Especial WWE Hall of Fame 2021
Ya tuvo lugar la ceremonia de exaltación del Hall de la Fama de WWE en su edición 2022, y no obstante, aquí en el blog, aún tenemos que terminar con la de 2021. Nos resta hablar sobre Rob Van Dam y Kane. Comencemos con el primero.
RVD es un tipo muy querido, un luchador con una carrera larga y variada, que aún está en activo. Tanto es así, que resulta muy complicado elegir dos combates para este especial que realmente hagan honor a todo lo que ha hecho en su vida. Es obvio que hay que poner algo sobre su paso por ECW, pero antes de eso, como después veremos, nos vamos a ir a una etapa de su carrera menos conocida.
El nombre de Rob Van Dam, probablemente, recuerde a muchos la figura del actor belga Jean-Claude Van Damme, que en los tiempos en los que este hombre comenzó a pelear, era una gran estrella, participando en "peliculones" como Soldado Universal, Street Fighter o Timecop. Tiene delito que, pasados 30 años, nos acordemos más del luchador que del actor: Rob ha envejecido mejor.
Y realmente, existe cierto parecido físico entre ambos. Eso, sumado al estilo del wrestler, que destaca por sus increíbles patadas (o destacaba por ello en sus inicios), justifican el apodo que le puso el promotor Ron Slinker y que utiliza hasta el día de hoy en sus apariciones regulares arriba del ring.
Como el actor, RVD estudió kickboxing y artes marciales, aunque no tiene una carrera profesional en ese campo comparable a la del belga. Comenzó a luchar en 1990, precisamente en una lucha de Big Time Wrestling, presuntamente de Kick Boxing, y no ha parado desde entonces. En los últimos 32 años, no ha habido ni un solo año en el que no se haya subido a un ring. En 1992, obtuvo algunas oportunidades en WWE, y durante 1993, luchó en WCW como Robbie V, participando, principalmente, en programas secundarios de la compañía, y en house shows, pero demostrando unas habilidades para los vuelos y las patadas que no eran habituales en los luchadores americanos de la época: eran propias de japoneses o mexicanos. Y fue precisamente a Japón donde se trasladó tras esa experiencia.
Porque pocos recuerdan que Rob Van Dam trabajó en All Japan Pro Wrestling entre 1993 y 1997. Hablamos de un tiempo en el que esa era la mejor empresa del mundo, y en la que Misawa, Kobashi, Kawada, Taue, Hansen o Vader daban luchas increíbles constantemente. Allí peleó Rob, que se vio las caras con esos hombres en muchas ocasiones. No estuvo de paso. Hoy, de hecho, comentamos una lucha suya en All Japan.
Entre 1996 y 2001, trabajó en la novedosa ECW, empresa en la que dejó huella. Fueron años muy movidos, en los que todo parecía mucho más relevante que ahora. La lucha extrema, sin reglas, y los locos storylines que diseñó Paul Heyman para su promotora, crearon escuela, y RVD fue uno de sus principales estandartes, participando en grandes matches frente a gente como Sabú, Jerry Lynn o Bang Bang Bigelow. Elegiremos una de estas luchas para el segundo artículo del especial.
Como todo el mundo sabe, en 2001, WWF compró WCW y ECW, y se quedó con los contratos de los luchadores que le parecieron interesantes. RVD participó en la famosa storyline de la Invasión, siendo el representante de ECW en la batalla de Survivor Series 2001, y tras el final de esa historia, se convirtió en un upper-midcard que ganó muchos títulos en la empresa de entretenimiento más grande del mundo. Fue 6 veces Campeón Intercontinental, 4 veces Campeón Hardcore, 3 veces Campeón Tag Team, y Campeón de Europa.
Durante todos esos años, se convirtió en uno de los favoritos del público, y eso le llevó al éxito en 2006, cuando se convirtió en ganador del Money in the Bank Ladder Match, Campeón de ECW y Campeón de WWE. Y es que, en 2005, WWE trajo de vuelta la ECW con un show puntual en el que participaron viejas leyendas de la promotora violenta, y el proyecto funcionó tan bien, que fue repetido en 2006, dando paso, posteriormente, a un tercer programa televisivo semanal. Luchadores como Rob Dan Dam, The Sandman, Sabú o Tommy Dreamer pasaron a esa marca, que en principio pretendía recrear el modelo de la ECW, gracias al trabajo de Paul Heyman. Sin embargo, esta idea murió pronto, porque el proyecto no tuvo el suficiente seguimiento, y porque no se respetó lo suficiente el concepto, dado que Vince lo odiaba y sólo estaba interesado en las luchas de gigantes: los main eventers eran Bobby Lashley y Big Show. Pero, en los primeros meses del proyecto, Rob se convirtió en Campeón de WWE y de ECW al mismo tiempo, para promocionar la nueva marca, si bien sus reinados duraron poco. En 2007, hubo una oleada de despidos en WWE, y la nueva ECW quedó muy diezmada, convirtiéndose en un programa que tenía un par de luchadores veteranos, junto a varios talentos recién ascendidos de FCW. No había ya nada de violento en ella.
Ese mismo año 2007, Rob abandonó WWE, tras ser destrozado por el Asesino de Leyendas, el joven Randy Orton que estaba siendo preparado para ser el principal rival de John Cena. RVD se había metido en algunos líos por el consumo de Cannabis, y acabó fuera de la empresa, a la que volvió en momentos puntuales. Había luchado durante muchos años para promotoras importantes, y debía tener el riñón bien cubierto. Además, durante su vida, ha participado en muchas películas y producciones televisivas, así que no debe tener muchos problemas económicos, y por eso ha vivido muy relajado desde 2007. Durante 2008 y 2009, se entretuvo en tierras europeas, peleando sin demasiada ambición.
En 2008, peleó en la promotora NWE, en su gira por España, incluyendo las paradisíacas Islas Canarias. Tonto no es. Esa empresa, de origen italiano, aprovechó la vuelta de WWE a la televisión española después de unos 15 años fuera, para promocionarse y confundir a la gente, que compró sus entradas bajo la creencia de que vería luchar a John Cena o Randy Orton. Y es que, el español medio no sabe absolutamente nada de wrestling, y piensa que es un programa de televisión, y no una especialidad deportiva, de tal manera que no sabe que hay lucha más allá de WWE. Por eso se sintió estafado. Sin embargo, en las filas de NWE había muchos ex-WWE, como RVD, Orlando Jordan, Juventud Guerrera, Chris Masters o Vito, así que no se puede decir que presentara shows de mala calidad. Lo único que pasa es que el público español es muy analfabeto, en todos los ámbitos. Además de luchar, Rob Van Dam se dedicó a entrenar al Ultimate Warrior, que regresó a la lucha para tener su último combate en el show celebrado en Barcelona, ante Jordan. Ya comentamos en su día lo que ocurrió con ese match.
Durante 2009, RVD siguió viviendo a lo grande, recorriendo Europa en la gira de AWR, en la que ganó el título mundial de la compañía, y participó en múltiples luchas ante antiguos conocidos. Pasadas estas vacaciones, regresó al wrestling de competición, luchando en TNA entre 2010 y 2013.
TNA era el lugar al que iban todos los ex de WWE que ya no tenían oportunidades en la empresa de McMahon. En esta empresa, podían vivir una segunda juventud, y ganar bastante dinero. RVD aprovechó esta opción, ganando el TNA World Heavyweight Championship y el X-Division Championship . También participó en luchas muy recordadas ante gente como Rhino, Abyss, AJ Styles o Jeff Hardy. Y en 2013, regresó a WWE.
Vince puso un camión de dinero en la puerta de su casa, y lo aceptó. Tanto en 2013 como en 2014, firmó contratos por unos pocos meses en los que luchó a jornada completa. En 2013 peleó de julio a octubre, y en 2014 lo hizo entre abril y agosto. En el primer caso, se estrenó en Money in the Bank, y tuvo varias luchas buenas, incluyendo una rivalidad frente a Alberto Del Río por el World Heavyweight Championship que no estuvo nada mal. En 2014, sin embargo, aparte de la ladder, no hizo gran cosa. Vince se burló de él, tratándolo como a basura, como a otras muchas leyendas, y acabó peleando en Main Event. Por eso mismo, el luchador no volvió a firmar un contrato de este tipo, y entendió que su etapa en WWE había terminado definitivamente. En su última lucha en la empresa, venció a Seth Rollins por Count Out, en el programa número 100 de WWE Main Event.
Después de eso, se dedicó a luchar en el circuito independiente, teniendo su alimenticia luchita mensual. Entre 2019 y 2020, volvió a TNA, ahora conocida como Impact Wrestling; si bien la empresa ya no era tan grande como en su anterior etapa, grababa muchos programas en un par de jornadas de trabajo, y eso le permitía obtener un buen cheque a cambio de un calendario muy sencillo. Su nueva inbcursión en la compañía acabó en septiembre de 2020, puesto que, parece ser, tenía muchos problemas de memoria a la hora de ejecutar sus matches: 30 años de sillazos y traumatismos craneoencefálicos parecen estar causando mella en su salud. Aún así, sigue peleando en el circuito indy, ha tenido alguna aparición puntual en WWE, ha entrado en el Salón de la fama, ha protagonizado un documental, y ha comenzado una carrera como cómico. Además, se casó en 2021, así que no se puede decir que sea un jubilado. Seguiremos atentos a su futuro, y a su salud.
Después de esta parrafada, toca comentar una lucha suya. He seleccionado un match frente a Danny Kroffat, ocurrido el 9 de junio de 1995, en un show de AJPW. Es un combate poco conocido, pero que tiene muy buena nota, y que a mí me parece muy entretenido.
Danny Kroffat era un buen luchador; un hombre poco valorado, o más bien, desconocido, pero con bastante nivel. De origen canadiense, se formó en Stampede Wrestling, en la mazmorra de Stu Hart, después de que Davey Boy Smith y Dynamite Kid lo recomendaran. Heredó el nombre de Dan Kroffat, que pertenecía a una vieja leyenda de la casa. Luchó en Canadá, luchó en México, y luchó en WWF como Philip LaFon, pero la principal porción de su carrera la desarrolló en All Japan. Disputó muchos matches en la división tag, y llegó a tener buenos combates mano a mano frente a Kobashi o Kawada. Ganó 5 veces el Campeonato en parejas, y dos el Campeonato Junior.
Y esta en la que se enfrentan es una de las luchas mejor valoradas en la carrera de ambos. Recibió 4.5 estrellas del Wrestling Observer Newsletter. Es un match entre un hombre rudo, recio, técnico, y un hombre veloz y aéreo, mas el dominio parece venir de este. El canadiense intenta atacar con castigos duros y fuertes, pero una y otra vez, Van Dam le responde con un golpe impresionante salido de la nada... pero además, muy fuerte, muy stiff. Sus patadas dan auténtico pánico.
Normalmente, en este tipo de luchas, los rudos dominan y los aéreos contraatacan, pero aquí no parece ocurrir esto. Robbie no está dispuesto a permitir a Kroffat demostrar lo que sabe. De hecho, él utiliza algunas llaves bastante complejas, a pesar de su juventud. Para que alguien diga que sólo es un luchador extremo; es un wrestler de verdad.
Kroffat tira de rudezas, y se salta la ley cuando el referee se lo permite. Tiene momentos de dominio, y castiga el cuerpo de su oponente, incluyendo algunos rodillazos muy buenos, si bien la tormenta de ataques de Rob le cae encima una y otra vez. Patadas y vuelos están apunto de darle la victoria al de USA, pero no lo hacen. Finalmente, falla un 450 Splash, haciéndose daño en la rodilla, y tras un buen intercambio, se traga un Lariato demoledor. Después de muchos intentos, Danny consigue aplicar su Power Bomb, sin éxito a la hora de finalizar el match, mas un Suplex posterior desde la esquina acaba con la resistencia del ahora Hall of Famer. Buena lucha, muy entretenida.
Puntuación: ***3/4
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miércoles, 1 de junio de 2022
Danny Kroffat vs Rob Van Dam, AJPW 09/06/1995
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