Es hora de hablar de la función de Aniversario 86 del Consejo Mundial de Lucha Libre. Ya adelantamos algo cuando hablamos de la posterior salida de Rush y Dragon Lee, que ocurrió justo al acabar el evento. Pero hoy vamos a entrar en materia sobre la calidad del propio show.
Ya hemos dicho muchas veces que el Consejo tiene un roster inmenso, pero, aún así, es incapaz de organizar rivalidades entre sus luchadores, que mantengan a los aficionados interesados en sus shows. O, más que ser incapaz, lo que ocurre es que no tiene el más mínimo interés. Organiza 7 funciones a la semana, y alquila los servicios de sus luchadores a un número indeterminado de shows nacionales e internacionales. Más que una empresa de lucha libre, parece una consultora de talento, como existe en el mundo IT, que, más que personas, tiene recursos que ofrecer.
Por eso, no tiene interés en organizar luchas de apuestas de máscaras, en la que el valor de sus recursos decrezca. Pero, si es esta, de verdad, su estrategia, resulta totalmente fallida, porque sus luchadores nunca están en rivalidades, nunca hacen nada que no sea luchar en luchas de equipos en las que no se juegan nada, y, por eso, pierden su valor, de cara a los aficionados, que no se interesan por ellos, por no estar nunca en nada interesante. El valor no está en las máscaras, está en el cariño del público.
De cara al Aniversario 86, perdimos pronto la esperanza de que hubiera un LA Park vs Rush. Lo más probable es que lo veamos en AAA, si es que Ring of Honor no se lo prohíbe a su campeón. Mientras tanto, CMLL seguía trabajando en una rivalidad entre Último Guerrero y Ciber "The Main Man", un feudo casado, que comenzó hace más de un año, y que, aunque no suena muy bien a nivel de lucha, al menos, era una rivalidad. Pero era la única que había en la empresa. Cuando parecía obvio que tendría lugar esa lucha, no se llegó a un acuerdo con Ciber para que perdiera su cabellera, y no había un plan B. Al final, se realizó una lucha con 7 hombres, casi aleatorios, involucrados.
Ya comentamos el Grand Prix, que acabó con una victoria de Volador Jr, al cubrir por sorpresa a su compañero, Negro Casas, para disgusto y confusión de todo el mundo. Durante las semanas siguientes, varios participantes en esa batalla, se vieron las caras, con bastante hostilidad. Son Bárbaro Cavernario, Volador Jr, Negro, y Big Daddy Yum Yum, un luchador al que no conoce nadie, que no habla español, pero que estaba ahí, supongo, por su tamaño. Mientras AAA tiene a Kenny Omega, Cody o los Young Bucks en sus eventos, CMLL trae a Big Daddy, como muestra de que vive de espaldas al mundo.
Llegó la rueda de prensa de la función de Aniversario 86. En teoría, Guerrero y Ciber iban a firmar su lucha de apuestas. Pero, por un lado, llegó Gilbert el Boricua, que, en las funciones previas, se había metido en esa rivalidad, porque tiene historia con ambos. Y también aparecieron los otros 4, que querían tener lucha de apuestas. Finalmente, se montó el numerito, para que la historia acabara en una jaula, con los 7 hombres involucrados.
La función no tenía mala pinta, en realidad. Había 4 combates que se salían de lo habitual. Dalys la Caribeña retaba a Marcela por el Campeonato Mundial Femenino; Carístico, Místico y Dragon Lee se enfrentaban a la Nueva Generación Dinamita, por el Campeonato Nacional de Tercias; dos pequeños luchadores, Microman y Chamuel, se jugaban las máscaras, en lo que acabó siendo lo más interesante de la noche, y que comentaremos en el próximo post; y, en una jaula, ponían las cabelleras sobre la mesa, Último Guerrero, Ciber, Gilbert, Negro, Yum Yum, Volador y Cavernario.
Pero, claro, es la jaula la que no encaja en una función de aniversario. Sería un main event maravilloso para cualquier otro show, pero no para este, que tiene que tener algo importante e histórico en su climax. A todos nos gustan los Elimination Chamber, pero no esperamos ver uno en el main event de WrestleMania, ¿verdad?
La cosa se empezó a torcer cuando Marcela se lesionó, y no pudo estar en la función. Eso debió ser un duro golpe para Dalys que, tras ganar el primer Torneo Universal femenino, era favorita para convertirse en campeona. Y, teniendo en cuenta que su marido, Negro Casas, perdería la cabellera en el main event, esa victoria parecía la retribución positiva para la familia. Como Marcela no pudo estar, al final, se dio una lucha por el título nacional, en manos de Metálica, que no gustó mucho, y que acabó con una derrota de Dalys ante una rival claramente inferior. Cuando le anunciaron, en directo, a Negro, que la lucha titular original no se podría dar, durante una edición de CMLL Informa, la cara se le quebró.
Siguió torciéndose un poco, porque Dragon Lee estaba anunciado para formar parte de esa lucha de 3 vs 3 y, finalmente, por el enfado de la empresa con él, no hizo acto de presencia. Esa noche, en consecuencia, se le pudo ver en Ring of Honor, mientras que su papel en la Arena México lo jugó Valiente. A CMLL le da igual, pues establece tercias de manera arbitraria.
Y se acabó de torcer con la puesta en escena del main event, una lucha en jaula bastante mala, y de final facilito, en el que, como decimos, Negro Casas sale derrotado, a manos de Último Guerrero.
Durante las semanas previas, vimos muchas promos, en las que todos juraron que derrotarán a sus rivales, y se llevarán sus cabelleras. Sobre todo, lo han hecho muy bien Ciber, Mesías y Big Daddy, porque no son del Consejo, así que saben hacer promos, y tienen un personaje. Los del Consejo no; Bárbaro Cavernario sale vestido de Neanderthal, y hace locuras en el ring, pero a la hora de hacer promos, se pone un traje, y es muy educado. En esa empresa, piensan que un personaje es un disfraz de Halloween.
Todas esas promos no sirven de nada. Esos que tanto ladraban, intentan huir de la jaula a la primera de cambio. Y eso que hay una regla en este combate, según la cual, nadie puede escapar hasta que pasen 3 minutos, para que pueda haber, al menos, un poco tiempo de combate. Ni puto caso. Big Daddy intenta irse a los 30 segundos. Y como los demás lo ven, intentan lo mismo. Se cargan la motivación de la existencia de esa regla.
Muchas veces hemos hablado de la inmadurez narrativa del Consejo. Es una muestra, aunque en Hell un a Cell 2019, parece que WWE quiso ser solidaria, y ponerse a la altura. El caso es que pasan los 3 minutos, y todos se van. Todas esas amenazas, todas esas rivalidades, son olvidadas. Salen sin apenas luchar.
Big Daddy sale el primero, así que, desde ese momento, sabemos que Negro Casas va a ser el perdedor. A nadie se le ha ocurrido la idea de mantener un poco de misterio. El caso es que quedan 3 hombres en el ring: Ciber, Negro y Último Guerrero.
Llegados a este punto, yo me preguntaba, a quién le darían la cabellera de Casas. Quizás Ciber había puesto la condición de ganar una cabellera antes de perder la suya ante el Guerrero. Pero no es así.
Guerrero intenta irse, y Negro se lo prohíbe. Si había tenido una rivalidad tan fuerte con Ciber, ¿por qué ahora quiere irse? Negro es el único que ha mantenido su personaje aquí, porque nunca ha intentado escapar de la jaula. La gente dice que su cabellera no vale nada, porque la ha perdido muchas veces (11 derrotas, y 11 victorias en combates de apuestas), pero hay que tener en cuenta que tiene 60 años. Estar en un combate como este, en el día más importante del año en su mundillo, es un regalo, y quiere disfrutarlo. Está a otro nivel.
Ciber es el que escapa, olvidando su rivalidad, y todo lo dicho en tantas entrevistas. Guerrero y Negro quedan solos, para dar unos pocos minutos de buena lucha, y arreglar el desastre que era esto.
Hay patadas y chops muy stiff. Casas parece buscar la pierna de su oponente, y ganar a través de STF. Pero Guerrero usa su estrategia de esperar a su rival siempre en la esquina, para aplicar sus variantes de Guerrero Special. Aunque Negro consigue aplicar su Casita, no tiene éxito, y, finalmente, es derrotado con el tercer ataque desde el esquinero. Buenos minutitos. La gente pita, porque todo el mundo ama al Negro Casas.
Dado este resultado, yo me pregunto: ¿no hubiera sido mejor crear una rivalidad entre Negro y Guerrero durante meses, que hubiera llevado a una lucha entre ellos? ¿No hubiera sido mucho más interesante? ¿No hubiera atraído a más espectadores? ¿No habría sido una mucho mejor lucha?
Una vez más, termina un Aniversario decepcionante, en el que el Consejo no ha arriesgado nada, y no ha creado nada. Mientras Triple A tiene una gran lucha histórica en TripleManía, estos hacen cosas que nadie recordará. Y se defienden diciendo que la entrada fue muy buena, y que había un buen ambiente, y en eso tienen razón. Pero ese no es el problema; todo el mundo va a ir a la función de Aniversario, sobre todo, si se ponen precios muy baratos porque no se ofrece nada especial. El el problema está en lo que siembras para el futuro.
Y el Consejo no siembra nada. Las carteleras vuelven a estar llenas de luchas de 3 vs 3, y no hay rivalidades interesantes en el horizonte. Pocas veces he visto más huecos libres que en las funciones posteriores a este Aniversario. Y, por lo que se dice, El Consejo va a vetar a los luchadores independientes, lo que implica que la rivalidad entre Ciber y Guerrero no acabará, y que una de las cosas más interesantes de la empresa, es eliminada arbitrariamente. Demasiadas malas noticias seguidas.
Parecía que la gestión de Paco Alonso en la promotora llevaba a una relativa evolución, y que la llegada a la presidencia de su hija, Sofía Alonso, tras su fallecimiento, aceleraría esa evolución. Pero después de que Salvador Lutteroth III, hijo del dueño, hombre que lleva los números y al que le interesa mucho más el boxeo que la lucha, la sustituyera de la noche a la mañana, el futuro se presenta muy negro.
Sobre el Último Guerrero, hay que decir que no había estado en un main event de Aniversario desde su derrota ante Atlantis, y se merece esta victoria. Además, es un hombre de empresa, y teniendo en cuenta todo lo que está ocurriendo, y la salida de Rush, es correcto que esta le de el reconocimiento, porque es probable que se mantenga fiel, llueve o nieva.
Puntuación: **3/4