombres tuvieron un feudo realmente loco, muy propio de la Era Attitude. Se atropellaron, destruyeron coches con grúas... Vamos, las cosas que ocurren en un universo alternativo en que las leyes no existen. Por desgracia, Steve se lesionó, así que sus problemas con Hunter se aplazaron. Mientras tanto, durante el año 2000, el narigón estuvo metido en rivalidades increíbles frente a gente como The Rock o Cactus Jack, gracias a las cuales, se convirtió definitivamente de una grandísima estrella. Si alguien duda sobre lo bueno que es, debería mirarse esta etapa de su carrera.
Como todo el mundo sabe, Stone Cold había sufrido una dolorosa lesión en el cuello años antes, después de recibir un mal Piledriver en un combate frente a Owen Hart. Necesitaba cirugía, así que se utilizaron las estrafalarias escenas de su rivalidad frente a Triple H para justificar su desaparición. Él mismo ha calificado esto como "la peor storyline de la historia". En esa época se crearon muchas candidatas a tal posición.
Durante su ausencia, estuvo involucrado en la historia que se creó entre Hunter y The Rock. Nunca se olvidó de su rival. Cuando al fin pudo volver a subirse a un ring, a partir de otoño, volvió a enfrentarse a él, e incluso se vieron las caras dentro del clásico y único Six Men Hell in a Cell Match. Finalmente, y tras la victoria en el Royal Rumble Match 2001 de Austin, ambos luchadores tuvieron su match definitico en No Way Out, en un Three Stage of Hell Match, una lucha de tres caídas en la que cada caída tiene una estipulación.
Me gusta la manera en la que desarrolla este tipo de combates WWE. Son muy estratégicos. Sin embargo, en este caso no es así. Las caídas no sirven a una estrategia común, sino que son tan duras, largas y batalladas como combates individuales. Todas son geniales.
La primera caída es un wrestling match, o sea, un Singles Match de toda la vida. Un combate normal. No hay espera, Austin salta al ring como una bestia a por si rival, y comienza a golpearle. Pero si el fan espera que sea una caída rápida, se llevará un chasco. Esta primera caída es, por sí sola, un muy buen combate; largo y batallado.
Austin comienza atacando el brazo de su oponente. Aplica buenos golpes y estiramientos sobre la extremidad superior de Hunter. Sin embargo, después de un fallo, es el actual directivo de WWE el que toma la ventaja, aplicando todo tipo de neckbreakers sobre el ídolo. Las lesiones de este en la pierna y en el cuello le dan grandes argumentos al rudo para atacar, y este los comprende y ejecuta. Austin vende el dolor en su cuello de manera genial, de igual manera que haría Bryan 20 años después, tras su problemas de conmociones, y asimismo queda cojo en base al notable trabajo de HHH sobre su pierna.
Tiple H alcanza la Figura 4 sobre su rival, pero este consigue darle la vuelta. También aplica geniales estiramientos sobre su rodilla, pero Austin, tras sufrirlos, le pega pisotones en la cara. Esta caída no va a acabar tan fácilmente. Triple H lleva las de ganar, pero después de una discusión con el referee (Hebner), salta y aterriza en una Stunner. La primera caída es para Stone Cold.
La segunda es un Street Fight Match, y para hacerle honor, nada más comenzar, Steve saca fuera del ring a Hunter y le aplica un Suplex sobre el metal de la rampa. Cada caída se ejecuta según la tradición de su campo. En un street Figth, al menos en esa época, debía haber violencia y sangre.
Austin le parte la cabeza a su oponente pegándole con uno de los televisores de los comentaristas en plena cabeza. Aún no existían las tablets; se usaban los tubos de rayos catódicos. Y tampoco existían los estudios sobre los problemas a largo plazo derivados de las conmociones cerebrales, y por eso los luchadores se podían destrozar con teles y sillas, como así hacen.
Los luchadores empiezan a sangrar tras el uso de un palo de alambres, que el público recibe con gritos de "Foley, Foley". Triple H intenta aplicar un Pedegree sobre una de las mesas de comentaristas, pero es proyectado, volando, sobre la otra, pegándose un golpe no poco peligroso. Vuela más de dos metros, y la mesa no le amortigua nada, porque está hecha para romperse fácilmente.
En el ring, Hunter pega a su rival con la campana, y comienza a atacarle con neckbrakers sobre sillas. Retoma su estrategia original, y funciona: le va a destrozar su ya sangrante cabeza. Cuando va a buscar un Pedegree, Steve vuelve a proyectarlo, en este caso fuera del ring. Aunque esto sea al mejor de tres caídas, los luchadores pelean en cada una de ellas como si fuera la última. El sillazo que le mete el calvo al güero es loco, y lo hace justo antes de empezar a usar los escalones metálicos. Ahora Hunter saca un Sledgehammer, que como vimos hace poco al comentar las luchas entre Cody y Rollins de 2022, sigue muy vigente. Cuando los luchadores vuelven al ring, Hunter consigue huir de un nuevo Stunner, para pegar a Austin con el martillo. Con un Pedegree, acaba la caída. Al fin, baja la jaula, porque la tercera caída es un Steel Cage Match.
Al que los luchadores llegan exhaustos, por el cansancio, el dolor y la pérdida de sangre. Utilizan el metal para herirse mutuamente, e intentan escapar en alguna ocasión. En cada caída, repito, se ciñen a las reglas que la rigen.
Hunter tortura a Austin con el palo de alambres, pero tras un sillazo, recibe un pago proporcional. Caen los golpes con la jaula, caen los finishers, pero esta epopeya no finaliza. La igualdad es absoluta. Finalmente, ambos se pegan con palos al mismo tiempo, y se desploman. Hunter cae encima de Austin, lo que lleva a Hebner a realizar la cuenta a su favor. Legalmente ha ganado Triple H, si bien su victoria ha sido circunstancial. Como sabemos, lo próximo que veremos de ellos es la formación del equipo Two-Man Power Trip.
Hace tiempo que no doy cinco estrellas a una lucha, pero me veo en la obligación de hacerlo con esta. No es de extrañar que WCW no pudiera rivalizar con este tipo de producto; con esta manera de terminar grandes historias con grandes batallas. Vale la pena ver los programas de wrestling si conducen a esto.
Puntuación: *****
domingo, 25 de septiembre de 2022
Triple H y Steve Austin vs Chris Jericho y Chris Benoit, WWF Raw 21/05/2001
Especial retiro y ascenso de Triple H
Especial 25 Aniversario de Monday Night Raw
En los últimos meses, Triple H se ha visto obligado a dejar el wrestling en activo por motivos de salud, y ese ya es motivo más que suficiente para dedicar dos luchas en el blog a su figura. También hay que tener en cuenta su ascenso en la jerarquía de WWE tras la salida de Vince McMahon. Trataremos ambas cosas en estos posts.
Me pareció una pena observar el retiro de Triple H en la pasada edición de WrestleMania. De hecho, lo hizo oficial unos días antes, en una aparición en el programa First Take, pero fue entonces, en la segunda noche de la edición número 38 del evento más grande, cuando dejó sus botas en el ring. Aunque no dijo nada, se entendió perfectamente el gesto. Es cierto que Undertaker hizo en su día algo similar y, no obstante, volvió a luchar, pero los motivos de Hunter parecen más evidentes: sus problemas de corazón. Y es que, aunque yo no me enteré de la situación porque en ese momento no prestaba mucha atención al wrestling, Paul Levesque sufrió problemas en su corazón en septiembre de 2021, producto de una enfermedad de carácter genético, y tuvo que ser sometido a cirugía. Según reveló Meltzer un par de meses después, esos problemas de salud son tremendamente graves, y por eso Hunter, que poco antes había cumplido 25 años en WWE, decidió no volver a luchar. Una pena, digo, porque parece ser que WWE planeaba que volviera al ring, precisamente, en WrestleMania 38, para enfrentarse a Gable Steveson, sin bien el debut de este no acaba de ocurrir.
Durante 2021, se había llegado a especular sobre su intención de montar su propia empresa de wrestling. Fue el encargado de llevar a Nxt a la televisión por cable, y sin embargo, fue totalmente desautorizado por Vince, que cambió por completo el producto que en primera instancia había desarrollado Hunter, y expulsado de la empresa a los luchadores que él había impulsado. Es cierto que Hunter tiene mucho dinero, pero no el suficiente como para montar una empresa main stream. No hará falta que lo haga porque, debido a los cambios ocurridos en WWE en los últimos meses, ahora tiene poder para hacer lo que quiera en la promotora más importante que existe, y eso es más de lo que podría haber esperado. Quizás no sea casualidad: Vince cosechó demasiados enemigos dentro de su junta, sobre todo en el último par de años, y eso no es bueno cuando tienes cosas que ocultar. Mantén cerca a tus enemigos.
Ahora, Triple H tiene el poder creativo de WWE. En julio de 2022, fue nombrado vicepresidente ejecutivo para relación con el talento, sustituyendo al infame John Laurinaitis, y tres días después, tras el retiro voluntario de Vince McMahon, fue nombrado director del área creativa de WWE. En septiembre de 2022, y continuando con los cambios que no paran de suceder en las oficinas de WWE, fue ascendido al puesto de Chief Content Creator, que es el mayor puesto ejecutivo en términos de creación de contenido.
Todo el mundo ha recibido con satisfacción estas noticias. Las audiencias de WWE han mejorado mucho, así como la satisfacción del público. ¿Qué podemos esperar de Hunter en este puesto? Es difícil saberlo, pero lo iremos viendo poco a poco. Yo temía que cometiera algunos errores que caracterizaron su trabajo en NXT, como los combates excesivos de 40 minutos, pero él mismo me ha tranquilizado, definiendo su objetivo de la siguiente manera: "Crear grandes personajes e introducirlos en grandes historias". Si se ciñe a esta definición, quizás podríamos volver a ver los grandes storylines que otrora caracterizaron al wrestling y que provocaron que los aficionados encendieran la televisión, con ganas de saber cómo avanzaba la historia en la que estaban sumergidos su luchadores favoritos. Y es que, aunque Triple H enfocara NXT como una empresa de wrestling independiente, lo cierto es que es el máximo exponente del estilo de creación de historias de WWE; él ha estado en grandes promos, en grandes storylines, en grandes stables, en grandes eventos y en grandes matches. Sabe de qué va esto.
Dicho lo cual, yo querría ver un par de luchas clásicas suyas, para homenajear su inmensa carrera, y desearle suerte en su nueva labor. Este blog está lleno de combates en los que ha participado, pero hay muchos otros que no obstante aún no están presentes. Empezamos por un tag team match que ocurrió en un programa de RAW de 2001, y que debía haber formado parte del especial que hice hace unos años sobre el 25 aniversario del programa. Nunca es tarde para completar ese especial, así que valga el comentario de hoy para ambas causas. Hunter hace equipo con Stone Cold Steve Austin para enfrentarse a Chris Jericho y Chris Benoit, en una de las luchas más recordadas de la historia del programa.
Estamos en 2001, unas semanas después del aclamado WrestleMania 17. Steve Austin se había pasado al bando rudo, y era realmente odioso. Realizó el turn heel en WrestleMania, al sellar su amistad con su clásico rival, Vince McMahon, como producto de su rivalidad con The Rock. No había desarrollado ese papel desde 1997 y sería determinante durante el storyline de la invasión de WCW. Además, tuvo a su lado a Triple H, que le ayudó a vencer una vez más a The Rock, y con el que formó un equipo conocido como The Two-Man Power Trip.
Austin y Hunter se quedaron todos los títulos. El primero era Campeón de WWF, mientras que el segundo era Campeón Intercontinental, y además, se convirtieron en World Tag Team Champions al derrotar a Undertaker y Kane. Esa exitosa alianza, sin embargo, tuvo las piernas muy cortas, pues acabó en el combate que comentamos hoy, ya que Triple H se desgarró el cuádriceps durante el mismo.
El combate es muy famoso. Meltzer le dio cuatro estrellas y tres cuartos sobre cinco, porque realmente es de una acción desenfrenada. Yo debí darle cuatro y media la primera vez que la vi, aunque ahora mismo no lo considero tan bueno, porque ya nos hemos acostumbrado mucho a este tipo de acción. Aún así, jamás podrá ser considerado un mal combate.
Se suponía que estos cuatro hombres estarían rivalizando por los tres títulos que tenían Austin y Hunter, pero, como decimos, el yerno de McMahon tuvo que dejar la storyline, lo que llevó a los otros tres a enfrentarse en una triple amenaza por el Campeonato de WWF. Aquí por lo pronto, los canadienses roban los campeonatos en parejas a los americanos. Comienzan dominando, a pesar de las trampas de sus rivales, y están a punto de ganar, cuando Benoit atrapa a Austin con el Cripper Crossface, mas Paul lo evita pegándole con una silla cuando el referee no mira. El público está que arde.
Estamos en 2001. WWE nunca ha tenido más audiencia que entonces. Los programas de Raw crean verdadera expectación, y este provoca una gran emoción. Y es que el odio que ha generado el cambio de bando de Austin no es pequeño: actúa como un verdadero idiota. Esta noche sí que se puede decir que Raw is War. Stone Cold y The Game dominan a Benoit, a la espera del hot tag, mientras hacen trampas que calientan a la grada. Cuando ocurre el tag, el referee lo deniega porque dice no haberlo visto, y eso enfurece aún más a todo el mundo. Jericho y Austin Browlean en ringside, mientras Hunter aplica Pedegree sobre Benoit. Jericho salva a su compañero in extremis y le da el tag, para barrer la casa. Una vez más está a punto de ganar con sus Walls of Jericho, y una vez más, Triple H evita la rendición de Austin.
HHH está visiblemente lesionado. Apenas se puede mover y, no obstante, sigue adelante. Intenta aplicar Pedegree en las mesas sobre Jericho, pero este lo reversa con cuidado, para no hacer daño a su rival malogrado, y lo coloca bajo sus murallas. Por enésima vez, el referee no se percata de lo que pasa en el ring, y el Diving Headbutt ganador de Benoit pasa desapercibido. Sí que ve Hebner el Stunner de Stone Cold, pero Jericho evita la cuenta. Esto no para.
Después de un intercambio muy entretenido, Jericho aplica Lion Sault sobre Austin. El referee no está para contar, así que Triple H, arrastrándose como puede, y demostrando la implicación con la empresa que siempre ha tenido, llega para golpear con su martillo a sus rivales, pero el que se lleva el golpe es su compañero. Mientras Benoit se lleva a Hunter, Y2J cubre a Austin para llevarse la victoria y el campeonato.
Como digo, la lucha es muy muy divertida y emocionante. Pero ha pasado mucho tiempo, y la percepción de la acción ahora no es la misma, porque el wrestling ha evolucionado mucho en esta dirección. No es una lucha casi perfecta, como podríamos haber considerado entonces, pero sigue siendo una muy buena lucha.
Puntuación: ****
jueves, 7 de abril de 2022
Steve Austin vs Kevin Owens, WWE WrestleMania 38
Especial WrestleMania 38
Ya ha tenido lugar el magno evento anual de WWE, WrestleMania 38. Ha sido esta edición una muy especial, en la que han ocurrido muchas sorpresas. Es cierto que la mayoría eran esperadas, y no obstante, me parece que los dos shows que componen el fin de semana de este PPV, suponen grandes hitos del entretenimiento, porque están llenos de cosas bonitas. Hay quien dice que las luchas no han sido buenas (lo iremos comentando), pero no creo que eso sea sorprendente; creo que WWE ya ha renunciado a eso en sus grandes eventos, y está más interesada en los momentos especiales. No dispone de una gran generación de wrestlers, en cualquier caso.
WrestleMania 38 ha tenido lugar en Texas, y entre otras cosas, nos ha ofrecido el regreso a los cuadriláteros de una de las mayores leyendas de su historia, Stone Cold Steve Austin, que jugaba en casa, y que se enfrentaba a Kevin Owens. Parece ser que no será, este, un regreso continuado en el tiempo, que será para una sola noche ya que él mencionó que sería su "última lucha", y no estoy muy seguro de que se haya realizado de la manera adecuada, pero estuvo bien.
Entre finales de los 90 y principios de este siglo, Austin se convirtió en la mayor estrella del negocio; un luchador que protagonizó un exitoso programa que atraía a 5 o 6 millones de personas a ver la televisión todos los lunes por la noche. Esa época, la suya, es única e irrepetible; ningún otro luchador atraerá jamás a la gente de la misma manera, sobre todo porque la televisión ya no existe en la forma en la que existía entonces. Pero Austin decidió dejar de luchar demasiado pronto, en 2003, tras su lucha frente a The Rock en WrestleMania 19. Se dijo que tenía una grave lesión en el cuello y que eso le forzó a retirarse, y esa versión se ha mantenido durante muchos años, pero hoy ya sabemos que no es así; que Austin podría haber seguido luchando, pero que estaba demasiado quemado, y no quería someterse a las exigencias a las que se sometía The Rock, y que implicaban luchar contra gente como Hogan, Goldberg o Lesnar, y quizás, perder ante ellos. Perdimos muchas grandes luchas entonces por su ego, y todas las que vendrían durante años.
Porque Austin podría haber vuelto cuando él quisiera. Ha tenido muchas oportunidades, y ha habido muchos rumores al respecto. Luchas contra Cena, Orton, Punk o Bryan habrían sido geniales. Pero los años fueron pasando, y él siguió negándose. Por eso me resulta tan raro que haya vuelto ahora... cuando su regreso no importa demasiado.
Porque la gente, en 2007, y en 2010, y en 2013, le echaba mucho de menos. Su regreso podría haber sido como el de The Rock, y haber provocado mucho dinero. Pero lo ha hecho ahora, en 2022, 19 años después de su retiro, a los 57 años de edad. Gran parte de la hinchada actual de WWE no le ha visto nunca luchar por edad, y la otra parte ya lo ve demasiado viejo como para ser competitivo; su regreso puede estar bien como momento nostálgico, pero no puede resultar un rival veraz; no se le puede considerar wrestler de verdad. Si iba a volver, debería haberlo hecho antes.
Pero lo ha hecho ahora, en un WrestleMania que se ha celebrado de nuevo en el estadio T&T de los Cowboys de Texas, que ya acogió este evento en 2016. En conjunto, con estos dos shows, WWE ha acumulado más de 150.000 entradas vendidas, así que ya puede estar contenta. A cambio, los aficionados han podido ver, en un rol u otro, a Undertaker, Triple H, Vince McMahon, Cody Rhodes, Brock Lesnar, Charlotte Flair, Ronda Rousey, Seth Rollins, Roman Reigns, Edge o Steve Austin. Ni tan mal.
La lucha de Steve no había sido confirmada. Una y otra vez, Kevin Owens lo había convocado a uno de sus talk shows, entre crueles insultos havia el gran estado de Texas. Insultos realmente graves, que también profiere en el estadio, ante el riesgo de que uno de esos vaqueros texanos que se congregan haya colado una pistola en el estadio y se lo cargue. La lucha entre ambos nunca se confirmó, lo cual es extraño. Es cierto que WWE vendió todas las entradas para los dos shows, así que no requería de su realización para llenar el aforo. Además, es de entender, como ocurrió con la lucha entre Undertaker y John Cena de hace unos años, que la empresa no quisiera poner un combate en su cartelera que no sabía si podría ocurrir en los términos de calidad requeridos. Quizás el motivo fuera evitar que los aficionados se sintieran estafados, como ha ocurrido en otras ocasiones, en las que se ha anunciado una gran lucha titular, y esta ha acabado en un squash o una descalificación. De esta manera, ofreciéndola por sorpresa, resulta un regalo, independientemente de su calidad. Y además, supone un gran momento para el público que se da cita en el estadio, que vive la charla entre Austin y Owens con gran intensidad, así como lo hace con la lucha, finalmente, que no es tan mala como cabría esperar.
Porque, durante el KO Show, el canadiense admite que ha traído a Austin a este show con una intención oculta: la de pelear. Quiere una lucha. Austin, con todo el desprecio del mundo, y entre sus burlas y capchrases habituales, acaba aceptándola.
Recordemos que hace tiempo que Kevin cambió su personaje; se convirtió en una especie de representante del ciudadano medio; barrigón, y cercano. Y comenzó a usar la Stunner como finisher (el golpe maestro de Stone Cold). Pero es un tío que ha nacido para ser malo, y es lo que debe ser. Ha vuelto a hacer lo que sabe, y ha construido la rivalidad él solo. WWE se traslada al hogar de Austin para ponerlo a luchar de nuevo.
El tío llega con su vehículo motorizado de siempre. No está en mal estado físico, si bien lleva unas rodilleras que dan miedo. Tras la charla, comienza a dar puñetazos y patadas a su rival. Al principio las da lentas, fingiendo que no puede moverse con velocidad, pero posteriormente aumenta la cadencia; era un trolleo.
La lucha es un No Hold Barred match; un tipo de combate seleccionado con el fin de tapar las carencias de movimientos de luchadores demasiado mayores. No es, de todos modos, muy necesario hacerlo: donde no llega Austin, lo lleva Owens, que vende sus ataques más simples como si fueran demoledores. Austin no para de beber cerveza durante todo el match, y recorre el estadio entero junto a su oponente, pegándose de todas las maneras. Vuelven al ring, y en él, Steve recibe un demoledor Stunner. Sobrevive a él, y acaba ganando el match, después de que Kevin se golpee la cara con una silla tras fallar un golpe contra su oponente y rebotar esta sobre las cuerdas para regresar a su rostro. Austin remata con Stunner, y se lleva la victoria. Austin celebra para finalizar la noche del sábado de este WrestleMania, no sin antes aplicar otro golpe a Owens, e incluso uno sobre Byron Saxton. La cerveza rueda libremente por la arena.
Buen combate. Es una brawl entretenida, sin demasiada ambición. Cumple su rol, y Austin recibe gritos de "Aún lo tienes" por parte del público. Alegría para todos.
Puntuación: ***1/4
martes, 19 de octubre de 2021
NWO vs Steve Austin y The Rock, WWF 18/03/2002
Vamos a terminar el especial sobre la edición 2020 del Salón de la Fama de WWE, con un par de combates más del stable que protagonizó la ceremonia celebrada, finalmente, en 2021, por causa de la Pandemia de COVID-19. Debemos terminar con esto ya, porque también hay unos pocos exaltados que pertenecen, oficialmente, a la clase de 2021, sobre los que tendremos que charlar un rato. Hablamos una vez más de la NWO.
Hablamos, en su momento, y con tranquilidad, sobre el nacimiento de la NWO, y su caída, junto con la de la empresa que los vio triunfar, la WCW del imperio Turner. Sus programas televisivos triunfaron, pero cayeron ante la ardua competencia de la WWF de Vince McMahon, y su descarnado producto. Cuando la lucha libre dejó de darle dinero, Turner se desprendió de ella, y McMahon la compró, casi regalada, en el año 2001.
Durante unos meses, los espectadores de Monday Night Raw, como ya hemos hablado en varias ocasiones, pudieron disfrutar de una storyline de invasión; de guerra entre la WWF y las dos empresas que habían acabado en poder de la familia, WCW y ECW. Sin embargo, en esa storyline, no hizo acto de aparición la NWO. Lo hizo, finalmente, unos meses después, durante la temporada de WrestleMania 18, para protagonizar una rivalidad histórica frente a las dos figuras de la WWF que habían ganado la guerra de los lunes por la noche: Steve Austin y The Rock.
Una nueva etapa para la NWO comenzó en WWE, pero no funcionó bien. La forma en la que trabaja la cabeza de Vince no acepta las reacciones ni los comportamientos de gente desfasada como Hall, Nash y Hogan. En WrestleMania 18, los Outsiders se enfrentaron a Austin, y Hulk se enfrentó a The Rock. Durante el histórico encuentro, el público se puso de lado de la leyenda, que en principio, era el villano y, aunque los luchadores reaccionaron de manera genial al cambio de expectativas, tras el evento, WWE tomó la fácil decisión de convertir a Hogan en Face, motivo por el cuál, abandonó la NWO, para enfrentarse a ella. Poco después, ganaría su último Campeonato Mundial de WWE.
Por su parte, Nash y Hall continuaron con el proyecto, añadiendo a miembros clásicos de la agrupación como X-Pac y Big Show, y enfrentándose a gente como Kane. Aquello no cuajó, y las lesiones de los dos Outsiders complicaron las cosas. De la noche a la mañana, WWE canceló la historia, y todos los involucrados volvieron a sus cosas. En 2003, los tres estaban en la calle.
Así pues, y para ser justos con ellos, deberíamos decir que el match entre The Rock y Hulk Hogan en WrestleMania 18 es el final de la NWO. Al menos es el final bueno. Como esta batalla ya la comentamos en el blog hace mucho tiempo, hoy vamos a hablar del mencionado combate en el que Rock y Austin, antes del magno evento, en RAW, se vieron las caras con la mítica tercia. Es interesante verlo, porque ya sabemos que Austin, como hizo con Lesnar, se negó a pelear con Hogan, porque el tipo estaba un poco ofuscado. Como él mismo confesó mucho después, perdió mucho dinero por culpa de su ego.
Nos encontramos con un combate histórico en el que los tres rudos dominan a sus rivales, aprovechando la diferencia de número, y las trampas. En todo momento, intentan mantener al héroe en cuestión en su esquina, para intimidarlo y agredirle cuando sea necesario.
The Rock lucha con valentía, y se enfrenta a todos a la vez, en esa esquina, pero, tarde o temprano, llega el ataque por la espalda que frena su ofensiva.La gente agradece mucho los momentos en los que Hogan entra al ring, aunque estos son pocos. Deja el trabajo duro en manos de sus lacayos. Hulk está mayor.
The Rock logra el hot tag, que permite a Austin entrar en el ring para dominar a los Outsiders, pero, finalmente, se traga el Big Boot de Nash, de tal manera que el dominio rudo comienza una vez más. De nuevo, los intentos de comeback del héroe son aceptados con gratitud por la multitud, pero frenados rápidamente. The Rock consigue entrar de nuevo, y le pasa exactamente lo mismo.
Después de mucho tiempo, Nash da entrada a Hulk, el próximo rival de Johnson. Mientras Steve se enfrenta a los Outisders en ringside, un Rocky disminuido por los ataques previos es derrotado limpiamente por Hogan, para sorpresa de todos, a través de su clásico combo de puñetazos, Big Boot y Leg Drop. Austin, que no ha coincidido con él en el ring en ningún momento, se lanza a por Hulk, pero es frenado por la tercia. La NWO celebra.
La lucha no está mal. Es un combate clásico de tipo hándicap, en el que se intenta expresar que esa diferencia de 3 vs 2 resulta determinante. Ver a Hogan vencer a The Rock es bonito para aquel que era un niño en sus tiempos de gloria, como es mi caso.
Puntuación: ***