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miércoles, 8 de junio de 2022

Rhino vs Matt Cardona, ECW Television Championship, GCW Most Notorious




En el último post publicado en el blog, hablamos sobre el reinado de Rob Van Dam como Campeón de Televisión de ECW. Entonces, citamos que este título, que al igual que el World Championship, al cerrar la empresa de Paul Heyman, había quedado en manos de Rhino, había resucitado durante el presente año 2022, después de que el veterano hombre bestia lo pusiera en juego en GCW Most Notorious ante Matt Cardona, antes conocido como Zack Ryder en WWE. A pesar de que los dos forman parte el roster habitual de Impact Wrestling, ha sido en la divertida empresa de New Jersey, quizás la promotora más interesante de la actualidad, donde se ha dado esta notoria lucha que hoy vamos a comentar.

La comentamos por el carácter histórico del evento. Tengo una lista muy grande de luchas de GCW que me gustaría traer aquí, si bien aún no he encontrado el tiempo suficiente para hacerlo. Sirva la publicación de hoy como punto de partida.

Digo que es algo histórico, porque ECW, una empresa que, en tanto que extrema, apenas duró unos pocos años en funcionamiento, sin embargo es recordada constantemente por todo el mundo. No es la primera vez que ocurre algo de este tipo: hace dos años Taz introdujo el título FTW en AEW, proclamando a Brian Cage como nuevo campeón. Y ahora es Matt Cardona quién se lleva el preciado Campeonato de Televisión de ECW.

El público de GCW es un público pureta, más o menos de la edad de Matt. Este lo aprovecha, para ridiculizar a la ECW y a Rhino, buscando el odio del respetable. Y lo hace, intentando comparar la ECW de WWE con la original. Es cierto que esto es algo que enfadaba mucho a los fans del wrestling hace 10 años, aunque hoy en día ya se ha olvidado un poco. El caso es que Matt dice ser, como Rhino, un ECW Original (debutó con ese personaje en la ECW de WWE), y recuerda que el último campeón de ECW no fue Rhino, sino Ezequiel Jackson. Con un público mejor, esta promo habría funcionado a las mil maravillas, pero los frikis de hoy en día no se toman el odio de la lucha libre en serio. El caso es que, ante estos capciosos comentarios, aparece Rhino, que enfrenta a Cardona, con el ECW World Television Championship en juego.

En una lucha entretenida, con brawl por toda la sala de fiestas donde tiene lugar el show. El público es enérgico, y está muy pegado al ring, pero no odia a Cardona como debería para que esta lucha fuera lo que el pretendía que fuera. Después de la lucha fuera del ring, que es buena pero descafeinada, en tanto que un título de ECW se está jugando entre tíos que no pueden darse con la silla en la cabeza (y luego se burlan de WWE), os luchadores vuelven al ring, con la impresionante Chelsea Green, pareja de Cardona, protegiendo a su chico.

Rhino coloca una mesa en la esquina, y pretende partir en dos a Matt con el GORE, pero quien recibe el impacto es la pobre Chelsea.  Con el referee KO, Cardona aprovecha la situación, golpea a Rhino con un golpe bajo, y lo remata pegándole con la correa. Así, gana a la leyenda de la ECW y se lleva el prestigioso campeonato, tan sólo para tirarlo a un cubo de basura el día siguiente. Maldito sea. El dolor de su novia, por cierto, le importa poco. Es un buen rudo.

Puntuación: ***

martes, 7 de abril de 2020

Josh Barnett vs Chris Dickinson, Josh Barnett Bloodsport II



Como ya decíamos en el anterior post, ha tenido lugar el fin de semana de WrestleMania de 2020, la edición más rara de la historia. Por el decreto de cuarentena en muchos países del mundo, y en muchos estados de Estados Unidos, no ha podido haber eventos en directo, lo que provocará problemas económicos a muchas promotoras de wrestling, que se unen, por otro lado, a los que vamos a sufrir todos. WWE emitió por su Network dos shows pregrabados, con cosas bastante llamativas, que ya comentaremos a partir de mañana, pero otras empresas no han tenido esa oportunidad.

Una de ellas es GCW, que este año preparaba eventos muy interesantes. Entre otras cosas, y por segunda vez consecutiva, nos hemos perdido la oportunidad de ver a Jon Moxley enfrentarse a Josh Barnett en Bloodsport, el evento de lucha shoot de la promotora. En la edición que se celebró en septiembre, iba a tener lugar este match, pero la lesión en el codo de Moxley impidió que eso ocurriera. Quizás ocurra algún día.

Entonces, en Josh Barnett Bloodsport II, el host del evento, el propio Barnett, que ya tuvo un inmenso match ante Minoru Suzuki en la primera edición de este evento, tuvo que buscarse un nuevo rival. El elegido fue Chris Dickinson, obviamente menos conocido que Moxley, de un perfil muy distinto. Es una elección extraña, a nivel de márketing, porque no va a vender tantas entradas como aquel, ni de lejos, pero es de entender que hay pocos luchadores en el mundo que se pueden agarrar en un ring sin cuerdas con Josh Barnett. Chris es conocido por su trabajo en los últimos años en Beyond Wrestling, donde tuvo luchas realmente buenas. Aquí, la verdad es que está a la altura, sin duda.

Esto es un evento de estilo shoot, y todos los participantes son practicantes de artes marciales o, cuando menos, tipos muy físicos y duros. Barnett, es una auténtica leyenda de las MMA, y un practicante de wrestling clásico ocasional, que sólo parece interesado en este tipo de combates. El match que mantiene con Dickinson es una buena muestra de ello.

Ya hemos dicho que no hay cuerdas en el ring de esta lucha. Tampoco hay posibilidad de pinfall. Ni falta que hacen. Los dos se tiran al suelo desde el primer momento, y ahí se agreden, como si esto fuera una pelea de MMA. Cuando uno se pone encima del otro, intenta golpear con fiereza, mientras el otro se defiende, tapando todas las opciones de recibir golpes en la cara, que pueden ser, literamente, mortales, e intentando revertir la situación, a través de alguna llave a cuello o brazos de la que el rival no pueda escapar.

Los golpes de Barnett son muy duros. Los de Chris tampoco están mal, pero me parece que hay mucha más maldad en Josh. De todos modos, al exUFC le caen un par de patadas y rodillazos muy potentes.

Dickinson insiste con las dormilonas y similares, mientras Barnett busca la palanca al brazo. Así pasan los minutos de lucha muy muy real, muy física, y con mucho golpe, mientras el agotamiento va haciendo mella en ambos. Finalmente, los dos hombres se levantan, y se matan. Dickinson aplica un Suplex, seguido de una patada atroz, que provoca la ira del veterano. Barnett ataca con un par de golpes muy fuertes, y una gran Power Bomb. Ojo con el efecto que estos ataques, que se han banalizado tanto en otro tipo de empresas, tienen en un combate como este. Barnett continúa, pegando rodillazos, y deja KO a su rival con una patada. El referee no se lo piensa, y decreta el final de match.

Muy buena lucha, muy realista, y muy bien ejecutada. Quizás haya una parte de la afición que no entienda bien este tipo de matches, que necesite algo más entretenido, pero, para aquel al que le guste la técnica y el realismo, este combate es muy recomendable.

Puntuación: ****1/2

sábado, 4 de abril de 2020

Anthony Carelli vs Simon Grimm, GCW Josh Barnett's Bloodsport 2



Escribimos esto el 4 de abril de 2020, un día que debería ser festivo para el mundo del wrestling. Es el fin de semana de WrestleMania, y, en estos días, deberíamos tener montones de eventos de lucha libre sensacionales, de empresas como MLW, GCW, ROH, Impact Wrestling, así como muchas empresas independientes. En lugar de eso, el planeta entero se enfrenta a una crisis sanitaria cuyas consecuencias pueden ser desastrozas.

Ninguno de estos eventos se llevará a cabo, salvo WrestleMania, que se ha grabado sin público, y no tenemos ni idea de lo que va a salir. Para la mayoría de los luchadores del mundo, los luchadores cuya labor en el ring apenas les da para vivir, en estos momentos de cuarentena, sin eventos, además de temer a una enfermedad, tienen que temer la incertidumbre económica que produce el hecho de no tener derecho a realizar la actividad profesional con la que llevan el pan a casa.

La empresa Game Changes Wrestling, promotora independiente afincada en New Jersey, muestra uno de los productos más interesantes de la actualidad, y, en la semana de WrestleMania, siempre nos ofrece eventos geniales, en los que se mezcla la lucha de estilo shoot, con otros eventos más humoristicos, y apariciones de grandes leyendas de la historia del wrestling. Son tres de las cosas más guay del wrestling, y se ofrecen en estos shows, que suelen ser de lo mejor del año.

Este año, no vamos a tener, por ahora, este tipo de eventos. Por suerte para nosotros, el año pasado, GCW realizó dos ediciones del evento Josh Barnett's Bloodsport, pues repitió este tipo de show de estilo shoot, en el que el ring no tiene cuerdas, y los combates son muy duros y realistas. En el fin de semana de WrestleMania, se llevó a cabo Josh Barnett Bloodsport, evento del que comentamos un par de combates en su momento, destacando el match entre Minoru Suzuki y Barnett; pero, del show de septiembre, Josh Barnett Bloodsport II, aún no hemos podido hablar. Vamos a hacerlo ahora.

Ese show es muy bueno. Hay varias luchas en él, que merecerían estar aquí, aunque, como siempre, es la agenda la que determinará qué luchas podemos revisar, y cuándo podemos hacerlo. Hoy, al menos, vamos a reseñar un combate curioso por los hombres que se enfrentan en él: Anthony Carelli, al que todos conocemos como Santino Marella en WWE, se ve las caras en un combate shoot con Simon Grimm, que pasó por la empresa de los McMahon con el nombre de Simon Gotch.

Es genial ver a Santino luchar de esta manera. Porque él es un wrestler que pasará a la historia por su comicidad, por un personaje que, en modo heel o en modo face, causaba una hilaridad tremenda. Era uno de los pocos hombres distintos en WWE y siempre merecía la pena verlo, porque creaba cosas. Pero que nunca tuvo derecho a luchar de verdad.

Sobre Santino, ya se decía, en sus inicios en WWE, que tenía un background en Judo, que sabía luchar. Y, de hecho, en el programa Sunday Night Heat, programa que no veía nadie, se le podía ver pelear a ras de lona de una manera más que correcta. Pero ese no era su personaje. Salvo en la Elimination Chamber en la que participó y en la que estuvo a punto de vencer a Daniel Bryan, nunca le vimos tener un main event de calidad.

Y podríamos decir que es otro de esos luchadores que WWE malgastó, pero no creo que sea así. Puede ser que, como luchador, sea mucho mejor de lo que pudo mostrar en esa empresa, pero, en realidad, esa capacidad cómica, ese personaje, es oro puro, es mucho más raro de encontrar que la habilidad técnica, y da mucho más dinero. Creo que el paso de Santino por WWE, bastante largo, es muy bueno, y creo que aún todavía podría aportar cosas en la empresa, que se deshizo de él porque, supuestamente, tenía problemas físicos que le impedían luchar. Aunque así fuese, algo que obviamente no se comparece con el hecho de que tenga el tipo de matches del que hablamos hoy, podría jugar un buen papel como no-wrestler, pero WWE, como parte de las ridículas decisiones creativas que parecen no tener otro objetivo que destruir su propio producto, hace tiempo que eliminó, casi por completo, las figuras no-wrestlers, que tanto juego dan en las historias.

Santino, cuyo nombre real es Anthony Carelli, es un hombre que sigue muy vivo en su negocio, y que ahora, realmente, puede demostrar un interés en un estilo muy distinto al que le hizo famoso. Junto a unos socios, ha abierto la Battle Arts Academy en Ontario, Canada, cuyo nombre honra a la original promotora japonesa Battlarts de estilo shoot, en la que él tuvo la suerte de entrenar. 

También ha vuelto a practicar judo, consiguiendo buenos resultados en torneos, ha trabajado como comentarista en retransmisiones de este deporte, y ha sido nombrado, recientemente, Judo Canada's first official ambassador. No es de extrañar pues que, después de ser conocido como un italiano gracioso durante tantos años, ahora realice combates como el que comentamos hoy.

Recordemos también a su rival, que, en WWE, fue parte del equipo The Vaudevillains, que no tuvo mucho éxito en el roster principal, y que tuvo que abandonar la empresa después de tener bastantes problemas personales en backstage. Se ganó, pues, la fama de ser un idiota, y eso lo ha utilizado bien en empresas como MLW, para consolidarse como un rudo que no gusta a nadie.

Aquí se enfrentan en un combate totalmente shoot, que tiene lugar, básicamente, a ras de lona, y que parece real. Santino realiza derribos de judo realmente geniales, y, siempre, intenta aplicar una palanca al brazo, pero, de todas las maneras, Simon evita que eso se cierre. Este también tiene sus armas, intenta algunos Ankle Locks, pero la mayor parte del tiempo está a la defensiva. Después de muchos intentos, Anthony cierra su palanca, y Grimm se rinde sin dudar.

Buena lucha, muy realista, ruda, con forcejeos, movimientos de judo... parece un combate real. Carelli se muestra muy superior a su rival, que no se es que sea manco,

Puntuación: ****

lunes, 6 de mayo de 2019

Hideki Suzuki vs Timothy Thatcher, GCW Josh Barnett's Bloodsport



En el anterior post publicado en el blog, comentamos el main event de Josh Barnett's Bloodsport, la lucha entre el propio Barnett, y Minoru Suzuki. Pero hay otro combate que vale la pena comentar: el enfrentamiento entre Timothy Thatcher e Hideki Suzuki.

Si en AMBITION X, Thatcher tuvo la oportunidad de enfrentarse a un maestro del Shoot Style como Yuki Ishikawa, en este otro evento centrado en el mismo estilo, tiene un rival que no es menos interesante: Hideki Suzuki, que empezó su carrera en Inoki Genome Federation, y la ha conducido en los últimos años en la Big Japan, promotora japonesa old school por excelencia.

También en este combate, los contendientes se muestran fieles a lo que son. No son tipos que se vendan; han venido a llevar a cabo un enfrentamiento al estilo shoot, totalmente a ras de lona, en el que cada llave es muy peleada, en el que se intenta evitar cada candado, y en el que se intenta devolver cada castigo. 

Esto es así, hasta que se ponen en pie. Hideki aplica varios costalazos old school, que son vendidos por el americano como si fueran los golpes más fuertes que ha recibido en la vida. Tras ellos, el referee decreta la victoria del japonés.

Esta es una lucha de vieja escuela, en la que las maniobras más simples cobran el valor que merecen, para conseguir un mayor realismo. Tenemos un fin de combate que recuerda a los de otras épocas, cuando nadie esperaba la llegada de un finisher increíble que acabara con el match, sin relación alguna con la historia contada.

Obviamente, en el sistema de puntuación que llevamos a cabo en el blog, se introducen variables que están relacionadas con la emoción y el espectáculo, y no sólo con el realismo. Pero este estilo, nos sigue maravillando.

Puntuación: ***1/2

domingo, 5 de mayo de 2019

Josh Barnett vs Minoru Suzuki GCW Josh Barnett's Bloodsport



El fin de semana de WrestleMania ocupa una ciudad entera. Decenas de miles de seguidores de este deporte se dan cita, para ver el mayor evento de todos... y mucho más.

Porque, si tienes un negocio relacionado con el wrestling, sería estúpido por tu parte no aprovechar que todos los frikis de esa especialidad, están en una misma localización, dispuestos a gastarse la pasta.

Desde hace muchos años, las empresas indies americanas, hacen pequeños eventos en la ciudad que aloja el mayor PPV que existe. Pero esto se ha disparado en los últimos tiempos. Desde que WWE se ha empeñado en montar su evento en estadios enormes, y, además, trae su Takeover a la misma ciudad, más eventos independientes o de otro tipo hay, porque hay gente que viene de todo el mundo para ver WrestleMania.

En el fin de semana de WrestleMania 35, a principios de abril de 2019, WWE ofreció ese evento para 80.000 personas, en la ciudad de New Jersey. También, entre New York y New Jersey, se celebraron NXT: Takeover New York, la ceremonia del Hall of Fame, WrestleMania Axes, que incluyó combates de Worlds Collide todos los días, y, posteriormente, la grabación de RAW y Smackdown. Pero, además de eso, hubo mucho más.

Tuvimos el Supershow de la Wrestlecon, una feria que se monta cada año, en la que se dan firmas de autógrafos y entretenimientos varios, además de acoger shows y combates de promotoras que no tienen infraestructura para hacerlo por sí mismas. En esta edición, se presentó una cartelera muy buena, con cosas como un enfrentamiento entre Bandido y Will Ospreay, y otro entre Zack Sabre Jr y Shane Strickland.

Impact Wrestling llevó a cabo un show en vivo, que es algo que no hace normalmente. Se llamó United We Stand, en colaboración con otras promotoras como MLW y Lucha Underground, pretendiendo dar el mensaje de que, si las empresas pequeñas trabajan juntas, podrán enfrentarse a la fuga de talentos que está ocurriendo debido a la expansión de WWE y AEW.

MLW también tuvo varias funciones, grabando varios capítulos de Fusión, y uno de sus mayores eventos en el año, el Battle Riot, una batalla real al estilo Royal Rumble, de la que, en esta edición, salió triunfante LA Park.

Ring of Honor y New Japan Pro Wrestling unieron fuerzas, para presentar una gran entrada en el Madison Square Garden, batiendo, una vez más, el record de boletos vendidos para un show no-WWE (más de 16.000 entradas).

Muchos luchadores de New Japan estuvieron en otros shows, pero hubo más japoneses en La Gran Manzana. Porque DDT llevó a cabo una función, y también Stardom. Incluso Dragon Gate debía hacerlo, pero sus luchadores no pudieron viajar por problemas con el gobierno yanki. Y también, estuvieron alemanes de WXW, e ingleses de RevPro... 

WWN Live tuvo, asimismo su supershow, así como uno de EVOLVE y de SHIMMER. Otras empresas americanas que dieron espectáculo son CZW, Chikara, Wrestling Revolver, WrestlePro, o GCW, siendo esta última la más destacable.

Hoy por hoy, cuando se acerca la semana de WrestleMania, a mí, personalmente, me interesa más ver los shows de GCW que de WWE. Son muy guay. Están hechos por auténticos frikis del wrestling, gente a la que le gusta esto, y eso se nota. 

Desde hace 3 años, se celebra el evento Joey Janela's Spring Break, un show auspiciado por Janela, conocido y divertido wrestler independiente. En las distintas iteraciones de este evento, hemos tenido el tipo de espectáculo que más gusta a un seguidor de wrestling de hoy en día: buenas luchas, apariciones de leyendas, apariciones de estrellas internacionales, luchas de comedia, luchas hardcore, battle royal...

En la edición de 2019, además, el espectáculo ocupó dos noches, aprovechando que Game Changes Wrestling tiene su sede en New Jersey.

Pero, además, desde 2018, tenemos otro interesante evento de GCW. Se trata de Bloodsport, que, entonces, llevó el nombre de Matt Riddle (Matt Riddle's Bloodsport), y que, en 2019, ha tenido como host a Joshn Barnett (Josh Barnett's Bloodsport). Se trata, también, de un show muy especial, pero distinto.


Porque este está centrado en el shoot style. En general, presenta combates con un estilo mucho más realista, ya sea shoot, con un estilo MMA, o con un estilo de wrestling técnico, un Strong Style, o un wrestling más old school. Existen diferencias en los matices entre unas luchas y otras, pero tienen en común esa intención de dejar de lado el entretenimiento que se mantiene en Spring Break, para dejar paso a algo más realista, y más duro.

Josh Barnett's Bloodsport es un evento muy bueno, que vale la pena ver, pero que, sobre todo, explota en el main event en el que se enfrentan Barnett y Minoru Suzuki. Es difícil encontrar dos protagonistas mejores para un show de estas características. Y hacen honor a esa expectación, dando una lucha que es una auténtica locura.

El seguidor de wrestling actual conocerá a Suzuki como el lider del Suzuki Gun, un luchador de wrestling de la New Japan. Pero, en realidad, practica las artes marciales mixtas desde hace muchos años, y es uno de los fundadores de Pancrase, una de las primeras empresas de MMA del mundo. 

Suzuki pertenece a esa vieja escuela japonesa, de hombres que realizan wrestling como una evolución de los deportes de contacto que aman. No es como esos chicos de hoy en día, que vieron RAW de pequeños, o a Rey Mysterio volando, y quisieron divertirse de igual manera. Es un guerrero, con un record de 30-19 en MMA, y con experiencia en Kickboxing, en Submission Grappling, y en otras disciplinas. Y, como luchador, no es mediocre, precisamente. Tiene 50 años, y sigue haciendo locuras como esta lucha ante Barnett.

Josh tampoco es manco. Es un animal. Es un luchador de MMA que ha peleado en UFC, Pancrase, PRIDE y Strikeforce, con un record de 35-8 y que, de hecho, anunció recientemente que había firmado contrato con Bellator. Además, ha luchado durante mucho tiempo en Wrestling, primero en New Japan, y, después, en Inoki Genome Federation. No es el típico luchador de MMA que se pasa al wrestling para sacar un poco de dinero cuando no puede practicar su deporte, sino que es de la escuela japonesa, como Suzuki, y como Antonio Inoki, con el que ha trabajado tanto. De hecho, comparten cierto estilo de Muay Thai y lucha amateur, y el propio Barnett siempre hablado de Inoki como una de sus grandes influencias, junto a Karl Gotch, porque, por encima de todo, se define como un catch wrestler.

Así, luchó en New Japan aún cuando su carrera en MMA estaba en su apogeo, y luego, pasó a luchar recurrentemente en los eventos de la nueva empresa de Inoki, en la que el también creador de New Japan expone luchas de estilo shoot. En los últimos años, le hemos visto luchar en Impact Wrestling frente a Bobby Lashley,  y en otras promociones frente a Tom Lawlor y Jeff Cobb. Está claro que elige a sus oponentes bien, para que se adapten al tipo de combate que él quiere hacer.

En Josh Barnett's Bloodsport, se da un choque improbable, que deben celebrar todos los inmiscuidos:  contendientes, la empresa y el público. Recordemos que aquí no hay cuerdas, porque no hay Rope Break. 

La lucha es todo lo que cabría esperar con estos dos protagonistas. Comienza con un gran trabajo a ras de lona, y muchas llaves a las piernas. Suzuki aplica Sleepers, y Barnett, palancas, mientras el público vive este estilo con pasión, dando valor a cada movimiento.

Pero estos dos también son capaces de ponerse de pie, y darse golpes muy duros. Hay un codazo de Suzuki que es muy excesivo. La violencia sube, a través de rodillazos. Pero, si los rodillazos de Barnett son fuertes, los golpes del japonés lo son más aún. Barnett evita el Piledriver, y busca de nuevo la rendición, vía Medio Cangrejo y STF. Suzuki consigue salvarse sufriendo mucho, y decide buscar una silla. Está enfadado, y le pega hasta al referee. Pero su ataque con sillas enfada más aún a su rival.

Josh ataca con golpes muy stiff. Arrastra a Suzuki al ring, y, como en una lucha de MMA, mientras el veterano se cubre, le da rodillazos, y codazos. El americano aprieta la cocorota de Suzuki con una gran fuerza. Vaya resaca va a tener.

Los luchadores se parten la cara, primero, arrodillados, y, después, en pie. Esto es un duelo de machos, y, aunque Barnett es más fuerte y joven, Suzuki pone la cara del Muñeco Diabólico, y pide más. Al final, acaban dándose guantazos, hasta que... se acaba el tiempo del combate.

Sí, resulta que la lucha tenía 25 minutos de tiempo límite. La gente se vuelve loca, y pide "Fight Forever", pero Minoru la calma, al pedir 5 minutos más. La acción se reinicia, con más locuras.

Suzuki sigue con su personaje de monstruo loco, que se levanta de cada golpe sin vender nada, pero tras un súplex, cae al suelo, a pesar de todo su carácter. De nuevo es atrapado en una Sleeper. Suzuki ahora va a por la pierna, y la atrapa, mordiendo el pie del rival, a pesar de la bota. Suzuki habla en inglés, y Barnett le responde en japonés. Pero es Suzuki el que atrapa a su rival con una llave de wrestling clásico.

Los luchadores acaban la pelea como la comenzaron: a ras de lona. Hay muchos intentos de rendición, pero sin éxito. El tiempo vuelve a gastarse, sin que haya un ganador. Los luchadores conceden la calidad del rival, se dan la mano, se abrazan, y se arrodillan en señal de respeto.

La pelea es una locura de batalla, con todo lo bueno del estilo shoot y el strong style junto, con mucha personalidad, mucha técnica, y mucha furia. Ese reinicio de batalla para demostrar, durante 5 minutos más, que es imposible encontrar un ganador, es genial.

Puntuación: *****

lunes, 13 de agosto de 2018

Walter vs PCO, GCW Joey Janela's Spring Break 2



Esta es otra de las luchas de la semana de WrestleMania 34 que me gustaron, y que me apetecía comentar. El inmenso Walter se enfrenta a PCO, en una lucha que sorprendió a todo el mundo.

GCW son las siglas de Game Changer Wrestling, una promoción de lucha libre independiente con sede en New Jersey, y fundada en 1999. Es una empresa interesante, que presenta un producto muy relacionado con el entretemiento. A veces, sus storylines son muy llamativas, pero no es una empresa muy reconocida más allá de sus eventos especiales en la semana de WrestleMania.

En 2017, ya presentó la primera edición de Joey Janela's Spring Break. El nombre lo recibe por el luchador indy Joey Janela, quizás el más representativo de la promoción. Se trata de un gran entertainer, que en esa edición, y dentro del kayfabe, estuvo ahorrando mucho tiempo su dinero, para sacar del retiro a su gran ídolo, Marty Janetty, y enfrentarse a él. Fue un divertidísimo combate, que algún día comentaremos.

Lo más interesante en la segunda edición de Joey Janela's Spring Break, por su parte, es la aparición de la leyenda PCO, para enfrentarse al gigante Walter. Pero muchos se preguntarán: ¿Quién narices es PCO? ¿Realmente es una leyenda?

Bueno, no sé si puede considerarse una leyenda, pero tiene su historia en esto del wrestling. Pierre Carl Ouellet debutó en el 87, hace más de 30 años. Estuvo en la WWF, donde formó un buen Tag Team con Jacques Reougeau, conocido por todos por su personaje The Mountie. PCO, en esta época se hacía jama Pierre, y el tag team, The Quebecers, fue Campeón Mundial en parejas en tres ocasiones.

Tras el retiro de Rougeau. PCO pasó a llamarse Jean-Pierre LaFitte, un tipo grandote con un parche en el ojo. Tuvo una muy buena rivalidad con Bret Hart, demostrando que podía dar un gran combate de wrestling. Sin embargo, parecer ser que tuvo problemas personales con The Kliq, el grupito de Triple H y Shawn Michaels que cortaba el bacalao tras bambalinas, y todo su push se fue al traste. Finalmente, abandonó WWF en el 96.

Después de eso, siguió luchando hasta el 2011. Estuvo en WCW en un par de ocasiones, volvió a WWE, estuvo en ECW, en TNA, y luchó en muchas ligas independientes, hasta su retiro. En 2016, volvió a subirse al ring. Esta lucha frente a Walter es lo más destacado que ha hecho, pero le ha valido para seguir luchando en GCW, y está anunciada su participación en el próximo Battle of Los Ángeles de PWG. Bien por él.

En Joey Janela's Spring Break, mientras Matt Riddle lucha frente a James Ellsworth y Janela se enfrenta a otra leyenda, The Great Sasuke. PCO da un claro MOTYC en su combate con Walter. Combate que empieza con el europeo minusvalorando a su rival, pidiéndole que se vaya, porque está viejo, y está claro que no tiene ninguna opción. A PCO no le interesa su opinión.

Walter le pega una buena paliza a PCO. Aplica una Power Bomb en una mesa, y otra en el ring, destrozando al canadiense. Pero el referee no está presente para contar, después de recibir una caída de Ouellet, así que Walter pierde su oportunidad.

Esto va de que un joven desprecia a un viejo, y este le demuestra de lo que es capaz, de que un hombre mayor también puede dar un gran combate. PCO lleva a cabo un montón de movimientos de highflyer que sorprenden a todo el mundo. Se enfrenta a los chops de Walter, con los suyos propios. Los dos acaban con los pechos morados, y el público en pié por el esfuerzo del veterano. Sorprendentemente para todos, acaba ganando PCO vía Swantom Bomb.

La victoria queda un poco fría, porque nadie esperaba que un ataque como ese acabara con la resistencia de de Walter. Es lo que pasa cuando hay un luchador no habitual, y no se conoce su finisher. Tampoco quedó bien la bomba, en cualquier caso.

Muy buena lucha, muy buena historia, original y bien llevada.

Puntuación: ****1/4