Vamos a comentar una tercera lucha del torneo New Japan Cup 2020. Quizás las elecciones de peleas que hemos hecho hasta ahora, han evitado el estilo épico tan propio de NJPW, esto es, aún no hemos comentado ningún combate de Kazuchika Okada, gran valedor de dicho estilo. Tendremos tiempo de hacerlo, echándole un ojo a la final de la competición, en la que Okada se enfrenta a Evil. También comentaremos el combate en el que este último derrota a Tetsuya Naito, para convertirse, de manera sorprendente, en Campeón IWGP de Peso Completo, y Campeón Intercontinental.
Hoy hablamos de un buen combate que tuvo lugar en la primera jornada del torneo. Hiromu Takahashi, uno de los participantes más destacados, se enfrenta a Tomoaki Honma. Es interesante, porque los dos sufrieron graves lesiones, y, en ambos casos, dio la sensación de que estas eran definitivas. En algún momento, pensamos que sería imposible llegar a ver una lucha entre Hiromu Takashi o Tomoaki Honma, pero ambos superaron sus problemas físicos, y aquí están.
La historia que se narra es muy clara. Honma es como un muñeco de futbolín; tiene poca movilidad, y los brazos cortos; sólo quiere pegar sus cabezazos y llevarse la victoria con ellos. Pero falla una y otra vez el Diving Headbutt. Takahashi le aplica poderosas llaves al cuello, para frenar su mejor golpe, y le aplica drivers a la nuca que son mortales, incluido uno en el borde del ring, al evitar un Diving Headbutt desde la esquina.
En un momento dado, Honma consigue aplicar varios cabezazos, pero sigue sin conectar este golpe de la manera más poderosa que conoce. Debido al trabajo realizado al cuello, parece dolerse él más que su rival. Takahashi sigue usando drivers, y se lleva la victoria con ellos.
Buena lucha, con una historia simple y clara, y bien ejecutada.
Puntuación: ***1/2