2018 va a ser un año muy importante para la historia del wrestling. O, al menos, uno en el que va a haber muchas cosas llamativas, eventos grandes, y muchas luchas de gran nivel. Los primeros 4 meses han sido impresionantes. Hoy nos vamos a Arabia Saudita.
WWE lleva sus Live Shows a todas las partes del mundo. Y el mundo es muy grande. El ciudadano occidental medio está acostumbrado a la libertad y la democracia, pero el planeta está lleno de lugares que, de forma más o menos directa, están gobernados de una forma reprobable. En abril de 2018, WWE llega a Arabia Saudita, para llevar a cabo uno de los eventos más importantes de su historia.
Arabia Saudita, a pesar de ser una dictadura ultra religiosa, es aliada de occidente, por temas relacionados con el petróleo. Aunque Estados Unidos tiene mucho petróleo, y mejor que el árabe, así como mejores infraestructuras e ingenieros, la historia ha demostrado que buscarse problemas con Arabia puede tener consecuencias en el mercado bastante graves. Así que toda objeción moral hacia el reino saudí es obviada, y todos los países democráticos le hacen la pelota.
Claro, las mujeres de WWE no pueden participar en el show de la empresa en Arabia de 2018. En pleno proceso de expansión femenil en la compañía, las chicas se tienen que quedar en casa, así como lo tiene que hacer Sami Zayn por su origen sirio. El nuevo rey de Arabia promete un país más abierto, y se ha permitido a las mujeres conducir. En el reportaje publicado, se puede ver a una mujer con un burca que le tapa hasta los ojos, e irónicamente, esa es la muestra de apertura del reino. Conducir así no debe ser seguro...
Pero WWE, como todo el mundo, hace negocios con Arabia Saudita. Eso sí, hay que decir que, aunque lo tenía totalmente prohibido, WWE mostró comerciales durante el evento en el que aparecían mujeres. Y en la intro de Shinsuke Nakamura, se veía a una chica tocando el violín. Creo que es la primera vez que su Titantron incluye tal cosa, así que existe la posibilidad de que WWE lo hiciera a propósito, para trolear un poco a los árabes. Ha habido mucha polémica por ello, y el estadio ha tenido que pedir perdón por la "inmoralidad" de esos vídeos. En cualquier caso, ya se habla de nuevos eventos de WWE en el país, así que no creo que haya sido tan grave.
Triple H ha hablado, recientemente, sobre la posibilidad de que, algún día, se pueda hacer un combate de mujeres en Arabia Saudita. La empresa ya tuvo la primera lucha pública femenina Emiratos Árabes. Pero, vista la reacción de autoridades y medios de comunicación por un simple comercial, eso no parece muy probable.
La empresa de McMahon se encuentra un estadio de 60.000 personas que hay que llenar. Pero las entradas cuestan entre 1 y 5 euros. Con esos precios, es difícil ganar dinero. Brock Lesnar cobra más por lucha que todo lo que se puede recaudar ahí.
Pero, como sabéis, las ciudades pagan a WWE por llevar su espectaculo a su pueblo. Y en Arabia Saudí, aunque el pueblo no tenga mucho dinero, los gobernantes y los jeques del petroleo están forrados. Alguien ha debido tener un capricho de wrestling, o bien, se ha decidido que un espectáculo así puede amansar a las masas, tal y como lo hacía el circo en tiempos del Imperio Romano. Lo que se está diciendo es que Arabia Saudí ha pagado cerca de 200 millones de dólares a WWE por su llegada a Oriente Medio.
Parece una cifra increíble. Y quizás un poco exagerada. Pero han debido ver, en WWE, dinero a mansalva, efectivamente, porque han reunido a un elenco de estrellas que sólo se reune una vez al año, para WrestleMania. Y es que, ni en WrestleMania se gana un dinero semejante a eso. Por eso, WWE ha llevado a Undertaker, Brock Lesnar, John Cena, Roman Reigns, Triple H, AJ Styles, Daniel Bryan, Shane McMahon, Kevin Owens, Braun Strowman, Shinsuke Nakamura, Seth Rollins, Rey Myterio, The Great Khali... También estaban anunciados Big Show y kane, aunque no se les ha visto al final. WWE ofreció a sus luchadores la posibilidad de negarse a ir a Arabia por motivos de consciencia moral. Supongo que en el caso de Kane, que está empezando una importante carrera política, no era muy buena idea estar ahí.
Esto tenía pinta de ser un House Show de los de toda la vida. Pero con tanta pasta de los jeques, ha habido dinero de sobra para emitirlo como evento especial en WWE Network. Es cierto que muchas luchas no tenían rivalidades de por medio, y que las luchas titulares han tenido finales raros, propios de Live Events. Pero ha estado entretenido, hemos podido ver un público muy distinto, y ha habido luchas de muchos tipos, para que los jeques sientan que su dinero se ha invertido en algo interesante. Ha habido Ladder Match, Casket Match, Steel Cage Match, y el Royal Rumble más grande de la historia.
Parecía que la carrera de Undertaker se acababa en WrestleMania 33, tras su humillante derrota ante Roman Reigns. Pero es como Ric Flair o Daniel Bryan, uno de esos tipos a los que esto les gusta demasiado como para retirarse alguna vez. Vince McMahon no tiene ningún problema en retirar a Bryan o Flair, pero a Undertaker lo ha creado él, así que lo mantendrá en pantalla por siempre.
Vimos el regreso a los rings del Enterrador en WrestleMania 34, al vencer a John Cena en un simple Squash. Nos temimos que eso fuera todo, que se dedicara los squashs. Michael Cole dijo que Taker volvía más fuerte que nunca, lo que significaba, claramente, que le veríamos luchar más veces este año.
Poco después, se anunció su participación en The Greatest Royal Rumble, el evento de WWE en Arabia Saudí. Se suponía que tendría un Casket Match frente a Rusev.
Era una elección aleatoria, propia de un House Show. Rusev ha llamado la atención mucho durante los últimos meses, por el Rusev Day, y la canción con la que le presenta Aiden English. Por lo demás, es un luchador bastante bueno, un tipo interesante con el que contar una historia. Pero no ha habido ninguna, no al menos en los programas de WWE TV. Sólo en redes sociales, si es que eso cuenta.
Rusev dijo en Twitter que iba a destrozar a Undertaker, que estaba acabado. Vamos, lo que debería decir cualquier rudo. Hubo alguna polémica con esto, con la esposa de Undertaker, Michelle McCool, hablando, como siempre, más de la cuenta y rompiendo el kayfabe en redes sociales. El caso es que Rusev desapareció de la cartelera, siendo sustituido por Chris Jericho en el Casket Match frente a Taker.
La verdad es que me gustaría ver a Taker y Jericho enfrentarse en una rivalidad de verdad. Podría ser genial. En todas partes, se dijo que había sido la boca de Rusev, demasiado grande, la que le había costado esa oportunidad. Lana, su mujer, publicó en redes que le había pedido a la empresa que lo eliminara del combate, porque temía por su seguridad.
Incluso Jericho publicó en Twitter comentarios similares a los que había hecho Rusev. Porque no había nada de malo en ellos, es el trabajo normal de un rudo. Que en 2018 la gente no sepa diferenciar entre el kayfabe y la realidad, es bastante ridículo. Pero, como si nada, Rusev volvió a ocupar su lugar en la cartelera, sin que WWE diera ninguna explicación al respecto.
Viendo la lucha, ahora sé por qué se eliminó a Rusev de este combate. No tenía nada que ver con lo que había dicho. Simplemente, Undertaker no puede, a estas alturas de la vida, levantar y aplicar sus ataques más importantes a un bicho de ese tamaño. Por eso, en el combate, no realiza el Snake Eyes ni el Tombstone Piledriver. Da un poco de penilla, pero está bien que uno conozca sus limitaciones y luche de la manera en la que, realmente, puede hacerlo, para no hacer el ridículo. Jericho es un luchador de mucho menos peso, y se le puede hacer cualquier cosa. Pero Rusev volvió a ser el elegido, supongo que para evitar polémicas. La verdad no podía salir a la luz.
Me alegró ver que la lucha no fue un squash. Es un combate relativamente corto, pero un combate de verdad, en el que Taker recibe los ataques que debe recibir. Me alegra, quizás todavía podamos ver algo interesante de él en el futuro.
Es una lucha de un estilo vieja escuela, en la que Taker consigue aplicar su Old School, y su magnífico Leg Drop en el borde del ring. Hay algo de Brawl, y Rusev consigue ponerse cerca de la victoria, al dejar KO a Taker con su Accolade. Pero aquí no hay rendición, y English alerta de eso a su compañero. Undertaker se recupera con su levantamiento clásico, y aplica ChokeSlam sobre el búlgaro. Lo mete en la tumba, pero no consigue cerrarla, ya que English se lo impide. Este, mucho más delgado, supone una víctima mucho más propicia para el Tombstone del Dead Man. Así, la leyenda tumba al compañero de Rusev, y lo introduce, junto a él, en el sarcófago. Taker cierra la puerta, y gana.
Pequeño buen entretenimiento, con un recibimiento del público muy bueno. Es cierto que, en el estadio, vemos la zona adelaña al cuadrilátero lleno de sofás para los jeques y la familia real, mientras que el populacho está mucho más lejos. Es un horror, pero la gente se lo pasa pipa, y las reacciones son muy intensas y muy limpias, como veremos en los próximos artículos sobre el evento.
Puntuación: **3/4