Tuvo lugar hace unos días la edición número 18 de Wrestle Kingdom, el evento anual más importante de la lucha libre en Japón. Hay un par de combates de ese evento que quiero comentar en el blog, y entre ellos está el que mantuvieron Bryan Danielson y Kazuchika Okada. Pero antes de hablar de esa lucha, debo hacer lo propio con aquella que mantuvieron en Estados Unidos en 2023; en Forbidden Door, show en el que chocaron AEW y NJPW.
En 2015, Daniel Bryan, el mejor luhador de su generación, tuvo que dejar el wrestling debido a sus problemas con las conmociones cerebrales. La decisión no fue suya, sino de WWE, que tiene reglas muy específicas acerca de este tipo de problemas de salud, pues los estudios desarrollados sobre el tema durante las últimas décadas han puesto en el punto de mira a los violentos deportes americanos. En esa época, la empresa no tenía competencia, así que Daniel no tenía otra opción. Sin embargo, años después, el mundillo del wrestling se animó bastante, y en tanto que WWE temía que sus luchadores nutrieran a las crecientes promotoras ajenas, tuvo que dejarle volver a los cuadriláteros. No obstante esto, existía la sensación de que Bryan podía hacer cosas mejores que las que le dejaban hacer en la empresa de los McMahon. Por ejemplo, no había luchado en NJPW desde 2004, y ahí había una potencialidad enorme para él.
Porque WWE es la mejor empresa para crear historias y grandes momentos, así que, en el caso de algunos luchadores, su salida supone un problema. Hay personajes que no funcionan fuera de ahí. Pero Danielson es otra clase de luchador; lo que necesita no son historias, sino rivales. Ya se había enfrentado a todo el mundo en WWE; lo mejor para él era pelear fuera. Así, en 2021, llegó a AEW. La verdad es que, mirando el listado de sus luchas en las bases de datos de Wrestling, lo cierto es que hay un montón de matches que me gustaría ver de cuantos ha mantenido en esta época.
Finalmente, en 2024, se cumple eso que yo esperaba: Danielson lucha en NJPW 20 años después, enfrentándose a Okada en Wrestle Kingdom, antes de hacer lo propio con Zack Sabre Jr. Pero ambos combates han ocurrido previamente en Estados Unidos en 2023, así que hay que ver esos primero. Creo, no obstante, que los de Japón serán mejores, porque el público de las empresas "no-WWE" de Estados Unidos no me gusta mucho (el de la actualidad, digo).
Sabe el lector que NJPW mantenía una triple alianza con ROH y CMLL que nos proporcionaba muchos crossovers. ROH, finalmente, fue adquirida por AEW, y si bien sigue operando, su independencia no es tal. Es normal, pues, que NJPW colabore con su empresa madre, si bien es cierto que tiene acuerdos, hoy en día, con todo el mundo, incluyendo Impact Wrestling y MLW. De hecho, en los últimos días se habla de un acuerdo con WWE, que como sabe el lector, tiene nuevos dueños y, por tanto, nuevas posibilidades.
El 25 de junio de 2013, AEW y NJPW produjeron el show Forbidden Door, en el que todos los matches enfrentaron a estrellas de una y otra empresa. Hay varias cosas que a mí me interesa comentar de cuantas ocurrieron. Pero hoy nos quedamos con el main event, que enfrenta a Danielson y Okada.
No hay mucha historia detrás del match. En un evento de New Japan, apareció Danielson en la pantalla para retar a Okada y este aceptó. La única historia necesaria entre ambos es que esto es un dream match para encontrar al "mejor del mundo". Danielson vuelve a ser el American Dragon; the best in the world, mientras que Okada ha sido durante años el gran campeón de Japón, quien colmaba los main events de los shows principales de New Japan y quien protagonizaba los mejores combates.
Creo que de entre todos los dream matches que podría tener Danielson fuera de WWE, este no es uno de los que más me apetecería ver. Porque Danielson es creatividad pura, mientras que Okada es Strong Style. Sus luchas son como las películas de Pixar; son buenas, pero se les ven las costuras; siempre mantienen una estructura similar, como un modelo a seguir sin autoría detrás. No recuerdo ninguna gran lucha de Okada que se saliera de esa estructura. En este caso creo que Danielson la limita sólo parcialmente, lo que no implica que la lucha no sea, como lo es, bastante buena.
Okada intenta llevar la lucha en ese rumbo, y sacar al rival del ring para aplicar las patadas habituales que desarrolla en su tierra en la primera parte de cada match. Danielson lo evita hiriéndole el brazo y comenzando una muy buena rutina de dominio sobre la extremidad, que será vital para el resultado final del enfrentamiento. Aplica sus llaves clásicas, que siempre son placenteras de ver, hasta que Okada reacciona. Vende temporalmente bien su dolor, atacando con DDT y Facebuster sin necesidad de usar su brazo derecho.
La lucha se va normalizando, de igual manera que el público se va durmiendo. El público friki no tiene el alma de niño que es necesario para vivir las cosas de verdad. Se anima, eso sí cuando Okada consigue aplicar el Tombstone a su rival sobre la rampa metálica de entrada al escenario. La gente grita "Holy Shit", si bien es obvio que el japonés ha protegido lo suficiente a su rival como para que no sufra daños. El historial de lesiones de Danielson siempre juega a favor de la historia. Comienza el in crescendo propio de las luchas de Okada, en el que se suceden los finishers y los contra-finishers. Okada busca sin cesar el Rainmaker, y Bryan lo esquiva para aplicar las Running knees en un par de ocasiones. Kazuchika consigue, finalmente, conectar su Lariato, y aplica otros de menor nivel para preparar el definitivo. Cuando trata de hacerlo y partir, con él, a su más pequeño rival, este esquiva y conecta su llave. Durante varios minutos, el japo se revuelve, pero el Crossface se cierra. Okada no se rinde, mas Danielson continúa, tuerce su brazo sin parar. Ahora los dos brazos de la víctima, tan dañados previamente, sufren todavía más daño. Finalmente, y sin que haya otra opción, Okada se rinde al Lebell Lock. Victoria para el local en una lucha que, si bien no rompe moldes, a decir verdad, es muy buena.
Puntuación: ****1/4
martes, 16 de enero de 2024
Bryan Danielson vs Kazuchika Okada, AEW/NJPW Forbidden Door 2023
sábado, 30 de diciembre de 2023
Bray wyatt vs LA Knight, WWE Royal Rumble 2023
Especial fallecimiento de Bray Wyatt
Decía yo que quería ver en este pequeño especial sobre el fallecimiento de Bray Wyatt, algo de su último run en WWE. Este se resume en su rivalidad con LA Knight, pues, que yo sepa, la única lucha televisada en la que participó después de su regreso fue la que mantuvo con el anteriormente conocido como Eli Drake en Royal Rumble. Eso sí; más allá de ese combate, pues en general, la calidad arriba del ring no es el fuerte de este personaje, el show que trajo a la empresa en su regreso volvió a ser, una vez más, realmente entretenido.
Wyatt salió de WWE a mediados de 2021, dejando su historia con Randy Orton y con Alexia Bliss un tanto desangelada. En esos tiempos, tras la pandemia de COVID, daba la sensación de que no iba a quedar nadie para luchar en WWE, pues todo el mundo se iba. Vince McMahon había hecho cambios importantes en su directiva; había traído de vuelta a la vieja guardia, y se alejaba de todas las políticas desempeñadas durante los años previos, que incluían vaciar el mercado de talento. A partir de 2020, digo, se olvidó de AEW y de cualquier competencia, y empezó a echar gente. Wyatt, un tipo con una capacidad creativa enorme, pero también con problemas psicológicos enormes, debió encontrar un ambiente hostil para el desarrollo de su loco personaje, o quizás se vio afectado por el despido de su hermano, Bo Dallas. Sin embargo, en 2022, las cosas en la compañía parecían distintas, y tras una conjura contra el jefe, este había desaparecio de escena un tiempo, como paso previo a la sorprendente venta que algún día comentaremos. El caso es que, a finales de año, volvió, y lo hizo, de hecho, junto a su hermano, aunque no llegara a revelarse la identidad de este en ningún momento, dado que la historia que lo incluía falleció junto a Bray.
En otoño de 2022, Bray volvió, avisando de que, por primera vez, iba a hablar el Bray real (un clásico del negocio). Mencionó sus problemas de salud mental, por todos conocidos; y lo mucho que había perdido al irse. Todo parecía real hasta que apareció una extraña máscara en la pantalla. Seguía siendo el personaje loco de siempre; ciertamente eso no quiere decir que no se esté expresando el Bray real, puesto que el personaje en sí mismo es una creación nacida en la mente irregular del pobre Windham Rotunda, mas, obviamente, todo era una storyline.
Bray seguía estando loco, y seguía advirtiendo presencias a su alrededor. Por doquier, aparecía este extraño personaje trajeado y enmascarado, cuya identidad, tal y como se supo posteriormente, era la de Bo Dallas. En medio del desarrollo de esta nueva esquizofrenia, se metió LA Knight, que se atrevió a agredir al depresivo Bray. Obviamente lo pagó caro, pues empezaron, como consecuencia, a ocurrir "accidentes" detrás de los cuales parecía esconderse el enmascarado Uncle Howdy.
Como decía al principio, LA Knight no es otro que Eli Drake, un luchador que podríamos considerar un original de TNA, pues es en esa empresa donde ha desempeñado la mayor parte de sus éxitos. Estuvo, de hecho, bajo la órbita de WWE varias veces; primero, durante la década de los 2000, llegando a jobbear en programas de Heat, y después, durante la década de 2010, haciendo lo propio en Next. Es raro que en ninguna ocasión la empresa se interesara por él, pues parece un tipo hecho a su medida. De hecho, tuvo contrato con WWE, pero fue despedido en cuestión de meses. En 2015 firmó con TNA, y allí se convirtió en uno de los luchadores más importantes de la promotora, ganando títulos y participando en historias y peleas de nivel, y llegando a ser Campeón Mundial.
Su paso por TNA coincidió, eso sí, con el declive de la compañía y con su rebranding a Impact Wrestling, recientemente desecho. En 2019 abandonó, firmando un contrato con la nueva NWA de Billy Corgan, y convirtiéndose en una de las estrellas de su nuevo programa, Powerr. En 2021, finalmente, llegó a WWE, y desde entonces, no ha parado de crecer, aunque esté en camino de los 42 años de edad.
Pero, obviamente, es uno de esos malos que gustan en ese sitio: cobardes, buenos con el micro, capaces de contar una historia, y en un buen estado físico. En su feudo con Bray, eso ayuda: todo el mundo espera que el loco le meta una buena paliza. Después de varios meses de promos y de apariciones sorpresa de Uncle Howdy, se ven las caras en uno de los grandes eventos del año: Royal Rumble. Pero, como suele ocurrir con Bray, y como de hecho le pasaba a Undertaker en su juventud, el combate es malo, corto, y con una reglamentación extravagante.
A finales de 2022, se anunció que la lucha sería un Mountain Dew Pitch Black Match, que, según Bray, significaba que la lucha sería en la oscuridad. En definitiva, es una lucha que promociona una bebida fluorescente, y lo hace pintando el cuerpo de Bray con tatuajes que se ven en la oscuridad. También hay otros efectos por el escenario. Me parece que, estéticamente, no está mal, pero me resulta del todo irrelevante. La lucha es una brawl simplona, que goza de un gran ataque sobre las mesas de comentaristas potenciando por las salpicaduras de líquido fluorescente. Después de eso, sobre el ring, Bray gana con suma facilidad a través del Sister Abigail. Me da la sensación de que la duración del match se vio reducida drásticamente por problemas de tiempo.
Tras la lucha, y gracias a la conjura de Uncle Howdy, Bray se convierte en un verdadero monster heel que persigue sin remisión a Knight. Le ataca entre el público, y convoca a Howdy para que este vuele sobre su enemigo con un codazo volador desde un par de metros de altura. El spot está bien, si bien no entra dentro del match, y por eso no aporta nada a su puntuación.
Después de esta rivalidad, Bray había comenzado una nueva confrontación, en este caso frente a Bobby Lashley, con quien estaba destinado a mantener una lucha en WrestleMania. Como todos sabemos, eso no llegó a ocurrir dada su enfermedad.
Puntuación: **1/2
miércoles, 23 de agosto de 2023
Edge vs Sheamus, WWE Smackdown 18/08/2023
El pasado 18 de agosto de 2023, se emitió un programa especial de Friday Night Smackdown que celebraba el 25 aniversario del debut de Edge en WWE. Esa celebración tuvo lugar en Toronto, Canadá, tierra natal del Rated R Superstar, y presentó en su main event una lucha inédita en la que el propio Edge se enfrentaba al irlandés Sheamus. Esta lucha quizás sea la pelea final del canadiense, en tanto que, como él mismo ha afirmado, su contrato con WWE está a punto de finalizar. No sabemos qué pasará con él; si se retirará definitivamente a sus 49 años de edad; si firmará un nuevo contrato o si decidirá ir a AEW para volver a encontrarse con su amigo Christian. Haga lo que haga, esta lucha es histórica y por eso merece estar en el blog.
Después de 9 años retirado, Edge volvió a WWE en 2020, para iniciar una rivalidad con Randy Orton que fue cortada por una grave lesión pero que acabó correctamente. Después de eso, tuvo como principales rivales a Seth Rollins, AJ Styles y, en última instancia, Finn Balor, al que se enfrentó de manera definitiva durante el pasado WrestleMania. En fin, tenemos pendiente en el blog la mayor parte de este material. Al menos, y en tanto que empezar un especial por su 25 cumpleaños sería engorroso teniendo en cuenta el retraso acumulado en tantos frentes, vamos a revisar esta lucha supuestamente de retiro, además de una triple amenaza que llevó a cabo semanas antes en un pequeño torneo por el nuevo World Heavyweight Championship.
No existe rivalidad entre Edge y Sheamus. El canadiense fue traspasado a Smackdown durante el último draft, y desde entonces, ya pasadas las grandes rivalidades de su actual etapa en la empresa, ha luchado en exclusiva en los programas de la marca azul, requerida esta de motivos para atraer a la audiencia. La elección de Sheamus probablemente sea personal. Es un tipo que merece todo el respeto del mundo; un luchador no lo suficientemente valorado, que acumula ya suficiente tiempo en la empresa para ser considerado asimismo una leyenda, de no ser porque, probablemente, la etapa que le ha tocado vivir carece quizás de la trascendencia de otras (aunque posiblemente los niños de 10 años no opinen lo mismo, porque la trascendencia, al fin y al cabo, la provoca la edad.
Es una lucha, por tanto, sin rivalidad, pero en la que el público se pone de parte claramente de uno de los dos, como no podía ser de otra forma dado el lugar en el que tienen lugar las acciones. Al no haber una historia que contar, el combate se convierte en una sucesión de Power Moves, pero goza de gran intensidad gracias a que todo el mundo quiere ver ganar a su ídolo.
Edge agrede a su rival con una potente Powerbomb en ringside, y salta posteriormente sobre él con un crossbody. Tiene 49 años pero se mueve bien. Sheamus reacciona con sus movimientos de marca e intenta pegar a su oponente sus golpes en el pecho, más acaba recibiéndolos en su lugar, para algarabía y enumeración de la gente. Edge se lanza con spear desde el ring a ringside, cuerpo de Sheamus mediante. Después de eso, intenta hacerle rendir a través de un Crossface.
Ocurren ahora los golpes más poderosos de la noche. Edge ataca con Superplex y Edgecution, y Sheamus responde con White Noise desde la segunda y con un potente Celtic Cross. A pesar de la mirada aterrada de Beth Phoenix, la cuenta no llega a tres. Ahora sí el local recibe sus golpes en el pecho, con especial énfasis en este caso, para extraer más rechazo por parte del público. Son tantos que da la sensación de que a Edge le duelen de verdad. Ahora ambos buscan Bicycle Kick y Spear. El irlandés lo logra primero sin éxito, y después es Edge el que alcanza su legendario finisher. Tampoco en este caso la cuenta llega a tres, de tal manera que ambos corren a la esquina. Cada uno busca su ataque, pero es el del candiense el que llega, para, ahora sí, darle la victoria en la lucha definitiva de su carrera.
Lucha que, como digo, está enfocada a los ataques potentes de los dos luchadores. No es muy buena en algunos aspectos, pero sin duda es del tipo de combates que gustan en WWE. El público se lo toma tan en serio que lo hace ascender; posiblemente merecería un poquito menos de nota de la que le he puesto, pero entre la ansiedad, los litros de sudor extraídos de los cuerpos de los combatientes, y el abrazo final que se pegan, merecen un cuartito de estrella más.
Puntuación: ***1/2
sábado, 18 de febrero de 2023
30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
Seguimos hablando sobre Royal Rumble 2023. Tras comentar la fantástica batalla real de 30 hombres, ocurrida al principio del programa, hacemos lo propio con la versión femenina. La historia de The Bloodline debe ocupar el main event, porque es el lugar en el que WWE tiene metido su dinero, así que este año los Rumbles hacen de teloneros, lo que no implica necesariamente un descenso en su calidad. Ya vimos que el de hombres estuvo muy bien; ¿seguirá el de mujeres la misma senda?
No, el Rumble femenino resulta este año claramente inferior, si bien no está mal tampoco. Las cosas buenas, sobre todo, están reservadas para el final de la batalla, lo que implica que buena parte de esta resulte bastante irrelevante. Con el número uno entra Rhea Ripley, miembro de Judgment Day, que se muestra renqueante tras su altercado con The Glamazon. Su contrincante inicial es Liv Morgan, una chica que ha tenido un gran protagonismo en los últimos meses en la empresa, por algún motivo que desconozco. Varias rubias random entran al ring sin aportar mucho. No es hasta que llega Bayley que pasa algo; su capacidad de actuación vale más que las habilidades físicas del resto de participantes juntas. Pronto se junta con las chicas de su stable, Damage CTRL, y entre las tres limpian bastante el ring, que es algo que venía haciendo falta. Poco después hace su entrada Becky Lynch, que se encuentra en plena rivalidad con ese tridente, y se mata con ellas, después de ser apalizada dentro de una steel cage en el programa de Raw de 30 Aniversario. Como producto de la batalla, las cuatro quedan fuera del ring. Y asimismo ocurre con Shayna Baszler y Natalya, que se encuentran meses después de que la primera le rompiera la nariz a la segunda con un rodillazo.
Uno de los grandes momentos de la batalla ocurre con la entrada de Asuka, que produce uno de los mayores pops de la noche. Su pintura facial es genial, se parece más a la Kana original. Asimismo es convocada al ring Michelle McCool, que estaba entre el público con su niñas, las "minitaker". Parece sorprendida, pero entiendo que es parte del kayfabe, guardado para sorprender a las chiquillas. Se conserva mucho mejor que su anciano esposo, en cualquier caso. Posteriormente hace su regreso Chelsea Green, después de su paso por otras promotoras, tan sólo para ser eliminada en pocos segundos por Rhea, batiendo records negativos. Y también participan en la batalla mujeres poderosas como Raquel Rodríguez o Piper Niven, que hacen un gran papel. Todo continúa sin grandes novedades hasta la entrada, con el número 30, de Nia Jax.
Nia Jax es una mas de entre tantos luchadores y luchadoras que desaparecieron del roster de WWE durante los últimos años de Vince McMahon en el poder. La verdad es que esos problemas han permitido a Triple H producir muchos regresos sorprendentes durante su dirección de la parte creativa de la empresa. Ahora vuelve la deslenguada samoana, que es esperada en el ring por el resto, que la miran desafiantes, dado su historial. Todas van a por ella, pero se las quita de encima: es la más poderosa. No obstante, se enfrenta sola a once mujeres, que finalmente se imponen: recibe varios finishers antes de ser eliminada por el trabajo en equipo de todas ellas. Fracasa en su regreso: las otras once se jugarán la victoria. Y la cosa alcanza una velocidad mucho mayor ahora: por fin. Ahora sí hay batalla y eliminaciones. Raquel Rodríguez elimina a Lacey Evans y tiene una gran confrontación con Asuka. La hispana obtiene reaccionas muy buenas por parte del público. Posteriormente, se enfrenta a Piper y la derrota, poco antes de caer a manos de Rhea. Nikki Cross es eliminada por Morgan cuando tenía en sus manos a Asuka, y tras eso, sólo quedan tres participantes sobre el tatami, que batallan en una triple amenaza: Asuka, Live Morgan y Rhea Ripley. Su duelo se traslada a la parte exterior del ring, tras las cuerdas. Asuka dispara su pintura sobre Ripley, pero esta lo esquiva, de tal manera que la reciben los ojos de la rubita. Rhea zancadillea a a Asuka, lanzándola fuera del ring de una manera muy parecida a la acción que le dió la victoria a la japonesa en el primer Rumble femenino, el de 2018, ante Nikki Bella. Morgan ataca y Rhea resbala, sosteniéndose in-extremis, a pocos centímetros del suelo. Ahí, con las piernas, agarra a su rival, proyectándola hacia ringside. De esta manera, Rhea se convierte en ganadora del Royal Rumble 2023, siendo la tercera persona en ganar un Rumble saliendo con el número 1 (Después de Shawn Michaels y el innombrable Chris Benoit).
Como digo, la lucha tiene un final bastante bueno; más que decente, aunque es cierto que buena parte de ella es un poco conservadora, salvo por un par de rivalidades notables que producen interesantes interacciones arriba del ring.
Puntuación: ***1/4
domingo, 5 de febrero de 2023
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
Ha tenido lugar el evento Royal Rumble de WWE, ese show anual que, desde mi infancia, ha supuesto uno de los momentos más esperados en cada temporada luchística. En él tenemos las dos batallas reales que configurarán dos de las grandes batallas de WrestleMania, y en las que siempre hay sorpresas. Vamos a ver ambas.
Recordemos la situación de WWE. Triple H se ha hecho con el poder creativo en la empresa después de que su dueño y creador, Vince McMahon, tuviera que dejar sus cargos prácticos debido a los líos de faldas y administrativos en los que se metió. Se ha comentado, últimamente, que podría regresar, dado que ha llegado a acuerdos económicos que le librarán de toda responsabilidad, tal y como lleva haciendo toda su carrera en casos mucho más graves, como el del presunto asesinato cometido por Jimmy Snuka, o el del presunto acoso hacia luchadores cometido por Pat Patterson. Cuando eres rico, todo se queda en "presunto", y puede ser que Vince quiera aprovechar esa condición para volver a hacerse cargo de los designios de su empresa. Con tal fin, se rumorea que podría venderla, a cambio de asegurarse el poder creativo bajo la nueva administración. Veremos que pasa con eso, mas tenemos la oportunidad, mientras tanto, de observar un Royal Rumble organizado por el equipo de Triple H, que en mi opinión resulta ser uno de los mejores en términos luchísticos de la historia. No tiene muchas sorpresas en lo relativo a los personajes involucrados, pero incluye muchas historias y momentos en su interior, y eso es clave en una batalla de estas características.
El primer pop de la noche, en tanto que la batalla real masculina abre la velada, tiene lugar con la llegada de Pat McAffe. Pensé que iba a participar en el Rumble, pero no es así: se une a la mesa de comentaristas. Comienza el juego.
El comienzo en un acierto, pues enfrenta a Sheamus y Gunther, dos tipos que han mantenido una furibunda rivalidad encabezando a sus respectivos stables. La participación de Walter llegará a ser legendaria, más allá de lo que cualquiera podría haber esperado viéndolo luchar en Alemania hace unos años. Esto no habría pasado con Vince. El tercer participante es The Miz, que con su talento interpretativo, aporta cositas valiosas durante los pocos minutos que aguanta en el ring. Vacila al entrar, ante la presencia de semejantes animales. Su eliminación posterior, la primera de la batalla y única durante muchos minutos, es asimismo destacable: Johnny Gargano lo coloca sobre las cuerdas en posición perfecta para que Sheamus lo golpee con su lluvia de puñetazos, un ataque que implica interacción con el público y que por tanto es valioso. Tal es su poder y su número, que The Miz queda listo para sentencia. Una Superkick de Johnny, seguida de una Bicycle Kick del irlandés, dan con su piel en tierra.
The New Day (Kingston y Woods), se unen en la batalla, para atacar a sus rivales en equipo y protagonizar algún que otro segmento cómico. Por desgracia para el veterano Kofi, por segundo año consecutivo falla en su intento de realizar un spot impresionante en la batalla, y cae al suelo cuando debería haber aterrizado sobre una silla sujeta por su compañero ya eliminado. Este error cambia el rumbo de la batalla, mas no creo que resulte muy importante. Cuando esta empezaba a resultar un poco aburrida tras llenarse de luchadores, empiezan a pasar cosas.
Drew McIntyre se une a la contienda, para formar un gran equipo con Sheamus. Ambos, poderosos guerreros de origen bretón, provocan el caos, encontrando en primera instancia tan sólo la resistencia de Gunther. Pero, coincidiendo con la expulsión de los New Day, llega La Bestia, Brock Lesnar, para combatir a Drew y su blanquito amigo. Tras librarse de ellos, elimina a varios enemigos, limpiando un poco el ring, en el que sólo permanecen, aparte de Gargano, los animales Sheamus, Drew y Gunther. El austríaco protagoniza un careo con el excampeón de UFC, en lo que es un entremés de la pelea más esperada del siglo. En esta ocasión no hay mucho tiempo para eso, porque llega a la batalla Bobby Lashley, quien se encuentra en medio de una rivalidad con Lesnar que les llevará a luchar en WrestleMania, presumiblemente. El ring se llena de músculos, como si esto fuera un Rumble propio de la era Ruthless Aggression. Para preparar ese encuentro, el Superman Moreno realiza la gesta de eliminar a Brock, para sorpresa de todos. Este reacciona con violencia, rompiéndolo todo y atacando a todo el mundo, incluido Baron Corbin, que llegaba en ese momento. Adam Pearce y el resto de los agentes de WWE consiguen convencer a Lesnar para que se vaya, y entonces aparece Seth Rollins, porque parece ser que Triple H no quiere permitir que haya un segundo de aburrimiento aquí. Lo primero que hace es subir al ring a Corbin para eliminarlo al instante.
Suena la música de Rey Mysterio, mas la leyenda mexicana no aparece. A continuación, el que lo hace es su hijo, el cobarde y traidor Dominik, portando la máscara de su señor padre, y rompiéndola. Parece ser que así ha querido WWE enmascarar una lesión del Colibrí, bajo storyline. La presencia del adolescente será destacada; mucho más que la de Lashley, que es eliminado rápidamente por Rollins. Mientras tanto, Sheamus y McIntyre siguen dominando, eliminando a Elias tras una doble patada. Me gusta mucho esta pareja.
Se une a la pelea Booker T, lo que resulta para mí una grata sorpresa. Creo que es uno de esos luchadores que se mantuvieron en forma el suficiente tiempo como para haber seguido contando historias, pero que no fueron utilizados por WWE por su falta de talento para aprovechar su propia cultura. Protagoniza el 6 veces campeón mundial sus principales spots y su ruleta a la perfección, antes de ser eliminado por Gunther. Tras él, llega al ring Damian Priest, para unirse a Dominik y Finn Balor y completar el equipo de Judgment Day. La creación de este stable por parte de Edge me resultó muy interesante, dada la habilidad de este para transmitir, mas sin él, no los he seguido mucho. Creo que un stable no es nada sin un líder carismático, y desde luego Balor no lo es. Los papeles de Dominik y Rhea Ripley me gustan, y creo que Priest es un correcto Power House para un grupo de rudos, pero el líder no es correcto. En cualquier caso, suena la legendaria música de Edge que regresa a la acción después de que él y su mujer, Beth Phoenix, sufrieran graves daños durante un I Quit Match en Extreme Rules, en octubre. En otro de los grandes segmentos de un Rumble que no para, The Rated-R Superstar consigue eliminar a Balor y Priest, antes de que un forcejeo con Dominik fuera aprovechado por los malos para echarlo fuera. Edge y Judgment Day luchan por el estadio, hasta que Ripley aparece para atacar al canadiense. Tras eso, es la legendaria Beth Phoenix la que llega en auxilio de este, más fuerte que nunca, noqueando a su enemiga con un Spear. Los agentes vienen de nuevo para tranquilizar la situación, aunque me da la sensación de que uno de ellos se lesiona la pierna al correr. Hay que calentar antes de hacer ejercicio...
Tanto la participación del Rumble como las historias que se cuentan en él son muy dignas de elogio. WWE tiene ahora mismo un roster muy veterano lleno de gente de nivel, que quizás no causa tanto interés en el público como sus homólogos de hace 20 años, en tanto que nada lo hace hoy en día debido a la gran variedad de alternativas de ocio existente, pero no se puede negar su talento. Llega el gigantesco Omos para destruir a todo el mundo, y tras él hace lo propio Braun Strowman, uno de los hombres que han regresado a la empresa gracias a la gestión de Triple H. Hunter fue capaz de vender a los jeques de Arabia Saudita el enésimo enfrentamiento de gigantes, estipulando una lucha entre estos dos hombres en Crown Jewel, y finaliza ese storyline aquí. Strowman es capaz de expulsar a Omos, mucho más grande que él, pero también más verde en términos luchísticos. Después de eso hace su aparición Ricochet, quien, parece ser, está haciendo equipo últimamente con The Monster among Men. Es una de esas parejas que forma WWE cuando no sabe qué hacer con dos de sus luchadores, lo cual en muchas ocasiones provoca cosas interesantes. Drew McIntyre y Sheamus continúan juntos en la batalla , sin roces, enfrentándose a Strowman y Gunther, quien consigue, sorprendentemente, eliminar a ambos. Los dos perdedores se quedan anonadados, pero esto no para. Es el turno de Logan Paul.
Paul es el influencer que se está haciendo grande en WWE. He comentado sus primeras luchas en la empresa; tengo que acabar el post que empecé a escribir hace unas semanas sobre la tercera, ante Roman Reigns por el título mundial. A pesar de que en esas luchas parecía haber recobrado el amor del público, aquí recibe abucheos, y de hecho es atacado en masa por sus compañeros. El Power Slam que le propina Strowman, es muy celebrado por el público. Esto ocurre antes de que con el número 30 entre en escena el gran Cody Rhodes, lesionado hace unos meses durante su rivalidad con Seth Rollins. La reacción del público no es lo suficientemente potente, porque era un regreso de lo más esperado, pero de nuevo, es un momento potente en términos de puesta en escena. Se cierra, así, la genial lista de participantes de esta batalla.
Dominik se enfrenta a él, aplicando los tres amigos de Eddie de manera burlona. Recordemos que la primera storyline en la que participó en la empresa involucraba una guerra por su paternidad entre Eddie y Rey, cuando era muy pequeño, y parece ser que la va a utilizar en sus próximas historias. Mucha gente se ha enfadado, diciendo que es de mal gusto, incluyendo a Vicky, la viudad de Guerrero. En fin, aquel feudo de 2005 ya en sí mismo era de muy mal gusto; no es mucho mejor utilizar a niños que utilizar a muertos. Todos ellos, los que lo hacen y los que se quejan, han ganado mucho dinero con este tipo de propuestas; no sean cínicos ahora, sólo porque los dólares no llegan a sus bolsillos.
Ricochet protagoniza, junto a Logan, uno de los grandes spots de la noche. Cada uno salta desde una cuerda, desde el lado contrario del ring, chocando en el aire en medio de este. Resulta asombroso; el choque entre el highflyer con mayores capacidades físicas que yo he visto nunca, Ricochet, y este chico que está empezando y que demuestra que su físico es capaz de todo. Cody se enfrenta a la paeraj de Braun y Ricochet, que acaban fuera del ring, de tal manera que sobre este permanecen tan solo cuatro luchadores: Cody, Austin Theroy, Seth Rollins y Gunther, que salió, recordemos, con el número 1, como hiciera el olvidado Chris Benoit en 2004. Tras la eliminación de Austin, ROllins y Cody se ven las caras, recordando su violenta rivalidad, ocurrida durante la primavera. Gunther intenta meterse por medio, así que recibe Pedegree de ambos. Vuelven, así, los dos grandes rivales a enfrentarse, pues es eso lo que esperan las grandas. Después de un buen intercambio, cuando el Arquitecto está a punto de aplicar el finisher creado por Triple H sobre Rhodes, aparece Logan Paul, que descansaba en ringside tras su choque con Ricochet, para eliminarlo. Mira al símbolo de WrestleMania y promete su presencia en el evento, con gesto de burla contra el público. Este se alegra mucho cuando recibe el Cross Rhodes y es eliminado. Queda para la historia la batalla final entre el hijo de Dusty y el enorme Walter.
Uno de los grandes problemas de los Rumbles recientes es que han tenido finales muy poco competidos. No ha habido drama en su resolución. En este no ocurre eso: la pelea entre los dos finalistas es antológica. Supongo que eso es así gracias al hecho de haber puesto la pelea al principio de la noche: no había tanta prisa como otras veces. La verdad es que todo el mundo sabía que Cody ganaría, mas eso noquita relevancia al enfrentamiento. Después de permanecer sobre el rin durante una hora y once minutos, Walter es capaz de dominar y aplicar ataques extraordinarios sobre el rubio de bote. Sus chops sobre su pecho dan miedo, sobre todo sabiendo que la lesión que Cody ha sufrido tiene relación con su pectoral. The American Nightmare aplica movimientos propios de su hermano, muy agradecidos por cierto, y sin embargo sigue sufriendo las animaladas del europeo. Este le aplica una Sleeper fuera de las cuerdas, poniendo en peligro su resistencia, pero no consigue librarse de él. Cody aplica Cross Rhodes, y lanza a Gunther fuera del ring con un Clothesline. Victoria para él, que se convierte, presumiblemente, en el próximo rival de Roman Reigns, si no ocurre nada en los meses previos a WrestleMania que lo impidan.
Gran batalla; salvo unos minutos al principio, es una pelea que no tiene puntos flacos. La participación es de mucho nivel, a pesar de que no están en ella luchadores como Roman Reigns, Randy Orton, AJ Styles, Sami Zayn, Kevin Owens, Bray Wyatt o John Cena. Ahora WWE es capaz de mantener fuera de los Rumbles a luchadores involucrados en otros asuntos sin que la pelea se resienta, lo que habla muy bien sobre la salud de sus trabajadores.
Puntuación: ****1/2