jueves, 6 de septiembre de 2018

Shawn Michaels vs Shelton Benjamin, WWE Raw 02/05/2005




Seguimos con el especial sobre el 25 aniversario de Monday Night Raw. El siguiente combate que vamos a repasar es el que mantuvieron Shawn Michaels y Shelton Benjamin en mayo de 2005. Seguramente, es la lucha más recordada de benjamin, aunque, en realidad, es muy habitual que luchadores de media cartelera tengan su mejor combate en WWE frente a HBK. No será casualidad.

No hay una historia entre ellos. Esto forma parte de un torneo en busca del retador nº1 al World Heavyweight Championship, en manos, en aquel momento, de Batista. Shawn Michaels se presenta por sorpresa, para alegría de todo el público. Tenemos una lucha inédita aquí.

Es una buena lucha, aunque creo que históricamente sobrevalorada. La historia es que, de pronto, Shawn Michaels baja al mid card, y se encuentra con algo que no esperaba. Benjamin le sorprende una y otra vez por sus capacidades físicas superiores. Michaels no sabe como enfrentarse a eso, y su cara lo refleja bien.

La lucha acaba convirtiéndose en un spot fest, y, poco a poco, se gana al público, que había empezado un poco dormido. El final es genial, con una Sweet Chin Music devastadora sobre un Benjamin volador. Pero, por lo demás, es un entretenimiento normalito.

Puntuación: ***1/4

Bret Hart vs Hakushi, WWF Raw 24/07/1995




Volvemos al repaso que estamos haciendo a las mejores luchas de la historia de RAW, aprovechando el 25 aniversario al que ha llegado el programa en 2018. Para hacer este especial, estamos siguiendo un artículo de Whatculture, en el que la gente de la web elige sus 25 luchas favoritas en los 25 años del show. Ya hemos visto los tres combates que ocupaban los puestos 25 a 23. En el puesto 22, está la lucha entre Bayley y Charlotte por el título femenil de 2017, que ya repasamos en su momento. Así que damos el salto al puesto 21, en el que nos encontramos un combate del año 1995 entre Hakushi y Bret Hart.

Bret Hart ya había sido dos veces Campeón Mundial de la WWF. Era face, y ya era considerado el mejor luchador del mundo, el mejor que ha habido, que hay y que habrá. En esos tiempos, tuvo una serie de combates contra Hakushi, un japonés que estuvo un par de años en la empresa, y que es conocido en su país natal como Jinsei Shinzaki. Es un muy buen luchador, de gran trayectoria, aunque no ha luchado mucho en las grandes ligas. En WWF no había muchos luchadores que pudieran competir de tú a tú con Hart en cuanto a talento, así que estas luchas se disfrutaron bastante.

Ambos disputaron un combate en el primer In Your House de la historia, el PPV genérico que emitía WWF una vez al mes. Pero también tuvieron este combate en RAW, que, efectivamente, tiene una ejecución de mucha calidad. Pero, al mismo tiempo, hay que decir que es un combate simple, en el que Hakushi ataca la espalda de su rival con buen desempeño durante la mayor parte del encuentro, hasta que Hart tiene su comeback final, utilizando buenos ataques a la cara del japonés, y rematándole con su Sharpshooter, sin realizar ningún tipo de ataque previo a las piernas. Es buena lucha, da gusto ver la forma en la que ambos ejecutan los movimientos, pero es un combatito típico de bueno contra malo en programa semanal.

Puntuación: ***

martes, 4 de septiembre de 2018

Kenny Omega vs Kazuchika Okada, NJPW Dominion 2018




Tras 12 defensas titulares, ya no quedaba nadie para hacer frente al gran campeón del IWGP Heavyweight Championship, Kazuchika Okada. Sabre Jr, Naito, Cody, Suzuki, Omega, Tanahashi, Shibata, Marufuji, Bad Luke Fale, Evil y y Sanada, todos ellos cayeron ante la fuerza del Rainmaker. Además, en su anterior reinado, ya había derrotado a Aj Styles e Hirooki Goto. Entre ambos reinados, Okada ha portado el título durante unos 1000 días, y, básicamente, se ha quedado sin rivales.

Ya era hora de que hubiera un cambio en el campeonato. Su mejor rival, Kenny Omega, quizás era la persona que más merecía sucederle. En su rivalidad, No consiguió quitarle el campeonato, pero hubo un empate técnico entre ellos. La primera lucha, en Wrestle kingdom, se la llevó Kazuchika. En la segunda, empataron, y en la tercera, dentro del G1 Climax, fue el canadiense el que se llevó los puntos. Por tanto. si hay alguien que puede vencer a Okada, ese es Kenny Omega.

Y, si hubo un empate en el total de esos tres combates, NJPW decide que el combate definitivo entre ellos sea al mejor de tres caídas. Extraña decisión, porque si han empatado en tres combates, poner tres caídas en una lucha, lejos de ser lo más propicio para forzar que haya un ganador, parece lo mejor para que haya un nuevo empate.

Los combates anteriores entre estos dos habían sido terriblemente buenos. Recordemos que Meltzer le dio a dos de ellos más de 5 estrellas, aunque también es cierto que Meltzer es el padrino de Omega y los Young Bucks. Yo, en realidad, no soy un gran fan de los dos, y aún así, les di muy buenas notas a sus combates. Cuando bookeas una lucha para que sea la mejor de la historia, algo bueno sacas.

Pero, en este caso, he quedado muy decepcionado. Por supuesto, Internet ha vuelto a poner esta lucha por las nubes. Pero a mí me ha aburrido durante una hora, y no es que me sobren.

Hay una gran rivalidad detrás. Hay una historia que contar. Pero en casi ningún momento siento que se cuente nada. Me parece que los dos luchadores son conscientes de que tienen mucho tiempo por delante, y se lo toman con mucha calma. Durante la primera caída, luchan de forma correcta, con buenos movimientos, pero sin que haya un significado subyacente. Pero... es la lucha del siglo, son los dos mejores luchadores que existen, o esa es la historia. Pero eso no lo reflejan en ningún sitio.

Parece que Omega se hace daño en un costado, al caer sobre la barricada, y que eso puede dar un poco de juego. Pero no es así, se le pasa a los 2 minutos, y sale volando sobre Okada, con un movimiento que debería ser lo último que hiciera un hombre con dolor ahí. En fin, la primera caída se acaba con un embolsamiento por parte del japonés, que es una forma de acabar este tipo de matches muy mala. De esta manera, el fin de la primera caída no tiene ningún efecto sobre la segunda, así que el aburrimiento comienza desde cero.

La segunda caída es un poco más de lo mismo. Mejora un poco cuando se introduce una mesa, y se intenta lanzar a Okada sobre ella. Hay algún buen ataque a la espalda del japonés, que recibe un gran DDT en ringside. La guerra comienza en el ring, y Omega se lleva la caída con su One Winged Angel.

La tercera caída parece un poco mejor. Porque, de pronto, la larga duración de las dos contiendas anteriores empieza a pasar factura, y por tanto, a tener sentido. Los finishers de ambos no funcionan: apenas tienen fuerzas para llevarlos a cabo. Están agotados. Omega, recurre a ataques prestados: el Styles Clash de AJ, y el 630 Splash de Ibushi. No funcionan tampoco. Pero, de pronto, olvidan en cansancio y empiezan a pegarse finishers sin parar, hasta que Omega gana, y se convierte, al fin, en IWGP Heavyweight Champion.

Creo que la tercera caída mejora el conjunto de la lucha, aunque ese agotamiento podría haberse aprovechado para contar una mejor historia al final, y no una recuperación milagrosa en base a la voluntad.

Puntuación: ***1/2

lunes, 3 de septiembre de 2018

Taiji Ishimori vs Hiromu Takahashi, NJPW Best of Super Juniors 25 Finals



Hiromu Takahashi volvió a New Japan como una moto, tras un tiempo trabajando en México. Pero no consiguió acabar con la supremacía de KUSHIDA en la división junior. Parecía que podía quedarse en nada, pero llegó su momento. Aunque duró poco.

Takahashi ganó el Best of Super Juniors 25, dando una grandísima final ante Taiji Ishimori. Y se convirtió en campeón de peso junior, al dar otra gran lucha ante Will Ospreay. Y defendió su campeonato en otro enorme combate ante Dragon Lee. Es muy bueno.

Pero Lee, su gran rival en México, acabó lesionándole de gravedad. Llegamos a temer por su carrera, pero parece ser que todo tiene arreglo. Dentro de un añito, más o menos, lo veremos de nuevo dando mamporros. 

Vamos a repasar esa final del torneo anual de peso junior. En ella, Hiromu se enfrentó al recién llegado Taiji Ishimori.

Taiji Ishimori es un clásico de NOAH. Es un luchador de gran nivel, que ha hecho muchas cosas buenas ahí. Su Tag Team con Kenta es legendario. Pero necesitaba nuevos retos. En los últimos años, ha estado en AAA, y en Impact Wrestling, y en New Japan, por la Super J-Cup que hubo en 2016. Debió darse cuenta de las oportunidades de hacer cosas divertidas que hay hoy en día en el mundo del wrestling, frente a lo sobria que es NOAH. Ahora, forma parte de las filas de NJPW.

La empresa promocionó el regreso de Bone Soldier, un personaje que había aparecido tiempo atrás. Detrás del personaje, resultó estar Ishimori, nuevo fichaje de la compañía. Se unió al Bullet Club, por lo que tenemos un duelo entre Club e Ingobernables. Un duelo muy bueno. 

Combate largo e intenso, de 35 minutos de duración. Hiromu se lleva a Taiji entre el público, para golpearle en las gradas. Aprovecha el largo pasillo para darle unas patadas de canguro muy poderosas. Pero, cuando quiere tirarlo por las escaleras con una Power Bomb, este la reversa y lo lanza con unas tijeras, escaleras abajo. Muy buen golpe.

Ishimori domina la mayor parte del combate. Parece imparable. Golpea el cuello y la nuca de forma muy dolorsa para un Hiromu que tiene al público a favor. El del pelo rojo tiene algún que otro comeback, pero nada vale. Ishi aplica mucho castigo y muchas llaves, y consigue conectar en dos ocasiones un Cross Face, y parece increíble que su rival consiga librarse. 

Pero Takahashi no se rinde. Si los Cross Faces de Ishimori son buenos, sus Triangle Shocks no lo son menos. Cuando el dominio del ex-NOAH parece imbatible, de la nada, consigue el ex-CMLL sacar esta llave de MMA. También, en este caso, la llave se cierra durante mucho rato. Pero Taiji se libra, y asesina a su oponente con rodillazos de todo tipo.

Por supuesto, como en todo final de NJPW, los luchadores se matan con ataques enfermos por todas partes. Pero Hiromu conecta una última vez el Triangle Shock. Después de eso, el poderoso Ishimori, que están en un estado físico increíble, cae ante la concatenación de Running Death Valley Driver y el Time Bomb.

Es difícil resumir la lucha, pero me ha parecido una batalla extraordinaria, con estrategias claras, y resistencia heroica. Los dos tienen una gran llave, que aplican tras un castigo muy stiff, perfecto para conseguir la victoria al usar el candado durante mucho rato. No se le puede poner un pero a la rutina ni a la ejecución.

Puntuación: ****3/4

domingo, 2 de septiembre de 2018

Villano III vs Rambo, Cabellera vs Cabellera, IWRG 21/06/2001



Como decía en el anterior artículo que escribí sobre el fallecimiento de Villano III, en este caso, y dada la calidad de este luchador, me apetecía ver una segunda lucha suya. Villano III era muy bueno.

En ese post, repasábamos la lucha de Villano frente a Rambo, con las máscaras en juego, que tuvo lugar en el 87, en el Toreo de 4 Caminos. Y quería ver más sobre esta rivalidad. Aunque ambos volvieron a verse las caras en un máscara vs cabellera en el 93, en Triple A, me he saltado ese paso, y me he ido al año 2001.

No había visto esta lucha, así que tenía curiosidad. Villano III y Rambo se enfrentaban, esta vez, en la IWRG, en la Arena Neucalpan. Villano ya había perdido la máscara ante Atlantis en el Consejo Mundial de Lucha Libre, y aunque todavía permanecía en la empresa, se acercaba al recinto de esta empresa independiente, para verse las caras, de nuevo, ante su gran rival, con las cabelleras sobre la mesa.

Rambo ataca a Villano antes del combate. Pero ya no estamos en el 87. Ahora los dos son técnicos. Por eso, Villano coge el micro, y le reta. Porque cualquiera puede pegar puñetazos, pero él quiere luchar. A estas alturas de la vida, Villano está obsesionado por dar, siempre, grandes luchas, por eso propone luchar a ras de lona.

Y es que, existen reglas no escritas en México, sobre la manera en la que se tienen que llevar a cabo los combates. En una lucha de apuestas, los luchadores se tienen que matar, tienen que demostrar todo su odio. Por otro lado, en una lucha de campeonato, la tradición dice que los participantes tienen que luchar a ras de lona, demostrar sus conocimientos luchísticos, y que merecen ese título.

Villano III quiere saltarse estas reglas, y llevarse a Rambo a su terreno: el llaveo y el contrallaveo. Lo consigue, y durante los 5 minutos que dura la primera caída, esta es de cátedra. Pero Villano Tercero tiene un brazo herido, y Rambo no es tonto. Mientras que el Pantera Rosa se centra en sus piernas, Mendieta le llavea el brazo, y consigue hacer que se rinda. Le sale mal la jugada al Rey Arturo.

Pero lo recupera pronto. Ni siquiera llegamos a ver la segunda caída. Creo que dura 17 segundos. Villano corre a por su rival, y se lo lleva con una Hurracarrana. Resultado empatado.

Rambo está furioso. Se olvida de la regla de luchar a ras de lona, y opta por la violencia, que es su fuerte. Muerde la cabeza de Arturo, y le hace sangrar. Parece que tiene todas las de ganar. Pero ahora es a él a quién le sale mal la jugada. Porque Villano le da de su misma medicina, le raja la cabeza, y se desangra. El rosado aplica un par de ataques más a la cabeza, lo que provoca más sangrado. El referee se preocupa. Viene el doctor, y observa a Rambo, que sólo quiere luchar. Pero se le ve mareado. Intenta subir al esquinero, y se resbala. Tiene un pie en la tumba. El médico aconseja no continuar con la lucha. Pero Rambo se niega, quiere seguir luchando. Al final, el referee tiene que declarar a Rambo no apto, y por tanto, este pierde su cabellera.

Rambo no quiere que sea así, quiere seguir luchando. Villano tampoco quiere ganar de esta manera. Pero no hay manera, porque no hay posibilidad de empate o indulto. Ninguno de los dos puede hacer nada, y Rambo tiene que perder su cabellera.

Por una parte, es una pena, porque estos dos iban a dar otro clásico aquí. Pero la historia que se cuenta es genial también. La situación es muy original, y es una manera legítima de acabar un combate. Porque, ¿Este era, realmente, el final dispuesto? ¿Rambo iba a perder, una tercera vez, la lucha de apuestas ante Villano, o le tocaba ganar? Ni idea. Pero el Rey Arturo sale vencedor de una nueva batalla de apuestas. Muy buena lucha, en cualquier caso.

Puntuación: ****

viernes, 31 de agosto de 2018

Pentagón Jr vs LA Park vs Psycho Clown vs Hijo del Fantasma, AAA TripleManía 26



Ya hemos podido ver TripleManía 26, la edición de 2018 de este enloquecido magno evento de Triple A. Hay algunas cosas que decir al respecto, antes de analizar el main event.

No soy un gran fan de la calidad in-ring de Triple A. Tampoco soy fan de sus bookeos, ni de la forma de trabajar de la empresa. Pero TripleManía es un evento como no hay otro en la industria. Es una especie de WrestleMania, en un estadio lleno con unas 22.000 personas, que disfrutan bebiendo cerveza y viendo un montón de spot-fests, uno detrás de otro, sin cabeza, con montones de luchadores involucrados, en combates por equipo, en parejas, en tercias, en equipos mixtos, con luchas de escaleras, luchas extremas... un no parar.

Es terriblemente divertido. Quizás no vaya a salir de aquí ningún MOTYC, pero si lo que uno quiere es entretenimiento, hay mucho. Cada combate es una locura. Y como luchas principales, tiene dos combates de apuestas, y una lucha titular. Tras varias horas de disfrute general, llega el main event, el póker de ases con las máscaras de 4 grandes luchadores en juego: LA Park, Hijo del Fantasma, Psycho Clown y Pentagón Jr.

Con la polémica que esto implica. Porque todos queríamos ver a LA Park en una lucha de máscara vs cabellera frente a Rush, en la función de 85 aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre. Y él se empeñaba en que podía estar en ambas. Pero no es así. La Seria y Estable tenía que anunciar su cartelera antes de TripleManía, y no podía prometer un máscara vs cabellera cuando LA Park se tenía que jugar la incógnita antes en Triple A. Además, al usar las empresas a los mismos luchadores independientes, parece ser que Triple A escribió a cadenas de televisión cartas amenazadoras por usar el nombre de alguno de ellos, seguramente Fénix. Por eso, los luchadores del clan Kaoz tienen nombres tan raros en el Consejo, y El Mesías va a llegar a la empresa con el nombre de Gilbert el Boricua. Al mismo tiempo, el plan de La Máscara de fundar una nueva versión de Los Ingobernables en Triple A ha sido frenado, y en su lugar, junto a Texano Jr y otros, formará parte del stable Los Mercenarios.

El anuncio de la cartelera del 85 Aniversario decepcionó a mucha gente. Rush y Cavernario se enfrentarán a Volador Jr y Matt Taven, con 4 cabelleras en juego. No es lo mismo. Rush se enfadó mucho, pero por lo que hablaron luchadores y empresa, parece que esa lucha se dará, aunque sea fuera de un magno evento. Eso espero, porque al final de TripleManía 26, LA Park ya recibió un reto nuevo para el año próximo. Primero lo de Rush, por favor.

Hablaremos sobre este tema de manera más detallada cuando comentemos el 85 Aniversario del CMLL. Ahora nos centramos en Triple A. Porque hace tiempo que se anunció esta lucha de apuestas. Psycho y Fantasma tienen contrato con la empresa, así que la rivalidad la han llevado ellos, sobre todo. LA Park y Pentagón han aparecido de vez en cuando, pero en menor medida. Unos días antes del magno evento, La Huesuda hizo pareja con su rival de toda la vida, Doctor Wagner Jr, para enfrentarse a Fantasma y Clown, y, finalmente, el payaso recibió golpes por parte de todos.

Psycho Clown es la gran estrella de la empresa. Ha salido triunfador de las dos últimas ediciones de TripleManía, ganando la cabellera de Texano y la máscara de Dr Wagner Jr. Recibe la gran ovación del público esta noche. Llega a la arena con una equipación llena de lucecitas, y con unas manoplas que escupen fuego. Es una locura que sólo puede pasar en México. Psycho no para de lanzar llamaradas, al mismo tiempo que todo el mundo le toca, y casi le aplastan. Si se le escapa el fuego, puede matar a un chiquillo. Qué locos están.

Por su parte, LA Park llega conduciendo la silla de ruedas de Pierroth. El Comandante sufrió una enfermedad hace años, y quedó en mal estado. LA Park, aquél que le quitó la máscara hace tantos años, ha liderado varias acciones últimamente para recaudar dinero en su favor. Pero la verdad es que da mucha penilla verle. 

Comienza la lucha. Los 4 hombres están dentro de la jaula. Los dos primeros que huyan por la parte superior, salvarán su máscara. Los dos luchadores restantes se enfrentan en un máscara vs máscara.

Este es el funcionamiento clásico del Infierno en el Ring del Consejo Mundial de Lucha Libre. Y a mí no me emociona. La lucha comienza con algo de violencia, de máscaras rotas, hasta que Pentagón Jr huye de la jaula. Y Clown le sigue poco después, ante el clamor del público. Pero no tiene sentido. Psycho es el gran héroe de la empresa, y odia a Hijo del Fantasma. Pero huye por salvar su máscara, cuando debería desear ser él el que se la quite a su enemigo. En lugar de eso, se va triunfante, y deja a Fantasma sólo con la mole de LA Park. En México siempre hacen este tipo de luchas así y, yo insisto, no tiene sentido.

LA Park e Hijo del Fantasma se quedan solos. La jaula se quita, y empiezan a darse de todo entre el público. Pero el referee es el Hijo del Tirantes. Otra cosa típica de las empresas mexicanas. Cada vez que hablamos de una gran lucha de Triple A, tenemos que hablar sobre este árbitro. En luchas de campeonatos, o luchas de máscaras, da igual. Siempre es el protagonista. Los luchadores cambian, pero él no. ¡Es la gran estrella de Triple A! Ya cansa.

Entonces, aunque la lucha parte con buena pinta, todo gira alrededor de Tirantes. Si cuenta rápido, si cuenta lento, si pega a La Parka, si le pegan a él... Al final con tanto lío y tanto despiste, LA Park engancha a Fantasma  con su fortísimo Spear, y le gana. La cuenta llega a tres, porque Hijo del Tirantes estaba enfadado con Fantasma. 

Me parece que es una auténtica pena que un luchador inmenso como Hijo del Fantasma pierda la máscara en un espectáculo de este tipo, sin la oportunidad de dar la lucha de su vida ante un gran rival. En cualquier caso, su padre, Fantasma, comisionado de la empresa, sube con su hijo, que mira a LA Park con un gran gesto de odio, y le hace un gesto en el que predice que le va a matar. Quizás dentro de 20 años veamos un Hijo de LA Park vs Fantasma III en TripleManía 46.

Fantasma luce pelo largo y barba, un buen look para unirse a Los Mercenarios, junto a Texano Jr y La Máscara. Dice llamarse Jorge Luis Alcántara Boli, tiene 34 años de edad, y viene de Acapulco.

Tras la salida de este, suena la música de Dr Wagner Jr, que entra para retar a LA Park a un máscara vs Cabellera en TripleManía 27. Otra vez, Triple A quiere destruir nuestro sueño de ver la lucha entre Rush y LA Park. Dr Wagner habla de que Triple A es su casa, y de que aquí, las cosas sí se hacen realidad, aludiendo al hecho de que, mientras que el Rush vs LA Park no se ha dado en el CMLL, en Triple A, cada año, hay un gran duelo de apuestas. En mi opinión, teniendo en cuenta la calidad de las luchas de este tipo en esta empresa, más vale que no se den. Un Hijo del Fantasma vs LA Park en CMLL hubiera sido mucho mejor, aunque, efectivamente, nunca se daría, porque en esa empresa nunca pasa nada.

Por su parte, LA Park insulta a Dr Wagner, por dejar caer su máscara. Veremos cómo sigue esto. Estos dos veteranos tenían que haberse visto las caras en un máscara vs máscara, aunque eso ya no puede pasar.

Puntuación: ***

jueves, 30 de agosto de 2018

Villano III vs Rambo, Máscara vs Máscara, UWA 25/09/1987



En estos días, hemos dedicado mucho tiempo a hablar sobre los luchadores que han fallecido durante este año. La verdad es que, mientras que en los primeros meses no ocurrieron muchos casos, entre la primavera y el verano han sido demasiadas las leyendas que nos han dejado. El último y sorprendente deceso ha sido el del legendario Villano III.

El tercero de la Dinastía Imperial se retiró en 2015, y entonces, ya dedicamos varios artículos a su carrera. Se trata de un luchador excepcional, quizás uno de los mejores de la historia. Por eso, y aunque estoy comentando sólo una lucha de cada fallecido para no parar el blog durante demasiado tiempo, en el caso de Villano III, al menos voy a ver dos luchas. Me lo pide el cuerpo.

En ese especial de 2015, ya comentamos sus rivalidades frente a Atlantis, Perro AguayoLos Brazos, y aquel a quien consideraba el mejor de sus rivales, Chris Benoit. Esta vez, vamos a pararnos en otra que no es pequeña: la que mantuvo con Rambo.

Ya conocemos a Villano, hablamos de él detenidamente en su día. Es uno de los hijos de Ray Mendoza, un luchador de gran talento que tuvo mucho éxito en la edad dorada de la lucha libre, y que, aunque intentó evitar que sus descendientes siguieran sus pasos, acabó siendo el patriarca de toda una dinastía, la Dinastía Imperial. Su hijo mayor se hizo llamar el Villano. Y todos sus hermanos le fueron siguiendo. Cada uno inventó su propio nombre, su propio personaje. Pero, poco a poco, se fueron convirtiéndose en Villanos también. Estábamos en tiempos de tercias, de equipos. Los programadores querían equipos, y con los Villanos, tenían un ejército.

De los 5 Villanos, el tercero es el que más destacó individualmente. Y no es porque los demás fueran malos luchadores, en absoluto. Lo que le diferenciaba del resto es que había 8 años de diferencia con respecto a sus dos hermanos mayores, y otros 8 con respecto a los menores. Él, aunque hizo equipo con los 4, no estuvo tan unido en pareja con uno de ellos, como lo estuvo el resto. Obtuvo montones de títulos, máscaras y cabelleras, e hizo grandes equipos con otros luchadores, como aquel tan famoso conocido como "Los Tres Caballeros" (con Solitario y Anibal, que no eran mancos). En un momento dado, se convirtió en la gran estrella del Toreo de 4 Caminos. Casi nada.

Villano luchó en los 90 en la AAA, y en el Consejo, donde perdió, finalmente, su máscara ante el gran Atlantis, en esa lucha que será recordada toda la vida. Continuó luchando hasta los 63 años. Porque esta era su pasión. De hecho, ya ni siquiera se le entendía bien al hablar. Su cuerpo estaba lleno de lesiones y cicatrices. Y puede que algunos piensen que da pena que luchadores de más de 60 años se suban al ring. Pero esto es una pasión. Si uno tiene una pasión, no puede huir de ella, no puede esperar a tener una pensión del estado para tocarse las narices en su casa. La pasión lo es todo, y ver a Villano III, o a Brazo de Plata, luchar hasta que es físicamente imposible, lejos de dar pena, es digno de admiración.

El 21 de agosto de 2018, se informó del fallecimiento de Villano III, debido a un infarto cerebral. El luchador había recibido homenaje en Homenaje a Dos Leyendas 2017, y unos días después de su fallecimientos, sería exaltado al Salón de la Fama de AAA, junto al Dr Alfonso Morales y El Apache, fallecido el pasado año. En TripleManía 26 estuvieron presentes sus dos hijos: Villano III Jr e Hijo de Villano III. La nueva generación de la Dinastía Imperial está lista para ponerse en marcha, aunque me hubiera gustado que les hubieran seguido poniendo números, porque molaría tener al Villano VI, el Villano VII... Quizás, al ser ahora primos y no solo hermanos, el orden podía llevar a algún tipo de disputa.

Como decía, voy a volver a recordar el nivel en combate del Villano III, viendo un par de luchas de su rivalidad frente a Rambo.

Rambo era, también, luchador de segunda generación. Siendo niño, vio una lucha en directo entre su padre, Pepe Mendieta, y el padre del Villano, Ray Mendoza. Los dos se subieron al ring en Tijuana, según él, con unos 50º de temperatura, y batallaron durante 45 minutos por un campeonato. Le volvió loco, y quiso recrearlo en la siguiente generación.

Rambo empezó luchando como José Luis Mendieta, pero se le ofreció el personaje de un militar, y como le pidieron un nombre corto para los carteles, se puso uno que estaba de moda por las películas: Rambo. Cambió totalmente su manera de luchar, se convirtió en un gran rudo, insultante y muy violento. El gran héroe del Toreo era ahora su objetivo.

Rambo y Villano tuvieron grandes luchas entre sí. la rivalidad creció mucho, se destrozaron, sangraron un montón. Eso les llevó a jugarse las máscaras en septiembre del 87, en el Toreo. En una gran lucha.

Poco se puede decir de este combate. La grabación que existe es de un aficionado, a pie de ring. Tiene mala calidad, pero se puede apreciar todo a la perfección. Por desgracia, hay varios momentos en los que se corta la acción. Parece que lo que se pierde del enfrentamiento no es gran cosa, no es importante, pero nunca se sabe.

Por lo demás, esta lucha es todo lo que se puede esperar de un combate de apuestas. Una rivalidad larga, vieja, mucho odio, mucha violencia, y conocimiento tanto de la técnica como de la psicología para realizar un buen espectáculo. La entrada del salvaje Rambo es titánica. Destroza a Villano, le rompe la máscara, lo lanza contra postes, le muerde la cabeza... y el Rey Arturo sangra. Rambo usa su mejor ataque, lo que en Estados Unidos se conoce como Alabama Slam, hasta en dos ocasiones, para dejar KO al técnico. Primera caída para él.

Parece imposible que el Pantera Rosa se pueda recuperar de semejante paliza. Pero, en un momento dado, aprovecha el su oportunidad para lanzar a su oponente desde el esquinero, llevándose, este, un buen golpe. Así se igualan las cosas. Nos vamos a la tercera caída.

Esta caída está muy igualada. Es una matanza, hay sangre en ambos rostros, y golpes de todo tipo. Se respira la urgencia, el miedo a perder la máscara, las prisas por ganar, sin importar la manera. Y parece que la lucha no vaya a acabar nunca, que ninguno quiere perder lo que tan preciado es para él. Al final, la rudeza es lo que pierde al Rambo, porque introduce una silla para pegarle al Villano, pero este se la arrebata, y le deja KO con ella. Por suerte para él, parece que aquí eso no implica una descalificación, así que se realiza el conteo de tres, y Villano suma una nueva máscara para sus vitrinas.

Creo que la lucha merece 5 estrellas. He dudado, por la calidad de las imágenes, por los cortes. Pero me arriesgaré. Es una lástima, porque jamás podremos valorar lo suficiente la carrera de Villano III. Para estas fechas, ya había estado en decenas de luchas de máscaras, que nunca se grabaron. Qué maravilla.

Puntuación: *****

martes, 28 de agosto de 2018

The Miz vs Daniel Bryan, WWE SummerSlam 2018




Es muy difícil, en esto del wrestling, encontrar historias realmente interesantes. Porque los personajes, cuando los hay, no son muy complejos. Si un personaje no es interesante, es poco posible que se cuente una buena historia alrededor suya.

Por eso, muchas de las grandes historias que se han contado a lo largo de los años han derivado de un aspecto verdadero dentro de la personalidad de las personas que hay detrás de los personajes. Porque, incluso la más trivial de las vidas de los hombres, ha tenido eventos lo suficientemente importantes  como para forjar carácter, miedos, traumas o sueños. Y esos sí que son elementos suficientes de los que partir para formar una gran historia.

Posiblemente por eso me interesa tanto la rivalidad existente entre Daniel Bryan y The Miz. Porque son verdaderos antagonistas. Porque sus carreras, sus objetivos, y sus vidas, son totalmente opuestos. Por eso, su rivalidad ha persistido desde el primer día en que coincidieron en la empresa, y por eso, va a continuar, al menos durante los próximos meses, porque están anunciados para las carteleras de los 2 PPVs que se aproximan.

Como digo, son dos paradigmas de luchador totalmente opuestos. Son, no obstante, dos veteranos, dos leyendas, dos excampeones mundiales, y dos futuros hall of famers. Han llegado aquí siguiendo dos caminos muy distintos. Pero, ¿cuál es el correcto? ¿cuál es más legítimo?

Bryan firmó por WWE a principios de 2010. Y, a diferencia de todos los fichajes que hacía la empresa en esos tiempos, Daniel no fue a FCW, la liga de desarrollo de la época. Vince, en 2011, no consideraba la existencia de ninguna otra federación del mundo, por lo que todo el que no hubiera estado antes en WWE o en WCW, debía formarse en la liga de desarrollo. Las únicas excepciones que se hicieron fueron las de aquellos que ya se consideraban estrellas internacionales: Bryan Danielson, y el Místico. Y ya sabemos cómo salió la cosa con el enmascarado. Si el actual Carístico hubiera sido formado en NXT, quizás ahora sería un main eventer en WWE. Pero no se hizo así.

Bryan debutó en el primer episodio de NXT, que entonces no era la liga de desarrollo que es ahora. Era un programa de televisión que se emitía en SyFy, sustituyendo a ECW, y en el que luchadores destacados de FCW competían en una especie de Reality Show, en el que se discernía quién iría al main roster. Cada una de estas futuras estrellas tenía un tutor, un maestro, que era un luchador ya consagrado.

Ya sabemos que los miembros del primer NXT acabaron formando el stable NEXUS. Pero fijaos en los luchadores que había, y comparadlos con el nivel que hay ahora en NXT. Estaban Wade Barret, Skip Sheffield, Darren Young, Michael Tarver, David Otunga, Heath Slater, Justin Gabriel y el propio Bryan. La mayoría de ellos no tenía el más mínimo nivel. Barret y Ryback consiguieron constituir buenos personajes, pero nunca rindieron muy bien en el ring, y ya están fuera de la empresa. Aparte de Bryan, Slater es el único que continúa en WWE, y no es un sueldo muy útil. Cuántos años y dinero debió perder WWE formando a este tipo de luchadores.

El perfil de Bryan era muy distinto al de estos inmensos hombres de limitado talento. Pero, cualquiera que lo hubiera visto luchar en las indies, y en aquella época era difícil encontrar gente que realmente viera ROH, sabía que era muy difícil que tuviera hueco en WWE. Era un hombre muy pequeño, con problemas en la piel, con el pelo muy cortito. Tenía un gran carisma a la hora de luchar, pero no destacaba física y psicológicamente. Sin duda era el mejor combatiente del mundo, pero su estilo, stiff y técnico, no encajaba con el de ningún luchador de la época en la empresa. Benoit, Guerrero, Malenko o Finlay ya habían desaparecido.

Y The Miz era lo contrario. Es un tipo que entró en WWE a través de un reality show, el insufrible Tough Enough. Por esa época, nunca había dado una buena lucha. No parecía tener el más mínimo talento. Pero ya destacaba por su forma de expresarse, por su uso del micro. Es posible que gente como Morrison o Kingston fuera capaz de realizar un espectáculo mayor, pero eran luchadores sin personalidad. Si no tienes personalidad, no le importas a nadie, y si no le importas a nadie, nunca llegarás a nada en WWE.

Y la primera impresión de The Miz y de WWE con respecto a Bryan era esa misma. Que sería un luchador más, de los que saben dar una buena lucha, pero que jamás movilizan al público. Por la diferencia de tamaño con respecto al resto de participantes, Bryan tenía dificultades para ganar combates en NXT, pero el resto de veteranos, que eran también los jueces, le daban muchos puntos por su desempeño.

Pero Miz lo odiaba. Odiaba esa superioridad moral del pequeño que cree que por saber hacer llaves es superior a él. Él era una estrella. Por supuesto, acabaron llegando a las manos. Bryan se lanzó, también, contra Michael Cole, que parecía estar de acuerdo con la visión de The Miz. Cole hizo su famoso turn heel, que no acabaría hasta años después, con el infarto de Jerry Lawler.

WWE escribió un storyline para Bryan, en el que era expulsado de NXT por demostrar falta de interés en el concurso. Su historia parecía muy interesante, pero la empresa cambió de planes al iniciar el feudo de The Nexus. Bryan hizo tan bien su trabajo al atacar a los trabajadores de WWE en aquella mítica invasión, que tuvo que ser despedido por mostrar demasiada violencia.

Ese verano, tuvo lugar una historia interesante, en la que John Cena unía a varios luchadores de la empresa para hacer frente a Nexus, el stable comandado por Wade Barret y formado por los participantes de NXT, a excepción del despedido Dragón Americano. The Great Khali, uno de los aliados de John, fue atacado por los rudos antes del evento, así que quedó una plaza libre. The Miz se autoadjudicó este lugar.

Pero los planes de Cena eran distintos. Cuando The Miz apareció para dirigirse al ring, John anunció que el último integrante del equipo no sería él. El puesto era para Daniel Bryan, que volvía tras su despido. Por supuesto, la reacción del público fue casi nula, porque no lo conocían de nada. Otros tiempos. Bryan tuvo una buena actuación, pero The Miz se enfadó y le atacó cuando se proponía a destruir a The Nexus, provocando así su eliminación, y reviviendo la rivalidad.

The Miz y Daniel Bryan tuvieron un gran combate en Night of Champions 2010, en el que Daniel le robó el United States Championship a su enemigo, manteniéndolo, después, en Hell in a Cell, en una Triple Amenaza en la que también estuvo John Morrison. Parecía que Bryan salía victorioso de esta rivalidad, pero mientras que él se llevaba el United States Championship, y se convertía en un mid cardter de Smackdown que apenas tenía apariciones en PPVs, The Miz cobró su maletín de Money in the Bank, se convirtió en campeón y estelarizó WrestleMania.

The Miz estaba en todo lo alto, y Bryan se hundía en la mediocridad. Pero, después, el orden de esto cambió absolutamente. Poquito a poco, The Miz fue bajando en las carteleras, mientras que Daniel ganó también el Money in the Bank, y se convirtió en un World Heavyweitgh Champion rudo. Luego, se ganó el amor del público gracias al tag team que hacía con Kane, y llegó a ser campeón de WWE en SummerSlam 2013.

Posteriormente, Danielson se lesionó y tuvo que abandonar el wrestling, mientras que The Miz, ahora con el apoyo de su nueva esposa, Maryse, iba subiendo puestos, de nuevo, gracias a su superior manejo del micro. Fue llevado a Smackdown, programa en el que Daniel hacía de General Manager. Y la cosa se volvió a liar de nuevo.

En agosto de 2016, ambos coincidieron en Talking Smack, un programa emitido en WWE Network después de cada Smackdown, que, por desgracia, fue cancelado, porque ahora se emite 205 Live en directo desde la misma arena en la que tiene lugar el show azul. Este programa tenía algo bueno que no se puede dar en los programas de televisión nacional: las palabras de los luchadores no estaban guionizadas, y podían ocurrir cosas buenas, como la que paso ese 24 de agosto.

The Miz era el campeón intercontinental, y lo era, en parte, por las trampas que llevaba a cabo junto a su mujer. En una conversación en Talking Smack, Bryan puso en duda su valor, sus skills arriba del ring. Le comparó con los luchadores independientes, y dijo que se excusaba en el estilo de WWE para no mejorar sus habilidades. The Miz se enfadó muchísimo, y el enfado ocurría en esa fina línea entre el kayfabe y la realidad. Defendió su forma de luchar, su integridad, y esos 10 años de experiencia ininterrumpida luchando y dejándose los cuernos por dar un buen espectáculo. El inútil, y el cobarde, en sus palabras, era Bryan, que se había lesionado, y había aceptado el retiro forzoso que se le había impuesto. Bryan se fue de la entrevista, herido, y The Miz prometió devolver la grandeza al título Intercontinental. Y la verdad es que, desde entonces, siempre ha estado en cosas buenas.Va siendo hora de que vuelva a los main events.

La gente esperaba que, después de esa promo, Bryan volviera a los cuadriláteros, y se enfrentara, una vez más, a The Miz. Pero no estaba en los planes de WWE permitirle luchar. Daniel Bryan ya no podía hacerlo, pero The Miz sí, y cada vez mejor, introduciendo en su repertorio movimientos de su rival, y algunos gestos que hizo famosos el Dragón Americano. No fue hasta principios de 2018, cuando el contrato del barbudo estaba próximo a espirar, y la empresa se asustó porque era obvio que pensaba luchar en otras promotoras, que se tomaron en cuenta los informes de los médicos a los que acudía Daniel, y se le permitió volver al ring. Y, poco después, The Miz fue devuelto a Smackdown. Estaba claro que se volverían a ver las caras. La duda era si sería en WrestleMania, o, antes, en SummerSlam.

No se ha querido esperar más. DB ha tenido un par de rivalidades irrelevantes desde su retorno, pero al fin, hay algo bueno para él. La historia que comenzó hace 8 años desemboca en una nueva rivalidad. The Miz quiere probar que es mejor que Daniel Bryan, y de paso, volver a retirarlo, con una nueva conmoción.

Bryan y Miz tienen una buena lucha en SummerSlam, con una historia que contar. Miz quiere demostrar que es capaz de hacer todo lo que hacer el face, copiando sus mejores movimientos, pero este se lo devuelve todo con más fuerza. Posteriormente, provoca bastante daño en su cabeza, y decide aprovechar sus problemas con las conmociones para ganarle con un Skull Crushing Finale. Golpea con el puño cerrado con maldad, y llega a aplicar su finisher, pero la cuenta no llega a tres. Bryan tiene un gran aguante.

Daniel golpea con sus patadas, pero con una, alcanza el poste exterior, haciéndose daño en la pierna. The Miz intenta hacer que se rinda con una Figura 4, pero Bryan la revierte hábilmente. Los dos están cojos, y lo venden bien, sobre todo, el Miz. Parece que Bryan va a a ganar, pero el rudo se arrastra hasta la posición de Maryse entre el público. Esta le da un puño americano sin que nadie lo vea, y con él, Miz golpea la dolorida cabeza de su oponente, que cae tieso.

El malo gana el capítulo de la rivalidad, pero esta continuará en Hell in a Cell 2018,  y en el evento de la empresa en Australia, Super Show-Down. En el primer match, las esposas, Brie y Maryse, estarán presentes en un combate mixto. En el segundo, estará en juego la posición de Number 1 Contender por el WWE Championship. Cualquiera de los dos sería un buen retador, pero un AJ vs Bryan molaría demasiado.

Puntuación: ****

viernes, 24 de agosto de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE SummerSlam 2018




La mayor fiesta del verano 2018 en WWE nos ha dejado varias cosas que hay que comentar, aunque hay mucha gente que dice que el evento fue una basura, en base, por supuesto, a los resultados (el campeonato de Reigns, el squash sobre Owens, la derrota de Ziggler...). Porque Internet es así de polarizante. De igual manera que todas las películas de DC Cómics se consideran malas y todas las de Marvel se consideran buenas, todos los combates en New Japan son de 5 estrellas, y los de WWE, basura. Nunca es la cosa, en realidad, tan simple, ni por supuesto, tan extrema.

En SummerSlam, todas las luchas fueron buenas, salvo aquellas que fueron squashes, que también juegan un papel en la cartelera. No todo pueden ser combates de media hora. Creo que poner ese tipo de resultados rápidos tuvo un buen efecto en el público, que aguantó las 6 horas de producto. Hace tiempo que WWE no tenía un público tan bueno en un PPV. Recordemos que este evento tuvo lugar en New York, misma ciudad en la que ocurrirá el próximo WrestleMania. Espero, entonces, que el próximo año no acabemos con un nuevo abucheo.

Hace mucho tiempo que digo que Roman Reigns debía vencer a Brock Lesnar, para convertirse en el gran Campeón Universal de esta era. Pero no ocurrió así en WrestleMania. Brock Lesnar va a volver a UFC, así que renovó contrato para tener unas pocas apariciones más hasta SummerSlam. Mantuvo el título en su cintura, aunque Roman Reigns lo soportó casi todo en WrestleMania. En Greatest Royal Rumble, en Arabia Saudí, se volvió a dar el choque, y Lesnar, esta vez debido a la suerte, salió, de nuevo, como campeón.

Y no había vuelto a luchar desde entonces. Lo que era muy malo para los PPVs de WWE, que sin el título máximo de la empresa, pierden mucho interés. En SummerSlam, Roman se convirtió, al fin, y por primera vez, en Campeón Universal. Mientras tanto, Lesnar se preparará para su retorno a las MMA en 2019. Eso sí, parece claro que el objetivo de La Bestia es ser campeón de WWE y de UFC al mismo tiempo. Sería divertido verlo, pero no por ahora, por favor.

Ya hemos hablado anteriormente sobre la rivalidad entre Roman y Brock, y esa historia en la que el primero acusaba a WWE de dar un trato de favor al campeón. La empresa ya se cansó del storyline, que era a todas luces ridículo. Durante los meses siguientes, Reigns se enfrentó a Bobby Lashley, en busca de un nuevo retador. El medio samoano ganó esa posición, así que la ya larga rivalidad quedó lista para sentencia en el PPV de agosto.

Después de no aparecer en WWE durante mucho tiempo, Lesnar llegó, enfadado porque Kurt Angle dijo que era el peor campeón de la historia. El General Manager se llevó un F5, y hasta Paul Heyman vio su integridad física amenazada. Lesnar se mostró más interesante que nunca con su violenta reacción, pero finalmente, todo fue una estratagema de su abogado, que aprovechó la situación para rociar al retador con un spray. Roman Reigns nunca ha conseguido ganar a Brock Lesnar, y esta es su última oportunidad., 

Por su parte, Braun Strowman es Mr Money in the Bank, y durante la noche, le pegó una paliza brutal a Kevin Owens, que aspiraba a robarle el maletín. De hecho, se especuló mucho en los medios, afirmando que el canadiense acabaría la velada como campeón. Nada de eso pasó. Braun llega al main event, para presenciarlo desde ringside.

Esta es una lucha muy cortita, como casi todas las de Lesnar, pero con una buena historia contada. Strowman llama a Lesnar algo así como "chico bestia", lo que le enfada muchísimo. Así que está bastante despistado, y le llueven Superman Punchs por parte de Roman, seguidos de varios spears. En el último, El Imperio Romano es atrapado por una llave de MMA de Lesnar, que hasta en dos ocasiones es transformada en Spine Buster.

Roman vuelve con su Spear, pero Brock se aparta y el técnico vuela hacia ringside, impactando en Braun. Lesnar baja a por él, pero quiere vengarse de Braun. Le pega un F5, le da mil golpes con su maletín, antes de lanzarlo por los aires. Y también le pega con una silla. Vuelve al ring, silla en mano, pero es recibido por un nuevo Spear de Roman Reigns. Y, encima, la silla le cae en la cara, al rebotar en las cuerdas. Roman gana, y se lleva el Campeonato Universal de WWE.

Buen producto, hecho en 6 minutos. Porque aquello de resistir 50 F5 y 50 Spears, ya se hizo, y no quedó bien. Esta vez se ha intentado contar otro tipo de historia, y ha resultado gratificante, aunque no sea gran cosa a nivel de wrestling. El público queda muy satisfecho, y apoya enormemente a Reigns. Strowman se queda con su maletín. Espero que lo cobre en el main event del próximo WrestleMania, sería el mejor momento para que se consolidase, como no pudo hacer Roman.

Puntuación: ***

jueves, 23 de agosto de 2018

Hart Foundation vs British Bulldogs, WWF Boston Garden 01/11/1986



Hemos hablado, durante las últimas semanas, de varias leyendas del wrestling que han fallecido este años. Hemos hablado de Bruno Sammartino, Universo 2000, Nicolai Volkoff, Rayo de Jalisco, Arkángel de la Muerte y El Egipcio. Hoy toca hablar de otro grande: Jim Neidhart.

Jim Neidhart, a quién todo el mundo recordará por ser el eterno compañero de Bret Hart en The Hart Foundation, o, quizás, por ser el padre de Natalya Neidhart, falleció el pasado 13 de agosto de 2018, a los 63 años de edad. The Anvil, como era conocido, sufría de Alzheimer, y, por lo visto, tuvo un accidente doméstico durante una crisis. Como consecuencia de este accidente, Jim sufrió un duro traumatismo, del que no se recuperó. Descanse en paz.

Aunque no ha trascendido demasiado sobre su carrera individual, Jim era un gran luchador. Por su relación con la familia Hart, es habitual pensar que era canadiense, pero no es así. Jim nació en Florida, y entró en la familia de Stu Hart entrenando en su escuela, en la que conoció a Ellie, la hija del patriarca de los Hart. Se casó con ella, y pasó a ser parte de la familia. Hay que recalcar que el parecido de su apellido con el de los canadienses es puramente casual. 

Durante sus inicios, Jim luchó en Stampede Wrestling, NJPW, y otras ligas, hasta que llegó, en 1985, a la WWF de Vince McMahon. Bret Hart y Jim Neidhart llegaron al mismo tiempo a la empresa, pero no hicieron equipo hasta un tiempo después. Vince le dio a Bret un personaje de vaquero, algo que no le pega en lo más mínimo. En esas circunstancias, fue el posterior campeón de la empresa quien propuso la idea de formar un equipo. Así nació The Hart Fundation, stable que completaba, en primera instancia, el famoso mánager Jimmy Hart, que tampoco tiene relación familiar con Bret. 

Jim y Bret formaron un equipo legendario, que se mantuvo unido durante muchos años. Lucharon juntos hasta el año 1991, y ganaron los World Tag Team Championships en dos ocasiones. Después de eso, Jim tuvo varias idas y venidas, hizo equipo con Owen Hart, el hermano de Bret, y todos juntos, llegaron a formar un stable. Pero nunca tuvo ningún tipo de push a nivel individual.

A partir de 1998, Neidhart desapareció de las grandes ligas, pero como viene siendo habitual con todas las leyendas de las que hablamos, luchó toda su vida. Hasta 2013, luchaba de manera regular, mientras que su último combate registrado data de 2016. Durante estos años, hizo apariciones puntuales en WWE, y se convirtió en un habitual de Total Divas, en reality show protagonizado por algunas de las luchadoras de WWE, entre las que está su hija Natalya. Es de suponer que el fallecimiento de Jim sea un tema que se trate en próximas temporadas de este reality.

En su honor, hoy he visto una lucha de la Hart Foundation frente a los British Bulldogs. Dos tag teams de calidad, que se vieron las caras en múltiples ocasiones, y que también acabaron emparentados. Porque Dave Boy Smith también entrenó con Stu Hart, y también se casó con una de sus hijas. Con ella, Diana, tuvo un hijo, el actual luchador Davey Hart Smith. Por su parte, el otro British Bulldog, Dynamite Kid, también fue entrenado en Stampede Wrestling. De él, Bret Hart comentó que era, libra por libra, el mejor luchador del mundo. Como ya no quedaban hijas solteras de Stu Hart, Kid se casó con una de las hermanas de la esposa de Bret. Por eso, este combate parece una cena de Navidad. Mucho cuñado.

Estamos en el año 86. Los British Bulldogs son los campeones. Y van acompañados de una bonita perra bulldog, que se muestra muy mansa, salvo cuando está Jimmy Hart cerca. Le ladra, y se lanza a por él, lo que resulta tremendamente gracioso. No sé si está entrenada para atacarle, o es que a ella también le genera odio.

La lucha sigue el patrón clásico en WWE, con unos rudos, los Harts, que atacan sin parar a uno de los miembros, sin permitir hacer un hot tag, y acudiendo a artimañas variadas para llevar ventaja. Por supuesto, eso sí, con estos 4 en el ring, los ataques son muy fuertes, muy realistas, muy técnicos.

Smith es el que se lleva la mayor parte de la paliza. Después de muchos minutos de sufrimiento, consigue lanzar a Hart sobre las cuerdas, y llega a su esquina, permitiendo, así, que Kid aparezca para dominar a sus dos rivales. Cuando tiene a Bret atrapado con una Sleeper, Jim se lanza contra todos, dejándolos KO, incluido el pobre árbitro. Neidhart coloca a Hart encima de Dynamite Kid, pero el referee cuenta demasiado lentamente, así que no llega a dar la tercera palmada. Smith aprovecha la confusión para llevarse a Jim con un paquetido, y ganar, lo que no entiendo muy bien, porque ninguno de los dos era el participante activo de la batalla. Pero el referee estaba en mal estado, y no se enteraba de nada.

Muy buena lucha, bien ejecutada, pero nada original, el mismo bookeo de siempre, que, visto en 2018, cansa.

Puntuación: ***1/2