En 2022, se cumplen 30 años desde el nacimiento de AAA como empresa. Hace 3 décadas, en 1992, Antonio Peña, un creativo del Consejo Mundial de Lucha Libre, "traicionó" a la empresa histórica de lucha libre en México, se llevó a algunas de sus grandes estrellas, y montó una segunda gran promotora, con una proposición mucho más americanizada y moderna que la dirigida por su antiguo amigo Paco Alonso. Este año, pues, y después de una cruenta pandemia en México, AAA nos ofrece un evento de TripleManía especial, separado en tres jornadas, y con un torneo de máscaras de gran relevancia.
Hablamos de la Ruleta de la Muerte, una competición en la que varias leyendas y estrellas de la empresa se juegan la tapa. Participan Último Dragón, Pentagon Jr, Psycho Clown, Villano IV, LA Park, Blue Demon Jr, Rayo de Jalisco Jr y Canek. Son todos tan grandes e importantes para la historia de la lucha, que cualquier cara que conozcamos va a causar mucha sensación.
Hace unos meses, tuvo lugar la primera de las jornadas de TripleManía, que incluyó las primeras eliminatorias, que son las que vamos a comentar los próximos días. La verdad es que los resultados obtenidos dejan muy claro que el perdedor de la Ruleta de la Muerte, y quien pierda la máscara, será Villano IV. Es una solución fácil, pero está bien: me encanta que un tipo como ese tenga una última gran gira de despedida.
Y es que creo que todos los luchadores históricos deberían retirarse de esa manera: una última rivalidad, unos últimos meses de lucha y de sueldos; una batalla en un main event, una derrota, un dinero para la jubilación, una jornada para la historia y un push para el luchador que lo destape. Creo que es la mejor manera de retirarse, y me da pena que tipos como Canek y Rayo se empeñen en no aceptar una lucha de apuestas con la que terminar de una vez.
Además, ocurre que Fuerza Guerra ha vuelto al Consejo Mundial de Lucha Libre para una gira de despedida, y se ha tirado directamente contra el cuello de Atlantis, la gran leyenda y depredador de máscaras de la empresa coliseina. No tengo claro si finalmente Fuerza se retirará tras una lucha de apuestas de leyendas, pero creo que sería genial que tal cosa ocurriera en el próximo aniversario, o en el siguiente, lo que implicaría que viéramos dos máscaras de dos leyendas gigantes caer en el mismo año: Fuerza Guerrera y Villano IV. Me encantaría que así fuera.
Vayamos pues con esa primera eliminatoria. Recordemos que, el ganador, no se clasifica para la siguiente ronda, sino que salva su máscara, y ya no tiene que participar en la ruleta. Así es; es una de las cosas que pasan en México: los protagonistas son los perdedores. Se supone que lo que un luchador desea es tener una gran lucha de máscaras en TripleManía; esa es una ambición que debería sentir cualquiera. Sin embargo, aquí, los ganadores de las eliminatorias finalizan su participación en el evento, y jamás serán recordados.
El primer combate que ocurre en TripleManía XXX Monterrey es el que mantienen Pentagon Jr y Último Dragon. El primero, es una de las grandes estrellas de la empresa actualmente; un gran rudo que ha impactado tanto en México como en Estados Unidos, y que forma junto a su hermano Fénix una de las parejas más importantes de la actualidad a nivel global. Es un hombre que nunca ha participado en una lucha de apuestas realmente importante, así que da la sensación de que este podría ser un momento oportuno para darle una gran victoria de este tipo, si bien sus deslealtades hacia AAA podrían alejarle del éxito. Por otro lado, no tiene ninguna opción de perder la máscara, dada la relevancia de esta a nivel internacional.
Tampoco hay opción de que Último Dragón la pierda. Es un luchador que tiene una carrera muy activa en Japón; aún lucha a jornada completa, a pesar de superar los 50 años de edad. Igual que Liger o que Tiger Mask IV, posiblemente se retirará con su personaje inalterado, aunque ha pasado el suficiente tiempo en México como para, quizás, querer terminar su carrera perdiendo la máscara. Un japonés como él no requiere de tal cosa para tener una jubilación digna; eso es de países tercemundistas como México, pero podría hacerlo por romanticismo. En cualquier caso, eso no va a pasar en un corto periodo de tiempo.
Dragón comenzó a luchar en México. De hecho, se dice que fue Antonio Peña el que creó su personaje cuando aún trabajaba en el CMLL (entonces EMLL). Gran mérito, pues el luchador le lleva sacando partido desde hace 35 años. Último luchó en el Consejo y en el Toreo de 4 Caminos. Durante los 90, trabajó al mismo tiempo en México y en Japón, haciendo temporada en WAR, para luego formar parte de las divisiones crucero de WCW y WWE. Luchó en New Japan, y siguió peleando en el Consejo durante varios años, hasta 2007. Es un tipo que nunca ha tenido contrato fijo con nadie; ha peleado en todas partes, incluyendo su empresa Toryumon, que lleva a cabo eventos puntuales en México desde 1997. Además, entre 2013 y 2019 luchó a tiempo completo en All Japan Pro Wrestling, y desde entonces lo hace en Dragon Gate. Es un hombre, por tanto, que no para, y sin embargo, no es tan reconocido en México, o al menos no lo es en Monterrey. El público no acaba de reconocerle, así que a la lucha le falta ambiente, a pesar de que AAA hace lo que puede presentando los perfiles de los distintos luchadores. Último Dragón, por cierto, es el japonés que mejor hablar el español que yo haya visto nunca.
La lucha no es muy buena. El Zero Miedo es más grande y fuerte, y parece querer golpear la cabeza de su oponente con fuerza. Y también intenta aplicar su palanca al brazo, mas el japonés se libra. Este cambia la ruta del match con un Canadian Destroyer que sorprende relativamente, ya que si bien no es uno de sus movimientos clásicos, es un ataque que todo el mundo hace en México. Después de eso, trata de aplicar su finisher, el Asai DDT, y lo consigue, proclamándose ganador de la pelea. Poca cosa aquí.
Dragón dedica su victoria a su fallecido amigo Antonio Peña, y lo hace junto a la viuda de este, Maricela Peña, que parece la novia de Chucky, debido a la cantidad de cirugía estética que lleva en la cara, pagada con décadas de explotación de luchadores.
Puntuación: **1/2