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jueves, 13 de septiembre de 2018

Charlotte Flair vs Carmella vs Becky Lynch, WWE SummerSlam 2018




Ya comentamos anteriormente que Ronda Rousey ganó el RAW Women Championship en SummerSlam 2018, derrotando a Alexa Bliss. Y también Charlotte Flair se volvió a convertir en campeona, en su caso, de Smackdown, en la mayor fiesta del verano. Me alegro, porque parecía que, a pesar de todo lo que se hablaba de la evolución de la división femenina, al final, los campeonatos quedaban en manos de Divas como las de antes.

El caso de Smackdown fue especialmente frustrante. Asuka se presentó como una verdadera máquina de matar en RAW. Ganó el Royal Rumble femenino de 2018, y eligió como rival a Charlotte, porque lo que ella quería era un reto de verdad. En WrestleMania, perdió su invicto ante la de Carolina del Norte, pero valió la pena, porque la lucha fue muy buena.

Después de eso, Charlotte tuvo algunos problemas de salud. Carmella cobró su maletín de dinero en el banco, y se convirtió en campeona. Es una tipa muy odiosa, muy chillona. Es un buen personaje, aunque sin el background de lucha que tienen las otras dos mujeres citadas. Después de eso, estuvo en una rivalidad frente a Asuka, de la que salió victoriosa gracias a la ayuda de James Ellsworth. Creo que, en esa etapa, todo el trabajo hecho por Asuka y Flair en WrestleMania se vino abajo, la división volvió a ser la pantomima de siempre. Y la leyenda de Asuka como una auténtica asesina quedó diluida.

Llega SummerSlam, y entra en juego otra tipa muy querida, que genera muy buenas reacciones entre el público: Becky Lynch, la irlandesa pateadora de culos. Ya tuvo su rivalidad ante Carmella y su ridículo amigo en 2017, y se retoma aquí, en cierta medida. James quedó fuera de la ecuación, y Becky derrotó a la campeona, obteniendo, así, una oportunidad titular en el PPV de agosto.

Pero esa disposición cambió. Durante un ataque de la ruda sobre la técnica, apareció Charlotte para salvar a la que ahora venden como su mejor amiga. La General Manager de Smackdown decretó una lucha entre Flair y Carmella, en la que la primera se jugaba una plaza en la lucha titular de SummerSlam. Ganó, y eso no le gustó mucho a Becky. No obstante, dijo, para ser la mejor, hay que ganar a la mejor. Por su parte, Charlotte recordó a Carmella una verdad como un templo: es una diva en una época de mujeres, así que es hora de dejar paso a las mujeres de verdad.

La lucha de SummerSlam es muy entretenida. Hay una pequeña historia al principio de la misma, en la que Carmella intenta confundir a las otras dos luchadoras para que se peleen entre ellas. Su estrategia da buenos resultados.

Hay buenos ataques y spots por parte de las tres. Carmella hace un tope suicida muy bueno sobre Becky. Se come el suelo, pero no le importa. La verdad es que rinde muy bien en esta lucha. Charlotte también hace su Moonsault en forma de tornillo hacia ringside, que no puede faltar en una gran lucha suya.

En la última parte de la lucha, tenemos a una Becky, apoyada por todo el público, que una y otra vez, aplica su palanca al brazo. Todo el mundo quiere que gane, todo el mundo cree que ya se merece un poco de protagonismo, pero en todas las ocasiones, sus rivales truncan sus sueños. En un singles match, habría ganado, sin duda, pero aquí no lo consigue, y es su amiga Charlotte la que se lleva el campeonato una vez más. 7 veces campeona femenina. El record de su padre se va a quedar corto, a este paso.

Después de la lucha, hay un turn heel de Becky Lynch, que la llevará a una interesante rivalidad contra Charlotte. Una alegoría de lo que siempre ocurre en WWE: hay algunas personas que hacen grandes esfuerzos para conseguir algo sin que nunca se lo reconozcan, mientras que otras, lo tienen todo más fácil. Es una muy buena rivalidad, aunque en redes sociales ha habido mucho enfado por ello, por algún absurdo motivo. Twitter.

Puntuación: ***1/4

martes, 11 de septiembre de 2018

Ronda Rousey vs Alexa Bliss, WWE SummerSlam 2018




Vamos a comentar los combates femeninos de WWE en SummerSlam. Pronto, en octubre, tendrá lugar el primer PPV enteramente femenino de la empresa, así que cosas interesantes se aproximan en esa división. En SummerSlam, hicieron su retorno las hermanas Bella. Charlotte se convirtió de nuevo en campeona, quitándole el título de Smackdown, al fin, a Carmella; y Becky Lynch hizo un interesante turn heel para enfrentar a la hija de Ric Flair. Por su parte, en la lucha que comentaremos hoy, Ronda Rousey se convirtió en Campeona Femenina de Raw.

Cuando Ronda firmó con WWE, comenzó sus andanzas con una interesante rivalidad ante Triple H y Stephanie McMahon. A partir de ahí, su futuro a corto plazo estaba en duda, puesto que con el roster dividido, hay pocas rivales posibles para su poder. Sabemos que hay una rivalidad esperando con Charlotte Flair, y otra, en conjunto, entre las Four Horsewomen del wrestling y las de las MMA, que están, ya, todas bajo contrato de WWE. Pero también parece pronto para esto.

Así que Ronda fue directamente a por el título femenino. En su combate frente a Nia Jax, no pudo conseguirlo, porque se metió Alexa Bliss, cobrando su maletín de dinero en el banco. Pero. para SummerSlam, no había nadie que salvara a la rubita.

Alexa, apoyada por Mickie James y Alicia Fox, han defendido que este es su negocio. Que Ronda habrá hecho lo que sea fuera, pero que aquí sólo es una rookie sobrevalorada. La intentaron humillar. Pero Ronda agarró a Alicia, y la destrozó como a una muñeca.

Y eso mismo es lo que le hace a Bliss en SummerSlam 2018. Lo que me llama la atención, porque Alexa es una de las tipas más importantes del roster femenino, y no ha tenido ninguna oportunidad. ¿Quién hará frente, pues, a Ronda? Puede tener rivalidades interesantes frente a Charlotte o Asuka, pero no hay muchas más mujeres que puedan luchar de tú a tú con ella. Quizás las otras ex-MMA puedan hacerlo; Shaina Baszler está haciendo un muy buen trabajo en NXT.

En el PPV Evolution, tendremos muchas apariciones de luchadoras del pasado. Lita y Trish ya tienen luchas confirmadas. Pero de las luchadoras veteranas, pocas están en la liga de Rousey. La única que no pudo demostrar todo su poder fue Kharma, y me extraña que no la hallan contactado para esta nueva etapa en la lucha femenina de la empresa. Parece estar liada con su papel en GLOW, que es muy bueno.

Otra opción que está ahí, y que nadie ha sugerido, es que WWE planee hacerle luchar con hombres en algún momento. Su historia con Triple H está ahí. Nunca se sabe.

Como digo, en SummerSlam, Ronda destroza a Alexa. Antes que ella, llega su amiga, Natalya Neidhart. WWE espera una ovación del público por el fallecimiento de su padre, pero creo que nadie se entera. Natty siempre ha pasado muy desapercibida. 

Bliss tiene miedo de hacer frente a la retadora. Se sale del ring, y piensa en irse a su casa, pero Ronda la convence para que se quede. Se gira, se sienta en el suelo, y le da ventaja, así que la campeona vuelve y le aplica una Sleeper Hold por la espalda. Ronda pone cara de monstruo enfadado, y la tira. Alexa intenta huir de nuevo, pero Rousey la pilla, le pega un par de estiramientos de judo de esos que hace ella, y su Samoan Drop giratorio, para comenzar a torcerle el brazo de forma muy dolorosa. Con un Armbar, la cosa se acaba. Rousey es nueva campeona femenina de RAW, y celebra junto a las Bella Twins.

Puntuación: **1/2

martes, 28 de agosto de 2018

The Miz vs Daniel Bryan, WWE SummerSlam 2018




Es muy difícil, en esto del wrestling, encontrar historias realmente interesantes. Porque los personajes, cuando los hay, no son muy complejos. Si un personaje no es interesante, es poco posible que se cuente una buena historia alrededor suya.

Por eso, muchas de las grandes historias que se han contado a lo largo de los años han derivado de un aspecto verdadero dentro de la personalidad de las personas que hay detrás de los personajes. Porque, incluso la más trivial de las vidas de los hombres, ha tenido eventos lo suficientemente importantes  como para forjar carácter, miedos, traumas o sueños. Y esos sí que son elementos suficientes de los que partir para formar una gran historia.

Posiblemente por eso me interesa tanto la rivalidad existente entre Daniel Bryan y The Miz. Porque son verdaderos antagonistas. Porque sus carreras, sus objetivos, y sus vidas, son totalmente opuestos. Por eso, su rivalidad ha persistido desde el primer día en que coincidieron en la empresa, y por eso, va a continuar, al menos durante los próximos meses, porque están anunciados para las carteleras de los 2 PPVs que se aproximan.

Como digo, son dos paradigmas de luchador totalmente opuestos. Son, no obstante, dos veteranos, dos leyendas, dos excampeones mundiales, y dos futuros hall of famers. Han llegado aquí siguiendo dos caminos muy distintos. Pero, ¿cuál es el correcto? ¿cuál es más legítimo?

Bryan firmó por WWE a principios de 2010. Y, a diferencia de todos los fichajes que hacía la empresa en esos tiempos, Daniel no fue a FCW, la liga de desarrollo de la época. Vince, en 2011, no consideraba la existencia de ninguna otra federación del mundo, por lo que todo el que no hubiera estado antes en WWE o en WCW, debía formarse en la liga de desarrollo. Las únicas excepciones que se hicieron fueron las de aquellos que ya se consideraban estrellas internacionales: Bryan Danielson, y el Místico. Y ya sabemos cómo salió la cosa con el enmascarado. Si el actual Carístico hubiera sido formado en NXT, quizás ahora sería un main eventer en WWE. Pero no se hizo así.

Bryan debutó en el primer episodio de NXT, que entonces no era la liga de desarrollo que es ahora. Era un programa de televisión que se emitía en SyFy, sustituyendo a ECW, y en el que luchadores destacados de FCW competían en una especie de Reality Show, en el que se discernía quién iría al main roster. Cada una de estas futuras estrellas tenía un tutor, un maestro, que era un luchador ya consagrado.

Ya sabemos que los miembros del primer NXT acabaron formando el stable NEXUS. Pero fijaos en los luchadores que había, y comparadlos con el nivel que hay ahora en NXT. Estaban Wade Barret, Skip Sheffield, Darren Young, Michael Tarver, David Otunga, Heath Slater, Justin Gabriel y el propio Bryan. La mayoría de ellos no tenía el más mínimo nivel. Barret y Ryback consiguieron constituir buenos personajes, pero nunca rindieron muy bien en el ring, y ya están fuera de la empresa. Aparte de Bryan, Slater es el único que continúa en WWE, y no es un sueldo muy útil. Cuántos años y dinero debió perder WWE formando a este tipo de luchadores.

El perfil de Bryan era muy distinto al de estos inmensos hombres de limitado talento. Pero, cualquiera que lo hubiera visto luchar en las indies, y en aquella época era difícil encontrar gente que realmente viera ROH, sabía que era muy difícil que tuviera hueco en WWE. Era un hombre muy pequeño, con problemas en la piel, con el pelo muy cortito. Tenía un gran carisma a la hora de luchar, pero no destacaba física y psicológicamente. Sin duda era el mejor combatiente del mundo, pero su estilo, stiff y técnico, no encajaba con el de ningún luchador de la época en la empresa. Benoit, Guerrero, Malenko o Finlay ya habían desaparecido.

Y The Miz era lo contrario. Es un tipo que entró en WWE a través de un reality show, el insufrible Tough Enough. Por esa época, nunca había dado una buena lucha. No parecía tener el más mínimo talento. Pero ya destacaba por su forma de expresarse, por su uso del micro. Es posible que gente como Morrison o Kingston fuera capaz de realizar un espectáculo mayor, pero eran luchadores sin personalidad. Si no tienes personalidad, no le importas a nadie, y si no le importas a nadie, nunca llegarás a nada en WWE.

Y la primera impresión de The Miz y de WWE con respecto a Bryan era esa misma. Que sería un luchador más, de los que saben dar una buena lucha, pero que jamás movilizan al público. Por la diferencia de tamaño con respecto al resto de participantes, Bryan tenía dificultades para ganar combates en NXT, pero el resto de veteranos, que eran también los jueces, le daban muchos puntos por su desempeño.

Pero Miz lo odiaba. Odiaba esa superioridad moral del pequeño que cree que por saber hacer llaves es superior a él. Él era una estrella. Por supuesto, acabaron llegando a las manos. Bryan se lanzó, también, contra Michael Cole, que parecía estar de acuerdo con la visión de The Miz. Cole hizo su famoso turn heel, que no acabaría hasta años después, con el infarto de Jerry Lawler.

WWE escribió un storyline para Bryan, en el que era expulsado de NXT por demostrar falta de interés en el concurso. Su historia parecía muy interesante, pero la empresa cambió de planes al iniciar el feudo de The Nexus. Bryan hizo tan bien su trabajo al atacar a los trabajadores de WWE en aquella mítica invasión, que tuvo que ser despedido por mostrar demasiada violencia.

Ese verano, tuvo lugar una historia interesante, en la que John Cena unía a varios luchadores de la empresa para hacer frente a Nexus, el stable comandado por Wade Barret y formado por los participantes de NXT, a excepción del despedido Dragón Americano. The Great Khali, uno de los aliados de John, fue atacado por los rudos antes del evento, así que quedó una plaza libre. The Miz se autoadjudicó este lugar.

Pero los planes de Cena eran distintos. Cuando The Miz apareció para dirigirse al ring, John anunció que el último integrante del equipo no sería él. El puesto era para Daniel Bryan, que volvía tras su despido. Por supuesto, la reacción del público fue casi nula, porque no lo conocían de nada. Otros tiempos. Bryan tuvo una buena actuación, pero The Miz se enfadó y le atacó cuando se proponía a destruir a The Nexus, provocando así su eliminación, y reviviendo la rivalidad.

The Miz y Daniel Bryan tuvieron un gran combate en Night of Champions 2010, en el que Daniel le robó el United States Championship a su enemigo, manteniéndolo, después, en Hell in a Cell, en una Triple Amenaza en la que también estuvo John Morrison. Parecía que Bryan salía victorioso de esta rivalidad, pero mientras que él se llevaba el United States Championship, y se convertía en un mid cardter de Smackdown que apenas tenía apariciones en PPVs, The Miz cobró su maletín de Money in the Bank, se convirtió en campeón y estelarizó WrestleMania.

The Miz estaba en todo lo alto, y Bryan se hundía en la mediocridad. Pero, después, el orden de esto cambió absolutamente. Poquito a poco, The Miz fue bajando en las carteleras, mientras que Daniel ganó también el Money in the Bank, y se convirtió en un World Heavyweitgh Champion rudo. Luego, se ganó el amor del público gracias al tag team que hacía con Kane, y llegó a ser campeón de WWE en SummerSlam 2013.

Posteriormente, Danielson se lesionó y tuvo que abandonar el wrestling, mientras que The Miz, ahora con el apoyo de su nueva esposa, Maryse, iba subiendo puestos, de nuevo, gracias a su superior manejo del micro. Fue llevado a Smackdown, programa en el que Daniel hacía de General Manager. Y la cosa se volvió a liar de nuevo.

En agosto de 2016, ambos coincidieron en Talking Smack, un programa emitido en WWE Network después de cada Smackdown, que, por desgracia, fue cancelado, porque ahora se emite 205 Live en directo desde la misma arena en la que tiene lugar el show azul. Este programa tenía algo bueno que no se puede dar en los programas de televisión nacional: las palabras de los luchadores no estaban guionizadas, y podían ocurrir cosas buenas, como la que paso ese 24 de agosto.

The Miz era el campeón intercontinental, y lo era, en parte, por las trampas que llevaba a cabo junto a su mujer. En una conversación en Talking Smack, Bryan puso en duda su valor, sus skills arriba del ring. Le comparó con los luchadores independientes, y dijo que se excusaba en el estilo de WWE para no mejorar sus habilidades. The Miz se enfadó muchísimo, y el enfado ocurría en esa fina línea entre el kayfabe y la realidad. Defendió su forma de luchar, su integridad, y esos 10 años de experiencia ininterrumpida luchando y dejándose los cuernos por dar un buen espectáculo. El inútil, y el cobarde, en sus palabras, era Bryan, que se había lesionado, y había aceptado el retiro forzoso que se le había impuesto. Bryan se fue de la entrevista, herido, y The Miz prometió devolver la grandeza al título Intercontinental. Y la verdad es que, desde entonces, siempre ha estado en cosas buenas.Va siendo hora de que vuelva a los main events.

La gente esperaba que, después de esa promo, Bryan volviera a los cuadriláteros, y se enfrentara, una vez más, a The Miz. Pero no estaba en los planes de WWE permitirle luchar. Daniel Bryan ya no podía hacerlo, pero The Miz sí, y cada vez mejor, introduciendo en su repertorio movimientos de su rival, y algunos gestos que hizo famosos el Dragón Americano. No fue hasta principios de 2018, cuando el contrato del barbudo estaba próximo a espirar, y la empresa se asustó porque era obvio que pensaba luchar en otras promotoras, que se tomaron en cuenta los informes de los médicos a los que acudía Daniel, y se le permitió volver al ring. Y, poco después, The Miz fue devuelto a Smackdown. Estaba claro que se volverían a ver las caras. La duda era si sería en WrestleMania, o, antes, en SummerSlam.

No se ha querido esperar más. DB ha tenido un par de rivalidades irrelevantes desde su retorno, pero al fin, hay algo bueno para él. La historia que comenzó hace 8 años desemboca en una nueva rivalidad. The Miz quiere probar que es mejor que Daniel Bryan, y de paso, volver a retirarlo, con una nueva conmoción.

Bryan y Miz tienen una buena lucha en SummerSlam, con una historia que contar. Miz quiere demostrar que es capaz de hacer todo lo que hacer el face, copiando sus mejores movimientos, pero este se lo devuelve todo con más fuerza. Posteriormente, provoca bastante daño en su cabeza, y decide aprovechar sus problemas con las conmociones para ganarle con un Skull Crushing Finale. Golpea con el puño cerrado con maldad, y llega a aplicar su finisher, pero la cuenta no llega a tres. Bryan tiene un gran aguante.

Daniel golpea con sus patadas, pero con una, alcanza el poste exterior, haciéndose daño en la pierna. The Miz intenta hacer que se rinda con una Figura 4, pero Bryan la revierte hábilmente. Los dos están cojos, y lo venden bien, sobre todo, el Miz. Parece que Bryan va a a ganar, pero el rudo se arrastra hasta la posición de Maryse entre el público. Esta le da un puño americano sin que nadie lo vea, y con él, Miz golpea la dolorida cabeza de su oponente, que cae tieso.

El malo gana el capítulo de la rivalidad, pero esta continuará en Hell in a Cell 2018,  y en el evento de la empresa en Australia, Super Show-Down. En el primer match, las esposas, Brie y Maryse, estarán presentes en un combate mixto. En el segundo, estará en juego la posición de Number 1 Contender por el WWE Championship. Cualquiera de los dos sería un buen retador, pero un AJ vs Bryan molaría demasiado.

Puntuación: ****

viernes, 24 de agosto de 2018

Roman Reigns vs Brock Lesnar, WWE SummerSlam 2018




La mayor fiesta del verano 2018 en WWE nos ha dejado varias cosas que hay que comentar, aunque hay mucha gente que dice que el evento fue una basura, en base, por supuesto, a los resultados (el campeonato de Reigns, el squash sobre Owens, la derrota de Ziggler...). Porque Internet es así de polarizante. De igual manera que todas las películas de DC Cómics se consideran malas y todas las de Marvel se consideran buenas, todos los combates en New Japan son de 5 estrellas, y los de WWE, basura. Nunca es la cosa, en realidad, tan simple, ni por supuesto, tan extrema.

En SummerSlam, todas las luchas fueron buenas, salvo aquellas que fueron squashes, que también juegan un papel en la cartelera. No todo pueden ser combates de media hora. Creo que poner ese tipo de resultados rápidos tuvo un buen efecto en el público, que aguantó las 6 horas de producto. Hace tiempo que WWE no tenía un público tan bueno en un PPV. Recordemos que este evento tuvo lugar en New York, misma ciudad en la que ocurrirá el próximo WrestleMania. Espero, entonces, que el próximo año no acabemos con un nuevo abucheo.

Hace mucho tiempo que digo que Roman Reigns debía vencer a Brock Lesnar, para convertirse en el gran Campeón Universal de esta era. Pero no ocurrió así en WrestleMania. Brock Lesnar va a volver a UFC, así que renovó contrato para tener unas pocas apariciones más hasta SummerSlam. Mantuvo el título en su cintura, aunque Roman Reigns lo soportó casi todo en WrestleMania. En Greatest Royal Rumble, en Arabia Saudí, se volvió a dar el choque, y Lesnar, esta vez debido a la suerte, salió, de nuevo, como campeón.

Y no había vuelto a luchar desde entonces. Lo que era muy malo para los PPVs de WWE, que sin el título máximo de la empresa, pierden mucho interés. En SummerSlam, Roman se convirtió, al fin, y por primera vez, en Campeón Universal. Mientras tanto, Lesnar se preparará para su retorno a las MMA en 2019. Eso sí, parece claro que el objetivo de La Bestia es ser campeón de WWE y de UFC al mismo tiempo. Sería divertido verlo, pero no por ahora, por favor.

Ya hemos hablado anteriormente sobre la rivalidad entre Roman y Brock, y esa historia en la que el primero acusaba a WWE de dar un trato de favor al campeón. La empresa ya se cansó del storyline, que era a todas luces ridículo. Durante los meses siguientes, Reigns se enfrentó a Bobby Lashley, en busca de un nuevo retador. El medio samoano ganó esa posición, así que la ya larga rivalidad quedó lista para sentencia en el PPV de agosto.

Después de no aparecer en WWE durante mucho tiempo, Lesnar llegó, enfadado porque Kurt Angle dijo que era el peor campeón de la historia. El General Manager se llevó un F5, y hasta Paul Heyman vio su integridad física amenazada. Lesnar se mostró más interesante que nunca con su violenta reacción, pero finalmente, todo fue una estratagema de su abogado, que aprovechó la situación para rociar al retador con un spray. Roman Reigns nunca ha conseguido ganar a Brock Lesnar, y esta es su última oportunidad., 

Por su parte, Braun Strowman es Mr Money in the Bank, y durante la noche, le pegó una paliza brutal a Kevin Owens, que aspiraba a robarle el maletín. De hecho, se especuló mucho en los medios, afirmando que el canadiense acabaría la velada como campeón. Nada de eso pasó. Braun llega al main event, para presenciarlo desde ringside.

Esta es una lucha muy cortita, como casi todas las de Lesnar, pero con una buena historia contada. Strowman llama a Lesnar algo así como "chico bestia", lo que le enfada muchísimo. Así que está bastante despistado, y le llueven Superman Punchs por parte de Roman, seguidos de varios spears. En el último, El Imperio Romano es atrapado por una llave de MMA de Lesnar, que hasta en dos ocasiones es transformada en Spine Buster.

Roman vuelve con su Spear, pero Brock se aparta y el técnico vuela hacia ringside, impactando en Braun. Lesnar baja a por él, pero quiere vengarse de Braun. Le pega un F5, le da mil golpes con su maletín, antes de lanzarlo por los aires. Y también le pega con una silla. Vuelve al ring, silla en mano, pero es recibido por un nuevo Spear de Roman Reigns. Y, encima, la silla le cae en la cara, al rebotar en las cuerdas. Roman gana, y se lleva el Campeonato Universal de WWE.

Buen producto, hecho en 6 minutos. Porque aquello de resistir 50 F5 y 50 Spears, ya se hizo, y no quedó bien. Esta vez se ha intentado contar otro tipo de historia, y ha resultado gratificante, aunque no sea gran cosa a nivel de wrestling. El público queda muy satisfecho, y apoya enormemente a Reigns. Strowman se queda con su maletín. Espero que lo cobre en el main event del próximo WrestleMania, sería el mejor momento para que se consolidase, como no pudo hacer Roman.

Puntuación: ***