Como sabe el lector, estoy llevando a cabo un análisis de WrestleMania 37. He visionado la noche 1, pero me estoy tomando un descanso, pues no siento el más mínimo interés, ahora mismo, por WWE. Además, la empresa no para de despedir a gente; lejos de prometer novedades interesantes, no hace sino perder opciones, para redundar siempre sobre lo mismo. En última instancia, ha sido Daniel Bryan el que ha abandonado la empresa, y eso, lejos de preocuparme, no hace sino permitirme soñar con verlo hacer cosas distintas e interesante en sitios que no estén tan muertos como la empresa de Vince.
Como hace Christian en AEW, y como harán Sting y Big Show próximamente. Es cierto que esto de utilizar leyendas de WWE es algo que ya hicieron WCW y TNA, pero no deja de ser interesante, porque todos estos luchadores tienen una historia tan grande y una personalidad tan marcada, que cualquier cosa que toquen se va a contagiar de interés, como lo hacen sus rivales. Si siguieran en WWE, o no lucharían, o se dedicarían a jobbear a Roman y Drew, así que el hecho de que AEW exista permita que tengan la oportunidad de crear algo nuevo.
El caso de Christian es especialmente llamativo, y por eso yo quería dedicar un post a su regreso como luchador regular. Porque es uno de mis luchadores contemporáneos favoritos, y me fastidió mucho su retiro debido a las constantes conmociones cerebrales que sufrió allá por 2014, de igual manera que le ocurrió a Bryan. WWE jamás dejaría volver a luchar a ninguno de estos dos hombres, pero llegó AEW, y todo cambió.
Porque, de la noche a la mañana, había otro sitio en el que todos estos millonarios podían llegar a luchar, así que WWE cambió su política con respecto a ellos, y decidió permitirles hacer lo que más amaban. Bryan volvió a luchar regularmente, y a Christian se le dejó participar en el pasado Royal Rumble, en el que demostró que seguía siendo un luchador al 100%. Fue increíble volver a ver juntos, sobre un ring, en 2021, a Christian y Edge, que luchaban cuando yo era un niño.
Por eso fue tan sorprendente verlo llegar a AEW un par de meses después. Se suponía que esa participación en RR debía significar un retorno a tiempo completo y una lucha en WrestleMania, pero este retorno se dio en AEW. Y es que, aquella política que WWE comenzó tras el nacimiento de AEW, de robar todo el talento y blindar a todas las leyendas, se vino abajo con la pandemia, debido a la cuál, la empresa perdió sus principales fuentes de ingresos más allá de la televisión clásica, que si bien es el proyecto que más dinero da, también es un tipo de producción que está en decadencia y que, por tanto, es susceptible de dejar de serlo en cualquier momento. Así pues, da la sensación de que Vince ha hecho algo parecido a lo que hizo a mediados de los 90, rebajando su roster y sus expectativas al mínimo, desarrollando, pues, un producto que implica muchos menos riesgos económicos. No se mantiene en pié una empresa de entretenimiento durante 70 años sin tomar decisiones difíciles, supongo.
El primer combate de Christian en AEW lo mantuvo frente a un tipo que debe conocer bien, otro veterano canadiense como Frankie Kazarian, cuarentón como él, con el que coincidió en TNA y, seguramente, en sus inicios en WWE. Es, este, su primer match individual de verdad desde hace 8 años, así que merece un post en el blog.
Y es una lucha buena, correcta. Tenemos a un Christian que domina con movimientos de marca, hasta que es lanzado de forma sucia fuera del ring, golpeándose duramente la espalda con el esquinero del mismo. Frankie intenta aprovecharse de eso, desgastando su resistencia, apretando con candados y golpes lumbares, mientras la leyenda recurre a sus asimismo legendarios comebacks. Salvo algún mínimo error, no parece haber pasado el tiempo para Cage.
Mientras Kaz busca sus candados para hacer rendir a su rival, Christian recurre al Killswitch. Lo busca desesperadamente, y, aunque su rival aplica Coquina Cluth, y un Leg Drop volador, e incluso su clásico Flux Capacitor, la victoria llega para el Capitán Carisma, cuando, por fin, materializa su finisher de toda la vida, después de un bonito Frog Splash.
Puntuación: ***1/4