sábado, 1 de agosto de 2015

Los Villanos vs Los Brazos, Máscaras vs Máscaras, Monterrey, 21/10/1988




En el Próximo TripleManía XXIII, se reune la Dinastía Imperial, los Villanos III, IV y V se unirán en batalla por última vez, para enfrentarse a los Psycho Circus. Y digo por última vez, porque el Villano III ha anunciado que será su última lucha.

Ahora, vamos a comentar la gran batalla, por definición, de Los Villanos, la que mantuvieron con Los Brazos en el año 88, con las máscaras en juego, en una de las luchas más importantes de la historia de este negocio. Pero ojo, no soy tan ignorante sé perfectamente que Villano III no estuvo presente en esa lucha, pero creo que, en un especial sobre él, es imprescindible hablar de su familia.

Ray Mendoza era uno de los grandes técnicos de la Empresa Mundial de Lucha Libre, padre de una familia numerosa, dado que se casó con tan solo 15, y tuvo, al menos, 5 hijos. A pesar de su gran calidad luchística y el respeto que inspiraba en rivales y aficionados, Mendoza no quería que sus hijos de dedicaran a la lucha, prefería que estudiaran.

Y fijaros que acierto tuvo, que acabó siendo el padre de 5 grandes luchadores, los 5 Villanos. Sí, porque quizás muchos lectores apenas sepan nada de los Villanos I y II, pero que no se equivoquen, no formaban parte de otra generación, son los difuntos hermanos de los 3 Villanos que siguen en activo hoy en día.

Resulta que los Villanos I y II, los dos hermanos mayores de la dinastía (el II era el mayor), comenzaron a luchar sin que su padre lo supiera, enmascarados, con los personajes de Bestia Negra I y II. Finalmente, Ray se enteró de la actividad de sus hijos, y no tuvo otra opción que apoyarles, con una condicion: si querian ser luchadores, primero debían estudiar una carrera.

Es una inteligente decisión de un buen padre. Cuando, hace unos años, Villano V perdió la mascara, salio a la luz que era un reputado dentista. Su clientela aumento mucho. Que diferencia con esos padres que solo quieren que sus hijos sean futbolistas y le saquen de pobres, aunque sean analfabetos.

Finalmente, los hijos de Ray se acabaron llamando Villano I y II, personajes que nacieron en el año 70, y con el que consiguieron ganar cierta relevancia como pareja, luchando en la EMLL, y consiguiendo varios títulos Tag Team. En el 73, debutó el Villano III, que en varias ocasiones haría tercia con sus hermanos, formando la primera versión de la Dinastía Imperial, e iría destacando individualmente más que los demás, debido a un nivel técnico sin igual (y que, en todo caso, era la marca de la casa familiar).

Pero en el Consejo no acabaron, nunca, de dar buenas oportunidades a los Villanos. Esto impulsó a su padre, aún en activo, a unirse a varios promotores para fundar la UWA, la Universal Wrestling Alliance, una empresa que revolucionaría la lucha libra mexicana, traería a montones de grandes estrellas internacionales (Hogan, Andre, Inoki, Vader...), daría grandes espectáculos con luchadores nacionales como Canek, los Villanos, Rayo de Jalisco, Perro Aguayo o Dos Caras, y pondría de moda los enfrentamientos de tercias, los relevos australianos, y los stables.

Durante los años 80, Villano II comenzó a desaparecer de los cuadriláteros, supuestamente por las serias lesiones recibidas en su carrera. En el año 89, falleció, y la versión oficial es que fueron estas lesiones las que causaron la muerte. Extra-oficialmente, se sabe que el Villano II se suicidó, aunque podrían ser estas lesiones, y su consecuente alejamiento de la lucha, las que podrían haber causado la depresión que padecía. EL fallecimiento del Villano II afectó mucho al primero, que dejaría de luchar a tiempo completo, y se dedicaría, más bien, a entrenar a futuras leyendas. En 2001, fallecería, debido a un derrame cerebral.

Durante los años 80, con Villano II alejado de los rings, y Villano III destacando de forma individual, en el Toreo de 4 Caminos comenzó a destacar la técnica tercia formada por el Villano I y sus dos hermanos pequeños, Villano IV y Villano V. juntos, comenzaron a luchar con otras tercias, y se formó una cruenta rivalidad con Los Brazos.

Los Brazos eran tambien hermanos, hijos de luchador. Eran el Brazo de Oro, Brazo de Plata, y el Brazo, luchadores potentes y fornidos (sobre todo Brazo de Plata), hijos de Shadito Cruz. Su rivalidad con los Villanos fue brutal, y se derramó mucha sangre. Al final, llegó la necesaria lucha de apuestas entre dinastías.

La rivalidad se dió en la UWA, en el toreo de 4 caminos. Pero a la hora de llevar a cabo la lucha final, hubo cierta puja por parte de varias arenas/promotoras, y la lucha acabó dándose en Monterrey. La que era considerada la lucha del siglo, perdió un gran impacto por ser alejada del DF, y los participantes pecaron de avariciosos, puesto que se dejaron llevar a donde más dinero les daban. 

Pero independientemente de estas tonterías, la lucha pasará a la historia.Es una lucha histórica y perfecta en su ejecución, con dos de las grandes dinastías del mundo del wrestling poniendo en juego sus importantes máscaras. Los Villanos dominan la primera parte de la lucha, con toda su técnica, aunque Los Brazos no les van a la saga, se defienden también en este área. Los participantes se vuelven locos, y sale fuera toda su furia. Los Brazos masacran a los Villanos, destrozándoles las máscaras, y las caras. Brazo de Oro golpea contra el poste a Villano V más de 10 veces. Pero los Villanos se rehacen, y la guerra se pone de su parte.

En un momento dado, todos comienzan a volar. Brazo de Oro se lanza con un codazo volador a Ring-side sobre uno de los Villanos, y todos comienzan a volar, uno a una, en la misma parte. Termina la serie Brazo De Plata, lanzando todo su tonelaje, quien sería conocido a posteriori como Superporky.

Cada equipo gana una caída, y en la final, comienzan las eliminaciones, quedando solo los hermanos mayores, hasta que Villano I derrota a Brazo de Oro. Fantástica lucha, una auténtica guerra entre hermandades, que acaba con toda una familia sin máscara. 

Pero esto, casi, benefició a Los Brazos. Su carrera no se vino abajo, puesto que acabaron convirtiéndose en unos rudos humorísticos entrañables, ya sin máscaras.

Puntuación: *****

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