Ha tenido lugar el evento Royal Rumble de WWE, ese show anual que, desde mi infancia, ha supuesto uno de los momentos más esperados en cada temporada luchística. En él tenemos las dos batallas reales que configurarán dos de las grandes batallas de WrestleMania, y en las que siempre hay sorpresas. Vamos a ver ambas.
Recordemos la situación de WWE. Triple H se ha hecho con el poder creativo en la empresa después de que su dueño y creador, Vince McMahon, tuviera que dejar sus cargos prácticos debido a los líos de faldas y administrativos en los que se metió. Se ha comentado, últimamente, que podría regresar, dado que ha llegado a acuerdos económicos que le librarán de toda responsabilidad, tal y como lleva haciendo toda su carrera en casos mucho más graves, como el del presunto asesinato cometido por Jimmy Snuka, o el del presunto acoso hacia luchadores cometido por Pat Patterson. Cuando eres rico, todo se queda en "presunto", y puede ser que Vince quiera aprovechar esa condición para volver a hacerse cargo de los designios de su empresa. Con tal fin, se rumorea que podría venderla, a cambio de asegurarse el poder creativo bajo la nueva administración. Veremos que pasa con eso, mas tenemos la oportunidad, mientras tanto, de observar un Royal Rumble organizado por el equipo de Triple H, que en mi opinión resulta ser uno de los mejores en términos luchísticos de la historia. No tiene muchas sorpresas en lo relativo a los personajes involucrados, pero incluye muchas historias y momentos en su interior, y eso es clave en una batalla de estas características.
El primer pop de la noche, en tanto que la batalla real masculina abre la velada, tiene lugar con la llegada de Pat McAffe. Pensé que iba a participar en el Rumble, pero no es así: se une a la mesa de comentaristas. Comienza el juego.
El comienzo en un acierto, pues enfrenta a Sheamus y Gunther, dos tipos que han mantenido una furibunda rivalidad encabezando a sus respectivos stables. La participación de Walter llegará a ser legendaria, más allá de lo que cualquiera podría haber esperado viéndolo luchar en Alemania hace unos años. Esto no habría pasado con Vince. El tercer participante es The Miz, que con su talento interpretativo, aporta cositas valiosas durante los pocos minutos que aguanta en el ring. Vacila al entrar, ante la presencia de semejantes animales. Su eliminación posterior, la primera de la batalla y única durante muchos minutos, es asimismo destacable: Johnny Gargano lo coloca sobre las cuerdas en posición perfecta para que Sheamus lo golpee con su lluvia de puñetazos, un ataque que implica interacción con el público y que por tanto es valioso. Tal es su poder y su número, que The Miz queda listo para sentencia. Una Superkick de Johnny, seguida de una Bicycle Kick del irlandés, dan con su piel en tierra.
The New Day (Kingston y Woods), se unen en la batalla, para atacar a sus rivales en equipo y protagonizar algún que otro segmento cómico. Por desgracia para el veterano Kofi, por segundo año consecutivo falla en su intento de realizar un spot impresionante en la batalla, y cae al suelo cuando debería haber aterrizado sobre una silla sujeta por su compañero ya eliminado. Este error cambia el rumbo de la batalla, mas no creo que resulte muy importante. Cuando esta empezaba a resultar un poco aburrida tras llenarse de luchadores, empiezan a pasar cosas.
Drew McIntyre se une a la contienda, para formar un gran equipo con Sheamus. Ambos, poderosos guerreros de origen bretón, provocan el caos, encontrando en primera instancia tan sólo la resistencia de Gunther. Pero, coincidiendo con la expulsión de los New Day, llega La Bestia, Brock Lesnar, para combatir a Drew y su blanquito amigo. Tras librarse de ellos, elimina a varios enemigos, limpiando un poco el ring, en el que sólo permanecen, aparte de Gargano, los animales Sheamus, Drew y Gunther. El austríaco protagoniza un careo con el excampeón de UFC, en lo que es un entremés de la pelea más esperada del siglo. En esta ocasión no hay mucho tiempo para eso, porque llega a la batalla Bobby Lashley, quien se encuentra en medio de una rivalidad con Lesnar que les llevará a luchar en WrestleMania, presumiblemente. El ring se llena de músculos, como si esto fuera un Rumble propio de la era Ruthless Aggression. Para preparar ese encuentro, el Superman Moreno realiza la gesta de eliminar a Brock, para sorpresa de todos. Este reacciona con violencia, rompiéndolo todo y atacando a todo el mundo, incluido Baron Corbin, que llegaba en ese momento. Adam Pearce y el resto de los agentes de WWE consiguen convencer a Lesnar para que se vaya, y entonces aparece Seth Rollins, porque parece ser que Triple H no quiere permitir que haya un segundo de aburrimiento aquí. Lo primero que hace es subir al ring a Corbin para eliminarlo al instante.
Suena la música de Rey Mysterio, mas la leyenda mexicana no aparece. A continuación, el que lo hace es su hijo, el cobarde y traidor Dominik, portando la máscara de su señor padre, y rompiéndola. Parece ser que así ha querido WWE enmascarar una lesión del Colibrí, bajo storyline. La presencia del adolescente será destacada; mucho más que la de Lashley, que es eliminado rápidamente por Rollins. Mientras tanto, Sheamus y McIntyre siguen dominando, eliminando a Elias tras una doble patada. Me gusta mucho esta pareja.
Se une a la pelea Booker T, lo que resulta para mí una grata sorpresa. Creo que es uno de esos luchadores que se mantuvieron en forma el suficiente tiempo como para haber seguido contando historias, pero que no fueron utilizados por WWE por su falta de talento para aprovechar su propia cultura. Protagoniza el 6 veces campeón mundial sus principales spots y su ruleta a la perfección, antes de ser eliminado por Gunther. Tras él, llega al ring Damian Priest, para unirse a Dominik y Finn Balor y completar el equipo de Judgment Day. La creación de este stable por parte de Edge me resultó muy interesante, dada la habilidad de este para transmitir, mas sin él, no los he seguido mucho. Creo que un stable no es nada sin un líder carismático, y desde luego Balor no lo es. Los papeles de Dominik y Rhea Ripley me gustan, y creo que Priest es un correcto Power House para un grupo de rudos, pero el líder no es correcto. En cualquier caso, suena la legendaria música de Edge que regresa a la acción después de que él y su mujer, Beth Phoenix, sufrieran graves daños durante un I Quit Match en Extreme Rules, en octubre. En otro de los grandes segmentos de un Rumble que no para, The Rated-R Superstar consigue eliminar a Balor y Priest, antes de que un forcejeo con Dominik fuera aprovechado por los malos para echarlo fuera. Edge y Judgment Day luchan por el estadio, hasta que Ripley aparece para atacar al canadiense. Tras eso, es la legendaria Beth Phoenix la que llega en auxilio de este, más fuerte que nunca, noqueando a su enemiga con un Spear. Los agentes vienen de nuevo para tranquilizar la situación, aunque me da la sensación de que uno de ellos se lesiona la pierna al correr. Hay que calentar antes de hacer ejercicio...
Tanto la participación del Rumble como las historias que se cuentan en él son muy dignas de elogio. WWE tiene ahora mismo un roster muy veterano lleno de gente de nivel, que quizás no causa tanto interés en el público como sus homólogos de hace 20 años, en tanto que nada lo hace hoy en día debido a la gran variedad de alternativas de ocio existente, pero no se puede negar su talento. Llega el gigantesco Omos para destruir a todo el mundo, y tras él hace lo propio Braun Strowman, uno de los hombres que han regresado a la empresa gracias a la gestión de Triple H. Hunter fue capaz de vender a los jeques de Arabia Saudita el enésimo enfrentamiento de gigantes, estipulando una lucha entre estos dos hombres en Crown Jewel, y finaliza ese storyline aquí. Strowman es capaz de expulsar a Omos, mucho más grande que él, pero también más verde en términos luchísticos. Después de eso hace su aparición Ricochet, quien, parece ser, está haciendo equipo últimamente con The Monster among Men. Es una de esas parejas que forma WWE cuando no sabe qué hacer con dos de sus luchadores, lo cual en muchas ocasiones provoca cosas interesantes. Drew McIntyre y Sheamus continúan juntos en la batalla , sin roces, enfrentándose a Strowman y Gunther, quien consigue, sorprendentemente, eliminar a ambos. Los dos perdedores se quedan anonadados, pero esto no para. Es el turno de Logan Paul.
Paul es el influencer que se está haciendo grande en WWE. He comentado sus primeras luchas en la empresa; tengo que acabar el post que empecé a escribir hace unas semanas sobre la tercera, ante Roman Reigns por el título mundial. A pesar de que en esas luchas parecía haber recobrado el amor del público, aquí recibe abucheos, y de hecho es atacado en masa por sus compañeros. El Power Slam que le propina Strowman, es muy celebrado por el público. Esto ocurre antes de que con el número 30 entre en escena el gran Cody Rhodes, lesionado hace unos meses durante su rivalidad con Seth Rollins. La reacción del público no es lo suficientemente potente, porque era un regreso de lo más esperado, pero de nuevo, es un momento potente en términos de puesta en escena. Se cierra, así, la genial lista de participantes de esta batalla.
Dominik se enfrenta a él, aplicando los tres amigos de Eddie de manera burlona. Recordemos que la primera storyline en la que participó en la empresa involucraba una guerra por su paternidad entre Eddie y Rey, cuando era muy pequeño, y parece ser que la va a utilizar en sus próximas historias. Mucha gente se ha enfadado, diciendo que es de mal gusto, incluyendo a Vicky, la viudad de Guerrero. En fin, aquel feudo de 2005 ya en sí mismo era de muy mal gusto; no es mucho mejor utilizar a niños que utilizar a muertos. Todos ellos, los que lo hacen y los que se quejan, han ganado mucho dinero con este tipo de propuestas; no sean cínicos ahora, sólo porque los dólares no llegan a sus bolsillos.
Ricochet protagoniza, junto a Logan, uno de los grandes spots de la noche. Cada uno salta desde una cuerda, desde el lado contrario del ring, chocando en el aire en medio de este. Resulta asombroso; el choque entre el highflyer con mayores capacidades físicas que yo he visto nunca, Ricochet, y este chico que está empezando y que demuestra que su físico es capaz de todo. Cody se enfrenta a la paeraj de Braun y Ricochet, que acaban fuera del ring, de tal manera que sobre este permanecen tan solo cuatro luchadores: Cody, Austin Theroy, Seth Rollins y Gunther, que salió, recordemos, con el número 1, como hiciera el olvidado Chris Benoit en 2004. Tras la eliminación de Austin, ROllins y Cody se ven las caras, recordando su violenta rivalidad, ocurrida durante la primavera. Gunther intenta meterse por medio, así que recibe Pedegree de ambos. Vuelven, así, los dos grandes rivales a enfrentarse, pues es eso lo que esperan las grandas. Después de un buen intercambio, cuando el Arquitecto está a punto de aplicar el finisher creado por Triple H sobre Rhodes, aparece Logan Paul, que descansaba en ringside tras su choque con Ricochet, para eliminarlo. Mira al símbolo de WrestleMania y promete su presencia en el evento, con gesto de burla contra el público. Este se alegra mucho cuando recibe el Cross Rhodes y es eliminado. Queda para la historia la batalla final entre el hijo de Dusty y el enorme Walter.
Uno de los grandes problemas de los Rumbles recientes es que han tenido finales muy poco competidos. No ha habido drama en su resolución. En este no ocurre eso: la pelea entre los dos finalistas es antológica. Supongo que eso es así gracias al hecho de haber puesto la pelea al principio de la noche: no había tanta prisa como otras veces. La verdad es que todo el mundo sabía que Cody ganaría, mas eso noquita relevancia al enfrentamiento. Después de permanecer sobre el rin durante una hora y once minutos, Walter es capaz de dominar y aplicar ataques extraordinarios sobre el rubio de bote. Sus chops sobre su pecho dan miedo, sobre todo sabiendo que la lesión que Cody ha sufrido tiene relación con su pectoral. The American Nightmare aplica movimientos propios de su hermano, muy agradecidos por cierto, y sin embargo sigue sufriendo las animaladas del europeo. Este le aplica una Sleeper fuera de las cuerdas, poniendo en peligro su resistencia, pero no consigue librarse de él. Cody aplica Cross Rhodes, y lanza a Gunther fuera del ring con un Clothesline. Victoria para él, que se convierte, presumiblemente, en el próximo rival de Roman Reigns, si no ocurre nada en los meses previos a WrestleMania que lo impidan.
Gran batalla; salvo unos minutos al principio, es una pelea que no tiene puntos flacos. La participación es de mucho nivel, a pesar de que no están en ella luchadores como Roman Reigns, Randy Orton, AJ Styles, Sami Zayn, Kevin Owens, Bray Wyatt o John Cena. Ahora WWE es capaz de mantener fuera de los Rumbles a luchadores involucrados en otros asuntos sin que la pelea se resienta, lo que habla muy bien sobre la salud de sus trabajadores.
Puntuación: ****1/2
domingo, 5 de febrero de 2023
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
domingo, 11 de septiembre de 2022
Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE Hell in a Cell 2022
Hablamos en el último post publicado en el blog sobre la vuelta de Cody Rhodes a WWE, y su combate en WrestleMania 38 frente a Seth Rollins. La rivalidad entre ambos continuó, con otra victoria de la Pesadilla Americana en Backlash, y se dirigió hacia Hell in a Cell, evento en el que mantuvieron un match bajo las reglas que dan nombre al show: lucharon en una Jaula Infernal. Lo hicieron, además, en el main event de la velada, pues el campeón de todo, Roman Reigns es un campeón no demasiado interesado en el trabajo duro. Cualquier parecido con John Cena es casualidad. Recuerda, más bien, al Hulk Hogan de WCW, que siempre tenía cosas mejores que hacer que ser luchador.
El combate entre Cody y Rollins en Hell in a Cell nos dejó una imagen para la historia: la del pecho de Cody morado por una lesión en su pectoral, a pesar de la cual, se decidió a luchar y a dar un combate largo y violento. Es una de las muestras de sacrificio de esas que se la ponen dura a Vince. También es cierto que Vince ya no está; la duda que nos queda es si Triple H concibe a un Cody main eventer y campeón, o si optará, en su lugar, por los chicos de Next que tan bien le funcionaron y a los que está trayendo de vuelta uno a uno tras la salida de la empresa de su suegro.
Cody volvió, como vimos, a WWE en WrestleMania, y derrotó a Seth. En el programa de Raw posterior, tuvo unas palabras, recordando, con cariño, como siempre, a su padre. Quizás alguien pueda pensar que es un poco pesado con esto, pero me temo que es parte importante de su personaje, y no se puede abstraer de eso. Rollins apareció para darle la mano, y todo pareció hasta entonces correcto, pero se quedó en ringside a mirar cuando ocurrió el primer match del American Nightmare en RAW después de 6 años, con su risa burlona. Entonces, le retó a un segundo combate en Backlash que por supuesto el rubio de bote aceptó. Posteriormente, la caballerosidad acabaría, después que de Kevin Owens abandonara una lucha frente al exAEW, y Rollins no pudiera contener su frustración, atacando a este.
El Visionario tenía una excusa: fue sorprendido en WrestleMania; no se pudo preparar bien para el combate porque no conocía su rival. Quiso nublar la mirada de su oponente, al nombrar a su padre, diciendo que Dusty no fue lo suficientemente bueno para ser campeón. Todos sabemos que sí lo fue, fuera de WWE, mientras que en la empresa de McMahon hizo el payaso con un vestuario lleno de lunares amarillos que tendrá cierta repercusión en esta rivalidad. El caso es que, con esto, al fin la rivalidad se convirtió en algo personal.
Rhodes volvió a ganar en Backlash, mas su forma de hacerlo no fue demasiado limpia. Eso dejó abierta la opción de que volvieran a enfrentarse. Durante el match, Rollins volvió a burlarse de Dusty, utilizando sus clásicos puñetazos. A pesar de eso, Cody quiso pasar página y buscar nuevos oponentes. El exShield no lo permitió, y le atacó brutalmente.
Eso provocó que la rivalidad se convirtiera en trilogía: el cierre de la misma tendría lugar en una Hell in a Cell. Hay que destacar que, para esa lucha, Rollins llega al combate vestido con los lunares amarillos que sufrió Dusty en en su paso por WWF, y con los que Vince McMahon quiso torturarle por ser una gran estrella de la NWA, porque Rollins ha intentado, durante su rivalidad, in-visibilizar sus logros fuera de la empresa. Esto tiene una doble lectura: durante el match que mantuvieron en WrestleMania, Seth le dio la bienvenida de nuevo a Cody a "Las Grandes Ligas", señalando que su trabajo en AEW no vale nada, como no lo vale, en su opinión, el de su padre en NWA, JCP o WCW. Cody ya renegó de su personaje de Stardust durante aquel match, señalando precisamente lo contrario: que se ha hecho grande tras dar la espalda a los intentos de humillación que WWE desarrolla sobre sus luchadores, que afectaron a su padre, a su hermano, y a él mismo. Hoy toca el turno de acabar con Seth, y defender su apellido, y de esa manera, defender al wrestling del bullying de WWE.
Sin embargo, existía una duda razonable sobre su presencia en el evento, pues su lesión era conocida por todo el mundo. El tema Kingdom suena, despejando tal duda, pero, en el momento que Cody se quita su chaleco, muestra el estado de su pectoral, que es atroz. Parece una manzana pocha: lo tiene morado como si hubiera recibido mil chops de Kenta Kobashi. Así pues, tenemos un combate muy simbólico, en tanto que se utilizan en él, como en los anteriores, referencias diversas, pero también uno claramente enfocado a la lesión de Cody. Usando palos de kendo y otros objetos, el Freakin intenta aprovechar el legítimo dolor de su oponente a su favor, y este demuestra que apenas puede utilizar su brazo derecho.
La lesión de Cody provoca que cada movimiento cuente. Que la gente sienta el dolor de su ídolo, y que, por tanto, tema los ataques del rival. Eso vale oro en el wrestling, porque un combate real tiene mucha relación con el dolor y el miedo, y en la versión moderna de esta disciplina, eso se ha eliminado casi por completo, banalizando los ataques de los contrincantes. Cody, eso sí, consigue mantenerse en el match, aprovechando los errores de su rival.
Si Rollins va vestido con los puntos amarillos del Dusty de WWE, Cody saca de debajo del ring un cencerro. Quiere emular la versión más natural de su padre; la más midsouth: lo que verdaderamente era él como luchador, y lo hace de esta manera. Se ata a Seth, y pelea como si esto fuera una Texas Bullrope Match de las que disputaba Dusty. Seth se lleva un porrazo en la cabeza con el cencerro, que le hace ver las estrellas.
A pesar de todas estas virtudes, es cierto que esta lucha sigue el patrón de los combates violentos de WWE en los últimos años, que a mí no me gustan mucho: es una concatenación muy guionizada de spots: uno saca un objeto de debajo del ring, hay un spot, y el combate se para un rato hasta que otro saca otro objeto y realiza su propio spot. En mi opinión, a este tipo de matches se le ven demasiado las bisagras; y eso me saca de ellos. Son demasiado obvios.
El match continua de esta manera. Los dos luchadores lanzan finishers por todos lados, incluyendo aquellos propios de su respectivo rival, y se pelean por usar el Sledgehammer, el legendario martillo de Triple H. En primera instancia, el brazo de Cody falla, pero tras conseguir usar dos Crossrhodes, acaba el match con un martillazo.
Si bien esta lucha funciona de una manera demasiado modular, y con demasiados descansos entre spots, como he señalado antes, creo que goza de otras virtudes que la convierten, al menos, en un MOTYC. Tras lo ocurrido, Cody se alejaría de los cuadriláteros para curar sus males. No descarto un regreso en Royal Rumble.
Puntuación: ****
miércoles, 31 de agosto de 2022
Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday
Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.
Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.
Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.
Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.
Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.
Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.
Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.
Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.
Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.
El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.
Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.
Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.
Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.
Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.
Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.
Puntuación: ***3/4
martes, 20 de abril de 2021
Seth Rollins vs Cesaro, WWE WrestleMania 37
Ya dijimos en anteriores artículos, que la edición 37 de WrestleMania es especial, porque vuelve a haber público en las gradas de WWE después de mucho tiempo sin él, pero no el suficiente como para tener muchas grandes estrellas, como las que se programaron el año pasado y que acabaron luchando, a cambio de millones, en un triste Performance Center vacío. Pero esto, a su vez, genera cosas muy interesantes y que no eran posibles otros años, como el hecho de que Cesaro tenga un combate individual en WrestleMania. Y no uno cualquiera: su rival es Seth Rollins.
Cesaro es Claudio Castagnoli, uno de los grandes luchadores de las últimas décadas en todo el mundo. Desde que llegó a WWE, no obstante, y a pesar de dar siempre buenos combates, no tuvo oportunidades en puestos principales, dado que Vince McMahon piensa que es un hombre muy soso, y que no es capaz de levantar pasiones, algo que posiblemente sea cierto. Ha hecho ya un millón de cosas en la empresa, pero no parecía posible verlo en posiciones de main eventer. Sin embargo, algún cable se ha cruzado en la cabeza de Vince, porque, ahora sí, Cesaro parece ser el elegido para convertirse en una estrella. Llega a WrestleMania para vencer a Seth Rollins y comenzar una rivalidad con Roman Reigns en Smackdown que le llevará a luchar por el Universal Championship por primera vez en su vida.
La historia es esa. Seth Rollins es un luchador muy consagrado, varias veces campeón, que ha tenido momentos estelares en WrestleMania. Venció a Triple H, a Lesnar y Reigns por el título, peleó con Owens, con Orton, disputó luchas en equipo con The Shield... Una carrera larga, mientras que Cesaro siempre ha estado atrapado en la división tag, y lo único mínimamente relevante que ha hecho en WrestleMania es ganar el André the Giant Battle Royal hace muchos años.
Rollins le ha recordado esta clara superioridad, mientras que Cesaro le respondió humillándolo con el uso de la Cesaro Swing, esa ruleta que marea a los rivales, dándole 22 vueltas. Y eso lo quiere reproducir en la lucha, buscándolo desde el principio.
La gente está muy a tope con Cesaro, en parte, porque Rollins es un tío muy asqueroso, así que buena parte del trabajo de poner over al europeo está hecho. El resto queda para la lucha, que, sin ser una gran lucha en términos de wrestling puro, resulta genial en lo relativo al estilo de WWE de contar historias, que en este caso, es muy original. Cesaro busca sin parar la ruleta, y aplica muchos de sus ataques impresionantes. Se hace daño, no obstante, en el brazo derecho y en el costado, al ser lanzado contra el esquinero, lo que provoca que falle un par de veces, incluyendo el Swing, y eso permite a a Seth ir con todo contra él.
Cesaro sobrevive al Pedegree, y Rollins hace lo propio con varios Neutralizers. Así se lo hace saber con burlas. Ni el Swing ni el Neutralizer han servido de nada contra él. Le golpea duramente en la nuca, con dos golpes realmente dolorosos, y va a rematar a través del Curb Stomp. Sin embargo, en pleno vuelo, Cesaro lo transforma en un Uppercut, y vuelve a ponerlo a dar vueltas. Pero, esta vez, lo hace con su versión especial, esa que hace sobre sus hombros. La gente se vuelve loca. Supera su propio record con un Swing de 23 vueltas, y remata con Neutralizer. Gran victoria para Cesaro, que cumple el objetivo de ponerle muy over, de hacer que conecte con el público, y que cuenta una historia bastante entretenida.
Puntuación: ***3/4
domingo, 7 de febrero de 2021
30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021
Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.
Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.
Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.
Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).
La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.
El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.
También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.
En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.
Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.
Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.
En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.
Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.
Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.
Puntuación: ***3/4
domingo, 30 de agosto de 2020
Dominik Mysterio vs Seth Rollins, WWE SummerSlam 2020
Tenemos que hablar sobre SummerSlam 2020, edición muy especial del gran evento del verano en WWE. La empresa estrena su ThunderDome, en una noche que nos deja el debut del hijo de Rey Mysterio, Dominik, y el muy sorprendente regreso de Roman Reigns, además de un conjunto de luchas, en general, muy bueno. No he leído muchas críticas sobre SummerSlam, pero seguramente todo el mundo haya dicho que es basura, porque es así como funciona la cosa. Una vez más, a mí me parece un buen show.
Por motivo de la pandemia de COVID-19, desde marzo de 2020, WWE ha desarrollado sus shows desde el Performance Center, unas instalaciones que se encuentran dentro de la Full Sail University en Orlando, Florida. Es un lugar que siempre ha albergado los shows semanales de NXT,, un sitio pequeño y austero, que no encaja con el tipo de espectáculos increíbles que desarrolla WWE.
Así, durante meses, hemos visto programas en los que no había público, para que, después, la empresa pasara a poner a los chicos que entrenan en el PC, haciendo el papel de público, con mascarillas, protegidos por una mampara de metacrilato que los separa de los luchadores. Y en ese ambiente, se han desarrollado las historias durante los últimos meses, sin aficionados de verdad, pero, también, sin lujo, sin espectáculo, sin el gran efecto que tienen las entradas y los temas musicales, sin fuegos de artificio, sin el WWE Universe, y con planos cortos que daban una impresión de falta de espacio, de que los shows eran pequeños y pobres.
Mientras tanto, AEW seguía realizando sus programas en un estadio, con gente en las gradas, que debe ser parte de la empresa, o afín a esta, pero que parece público real, y cuyos gritos, en un escenario como ese, suenan muy reales. De esta manera, WWE estaba perdiendo lo que siempre le ha hecho grande, y eso se notaba en las audiencias, mientras que la competencia desarrollaba un producto que no se veía tan afectado por la crisis.
Vince McMahon estaba obsesionado con la idea de hacer algo especial para SummerSlam, y así, ha creado el WWE Thunderdome. Ha alquilado un estadio para su uso exclusivo durante unos meses, y le ha salido por buen precio, puesto que, en estos tiempos, el estadio debe estar parado. Se trata del Amway Center de Orlando, Florida, lugar en el que, normalmente, juegan los Orlando Magic. WWE ha pagado 450.000 euros, que es una cantidad muy pequeña para el uso y los beneficios que va a dar a la empresa. Obviamente, la producción corre a cargo de la empresa, que ha realizado unas obras bastante caras, pero muy reutilizables, para dar una imagen mucho más cercana a la normalidad. Para eso, ha seguido las ideas de la NBA, y ha colocado, en la parte de gradas, pantallas led en las que se muestran unos pocos cientos de fanáticos que acceden a través de webcam.
Yo creo que este no es un mal invento. Los shows han mejorado mucho su imagen, y casi recuerdan a los normales. Es cierto que la primera vez que se probó la cosa, en Smackdown, parecía un poco triste, porque había muchas caras de aburrimiento, pero la empresa ha instaurado una serie de reglas cuyo incumplimiento implica la expulsión, y el resultado ha mejorado.
La gente en Internet es muy payasa, y ha hecho cosas como poner la cara de Chris Benoit ante la pantalla. Y es que, el wrestling es un deporte que vive de la energía, de la fuerza, de la emoción de los aficionados que ven a tus luchadores favoritos en directo, y que se beben unas cuantas chelas, como dicen en México. Es muy difícil emocionarse estando en casa, independientemente de si el espectáculo gusta o no. Yo veo las luchas muy concentrado, porque estoy solo en mi casa, sería muy raro que diera saltos de emoción. Creo que sólo los niños pueden vivirlo así. Pero, de todos modos, las cosas cambiaron mucho en SummerSlam. La gente estuvo muy animada, posiblemente fingiendo, pero animada, al fin y al cabo. Con el tiempo, WWE irá filtrando una camarilla de serviles que se comporten como la empresa desea, para que las cosas salgan bien.
Yo he intentando apuntarme a través de la pagina web (la asistencia es gratuita), pero siempre me salta el mensaje de que el cupo está completo. Desde luego, yo no voy a estar todo el día dándole a F5, esperando para poder jugar a esto.
Hay que decir que el sonido que se escucha en los eventos, si no me equivoco, no se corresponde con el de los fanáticos reales. Está metido en producción, y, sin embargo, encaja muy bien. Aunque uno sepa, racionalmente, que el sonido es falso, a diferencia de lo que ocurría en el Performance Center, ese se adapta bien a los gestos de los aficionados en las pantallas, de tal manera que, subconscientemente, se percibe como producido por ellos. Nunca va a sonar como el real, porque las reacciones no encajan al 100% como las que deberían ser, pero es correcto. Creo que WWE ha recobrado parte de su color, y las audiencias han respondido gratamente, al menos, en los primeros programas.
En AEW se han burlado del invento, como siempre. Al ser la competencia del poderoso, es una empresa que vive del meme, del chiste fácil, que es lo que entiende el público al que va dirigido su producto. Tanto Jericho como Moxley han presumido de que, en los próximos programas, van a tener público de verdad, y eso es mejor. Y claro, tiene razón, eso es mejor. También es mejor que no haya pandemias, pero las hay.
Moxley ha comparado a las pantallas de WWE con distopías futuristas. Y tiene razón, al menos en la parte tecnológica. Han pasado decenios desde la publicación de las obras de Ray Bradbury, George Orwell o Aldux Huxley, así que, sí, hay inventos tecnológicos propios de los futuros propuestos por estos autores, porque estamos en el futuro. Lo que cambia es la naturaleza de su uso. No sobredimensionemos el hecho de poner una pantalla en un simple espectáculo deportivo.
WWE ha estado contando buenas historias durante estos meses de confinamiento, a pesar de que la imagen que daba al público no era tan espectacular como lo fue hasta entonces. Pero llegó este cambio de cara a SummerSlam y Payback, un PPV colocado una semana después por algún extraño motivo. Quizás ese motivo esté relacionado con el regreso de Roman Reigns, y su aparente Turn Heel que incluye a Paul Heyman como mánager. O quizás esté relacionado con los ataques de encapuchados de las semanas previas, o incluso quizás las dos cosas estén relacionadas. O también puede ser que sea un simple experimento de Vince McMahon. Lo sabremos cuando tenga lugar Payback, que será un día después de escribir esto.
Este cambio de decorados coincide con el momento determinante en la historia entre Rey Mysterio y su hijo, Dominik, y el villano Seth Rollins, acompañado de su escudero, Murphy. Tras ver el combate entre Rey Mysterio y Eddie Guerrero en SummerSlam 2005, en el que estas dos leyendas se jugaron la custodia del entonces pequeño Dominik, hoy vamos a ver el primer combate de ese niño, ahora ya convertido en un hombre (o algo parecido). Dominik se enfrenta a Set Rollins en un Street Fight.
En una lucha que es puro storytelling, el estilo más característico de WWE, el de contar, a través de las acciones de un combate, una storyline que encaja con las promos y los hechos ocurridos en programas previos. Hay gente a la que este tipo de combate no le gusta, y, efectivamente, cuando se da entre dos luchadores buenos, resulta bastante limitante, como es el caso del match entre Rey Mysterio y Seth Rollins de Ojo por Ojo; pero cuando uno de los contendientes es un rookie que debe su pop con el público, precisamente, al storyline en el que está metido, y no a su habilidad, que es una incógnita, puede ser algo muy positivo. A Dominik lo vimos participar en la lucha de su padre frente a Lesnar, e hizo un buen trabajo, pero no ha tenido un match de verdad en su vida. Físicamente, está muy verde también, y su caso recuerda al de Hijo de Villano III, que debutó en posiciones altas de la cartelera del Consejo Mundial de Lucha Libre, a pesar de ser un rookie y necesitar ganar mucho peso (aunque él ya llevaba unos años luchando en el mundo independiente).
El caso es que la lucha entre Seth y Dominik resulta ser bastante buena. El chico hereda a posición de gran underdog de su padre, soportando una gran cantidad de castigo del rival, y sorprendiendo con algunos movimientos bastante hábiles, incluyendo vuelos y Tornado DDts, aplicados en los momentos más propicios. Rey está en ringside, haciendo el papel de padre preocupado, y lo borda: una y otra vez, muestra su miedo, su frustración, y sus ganas de ayudar. Le pregunta a su hijo, en español, "¿Me meto?", o le dice "¡Me voy a meter, cabrón!", pero su hijo le pide que no lo haga, porque esta es su lucha.
Como eco a los hechos ocurridos durante la rivalidad, en la que se ha usado mucho los palos de kendo por ambos lados, también salen a la luz estas armas durante el match. Primero, es Dominik el que rompe un palo en el cuerpo de su oponente, pero al final acaba siendo una víctima de eso mismo.
La madre de Angie, esposa desde el 96 de Rey (y recalco esto, porque en el mundo del wrestling y del espectáculo, en general, en USA, no es muy habitual que los matrimonios duren para toda la vida), hace acto de aparición, preocupada por la paliza que Seth le está metiendo a su hijo. Rey le explica que no puede meterse, pero esto es aprovechado por Murphy, que, hasta ahora, no había podido participar en el match, por la vigilancia del enmascarado. Así, Rollins y Murphy atacan a Dominik primero, intentando sacarle el ojo como a su padre, y a Rey después, esposándolo al ring. Entonces, el enloquecido Rollins pone los ojos en la mujer, que está en la rampa de llegada, mientras Rey implora, pide que la deje tranquila, y se centre en él. Mysterio es increíble, puede ser bueno en todos los aspectos del wrestling, y en todos los tipos de combate, incluyendo dramas como este.
Dominik salva a su madre. Ataca violentamente a los rudos, aplica 619 sobre Rollins, y está a punto de ganar, al rematar con un Frog Splash. Pero Seth lo recibe con sus rodillas, para, después, golpearlo con el Curb Stomp, y llevar el combate.
Eso es este match: storytelling de toda la vida en WWE, y la creación de un nuevo personaje, que, no obstante, y como debía ser, cae derrotado.
Puntuación: ***3/4