Ha tenido lugar el evento Royal Rumble de WWE, ese show anual que, desde mi infancia, ha supuesto uno de los momentos más esperados en cada temporada luchística. En él tenemos las dos batallas reales que configurarán dos de las grandes batallas de WrestleMania, y en las que siempre hay sorpresas. Vamos a ver ambas.
Recordemos la situación de WWE. Triple H se ha hecho con el poder creativo en la empresa después de que su dueño y creador, Vince McMahon, tuviera que dejar sus cargos prácticos debido a los líos de faldas y administrativos en los que se metió. Se ha comentado, últimamente, que podría regresar, dado que ha llegado a acuerdos económicos que le librarán de toda responsabilidad, tal y como lleva haciendo toda su carrera en casos mucho más graves, como el del presunto asesinato cometido por Jimmy Snuka, o el del presunto acoso hacia luchadores cometido por Pat Patterson. Cuando eres rico, todo se queda en "presunto", y puede ser que Vince quiera aprovechar esa condición para volver a hacerse cargo de los designios de su empresa. Con tal fin, se rumorea que podría venderla, a cambio de asegurarse el poder creativo bajo la nueva administración. Veremos que pasa con eso, mas tenemos la oportunidad, mientras tanto, de observar un Royal Rumble organizado por el equipo de Triple H, que en mi opinión resulta ser uno de los mejores en términos luchísticos de la historia. No tiene muchas sorpresas en lo relativo a los personajes involucrados, pero incluye muchas historias y momentos en su interior, y eso es clave en una batalla de estas características.
El primer pop de la noche, en tanto que la batalla real masculina abre la velada, tiene lugar con la llegada de Pat McAffe. Pensé que iba a participar en el Rumble, pero no es así: se une a la mesa de comentaristas. Comienza el juego.
El comienzo en un acierto, pues enfrenta a Sheamus y Gunther, dos tipos que han mantenido una furibunda rivalidad encabezando a sus respectivos stables. La participación de Walter llegará a ser legendaria, más allá de lo que cualquiera podría haber esperado viéndolo luchar en Alemania hace unos años. Esto no habría pasado con Vince. El tercer participante es The Miz, que con su talento interpretativo, aporta cositas valiosas durante los pocos minutos que aguanta en el ring. Vacila al entrar, ante la presencia de semejantes animales. Su eliminación posterior, la primera de la batalla y única durante muchos minutos, es asimismo destacable: Johnny Gargano lo coloca sobre las cuerdas en posición perfecta para que Sheamus lo golpee con su lluvia de puñetazos, un ataque que implica interacción con el público y que por tanto es valioso. Tal es su poder y su número, que The Miz queda listo para sentencia. Una Superkick de Johnny, seguida de una Bicycle Kick del irlandés, dan con su piel en tierra.
The New Day (Kingston y Woods), se unen en la batalla, para atacar a sus rivales en equipo y protagonizar algún que otro segmento cómico. Por desgracia para el veterano Kofi, por segundo año consecutivo falla en su intento de realizar un spot impresionante en la batalla, y cae al suelo cuando debería haber aterrizado sobre una silla sujeta por su compañero ya eliminado. Este error cambia el rumbo de la batalla, mas no creo que resulte muy importante. Cuando esta empezaba a resultar un poco aburrida tras llenarse de luchadores, empiezan a pasar cosas.
Drew McIntyre se une a la contienda, para formar un gran equipo con Sheamus. Ambos, poderosos guerreros de origen bretón, provocan el caos, encontrando en primera instancia tan sólo la resistencia de Gunther. Pero, coincidiendo con la expulsión de los New Day, llega La Bestia, Brock Lesnar, para combatir a Drew y su blanquito amigo. Tras librarse de ellos, elimina a varios enemigos, limpiando un poco el ring, en el que sólo permanecen, aparte de Gargano, los animales Sheamus, Drew y Gunther. El austríaco protagoniza un careo con el excampeón de UFC, en lo que es un entremés de la pelea más esperada del siglo. En esta ocasión no hay mucho tiempo para eso, porque llega a la batalla Bobby Lashley, quien se encuentra en medio de una rivalidad con Lesnar que les llevará a luchar en WrestleMania, presumiblemente. El ring se llena de músculos, como si esto fuera un Rumble propio de la era Ruthless Aggression. Para preparar ese encuentro, el Superman Moreno realiza la gesta de eliminar a Brock, para sorpresa de todos. Este reacciona con violencia, rompiéndolo todo y atacando a todo el mundo, incluido Baron Corbin, que llegaba en ese momento. Adam Pearce y el resto de los agentes de WWE consiguen convencer a Lesnar para que se vaya, y entonces aparece Seth Rollins, porque parece ser que Triple H no quiere permitir que haya un segundo de aburrimiento aquí. Lo primero que hace es subir al ring a Corbin para eliminarlo al instante.
Suena la música de Rey Mysterio, mas la leyenda mexicana no aparece. A continuación, el que lo hace es su hijo, el cobarde y traidor Dominik, portando la máscara de su señor padre, y rompiéndola. Parece ser que así ha querido WWE enmascarar una lesión del Colibrí, bajo storyline. La presencia del adolescente será destacada; mucho más que la de Lashley, que es eliminado rápidamente por Rollins. Mientras tanto, Sheamus y McIntyre siguen dominando, eliminando a Elias tras una doble patada. Me gusta mucho esta pareja.
Se une a la pelea Booker T, lo que resulta para mí una grata sorpresa. Creo que es uno de esos luchadores que se mantuvieron en forma el suficiente tiempo como para haber seguido contando historias, pero que no fueron utilizados por WWE por su falta de talento para aprovechar su propia cultura. Protagoniza el 6 veces campeón mundial sus principales spots y su ruleta a la perfección, antes de ser eliminado por Gunther. Tras él, llega al ring Damian Priest, para unirse a Dominik y Finn Balor y completar el equipo de Judgment Day. La creación de este stable por parte de Edge me resultó muy interesante, dada la habilidad de este para transmitir, mas sin él, no los he seguido mucho. Creo que un stable no es nada sin un líder carismático, y desde luego Balor no lo es. Los papeles de Dominik y Rhea Ripley me gustan, y creo que Priest es un correcto Power House para un grupo de rudos, pero el líder no es correcto. En cualquier caso, suena la legendaria música de Edge que regresa a la acción después de que él y su mujer, Beth Phoenix, sufrieran graves daños durante un I Quit Match en Extreme Rules, en octubre. En otro de los grandes segmentos de un Rumble que no para, The Rated-R Superstar consigue eliminar a Balor y Priest, antes de que un forcejeo con Dominik fuera aprovechado por los malos para echarlo fuera. Edge y Judgment Day luchan por el estadio, hasta que Ripley aparece para atacar al canadiense. Tras eso, es la legendaria Beth Phoenix la que llega en auxilio de este, más fuerte que nunca, noqueando a su enemiga con un Spear. Los agentes vienen de nuevo para tranquilizar la situación, aunque me da la sensación de que uno de ellos se lesiona la pierna al correr. Hay que calentar antes de hacer ejercicio...
Tanto la participación del Rumble como las historias que se cuentan en él son muy dignas de elogio. WWE tiene ahora mismo un roster muy veterano lleno de gente de nivel, que quizás no causa tanto interés en el público como sus homólogos de hace 20 años, en tanto que nada lo hace hoy en día debido a la gran variedad de alternativas de ocio existente, pero no se puede negar su talento. Llega el gigantesco Omos para destruir a todo el mundo, y tras él hace lo propio Braun Strowman, uno de los hombres que han regresado a la empresa gracias a la gestión de Triple H. Hunter fue capaz de vender a los jeques de Arabia Saudita el enésimo enfrentamiento de gigantes, estipulando una lucha entre estos dos hombres en Crown Jewel, y finaliza ese storyline aquí. Strowman es capaz de expulsar a Omos, mucho más grande que él, pero también más verde en términos luchísticos. Después de eso hace su aparición Ricochet, quien, parece ser, está haciendo equipo últimamente con The Monster among Men. Es una de esas parejas que forma WWE cuando no sabe qué hacer con dos de sus luchadores, lo cual en muchas ocasiones provoca cosas interesantes. Drew McIntyre y Sheamus continúan juntos en la batalla , sin roces, enfrentándose a Strowman y Gunther, quien consigue, sorprendentemente, eliminar a ambos. Los dos perdedores se quedan anonadados, pero esto no para. Es el turno de Logan Paul.
Paul es el influencer que se está haciendo grande en WWE. He comentado sus primeras luchas en la empresa; tengo que acabar el post que empecé a escribir hace unas semanas sobre la tercera, ante Roman Reigns por el título mundial. A pesar de que en esas luchas parecía haber recobrado el amor del público, aquí recibe abucheos, y de hecho es atacado en masa por sus compañeros. El Power Slam que le propina Strowman, es muy celebrado por el público. Esto ocurre antes de que con el número 30 entre en escena el gran Cody Rhodes, lesionado hace unos meses durante su rivalidad con Seth Rollins. La reacción del público no es lo suficientemente potente, porque era un regreso de lo más esperado, pero de nuevo, es un momento potente en términos de puesta en escena. Se cierra, así, la genial lista de participantes de esta batalla.
Dominik se enfrenta a él, aplicando los tres amigos de Eddie de manera burlona. Recordemos que la primera storyline en la que participó en la empresa involucraba una guerra por su paternidad entre Eddie y Rey, cuando era muy pequeño, y parece ser que la va a utilizar en sus próximas historias. Mucha gente se ha enfadado, diciendo que es de mal gusto, incluyendo a Vicky, la viudad de Guerrero. En fin, aquel feudo de 2005 ya en sí mismo era de muy mal gusto; no es mucho mejor utilizar a niños que utilizar a muertos. Todos ellos, los que lo hacen y los que se quejan, han ganado mucho dinero con este tipo de propuestas; no sean cínicos ahora, sólo porque los dólares no llegan a sus bolsillos.
Ricochet protagoniza, junto a Logan, uno de los grandes spots de la noche. Cada uno salta desde una cuerda, desde el lado contrario del ring, chocando en el aire en medio de este. Resulta asombroso; el choque entre el highflyer con mayores capacidades físicas que yo he visto nunca, Ricochet, y este chico que está empezando y que demuestra que su físico es capaz de todo. Cody se enfrenta a la paeraj de Braun y Ricochet, que acaban fuera del ring, de tal manera que sobre este permanecen tan solo cuatro luchadores: Cody, Austin Theroy, Seth Rollins y Gunther, que salió, recordemos, con el número 1, como hiciera el olvidado Chris Benoit en 2004. Tras la eliminación de Austin, ROllins y Cody se ven las caras, recordando su violenta rivalidad, ocurrida durante la primavera. Gunther intenta meterse por medio, así que recibe Pedegree de ambos. Vuelven, así, los dos grandes rivales a enfrentarse, pues es eso lo que esperan las grandas. Después de un buen intercambio, cuando el Arquitecto está a punto de aplicar el finisher creado por Triple H sobre Rhodes, aparece Logan Paul, que descansaba en ringside tras su choque con Ricochet, para eliminarlo. Mira al símbolo de WrestleMania y promete su presencia en el evento, con gesto de burla contra el público. Este se alegra mucho cuando recibe el Cross Rhodes y es eliminado. Queda para la historia la batalla final entre el hijo de Dusty y el enorme Walter.
Uno de los grandes problemas de los Rumbles recientes es que han tenido finales muy poco competidos. No ha habido drama en su resolución. En este no ocurre eso: la pelea entre los dos finalistas es antológica. Supongo que eso es así gracias al hecho de haber puesto la pelea al principio de la noche: no había tanta prisa como otras veces. La verdad es que todo el mundo sabía que Cody ganaría, mas eso noquita relevancia al enfrentamiento. Después de permanecer sobre el rin durante una hora y once minutos, Walter es capaz de dominar y aplicar ataques extraordinarios sobre el rubio de bote. Sus chops sobre su pecho dan miedo, sobre todo sabiendo que la lesión que Cody ha sufrido tiene relación con su pectoral. The American Nightmare aplica movimientos propios de su hermano, muy agradecidos por cierto, y sin embargo sigue sufriendo las animaladas del europeo. Este le aplica una Sleeper fuera de las cuerdas, poniendo en peligro su resistencia, pero no consigue librarse de él. Cody aplica Cross Rhodes, y lanza a Gunther fuera del ring con un Clothesline. Victoria para él, que se convierte, presumiblemente, en el próximo rival de Roman Reigns, si no ocurre nada en los meses previos a WrestleMania que lo impidan.
Gran batalla; salvo unos minutos al principio, es una pelea que no tiene puntos flacos. La participación es de mucho nivel, a pesar de que no están en ella luchadores como Roman Reigns, Randy Orton, AJ Styles, Sami Zayn, Kevin Owens, Bray Wyatt o John Cena. Ahora WWE es capaz de mantener fuera de los Rumbles a luchadores involucrados en otros asuntos sin que la pelea se resienta, lo que habla muy bien sobre la salud de sus trabajadores.
Puntuación: ****1/2
domingo, 5 de febrero de 2023
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
domingo, 23 de octubre de 2022
Gunther vs Sheamus, WWE Clash at the Castle 2022
Después de 30 años, WWE vuelve a celebrar un PPV en el Reino Unido. En 1992, tuvo lugar en el estadio de Wembley, en el mismo sitio en el que el FC Barcelona había ganado su primera Copa de Europa unos meses antes, el main PPV SummerSlam. Pues bien, en 2022 la empresa aún propiedad de Vince McMahon estrena un gran evento en Cardiff, Gales: Clash at the Castle. Esto es histórico.
Hay que decir que esto no es del todo cierto. En 2003, tuvo lugar un show en Newcastle, llamado Insurrextion. Creo que cuando WWE dice estas cosas, además de vivir constantemente en kayfabe a todos los niveles, se refiere a que es el primer evento celebrado en un estadio, desde 1992. Y eso sí es verdad (creo). El Principality Stadium acoge el show, ante más de 60.000 espectadores, que se dice pronto. Aunque ya sabemos que el número de espectadores que anuncia WWE es también Kayfabe... porque el wrestling es el único espectáculo en el que la mentira tiene una excusa.
En este show hay varios luchadores de las islas con protagonismo. Finn Balor, Drew McIntyre, y Sheamus, que lidera a los Brawling Brutes, que es un stable de irlandeses violentos inspirado en los Peaky Blinders. Se enfrenta el pelirrojo a Gunther, anteriormente conocido como Walter, que ha podido llevar al main roster a la versión de WWE de su stable de nazis del wrestling: Imperium.
Ya sabe el lector que Walter hizo de todo en las indies. Formó un stable conocido como Ringkampf, en el que su mejor compañero era Timothy Thatcher, que a su vez era uno de sus principales rivales. En su momento, ambos coincidieron en WWE, en esa época en la que Triple H fichaba a todos los luchadores interesantes del mundo indy. Yo esperaba, en base a eso, que llegaran a verse las caras, o que llegaran a hacer equipo, mas la pandemia de COVID dio a Vince McMahon la excusa perfecta para echar a la calle a todos los luchadores que a él no le gustaban, así que Thatcher, que es un perfil muy específico, quedó fuera. Espero ahora que Hunter lo recupere; tener al Ringkampf en un gran evento de WWE sería un sueño.
Walter, de hecho, ha sufrido con el criterio de Vince. Después de un tiempo usando su nombre original, se lo tuvo que cambiar por Gunther, que es el único nombre alemán que un americano analfabeto puede conocer, gracias a un personaje obeso y paródico de Los Simpsons. Walter asimismo ha tenido que perder peso para no ser objeto de los storylines humillantes de esa empresa relativos a la obesidad. Imagine el lector a un tipo como él ridiculizado cada semana y vestido de tirolés, como si estuviera en el Oktoberfest comiendo frankfurts. Estoy seguro de que a McMahon se le pasó por la cabeza. Por suerte, él ya no está, y Triple H lo está usando muy bien.
Otro fantástico luchador, muy físico e infrautilizado es Sheamus, un irlandés violento que el propio Hunter tuteló en sus inicios en WWE, allá por 2010. Entonces, ambos tuvieron una rivalidad que incluyó un buen combate en WrestleMania, y un ataque por parte del pelirrojo que sacó de escena al esposo de Stephanie, cuando este decidió empezar a luchar de forma puntual. Desde entonces, ha hecho de todo; ha sido un worker que ha servido a la empresa en aquello que esta le ha pedido. Lleva 13 años ya luchando en su roster principal, que es algo que en épocas más reconocidas sería considerado como un mérito histórico. Ahora, posiblemente gracias a la fama de la serie de Peaky Blinders, forma parte de un stable muy entretenido, que se ve las caras con los germánicos. Y es interesante, porque es un choque entre gente muy distinta; unos muy serios y rigurosos, y otros borrachos y locos. Pero todos son fuertes y violentos. Me encantaría que las Wargames que se han anunciado para Survivor Series incluyera a estos dos equipos, aunque entiendo que no están en el top de WWE.
Por ahora, en Clash at the Castle, disfrutamos de una lucha magnífica entre dos hombres muy fuertes y violentos; una lucha muy rara en el main roster de WWE, y que, sorprendentemente, el público disfruta mucho, quizás por su cariño hacia Sheamus. Lo apoyan en todo momento, y arden ante un combate que apenas tiene spots ni big moves; está repleto de golpes durísimos, muy stiff, que llenan los cuerpos de los combatientes de marcas. Estas se notan más fácilmente en el cuerpo de Sheamus, muy blanco, que acaba la lucha totalmente destrozado. Es uno de los combates más duros que he visto nunca en WWE.
Walter (permítame el lector que lo llame así; no me acostumbro a la otra tontería de nombre) lanza a Sheamus contra los escalones de metal. Es un tipo capaz de hacer que un Body Slam parezca un gran golpe en 2022. Después de eso, ataca con golpes muy fuertes en la espalda de su oponente, y aplica sus poderosos chops. Alguno de ellos está a punto de matar a su rival, que, en mi opinión, llevaba 13 años esperando tener un combate de este tipo en esta empresa. Este es su estilo de pelea, y es lo que, a mi entender, más disfruta, por mucho que duela. Walter aplica el Boston Crab, que con Jericho fuera de la compañía, vuelve a ser un movimiento de uso general. Y cuando Sheamus se resiste, es lanzado contra el esquinero, y contra el suelo de ringside.
La verdad es que estamos acostumbrados a ver a Walter como a un gigante, porque en las indies no hay luchadores tan altos. Pero Sheamus no sólo es un poco más alto que es, sino que es mucho más musculoso. Nunca me había percatado de eso. Sin embargo, de alguna manera, Walter sigue pareciendo más grande, quizás por la longitud de sus brazos. Sheamus busca constantemente su conteo de golpes en el pecho, sin éxito, hasta que, durante un comeback, consigue aplicarlos en varios sitios distintos. Es la primera vez que el face tiene una oportunidad en la lucha.
Este enfrentamiento de animales se iguala, y Sheamus está a punto de ganar tras un par de rodillazos. La gente grita "Lets go Sheamus", porque aquí debe haber mucho irlandés. Consigue aplicar el White Noise, mas Walter había hecho suficiente daño a su espalda como para que eso fuera demasiado para su cuerpo. A partir de aquí, falla varios golpes por culpa de sus problemas lumbares, y eso le conduce a la derrota. Una última Power Bomb del austríaco, seguida de varios pisotones, lo incapacitan demasiado.
Todavía consigue incluso aplica su Crucifix Powe Bomb, un ataque en, en algún momento, a comienzos de su carrera, parecía ser su principal finisher, pero que acabó siendo sustituido por otros menos peligrosos y más visuales. Pero eso hace más daño todavía a su espalda. Nueva Power Bomb de Gunther. Sheamus intenta levantarse de nuevo, a pesar de los gritos de su rival, y este lo hunde finalmente con un Clothesline brutal. Una lucha del main roster de WWE terminada con un Clothesline es algo digno de ver.
Por cierto, Gunther retiene su Intercontinental Championship. Creo que su próximo rival será Rey Mysterio, y esa es otra lucha de ensueño que yo deseo ver. Cositas que hacen que me reencuentre con el cariño por el wrestling.
Puntuación: ****3/4
martes, 17 de noviembre de 2020
Walter vs Ilja Dragunov, WWE NXT UK 29/10/2020
Tenemos muchas cosas pendientes en lo relativo a los programas de NXT y NXT UK, en WWE. Yo, personalmente, torné en cierta aversión a esos programas, por la deriva que estaban tomando algunas de sus luchas, y sobre todo, las luchas titulares por el NXT Championship, que, en manos de gente como Johnny Gargano, Tommaso Ciampa o Adam Cole, se habían convertido en enormes spotfests afectados de macrosomía. No obstante, los cambios titulares de los últimos meses, me han parecido interesantes, aunque por diversas lesiones y cambios en los rosters, ningún campeón ha podido consolidarse como tal. Durante los próximos días, repasaremos algunas de estas luchas.
Pero me gustaría empezar con un combate titular de NXT UK. La marca ha estado parada durante muchos meses, porque, en Europa, las restricciones por la pandemia de COVID-19 han sido mucho más duras que en Estados Unidos. Tras un tiempo, los combates se han reanudado, aunque, teniendo en cuenta la manera en que está evolucionando el problema en el Viejo Continente en otoño, no sería de extrañar que se pararan las grabaciones de nuevo. En cualquier caso, esta vuelta ha sido interesante, y el último combate titular, entre Walter e Ilja Dragunov, ha vuelto loco al mundo entero.
El pequeño ruso Dragunov debía haberse enfrentado al enorme austriaco en un Takeover programado para abril de 2020, pero ese evento no ocurrió, por razones obvias. En el programa semanal del 29 de octubre de 2020, se retomó esa idea, con un match que ha recibido 5 estrellas por parte de Dave Meltzer, y que ha provocado una gran unanimidad por parte de todo el mundo al respecto de su calidad.
Hay que decir que este es un duelo casado. Ilja Dragunov y el enorme Walter coincidieron en Alemania, en la WXW, y si bien puede parecer que esto no es en absoluto importante en WWE, hay que tener en cuenta que la empresa de los McMahon está añadiendo contenido de esta promo europea a su network, y eso puede tener consecuencias importantes en el contenido, al menos en el de UK. En cualquier caso, aunque no se tengan en cuenta sus enfrentamientos en Alemania, ya han tenido careos en NXT UK.
En realidad, no hace tanto tiempo desde que eso pasó. Entre 2016 y 2019 han peleado muchas veces, y aunque lo han hecho en promotoras indies tan pequeñas, que no son rateadas por Meltzer, lo cierto es que son de un gran nivel, incluyendo la victoria del ruso en el Carat Gold de 2017. Dragunov se convirtió en campeón, y defendió su título ante el austriaco, cerrando la historia entre ellos, con un David que acababa derrotando a Goliat, y este le cedía la posición de gran estrella de WXW.
Si algo tienen las luchas entre estos dos tipos, es que son muy distintas unas de otras. En WWE, obviamente, la cosa empieza desde cero, Dragunov olvida todo lo aprendido en Alemania, ya no es el hombre que ha conseguido ponerse por encima de Walter, sino que es un peso crucero que se enfrenta al Campeón, mucho más grande que él.
Yo creo que es, efectivamente, un gran combate. Dragunov ha recibido palizas enormes en el pasado por parte del animal que hoy tiene enfrente, y viene muy motivado. Su motivación ha tornado en obsesión; está muy alterado, y utiliza esa característica durante una lucha muy psicológica en ese sentido.
Hay que tener en cuenta que, en UK, volvemos a los primeros meses de pandemia, en el sentido de que no hay público, y no ha sonido ambiente metido artificialmente. Sí que se escuchan algunos gritos de animo, que ayudan un poquito. Pero, tal y como ocurrió tanto en WWE como en otras empresas, para que una lucha funcione en este contexto, el wrestling tuvo que buscar otras dinámicas, más stiff, más duro, más realista. Y en este combate, la verdad es que hay pocos golpes que no parezcan reales al 100%.
Dragunov está muy loco, y se lanza a matar a Walter. Y, claro, este lo mata a él. Lo bueno es que son tan amigos en el mundo real, que no tienen ningún problema en pegarse fuerte, y en devolverse los golpes excesivos. Donde hay confianza, da asco. Cuando Ilja se pasa de la raya, Walter le pega una castaña que lo hunde. Pero, la cosa se pone bien cuando Walter empuja a Dragunov contra la segunda cuerda, y este se la come con patatas. Se pega un buen golpe en el cuello, uno que puede llegar a ser muy peligroso, si no está ejecutado por dos personas que se lo sabe a la perfección.
A partir de ahí, el trabajo de Walter sobre el cuello del pequeño es brutal. Este, lo vende muy bien, pero es que no podría hacer otra cosa: se vende solo, pues está lleno de marcas por toda la zona, como consecuencia de los Chops del campeón, y de todos los castigos; las dormilonas, los candados. Dragunov se duele, e incluso falla algunos golpes debido a ese problema.
Esta lucha tiene una estructura de vieja escuela, pero con una ejecución propia del hard-hitting más actual. Después de aguantar todo este dominio, el ruso se lanza al ataque, aplicando un montón de Suplexs Alemanes, y está a punto de ganar. No tiene suerte, no obstante.
Los Suplexs de Ilja se enfrentan a las dormilonas de Walter. En ese toma y daca, el pequeño tiene algunas opciones, pero varios golpes inmensos del grande causan una gran diferencia. Power Bomb. Clothesline. Varios tipos de dormilonas... Pero esto no acaba.
Parece el momento perfecto para acabar con la lucha, pero las categorías inferiores de WWE vuelven a pecar de una necesidad absurda de buscar la epopeya. Doliéndose mucho del cuello, Dragunov todavía se lanza a la desesperada. Ahora es él el que ataca el cuello del enemigo con tiranía. Aún con problemas físicos evidentes que lo frenan y que pueden suponer su derrota, está a punto de ganar, pero Walter lo agarra en ringside con algunos ataques enloquecidos, incluyendo un lanzamiento contra las escaleras de metal, otro contra el filo del ring, y una Power Bomb. Finalmente, una Coquina Clutch acaba con la resistencia de Dragunov.
Esta es una lucha clásica de David contra Goliat, aliñada con un estilo indy más moderno en lo respectivo a la ejecución de cierto tipo de golpes. Tiene un par de problemas, incluyendo la carencia de un ambiente enloquecido, típico de otros matches entre ellos, y la supervivencia innecesaria en algunos momentos por parte de Ilja, pero se acerca mucho a la perfección.
Sobre esto, es interesante hablar sobre la comparación con sus matches pasados, que seguramente habréis leído o escuchado. Como no tenemos 15 años, no vamos a entrar en eso de que la lucha indy es mejor que la lucha mainstream, porque cuando alguien dice eso, no está hablando sobre lucha, está hablando sobre sí mismo y la autoadjudicada superioridad intelectual que piensa que le otorga ver cosas que mucha gente no ha visto. Pero, en realidad, ese tipo de juicios es producto del efecto burbuja de Internet, de la intensidad y la importancia con la que uno vive algo, cuando recibe un feedback continuo sobre ese algo, por relacionarse con gente que comparte sus gustos. Este tipo de burbujas es muy peligroso, porque lleva a una incapacidad para medir la profundidad real de las cosas, debido al desconocimiento sobre otro tipo de formas de expresión en las que no se ha profundizado.
Uno de los efectos que provoca ver esta lucha, habiendo vivido la rivalidad original entre Dragunov y Walter, es de retroceso en lo respectivo a la historia. Esas luchas que ese tipo de crítico mencionado vivió con una emoción enorme, no forma parte de la receta, y eso puede llevar a juzgar este combate como un Walter vs Dragunov para principiantes. Pero lo cierto es que hay que medir la lucha en términos absolutos. Que Dragunov hubiera superado esa posición de Underdog en Alemania, no significa que no se pueda apreciar un combate suyo en el que vuelva a jugar ese papel. Y en esos términos, si nos ceñimos a apreciar esa historia obvia de David vs Goliat, bajo la premisa de WWE de que un tipo de 1.70 nunca va a ser un hombre a tener en cuenta demasiado tiempo, el combate alcanza cuotas de excelencia muy apreciables y evidentes, dado que se ciñe casi a la perfección a lo que debe ser, aunque lo que debe ser no sea especialmente original.
Puntuación: ****3/4