domingo, 27 de febrero de 2022

Trío Fantasía vs Thundercats, Máscaras vs Máscaras, Monumental de Monterrey 08/12/1991


Especial fallecimiento de Super Muñeco

Tras la trágica pérdida del legendario Super Muñeco, decidí revisar un par de luchas en su honor. En el primer post dedicado a la cuestión, comenté una lucha suya en solitario; la victoria en un match de apuestas bastante importante por el nombre de su rival, pero en el que ya tenía una edad avanzada. Hoy viajamos al pasado, hasta 1991, para verle triunfar junto a sus compañeros del Trío Fantasía, Super Ratón y y Super Pinocho. Entonces, destaparon a los Thundercats (sí, como los dibujos animados).

Como ya dije en el post anterior, Super Muñeco fue un personaje revolucionario: el primer personaje de carácter infantil en la lucha libre. Pero, si bien gustó mucho a buena parte del público, recibió el rechazo de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, se fue haciendo hueco, gracias al apoyo de los promotores del Pavillón Azteca, y a su éxito en televisión.

Ya sabe el lector que es prácticamente imposible encontrar material de lucha libre clásica. Esto es así porque este es un deporte que no se retransmitió por televisión  de manera regular hasta hace un par de décadas. Y aún entonces, estaba prohibido que así se hiciera en la capital, así que sólo se transmitieron luchas en provincias. Gracias a eso, al menos, podemos disfrutar de combates como los del Pavillon Azteca, situado, entonces, al sur de la Ciudad de México, o de la Arena Coliseo de Monterrey. Si bien estas retransmisiones no se emitían en Ciudad de México, en el resto de la enorme república mexicana, Super Muñeco se hizo famoso, superando así todo el odio que la profesión sentía hacia él.

Y creó escuela. A él, se unió Super Ratón, un tipo que hasta entonces había luchado como Relámpago Dorado, y que se adaptó bien al rol que le dieron los promotores. Para ser su pareja, tenía que interpretar un personaje infantil como el suyo, y se le dio el de los clásicos dibujos animados de un ratón con poderes de superhéroe. Era un hombre con una musculatura muy marcada, y por eso podía asemejarse a aquel ratón. Como veremos más adelante, el tema de los derechos de autor en México nunca ha sido muy respetado.

Gracias al Toreo de 4 Caminos, las luchas de tercias ganaron popularidad, y el mundo de la lucha se llenó de equipos que mantenían sangrientas rivalidades. Por ese motivo, el Pavillón Azteca decidió crear una tercia de fantasía; de personajes para niños. Algo como eso sería muy original. De esta manera, se probaron varios hombres como acompañantes de Muñeco y Ratón. El único luchador que consiguió tener éxito en esa función fue Super Pinocho, quien hasta entonces había interpretado a la tercera versión de Tigre de Bengala.

Así es como nació una tercia que ganaría muchos títulos y luchas de apuestas, y que se mantendría unida hasta hace pocos años. Hace poco, como digo, Pinocho se reveló contra Muñeco, con Ratón intentando mediar entre ambos. El obeso personaje de Disney defendía que él se había unido a Muñeco y Ratón por negocios, pero que no era su amigo de verdad, y que, a partir de entonces, buscaría lograr el reconocimiento individual, quizás desenmascarando a Muñeco. De hecho, en 2019, estuvieron ambos en un cuadrangular de máscaras en el que también participaron Hijo de Mongol Chino y Mongol Chino Jr, mas finalmente fueron los Mongoles los que se jugaron las tapas entre sí, después de que, a pesar de sus diferencias, los Fantasía hicieran rendir juntos a uno de ellos.

Volviendo a los años 80, entonces, por los motivos antes expuestos, la industria se lleno de tercias, y de personajes de fantasía, muchos de los cuales, estaban basados en series de animación. Suena muy poco serio, en mi opinión, hablar de gente que plagia personajes con copyright, pero México es así. Super Muñeco desenmascaró en solitario a Mazinger Z, y junto a sus dos compañeros, le quitó las capuchas a Las Tortugas Ninja, en la Arena México, y a los Thundercats, en la Monumental de Monterrey. Muñeco fue muy querido por los niños, pero a base de desenmascarar, fue humillando a muchos ídolos de nuestra infancia...

Hoy vamos a comentar la lucha del Trío Fantasía frente a los Thundercats, puesto que es una de las más famosas en la carrera de la agrupación. Thundercats fue una serie de animación americana emitida originalmente entre 1985 y 1989, y que contaba las aventuras de tres felinos galácticos que utilizan su tecnología y su fuerza para hacer el bien. Como muchos otros personajes clásicos de la ficción de la época, fueron absorbidos por la lucha libre, y por eso llegaron a los rings Leono (Cuathemoc Torres), Tigro (Pequeño Diamante), y Panthro (Blackstar). Estos hombres iban disfrazados como los tres personajes de la serie, incluyendo máscaras, y ganaron varios títulos de tercias. Por desgracia para ellos, se jugaron las tapas ante los personajes infantiles más importantes de la industria, y obviamente perdieron. Leono falleció en el año 2000.

El Trío Fantasía, a pesar de la aparente falta de seriedad de sus personajes, estaba conformado por luchadores de verdad: un líder carismático como Muñeco, un luchador fuerte y espectacular como Ratón, y un rudo cabrón como Pinocho, enmascarados como si fueran muñequitos. Los tres, eran capaces de dar buenas luchas, pero también luchas llenas de violencia y sangre, como es el caso del match de apuestas que mantuvieron frente a los Thundercats en 1991 que vamos a comentar a continuación.

Los gatos aprovechan la llegada de los muñecos, para atacarles sin piedad y pillarlos por sorpresa. Los Thundercats golpean a sus rivales de uno en uno, dejándoles pocas posibilidades para recuperarse. Pegan con mucha rudeza, y rompen máscaras. Finalmente, usan su peso combinado para cubrir a los tres ídolos por separado. Primera caída para ellos.

La segunda caída comienza de la misma manera en que acabó la primera. Los Thundercats siguen mordiendo como fieras, y siguen rompiendo máscaras. Pero aparece Super Muñeco para tirar de jerarquía, y, con mucha furia, comenzar un comeback que acabará con la victoria de su equipo. Se agarra como un perro furioso a los gatos, les rompe las máscaras, y los lanza contra las sillas metálicas de las gradas. Sus compañeros le siguen, y así cubren a sus oponentes de distintas maneras. Llegamos a la tercera caída con la guerra iniciada.

Y así es esa última caída: una guerra. Los seis hombres se pegan duro por todas partes, sin ningún orden o guión. Así deben ser las luchas de apuestas. Los técnicos resultan más rudos que los rudos, y la sangre mancha a todos por igual, si bien en los trajes blancos de los Thunder es mucho más obvia. Por supuesto, en 1991 no existía el HD; las imágenes de las que disponemos no son muy buenas, pero permiten observar la violencia, y la emoción del público.

La falta de sangre y el miedo se van haciendo patentes. Cada vez que hay un counter, el público se vuelve loco. Hay muchos errores en vuelos, y estos pasan factura. Los Thundercats, especialmente afectados por la carnicería, cometen más errores que sus rivales. Panthro pega patadas voladoras contra Tigro, y acaba derribado con una gran desnucadora de Ratón. Super Muñeco hace rendir a otro de los gatos con sus clásicas llaves, para cerrar la victoria de su equipo.

Los Thundercats se quitan las máscaras sin rechistar, y aceptan la victoria de sus rivales. Tigro dice llamarse Pedro Carriaga, Panthro, Jesús Quintana, y Leono, Artemio Torres.

Lucha de apuestas, esta, para acabar, histórica y violenta, como se hacían las cosas en la época. Es una guerra sangrienta sin mucho juicio; sin mucha técnica ni una historia clara; sólo seis tipos que se odian y que quieren proteger aquello que les da de comer. Tiene más emoción que lucha, pero eso no es poco.

Puntuación: ****1/4



lunes, 21 de febrero de 2022

Super Muñeco vs Coco Rojo, Máscara vs Máscara, Lucha Libre Vip 10/03/2007


Especial fallecimiento de Super Muñeco

Recientemente, conocimos nuevas noticias trágicas dentro de la industria de la lucha libre: fallecieron figuras realmente trascendentes, como Super Muñeco y el Rudo Rivera, dos auténticas leyendas en México, cuyo recuerdo perdurará en grandes y pequeños durante mucho tiempo. Y por eso, si bien no quiero convertir este blog en una sección de necrológicas, tengo que revisar algo de material de ambos hombres. Estas dos muertes me han pillado por sorpresa, pues se trataban de dos figuras muy activas, al menos, hasta antes del inicio de la pandemia. Super Muñeco, entonces, estaba participando en las funciones de leyendas del Consejo Mundial de Lucha Libre, y se estaba peleando con uno de sus compañeros de tercia, Super Pinocho. No llegará la sangre al río entre ellos; no habrá lucha de máscara contra máscara, no al menos en esta vida. Empezamos hoy hablando sobre él.

Quizás haya gente que no sea muy aficionada a la lucha mexicana, y que no conozca a Super Muñeco. No fue un luchador que triunfara en las grandes ligas, así que puede parecer un luchador de segunda fila visto desde fuera del contexto. Pero es un hombre muy importante por al menos dos aspectos distintos, que yo querría que constaran en este blog. Dedicaremos, pues, dos posts a su figura, incluyendo dos luchas de apuestas en ellos.

Principalmente, Super Muñeco es un innovador. El creó el concepto de luchadores con personajes infantiles: es un payaso. Y eso, no sólo implicó para él muchas complicaciones al inicio de su carrera, sino que fue en contra de su propia sangre (y nunca mejor dicho). Su padre fue un luchador llamado El Sangriento, y él debutó como Sangriento Jr. Sin embargo, este rol no pegaba en absoluto con su personalidad: todo el mundo lo recuerda como una persona amable y modesta, y esa actitud no es muy habitual en el mundo de la lucha libre.

Muñeco, pues, comenzó a utilizar el personaje de un payaso allá por los años 1984/1985, y recibió, a cambio, la ira de sus compañeros de profesión: muchos promotores no querían contratarlo, y muchos luchadores no querían subirse a un ring con él. Aún en los últimos años hemos escuchado polémicas similares, por parte de ese tipo de analfabetos machistas que pueblan la profesión, con ideas rancias propias de un país que no ha evolucionado nada en 50 años. Esa clase de hombres sigue absurdos dogmas morales  según los cuales, la lucha libre es una cosa muy seria, y el trabajo humorístico de un payaso, que consiste en hacer reír a los niños, es algo indigno.

Es en ese tipo de mentalidad donde uno observa la calidad educativa de un país. Si el lector mira una película antigua como Dumbo, observará que, efectivamente, en otra época existió la idea de que los payasos suponían un bajo escalafón social: gente que se humillaba a si misma para hacer reír. Pero estamos en 2021, y sabemos que el humor es una cosa maravillosa, y que los payasos son muy divertidos. Es más, el trabajo de Super Muñeco es especialmente bonito, porque atrajo al espectáculo a un público infantil, y eso lo dignifica: la ilusión y los sueños habitan en los niños, y cualquier forma de entretenimiento que se conciba para ellos permanecerá en sus corazones para siempre. Hacer cosas para niños es lo mejor que se pudo hacer en la lucha libre, pues es la mejor manera de crear aficionados adultos. Evolucionemos un poco.

También Super Muñeco resultó innovador en el diseño de su máscara; no sólo porque esta estuviera basada en un payaso, sino también porque estaba abierta por la parte superior, dejando su pelo a la vista. Antes que él, nadie había hecho eso, pero ahora es algo relativamente común.

Super Muñeco se ganó el cariño de los niños, y por eso, fue ganando consideración en las funciones. Cuando hay dinero por delante, los promotores se muestran menos dogmáticos. Con sus actuaciones, el luchador se fue camelando a toda la república mexicana, convirtiéndose en un éxito asegurado allá adonde se presentaba. Y como las luchas del Toreo de 4 Caminos pusieron de moda los combates de tercias, el formó la suya. Así nació el Trío Fantasía, del que hablaremos, en mayor medida, en el próximo post.

Pero existe otro gran hito en su carrera, que fue el de convertirse en uno de los principales devoradores de máscaras de la historia. Se dice que ganó más de 100 máscaras, y al menos 40 cabelleras durante sus casi 40 años de carrera luchística. Hay quien dice que es el hombre que más máscaras ha ganado, y sin embargo, esto es dudoso, pues existe otro luchador, Estrella Blanca, también conocido como El Santo Poblano, al que se le adjudican unas 200 victorias, si bien es complicado verificar esto, porque hablamos de luchadores que triunfaron en ambientes independientes, lejos de los focos.

Quizás para un profano, suene raro que sea un personaje tan dulce como El Super Muñeco quién obtenga números como estos. Y desde luego, las máscaras que ganó en su vida no son del nivel de las que pueden tener en sus vitrinas hombres como Atlantis o LA Park. Pero así es la lucha libre de provincias: hay luchadores que atraen el cariño del pueblo llano, y que aseguran una gran entrada en caso de formar parte de un combate tan importante como una lucha de apuestas. Si el hecho de que Muñeco se jugara su incógnita hacía que un montón de niños, que posteriormente, se convertirían en adultos, acudieran en masa a la arena de un pequeño promotor, pues existen motivos más que justificados para que se convirtiera en un héroe popular para la gente que no puede ir a las grandes arenas.  Aún así, sí que tiene máscaras interesantes en su haber, como las de los Thundercats, la del Médico Asesino Jr, o las de los Cocos. Hoy vamos a comentar una lucha frente a uno de ellos, Coco Rojo.

Realmente, Super Muñeco acabó el sólo con muchos Cocos, uno a uno. Mientras que las máscaras de los Thundercats o Las Tortugas Ninja las ganó en luchas de Tercias con el Trío Fantasía, a Los Cocos los fue humillando poco a poco. El caso es que Los Cocos fueron unos payasos asesinos que triunfaron en AAA en la década de los 90, mucho antes de que llegaran a la empresa los Psycho Circus. Fueron muchos los Cocos que existieron, pero, sobre todo, se recuerdan los originales: Rojo, Amarillo y Azul.

Super Muñeco es un rival natural de estos hombres, puesto que él es el payaso original; el payaso bueno. Prácticamente siempre ha sido técnico, salvo alguna lucha perdida en AAA. Fue en la década de los 2000 cuando nuestro protagonista de hoy se convirtió en la pesadilla de los Cocos, al desenmascara a cuatro de ellos: Coco Negro (2007), Coco Rojo (2007), Coco Verde (2009) y Cocolores (2009).

En lo relativo a estos payasos asesinos, todo son dudas. Fueron creados en Triple A, pero llegó a haberlos por todos lados. Se sabe que el primer Coco Rojo fue el Cobarde II, pero también se sabe que aquel al que destapó Muñeco en 2007 no era ese hombre, por motivos obvios. Es muy complicado, en realidad, verificar el momento en el que se dio el cambio; hay quien piensa que este ocurrió en la etapa de AAA, mientras que otros dudan incluso sobre el portador de la capucha en distintos momentos. Podrían ser muchos los hombres que hubieran personificado a Coco Rojo. Son cosas que sólo ocurren en México.

Pero, independientemente del hombre que encarnara al personaje, Coco Rojo fue un enemigo clásico de Super Muñeco por más de una década. A principios de este siglo, cuando una nueva formación de Cocos apareció en el mundo independiente, Muñeco los dejó sin cabeza, al destapar a su líder, el Coco Negro, y eso extendió la rivalidad hasta que llegó el momento de verse las caras con Coco Rojo. Por toda la república, se pelearon y se desmadraron. Ambos sangraron, y ambos se rompieron las máscaras, hasta que llegó el momento de la verdad. La promotora Lucha Libre Vip llevó a cabo la función en cuestión, que tuvo lugar en el Salón 21 de la Ciudad de México.

La lucha de apuestas tienen intensidad y fuerza, si bien no es una gran lucha en términos técnicos. Muñeco murió en activo, pero es obvio que estaba muy castigado. Cualquiera que viera su codo en sus últimos años, tenía pesadillas, porque estaba muy mal. Eso, sumado a su papel de héroe modesto, le permite protagonizar un match de David vs Goliat que no es muy habitual en México, pero que queda genial. Coco domina y apaliza a su veterano rival, al que le rompe la máscara, dejando media cara a la vista, y le destroza la espalda con varios golpes de contralona, así como quebradoras. Acaba la primera caída con un Medio Cangrejo, lo que en wrestling americano se conoce como Boston Crab o The Walls of Jericho.

Muñeco debe recibir atención médica, pues le duele mucho la espalda. No sé si el dolor es real, o es vendido, pero lo hace bien, y Coco apoya este dolor, con golpes contra el poste y con una silla. Y también le pega en su codo, que lleva un protector por esa horrible lesión que ya entonces sufría. El castigo es muy bueno, y no recibe la más mínima resistencia.

Esto es así hasta que, a pesar de moverse con mucha dificultad, Muñeco realiza una plancha desde el esquinero, y se lleva a su rival con una rana marca de la casa, en cuya realización incluye su clásico movimiento de cabeza. Con sólo dos movimientos, el héroe empata la contienda.

En la tercera parte de la batalla, la paliza continúa por parte del rudo, mientras los médicos atienden al payaso bueno, y le vendan la espalda. Su padre, Sanguinario, le apoya, y no es el único, pues el público, que llena la arena, grita "Muñeco, Muñeco". Por esto ha ganado tantas máscaras: no hay un asiento libre.

El referee, El Chocolate, queda KO, y esto, como es habitual en México, lo aprovecha Coco para aplicar Fault. Pero el referee no reacciona a tiempo, así que el malvado recibe de su propia medicina. La lucha sigue hasta que Muñeco consigue aplicar una buena llave que incluye doble palanca al brazo, y que le da la victoria.

No está mal la lucha. Muñeco, en un estado físico lamentable, consigue vencer a un animal lleno de odio y violencia. No es un combate muy técnico o muy bueno en lo respectivo a la puesta en escena, pero es la historia propia de un Máscara vs Máscara, y su intensidad e importancia suman.

Coco Rojo dice llamarse Mario Jiménez León, y desde luego no es El Cobarde II, pero es un gran luchador, y un muy buen rudo.

Puntuación: ***1/2

sábado, 12 de febrero de 2022

Eric Bischoff vs Shane McMahon, WWE SummerSlam 2003


Especial WWE Hall of Fame 2021

Tras hablar en el último post sobre Molly Holly, hoy continuamos con el especial sobre el Salón de la Fama de WWE en su edición de 2021. Es el turno de una figura de autoridad, dentro y fuera del kayfabe: Eric Bischoff.

En 2020, recibieron el honor los miembros de la NWO, y ya decía yo entonces que quizás Eric merecía estar entre los honrados, o lo merecía al menos en mayor medida que Sean Waltman. Parece ser que WWE así lo opinó también, pero algo impidió que Bischoff formara parte del grupo seleccionado entonces. No obstante, aprovechando que la ceremonia de 2020 se tuvo que aplazar, finalmente se hizo justicia: Bischoff forma parte del Hall de la Fama 2021. Entiendo que a muchas personas no les haga gracia la figura de este señor, pero es innegable su relevancia dentro de la industria, y creo que esa es la única condición necesaria para recibir un anillo.

Eric Bischoff pasará a la historia por ser el presidente de WCW, y por haber revolucionado el mundo del wrestling con sus ideas y su ambición. Empezó en el mundillo pronto, siendo comentarista y booker de AWA, y posteriormente fue firmado por la WCW de Turner para realizar esa misma labor. Sin embargo, esta empresa, comprada a Jim Crockett con ánimo monopolista en el ámbito televisivo, no estuvo en primera instancia a la altura de alguien como Vince McMahon, que tenía una intención monopolista aplicada, precisamente, al wrestling, lo que le hacía mucho más eficaz. Eric siempre se mostró ambicioso, y por eso llegó a ocupar el cargo de presidente en la empresa. A través de ese cargo, y chequera en mano, consiguió firmar a los luchadores más importantes del mundo, y llevar a cabo el storyline más recordado de todos los tiempos, que condujo al wrestling a un grado de popularidad nunca antes visto, y nunca después repetido. Unos años después, no obstante, el truco perdió interés, y el gasto que implicó montarlo resultó excesivo, llevando a la empresa a la quiebra. Un sistema no escalable explota, tarde o temprano. Gastar el dinero de otros es fácil, pero no generarlo.

Pero el tío no se mantuvo detrás de las cámaras. En primera instancia, hizo la labor de comentarista, pero el éxito se le subió a la cabeza, y se empeñó en convertirse en una de las estrellas del show. Si bien al comenzar la historia de la NWO, recibió ataques de sus fundadores, pronto se reveló miembro del equipo, agarrando el micro cada vez que tenía oportunidad, y luchando en combates. En este blog hay algunos de ellos.

Una vez hundida WCW, acabó firmando por WWE, no como directivo, sino como actor. Fue General Mánager de Raw, y volvió a participar en storylines importantes, así como en varios combates, incluyendo el que trataremos hoy: aquel en el que se enfrentó a Shane McMahon. Continuó en su cargo hasta finales de 2005, y después de eso, estuvo desaparecido, más allá de un par de apariciones, hasta que fue despedido de WWE en 2007.
 

En 2010, TNA comenzó a emitir en directo los lunes por la noche, para hacerle la competencia a RAW, y con este ambicioso plan, contrató a mucha gente cara, como el propio Bischoff o Hulk Hogan, que tenían roles diversos. Como resultado, estos tipos se llevaron una nueva empresa por delante. TNA se fue al carajo debido a las pérdidas, si bien fue rescatada por nuevos inversores, y hoy es una cosa muy distinta a lo que fue hasta entonces.

A estas alturas, los fracasos de Bischoff ya superaban a sus éxitos. Escribió libros, presentó podcasts, y apareció en documentales, pero parecía imposible que volviera a tener un rol importante en la industria. No obstante, en 2019, cuando WWE firmó con Fox para la emisión de Smackdown y se encontró con dos programas de gran inversión, la empresa decidió tener a dos figuras destacadas presidiendo cada uno de los proyectos: Eric Bischoff y Paul Heyman. Yo me emocioné con este concepto, porque pensé que los shows de la compañía podrían, de esta manera, cambiar un poco, y dejar de ser tan conservadores como lo han sido durante los últimos años. El resultado de esto fue un nuevo fracaso, porque Eric duró unas pocas semanas en el cargo: no hizo nada. De todos modos, Vince acabó despidiendo también a Heyman, y a todo el que le tosiera: dirigirá cada programa de la empresa hasta que muera.

En 2020, Bischoff tuvo un par de apariciones en AEW, y en 2021 se le concedió el ingreso al Hall of Fame. Él no es un luchador, así que, en principio, su biografía sigue viva: puede hacer las mismas tareas que llevaba a cabo en 1995. No sé, eso sí, si alguien volverá a confiar en él alguna vez para un puesto de responsabilidad, visto el expediente, pero todo es posible.

En lo que respecta a este artículo, no queda más que revisar una lucha suya, tal y como requiere el formato del blog. Si bien Bischoff está muy unido al concepto de WCW, he elegido un combate que tuvo lugar en un programa de WWE, para empezar, porque esto es un especial sobre su entrada al Salón de la Fama de WWE, y para terminar, porque creo que es de lo mejorcito que ha hecho encima de un ring: no hay mucha competencia. Él nunca se preocupó demasiado por aprender a luchar.

La pelea tiene lugar en SummerSlam 2003, durante el cargo de Bischoff como GM. Bischoff había despedido a Steve Austin, pero este fue nombrado co-GM por Linda McMahon, que recibió el acoso de Eric. De hecho, este la intimidó y la besó, que es algo que hoy en día consideraríamos violación. Obviamente, su hijo no se estuvo quieto; Shane había estado peleando con el monstruo rojo Kane, y este lo dejó KO tras aplicarle un Tombstone sobre las escaleras de metal durante una lucha en RAW frente a Bischoff. Eric se vio ganador, y se vengó de Shane, indignado por el hecho de que este se quedara la propiedad de WCW tras la venta de la empresa. Pero su alegría duró poco, porque Austin anunció el regreso de Shane para la mayor fiesta del verano, SummerSlam, donde se vería las caras con nuestro protagonista de hoy.

La lucha que mantienen entonces en puro storytelling; más un segmento que un combate, pero de esos que incluye personalidades muy marcadas, y por tanto, atraen mucho a los aficionados. Eric Bischoff es un tipo bastante asqueroso, en kayfabe, y fuera de él, así que todo el mundo quiere que se lleve una buena paliza.

Y parece que así es en primera instancia. Eric va vestido de karateca, porque es un idiota y se cree un Cobra Kai, pero Shane se lanza contra él con sus puñetazos falsos. Le ataca sin oposición, hasta que, por la espalda, recibe un sillazo de Jonathan Coachman. El Coach, que hasta poco antes estaba realizando entrevistas a los aficionados, se demuestra rudo, apoyando a Eric para que este consiga ganar su combate. Lo cierto es que Coahman nunca me pareció un luchador de verdad, pero en esta época lo parece, al menos físicamente.

En principio, el referee, Robinson, quiere decretar la descalificación, mas Eric, en tanto que General Manager, convierte la lucha en un Falls Count Anywhere, y por tanto, no hay dq posible. Jonathan sujeta a Shane, para que Bischoff le pegue sus estúpidas patadas de adolescente que estudia defensa personal para que no le hagan bullying en el cole. Esto sigue así hasta que aparece Steve Austin. Este hombre, en este momento, está ya retirado, en base a una supuesta lesión de cuello, si bien es cierto que, con los años, admitiría que fue una pataleta para no tener que verse derrotado por nuevas estrellas como Brock Lesnar. Por esto mismo, no tiene ningún problema para realizar confrontaciones físicas. Coahman le recuerda que, legalmente, no puede tocarle si él no lo hace primero, pero Shane lo empuja contra Stone Cold, dándole una excusa a este para poder darle un palizón. Tanto él como Bischoff se tragan una Stunner.

Pero Shane no ha tenido suficiente. Coloca a su oponente encima de la mesa de comentaristas hispanos, y salta desde la esquina, para destrozar a su rival y llevarse la victoria. Para finalizar, celebra junto a Austin bebiendo cerveza del Mercadona.

En fin, no hay mucha lucha en esta lucha, pero es un trozo de storyline que deja satisfecho al público. Buen ataque final del aún joven McMahon.

Puntuación: **1/2

martes, 8 de febrero de 2022

Molly Holly vs Victoria, Title vs Hair, WWE WrestleMania XX


Especial Hall of Fame 2021

Hace poco, terminamos el especial sobre el Hall of Fame 2020, en el que revisamos luchas de todos los egresados en la edición 2020 al Salón de la Fama de WWE. Aquella fue una edición especial, puesto que, por culpa de la Pandemia de COVID, tuvo que aplazarse un año. Por eso mismo, la ceremonia tuvo lugar en 2021, y a ella se añadieron unos pocos nombres más, aquellos que corresponden a ese otro año. Aún tenemos que hablar de los 5 nombres que se añadieron en última instancia.

Porque, entre las personas que debían recibir el honor en 2020, alguna no pudo estar presente en 2021; pasó mucho tiempo. Hablo de Batista, tipo con el que inauguré el especial, antes de que comenzara la pandemia. En tanto que su presencia fue imposible cuando, finalmente, tuvo lugar la ceremonia, la entrada de Batista al Salón se ha dejado para otra edición, si bien ya está presente en mi especial, y no lo voy a cambiar. Una pena. El caso es que los nuevos miembros de 2021 vienen a cubrir su hueco.

En principio, en lo respectivo a mis artículos dedicados al HoF 2021, debía cubrir esta parte de manera veloz, pero existe un problema: Kane es uno de los miembros, y el hombre merece que se le preste la atención que se ha ganado durante sus décadas de servicio para la empresa. Así, avanzaremos rápidamente con el resto (Molly Holly, Eric Bischoff, RVD y The Great Khali), y nos centraremos en el monstruo rojo.

Hoy empezamos con Molly Holly, una de las principales estrellas femeninas de la Era Attitude, una chica que llevó a cabo muchos roles distintos de manera correcta y que, con su buen hacer, supuso un trampolín para que tipas más llamativas, como Lita y Trish Stratus, destacaran. Molly era una buena luchadora, pues fue entrenada por Dean Malenko, y también tenía carisma, y eso le permitió tener una buena carrera. Aún hoy colabora con la empresa en términos de producción, y ha participado en 3 de los 5 Rumbles femeninos que se han realizado desde 2018.

Molly era una buena luchadora; una mujer entrenada por uno de los wrestlers más técnicos de su generación, Malenko, del que aprendió muchas cosas. Es cierto que la lucha femenina de su tiempo no daba mucho espacio a demostrar el talento, pero lo tenía.

Debutó en 1997, y pasó unos primeros años peleando en territorios independientes, mientras gozaba de sus primeras oportunidades en WCW y WWF. Su primer personaje relevante fue el de Miss Madness, una de las chicas que acompañaban a Randy Savage en su regreso a WCW en 1999. Esto le permitió aparecer en televisión con regularidad, junto a una de las grandes estrellas de la empresa, pero no demostrar su habilidad arriba del ring. Tenía combates en programas secundarios, pero no en Nitro. Así fue hasta finales del año 2000, cuando abandonó aquel lugar al que, en cualquier caso, no le quedaba mucho tiempo de vida, y llegó a la compañía en la que trabajaba su entrenador, WWF. Entonces, interpretó su segundo gran personaje: el de Holly Cousin, el miembro femenino  del stable de los Holly; sería la prima de Crash y Hardocore Holly. Así es como se vio las caras por vez primera con Trish Stratus, que apoyaba a un equipo rival: el que formaban Test y Albert. Molly demostró que era muy superior a Trish, y ayudó, gracias a su talento, a poner el foco sobre las mujeres luchadoras. Las luchas mixtas fueron, entonces, habituales, también con Lita, aliada de los Hardy.

Una de las historias más recordadas de entre las que protagonizó, fue aquella en la que se enamoró de Spike Dudley, el hermano flaco de los Dudley. Eso incluso los llevó a interactuar con Stone Cold Steve Austin. Finalmente, en este storyline shakespereano, Spike, por amor, tuvo que enfrentarse a su propia familia.

Un tiempo después, vivió un nuevo cambio de personaje: se unió a The Hurricane para ser Mighty Holly, y luchar, junto a él, contra el mal. E incluso se convirtió en Campeona Hardcore, durante un rato, en la noche de WrestleMania 18, en la que el título cambió de manos muchas veces. Más tarde, en 2002, se terminó la historia de ese personaje, y Molly pasó a la acción seria dentro de la creciente división femenina. Se enfrentó a la sexualidad de las Divas, y comenzó a interpretar un personaje realmente interesado en la lucha. En King of the Ring 2002, venció a Trish, y se convirtió en Campeona Femenina.

Sin embargo, el feminismo tardaría mucho tiempo en llegar a WWE. Entonces, Vince y los bullies que mandaban (y mandan) en esa empresa, se encargaron de ridiculizar a la campeona por su físico, siendo Jerry Lawler el autor de los chistes en su contra en antena. Vince siempre ha querido rubias tetonas con el título, y se encargó de dejarlo claro. Trish recuperó el título poco después, mas, en 2003, Molly fue capaz de hacerse de nuevo con él, y mantenerlo mucho más tiempo. Su segundo reinado, seguramente, fue el mejor de su tiempo.

Otra mujer fuerte y con talento como Victoria llegó a la empresa, y se enfrentó a ella en una rivalidad encarnizada, que obsesionó a Molly, tras perder el título, primero, y la cabellera, después, en WrestleMania 20, en el Madison Square Garden. Después de eso, su carrera se fue diluyendo, y la división de Divas se llenó de modelos pescadas en Playboy o en el Diva's Search. En 2005 abandonó WWE, siendo muy joven, y desde entonces, tan sólo ha regresado en momentos puntuales. Es, la suya, una carrera muy corta, pero llena de cosas buenas, como hemos podido observar en este breve repaso. Desde luego, creo que merece entrar en el Salón de la Fama, por las historias en las que estuvo involucrada.

Hoy, vamos a comentar ese match de título vs cabellera, ocurrido en WrestleMania XX. Dos mujeres poderosas se enfrentan en una lucha con una interesante estipulación, si bien apenas cuentan con 5 minutos para mostrar lo que saben hacer, en una cartelera en la que hay muchos focos de interés, y en la que, por tanto, se funden un poco. Ni siquiera se pone un vídeo previo en el que se explique la rivalidad. Un barbero espera a la perdedora en la rampa de llegada.

La lucha, como digo, es cortita, pero bien ejecutada. Yo siempre pienso que mujeres como estas deberían volver a WWE para tener alguna rivalidad eventual actualmente, ahora que hay tiempo y buenas rivales en la división femenina, puesto que esta sería una buena forma de hacer justicia a su talento, y les permitiría demostrarlo de verdad. Y es que, por mucho conocimiento que tengan, su combate dura poco, y no obstante eso, el público casi se queda dormido. No está interesado en el match, y de vez en cuando esboza cánticos machistas que encajan bien con los comentarios de Jerry Lawler y Jim Ross.

Molly domina el match, con buen llaveo a los brazos en primera instancia, y buenos candados al cuello después. Victoria contraataca con buenos movimientos, pero sigue bajo control de su oponente. Sin embargo, en un momento dado, escapa a sus agarres y consigue conectar un counter con el que se lleva la victoria.

Tras el match continúa la acción, completando así la historia de mejor manera. Molly trata de huir para no tener que cortarse el cabello, e incluso intenta rapar a la ganadora. Esta se revuelve, la ata a la silla de barbero, y utiliza la maquinilla para arrancarle el pelo, mientras el público no sabe si alegrarse o sentir pena por la humillación que eso supone. Molly pierde, y durante las próximas semanas, aparecerá en televisión con peluca.

La lucha está bien ejecutada, pero no es casi nada. El postmatch aporta mucho, pero no puede ser considerado para la puntuación.

Puntuación: **1/2

sábado, 5 de febrero de 2022

30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022

Hace unos días, comentamos el Royal Rumble masculino de este año 2022. Hoy, vamos a hacer lo propio con la batalla femenina, una batalla llena de estrellas del pasado.

WWE creó el Royal Rumble femenino en 2018, cuando fichó a Ronda Rousey, y la hizo debutar tras el fin de la batalla real. Esta, entonces, estuvo plagada de estrellas invitadas, en tanto que el roster de mujeres que tenía la empresa no era suficiente para completar algo interesante. Pero eso cambió.

Durante los siguientes años, firmó a muchas mujeres (y a muchos hombres, pues vació el mercado indy para eliminar la competencia). Por eso, las batallas correspondientes a los siguientes años, contaron con una participación de la casa, que, no nos engañemos, es algo mucho más aburrido: los Rumbles son lugares afines a las sorpresas. Y estas han vuelto este año.

Porque, a partir del comienzo de la pandemia de COVID-19, la estrategia de los McMahon con respecto al talento cambió radicalmente: empezó a despedir a gente sin parar. Vince se había dejado llevar por vicepresidentes que habían puesto gran énfasis en la plataforma WWE Network, y en el talento propio, y no estaba muy contento con eso. Despidió a sus directivos, y cambió el rumbo de las cosas. Firmó un acuerdo con Peacock, para que esa plataforma difundiera u contenido, y echó a la calle a más de 100 luchadores en un par de años. ¿El resultado? WWE firmará el mayor beneficio económico de su historia. Ese viejo avaro no es tonto.

Durante estos años de despidos, muchas mujeres se han ido a la calle, si bien la mayoría de ellas ha encontrado acomodo fuera. Ya no están Billie Kay, Peyton Royce, Mickie James, Chelsea Green, Lana, Ruby Riott, Marina Shafir, Mercedez Martínez, Ember Moon, Mia Yim, Nia Jax, o Eva Marie, entre otras. Y todo ese dinero en sueldos, se va para el bolsillo de Vince y sus hijos.

Por eso mismo, en este Royal Rumble hay tantas estrellas invitadas. Está incluso Mickie James, que es presentada entre aplausos como Campeona de Impact. No entiendo muy bien esta alegría, si, recientemente, ha estado varios años en la empresa no haciendo nada. Por otro lado, esta política de traer estrellas de otras empresas puede ser interesante; es algo que WWE no hace desde hace milenios. Veremos qué consecuencias tiene.

Durante las semanas previas, había dudas sobre la participación de Sasha Banks, debido a sus problemas físicos. De hecho, parece ser que estos han evitado un push en camino de WrestleMania. En cualquier caso, ya sabemos cuál será el main event del gran evento del año; la revancha entre Ronda Rousey y Becky Lynch. Sasha hace unos buenos minutos en esta batalla, pero es eliminada relativamente pronto: probablemente no esté recuperada al 100%.

Entra con el número 1, y su primera rival es una leyenda muy recordada, Melina. La expareja de John Morrison realiza su legendaria apertura de piernas, si bien es obvio que no se encuentra en un estado físico muy bueno. Recibe el respeto por parte de Sasha, antes de caer ante ella. Ambas muestran sus poses clásicas, aunque el duelo no contiene demasiada lucha.

Kelly Kelly también hace su aparición especial, si bien cada año es más difícil de reconocer, debido a la cirugía plástica. También ella cae fácilmente ante la chica del pelo azul. Esta, a pesar de su buen comienzo, no dura mucho en la batalla, mientras comparece gente como Bianca Belair o la Reina del Ring, Zelina. Asimismo se sube al ring, un año más, Michelle McCool, mujer de Undertaker, y la figura de autoridad Sonya Deville. Esta va directa a la mesa de comentarios; no tiene prisa.

La batalla es un poco aburrida en este momento, si bien hay un par de piezas de storyline que animan un poco la competición. Tenemos una nueva sorpresa sobre el ring: Cameron, una de las funkadactyls, compañera de Naomi como bailarina de Brodus Clay, antes de ser despedida de la empresa y realizar declaraciones muy polémicas. Hoy regresa para hacer su papel en la rivalidad entre su antigua compañera y Sonya Deville, que deja la mesa de comentarios y la ataca violentamente. Tras eso, llega al ring Naomi para vengarse.

Carmella llega para tontear con los comentaristas, pero la siguiente participante, la pesadilla Rhea Ripley, no se lo permite. Se enfrenta a ella y a su compañera, Zelina, y las elimina a ambas. Tras esto, llega al ring Charlotte Flair; cuidado con la participación en la batalla, porque a partir de aquí, va a mejorar mucho, y va a contar con grandes campeonas de diversas generaciones.

Sonya, aún eliminada, provoca, a su vez, la eliminación de Naomi. Después de eso, llega la Hall of Famer Ivory, que interpreta su personaje de Right to Censor, que originalmente combatía el descoque de las Divas de vieja escuela. Coge el micro para decir sus tonterías, pero es eliminada por Rhea. Después de ella, es el turno de Brie Bella; mientras su esposo triunfa en AEW, Bella hace su regreso a WWE, como lo hace su hermana minutos después, e incluso la citada Mickie James, que trae la correa de Campeona de Impact Wrestling en su cintura. Nada más entrar al ring, se enfrenta a Michelle McCool, una rival con la que protagonizó una rivalidad muy explícita en su día, y a la que elimina.

No es esta una gran batalla, pero ya vemos que pasan cositas, a diferencia de lo que ocurre con la versión masculina. Con el número 21, se aproxima al ring Alicia Fox, otra excampeona que lleva un par de años fuera de acción, pero que ya participó en RR 2021. Es una mujer muy poco interesante, pero no debe tener mala relación con la empresa, ya que estuvo en ella muchísimos años.

Otra cosita de cuantas ocurren en las llegada de Nikki ASH, la superheroína, que ataca a Rhea por la espalda. Esta chica destacó mucho en la creación de su personaje, pero por lo que veo, ya ha hecho un turn heel, algo muy apropiado para este tipo de personalidades: la bondad cansa. Como el número 25 entra al ring Summer Rae, una mujer que yo apenas recuerdo, pero que estuvo en la compañía hace unos años, y con el número 26 se completa la Bella Army. Las gemelas, que están en buena forma, hacen equipo para eliminar a varias rivales.

Otra sorpresa no muy sorprendente es la de Sarah Logan, una chica que fue despedida hace un par de años, que tenía un personaje salvaje, y que hacía equipo con alguien que está ahora en el ring: Liv Morgan. Se reencuentran, pero son vencidas por las Bella.

La siguiente participante es Lita, la mayor estrella femenina de la Era Attitude en WWE. También ella demuestra un gran estado de forma, y se gana seguir peleando en la compañía, como se verá posteriormente. Elimina a Mickie y se enfrenta a Charlotte.

Continuamos con un duelo de heroínas: Molly Holly llega para enfrentarse a Nikki ASH, que la espera escondida y la ataca de forma violenta por sorpresa, para eliminarla posteriormente. El público no está contento con eso. Con el número 28, llega Ronda Rousey, para estupor del resto de participantes.

La participación en este momento es extraordinaria, porque se enfrentan estrellas de varias generaciones. Brie traiciona a su hermana y la elimina, tan sólo para caer víctima de Ronda. Su amiga Shayna Baszler llega a la batalla, para encontrarse con ella, y así se completa el ring. No llegan, no obstante, a  enfrentarse, por las interferencias de otras mujeres. Lita aplica el Twist of Fate sobre Charlotte, aprovechando que los Hermanos Hardy ya han dejado la compañía, y busca el Moonsault, pero acaba siendo eliminada por el Big Boot de la hija de Ric. Esta echa fuera también a Ripley, y aprovecha una gran batalla entre Baszler y Bianca, que ha aguantado en combate durante 45 minutos, para expulsar a las dos. Así, se queda sola frente a Ronda. Gran dominio de ambas.

Estas dos mujeres mantuvieron una gran pelea en Survivor Series 2019 pero, en este caso, su enfrentamiento dura poco. Charlotte se lanza con un Big Boot sobre su rival, pero esta aprovecha el impulso para levantarse sobre las cuerdas, y derrotarla. La exUFC apunta a un enfrentamiento con Becky Lynch en WrestleMania.

No está mal la batalla: ocurren muchas cosillas, aunque el final es decepcionante. Ronda y Charlotte podrían haber hecho algo mucho más emocionante, si bien es cierto que no conozco el estado físico de la primera.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 2 de febrero de 2022

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022



Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.

Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.

Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.

Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.

Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.

Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.

Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.

El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.

Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.

Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año. 

Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.

La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.

Puntuación: ***1/4