En mis tiempos mozos, cuando escribía por aquí con mayor fruición, solía yo comentar algún Royal Rumble Match clásico durante los días previos al evento homónimo del año en curso. Me gustan mucho esas batallas desde que era un niño. Así pues, he querido mirar si faltaba alguna edición en el blog, y de hecho así es. No he tardado mucho en vislumbrar que una de las primeras, y es más, una de las que vi cuando era pequeño, no ha sido comentada. Hablo de la edición de 1991, que por otro lado no tiene mucho que comentar, pero que debe estar en el blog, como todas. Hagámoslo.
Hoy en día pensamos en un Royal Rumble con la ilusión de ver sorpresas, regresos, expulsiones espectaculares, buenos momentos de wrestling, y el primer paso de cara a WrestleMania. En 1991 no había nada de esto. Hoy todos los frikis cuarentones con barba, como yo, leen cómics, juegan a videojuegos, ven wrestling, anime... pero en 1991 todo eso era para niños. Sí, era para niños; que un adulto pueda apreciarlo no significa que no fuera así. Y WWF era un producto para niños muy pequeños como yo. Un Royal Rumble no significaba nada más que el hecho de poder ver a 30 personajes juntos en un ring, saliendo de uno en uno. Y funcionaba; esa cuenta atrás es storytelling puro. Si un adulto mira hoy en día estos combates, la verdad es que le resultarán tediosos e infantiles, pero, cuando yo vi esta batalla con seis años recién cumplidos, la disfruté mucho... si no fuera porque en ese mismo evento, mi ídolo. The Ultimate Warrior, había perdido el Campeonato Mundial de WWF frente al Sargento Slaughter, gracias a las trampas de Macho King. En realidad yo, al ver la batalla, lo único que quería es que participara el Warrior, para así redimirse y volver a la senda del título, pero eso no pasó. Por lo demás, pude ver en ella a algunas de mis figuras de acción predilectas: El Serpiente, Mr Perfecto, Modelitos Martel, Greg "Martillo" Valentine, "Terremoto" Earthquake, El Marinero Tarugo, Hulk Hogan, El Enterrador, El Matador, El Tornado Texano, Bret Hart... Note el lector que en las transmisiones españolas los nombres mutaban un tanto.
Si aquellas retransmisiones empezaron a partir de WrestleMania 6 y la pelea entre Hogan y Warrior, los Rumble de 1991 y 1992 seguramente fueran las dos batallas que yo vi originalmente. Parece poco, pero piense el lector que un par de años, cuando uno tiene entre 5 y 7, es una cantidad enorme de tiempo, mientras que dos años, a los 40, no son nada. Así pues, esta Battel Royal, a pesar del enorme coñazo que supone, es símbolo de una parte para mí relevante de mi infancia.
Originalmente no existía la estipulación que indicaba que el ganador de Royal Rumble tendría una oportunidad titular en WrestleMania. No recuerdo si en 1991 eso ya había cambiado, pero, por un motivo u otro, el triunfante, Hulk Hogan, se enfrentó al Sargento Slaughter en el mayor evento del año, recuperando, así, su título, perdido en la edición del año anterior. Royal Rumble 1991 supuso su segunda victoria consecutiva, aunque pasaron muchos minutos antes de su aparición. El combate empezó con Bret Hart y Dino Bravo sobre el tatami.
Hart es uno de los luchadores con más pop de la contienda. Aún luchaba en la división de parejas junto a Jim Neidhart, aunque, como Shawn Michaels, se iba posicionando de cara a una carrera en solitario. De cualquier modo, los miembros de los tags de la época eran más considerados por el público y por la empresa que en la actualidad. Hart apaliza a Bravo, pero no consigue eliminarlo. Sí que lo hace el tercer participante, Greg Valentine. Hart, no obstante, es el protagonista de la primera parte de la batalla, que se llena de luchadores sin que ocurra nada realmente relevante.
Otro participante que hace su aparición en estos minutos es el odioso Rick Martel, que permanece en la batalla 52 minutos. Valentine, The Hammer, por su parte, tampoco lo hace mal: supera los 44 minutos. La lucha se anima un poco cuando entra, con el número 9, Jake Roberts, que utiliza sus mejores ataques contra Martel. Está a punto de eliminarlo en un par de ocasiones, pero este escapa siempre in extremis. Finalmente, es Martel el que elimina a Snake.
Otra entrada fundamental para la batalla es la de The Undertaker, con el número 12. Esta es su primera participación en Royal Rumble, competición que conseguiría ganar, finalmente, en 2007, 16 años después. Recordemos que había debutado un par de meses antes, en Survivor Series 1990. Su mánager, por el momento, es Brother Love Bruce Prichard. Poco tiempo después, en The Brother Love Show, se presentaría la figura de Paul Bearer
Taker llega haciendo daño, pues expulsa del ring a dos de los favoritos de la afición: Bret Hart y Bushwhacker Butch, uno de los Sacamantecas. La derrota del canadiense resulta especialmente espectacular, pues Taker lo levanta en peso agarrándolo del cuello para sacarlo por encima de la tercera. Me da la sensación de que, en general, las fuerzas del bien están en desventaja durante esta batalla, quizás porque WWF lo deja todo en manos de Hulk Hogan, aunque en ocasiones debe resultar frustrante para la afición. El Enterrador expulsa a un tercer héroe: Texas Tornado (Kerry von Erich), si bien es lanzado por encima de la tercera poco después, por el trabajo combinado de Hawk y Animal, los Road Warriors (The Legion of Doom en WWF). Un par de rudos aprovechan la ocasión asimismo para hacer lo propio con Hawk.
Gran pop del público en la eliminación del Taker. Es gracioso ver al joven Shane McMahon, en el papel de referee, intentando sacar al Deadman del escenario; quién le iba a decir que 25 años después se enfrentarían en WrestleMania.
Con el número 18 no sale nadie, para decepción del público. Después de revelados los 30 participantes, queda claro que el que se ha quedado fuera es Randy Savage. Los presentadores se preguntan si sufre alguna lesión, mas sabemos que la cuestión está relacionada con su participación en la lucha entre Warrior y Slaughter. Randy había huido del lugar debido al peligro que corría. Esto le llevó a luchar contra el Último Guerrero en WrestleMania.
Me sorprende el pop que recibe Shane Douglas, luchador cuyo paso por WWF no recuerda nadie. Otro tipo amado por todos es Jim Duggan, que hace acto de aparición, así como Earthquake, uno de los principales malos del momento en la empresa, que seguía insistiendo en la fórmula "Hogan vs bestia obesa en bañador de señora mayor". Con el número 24 entra al ring el ídolo, Hogan, y el estadio se viene abajo. A partir de aquí, el ring lleno empieza a vaciarse poco a poco. Mientras que Earthquake expulsa a los chicos buenos, Hulk hace propio con los malos. Hay que decir que la mayoría de los participantes nuevos son rudos. Con el número 30 entra Tugboat
Douglas es eliminado en su disputa con Brian Knobbs, de los Nasty Boys, que había entrado un poco torpe, cayéndose, como si hubiera bebido, pero que tiene un papel importante en el match. Quedan nueve hombres en el ring, y entre ellos, sólo Hulk, Jim Neidhart y Davey Boy Smith, el British Bulldog, son realmente queridos por el respetable. Tugboat, en ese tiempo, estaba haciendo equipo con Hulk, enfrentándose en varios match a Earthquake, mas recordemos que, durante el año, el Marinero Tarugo traicionaría al Inmortal expulsándolo de una Battle Royal y formando equipo con el Terremoto. No es de extrañar, porque aquí ya saltan chispas (ha sido abucheado al salir). Hulk lo elimina.
El Bulldog y Hogan se quedan solos ante cuatro rudos, si bien estos no gestionan bien su superioridad. El inglés echa fuera a Hakú, y se enfrenta en solitario a Rick Martel mientras Earthquake y Brian Knobbs le pegan una paliza al Hulkster. Davey expulsa a Martel, que fija un nuevo record de tiempo dentro de un rumble, pero para entonces los otros dos rudos ya han dejado grogui a Hulk, así que se lanzan a por él y lo eliminan sin resistencia. Continúan, pues, con su paliza sobre el bigotudo, aplastándolo varias veces con el peso de ambos. No en vano, todas las ediciones hasta el momento han acabado de la misma forma: dos heels pegándole a un face, que finalmente contraataca y se lleva la victoria. Esto es lucha libre de dibujos animados. Hogan entra en modo "baile de San Vito", y deja de vender los ataques de los rivales. Se levanta, golpea con doble Clothesline, y elimina al Nasty Boy con un Big Boot. Se queda sólo con el obeso canadiense y ataca, mas cuando lo levanta en peso para aplicar Body Slam, este cae sobre su cuerpo, pues el peso resulta excesivo para él. Eartquake se lanza de nuevo con planchas, y aplica un potente Power Slam, lo que no le sirve de nada, porque Hulk resucita de nuevo, ahora con su ataque definitivo. Para los golpes del rival, aplica tres puñetazos, Big Boot y busca Leg Drop. Como Eartquake no cae, lo agarra y lo tira con un Body Slam que, ahora sí, consigue aplicar con éxito. Después de eso, su oponente es presa fácil, y se va a la calle. Victoria para Hulk Hogan, para variar.
Batalla bastante aburrida, en general, con algunos buenos momentos. El final es paródico, pero es bueno en cuanto a la historia que se cuenta. Las historias, entonces, eran simples e infantiles, pero funcionaban bien. Las heroicidades de Hogan tienen grandes reacciones, y las ejecuta a la perfección. Hondea, tras la batalla, la bandera americana. El traidor Sargento Slaughter debe temerle.
Puntuación: **3/4
sábado, 27 de enero de 2024
WWF Royal Rumble Match 1991
sábado, 30 de diciembre de 2023
Bray wyatt vs LA Knight, WWE Royal Rumble 2023
Especial fallecimiento de Bray Wyatt
Decía yo que quería ver en este pequeño especial sobre el fallecimiento de Bray Wyatt, algo de su último run en WWE. Este se resume en su rivalidad con LA Knight, pues, que yo sepa, la única lucha televisada en la que participó después de su regreso fue la que mantuvo con el anteriormente conocido como Eli Drake en Royal Rumble. Eso sí; más allá de ese combate, pues en general, la calidad arriba del ring no es el fuerte de este personaje, el show que trajo a la empresa en su regreso volvió a ser, una vez más, realmente entretenido.
Wyatt salió de WWE a mediados de 2021, dejando su historia con Randy Orton y con Alexia Bliss un tanto desangelada. En esos tiempos, tras la pandemia de COVID, daba la sensación de que no iba a quedar nadie para luchar en WWE, pues todo el mundo se iba. Vince McMahon había hecho cambios importantes en su directiva; había traído de vuelta a la vieja guardia, y se alejaba de todas las políticas desempeñadas durante los años previos, que incluían vaciar el mercado de talento. A partir de 2020, digo, se olvidó de AEW y de cualquier competencia, y empezó a echar gente. Wyatt, un tipo con una capacidad creativa enorme, pero también con problemas psicológicos enormes, debió encontrar un ambiente hostil para el desarrollo de su loco personaje, o quizás se vio afectado por el despido de su hermano, Bo Dallas. Sin embargo, en 2022, las cosas en la compañía parecían distintas, y tras una conjura contra el jefe, este había desaparecio de escena un tiempo, como paso previo a la sorprendente venta que algún día comentaremos. El caso es que, a finales de año, volvió, y lo hizo, de hecho, junto a su hermano, aunque no llegara a revelarse la identidad de este en ningún momento, dado que la historia que lo incluía falleció junto a Bray.
En otoño de 2022, Bray volvió, avisando de que, por primera vez, iba a hablar el Bray real (un clásico del negocio). Mencionó sus problemas de salud mental, por todos conocidos; y lo mucho que había perdido al irse. Todo parecía real hasta que apareció una extraña máscara en la pantalla. Seguía siendo el personaje loco de siempre; ciertamente eso no quiere decir que no se esté expresando el Bray real, puesto que el personaje en sí mismo es una creación nacida en la mente irregular del pobre Windham Rotunda, mas, obviamente, todo era una storyline.
Bray seguía estando loco, y seguía advirtiendo presencias a su alrededor. Por doquier, aparecía este extraño personaje trajeado y enmascarado, cuya identidad, tal y como se supo posteriormente, era la de Bo Dallas. En medio del desarrollo de esta nueva esquizofrenia, se metió LA Knight, que se atrevió a agredir al depresivo Bray. Obviamente lo pagó caro, pues empezaron, como consecuencia, a ocurrir "accidentes" detrás de los cuales parecía esconderse el enmascarado Uncle Howdy.
Como decía al principio, LA Knight no es otro que Eli Drake, un luchador que podríamos considerar un original de TNA, pues es en esa empresa donde ha desempeñado la mayor parte de sus éxitos. Estuvo, de hecho, bajo la órbita de WWE varias veces; primero, durante la década de los 2000, llegando a jobbear en programas de Heat, y después, durante la década de 2010, haciendo lo propio en Next. Es raro que en ninguna ocasión la empresa se interesara por él, pues parece un tipo hecho a su medida. De hecho, tuvo contrato con WWE, pero fue despedido en cuestión de meses. En 2015 firmó con TNA, y allí se convirtió en uno de los luchadores más importantes de la promotora, ganando títulos y participando en historias y peleas de nivel, y llegando a ser Campeón Mundial.
Su paso por TNA coincidió, eso sí, con el declive de la compañía y con su rebranding a Impact Wrestling, recientemente desecho. En 2019 abandonó, firmando un contrato con la nueva NWA de Billy Corgan, y convirtiéndose en una de las estrellas de su nuevo programa, Powerr. En 2021, finalmente, llegó a WWE, y desde entonces, no ha parado de crecer, aunque esté en camino de los 42 años de edad.
Pero, obviamente, es uno de esos malos que gustan en ese sitio: cobardes, buenos con el micro, capaces de contar una historia, y en un buen estado físico. En su feudo con Bray, eso ayuda: todo el mundo espera que el loco le meta una buena paliza. Después de varios meses de promos y de apariciones sorpresa de Uncle Howdy, se ven las caras en uno de los grandes eventos del año: Royal Rumble. Pero, como suele ocurrir con Bray, y como de hecho le pasaba a Undertaker en su juventud, el combate es malo, corto, y con una reglamentación extravagante.
A finales de 2022, se anunció que la lucha sería un Mountain Dew Pitch Black Match, que, según Bray, significaba que la lucha sería en la oscuridad. En definitiva, es una lucha que promociona una bebida fluorescente, y lo hace pintando el cuerpo de Bray con tatuajes que se ven en la oscuridad. También hay otros efectos por el escenario. Me parece que, estéticamente, no está mal, pero me resulta del todo irrelevante. La lucha es una brawl simplona, que goza de un gran ataque sobre las mesas de comentaristas potenciando por las salpicaduras de líquido fluorescente. Después de eso, sobre el ring, Bray gana con suma facilidad a través del Sister Abigail. Me da la sensación de que la duración del match se vio reducida drásticamente por problemas de tiempo.
Tras la lucha, y gracias a la conjura de Uncle Howdy, Bray se convierte en un verdadero monster heel que persigue sin remisión a Knight. Le ataca entre el público, y convoca a Howdy para que este vuele sobre su enemigo con un codazo volador desde un par de metros de altura. El spot está bien, si bien no entra dentro del match, y por eso no aporta nada a su puntuación.
Después de esta rivalidad, Bray había comenzado una nueva confrontación, en este caso frente a Bobby Lashley, con quien estaba destinado a mantener una lucha en WrestleMania. Como todos sabemos, eso no llegó a ocurrir dada su enfermedad.
Puntuación: **1/2
sábado, 18 de febrero de 2023
30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
Seguimos hablando sobre Royal Rumble 2023. Tras comentar la fantástica batalla real de 30 hombres, ocurrida al principio del programa, hacemos lo propio con la versión femenina. La historia de The Bloodline debe ocupar el main event, porque es el lugar en el que WWE tiene metido su dinero, así que este año los Rumbles hacen de teloneros, lo que no implica necesariamente un descenso en su calidad. Ya vimos que el de hombres estuvo muy bien; ¿seguirá el de mujeres la misma senda?
No, el Rumble femenino resulta este año claramente inferior, si bien no está mal tampoco. Las cosas buenas, sobre todo, están reservadas para el final de la batalla, lo que implica que buena parte de esta resulte bastante irrelevante. Con el número uno entra Rhea Ripley, miembro de Judgment Day, que se muestra renqueante tras su altercado con The Glamazon. Su contrincante inicial es Liv Morgan, una chica que ha tenido un gran protagonismo en los últimos meses en la empresa, por algún motivo que desconozco. Varias rubias random entran al ring sin aportar mucho. No es hasta que llega Bayley que pasa algo; su capacidad de actuación vale más que las habilidades físicas del resto de participantes juntas. Pronto se junta con las chicas de su stable, Damage CTRL, y entre las tres limpian bastante el ring, que es algo que venía haciendo falta. Poco después hace su entrada Becky Lynch, que se encuentra en plena rivalidad con ese tridente, y se mata con ellas, después de ser apalizada dentro de una steel cage en el programa de Raw de 30 Aniversario. Como producto de la batalla, las cuatro quedan fuera del ring. Y asimismo ocurre con Shayna Baszler y Natalya, que se encuentran meses después de que la primera le rompiera la nariz a la segunda con un rodillazo.
Uno de los grandes momentos de la batalla ocurre con la entrada de Asuka, que produce uno de los mayores pops de la noche. Su pintura facial es genial, se parece más a la Kana original. Asimismo es convocada al ring Michelle McCool, que estaba entre el público con su niñas, las "minitaker". Parece sorprendida, pero entiendo que es parte del kayfabe, guardado para sorprender a las chiquillas. Se conserva mucho mejor que su anciano esposo, en cualquier caso. Posteriormente hace su regreso Chelsea Green, después de su paso por otras promotoras, tan sólo para ser eliminada en pocos segundos por Rhea, batiendo records negativos. Y también participan en la batalla mujeres poderosas como Raquel Rodríguez o Piper Niven, que hacen un gran papel. Todo continúa sin grandes novedades hasta la entrada, con el número 30, de Nia Jax.
Nia Jax es una mas de entre tantos luchadores y luchadoras que desaparecieron del roster de WWE durante los últimos años de Vince McMahon en el poder. La verdad es que esos problemas han permitido a Triple H producir muchos regresos sorprendentes durante su dirección de la parte creativa de la empresa. Ahora vuelve la deslenguada samoana, que es esperada en el ring por el resto, que la miran desafiantes, dado su historial. Todas van a por ella, pero se las quita de encima: es la más poderosa. No obstante, se enfrenta sola a once mujeres, que finalmente se imponen: recibe varios finishers antes de ser eliminada por el trabajo en equipo de todas ellas. Fracasa en su regreso: las otras once se jugarán la victoria. Y la cosa alcanza una velocidad mucho mayor ahora: por fin. Ahora sí hay batalla y eliminaciones. Raquel Rodríguez elimina a Lacey Evans y tiene una gran confrontación con Asuka. La hispana obtiene reaccionas muy buenas por parte del público. Posteriormente, se enfrenta a Piper y la derrota, poco antes de caer a manos de Rhea. Nikki Cross es eliminada por Morgan cuando tenía en sus manos a Asuka, y tras eso, sólo quedan tres participantes sobre el tatami, que batallan en una triple amenaza: Asuka, Live Morgan y Rhea Ripley. Su duelo se traslada a la parte exterior del ring, tras las cuerdas. Asuka dispara su pintura sobre Ripley, pero esta lo esquiva, de tal manera que la reciben los ojos de la rubita. Rhea zancadillea a a Asuka, lanzándola fuera del ring de una manera muy parecida a la acción que le dió la victoria a la japonesa en el primer Rumble femenino, el de 2018, ante Nikki Bella. Morgan ataca y Rhea resbala, sosteniéndose in-extremis, a pocos centímetros del suelo. Ahí, con las piernas, agarra a su rival, proyectándola hacia ringside. De esta manera, Rhea se convierte en ganadora del Royal Rumble 2023, siendo la tercera persona en ganar un Rumble saliendo con el número 1 (Después de Shawn Michaels y el innombrable Chris Benoit).
Como digo, la lucha tiene un final bastante bueno; más que decente, aunque es cierto que buena parte de ella es un poco conservadora, salvo por un par de rivalidades notables que producen interesantes interacciones arriba del ring.
Puntuación: ***1/4
domingo, 5 de febrero de 2023
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2023
Ha tenido lugar el evento Royal Rumble de WWE, ese show anual que, desde mi infancia, ha supuesto uno de los momentos más esperados en cada temporada luchística. En él tenemos las dos batallas reales que configurarán dos de las grandes batallas de WrestleMania, y en las que siempre hay sorpresas. Vamos a ver ambas.
Recordemos la situación de WWE. Triple H se ha hecho con el poder creativo en la empresa después de que su dueño y creador, Vince McMahon, tuviera que dejar sus cargos prácticos debido a los líos de faldas y administrativos en los que se metió. Se ha comentado, últimamente, que podría regresar, dado que ha llegado a acuerdos económicos que le librarán de toda responsabilidad, tal y como lleva haciendo toda su carrera en casos mucho más graves, como el del presunto asesinato cometido por Jimmy Snuka, o el del presunto acoso hacia luchadores cometido por Pat Patterson. Cuando eres rico, todo se queda en "presunto", y puede ser que Vince quiera aprovechar esa condición para volver a hacerse cargo de los designios de su empresa. Con tal fin, se rumorea que podría venderla, a cambio de asegurarse el poder creativo bajo la nueva administración. Veremos que pasa con eso, mas tenemos la oportunidad, mientras tanto, de observar un Royal Rumble organizado por el equipo de Triple H, que en mi opinión resulta ser uno de los mejores en términos luchísticos de la historia. No tiene muchas sorpresas en lo relativo a los personajes involucrados, pero incluye muchas historias y momentos en su interior, y eso es clave en una batalla de estas características.
El primer pop de la noche, en tanto que la batalla real masculina abre la velada, tiene lugar con la llegada de Pat McAffe. Pensé que iba a participar en el Rumble, pero no es así: se une a la mesa de comentaristas. Comienza el juego.
El comienzo en un acierto, pues enfrenta a Sheamus y Gunther, dos tipos que han mantenido una furibunda rivalidad encabezando a sus respectivos stables. La participación de Walter llegará a ser legendaria, más allá de lo que cualquiera podría haber esperado viéndolo luchar en Alemania hace unos años. Esto no habría pasado con Vince. El tercer participante es The Miz, que con su talento interpretativo, aporta cositas valiosas durante los pocos minutos que aguanta en el ring. Vacila al entrar, ante la presencia de semejantes animales. Su eliminación posterior, la primera de la batalla y única durante muchos minutos, es asimismo destacable: Johnny Gargano lo coloca sobre las cuerdas en posición perfecta para que Sheamus lo golpee con su lluvia de puñetazos, un ataque que implica interacción con el público y que por tanto es valioso. Tal es su poder y su número, que The Miz queda listo para sentencia. Una Superkick de Johnny, seguida de una Bicycle Kick del irlandés, dan con su piel en tierra.
The New Day (Kingston y Woods), se unen en la batalla, para atacar a sus rivales en equipo y protagonizar algún que otro segmento cómico. Por desgracia para el veterano Kofi, por segundo año consecutivo falla en su intento de realizar un spot impresionante en la batalla, y cae al suelo cuando debería haber aterrizado sobre una silla sujeta por su compañero ya eliminado. Este error cambia el rumbo de la batalla, mas no creo que resulte muy importante. Cuando esta empezaba a resultar un poco aburrida tras llenarse de luchadores, empiezan a pasar cosas.
Drew McIntyre se une a la contienda, para formar un gran equipo con Sheamus. Ambos, poderosos guerreros de origen bretón, provocan el caos, encontrando en primera instancia tan sólo la resistencia de Gunther. Pero, coincidiendo con la expulsión de los New Day, llega La Bestia, Brock Lesnar, para combatir a Drew y su blanquito amigo. Tras librarse de ellos, elimina a varios enemigos, limpiando un poco el ring, en el que sólo permanecen, aparte de Gargano, los animales Sheamus, Drew y Gunther. El austríaco protagoniza un careo con el excampeón de UFC, en lo que es un entremés de la pelea más esperada del siglo. En esta ocasión no hay mucho tiempo para eso, porque llega a la batalla Bobby Lashley, quien se encuentra en medio de una rivalidad con Lesnar que les llevará a luchar en WrestleMania, presumiblemente. El ring se llena de músculos, como si esto fuera un Rumble propio de la era Ruthless Aggression. Para preparar ese encuentro, el Superman Moreno realiza la gesta de eliminar a Brock, para sorpresa de todos. Este reacciona con violencia, rompiéndolo todo y atacando a todo el mundo, incluido Baron Corbin, que llegaba en ese momento. Adam Pearce y el resto de los agentes de WWE consiguen convencer a Lesnar para que se vaya, y entonces aparece Seth Rollins, porque parece ser que Triple H no quiere permitir que haya un segundo de aburrimiento aquí. Lo primero que hace es subir al ring a Corbin para eliminarlo al instante.
Suena la música de Rey Mysterio, mas la leyenda mexicana no aparece. A continuación, el que lo hace es su hijo, el cobarde y traidor Dominik, portando la máscara de su señor padre, y rompiéndola. Parece ser que así ha querido WWE enmascarar una lesión del Colibrí, bajo storyline. La presencia del adolescente será destacada; mucho más que la de Lashley, que es eliminado rápidamente por Rollins. Mientras tanto, Sheamus y McIntyre siguen dominando, eliminando a Elias tras una doble patada. Me gusta mucho esta pareja.
Se une a la pelea Booker T, lo que resulta para mí una grata sorpresa. Creo que es uno de esos luchadores que se mantuvieron en forma el suficiente tiempo como para haber seguido contando historias, pero que no fueron utilizados por WWE por su falta de talento para aprovechar su propia cultura. Protagoniza el 6 veces campeón mundial sus principales spots y su ruleta a la perfección, antes de ser eliminado por Gunther. Tras él, llega al ring Damian Priest, para unirse a Dominik y Finn Balor y completar el equipo de Judgment Day. La creación de este stable por parte de Edge me resultó muy interesante, dada la habilidad de este para transmitir, mas sin él, no los he seguido mucho. Creo que un stable no es nada sin un líder carismático, y desde luego Balor no lo es. Los papeles de Dominik y Rhea Ripley me gustan, y creo que Priest es un correcto Power House para un grupo de rudos, pero el líder no es correcto. En cualquier caso, suena la legendaria música de Edge que regresa a la acción después de que él y su mujer, Beth Phoenix, sufrieran graves daños durante un I Quit Match en Extreme Rules, en octubre. En otro de los grandes segmentos de un Rumble que no para, The Rated-R Superstar consigue eliminar a Balor y Priest, antes de que un forcejeo con Dominik fuera aprovechado por los malos para echarlo fuera. Edge y Judgment Day luchan por el estadio, hasta que Ripley aparece para atacar al canadiense. Tras eso, es la legendaria Beth Phoenix la que llega en auxilio de este, más fuerte que nunca, noqueando a su enemiga con un Spear. Los agentes vienen de nuevo para tranquilizar la situación, aunque me da la sensación de que uno de ellos se lesiona la pierna al correr. Hay que calentar antes de hacer ejercicio...
Tanto la participación del Rumble como las historias que se cuentan en él son muy dignas de elogio. WWE tiene ahora mismo un roster muy veterano lleno de gente de nivel, que quizás no causa tanto interés en el público como sus homólogos de hace 20 años, en tanto que nada lo hace hoy en día debido a la gran variedad de alternativas de ocio existente, pero no se puede negar su talento. Llega el gigantesco Omos para destruir a todo el mundo, y tras él hace lo propio Braun Strowman, uno de los hombres que han regresado a la empresa gracias a la gestión de Triple H. Hunter fue capaz de vender a los jeques de Arabia Saudita el enésimo enfrentamiento de gigantes, estipulando una lucha entre estos dos hombres en Crown Jewel, y finaliza ese storyline aquí. Strowman es capaz de expulsar a Omos, mucho más grande que él, pero también más verde en términos luchísticos. Después de eso hace su aparición Ricochet, quien, parece ser, está haciendo equipo últimamente con The Monster among Men. Es una de esas parejas que forma WWE cuando no sabe qué hacer con dos de sus luchadores, lo cual en muchas ocasiones provoca cosas interesantes. Drew McIntyre y Sheamus continúan juntos en la batalla , sin roces, enfrentándose a Strowman y Gunther, quien consigue, sorprendentemente, eliminar a ambos. Los dos perdedores se quedan anonadados, pero esto no para. Es el turno de Logan Paul.
Paul es el influencer que se está haciendo grande en WWE. He comentado sus primeras luchas en la empresa; tengo que acabar el post que empecé a escribir hace unas semanas sobre la tercera, ante Roman Reigns por el título mundial. A pesar de que en esas luchas parecía haber recobrado el amor del público, aquí recibe abucheos, y de hecho es atacado en masa por sus compañeros. El Power Slam que le propina Strowman, es muy celebrado por el público. Esto ocurre antes de que con el número 30 entre en escena el gran Cody Rhodes, lesionado hace unos meses durante su rivalidad con Seth Rollins. La reacción del público no es lo suficientemente potente, porque era un regreso de lo más esperado, pero de nuevo, es un momento potente en términos de puesta en escena. Se cierra, así, la genial lista de participantes de esta batalla.
Dominik se enfrenta a él, aplicando los tres amigos de Eddie de manera burlona. Recordemos que la primera storyline en la que participó en la empresa involucraba una guerra por su paternidad entre Eddie y Rey, cuando era muy pequeño, y parece ser que la va a utilizar en sus próximas historias. Mucha gente se ha enfadado, diciendo que es de mal gusto, incluyendo a Vicky, la viudad de Guerrero. En fin, aquel feudo de 2005 ya en sí mismo era de muy mal gusto; no es mucho mejor utilizar a niños que utilizar a muertos. Todos ellos, los que lo hacen y los que se quejan, han ganado mucho dinero con este tipo de propuestas; no sean cínicos ahora, sólo porque los dólares no llegan a sus bolsillos.
Ricochet protagoniza, junto a Logan, uno de los grandes spots de la noche. Cada uno salta desde una cuerda, desde el lado contrario del ring, chocando en el aire en medio de este. Resulta asombroso; el choque entre el highflyer con mayores capacidades físicas que yo he visto nunca, Ricochet, y este chico que está empezando y que demuestra que su físico es capaz de todo. Cody se enfrenta a la paeraj de Braun y Ricochet, que acaban fuera del ring, de tal manera que sobre este permanecen tan solo cuatro luchadores: Cody, Austin Theroy, Seth Rollins y Gunther, que salió, recordemos, con el número 1, como hiciera el olvidado Chris Benoit en 2004. Tras la eliminación de Austin, ROllins y Cody se ven las caras, recordando su violenta rivalidad, ocurrida durante la primavera. Gunther intenta meterse por medio, así que recibe Pedegree de ambos. Vuelven, así, los dos grandes rivales a enfrentarse, pues es eso lo que esperan las grandas. Después de un buen intercambio, cuando el Arquitecto está a punto de aplicar el finisher creado por Triple H sobre Rhodes, aparece Logan Paul, que descansaba en ringside tras su choque con Ricochet, para eliminarlo. Mira al símbolo de WrestleMania y promete su presencia en el evento, con gesto de burla contra el público. Este se alegra mucho cuando recibe el Cross Rhodes y es eliminado. Queda para la historia la batalla final entre el hijo de Dusty y el enorme Walter.
Uno de los grandes problemas de los Rumbles recientes es que han tenido finales muy poco competidos. No ha habido drama en su resolución. En este no ocurre eso: la pelea entre los dos finalistas es antológica. Supongo que eso es así gracias al hecho de haber puesto la pelea al principio de la noche: no había tanta prisa como otras veces. La verdad es que todo el mundo sabía que Cody ganaría, mas eso noquita relevancia al enfrentamiento. Después de permanecer sobre el rin durante una hora y once minutos, Walter es capaz de dominar y aplicar ataques extraordinarios sobre el rubio de bote. Sus chops sobre su pecho dan miedo, sobre todo sabiendo que la lesión que Cody ha sufrido tiene relación con su pectoral. The American Nightmare aplica movimientos propios de su hermano, muy agradecidos por cierto, y sin embargo sigue sufriendo las animaladas del europeo. Este le aplica una Sleeper fuera de las cuerdas, poniendo en peligro su resistencia, pero no consigue librarse de él. Cody aplica Cross Rhodes, y lanza a Gunther fuera del ring con un Clothesline. Victoria para él, que se convierte, presumiblemente, en el próximo rival de Roman Reigns, si no ocurre nada en los meses previos a WrestleMania que lo impidan.
Gran batalla; salvo unos minutos al principio, es una pelea que no tiene puntos flacos. La participación es de mucho nivel, a pesar de que no están en ella luchadores como Roman Reigns, Randy Orton, AJ Styles, Sami Zayn, Kevin Owens, Bray Wyatt o John Cena. Ahora WWE es capaz de mantener fuera de los Rumbles a luchadores involucrados en otros asuntos sin que la pelea se resienta, lo que habla muy bien sobre la salud de sus trabajadores.
Puntuación: ****1/2
jueves, 5 de mayo de 2022
Razor Ramon vs Bret Hart, WWF Royal Rumble 1993
Especial fallecimiento de Scott Hall
Hace unas semanas, conocimos el fallecimiento del legendario miembro de la NWO Scott Hall. Esta muerte a mí me pilló un poco por sorpresa; no estaba muy al tanto de su estado de salud. Vamos a comentar un par de luchas en honor de su carrera.
Hall era un hombre relativamente joven (63 años), y muy activo. Si bien durante toda su carrera tuvo muchos problemas con el alcohol y las adicciones, lo que le llevó a vivir varias situaciones poco profesionales, se encontraba bien; tenía un contrato de leyenda en WWE, y hacía apariciones esporádicas junto a sus compañeros Hogan y Nash. En 2015, tuvo la oportunidad de participar en la lucha entre Sting y Triple H de WrestleMania, en la que se dio un icónico encontronazo entre la NWO y D-Generation X, que si bien no gustó a algunos, ha demostrado ser única en su especie, pues tras la muerte de Hall, nada parecido podrá volver a pasar. Además de eso, fue inducido en dos ocasiones al Salón de la Fama de WWE: primero, de manera individual, por su trabajo como Razor Ramon (2014) y segundo, como parte de la NWO (2020). Su muerte sobrevino de una manera totalmente inesperada: como consecuencia de una operación de cadera, que si bien es algo rutinario, incluye ciertos riesgos. Tras su finalización, un coágulo de sangre provocó varios infartos al luchador, resultando en su muerte. Descanse en paz.
Hall pasará a la historia por su trabajo durante la década de los 90; primero, en WWF, como el citado Razor, que llegó a ser uno de los principales main eventers de la compañía; y en segundo lugar, con su nombre real, en WCW, como parte de los Outsiders y de la NWO. Cuando la WCW cerró, llegó a WWE; donde tuvo una breve etapa reformulando la storyline de la NWO, y posteriormente, trabajó en TNA. En 2016 tuvo su última lucha, para la empresa independiente F1rst Wrestling, en la que derrotó a Chuck Taylor. Para este breve especial, me gustaría revisar dos luchas: una perteneciente a su primera etapa en WWF, y otra perteneciente a su última etapa en WCW, esto es, una por cada anillo.
Realmente, cuando uno piensa en los miembros de NWO, sólo puede recordar promos, intervenciones, palizas... Poca lucha. Y es cierto que, en cierta medida, se puede decir que la carrera in-ring de hombres como Hall y Nash, acabó cuando formaron los Outsiders, más allá de algunas honrosas excepciones, alguna de las cuales comentaremos por aquí. Sin embargo, hasta entonces, la opinión general sostenía que Hall era un muy buen luchador.
Y es que es un tipo que había luchado en la AWA y en la New Japan, dos promotoras con buenos estándares luchísticos. No era un saco de músculos sin conocimiento. Tras algunos años en la carretera, y después de varias pruebas, en 1992 consiguió firmar con WWE, tras interpretar un clásico rol de guaperas en WCW durante un tiempo. En la empresa de McMahon recibió el nombre de Razor Ramon, una especie de matón cubano basado en la película Scarface. La verdad es que no pasó mucho tiempo hasta que el luchador despegó; pues pronto empezó a ocupar lugares importantes en la cartelera. En WWF tendría sus míticas luchas de escaleras frente a Shawn Michaels, y varios buenos combates ante Bret Hart. Ramon llegó a ganar cuatro veces el Título Intercontinental.
Hay que tener en cuenta que, si bien la gente lo conoce por su rol como parte de NWO, detrás de bambalinas, en WWF, formaba parte de un stable mucho peor: The Kliq, un grupo de abusones y acaparadores en el que también estaban Shawn Michaels, Triple H, Sean Waltman y Kevin Nash. Posiblemente, buena parte del éxito de todos en WWE se debiera al poder en vestuarios que tenían, un poder que creaba un mal ambiente obvio que a Bret Hart no le gustaba nada. De todos modos, en 1997, la mayoría de ellos estaba ya en WCW, y Shawn acabaría lesionado, así que WWE pudo girar en otras direcciones sin las ataduras que luchadores con demasiado peso ejercían. Ese aumento en la elasticidad le favoreció a la hora de ganar las Monday Night Wars.
Ya hemos comentado en alguna ocasión luchas buenas de Hall. Su lucha de escaleras de WrestleMania ante Michaels está en el blog, aunque no me parece tan buena vista hoy en día. Para celebrar su vida, yo prefiero comentar un combate excelente que mantuvo frente a Bret Hart en Royal Rumble 1993, evento en el que fue el retador al WWF Championship, en manos del canadiense.
Pues sí; estábamos en enero de 1993, y Hall ya era retador. Hart, tras su rivalidad ante Ric Flair, se había consagrado como main eventer y como campeón, si bien aún tendría que ver, unos meses después, cómo su título acababa en manos de un regresado Hulk Hogan. No obstante, este enfrentamiento a principios del 93 parece un preludio de lo que serían los siguientes años en WWE. Razor Ramon perseguía el título que estaba en manos del hombre de rosa.
Esta es la lucha más importante en la carrera de Scott hasta el momento. Bret, por su parte, cuenta con la presencia de su familia, incluyendo al tío Stu, en las primeras filas. Bret le regala sus gafas a un niño, y Ramon trata de hacer lo propio, a su manera: le tira un palillo de dientes que lleva en la boca. Así, comienzan las acciones, con dominio de Razor, que es mucho más grande que su oponente. Sin embargo, el canadiense se revuelve y comienza a aplicar su clásica rutina contra la pierna del oponente, que incluye una Figura 4, aprovechando el fin de la carrera de Flair en la empresa de Vince (participaría en el Rumble la misma noche, y se jugaría su continuidad en la empresa en el RAW posterior frente a Mr Perfect, si bien ese programa había sido grabado ya).
Bret trabaja bien la pierna del retador, mas no consigue hacerlo rendir. Posteriormente es el falso cubano el que domina, atacando la espalda de Bret, de una manera asimismo notable. No es tan técnico como el canadiense, pero utiliza una serie de movimientos muy pragmáticos para conseguir su objetivo. Razor aprieta la cintura de Bret con un Bear Hug, que puede parecer un movimiento simple, pero que es perfecto para la clase de trabajo que está realizando. A pesar de eso, el campeón consigue librarse de su rival, lanzarlo a ringside, y volar sobre él.
A la lluvia de ataques frontales de Bret le sigue un intento de comeback del rudo, después de que el referee tropezara con los luchadores durante el intento del técnico por acabar el match mediante un Sharpshooter. El poderoso Ramon vuelve a utilizar su fuerza para dominar, y en ese contexto, a la desesperada, Bret tira de técnica. Aplica un par de counters que casi le dan la victoria, y cuando no lo hacen, consigue convertir uno de ellos en Sharpshooter. Esta vez Hall no puede escapar del castigo, y la correa se queda en la cintura del Hitman.
Muy buena lucha; ejecutada con rigor por ambas partes, con buenas reacciones del público. Match muy sólido, sobrio y técnico.
Puntuación: ****1/4
sábado, 5 de febrero de 2022
30 Women Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022
Hace unos días, comentamos el Royal Rumble masculino de este año 2022. Hoy, vamos a hacer lo propio con la batalla femenina, una batalla llena de estrellas del pasado.
WWE creó el Royal Rumble femenino en 2018, cuando fichó a Ronda Rousey, y la hizo debutar tras el fin de la batalla real. Esta, entonces, estuvo plagada de estrellas invitadas, en tanto que el roster de mujeres que tenía la empresa no era suficiente para completar algo interesante. Pero eso cambió.
Durante los siguientes años, firmó a muchas mujeres (y a muchos hombres, pues vació el mercado indy para eliminar la competencia). Por eso, las batallas correspondientes a los siguientes años, contaron con una participación de la casa, que, no nos engañemos, es algo mucho más aburrido: los Rumbles son lugares afines a las sorpresas. Y estas han vuelto este año.
Porque, a partir del comienzo de la pandemia de COVID-19, la estrategia de los McMahon con respecto al talento cambió radicalmente: empezó a despedir a gente sin parar. Vince se había dejado llevar por vicepresidentes que habían puesto gran énfasis en la plataforma WWE Network, y en el talento propio, y no estaba muy contento con eso. Despidió a sus directivos, y cambió el rumbo de las cosas. Firmó un acuerdo con Peacock, para que esa plataforma difundiera u contenido, y echó a la calle a más de 100 luchadores en un par de años. ¿El resultado? WWE firmará el mayor beneficio económico de su historia. Ese viejo avaro no es tonto.
Durante estos años de despidos, muchas mujeres se han ido a la calle, si bien la mayoría de ellas ha encontrado acomodo fuera. Ya no están Billie Kay, Peyton Royce, Mickie James, Chelsea Green, Lana, Ruby Riott, Marina Shafir, Mercedez Martínez, Ember Moon, Mia Yim, Nia Jax, o Eva Marie, entre otras. Y todo ese dinero en sueldos, se va para el bolsillo de Vince y sus hijos.
Por eso mismo, en este Royal Rumble hay tantas estrellas invitadas. Está incluso Mickie James, que es presentada entre aplausos como Campeona de Impact. No entiendo muy bien esta alegría, si, recientemente, ha estado varios años en la empresa no haciendo nada. Por otro lado, esta política de traer estrellas de otras empresas puede ser interesante; es algo que WWE no hace desde hace milenios. Veremos qué consecuencias tiene.
Durante las semanas previas, había dudas sobre la participación de Sasha Banks, debido a sus problemas físicos. De hecho, parece ser que estos han evitado un push en camino de WrestleMania. En cualquier caso, ya sabemos cuál será el main event del gran evento del año; la revancha entre Ronda Rousey y Becky Lynch. Sasha hace unos buenos minutos en esta batalla, pero es eliminada relativamente pronto: probablemente no esté recuperada al 100%.
Entra con el número 1, y su primera rival es una leyenda muy recordada, Melina. La expareja de John Morrison realiza su legendaria apertura de piernas, si bien es obvio que no se encuentra en un estado físico muy bueno. Recibe el respeto por parte de Sasha, antes de caer ante ella. Ambas muestran sus poses clásicas, aunque el duelo no contiene demasiada lucha.
Kelly Kelly también hace su aparición especial, si bien cada año es más difícil de reconocer, debido a la cirugía plástica. También ella cae fácilmente ante la chica del pelo azul. Esta, a pesar de su buen comienzo, no dura mucho en la batalla, mientras comparece gente como Bianca Belair o la Reina del Ring, Zelina. Asimismo se sube al ring, un año más, Michelle McCool, mujer de Undertaker, y la figura de autoridad Sonya Deville. Esta va directa a la mesa de comentarios; no tiene prisa.
La batalla es un poco aburrida en este momento, si bien hay un par de piezas de storyline que animan un poco la competición. Tenemos una nueva sorpresa sobre el ring: Cameron, una de las funkadactyls, compañera de Naomi como bailarina de Brodus Clay, antes de ser despedida de la empresa y realizar declaraciones muy polémicas. Hoy regresa para hacer su papel en la rivalidad entre su antigua compañera y Sonya Deville, que deja la mesa de comentarios y la ataca violentamente. Tras eso, llega al ring Naomi para vengarse.
Carmella llega para tontear con los comentaristas, pero la siguiente participante, la pesadilla Rhea Ripley, no se lo permite. Se enfrenta a ella y a su compañera, Zelina, y las elimina a ambas. Tras esto, llega al ring Charlotte Flair; cuidado con la participación en la batalla, porque a partir de aquí, va a mejorar mucho, y va a contar con grandes campeonas de diversas generaciones.
Sonya, aún eliminada, provoca, a su vez, la eliminación de Naomi. Después de eso, llega la Hall of Famer Ivory, que interpreta su personaje de Right to Censor, que originalmente combatía el descoque de las Divas de vieja escuela. Coge el micro para decir sus tonterías, pero es eliminada por Rhea. Después de ella, es el turno de Brie Bella; mientras su esposo triunfa en AEW, Bella hace su regreso a WWE, como lo hace su hermana minutos después, e incluso la citada Mickie James, que trae la correa de Campeona de Impact Wrestling en su cintura. Nada más entrar al ring, se enfrenta a Michelle McCool, una rival con la que protagonizó una rivalidad muy explícita en su día, y a la que elimina.
No es esta una gran batalla, pero ya vemos que pasan cositas, a diferencia de lo que ocurre con la versión masculina. Con el número 21, se aproxima al ring Alicia Fox, otra excampeona que lleva un par de años fuera de acción, pero que ya participó en RR 2021. Es una mujer muy poco interesante, pero no debe tener mala relación con la empresa, ya que estuvo en ella muchísimos años.
Otra cosita de cuantas ocurren en las llegada de Nikki ASH, la superheroína, que ataca a Rhea por la espalda. Esta chica destacó mucho en la creación de su personaje, pero por lo que veo, ya ha hecho un turn heel, algo muy apropiado para este tipo de personalidades: la bondad cansa. Como el número 25 entra al ring Summer Rae, una mujer que yo apenas recuerdo, pero que estuvo en la compañía hace unos años, y con el número 26 se completa la Bella Army. Las gemelas, que están en buena forma, hacen equipo para eliminar a varias rivales.
Otra sorpresa no muy sorprendente es la de Sarah Logan, una chica que fue despedida hace un par de años, que tenía un personaje salvaje, y que hacía equipo con alguien que está ahora en el ring: Liv Morgan. Se reencuentran, pero son vencidas por las Bella.
La siguiente participante es Lita, la mayor estrella femenina de la Era Attitude en WWE. También ella demuestra un gran estado de forma, y se gana seguir peleando en la compañía, como se verá posteriormente. Elimina a Mickie y se enfrenta a Charlotte.
Continuamos con un duelo de heroínas: Molly Holly llega para enfrentarse a Nikki ASH, que la espera escondida y la ataca de forma violenta por sorpresa, para eliminarla posteriormente. El público no está contento con eso. Con el número 28, llega Ronda Rousey, para estupor del resto de participantes.
La participación en este momento es extraordinaria, porque se enfrentan estrellas de varias generaciones. Brie traiciona a su hermana y la elimina, tan sólo para caer víctima de Ronda. Su amiga Shayna Baszler llega a la batalla, para encontrarse con ella, y así se completa el ring. No llegan, no obstante, a enfrentarse, por las interferencias de otras mujeres. Lita aplica el Twist of Fate sobre Charlotte, aprovechando que los Hermanos Hardy ya han dejado la compañía, y busca el Moonsault, pero acaba siendo eliminada por el Big Boot de la hija de Ric. Esta echa fuera también a Ripley, y aprovecha una gran batalla entre Baszler y Bianca, que ha aguantado en combate durante 45 minutos, para expulsar a las dos. Así, se queda sola frente a Ronda. Gran dominio de ambas.
Estas dos mujeres mantuvieron una gran pelea en Survivor Series 2019 pero, en este caso, su enfrentamiento dura poco. Charlotte se lanza con un Big Boot sobre su rival, pero esta aprovecha el impulso para levantarse sobre las cuerdas, y derrotarla. La exUFC apunta a un enfrentamiento con Becky Lynch en WrestleMania.
No está mal la batalla: ocurren muchas cosillas, aunque el final es decepcionante. Ronda y Charlotte podrían haber hecho algo mucho más emocionante, si bien es cierto que no conozco el estado físico de la primera.
Puntuación: ***1/2
miércoles, 2 de febrero de 2022
30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022
Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.
Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.
Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.
Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.
Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.
Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.
Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.
El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.
Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.
Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año.
Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.
La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.
Puntuación: ***1/4
sábado, 13 de febrero de 2021
30 Women Royal Rumble match 2021
Recientemente, comentamos el Royal Rumble Match de hombres de este año 2021. Ahora, toca hacer lo propio con la batalla real femenina, que me ha parecido un poco peor. Una vez más, el bookeo es muy vago, si es que lo hay. Presenciamos una nueva batalla real que se llena de luchadoras, sin que ocurran grandes cosas.
Comienzan la batalla Bayley, exitosa excampeona de Smackdown, y Naomi. Aunque la primera es una de las favoritas, y dura bastante tiempo en el ring, lo cierto es que acaba siendo lanzada fuera en un momento muy irrelevante. En tercer lugar, hace acto de aparición la ganadora final, Bianca Belair. Nada más llegar, tiene un buen intercambio con Naomi, pues son dos mujeres de grandes capacidades físicas.
Las apariciones se suceden. Hacen acto de aparición de tres leyendas: Jillian Hall, que mantiene una graciosa alianza con Billie Kay (aunque creo que hubiera sido ideal verla cantar, puesto que un Rumble siempre agradece un buen segmento cómico, sobre todo si tira de nostalgia), y Victoria, ya retirada de los encordados, y eso se nota en su forma física; pero merecedora sin duda de un hueco en esta nueva y mejor era para el wrestling femenino. La tercera aparición especial es la de Torrie Wilson, ya habitual en estos Rumbles.
También aparece Alicia Fox, que, en principio, sigue en la plantilla de WWE, aunque no lucha desde 2019, después de haber tenido algunos problemas con el alcohol, y fue movida hace tiempo a la sección de Alumni. Durante la batalla, consigue ganar el 24/7 Championship de manos de R-Truth, aunque lo pierde poco después. Tras ser eliminada, se une a los perseguidores de Truth.
Charlotte Flair se tiene que ver las caras con Lacey Evans, que viene con su padre, Ric, y con su rival del pasado WrestleMania, Rhea Ripley. Por su parte, Nia Jack y Shayna Baszler se unen para hacer equipo, y limpian la casa, incluyendo a la prima y anterior compañera de Nia, Tamina. Jax, finalmente, traiciona a su compañera, y pierde su ventaja demasiado pronto.
Lana, que ha sido humillada en montones de ocasiones, siendo lanzada con virulencia contra la mesa de comentaristas por las campeonas en parejas, consigue hoy su venganza, al eliminar a la obesa de origen samoano. Tanto ella como Natalya son expulsadas poco después, para que la victoria final se juegue entre Rhea, Charlotte y Bianca. Finalmente, es esta última la que la consigue in-extremis, al lanzar fuera a Ripley.
No es un mal Rumble este, pero es muy normalito, sin nada especial, aunque con algunas historias entretenidas.
Puntuación: ***1/4
martes, 9 de febrero de 2021
Goldberg vs Drew McIntyre, WWE Royal Rumble 2021
Seguimos hablando sobre el evento Royal Rumble 2021. Además de las batallas reales de hombres y mujeres, este PPV ofreció las respectivas luchas titulares de cada marca, y en una de ellas, hizo acto de aparición una de las leyendas que trabaja a tiempo parcial con la empresa: Goldberg, que se enfrentó a Drew McIntyre por el WWE Championship.
En el tiempo que he estado alejado del wrestling, Sting, tal y como se preveía, firmó con AEW, y se supone que tiene el objetivo de subirse al ring de nuevo. Por su parte, el gigante del basket Shaquille O'Neal, también ha confirmado su idea de hacer lo propio. Se tratan, estos, de dos hombres a los que WWE rechazó, y ahora apoyan a la competencia. Los McMahon, pues, tiran también de leyendas, utilizando a un Goldberg que, creo yo, ya no tiene demasiado impacto.
Los combates en los que puede participar son limitados, y ha perdido ya tantas veces, que no resulta tan atractivo como antes. Sería interesante si WWE lo utilizara para tener una rivalidad con rudos de mitad de cartelera, de esos que destacan más por su boca que por su fuerza, y que, por tanto, no pierden nada al ser derrotados, como Corbin o The Miz. Pero si lo lanzas de cabeza a perder contra Strowman o McIntyre, la verdad es que sólo parece un viejo.
No creo, pues, que la aparición en Royal Rumble de Goldberg sea muy impactante, ni que se pueda comparar al momento en que Sting o Shaquille se suban a un ring. Dicho esto, creo que el combate es bueno, que la empresa cuenta una buena historia de paso de antorcha, en la que una estrella del pasado da su aprobación a una del futuro, así que todo está bien.
Drew ha demostrado ser un gran campeón durante este año de pandemia. Tan sólo me preocupa el hecho de que su reinado no ha contado con público físico, y eso me impide concebir el verdadero efecto que causa sobre la gente. El caso es que festejó su racha de victorias en un programa de RAW, en el que apareció Bill Goldberg, que no pareció muy impresionado por su reinado. No lo ve a la altura de los clásicos, de sus contemporáneos, así que tiene la misión en RR de demostrar que está a la altura.
Drew comienza genial, como loco, pegando un cabezazo, y robándole el Spear a Goldberg. Este sale del ring, y lanza a su rival contra las escaleras metálicas, justo antes de aplicarle un Spear contra las barricadas. Drew acaba muy dolido, y el referee se plantea llamar a los doctores.
El campeón vende bien su dolor en el estómago, y lo seguirá vendiendo durante el match, apoyando las Spears del veterano. Ahora sí, tiene lugar el esperado duelo de Claymores vs Spears.
Drew sobrevive a dos Spears, y al Jackhammer, que Bill ejecuta bastante bien, teniendo en cuenta el tamaño de su oponente, y su edad. El exWCW no se lo puede creer. Falla el siguiente Spear, estrellándose contra el esquinero, y cae derrotado, ante el segundo Claymore.
Ya sabemos que Goldberg puede acceder a un número limitado de formas de combate, pero creo que, teniendo en cuenta esas limitaciones, este está muy bien escrito. Tras el match, se acerca al campeón, le da la mano, y reconoce su posición dominante en el presente de WWE. Drew ha derrotado a Lesnar y Goldberg; casi nada.
Puntuación: ***1/4
domingo, 7 de febrero de 2021
30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021
Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.
Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.
Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.
Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).
La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.
El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.
También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.
En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.
Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.
Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.
En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.
Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.
Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.
Puntuación: ***3/4
miércoles, 4 de marzo de 2020
The Rock vs Mankind, I Quit Match, WWF Royal Rumble 1999
Esta lucha es una interesante brawl, y es paradigmática de la Era Attitude. Marcó el camino a seguir en la empresa.