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jueves, 14 de mayo de 2020

Team Flair vs Team Hogan, WWE Crown Jewel 2019



Tras ver las dos luchas clásicas entre Hulk Hogan y Ric Flair que tenía previstas ver, ya es hora de echar un vistazo al último momento protagónico que estos dos hombres han vivido en WWE: ambos lideraron un equipo para enfrentarse en el evento Crown Jewel, a finales de 2019.

Ya hemos comentado que Crown Jewel 2019 no es el evento del siglo en términos de calidad arriba del ring. Pero se dieron muchas cosas trascendentes, que escapan al día a día de WWE, y que, por eso, le hacen pasar a la historia. Caín Velásquez y Tyson Fury debutaron, y, por fin, se dio la primera lucha profesional femenina en Arabia Saudita.  Y volvieron Hogan y Flair.

Para continuar con una rivalidad que ha existido toda la vida, directa o indirectamente. En los 80, Flair era el hombre NWA, mientras que Hulk era el hombre WWF. Representaban mejor que nadie ambos paradigmas, y portaban las correas de ambas empresas durante la mayor parte del tiempo. La rivalidad, si no era directa, era indirecta.

Llegaron los 90, y empezaron a coincidir en empresas. Primero en WWF, donde ya vimos que tuvieron varios matches en Live Shows. Entonces, se estuvo fraguando una rivalidad que no llegó a televisión, y que no culminó, aunque Ric provocó la pérdida del Campeonato Mundial de WWF por parte de Hogan, y lo acabó ganando, un par de meses después, al salir triunfante del Royal Rumble Match de 1992, en cierta medida, gracias al propio Inmortal, y sus rencillas con Sid Vicious.

Un par de años después, ambos volvieron a verse, ahora en WCW, donde, por fin, tuvieron su rivalidad definitiva, con buenos combates en Bash at the Beach 1994, y Halloween Havoc 1994. Durante los años siguientes, ya en tiempos de la NWO, volvieron a enfrentarse en ocasiones puntuales. 

WCW quebró, y ambos, acabaron volviendo a WWE. Todavía tuvieron tiempo de luchar una vez más, en un programa de RAW, con el Undisputed Championship en juego, después de que Hulk lo ganara al derrotar a Triple H en Backlash 2002. Y la cosa no acabó ahí. Cuando ambos se jubilaron tras su carrera en el ring en WWE, todavía querían seguir luchando, y ganando dinero, porque los hombres de sus perfiles, se casan muchas veces, y eso implica pagar muchas pensiones. Hulk realizó una gira de eventos luchísticos, llamada Hulkamania, por Australia, en cuyos main events, se enfrentó a Ric cada noche. Por desgracia, el proyecto fue un fracaso, y no llegó a editarse en DVD. 

En 2010, como comentamos en su día, TNA realizó su ataque final para derrotar a WWE, pasando a emitirse en directo los lunes por la noche, y para conseguirlo, firmó a muchos pesos pesados, como los dos que nos ocupan. Una vez más, se vieron las caras, aunque fuera en luchas por equipos.

El capitulo final de la eterna rivalidad entre Hogan y Flair tuvo lugar en Crown Jewel 2019. Es gracioso, porque existe la idea de que Hulk y Flair apenas se han enfrentado, que no han tenido combates importantes, o que Ric nunca ha vencido a Hulk. Ya hemos visto que esto no es así, y que han peleado cientos de veces. Ya no pueden seguir haciéndolo. Ambos, de hecho, querrían, y Hogan no deja de especular con ello, lo que resultaría una locura, si no estuviéramos en los tiempos del acuerdo con Arabia Saudita. Pero Flair ha tenido demasiados problemas de salud, y aunque hubiera querido seguir luchando después su combate de retiro frente a Shawn Michaels, y de hecho, lo hizo en TNA y Hulkamanía, tras tener un pie en la tumba un par de veces, parece que se conforma con seguir vivo, y tener apariciones como esta.

Ya comentamos en anteriores posts que las promos entre ambos estuvieron muy bien, en esos programas previos a Crown Jewel 2019. Aunque parecían amistosas, el equipo de Hulk se conformó, enteramente, por luchadores técnicos, mientras que el del Nature Boy, es un grupo de villanos odiosos. El inmortal convoca a Roman Reigns, Rusev, Ricochet, Ali y Shorty G, mientras que el 16 veces Campeón tiene junto a él a su buen amigo Randy Orton, junto con King Corbin, Bobby Lashley, Shinsuke Nakamura y Drew McIntyre.

Así, vamos a la lucha de Crown Jewel, que es una absoluta fiesta. Este público está muy feliz de tener a leyendas y luchadores aquí. En especial, los aficionados aman a Roman Reigns, y, sobre todo, Randy Orton. Y la lucha es buena, pues a WWE se le dan bien las peleas grupales.

Los rudos realizan el clásico trabajo sobre un miembro del equipo técnico, que, en este caso, es Ricochet, durante mucho tiempo, mientras la gente se va calentando de cara a un eventual Hot Tag. Este, finalmente, ocurre, para que entre a repartir hostias como panes Roman Reigns. Roman protagoniza una lucha realmente buena, y tiene una entrada muy enérgica, en la que, básicamente, se libra de todo el mundo.

Tenemos la clásica secuencia en la que los luchadores entran al ring, uno tras otro, para utilizar algún buen ataque y un careo entre Rusev y Bobby Lashley.

Es interesante comentar esto, porque no hay ninguna gran lucha entre estos dos hombres que merezca la pena comentar, y el búlgaro ya ha sido despedido. En esta época, Lashley y Rusev estaban metidos en un storyline muy llamativo, a través del cuál, se narraba la traición de Lana, mujer de  de Rusev, que le engañaba, hasta acabar casándose con Lashley. Fue una rivalidad muy larga, que levantó ampollas entre los fans, y generó mucho odio hacia Lana y Bobby, a pesar de la absoluta falta de carisma del Superman Moreno. Se suponía que todo esto llevaría hasta WrestleMania, pero, en febrero, Rusev desapareció de televisión. Debía estar enfadado por su uso, que al menos era constante y dentro de una historia, y la intoxicación de los fans desde las redes sociales no ayuda. En la ola de despidos de WWE durante la crisis del COVID-19, Rusev acabó en la calle, como todos aquellos que no tuvieran una actitud muy positiva para afrontar los duros tiempos que estaban, y de hecho, están por venir.

Roman Reigns sigue siendo el MVP de esta batalla, volando por encima de la tercera sobre todo el grupo de heels que están en ringside.  De vuelta al ring, el Big Dog recibe un RKO de Orton, pero sobrevive. Randy planea aplicar su patada asesina en la cabeza,  pero es frenado por los miembros más pequeños del grupo de los buenos. Roman aprovecha el caos para aplicar Spear, y llevarse la victoria.

Lucha muy entretenida, con un gran papel de Roman, por encima de todos. La verdad es que el rol de Hulk y Ric es prácticamente nulo, pero están ahí, animando. Algo es algo.

Puntuación: ***1/2

viernes, 3 de enero de 2020

Team Smackdown vs Team NXT vs Team RAW, WWE Survivor Series 2019




Seguimos hablando sobre Survivor Series 2019. Después de ver la lucha de equipos femeninos, le echamos un vistazo a la que disputan los hombres. Una vez más, tenemos un combate a tres bandas: El equipo rojo de RAW se enfrenta al equipo azul de Smackdown, y al equipo amarillo de NXT.

El equipo de RAW parece bastante fuerte, y está formado por Kevin Owens, Seth Rollins, Randy Orton, Ricochet y Drew McIntyre. El de Smackdown, tiene tres miembros muy potentes, y dos chicos jóvenes a los que, al menos esa semana, se les quería dar un push: Roman Reigns, Baron Corbin, Braun Strowman, Ali y Shorty G, que es Chad Gable, al que han cambiado el personaje.

Como la de mujeres, es una lucha llena de storytelling, y mezclas interesantes entre hombres del main roster y los de NXT. La gente empieza apoyando a Walter, y creo que nadie en WWE esperaba eso, porque es el primero en caer, para decepción de todos. Creo que todas las eliminaciones decepcionan bastante al público, lo que dice mucho del nivel de los batallantes. En cualquier caso, la lucha es buena, y el bloque final es de infarto.

Comienzan luchando los tres hombres más poderosos, Braun, Walter y McIntyre. Walter y el escocés se enfrentan, pegándose unos golpes realmente potentes, después de atacar juntos al de Smackdown. Pero, cuando el austríaco está despistado, se traga la patada de Drew, y la cuenta llega a tres. Es un poco chocante.

Baron Corbin aplaude al público, consciente del odio que va a generar. Es un muy buen heel. La lucha continúa con ataques de todo tipo, y con lucimiento por parte de los luchadores aéreos. Hay muchas cosas interesantes: Braun Strowman da la vuelta al ring, empujando a todos los rivales. Da una segunda vuelta, tan sólo para chocar con otro bicho enorme, Keith Lee. Este golpe lo aprovecha de nuevo McIntyre para aplicarle su patada, de tal manera que la cuenta llega a 10. Otro eliminado.

Baron Corbin sigue dando mucho juego. Discute con su compañero, Ali, y eso provoca su eliminación. Roman Reigns no puede soportarlo más, y acaba pegándole un Super Man Punch, así que Corbin acaba fuera.

Randy Orton también tiene un buen momento, colocando, una vez más, al RKO como un ataque poderoso e infartante. Aunque cae derrotado por un paquetito de Riddle, le aplica un RKO a él, y a Damien Priest, que provoca asimismo la eliminación de ambos. Resulta mortal.

Así siguen las cosas. Roman queda como último superviviente de Smackdown, mientras que Rollins es el superviviente de RAW. Ambos se unen, reviviendo a The Shield, para enfrentarse a los dos miembros restantes de NXT, Lee y Ciampa. Están a punto de usar la Triple Power Bomb, obviamente, sin Ambrose, pero no llega a suceder. 

Se suceden, ahora, los combates singulares, de gran nivel de acción. Gracias a Reigns, Rollins consigue derrotar a Tommaso. Keith se lanza a por ambos y, de hecho, consigue derrotar a Seth, pero, tras varios nearfalls, cae ante Reigns.

No está mal la cosa. Storytelling y buenos momentos de acción. Buena lucha.

Puntuación: ***3/4

viernes, 14 de junio de 2019

51-Man Battle Royal, WWE Super ShowDown 2019



Tras revisar la lucha entre Undertaker y Goldberg, pretendía  cerrar el episodio referente al evento Super ShowDown de WWE. Pero en él tuvo lugar la Battle Royal más grande de la historia, que, además, fue ganada por un chico local al que pocos conocen, Mansoor. Creo que son dos elementos que convierten a la batalla en algo que debe quedar reseñado en un blog sobre historia del wrestling, aunque no sea muy grata de ver. 

WWE gana mucho dinero con sus eventos en Arabia Saudita, y, a cambio, debe presentar cosas especiales. En Greatest Royal Rumble, llevó a cabo un Royal Rumble Match de 50 hombres. En Crown Jewel, se dio un torneo para determinar el mejor luchador del mundo, que fue ganado por Shane McMahon. El tercer PPV en el país es Super ShowDown, evento para el cuál, la empresa se quedó sin nombres, y optó por ponerle el mismo que al show que realizó el año pasado en Australia, pero sin un guión entre Show y Down. Aquí, se llevó a cabo la Battle Royal más grande de la historia, con la participación de 51 hombres.

Da la sensación de que WWE improvisa todo el tiempo. No solo por el nombre del show, sino también por la fecha en la que lo realiza. Se supone que iba a ser para mayo, pero, por lo que sea, se cambió a junio, un mes en el que hace mucho calor en Arabia Saudita. Muchísimo. Y metieron a 51 tíos en un ring, así que vivieron un auténtico infierno, tanto por el calor, como por el olor, según comentaba Samoa Joe hace poco. Son cosas de las que no se habla nunca: la peste que huele una battle royal.

Además de improvisada, es una empresa perezosa, porque, cuando tiene que aportar algo distinto a un show, pues mete una battle royal de toda la vida, y ya está. Y en ella, prácticamente, no pasa nada. Hemos visto últimamente Rumbles de ROH, MLW y AEW muy entretenidos, y esta empresa, que puede pagar cualquier cosa, mete a los tíos ahí, para que vayan cayendo del ring como fruta madura, empezando, claro, por la división crucero y la división Tag Team. Sin ilusión ni ambición.

Se dice que muchos luchadores protestaron por hacer un viaje tan largo, para tener un papel tan pequeño, para ser trozos de carne en un ring atestado (y apestado). Supongo que cuando les llegue el cheque por su participación, se les pasará el enfado, porque no va a ser pequeño.

Entre los participantes destacados, están The Miz, Samoa Joe, Matt Hardy, Cesaro, Nakamura y Elias, que canta antes de entrar, burlándose de algunos de sus rivales. Este tipo tiene un carisma enorme, qué lastima que no haya sido nunca usado de forma digna sobre el ring. 

Entre todos estos hombres está Mansoor, el chico de Arabia Saudí que firmó la empresa hace un tiempo, y que milita en NXT. En ningún momento es citado, así que no noto su presencia hasta el final del combate.

Una de las pocas cosas buenas que ocurren es un triple choque entre tres tag teams bastante interesantes: Authors of Pain, Los Viking Warriors y Heavy Machinery. La Experiencia Vikinga sale triunfante, aunque es eliminada por Titus O'neal. Eso es lo que vale la división tag para WWE.

Matt Hardy tiene una buena participación, aunque es eliminado por Cesaro, tras echar fuera a los Revival. En general, hay muchos luchadores que expulsan a alguien, tan solo para ser eliminados justo después. También está Sin Cara, que vuelve tras milenios de lesión. Podría haber vuelto antes, pero parece que no había planes para él (como si los hubiera para alguien). El mexicano consigue echar fuera a Shinsuke Nakamura.

Cesaro consigue aplicar su ruleta sobre Alexander, y Miz puede aplicar sus patadas sobre Elias y el suizo. Esto queda en un tres para tres: Mansoor, Ricochet y otro luchador de origen árabe, Alí, se enfrentan a tres rudos: Samoa Joe, Cesaro y Elías. 

Ricochet y Alí se alían para eliminar al samoano, pero son víctimas fáciles para Cesaro. Este es eliminado por Mansoor, que disputa la final con Elías. Está a punto de ser derrotado, pero finalmente, expulsa al cantautor. La gente entra en júbilo, y el luchador se lanza a celebrar entre el público. 

El momento es bonito, y genera algo inesperado. No parece mal luchador este chico. Por supuesto, hay gente que merece victorias como estas más que él, pero WWE suele dar momentos de protagonismo a luchadores locales en todos sus live shows internacionales, porque el patriotismo siempre vende. 

La lucha es una simple battle royal. Larga y no muy buena. Si no fuera por la victoria de Mansoor, no habría motivo para recordarla.

Puntuación: **1/2

jueves, 23 de mayo de 2019

Brock Lesnar vs Baron Corbin vs Randy Orton vs Drew McIntyre, vs Andrade vs Ricochet vs Finn Balor vs Alí, Money in the Bank Ladder Match, WWE Money in the Bank 2019



Un año más, WWE presenta su show Money in the Bank, en el que tanto un hombre como una mujer, se llevan un maletín que les asegura un combate por el título que ellos elijan, en cualquier momento, en cualquier lugar.

Por tanto, es uno de los eventos más importantes del año, en tanto que marcará un posible push, o el inicio de alguna storyline, a partir de esa oportunidad titular.

Bayley ganó el maletín de mujeres, y se llevó el título de Smackdown la misma noche, lo que supone una alegría grande. Ya era hora de que tuviera algo importante. Recordemos que ella y Sasha Banks perdieron el Campeonato Femenino en Parejas en WrestleMania, y, como consecuencia de ello, Banks se enfadó, y desapareció de la parrilla de WWE. Quizás, si no hubiera tenido esa pataleta, la campeona ahora sería ella. Pero el título es para Bayley, una mujer que puede tener una buena rivalidad con cualquiera.

Eso ha gustado a los fans. Lo que no ha gustado tanto ha sido el resultado de la ladder match masculina. Ha sido tan polémica, que hay que comentarla.

En primera instancia, había 8 luchadores confirmados para la ladder match: Alí, Randy Orton, Baron Corbin, Drew McIntyre, Andrade, Ricochet, Finn Balor y Braun Strowman. Pero, en el programa previo de Raw, este último perdió su posición ante Sami Zayn.

Recordemos que Sami volvió tras WrestleMania, recuperado de su lesión, haciendo promos realmente buenas como rudo. Hizo sentirse tan mal a la gente, que Braun lo tiró a la basura, literalmente. Después de eso, el canadiense consiguió una lucha con la estipulación Falls Counts Anywhere ante el gigante, con la posición en Money in the Bank de este en juego. Con la ayuda de Baron Corbin y Drew McIntyre, consiguió la victoria. Por supuesto, estos dos hombres se beneficiaban por el hecho de que el formidable Strowman no estuviera en MITB.

Se pensó que esta decisión se debía a una lesión de Braun. En cualquier caso, Sami sería un Mr Money in the Bank genial. Pero no era así, todo formaba parte de una estrategia. Ya en el PPV, antes de la lucha, Sami apareció herido, teóricamente, por Braun, de tal manera que la pelea de escaleras comienza, ya en el main event, tan sólo con 7 hombres.

Una lucha de escaleras que no está mal. Por supuesto, es un spot fest, no podría ser otra cosa. Pero, aunque este tipo de luchas pueden resultar repetitivas, hay varios spots que son genuinos, y mantienen la lucha fresca. Orton empieza bien, lanzando rivales voladores sobre la mesa de comentaristas con tono despectivo, aunque desaparece durante la mayor parte de la lucha. Balor es el que más recibe, encajando una Power Bomb desde una escalera sobre otra, tan fuerte, que bota para arriba. El ejecutor del ataque es Andrade.

Corbin concatena varios ataques impresionantes, como un ChokeSlam sobre la mesa de comentaristas, que la aplasta sin preparación previa, utilizando, para ello, el cuerpo de Ali; y otra sobre el canto de una escalera, siendo, esta vez, Balor el dolorido. Ricochet rompe una escalera con su espalda, y Drew cae, vía RKO, desde otra escalera. El caso es que, llega el final, y tan sólo Alí está en condiciones de subir a por el maletín. Todos los demás están fuera de juego, así que parece que los pollos están pelados.

Pero no es así. Cuando Alí va a agarrar el maletín, suena la música de Brock Lesnar. La Bestia aparece, y llega corriendo, para ocupar la plaza de Sami. Arroja a Alí a ringside, que acaba sangrando por la boca, junto al resto de los cadáveres que ha dejado la contienda. Brock coge el Maletín, aunque se le ve inseguro a la hora de subir la escalera (supongo que nunca ha estado en una lucha de este tipo), y sonríe, con su cara burlesca de mala gente.

El público había demostrado gran sorpresa al verle llegar, pero, ahora, se queda en silencio. Parece en shock. Y es que, es bastante chocante ve a Lesnar haciendo esto, y por eso es algo bueno. Es lo que la gente que habla en Internet no entiende, porque no entiende nada. Que WWE se nutre de grandes momentos, que necesita que ocurran cosas distintas para que haya un motivo para ver RAW. y hay muy pocos.

Es algo que no nos paramos a pensar. ¿Por qué baja la audiencia? Hay gente culpando de la calidad de las luchas, pero eso nunca ha atraído audiencia. No, para que alguien ponga una cadena de televisión, y hoy en día, y sobre todo para el target de WWE, poner la televisión es casi molesto, tienes que esperar que pase algo. Y si tiene algo RAW en los últimos tiempos es que nunca pasa nada. No hay un proceso mental que te conduzca a poner la televisión, nada concreto que estés esperando. Con los vídeos de Youtube, ya vale. La gente que sigue viendo RAW en televisión lo hace, casi, por costumbre.

Sin embargo, se han tomado dos decisiones que, legítimamente, conllevan un interés, mayor o menor, una duda de si pasará algo, que se sale de lo normal, y eso forma parte del lenguaje televisivo que atrae espectadores de verdad. Darle a Lesnar el Money in the Bank, y crear el Campeonato 24/7 son cosas que han enfadado al pasional fan del wrestling, que vive en una burbuja exigiendo lo suyo, sin darse cuenta de que, para que lo suyo exista, tiene que haber un público mucho mayor, y a ese se le atrae con cosas como estas.

Creo haber leído en Superluchas que estas dos decisiones eran horribles, y que acabarían con WWE, comparándolas con decisiones que había tomado en el pasado WCW. O sea, WWE ha tomado dos decisiones que crean dos puntos de interés en un programa que no tenía ninguno, y, además, lo ha hecho sin perjudicar en absoluto el resto de formatos existentes, y están diciendo que la gente va a dejar de ver el programa por eso. No es justificable racionalmente, tan solo desde el fanatismo. Sin embargo, no se han dado cuenta de que su propia página web fue superada por otras como SoloWrestling, por sus propios errores, por haber llenado los posts de publicidad, spam y opinión en noticias, y por haber construido una taxonomía confusa. Eso no lo ven.

Hablaremos sobre el título 24/7 otro día, recordando el clásico título Hardcore. Basta decir, por mi parte, que hace tiempo que venía pensando que era necesario volver a traer este campeonato, sobre todo porque los medios actuales de WWE, con una plataforma propia, canal de Youtube, Twitter, etc, pueden construir algo genial en base a él. 

Sobre el tema Lesnar, por su parte, se ha vuelto a decir aquello de que WWE no ayuda al talento joven. En los últimos meses, se está dando mucho protagonismo a McIntyre, a Corbin, a Zayn. Se le ha dado la gran oportunidad de su vida a Kofi, y se ha llevado al main event de WrestleMania a Becky Lynch, que hace un año, no era nadie. Pero se le da un maletín a Lesnar, y se vuelve a decir la misma tontería.

Para que la gente joven consiga introducirse en el corazón de la gente, no necesita maletines. Necesita grandes momentos. Con cada gran momento que tienen, se introducen un poquito más. Y estos grandes momentos se consiguen uniéndolos a grandes nombres. Así han ido creciendo Reigns, Rollins, Wyatts, Styles u Owens: enfrentándose a Lesnar, Undertaker, Triple H, Cena, Shane McMahon o Sting. No se construyen grandes nombres enfrentando a luchadores pequeños entre sí. Así, la sensación es de que no hay competencia, que los jóvenes ganan porque no hay más.

Pero, si Lesnar tiene el Maletín, habrá una gran historia que contar, y aquellos que la cuenten junto a él, se verán beneficiados. Así funciona el negocio. Otra opción sería crear grandes storylines, pero parece que WWE tiene alguna limitación que le prohíbe escribir historias que se salgan de la norma. Pueden ser condiciones de la cadena, o de los patrocinadores. Es un programa familiar, y debe ser predecible. O quizás sea falta de talento narrativo.

También tuvimos declaraciones de Chris Jericho, ironizando sobre el hecho de que WWE le de un nuevo triunfo a Lesnar, porque es "El futuro" de la empresa. Lo dice el mismo tipo que ha comentado que Double or Nothing tiene una cartelera tan buena, que no necesita storylines. Con esa política, puede durar 3 días en TNT. Por suerte, los tres principales combates de la velada sí que tienen storyline, aunque se hayan construido en WWE, NJPW y AAA, respectivamente. También este es el hombre que está enfadado con Vince, porque su lucha con Kevin Owens en WrestleMania no fue el main event. Recordemos que fue la peor lucha de la noche. En cualquier caso, veremos cuánto tarda AEW en darle todo el protagonismo a Dean Ambrose o CM Punk, si consigue hacerse con los servicios de alguno de ellos (espero que sí).

Volviento a la lucha, creo que merece buena nota porque, siendo un spot fest, hay un esfuerzo por contar una historia que deje vía libre a Lesnar al final. Eso, sumado a la espectacularidad de algunos momentos, y a la sorpresa final, la convierten en una lucha muy recomendable.

Puntuación: ***3/4

lunes, 11 de febrero de 2019

Hideo Itami vs Mustafa Ali, WWE 205 Live 23/10/2018



En el último post, comentamos que Kushida ha abandonado NJPW, posiblemente para recalar en las filas de WWE. El hecho de que no haya sido presentado en la última rueda de prensa de AEW, refuerza esa idea.

El camino contrario, probablemente, lo llevará a cabo Kenta Kobayashi, que ha luchado en WWE durante los últimos años con el nombre de Hideo Itami. Tras caer derrotado en la Fatal 4 Way de Royal Rumble, y, posteriormente, en 205 Live, ante su compatriota Akira Tozawa, pidió a la empresa su liberación, y esta, se la concedió inmediatamente. La relación profesional no es muy beneficiosa para ninguna de las partes.

Itami llegó a WWE como una estrella. Y, tan sólo unos meses después de hacerlo, debutó en la battle royal de WrestleMania 31. Era el luchador japonés que la empresa iba a promover.

Pero, estando en NXT, se lesionó de gravedad. La cicatriz en su hombro recuerda a la de Carístico. Y, en el tiempo en el que estuvo fuera, WWE se dio cuenta de que había wrestling en Japón, y trajo a Akira Tozawa, a Shinsuke Nakamura, o a Asuka. Es una nueva época, en la que la empresa intenta firmar a todas las grandes estrellas de la industria.

Después de tantas lesiones, cuando Itami volvió al ring, había perdido su sitio, y también la confianza en él a largo plazo. Tuvo alguna buena rivalidad en NXT, y fue destinado a 205 Live.

Lo que, para mí, no es un problema. Creo que es un producto muy distinto a todo lo que hace WWE, y es una división junior muy digna. Ahí hay luchadores increíbles, de muchas nacionalidades. Sin duda, hoy por hoy está por encima de la de NJPW en cuanto a roster. Pero es un programa corto, que sólo da para un par de combates a la semana. Y como no hay, normalmente, house shows de 205 live, la mayoría de los luchadores del roster no hacen nada más, así que ganan menos dinero, y trabajan poco. 

Se les está intentando dar un poco más de uso. Los combates titulares han pasado a los PPV, algunos luchan en RAW, y se ha llevado a cabo eso Worlds Collide, en el que participaban 5 luchadores de 205 Live para enfrentarse a estrellas de NXT y NXT UK. También Drew Gulak ha estado luchando en las últimas grabaciones de NXT. Es un comienzo, pero llega tarde para Itami, que, tras las derrotas de los últimos días, ha entendido que jamás va a tener su hueco aquí.

Y eso que, durante los últimos meses, la cosa se había puesto interesante para él. Había vuelto con una nueva personalidad, más violento, demandando el respeto que una leyenda como él merece. Es uno de esos personajes que mezclan realidad con ficción, porque realmente siente que WWE, y Vince McMahon, le están tratando como un luchador cualquiera, mientras que en Japón es reverenciado, y tiene a sus espaldas decenas y decenas de grandes batallas. Con esta nueva actitud, vapuleó a muchos rivales, hasta que se encontró con Mustafa Ali.

Mustafa Ali es el luchador al que la empresa quería poner over. Está haciendo negocios con países árabes, y quizás quiera tener a un luchador con orígenes cercanos en una posición importante. El caso es que Ali ha acabado en Smackdown, escapando de 205 Live. Y, antes, derrotó a Hideo Itami.

La amenaza del japonés se vio truncada cuando Mustafa decidió que sería él quien le frenaría. En el primer enfrentamiento entre ambos, aplicó un genial 450 Splash sobre el filo del ring, que provocó un doble count out. Dos semanas después, en un Falls Count Anywhere, se dilucidaría quién de los dos es el mejor.

En una lucha que es bastante buena. Insisto que en 205 Live hay combates mucho mejores que en la media de los programas semanales. Itami muestra un gran ímpetu, lucha muy stiff, y no para de gritar, exigiendo respeto. Se nota que no sabe decir nada más, pobre.

Sus ataques directos son muy buenos. Ali responde también con buenas patadas y vuelos. Itami pega un patadón desde la mesa de comentaristas, que hace que su rival se estrelle contra la barricada, y parece empeñado en utilizar las escaleras de metal para causarle un grave traumatismo. Mustafa se lanza desde el esquinero con un Crossbody, estando el japonés en las escaleras, por lo que le provoca un golpe alto muy bueno. Casi tan bueno como aquel con el que le derrota: el héroe vuela con 450 Splash sobre un Hideo que estaba en una mesa. El golpe es tremendo, una de las roturas de mesa más fuertes que recuerdo. La racha de Hideo llega a su fin, unos meses antes de que su carrera en WWE haga lo propio.

Puntuación: ***1/2

viernes, 1 de febrero de 2019

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2019




2019 comienza, para WWE, con una nueva edición de su veterano evento Royal Rumble, aquel en el que siempre se ha dado la batalla real más interesante del año en la industria del wrestling. Desde 2018, ya no es una, sino dos las batallas que se dan en cada edición, puesto que ahora también hay versión femenina.

WWE está intentando convertir Royal Rumble en algo un poco más grande. Algo que se acerque a WrestleMania. Se han realizado eventos especiales en los día previos, con un torneo en el que se han enfrentado luchadores de 205 Live, Nxt y Nxt UK, que se emitirá en unos días. Ha habido, por supuesto, un gran Takeover, del que también hablaremos próximamente; y un Royal Rumble en un estadio de béisbol, ante cerca de 50.000 aficionados. Como siempre, WWE infla sus datos, quizás por las entradas regaladas a invitados y miembros del staff. Pero seguro que se superaron las 40.000 entradas vendidas.

Las dos batallas reales son material más que suficiente como para atraer a mucha gente. Pero también teníamos una nueva batalla entre Styles y Bryan, que siempre salen buenas. Ronda Rousey defendía su campeonato ante Sasha Banks, y es una alegría ver a esta luchadora regresar a planos importantes. Por su parte, Shane McMahon volvía a vestirse de corto, para hacer pareja con The Miz y buscar los títulos en pareja, mientras que Brock Lesnar defendía el título universal en otro Dream "David vs Goliat" Match. En conjunto, la cartelera suena realmente bien.

Lo primero que vamos a revisar en ese evento es el 30 Men Battle Royal, la batalla real masculina. Esta es una edición que no me ha llamado demasiado la atención y, aunque al final mejora bastante,  la parte principal de la misma es muy irrelevante.

Hay muy poquitas historias que se cuenten en el Rumble. Pero la cosa empieza bien, con Jeff Jarrett confrontando a Elias. Dos históricos guitarristas se enfrentan, y el veterano se come una guitarra y es eliminado. Ya le vimos hace poco en AAA, y ahora en WWE, donde, parece, empezará a trabajar como productor. La verdad es que el bajón físico que ha pegado en los últimos años es obvio.

Pronto sale a escena también Kurt Angle, tan sólo para ser eliminado al momento. Con tantas humillaciones consecutivas, es de esperar que WWE esté planeando algo para él en WrestleMania, porque si es para nada, es para matarlos.

Curt Hawkins tiene un momento entretenido, al esconderse bajo el ring, y ser perseguido por Titus O'Neal, que entraba temeroso de tropezar y caer como el año pasado. Hawkins elimina a Titus, y su alegría es enorme.

Kofi Kingston protagoniza otro par de falsas eliminaciones, que es lo más importante que hace en todo el año. También entra No Way José, del que ya no se acordaba nadie. Le han dado el personaje típico de idiota que sale bailando con un séquito, y le interesa más bailar que luchar, por eso no le importa ser eliminado en un instante. Tras él, aparece Dre McIntyre, que asesina a todo el séquito. Interesante la manera en la que están pintando a este tipo.

Bobby Lashley es eliminado en cuestión de segundos por Seth Rollins, así que se venga de él ,destrozándole contra la mesa de comentaristas. Samoa Joe, Dean Ambrose y Jeff Hardy, que es, seguramente, el luchador que mejor reacción cosecha, son eliminados como si nada, sin ninguna historia de por medio. Casi lo mismo pasa con los tres integrantes de NXT que aparecen, Dunne, Black y Gargano. 

Realmente, casi nada pasa en toda la batalla, hasta la parte final, en la que la cosa se pone mucho más interesante. Igual que el año pasado, Dolph Ziggler hace acto de aparición, cuando ya se pensaba que había dejado la empresa. Y consigue eliminar a Drew, quién le había sacado de escena semanas antes. Rey Mysterio y Andrade se ven las caras, recordando su rivalidad en Smackdown. Y Braun Strowman hace de las suyas, eliminando a muchos rivales.

Lo mejor de la noche llega cuando le toca el turno a R-Truth, quién, al ganar la segunda edición del Mixed Tag Challenge, tenía el derecho a entrar con el número 30. Pero, tal y como había hecho un rato antes Becky Lynch en la batalla femenina, Nia Jax entró para quedarse con un sitio que no es el suyo. Pero, en este caso, lo hizo dándole un palizón al pobre Killings.

Nia Jax puede con Mysterio, con Andrade y con Orton. Pero, después, le atacan entre todos. Se come un 619 y un RKO, para ser eliminada. Y a la gente no le da mucha pena por ser mujer. Después de generar mucho amor en su rivalidad con Alexa Bliss, relacionada con el Bulliying sufrido en su vida, tras partirle la nariz a Becky Lynch, se ha convertido en una gran villana.

Orton aprovecha la ocasión para eliminar a Rey, y Andrade hace lo propio con él. También el mexicano es derrotado, y queda Strowman con Ziggler, Mustafa Ali, que seguramente es la persona que mejor batalla ha realizado, y Rollins, que vuelve de su descanso entre las mesas. Entre los tres intentan vencer al monstruo, pero tanto Dolph cono Ali son eliminados. Parece que Rollins puede correr el mismo riesgo, y de hecho, lo bueno de este final es que puede pasar cualquier cosa, porque se enfrentan los dos grandes favoritos. Finalmente, es Seth el que sale triunfante, por lo que se asegura un puesto en WrestleMania, ante Brock Lesnar. Por otro lado, es una pena lo de Braun. Puede que, un año más, se encuentre sin nada interesante en el magno evento.

La lucha es bastante mediocre en su mayor parte, pero a partir de la entrada número 25 de Rey Mysterio, la calidad de la lucha es bastante alta. En ese sentido, la ventaja de esta batalla es que había tantos jobbers, que no se acumularon nunca demasiados para el final.

Puntuación: ***1/2