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viernes, 14 de junio de 2019

51-Man Battle Royal, WWE Super ShowDown 2019



Tras revisar la lucha entre Undertaker y Goldberg, pretendía  cerrar el episodio referente al evento Super ShowDown de WWE. Pero en él tuvo lugar la Battle Royal más grande de la historia, que, además, fue ganada por un chico local al que pocos conocen, Mansoor. Creo que son dos elementos que convierten a la batalla en algo que debe quedar reseñado en un blog sobre historia del wrestling, aunque no sea muy grata de ver. 

WWE gana mucho dinero con sus eventos en Arabia Saudita, y, a cambio, debe presentar cosas especiales. En Greatest Royal Rumble, llevó a cabo un Royal Rumble Match de 50 hombres. En Crown Jewel, se dio un torneo para determinar el mejor luchador del mundo, que fue ganado por Shane McMahon. El tercer PPV en el país es Super ShowDown, evento para el cuál, la empresa se quedó sin nombres, y optó por ponerle el mismo que al show que realizó el año pasado en Australia, pero sin un guión entre Show y Down. Aquí, se llevó a cabo la Battle Royal más grande de la historia, con la participación de 51 hombres.

Da la sensación de que WWE improvisa todo el tiempo. No solo por el nombre del show, sino también por la fecha en la que lo realiza. Se supone que iba a ser para mayo, pero, por lo que sea, se cambió a junio, un mes en el que hace mucho calor en Arabia Saudita. Muchísimo. Y metieron a 51 tíos en un ring, así que vivieron un auténtico infierno, tanto por el calor, como por el olor, según comentaba Samoa Joe hace poco. Son cosas de las que no se habla nunca: la peste que huele una battle royal.

Además de improvisada, es una empresa perezosa, porque, cuando tiene que aportar algo distinto a un show, pues mete una battle royal de toda la vida, y ya está. Y en ella, prácticamente, no pasa nada. Hemos visto últimamente Rumbles de ROH, MLW y AEW muy entretenidos, y esta empresa, que puede pagar cualquier cosa, mete a los tíos ahí, para que vayan cayendo del ring como fruta madura, empezando, claro, por la división crucero y la división Tag Team. Sin ilusión ni ambición.

Se dice que muchos luchadores protestaron por hacer un viaje tan largo, para tener un papel tan pequeño, para ser trozos de carne en un ring atestado (y apestado). Supongo que cuando les llegue el cheque por su participación, se les pasará el enfado, porque no va a ser pequeño.

Entre los participantes destacados, están The Miz, Samoa Joe, Matt Hardy, Cesaro, Nakamura y Elias, que canta antes de entrar, burlándose de algunos de sus rivales. Este tipo tiene un carisma enorme, qué lastima que no haya sido nunca usado de forma digna sobre el ring. 

Entre todos estos hombres está Mansoor, el chico de Arabia Saudí que firmó la empresa hace un tiempo, y que milita en NXT. En ningún momento es citado, así que no noto su presencia hasta el final del combate.

Una de las pocas cosas buenas que ocurren es un triple choque entre tres tag teams bastante interesantes: Authors of Pain, Los Viking Warriors y Heavy Machinery. La Experiencia Vikinga sale triunfante, aunque es eliminada por Titus O'neal. Eso es lo que vale la división tag para WWE.

Matt Hardy tiene una buena participación, aunque es eliminado por Cesaro, tras echar fuera a los Revival. En general, hay muchos luchadores que expulsan a alguien, tan solo para ser eliminados justo después. También está Sin Cara, que vuelve tras milenios de lesión. Podría haber vuelto antes, pero parece que no había planes para él (como si los hubiera para alguien). El mexicano consigue echar fuera a Shinsuke Nakamura.

Cesaro consigue aplicar su ruleta sobre Alexander, y Miz puede aplicar sus patadas sobre Elias y el suizo. Esto queda en un tres para tres: Mansoor, Ricochet y otro luchador de origen árabe, Alí, se enfrentan a tres rudos: Samoa Joe, Cesaro y Elías. 

Ricochet y Alí se alían para eliminar al samoano, pero son víctimas fáciles para Cesaro. Este es eliminado por Mansoor, que disputa la final con Elías. Está a punto de ser derrotado, pero finalmente, expulsa al cantautor. La gente entra en júbilo, y el luchador se lanza a celebrar entre el público. 

El momento es bonito, y genera algo inesperado. No parece mal luchador este chico. Por supuesto, hay gente que merece victorias como estas más que él, pero WWE suele dar momentos de protagonismo a luchadores locales en todos sus live shows internacionales, porque el patriotismo siempre vende. 

La lucha es una simple battle royal. Larga y no muy buena. Si no fuera por la victoria de Mansoor, no habría motivo para recordarla.

Puntuación: **1/2

viernes, 1 de febrero de 2019

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2019




2019 comienza, para WWE, con una nueva edición de su veterano evento Royal Rumble, aquel en el que siempre se ha dado la batalla real más interesante del año en la industria del wrestling. Desde 2018, ya no es una, sino dos las batallas que se dan en cada edición, puesto que ahora también hay versión femenina.

WWE está intentando convertir Royal Rumble en algo un poco más grande. Algo que se acerque a WrestleMania. Se han realizado eventos especiales en los día previos, con un torneo en el que se han enfrentado luchadores de 205 Live, Nxt y Nxt UK, que se emitirá en unos días. Ha habido, por supuesto, un gran Takeover, del que también hablaremos próximamente; y un Royal Rumble en un estadio de béisbol, ante cerca de 50.000 aficionados. Como siempre, WWE infla sus datos, quizás por las entradas regaladas a invitados y miembros del staff. Pero seguro que se superaron las 40.000 entradas vendidas.

Las dos batallas reales son material más que suficiente como para atraer a mucha gente. Pero también teníamos una nueva batalla entre Styles y Bryan, que siempre salen buenas. Ronda Rousey defendía su campeonato ante Sasha Banks, y es una alegría ver a esta luchadora regresar a planos importantes. Por su parte, Shane McMahon volvía a vestirse de corto, para hacer pareja con The Miz y buscar los títulos en pareja, mientras que Brock Lesnar defendía el título universal en otro Dream "David vs Goliat" Match. En conjunto, la cartelera suena realmente bien.

Lo primero que vamos a revisar en ese evento es el 30 Men Battle Royal, la batalla real masculina. Esta es una edición que no me ha llamado demasiado la atención y, aunque al final mejora bastante,  la parte principal de la misma es muy irrelevante.

Hay muy poquitas historias que se cuenten en el Rumble. Pero la cosa empieza bien, con Jeff Jarrett confrontando a Elias. Dos históricos guitarristas se enfrentan, y el veterano se come una guitarra y es eliminado. Ya le vimos hace poco en AAA, y ahora en WWE, donde, parece, empezará a trabajar como productor. La verdad es que el bajón físico que ha pegado en los últimos años es obvio.

Pronto sale a escena también Kurt Angle, tan sólo para ser eliminado al momento. Con tantas humillaciones consecutivas, es de esperar que WWE esté planeando algo para él en WrestleMania, porque si es para nada, es para matarlos.

Curt Hawkins tiene un momento entretenido, al esconderse bajo el ring, y ser perseguido por Titus O'Neal, que entraba temeroso de tropezar y caer como el año pasado. Hawkins elimina a Titus, y su alegría es enorme.

Kofi Kingston protagoniza otro par de falsas eliminaciones, que es lo más importante que hace en todo el año. También entra No Way José, del que ya no se acordaba nadie. Le han dado el personaje típico de idiota que sale bailando con un séquito, y le interesa más bailar que luchar, por eso no le importa ser eliminado en un instante. Tras él, aparece Dre McIntyre, que asesina a todo el séquito. Interesante la manera en la que están pintando a este tipo.

Bobby Lashley es eliminado en cuestión de segundos por Seth Rollins, así que se venga de él ,destrozándole contra la mesa de comentaristas. Samoa Joe, Dean Ambrose y Jeff Hardy, que es, seguramente, el luchador que mejor reacción cosecha, son eliminados como si nada, sin ninguna historia de por medio. Casi lo mismo pasa con los tres integrantes de NXT que aparecen, Dunne, Black y Gargano. 

Realmente, casi nada pasa en toda la batalla, hasta la parte final, en la que la cosa se pone mucho más interesante. Igual que el año pasado, Dolph Ziggler hace acto de aparición, cuando ya se pensaba que había dejado la empresa. Y consigue eliminar a Drew, quién le había sacado de escena semanas antes. Rey Mysterio y Andrade se ven las caras, recordando su rivalidad en Smackdown. Y Braun Strowman hace de las suyas, eliminando a muchos rivales.

Lo mejor de la noche llega cuando le toca el turno a R-Truth, quién, al ganar la segunda edición del Mixed Tag Challenge, tenía el derecho a entrar con el número 30. Pero, tal y como había hecho un rato antes Becky Lynch en la batalla femenina, Nia Jax entró para quedarse con un sitio que no es el suyo. Pero, en este caso, lo hizo dándole un palizón al pobre Killings.

Nia Jax puede con Mysterio, con Andrade y con Orton. Pero, después, le atacan entre todos. Se come un 619 y un RKO, para ser eliminada. Y a la gente no le da mucha pena por ser mujer. Después de generar mucho amor en su rivalidad con Alexa Bliss, relacionada con el Bulliying sufrido en su vida, tras partirle la nariz a Becky Lynch, se ha convertido en una gran villana.

Orton aprovecha la ocasión para eliminar a Rey, y Andrade hace lo propio con él. También el mexicano es derrotado, y queda Strowman con Ziggler, Mustafa Ali, que seguramente es la persona que mejor batalla ha realizado, y Rollins, que vuelve de su descanso entre las mesas. Entre los tres intentan vencer al monstruo, pero tanto Dolph cono Ali son eliminados. Parece que Rollins puede correr el mismo riesgo, y de hecho, lo bueno de este final es que puede pasar cualquier cosa, porque se enfrentan los dos grandes favoritos. Finalmente, es Seth el que sale triunfante, por lo que se asegura un puesto en WrestleMania, ante Brock Lesnar. Por otro lado, es una pena lo de Braun. Puede que, un año más, se encuentre sin nada interesante en el magno evento.

La lucha es bastante mediocre en su mayor parte, pero a partir de la entrada número 25 de Rey Mysterio, la calidad de la lucha es bastante alta. En ese sentido, la ventaja de esta batalla es que había tantos jobbers, que no se acumularon nunca demasiados para el final.

Puntuación: ***1/2

martes, 17 de julio de 2018

The Undertaker, Braun Strowman y Roman Reigns vs Kevin Owens, Elias y Baron Corbin, WWE Madison Square Garden 07/07/2018



Recientemente, Undertaker volvió a aparecer en un Live Show de WWE en el Madison Square Garden, después de muchos años sin hacerlo. Hay varias cosas interesantes que comentar relacionadas con esto, así que me gustaría dedicarle el post de hoy a la cuestión.

The Undertaker tiene ya 53 años. Durante muchos años, se ha hablado de un posible retiro, pero este no acaba de darse nunca. Cuando uno tiene una gran pasión, es muy difícil olvidarse de ella, y pasar a hacer otra cosa.

Dada su carrera y el gran heat que supone para vender entradas, WWE siempre le ha dejado hacer lo que él quiera. En 2017, tras una humillante derrota en WrestleMania ante Roman Reigns, parecía claro que Undertaker se retiraría. Después de ese combate, el Enterrador dejó la ropa clásica de su personaje sobre el ring, y abandonó el edificio. Nada más se dijo, oficialmente, en todo el resto del año.

Parecía obvio que se había retirado. Pero, en su lugar, el Deadman se sometió a una importante cirugía para remediar algunos de los males que acarreaba como consecuencia de una tan dilatada carrera. Y parece que se sintió satisfecho por el resultado de la intervención, ya que 2018 está resultando un año mucho más atareado de lo que en él viene siendo habitual.

Undertaker venció a John Cena en WrestleMania, y a Rusev en Quatar. También está anunciado para un gran evento que WWE tendrá en Australia, en un estadio con capacidad para 100.000 aficionados. Allí, su rival será Triple H, y el combate se está vendiendo como el cierre de su histórica rivalidad. Además de todo esto, el 7 de julio de 2018 estuvo en un evento en vivo de WWE en el Madison Square Garden.

El MSG es uno de los estadios más importantes en la historia de WWE. Durante muchos años, supuso su principal fuente de ingresos. Así lo fue en la etapa pe-televisión, y pre-PPV. Todos los meses, WWWF o WWF presentaba sus shows mensuales, con su principal estrella en el main event, ya fuera Bruno Sammartino, Bob Backlund o Hulk Hogan. La capacidad de ese histórico centro es de unos 20.000 espectadores, así que, por la venta de entradas, la empresa conseguía unos ingresos similares a los que tiene hoy por hoy en un PPV.

Hace tiempo que WWE no lleva a cabo ningún gran evento en esa sede. Aún así, cada 3 o 4 meses tiene un Live Show en ella, al que siguen asistiendo entre 12.000 y 15.000 espectadores. Como digo, eso supone, más o menos, la misma venta de entradas que en un PPV normal de la empresa, y con costes de producción mucho menores. Eso significa que la compañía tiene que esforzarse por atraer a los fans, a pesar de que sólo se trata de un House Show.

Y, ahora mismo, WWE tiene problemas para encontrar grandes atractivos que vendan entradas. Porque sus dos principales estrellas, John Cena y Brock Lesnar, están muy ocupados con otras cosas. John está teniendo papeles cada vez más importantes en Hollywood, y Brock ya ha confirmado su regreso a UFC para enfrentar al campeón de peso completo, Daniel Cormier. No se sabe cuando volverá Cena a WWE, ni cuanto luchará Lesnar, que además, ahora cobra cantidades mucho más altas por cada aparición, y tiene el campeonato Universal secuestrado. En estas condiciones, WWE tiene que buscar otras atracciones para el respetable. Ronda Rousey luchó en el live show de marzo en en Garden, y en este de julio, lo hace Undertaker. Si en 2018 la empresa tiene que tirar del Enterrador para vender entradas, es que algo va mal en el cambio generacional.

Algo que parece una constante en el wrestling mundial. Recientemente, en un estadio de semejante capacidad, La Arena Mexico de la Ciudad de México, el Consejo Mundial de Lucha Libre consiguió una de las mejores entradas del año por una lucha en homenaje a Atlantis con 6 leyendas casi sexagenarias en el cuadrilátero: Atlantis, Octagón, Rayo de Jalisco Jr, vs Último Guerrero, Máscara Año 2000 y Fuerza Guerrera.

Con respecto al Garden, hay otro tema de actualidad muy interesante. El hecho de que ocurran eventos de otras empresas de wrestling. Hace un tiempo, se comentó que había una promotora que estaba intentando llevar a cabo un evento ahí, pero que WWE lo evitó, "con una llamada". Incluso se dijo que esa empresa era la mexicana Triple A. Porque los medios de wrestling mantienen una relación flexible con lo de decir la verdad. Finalmente, se supo lo que era previsible: que esa empresa es Ring of Honor. Ahora, se ha desbloqueado la situación y WWE ha dado permiso para que ROH, junto a New Japan Pro Wrestling, hagan un show conjunto en el Garden durante la semana de WrestleMania del próximo año 2019. Este evento tendrá lugar el día 6 de abril, la noche antes de WrestleMania.

Se ha criticado mucho a WWE por ejercer poder para evitar el crecimiento de otras empresas mediante acciones como esta. Pero lo cierto, hasta donde yo sé, es que WWE tiene un contrato con el Madison Square Garden para tener la exclusiva en lo respectivo a shows de wrestling en el edificio. De hecho, se cumplen 30 años desde que Vince llegó a un acuerdo con los directores del establecimiento. Por eso mismo, más que un boicot para que no se realice el evento, parece ser un detalle por parte de la empresa permitir hacerlo. Hubiera sido muy fácil para ella realizar el Takeover de ese día en el Garden. En cualquier caso, parece probable que Ring of Honor, ese día, supere los boletos vendidos por All In, que como sabrán los lectores, agotó sus 10.000 entradas en media hora, después de que se pusieran a la venta.

Y es que, parece haber cierto interés por parte de WWE por abrirse al mundo, y ofrecer en su network el producto de otras promotoras. Parece que Progress, Evolve o NOAH podrían haber negociado ya con Vince para hacerlo. Quizás, en esa compañía, se esté pensando que, mejor que tener el monopolio del wrestling, es tener el monopolio del streaming de wrestling, que sería interesante convertir a WWE Network en un verdadero Netflix de wrestling, con productos propios, y productos de Third Parties. En ese caso, potenciar otras empresas a lo mejor sería un buen negocio para WWE. Pero son especulaciones lejanas, y causadas por la aparente desidia de su propio producto.

En este Live Show de WWE en julio de 2018, Undertaker participa en una lucha de tríos. Hace equipo con las dos principales estrellas de la actualidad, Braun Strowman y Roman Reigns, para hacer frente a tres tramposos consumados: Kevin Owens, Elias y Baron Corbin.

Sobre Baron Corbin, hay que decir que ha abandonado el personaje de lobo solitario. Ahora resulta ser un contable. Cosas típicas de WWE. Qué horror.

La lucha es normalita, con Roman siendo el face que recibe el daño, y un Undertaker que protagoniza sus mejores movimientos ante Kevin Owens, demostrando que aún puede mover a su antojo a hombres muy pesados. Mediante el Tombstone, el Deadman da la victoria a su equipo.

Braun y Roman homenajean a Undertaker en el centro del ring. Este aprieta la mano del primero, y tras abandonar el ring el gigante, hace lo propio con Roman, a pesar de lo ocurrido en WrestleMania 32.

Puntuación: **1/2

martes, 1 de mayo de 2018

50-Men Royal Rumble match, WWE The Greatest Royal Rumble




WWE ganó una salvajada de millones por su primer show en Arabia Saudita. Pero no podía llevar, a cambio, un evento cualquiera. Además de contar con todas sus grandes estrellas a tiempo parcial, estuvieron todos los campeonatos masculinos en juego, lo que es especialmente importante en este evento, porque, quizás, buena parte del público Saudí piense que el wrestling es real, ya que no hay un acceso a la información tan sencillo como en occidente. En ese sentido, los títulos pueden tener una relevancia mayor, aunque no hubo ningún cambio titular, más allá de la victoria de Matt Hardy y Bray Wyatt por los vacantes campeonatos en pareja de RAW.

Más interesante todavía era la edición más grande de la historia del Royal Rumble Match. A lo largo de la historia, la empresa ha llevado a cabo una edición especial de esta batalla en house shows, o en algún programa semanal, pero en general, es algo reservado para una noche al año. Pero este evento es demasiado importante, así que, no solo cuenta con un Royal Rumble, sino que tenemos el más grande de la historia, uno con 50 hombres. Ya sólo faltan 10 hombres para igualar las World War III de WCW.

Se dice que el Rey de Arabia pidió la presencia de Undertaker, Yokozuna y Ultimate Warrior. Héroes de juventud, sin duda. Lástima que todos, salvo Taker, estén muertos. No me cabe duda de que el Royal Rumble también fue un capricho de este tipo. A todos los niños le gustan mucho estas peleas.

Los Rumbles tienen un problema. Pueden llegar a ser muy aburridos en algunas partes de la contienda. Y en un Rumble de 50 hombres, ese peligro es aún mayor. Sin embargo, WWE cuenta con estrellas suficientes para hacer algo interesante. ¿Lo hará?

Bueno... Hay momentos de la batalla que son muy buenos. Creo que los primeros minutos están muy bien, y la última parte, también. Posiblemente, esos últimos 20 minutos de batalla la salven, porque están llenos de cosas entretenidas. Pero, en medio, hay mucho tiempo en el que no paran de salir jobbers sin parar, sin que pase nada.

Uno puede pensar que no había otra opción, teniendo en cuenta el número de estrellas. Y conociendo a WWE, así es. Pero uno no es tonto, sabe que habría mil maneras de aprovechar el roster para contar muy buenas historias durante todo el combate, haciendo que las eliminaciones de ciertos luchadores se hicieran de manera más relevante, y que las apariciones sorpresa sirvieran para algo. Pero no, hay muchos minutos de "nada".

Los dos primeros puestos en la batalla los ocupan Dolph Ziggler y Daniel Bryan, dos clásicos que ya han ocupado esta posición en el pasado. Sin Sara sale para causarles problemas, pero es eliminado. En la posición número 5, ante una buena ovación, entra Mark Henry, recientemente introducido en el Salón de la Fama.

Buenos minutos de Henry, que elimina a Curtis Axel, y a Mike Kanellis, con una velocidad que casi supone un nuevo récord. También hace lo propio con el luchador de sumo Hiroki Sumi, cuyo nombre profesional en el tatami es Hishofuji. Parece ser que es buen amigo de Shinsuke Nakamura, y viene a ocupar el lugar del demandado Yokozuna.

Henry elimina al luchador de sumo, pero los otros dos luchadores que permanecen en el ring lo expulsan aprovechando el momento. Bryan hará una lucha verdaderamente memorable hoy.

En este Rumble, participan varios luchadores de NXT y 205 Live, como Tony Neese, que entra y no lo hace nada mal. Llega Hornswoggle, que tiene algunos buenos momentos, pero cae fuera bastante rápido. Hay que decir que en ningún momento es expulsado desde la tercera, pero bueno, se le da por eliminado. Tony Neese baila con New Day, y estos aprovechan su alegría para sacarlo fuera.

Llega otra leyenda: Kurt Angle, que elimina a Primo y Bo Dallas, así como a Dolph Ziggler. Hubiera estado genial verlo enfrentarse a Daniel Bryan, aunque coinciden poco, a pesar de que en esta parte de la batalla, por suerte, no se han acumulado, todavía, muchos luchadores. Buena ovación se lleva también Goldust, un tipo por el que parece que no pasan los años. Durante varios minutos, parece empeñado en expulsar a Bryan.

Es el turno de Elias, que llega con su guitarra, insultando, como siempre. También él tendrá una buena participación en esta batalla. Tira la guitarra y elimina a Kofi Kingston, Xavier Woods y Konnor, que estaban enganchados en la cuerda. Mientras tanto, Bryan y Angle tienen su único intercambio individual. Angle aplica Olmipic Slam, pero es eliminado por Elias. Creo que teniendo en cuenta los minutos que se avecinan, podría haberse aprovechado esta eliminación de una forma más productiva.

Entra gente de NXT, que no está entre lo más importante de la liga amarilla, aunque sí entre los tipos más grandes de ahí. Supongo que son tipos que no eran necesarios para ningún show, como Tucker Knight, Babatunde y Dan Matha. Además de ellos, hace aparición Roderick Strong, un luchador mucho más importante para la marca. Hay que señalar que los luchadores que han ascendido al roster principal últimamente no han viajado. 

Llega Rey Mysterio, haciendo movimientos importantes. Hace meses que se habla de un regreso definitivo a WWE, aunque tiene apariciones pendientes en AAA, The Crash y NJPW, así que no parece ser muy probable que llegue para luchar a tiempo completo. Por ahora, tiene un paso interesante por este Rumble, en el que aguanta 20 minutos. 

Por su parte, los Breezango también tienen su momento gracioso. Un poco de humor introduce también Big E, tirando tortitas. Elimina de una forma un poco humillante a Tucker. Despues de unos minutos de poca intensidad entre el público, este se vuelve a animar mucho con la entrada de Randy Orton. Su RKO sobre Apollo Crews es, como siempre, muy impresionante. Mojo Rawley y Karl Anderson acaban eliminados también. Fuerte es, asimismo, la entrada de Baron Corbin, que elimina a Strong y Roode.

Pero, posiblemente, el gran protagonista de la batalla sea Titus O'Neal. El líder de Titus Worldwide se tropieza al llegar, y acaba cayendo debajo del ring de cabeza. Nunca he visto algo así. Michael Cole y el resto de los comentaristas no paran de reír, como eco de lo que, realmente, está haciendo Vince en Backstage. Recordemos que este es un tipo que se hizo famoso al caerse en una prueba en NXT, cuando ese programa era una especie de Reality raro.

Pero, cuidado. Llega Braun Strowman, y todo cambia a mejor, como siempre. El monstruo elimina a adversarios sin parar, y ni entre todos pueden con él. Rey Mysterio y Randy Orton unen fuerzas, como en el Rumble 2018, para aplicar 619 seguido de RKO. Pero Corbin elimina a Mysterio, Randy Orton a Corbin, y Elías a Orton.

Sólo quedan Strowman, Elías y Bryan, que está por ahí tirado medio muerto, con el pecho en carne viva, quizás por los chops de Roderick Strong. Ahora llega Curt Hawkins, que intenta huir por donde ha venido, tan solo para ser cazado y eliminado por Strowman.

El siguiente en entrar es Bobby Lashley, que consigue eliminar a Elías, y se enfrenta a Strowman, aunque la lucha entre ambos es frenada por las patadas voladoras de Daniel Bryan. Ahora llega The Great Khali.

La verdad es que se podría haber aprovechado mucho mejor la entrada del Indio, que obtiene una buena reacción. Podría haber entrado cuando el ring estaba saturado, y tener alguna eliminación. Pero después de un par de hachazos, es expulsado por Bobby y Braun. Siguen aguantando los tres luchadores, cuando llega Kevin Owens, que hoy se va a encontrar aquí a varias personas que lo odian mucho. Bryan, exhausto, no puede con él. Pero entra en escena Shane McMahon. Se une a Bryan para darle un montón de patadas al canadiense.

Llega Shelton Benjamin, cuando Kevin pide a todos que se unan contra Strowman. No es mala idea, pero no pueden con él. Con el número 49, entra Big Cass, que anda en una rivalidad con Daniel Bryan. Tras él, llega Chris Jericho, en último lugar.

Todos atacan a Braun, y Shane lo remata con un Coast to Coast. Jericho y Owens tienen espacio para luchar. Chris elimina a Benjamin, y aplica Walls a Owens, que se rinde, aunque no sirva de nada. Lashley aplica su súplex sobre Cass, pero comete un error, y acaba siendo una especie de Brainbuster muy peligroso. Bryan prepara a Owens, que está recibiendo por todos lados, para el Coast to Coast de Shane, pero Braun agarra al comisionado de Smackdown, y lo lanza desde el esquinero sobre la mesa de comentaristas. Increíble golpe.

Strowman sigue con su destrucción, eliminando a Jericho, Lashley y Owens. Bryan intenta hacerle frente, y está a punto de eliminarlo. Pero Cass vuelve, le pega un Big Boot, y echa fuera al Dragón Americano, que ha luchado durante más de una hora y cuarto. Strowman se enfrenta, para acabar, con Cass, que es más alto que él. Cass está cerca de la victoria, pero acaba siendo humillado, al quedar colgando sobre las cuerdas en una dolorosa posición. Strowman lo expulsa para conseguir una muy merecida victoria, y un nuevo récord de eliminaciones. Bryan asimismo supera el récord de permanencia en el ring durante un Royal Rumble.

Parece que WWE podría poner a Braun en la posición de Reigns, y ser él quien derrote, al fin, a Brock Lesnar. La batalla está bastante bien. Ha ganado mucho con la segunda visualización. la primera estaba un poco viciada por la expectación, que es lo que suele pasarle a los Rumbles. Ha sido un buen espectáculo, con muchas cosas para contar.

Puntuación: ***3/4

sábado, 3 de marzo de 2018

The Miz vs Finn Balor vs John Cena vs Roman Reigns vs Seth Rollins vs Braun Strowman vs Elias, WWE Elimination Chamber 2018



En el anterior post, repasamos el Elimination Chamber femenino del evento homónimo de WWE en 2018. Resultó ser una muy buena lucha. Pero, también hubo un combate masculino dentro de la estructura de metal. Veamos qué tal salió.

Shinsuke Nakamura ganó el Royal Rumble Match de 2018, y es considerado como el mejor RR de la historia. Roman Reigns ha ganado el Elimination Chamber, y muchos dicen que es este el peor combate de este tipo desde que se inventó. ¿Tenemos, de nuevo, un caso de evaluaciones sesgadas por los favoritismos de los influencers?

Sí, y no. Aquel Rumble era muy bueno (aunque no tanto) y este Elimination Chamber es bastante malo (aunque no tanto). Busquemos las claves de este resultado tan mediocre.

Por primera vez, WWE ha metido a siete tipos en una jaula. ¿Para qué? Para nada, en la lucha no pasa nada especial por tener a 7 personas. Simplemente, al empezar el match, hay tres tipos, en lugar de dos. La mayoría de los miembros se han visto las caras antes o después, pero no hay ninguna historia abierta, ahora mismo, entre ellos. O, desde luego, no la hay dentro de la jaula. Además, los 7 batallaron, en lunes anterior, en un difícilmente explicable Gauntlet Match en el que todos quedaron mal, porque todos acabaron derrotados, salvo Strowman, cuyo único papel consistió en vencer a The Miz, algo que no requiere demasiado esfuerzo.

Rollins, Balor y Miz comienzan luchando. No es que sea mala lucha, pero no tiene alma. No se usa la jaula apenas en toda la batalla. Quizás un poco al final. Y el público es un desastre, como en gran parte del evento. Se nota que se vendieron pocas entradas, y que muchas se compraron por una oferta de última hora de dos por uno. Mientras la comunidad de Internet exige que se le den oportunidades a jóvenes atletas sin personalidad sólo por sus capacidades físicas, el público que de verdad cuenta, el que paga los boletos, no va a los estadios. Eliminar el kayfabe significa eliminar los sentimientos del público con respecto a los luchadores y las storylines. Si al público no le importa lo que pasa, por muy entretenido que sea, y por muy buenas que sean las peleas, no se va a gastar el dinero. Para encontrar simple entretenimiento, tiene opciones mucho mejores. Y si la gente no va al estadio, las luchas no pueden ser buenas, porque una lucha en silencio es insoportable.

Entra Cena, y entra Reigns. Los luchadores siguen peleando, como si esto no fuera un elimination chamber, como si fuera la típica batalla grupal de Raw, pero sin el público de RAW. Sólo hay un par de cosas buenas, que vienen de parte de The Miz, que es el único que tiene algo dentro. La gente se ríe, cuando este intenta aliarse con Rollins para atacar a Balor. Obviamente, el miembro de The Shield se niega. No tarda mucho, el rudo, en intentar aliarse con el líder del Balor Club, e incluso intenta hacer el "Too Sweet" con él. Después, cuando ya están Cena y Roman en la jaula, golpea a todos con la Yes Kick que le robó a Daniel Bryan. Es curioso que el público disfrute más con el único rudo que con el resto, que son todos técnicos.

Pero entra Braun Strowman, que arregla un poco la lucha. Destroza a todos, y deja un reguero de cuerpos a su paso. Pero muy lentamente. Se nota a kilómetros que está haciendo tiempo para que salga Elias. Mala actuación, y mucha pasividad por parte del resto. La mayoría de los luchadores se tiran todo el combate tumbados en el suelo, tras recibir daños que, en realidad, no eran tan duros.

Strowman se cansa de esperar, y elimina al Miz con su Running Power Slam. En un buen segmento, recibe los finishers de todos, pero no recibe el conteo, porque está en la parte metálica exterior, y ahí no se puede hacer. Es raro, porque juraría que he visto a gente ser eliminada justo ahí en otras ediciones. 

Strowman va eliminando a todos de la misma manera. Cae Elias, y cae también Cena, que nuevamente, es derrotado sin la menor transcendencia. Esta es la manera en la que se tira abajo una leyenda construida durante 15 años. Finn Balor opone más resistencia, pero también cae. Rollins y Reigns se unen contra Strowman, y tienen posibilidades de ganarle. Pero acaban luchando entre ellos, porque no tienen ni pizca de conocimiento. Running Power Slam para Rollins, que queda fuera.

Todos sabíamos que, en WrestleMania 34, Reigns se tiene que enfrentar a Lesnar para, por fin, ganarle y ser el Dios de la Tierra. Strowman se ha mostrado como un gran monstruo, invencible, pero comete un gran error. Se lanza contra reigns, y se come la cabina de metraquilato, pegándose un buen golpe en la cabeza. Esto lo aprovecha muy bien Roman para golpearle con varios Super Man Punch, y rematarle con dos Spears.

Gran final para una lucha que era desastrosa. Lo arregla un poquito. Ya sé que a mucha gente le enfada que gane Roman, pero era lo que tenía que pasar, y lo que tiene sentido en la historia. La parte final sí que levanta un poco al público, y la victoria de Reigns es bien recibida. Creo que Roman vencerá a Lesnar en WrestleMania, y tendrá un reinado largo que le situé como la gran estrella de esta época, y eso será muy bueno para los negocios.

Lesnar se ha escaqueado últimamente de algún programa de Raw. Su contrato espira tras WrestleMania, y se dice que podría dejar WWE para irse a UFC. Se ha hecho alguna foto con Dana White. Pobre, el dueño de UFC, parece que Brock le está utilizando, como hizo la última vez que tuvo que renovar contrato con WWE, para sacarle algo más de pasta al pobre Vince. El caso es que, cada vez que lo hace, todo el público se lo traga, y se cree que se va a ir de WWE. Y quizás lo haga si no le dan lo que quiere, pero su estrategia es obvia.

En cualquier caso, su hegemonía acabará, y llegará la de Roman, que ha sido pospuesta demasiadas veces. En cuanto a Strowman, su rol de monstruo destructivo no queda dañado, después de eliminar a 5 hombres, y darle una paliza a Roman tras la lucha. Lástima que, seguramente, lo dejen en un segundo plano en WrestleMania. Se merece una lucha importante ya.

Puntuación: ***