Especial WrestleMania 37
Seguimos hablando sobre la primera noche de WrestleMania 37, evento que, hasta el momento actual, no ha dado ninguna gran lucha de verdad. El penúltimo combate de la noche involucra a una estrella de la música, el tal Bad Bunny.
Utilizar figuras públicas ajenas al wrestling es algo propio de WrestleMania, con resultados muy desiguales. Hoy, no tenemos frente a nosotros a un deportista de élite, sino a un músico, un hombre que lleva al evento a las portadas de muchas páginas web, porque es un tipo muy querido y muy seguido, pero que no parece muy creíble arriba del ring. Sin embargo, el resultado de su combate ha sorprendido a todo el mundo.
Y es que, parece ser que Bunny, puertorriqueño de nacimiento, es muy seguidor del wrestling, y se ha tomado su aparición en WWE con mucha ilusión, y mucho esfuerzo. De hecho, una de sus últimas canciones se llama Booker T, y en su videoclip aparece la leyenda de WCW. Yo creo que habría sido genial que Booker T hubiera estado involucrado en este match, porque eso tiene un sentido, introduce la canción en la historia, y posibilita una entrada genial en WrestleMania, y una pareja que tiene una razón de ser. Sin embargo, en la lucha por equipos en la que está involucrado Bunny, su compañero es Damian Priest, un tipo al que no conoce nadie, y al que quizás se le quiera dar un push, porque es grande y lucha bien, pero que produce, ahora mismo, bastante indiferencia. Además, ya sabemos cómo es WWE: hoy quieren darle un push, el mes que viene está en Main Event, y dentro de 6 meses está despedido. Así, pues, su papel aquí no parece muy justificable, más allá de que es hispano, así que puede comunicarse bien con Bad, que, creo, no habla mucho inglés.
Bad Bunny es un músico que está muy de moda entre la juventud. Es uno de esos tipos que hacen música sin necesidad de saber solfeo: su producto es un absoluto desastre, pero gusta a una generación que no sabe leer ni escribir. Hasta hace poco, cuando oía su nombre, pensaba en Bugs Bunny, el conejo de la suerte de la Warner, pero WWE me lo ha puesto en el mapa. Creo que es la primera vez que veo su cara.
Apareció en varios programas de la empresa como invitado, incluido el evento Royal Rumble, donde hizo su actuación junto a Booker, cantando ese horror de canción ante un público en pantallas. También se convirtió en Campeón 24/7. Pero despreció a The Miz y su amigo Morrison, que rompieron sus cosas. Posteriormente, el latino provocó la eliminación de ambos por manos de Damian en la Batalla Real. En esa misma batalla, Bunny voló sobre ellos desde el esquinero a ringside, lo que resultó bastante llamativo.
En Elimination Chamber, Miz cobró su maletín de Money in the Bank, y se convirtió en Campeón de WWE. Pero, poco después, perdió el campeonato en RAW, al ser derrotado por Bobby Lashley en un Lumberjack match. En un momento, el Superman Moreno destrozó al campeón, y le arrebató la correa. Así, The Miz, un tío que no necesita campeonatos para ser interesante, pudo centrarse en su historia con Bad, que es pura parafernalia, publicidad para el magno evento, pero que está bien.
Miz y Morrison hacen una buena pareja. Este equipo se formó originalmente cuando los dos estaban en aquella versión de la ECW dentro de WWE, en 2007 o 2008, en la que ambos eran los principales rivales del campeón CM Punk. De una forma un poco forzada, acabaron haciendo pareja y ganando los campeonatos Tag de Smackdown, que entonces, si no me equivoco, eran los WWE Tag Team Championships. Formaron un buen equipo, y acabaron peleados, como todo el mundo, cuando Morrison se pasó al bando de los buenos, incluyendo varias luchas entre ambos, una de ellas, por el WWE Championship. Pero Morrison era el típico luchador que todo el mundo cree que debe ser campeón sólo porque se mueve bien, pero que no destaca lo suficiente a nivel físico ni a nivel de carisma, así que en la empresa de Vince McMahon, no tenía mucho futuro. Por eso, acabó dejándola y se fue a vivir aventuras.
Pensaba estar poco tiempo fuera, pero, al final, fueron más de 10 años. Le costó arrancar en el mundo independiente, pero llegó a tener mucho protagonismo en Impact Wrestling, Lucha Underground y AAA. Aunque en su salida, todo el mundo quería verlo como main eventer, a su vuelta, el hecho de volver a formar equipo con The Miz es más de lo que podría esperar. Eso sí, estando fuera, ha aprendido; su carisma ha mejorado, y ahora, sigue a The Miz en sus tonterías a la perfección. Compusieron una canción para Bad Bunny... y es bastante mejor que las de Bad Bunny.
Así llegan a este combate, en el que Bunny sorprende a propios y extraños, utilizando varios movimientos buenos de wrestling, incluidas unas tijeras voladas. The Miz y Morrison no pueden con él, hasta que hacen trampas en conjunto, y comienzan a dominarle.
Esta lucha tiene un formato clásico dentro de lo que es la división tag de WWE. Dos heels torturan a un face, en espera del hot tag. La gente espera como loca ese tag, pues aprecia mucho el esfuerzo de Bad. Este llega, después de un gran DDT, y tras él, Priest entra en el ring como una bestia, atacando a los dos tramposos. Junto a Bunny, aplican sendos Falcon Arrows. Después de eso, vuelan a ringside sobre Miz y Morrison, aunque The Miz aún está a punto de ganar, al revertir el ataque de Priest en un Skull Crushing Finale. Después de eso, Bad sorprende al mundo entero al usar un Canadian Destroyer sobre Morrison en ringside, y acaba el match con un Crossbody sobre Miz, mientras este era sujetado por Damian. La gente se alegra, y suena el tema principal de Bunny, que es su canción Booker T, que es peor que cualquier tema que haya compuesto WWE en su historia.
El combate está bastante bien, mejor de lo esperado.
Puntuación: ***1/4