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domingo, 26 de enero de 2020

Royal Rumble Match, WWF Royal Rumble 1996



En el momento de escribir esto, quedan unas horas para que tenga lugar Royal Rumble, el veterano evento de WWE en el que se da la mítica batalla real de 30 hombres. Desde pequeñito, ha sido mi batalla favorita, así que es tradición, cada año, previo a la celebración de cada nueva edición, ver unas cuantas peleas de este tipo.

Por lo general, es muy complicado que yo tenga hype, a estas alturas de la vida, por casi nada. Pero el Rumble siempre me produce ilusión, y quizás por eso, a lo largo de los años del blog, algunos de los posts más pesimistas han sido escritos tras ediciones del Royal Rumble. Posiblemente, esas mismas batallas, vistas en otro momento, no producirían esa sensación tan negativa.

Cuando era pequeño, esta Battle Royal, y casi cualquiera, me encantaba, por poder ver a tantos personajes distintos, luchar entre sí, mezclarse, y por el hecho de que ganar implicaba derrotar a muchos rivales. Son cosas de niños. Hoy en día, no hay personajes como aquellos, y, desde la consciencia adulta, las posibilidades de que un luchador resulte ganador, se reducen a un pequeño grupo de hombres, de tal manera que casi todas los participantes resultan decepcionantes. Hoy en día, el Royal Rumble produce ilusión por las sorpresas y apariciones nostálgicas que puede tener.

La edición de 2020 se presenta con rumores de vuelta de Edge, de Sting o de CM Punk, con Hulk Hogan entrenando para volver a luchar, con Caín Velasquez y John Cena insinuando una aparición, y con la duda del regreso de Ronda Rousey, entre otras cosas. Hay muchos rumores, y eso mola... siempre que se cumpla alguno. Porque este es el día en el que uno no habla en términos de calidad, sino en términos de apariciones sorpresa, algo que sólo WWE puede promover a estos niveles.

Y es especialmente posible este año, porque Rumble tiene lugar en un estadio de béisbol, más grande de lo habitual, y porque en febrero hay evento en Arabia. Eso quiere decir que puede ser un buen negocio acordar con una estrella unas pocas apariciones para preparar una rivalidad que englobe Rumble - Arabia y WrestleMania. Incluso hay entre medias un Live Show en el Madison Square Garden, que siempre requiere un plus para vender entradas, y que ya tiene a los DX confirmados para aparecer. Son muchos eventos especiales, así que el roster necesita refuerzos.

Como digo, antes de ver Royal Rumble 2020, me he puesto algunas ediciones antiguas. Además, últimamente, se ha hablado de un tema interesante, que vale la pena tratar: los errores en las batallas reales.

Por lo general, independientemente del bookeo, WWE mantiene un nivel muy alto en la realización de sus batallas. Hay muy pocos errores, y eso, en una empresa que lo graba todo en HD, y con mil móviles mirando desde las gradas, tiene su mérito. Pero, cuando uno ve un Royal Rumble, observa muchas acciones que realmente son propensas a errores. De verdad, ¿no hay errores nunca? ¿Nadie se suelta y cae cuando no debía, y destroza todos los planes? Pues bien, sí que pasa.

El caso del Royal Rumble Match de 2005 es conocido por todos. Batista y John Cena eran los dos finalistas, y cometieron un error. Cuando Dave pretendía aplicar una Power Bomb sobre Cena, por la inercia al cogerlo, cayó hacia atrás, y los dos se escurrieron fuera del ring. Por suerte, cayeron justo al mismo tiempo, y es, efectivamente, imposible dilucidar quién era el ganador, por lo que Vince McMahon apareció para determinar que la batalla volviera a reanudarse. Incluso en ese caso, todo fue muy realista, tanto luchadores como referees actuaron con total credibilidad.

Esa mezcla entre realidad y ficción es básica para que todo salga bien. No hace falta actuar, sólo meterse en el rol. En los últimos días, hemos conocido un par de casos nuevos en los que ha habido errores de estos, que pasamos a comentar.

La primera en comentar algo así fue Kaytlin, mujer que ganó una battle royal por el number 1 contender al Divas Championship, que no le correspondía ganar. Eran tiempos oscuros para la división femenina (2012), tiempos en los que Layla, nada más y nada menos, era la campeona. De esta batalla real, salía su retadora, y en ella, participaban joyitas como Rosa Méndez, Alicia Fox o Aksana. Son pocas mujeres, y muy malas. Cómo ha cambiado la cosa.

El caso es que, en un momento dado, Kaytlin utiliza varios clotheslines sobre Eve Torres, quién debía ganar, y acaba tirándola fuera. La autora del error, así, se lleva la victoria en la batalla. Tanto Eve como Layla parecen perplejas, pero no más de lo que lo estarían en la ficción. La verdad es que el error pasa inadvertido, así es el nivel de la puesta en escena de WWE.

Kaytlin, que llevaba poco tiempo en el main roster, se asustó mucho, porque había cometido un error garrafal. Pero la verdad es que se encontró a Vince McMahon muriéndose de la risa. Nunca se tomó a las mujeres muy en serio. Posteriormente, la empresa se las arregló para que los planes volvieran a su cauce.

Me daba mucha pereza dedicar un post a esa batalla. La puntuación que le hubiera puesto sería de unas 2 estrellas, y no me gusta inundar el blog con cosas tan mediocres. Por suerte, en última instancia, Steve Austin ha nombrado una edición de Royal Rumble en la que a él le pasó algo parecido. Es la edición de 19996, una que no tengo muy vista, así que esta es la lucha que comentamos hoy.

La batalla empieza con un Triple H primigenio, aquel tipo que tenía un personaje muy esnob. Empieza luchando frente a Henry O. Godwinn, un tipo enorme con personaje de granjero, sin mucho futuro en la empresa, pero que divertía a la gente. Sin que pase nada relevante, el ring se va llenando de estrellas, incluyendo la presencia, al mismo tiempo, de leyendas de las décadas anteriores, como Jerry Lawler, Bob Backlund, Dory Funk Jr y Jake Roberts. Este llega con una gran serpiente, que hace a todos huir.

La batalla es un poco aburrida. No hay muchas eliminaciones, hasta que llega Vader, el MVP de la pelea. Coincide en el ring con Yokozuna, y entre ambos, destruyen a casi todo el mundo. Esto es así, hasta que hace acto de aparición el favorito de todos, Shawn Michaels, que aprovecha que los dos obesos están luchando entre sí, para empujarlos fuera del ring. La ira de Vader es tal, que vuelve al ring y expulsa a todo el mundo. Por algún extraño motivo, se determina que estas expulsiones no son válidas, porque Vader ya había sido eliminado. Eso no vale.

En la lucha, además de esas leyendas citadas, podemos ver a muchos prototipos de los luchadores que harán un poco de historia en la empresa. Hunter tiene ese personaje raro, que aún no es Triple H, sino Hunter Hearst Helmsley. Viscera es Mabel, The Goodfather es Kama, Kane es Isaac Yankem, Hardcore Holly es Bob Holly, y tiene pelazo, Rikishi es Fatu, y no tiene el culo tan gordo, Sean Waltman es 1-2-3 Kid, Kevin Nash es Diesel y Steve Austin es The Ringmaster.

Austin no es muy reconocible. Es un rudo odioso, acompañado por Ted DiBiase, dado que es el Million Dolar Champion, y no se rapa la cabeza, así que sólo es un tipo medio calvito. No es muy impresionante. No lucha mal, pero es eliminado tras un clothesline de Fatu. Según comenta él mismo, eso no debía ser así, así que buscó a Shawn Michaels con la mirada, avisando de que la historia se tenía que reescribir. Es probable que el resultado previsto fuera que él eliminara a Fatu, porque, sólo un segundo después, la versión dentista de Kane elimina al samoano.

En el ring va quedando poca gente. Michaels se vuelve a encontrar con Davey Boy Smith, tras el final del año anterior, en el que este se creyó ganador. Shawn lo expulsa, esta vez, sin dudas, y, finalmente, echa fuera a Diesel, para llevarse la victoria.

Esta no me parece muy buena batalla. La mayor parte del rato, me aburro mucho, salvo por 4 o 5 cosas que la hacen entretenida.

Puntuación: ***

viernes, 27 de septiembre de 2019

Harley Race vs Bob Backlund, WWF on Madison Square Garden 22/09/1980




Estamos realizando un especial sobre Harley Race, gran campeón de la NWA, fallecido recientemente. Hoy vamos a comentar una lucha muy interesante: la que mantuvo frente a Bob Backlund en el Madison Square Garden.

Como ya hemos comentado en otro especial que está en curso en el blog (el del 70 aniversario de la NWA), la WWWF se enfrentó a la NWA, se negó a subyugarse a ella, y convirtió su campeonato en un título mundial. Pero la presión de la NWA fue muy fuerte, y la WWWF lo pagó, a nivel económico. En los 70, tuvo que volver al redil, y a aceptar al Campeón de la NWA como el verdadero Campeón Mundial, quitando ese término de su correa. Eso posibilitó que los campeones de la alianza llegaran al Garden a luchar contra campeones de la empresa de los McMahon.

Así, en 1980, el Campeón de la NWA, Harley Race, llegó al Garden, para enfrentarse al Campeón de la WWF, Bob Backlund, en un combate que es realmente bueno, y en el que Race se encuentra un público muy hostil, que adora al superhéroe de esa época en la WWF.

Lucha de 35 minutos, larga y muy inteligente. Durante horas y horas, Bob aplica headlocks sobre Race. Quiere ganar mediante una Sleeper, y la va preparando, poquito a poco, sin prisa. En los momentos en los que Race se levanta y llega a las cuerdas, Bob utiliza algún ataque de poder sobre su espalda, que vuelve locos a sus fans.

Harley ataca bien, una vez que consigue librarse de esa sempiterna presión, utilizando sus rodillazos, sus cabezazos, incluso sus piledrivers. Los dos tienen el mismo objetivo, que es la cabeza del rival, y la violencia va subiendo poco a poco. Bob también utiliza piledriver, y los dos se lanzan contra el poste exterior, provocando heridas en la cabeza. La sangre empieza a brotar.

Se respira el drama. La gente está como loca, porque Backlund es un gran ídolo, y, esta vez, se enfrenta a un rival que puede considerarse superior. Y los dos campeonatos están en juego. Por primera y única vez en la historia, puede haber un campeón que porte los dos títulos más importantes que jamás hayan existido. Como una buena lucha de campeón contra campeón, se nos cuenta una historia de igualdad, entre dos hombres invencibles, que nunca se rinden.

Pero, como en toda lucha interpromocional, no puede haber un final limpio. Sería un insulto para uno de los títulos. El drama continúa, con los dos luchadores partiéndose la crisma, hasta que Bob cierra la Sleeper Hold. Race hace todo lo que está en su mano para librarse, pero no lo consigue. Agarra al referee, y lo lanza contra sí mismo. Cuando se levanta, da la lucha por acabada, y levanta el brazo del de WWF. 

Backlund y el público celebran. Hay quien cree que la victoria ha sido por rendición, pero no es así. Bob sale victorioso por descalificación, así que no hay cambio de título. Decepción general.

La lucha es fantástica, casi perfecta, pero el final no lo es tanto. Hay otras formas para acabar sin cambio titular, que no producen la sensación de que el referee se está cargando la lucha.

Puntuación: ****3/4

lunes, 8 de enero de 2018

Royal Rumble match, WWF Royal Rumble 1993



En enero, cuando se acerca Royal Rumble, suelo ver ediciones anteriores de la battle royal más famosa de la industria del wrestling. Soy muy fanboy en ese sentido. Y, además, como los últimos años, las batallas se han convertido en una gran promesa de sorpresas variadas, pues es el momento más indicado del año para seguir el wrestling como si fuera un niño. Otra cosa es que acabe muy decepcionado después del Rumble, pero bueno, no me quitéis la ilusión todavía.

El primer rumble que he visto este año es el de 1993, que en mi memoria, siempre será el de Bob Backlund. Además, es el primero que tiene el premio de que el ganador tiene el derecho de enfrentarse al campeón de la WWF, con el título mundial en juego, en WrestleMania. Vamos a repasarlo.

Comienzan dos grandes leyendas: Ric Flair y Bob Baclund. Casi nada. 10 años antes, eran los campeones de NWA y WWF, respectivamente, pero nunca tuvieron una gran rivalidad entre ellos, por pertenecer a mundos distintos. Hay, eso sí, una lucha de campeón vs campeón del año 82 que algún día repasaremos.

Flair había ganado el Rumble anterior, convirtiéndose, gracias a ello, en campeón de WWF. Salió en la posición 3, pero aguantó en el ring más de una hora, y salió victorioso. Gran trabajo. Sin embargo, para enero del 93, ya planeaba su regreso a WCW. En el Raw posterior al evento, de hecho, tendría una lucha frente a Mr Perfect, un Loser Leaves Town, en el que perdería, lo que le obligaba, en kayfabe, a dejar la empresa de los McMahon. Recordemos que Perfecto y Flair habían sido buenos amigos mientras el primero estaba lesionado, pero a su vuelta, comenzaron una fuerte rivalidad.

Esa lucha, el Loser Leaves WWF, posiblemente sea el primer gran momento de la historia de Monday Night Raw, que se empezó a emitir sólo unas semanas antes. Es interesante reseñarlo, ya que próximamente se emitirá un programa especial celebrando los 25 años de Raw. Lo gracioso es que ese programa se grababa con antelación, así que, cuando se llevó a cabo este Rumble, ya se había grabado la lucha en la que Flair perdía. 

El caso es que comienzan las dos leyendas, peleando, e intentando sacarse fuera el uno al otro. En la tercera posición sale Papa Shango, que es eliminado pronto debido a una traición de Flair. Siguen saliendo luchadores, con una interesante participación en esta primera parte de la lucha. Salen Ted DiBiase, Jerry Lawler, y Genichiru Tenryu, que había colaborado con WWF en algunas cosas. Posteriormente, en la segunda parte de la batalla, aparecerá también Carlos Colón. Aunque el público no conoce mucho a estos dos últimos, lo cierto es que aparecen en este rumble 6 de las figuras más importantes de la década de los 80, en el mundo del wrestling. 

La batalla es bastante aburrida durante la mayor parte del tiempo. Pero hay algunos hitos que la hacen interesante. Lo primero que destacaría es la aparición de Virgil para atacar a Ted DiBiase, su antiguo amo, en esa pequeña alegoría que se da del esclavismo. Pero el mayor pop de la batalla se lo lleva Mr Perfect, al salir a luchar. Consigue vencer a Ric Flair, y sacarlo del ring. Expulsa a algún combatiente más, hasta ser eliminado él mismo. Lo consigue sacar fuera Ted DiBiase, al atacarle de forma terriblemente violenta, con la ayuda de Jerry Lawler, al que Hennig había sacado fuera justo antes. Perfect y Lawler se pelean en ringside, cuando es el turno de entrar al ring de The Undertaker.

Undertaker limpia el ring. Elimina a todo el mundo, excepto a dos hombres, a los que elimina Ted DiBiase. El único superviviente a la masacre es Bob Backlund, que estaba inconsciente fuera del ring tras un ataque de Berzerker. Pero, en ese momento, tiene lugar el debut de Giant González.

González no participa en el Rumble. No es uno de los 30 luchadores oficiales. Nadie le conoce, ni el público, ni los comentaristas. Pero algo tienen claro: es el hombre más grande que han visto nunca. Llega al ring cuando Undertaker está sacando fuera a Berzerker. Es mucho más grande que él. Se miran. Luchan, y, por supuesto, el nuevo gigante arrasa. Elimina a Taker y le asesina, golpeándole en la pierna incluso cuando está inconsciente. Gigante González abandona el escenario, escoltado por miles de de minúsculos referees. El Royal Rumble se ha acabado para Undertaker, pero llega Paul Bearer con la urna mágica que encierra su poder, y Taker resucita, para poder salir por su propio pie. Se verá las caras con el gigante en WrestleMania.

El ring vuelve a llenarse de gente. En este caso, la mayoría son luchadores muy irrelevantes. La lucha, ahora, es bastante aburrida. Lo más destacable de esta parte es que coinciden los Natural Disasters, los obesos Earthquake y Typhoon. Ahora son técnicos, así que, en lugar de aprovechar su peso conjunto para acabar con todo el mundo, deciden luchar entre ellos para saber cuál de los dos es el mejor. Luchan, con sus bañadores de señora, y John Tenta gana. Posteriormente, aparece en el ring Yokozuna.

Earthquake y Yokozuna se enfrentan. El presunto japonés hace sus movimientos de sumo, aunque en realidad, el que fue sumo realmente fue Earthquake. Yokozuna elimina a su rival, que como Flair, el día siguiente, en Raw, tendría su última lucha frente a Bam Bam Bigelow. Abandonaría la empresa para ir a WCW, aunque volvería un año después para tener su combate de sumo contra Yokozuna.

Llegamos a la Final Four. Quedan Bob Backlund, Rick Martel, Randy Savage y Yokozuna. El primero, con dificultades, derrota a Martel, que aunque es un midcarter muy odioso en WWF, es también una leyenda de los 80, por su trabajo en la AWA. La gente aplaude a Bob por la gran batalla que está realizando, y por el esfuerzo sobrehumano que está haciendo. Sin embargo, Yokozuna le derrota y expulsa.

Randy Savage había entrado en una de las últimas posiciones, con una gran reacción del público. Esta es su mejor participación en un Rumble, aunque en WCW conseguiría ganar el World War III de 1995. Aquí recibe una paliza bestial por parte del luchador de Sumo, que es intocable debido a su enorme peso. Savage consigue tener un comeback y aplica un Flying Elbow, pero se pone encima de Yokozuna, como si intentara cubrirlo. Será por la costumbre, pero aquí no hay cuenta de 3. Desde el suelo, Yoko lo empuja hacia arriba, y Savage sale volando fuera del ring. Yokozuna gana para vencer a Pret Hart en WrestleMania, pero para ser humillado, posteriormente, por el regreso de Hulk Hogan.

La lucha tiene algunos eventos muy buenos, pero es muy aburrida en algunos momentos.

Puntuación: ***1/4

jueves, 20 de febrero de 2014

Jimmy Snuka vs Bob Backlund, WWF Madison Square Garden 28/07/1982


Nos vamos al año 82, antes de que naciéramos, incluso. Ese año, llegó a WWF el luchador al que todo mundo culpa de introducir el estilo aéreo en la empresa, Jimmy Superfly Snuka. Y nada más llegar, se enfrentaría al campeón de la época, Bob Backlund.

Sí, porque los programas semanales y la lucha por la audiencia, han introducido muchos cambios en los campeonatos mundiales. Pero la idea original de McMahon no era esa, a él le gustaba un campeón invencible, que durara años con el título, al que todo el mundo quisiera vez. Así se forjan las leyendas, gente invencible a la que todo el mundo reconoce como “el campeón”. Lo había sido Bruno Sammartino, lo sería Hulk Hogan, y en esa época lo era Bob Backlund.

Y el combate al que nos referimos hoy es la famosa lucha en una stell cage que Snuka y Bob tuvieron en el Madison Square Garden de Nueva York, famosa por el vuelo de Superfly desde lo alto de la jaula, y por haber sido reconocido como el mejor combate del año por el Pro Wrestling Ilustrated.

Es buena la lucha, sí, pero es demasiado cortita para ser merecedora de este tipo de reconocimientos. Snuka es un tipo físicamente poderoso, y llega a la jaula imponiendo su fuerza superior a la del héroe Backlund. Le parte la cara de mil maneras, y lo lanza contra la jaula. Pero Backlund  no le deja huir por la puerta, y se rehace.

Bob toma ventaja y lanza a Snuka contra la jaula. Lo agarra y le restriega la cabeza contra las rejas, haciéndolo sangrar prominentemente. La gente flipa, y Jimmy se desangra, pero acaba recuperándose, destrozando de nuevo al campeón.

El volador salta desde el esquinero varias veces, y quiere rizar el rizo: vuela desde lo alto de la jaula sobre su rival. Pero Backlund consigue quitarse, y Snuka se destroza contra el ring. El campeón huye corriendo por la puerta de la jaula y consigue sobrevivir para poder luchar otro día. Ha conseguido escapar de las poderosas técnicas del nuevo rudo de WWF, pero se volverán a ver las caras.


Puntuación: ***1/4