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viernes, 15 de febrero de 2019

Pat O'Connor vs Buddy Rogers, 30/06/1961




Seguimos hablando de la NWA, en este especial que hacemos para conmemorar su 70 aniversario. En el anterior post, revisamos una lucha del año 51, entre el gran campeón de las primeras décadas en la empresa, Lou Thesz, y Buddy Rogers. 10 años después, el Nature Boy se convierte, finalmente, en campeón mundial, en un evento que provocaría la creación de lo que hoy llamamos WWE.

Como comentábamos en el anterior post, durante los años 50, Lou Thesz derrotó a muchos campeones, unificando títulos bajo las siglas de la NWA. Grandes promotores como Vince McMahon Sr y Toots Modt en Nueva York, Jim Crockett en el medio oeste, Dory Funk Sr en Amarillo, Stu Hart en Calgary, Canada, o Sheoi Baba en Japón, por mencionar a los más conocidos, se unieron a la alianza.

Pero eran personas acostumbradas a mandar, aceptando reglas muy inflexibles. La NWA controlaba el título, y quería tener un campeón obediente. De hecho, cualquier campeón de la NWA debía dejar un deposito de entre 10.000 y 25.000 dólares, oficialmente, por si perdía la correa titular, pero, en realidad, era un mecanismo para que la organización se asegurase de que lo mantenía en su cintura hasta que ella lo mandara. De esa manera, no muchos luchadores podían, realmente, obtener el campeonato. Era mucho dinero para la época.

Por eso, la NWA no olía bien, y muchos de sus miembros se fueron alejando de ella. Sam Muchnick, trabajador de la industria. fue una de las primeras personas que decidió denunciar ante el departamento de justicia a la NWA, por las técnicas monopolísticas de la organización que, básicamente, llevaba a cabo extorsiones contra los territorios, de tal manera que, si uno no le rendía pleitesía, su papel en la industria se veía gravemente dañado. Muchnick, en una carta mandada a dicho departamento, decía que muchos de los miembros no eran, precisamente, estudiantes de Oxford, insinuando que la empresa se aprovechaba de la ignorancia de promotores pueblerinos. 

Incluso había sospechas de que la NWA servía para blanquear dinero, algo que tampoco sorprende a nadie. La promoción de espectáculos siempre se ha utilizado para estos fines. Es una actividad muy propicia para ello, porque los números de asistencia a eventos son fácilmente exagerables. La gente que compra entradas no suele pedir facturas. Todos conocemos el caso del Consejo Mundial de Lucha Libre en México, que, tras un incendio ocurrido en la Arena Nacional, construyó la Arena Coliseo gracias a los 40 mil pesos que Salvador Lutteroth ganó en la Lotería Nacional. Como todos somos adultos, sabemos que la lotería es una típica herramienta para blanquear dinero, y cuando, casualmente, el ganador es un empresario adinerado con negocios como este, es obvio lo que hay detrás.

El caso es que Thesz siguió siendo el gran campeón de la empresa, perdiendo el título muy puntualmente, tan sólo para poder ganarlo en cuestión de meses. De esa forma, se manejaba el interés de los aficionados en unos territorios u otros. Pero había cambios titulares con los que la NWA no estaba de acuerdo, como el que ocurrió en junio del 57. Edouard Carpentier se enfrentó a Lou, que, por lesión, tuvo que abandonar. 

NWA no reconoció ese cambio, aduciendo que Thesz no pudo defender el título en condiciones. Lo único cierto es que no entraba en sus planes que Carpentier portara su correa. Pero esto enfadó a algunos promotores. Verne Gagne, promotor y gran estrella de la AWA, venció a Carpentier, y proclamó que él era el campeón. Obviamente, nadie le hizo ni caso. Pero la AWA reactivó su título, igual que haría la WWWF tras el caso de Buddy Rogers que comentamos a continuación.  

Hoy hablamos de una lucha entre Pat O'Connor y Buddy Rogers, en la que el segundo se proclamó, al fin, campeón de la NWA, en el año 61. O'Connor, un gran currante de la industria, era el campeón. Fue el único luchador de la historia en ser campeón de la NWA y de la AWA al mismo tiempo, aunque no por mérito propio. Cuando AWA reactivó su título, Gagne proclamó campeón al campeón de la NWA, pero le dio 90 días para defender el campeonato ante él mismo. Por supuesto, no recibió contestación.

O'Connor fue campeón durante dos años y medio, hasta que lo perdió en esa lucha ante Rogers en Chicago, en el Comiskey Park. Ese día, más de 38.600 personas asistieron a la lucha, que tuvo la mejor recaudación para un evento luchístico en 20 años, superando los 148.000 dólares de la época. Y la lucha es bastante buena, y O'Connor se muestra claramente como el bueno, y cuenta con el apoyo del público.

Como mandaba la ley en las luchas titulares de la época, la batalla es al mejor de tres caídas. Rogers intenta atacar el brazo de su rival, pero recibe de su propia medicina, multiplicado por 10. Porque las llaves de O'Connor son mucho mejores. Retuerce el brazo de su contrincante, dando vueltas sin parar, y lo coloca en unas posiciones que son absurdas. Qué daño.

A pesar de la clara superioridad de Pat, se lanza como un loco contra el esquinero, en el que está su oponente, pero se encuentra, en su lugar, su rodilla. El golpe que se lleva en la cabeza es muy loco, y queda KO. Buddy Rogers se lleva la primera caída.

En la segunda, O'Connor vuelve a recibir ataques en su brazo, hasta que se recupera. Ahora, es él, el que lleva a cabo buenos estiramientos sobre la pierna del Nature Boy. Aprovecha su mayor habilidad para llevarse la segunda caída con un rollup, y lo celebra como si hubiera marcado un gran gol. Nos vamos a la tercera caída. 

Una caída en la que hay más velocidad, más brawl. Los luchadores chocan, hasta que Pat gana ventaja, y empieza a lanzar a Rogers contra el suelo con fuertes Body Slams. También le lanza contra las esquinas, y le pega puñetazos en la cabeza. Buddy está grogui, claramente afectado por tanto golpe. Me gusta mucho la manera en la que vende ese dolor, parece sufrir una conmoción cerebral. O'Connor está a punto de ganar, pero, en varias ocasiones, tiene la mala suerte de que lanza a Rogers muy cerca de las cuerdas, y este puede hacer el Rope Break. 

O'Connor va a rematar a su rival con una Drop Kick, pero Buddy se aparta, y el atacante se golpea contra las cuerdas. Se hace mucho daño en sus partes, y según se dice, ese daño es legítimo. O'Connor intenta rodar hasta las cuerdas para huir, pero Buddy le alcanza, y le cubre. O'Connor no puede levantarse, así que pierde, automáticamente, el Campeonato Mundial de la NWA.

Buddy Rogers se convertiría en el gran campeón de la NWA, y mantendría el campeonato durante un año y medio. Pero era y luchador del noreste, muy vinculado a Nueva York y la CWC de Jess McMahon y Toots Mondt. Era complicado que saliera de esa zona, no era fácil manejarlo. NWA temía que los McMahon hicieran lo que le diera la gana con su título, y volvieron a dárselo a Lou Thesz. Buddy podría haberse revelado, pero hubiera perdido el depósito antes comentado. Por eso, cuando Lou Thesz volvió a convertirse en campeón de la NWA, Vince McMahon Sr, que heredó la empresa de su padre, y su socio, Mondt, fundaron la World Wide Wrestling Federation, y crearon su propio campeonato mundial. No aceptaron la derrota de Rogers, porque el combate en el que perdió el título fue de caída única, y la norma no escrita era que las luchas de campeonato debían tener tres caídas. El primer campeón fue el propio Buddy Rogers, que, según la storyline, había ganado un torneo en Brasil para hacerse con él WWWF World Heavyweight Championship. También sabemos que no le duró mucho, ya que Bruno Sammartino le derrotó para convertirse en la imagen de la WWWF. Hay que señalar que ya había hecho lo propio cuando Rogers era campeón de la NWA, pero, al haber ganado gracias a una lesión, el propio luchador italiano renunció al título de la National Wrestling Alliance.

Puntuación: ****

jueves, 14 de febrero de 2019

Buddy Rogers vs Lou Thesz, 26/01/1951, Chicago, IL




En 2018, la nueva NWA, presidida por Billy Corgan, celebró una función por el 70 aniversario de la marca, la National Wrestling Alliance. En él, Nick Aldis recuperó el Campeonato Mundial de los Pesos Pesados de NWA, derrotando a Cody Rhodes.

Entonces, empecé un especial sobre este aniversario. La NWA, junto a la WWE, es la marca más importante dentro de la historia del wrestling americano, y durante muchos años, de hecho, dominó toda la industria. Pero ha pasado mucho tiempo, y las siglas han ido de mano en mano. El título ha rondando por muchos sitios, y por muchos contextos distintos. Así que me hace ilusión ver una lucha por cada década, dentro de esos 70 años de vida, porque vamos a observar altibajos muy claros, y eso me interesa. Además, es una forma de resumir la historia de la NWA, muy poco a poco.

70 años son muchos, pero esa supervivencia no tiene tanto mérito. No es un caso parecido a los 85 años del Consejo Mundial de Lucha Libre, que siempre ha sido una empresa legalmente constituida, que nunca ha dejado de promover espectáculos en distintas arenas de toda la República Mexicana. No hay una empresa llamada NWA que haya sobrevivido todos estos años, sino una marca y unos derechos sobre algunas cosas ligadas a ella, que han tenido muchos dueños. 

La NWA se fundó en el año 1948, como una alianza entre promotoras regionales, que posibilitó intercambios de luchadores entre ellas. No había maldad en su nacimiento. Más bien, era algo así como la alianza que existe, actualmente, entre NJPW, CMLL y ROH.

Entre esas buenas intenciones, existía la idea de crear un sindicato para luchadores, o unificar las reglas, para convertir al deporte en algo más serio. Pero, donde hay humanos con cargos, siempre existe la necesidad de dominación, de búsqueda de poder, y, sobre todo, de corrupción. En el año 56, el gobierno americano tuvo que obligar a la NWA a cambiar sus reglas, puesto que violaba sin parar la Ley Antimonopolio.

Ya había habido intentos de crear versiones anteriores de la NWA. Pero el concepto chocaba con la intención de muchos promotores de organizar sus negocios de manera independiente, una intención que suena totalmente lógica. 

El primer World Champion del que se tiene constancia es George Hackenschmidt, un europeo campeón de lucha greco-romana, que derrotó al campeón americano Tom Jenkins, el 4 de mayo de 1905, en New York, siendo, así, considerado campeón mundial. Perdería el campeonato en 1908, al ser derrotado por el famoso Frank Gotch, el luchador más importante de ese momento. Con el retiro de este por lesión en el año 13, el campeonato perdió fuerza.

Durante las décadas siguientes, otros promotores crearon su propio World Championship, en ciudades como Omaha y Boston. En 1929, nació la National Wrestling Association creada por la National Boxing Association, que también quería extender su dominio sobre el deporte del catch, pero no fue aceptada por parte de los promotores. De todos modos, el último campeón sería Lou Thesz.

Pero llegamos ya al año 48. Promotores de Kansas, Chicago, Des Moines y Ohio habían iniciado ya una alianza, manteniendo campeones locales, pero sólo un campeón mundial, y disponiendo una alianza muy lucrativa para todos. El campeón mundial podía luchar en cualquiera de las promotoras, frente a las grandes estrellas de la ciudad, recibiendo, a cambio, un porcentaje de la entrada recaudada, que podía estar entre un 8% y un 15%. Esto acabó convirtiéndose en la National Wrestling Alliance.

Hubo una lucha de unificación entre el primer campeón de la NWA, Orville Brown, y el campeón de la otra NWA, Thesz. Aunque no lo logró en primera instancia, tras el retiro de Brown, Thesz acabó siendo el gran campeón de sus tiempos, y continuó recorriendo el país, venciendo a campeones locales, y unificando títulos. En el año 50, de hecho, derrotó a George Wagner, unificando también bajo su manto el campeonato de la AWA.

A esta época pertenece la primera lucha que vamos a revisar en este especial sobre el campeonato de la NWA. Se trata de un enfrentamiento titular entre el campeón, Lou Thesz, y el Nature Boy original, Buddy Rogers, que tuvo lugar el 26 de enero de 1951, en el Chicago International Amphitheatre, en Chicago.

Esta es la pelea más antigua de cuantas tenemos en el blog. Forma parte del archivo municipal de películas de Chicago, y fue publicada en Internet en 2014. Hasta entonces, era imposible verla. Junto a ella, muchas otras grabaciones de lucha libre están disponibles en el canal de Youtube de esta institución, que se ha dedicado a digitalizar un material que precede la existencia de los VCR. Esta es una de las maravillas de La Red, poder contar con con material audiovisual que ha pasado guardado 60 años en una ciudad que está a miles y miles de kilómetros de la mayoría de las personas que lean esto. 

El 26 de enero de 1951, Lou Thesz defendía el Campeonato Mundial de la NWA ante Rogers, en un combate al mejor de 3 caídas, con duración límite de 60 minutos. Duración que se comen, acabando empatados, tras una gran lucha.

Ambos luchadores están en gran forma, tienen mucho cardio, y aguantan todo ese minutaje sin dar su brazo a torcer. Lou es mucho más técnico, llavea cuerpo y extremidades sin parar, mientras que Rogers es más bruto y picaro. Golpea al límite de la legalidad, ataca cuando no debe, causando bastante daño.

Son muchos minutos de llaveo y contrallaveo, que le dan la primera caída al campeón. Con sus poderosas piernas, durante la segunda caída, Rogers aprieta la cabeza de su rival. El candado es muy fuerte, como toda llave y golpe en la lucha, que parecen muy reales. Los forcejeos y contrallaveos no demuestran ninguna coreografía. Bien se podía decir, en esos tiempos, que el wrestling era real.

En un movimiento electrizante, Buddy golpea con una superkick que le quita la cabeza a Thesz. Le deja en muy mal estado. Después de eso, aplica un Piledriver, y se lleva la segunda caída. Se iguala la contienda.

Pero recordemos que había un tiempo límite de 60 minutos, y se están acercando, peligrosamente, las agujas del reloj a la posición concreta. Los luchadores se empiezan a desesperar, y los ataques son más rápidos y más fortuitos. Lou busca ataques a las piernas, pero no halla la rendición de su oponente. Llega la hora, y el referee levanta los brazos de ambos.

Esto es wrestling clásico. Existe ese esfuerzo por dar combates largos e igualados. Supongo que, también, si el campeón se llevaba parte de la recaudación, se le exigía que llenara buena parte de la cartelera. El caso es que lo hace con dedicación y realismo. Sólo el final me disgusta un poco, me deja un poco frío. Pero, por lo demás, me encantan este tipo de combates.

Puntuación: ****3/4