lunes, 3 de agosto de 2020

Kazuchika Okada vs Evil, NJPW New Japan Cup 2020 Finals




Volvemos a hablar de la edición 2020 de New Japan Cup. Resta revisar los hechos ocurridos en la final del torneo, en la que el gran Kazuchika Okada se ve las caras con un Ingobernable de Japón, Evil. El ganador, recordemos, consigue una oportunidad por el IWGP Heavyweight Championship en Dominion, evento que ocurre sólo unos días después.

Y el resultado es sorprendente. Siempre he sentido una profunda indiferencia por Evil, así que aún no me explico la posición lograda dentro de la empresa. Evil derrota a Okada en la final de la New Japan Cup, lo cual ya de por sí es sorprendente, y días después, derrota y traiciona al líder de su secta, el Ingobernable mayor en Japón, como veremos en el próximo post. Es una decisión muy sorprendente, y una forma muy exagerada de dar un push a un hombre: hacerlo acreedor de los dos títulos máximos de la empresa. No estoy muy seguro de que Evil sea el luchador que más lo merece.

Sin embargo, ofrece un buen espectáculo en esa lucha final frente al gran Okada, que parte como favorito, para conseguir una revancha del combate frente a Naito en Wrestle Kingdom. Evil es un hombre inteligente, y castiga fuertemente el brazo derecho de Kaz, para debilitar sus posibilidades de realizar el Rainmaker, aunque, cuando el excampeón lo lleva abajo del ring para aplicar sus habituales spots juntos a las vallas, incluyendo un gran DDT sostenido del estilo Randy Orton, Evil cambia su estrategia.

Evil comienza a aplicar slams, y toda clase de poderosos ataques a la espalda, con los que pretende dañar lo suficiente a su duro rival, para ganarle con su homónimo finisher. No obstante, esa es una ardua labor, pues Okada se ha enfrentado a todo en esta vida. Con sus Tombstone Piledrivers y su trabajo al cuello del rival, parece imparable, así que Evil tiene que recurrir a las trampas.

Evil se libra del referee varias veces, y aplica golpes bajos, y slams sobre montones de sillas. Incluso, cuando la cosa se pone difícil para él, recibe ayuda de fuera, pues el mayor enemigo de Okada, Gedo, llega para evitar que quede KO como consecuencia de los candados de su antiguo aliado.

Porque Kazuchika hoy lucha de un modo un poco distinto. Es mucho más pausado, menos spotero. De hecho, parece que su intención es ganar a través del Cobra Clutch, y ya digo que está a punto de conseguirlo. Pero las trampas de Evil lo superan, y es derrotado, cuando este aplica el Evil STO.

Buena lucha. Recordemos que esta vez sí hay público, pero este tiene órdenes de estarse calladito (pues el coronavirus, como afección respiratoria, se libera al hablar, y mucho más al gritar). Lo increíble es que el público, consciente del problema con el que convive, efectivamente, se queda calladito. Japón es otro planeta.

Tras la lucha, Naito llega para celebrar junto a su pupilo, pero, cuando estos van a celebrar juntos, haciendo el gesto de los Ingobernables, Evil cambia el puño cerrado por la señal de una pistola, propia del Bullet Club. Después de eso, ataca a Naito, y celebra junto a los miembros de su nuevo stable, hasta que el resto de los ingobernables llega para salvar a su líder.

Puntuación: ****

domingo, 2 de agosto de 2020

Sasha Banks vs Asuka, WWE Horror Show at Extreme Rules 2020



Seguimos hablando sobre Extreme Rules 2020, rebautizado este año como Horror Show at Extreme Rules, por la naturaleza de algunas luchas cinematográficas introducidas en el programa. Aunque esto es así, es cierto también que algunos de los matches que, en otras condiciones, se hubieran incluido en el PPV, finalmente, quedaron para programas semanales, por la necesidad de sostener las audiencias de estos, y la imposibilidad de vender entradas para los grandes eventos. Así, la defensa del Intercontinental Championship entre AJ Styles y Matt Riddle quedó fuera, así como el Unsanctioned Match entre Randy Orton y Big Show, y el Bar Match entre Jeff Hardy y Sheamus. Estos dos últimos combates fueron creados para Extreme Rules, sin duda. 

La mayoría de las luchas de Extreme Rules son buenas, sin que haya ninguna que rompa moldes. La pelea por el RAW Women Championship, sin estipulación alguna, era uno de los combates que mejor pinta tenían, y, efectivamente, resultó ser bueno, aunque al final se estropea un poco, por algunos botches, y por un final estilo Attitude Era tan raro. Es la lucha que comentamos hoy.

Bayley y Sasha Banks forman parte del roster de Smackdown. WWE lleva años vacilando con una posible rivalidad entre las dos, que emule las grandes luchas que tuvieron en NXT, pero siempre acaba echándose atrás. Hacen una gran pareja, y están marcando la diferencia, porque son realmente odiosas. Son campeonas tag team de WWE, y eso les abre las puertas, también, de los programas de RAW, y es así como Sasha ha conseguido una oportunidad por el campeonato del programa rojo, en manos de la japonesa Asuka.

Bayley es Campeona de Smackdown. Así las cosas, de ganar Sasha, estas dos tipas tendrán en sus cinturas los 3 campeonatos del roster principal de WWE. The Legit Boss tiene a su compañera en su esquina, mientras que Asuka cuenta con Kairi Sane, en una de sus últimas apariciones en la empresa. Parece ser que volverá a Japón, después de sufrir muchas lesiones; su falta de tamaño le ha pasado factura en una empresa en la que las rivales son mucho más grandes y pesadas que ella.

La lucha es bastante buena. Las dos mujeres son expertas en llaves de rendición muy duras, y buscan desgastar a la oponente a través de golpes frontales muy stiff. Sasha conecta un par de veces el Banks Statement sin éxito. Asimismo, castiga brazos, y sobre todo, manos, para evitar que Asuka pueda cerrar su Asuka Lock.  

Aunque la lucha es igualada, creo que el trabajo de Sasha es superior. El combate se alarga, con buenos golpes por ambos lados, hasta que llega esa fase final, en la que Sasha comete un error y se tropieza en el esquinero, rompiendo un poco el ritmo del match. Finge una lesión en la pierna, pero no hay aprovechamiento de ello por parte de su rival. Ambas se enredan en un montón de counters, en los que Banks parece hacerse daño de nuevo, legítimamente, al sentarse Asuka sobre su pelo.

En ringside, Bayley se libra de Kairi, y pretende atacar a Asuka. El referee no se lo permite, pero, ahora, es la japonesa la que se equivoca, al escupirle su líquido verde en la cara al árbitro. Bayley golpea a Asuka con la correa del campeonato, y le quita la camiseta al referee, para hacer la cuenta, y darle una supuesta victoria a su amiga.

¿Es esto legítimo? ¿Por llevar la camiseta de referee, uno se convierte en referee? Por algún motivo, el tipo de la campana le sigue el juego a Bayley, y como no existen ya las figuras de autoridad en WWE, las malas se salen con la suya, sin que nadie lo impida.

En los programas siguientes, Stephanie McMahon aparecería para decretar un nuevo combate entre Sasha y Asuka, para determinar la verdadera campeona. De nuevo, las trampas de Bayley le darían la victoria a la chica del pelo azul.

La lucha es buena. Podría haber sido mejor, con un final más ortodoxo, pero, finalmente, creo que merece, aún así, una buena nota.

Puntuación: ***1/2

sábado, 1 de agosto de 2020

Seth Rollins vs Rey Mysterio, Eye for an Eye Match, The Horror Show at Extreme Rules 2020



Hoy, hablamos de una de las historias que más ha llamado la atención en los últimos meses, dentro de la industria del wrestling. Rey Mysterio perdió un ojo en su match frente a Seth Rollins, en el evento Extreme Rules 2020.

Realmente, a mí me gustan bastante los programas de WWE en los últimos meses. Son programas pequeños, sin público, con unos planos muy cortos, y sin sorpresas, sin grandes estrellas. Así, se tienen que centrar en las historias, y estas, no están mal, son muy clásicas. 

Raw, en concreto, siempre tiene sus 4 o 5 historias avanzando. Hacía tiempo que WWE no contaba más de una o dos historias en sus programas, pues estos se perdían en combates aleatorios. Así, en RAW, cada semana avanza la historia de Drew McIntyre como gran campeón, la de MVP y su nuevo estable, la de Randy Orton como Legend Killer, la de la malvada pareja formada por Sasha Banks y y Bayley, que es genial, y la de Seth Rollins y Rey Mysterio. 

Claro, las audiencias están por los suelos, porque son programas muy baratos. Ya no esperamos a Lesnar, Caín Velasquez, Undertaker, Cena, Goldberg o Tyson Fury. Ni siquiera vemos a Edge, lesionado, ni a Becky Lynch, embarazada. Además, hayt mucha gente que, o se ha quedado atrapada en su país, o se ha contagiado de Coronavirus, o ha decidido no arriesgar a su familia asistiendo al Performance Center, como son los casos de Roman Reigns, Daniel Bryan, Kevin Owens, Bobby Roode, Lana, Sami Zayn, Austin Theory, Apollo Crews, Otis, Mandy Rose o Sonya Devillle,  por no hablar de los luchadores despedidos en marzo, o los lesionados como Los Uso, o Kalisto. Caen como moscas.

A nivel creativo, no resulta tan relevante, porque hay gente de sobra para contar historias. Las crisis y los tiempos de cambio, siempre han servido para que gente nueva consiga oportunidades nuevas. Lo único que me preocupa es que todos estos problemas destrocen a WWE. Ya sé que esto encantaría a buena parte de los rencorosos aficionados de Internet, pero recordemos que el fin de WWE implicaría el fin del wrestling americano, por una simple reacción en cadena. 

Quizás, este tipo de historias de vieja escuela, sean producto del liderato creativo de un hombre de vieja escuela como Bruce Prichard. También, por ello, algunas de esas historias son de mal gusto, como en otras épocas. Un ejemplo de esto es la rivalidad entre Seth Rollins y Rey Mysterio.

Mysterio es eterno. WWE intentó acabar con él en 2013 o 2014, pero demostró que le quedaba mucha cuerda, trabajando a gran nivel en AAA, NJPW, Lucha Underground, All In, y cualquier tipo de competencia que se presentara. Vince tuvo que bajarse los pantalones, y volver a firmarlo, con la promesa de dar oportunidades a su hijo, a sabiendas de que, de no ser así, el veterano estaría en AEW atrayendo a miles de fans. El ejemplo de Matt Hardy es obvio. Gracias a esta forma de presión, y con su contrato con la empresa ya terminado, Rey va a conseguir situar a Dominik en  el gusto del público, haciéndolo protagonista de su intensa rivalidad con el malvado Monday Night Messiah. 

Obviamente, esto no es justo. En WWE hay montones de hombres luchando por una oportunidad de destacar, y entrenan en el Performance Center sin parar para lograrlo. Dominik, un niño rico sin demasiado carisma, y sin la máscara de su padre, que es lo único que le haría relevante, tiene esta oportunidad, como condición de Mysterio para renovar su contrato. Nepotismo.

Rollins, por su parte, está muy loco. Cada día está peor, y creo que hace su papel bastante bien. Junto a su pupilo, Murphy, en ausencia de Austin Theory, se ha dedicado a lastimar los ojos de sus rivales, con el pico de las escaleras metálicas. Rey sufrió su ataque, y juró venganza. "Ojo por ojo". Esa es la estipulación de su combate.

Hace un tiempo, comentaba que, en los últimos años, no se habían creado estipulaciones nuevas en WWE. Han sido tiempos muy conservadores desde el punto de vista creativo. Quizás fuera mejor así, visto lo visto. ¿Qué es un combate del tipo "Ojo por ojo"?

Yo pensaba que, en él, el perdedor sería aquel que recibiera daño en su ojo, que no pudiera ver, o algo así. Pero no. Para ganar, hay que SACARLE EL OJO al rival. Que su globo ocular  esté fuera de su cuenca. La mayor tontería de la historia.

Porque un ojo no se puede sacar así como así. No hay hueco para hacer palanca y sacarlo, hay que destrozarlo primero. Un hombre no es Mr Potato. Y eso sin pensar en la inmoralidad absoluta, dentro del Kayfabe, de que una empresa permita que esto ocurra en su ring. Si existen Unsanctioned matches, en los que WWE no se hace cargo de las consecuencias legales de una lucha, esto significa que estas existen. Entonces, ¿No es responsabilidad de WWE dejar (repito, dentro del Kayfabe) a un hombre minusválido?

La estipulación limita las posibilidades de la lucha. Pero también limita las posibilidades de Seth de dar saltos a lo loco, lo que no tendría sentido, dado su actual personaje. Rey siempre será el underdog, y eso permite al rudo lucir como tal.

Hay muchos golpes a la cara, e intentos de dañar los ojos. Se utilizan palancas y palos de kendo, para intentar reventar ojos, pero es, de nuevo, el pico de las escaleras, lo que se revela como la mejor herramienta para sacar un ojo.

Antes de eso, Rollins se pega contra el pico de la mesa de comentaristas, y recibe un Tornado DDT muy bueno, así como su propio Curb Stomp en el suelo. Pero, aunque Mysterio le daña el ojo con el escalón, no consigue sacárselo. Rollins lo evita con un Low Blow, y eso le deja vía libre para golpear con una Super Kick, y un Curb Stomp. Tras estos golpes, tiene libertad para sacarle el ojo a Rey Mysterio.

Así es, utilizando el pico del escalón, consigue que el globo ocular salga de su sitio. Al menos, vemos a Mysterio sujetar una bola entre sus manos que hace ese papel. Obviamente, es de juguete.

Rollins, vendiendo bien lo ocurrido, vomita. No he visto a nadie vomitar en WWE desde que Papa Shango hechizara a Ultimate Warrior. Los chicos del Performance Center, que hacen el papel de público, abuchean a Seth.

Este momento grotesco, ha llamado mucho la atención. No han tardado nada los medios no especializados, en salir y anunciar la pérdida del ojo de Mysterio como si fuera real. En México, en concreto, se lo creen todo.

La lucha está bien, aunque podría ser mucho mejor con una estipulación un poco más seria (o un poco menos seria).

Puntuación: ***1/4

jueves, 30 de julio de 2020

The Undertaker vs Hakushi, Michinoku Pro 4th Anniversary




Estamos realizando un pequeño especial sobre Undertaker, aprovechando la emisión del documental Last Ride, sobre los últimos años de su carrera. Para la ocasión, he decidido ver luchas suyas fuera de la empresa que le ha dado a conocer al mundo, WWE.

En el primer post del especial, quise hablar de su etapa en WCW, y su papel en los Skyscrapers. Hoy, quería comentar una lucha suya en Japón, pues también en el País del Sol Naciente ha luchado el Deadman, más allá de los combates que ha mantenido en Live Shows de WWE en dicho país.

Poca gente lo sabe, pero Undertaker estuvo en NJPW en 1990, luchando en los shows de Big Fight Series con el nombre de Punisher, o Punisher Dice Morgan. Tuvo un total de 14 combates durante la duración de los shows de esa serie, y llegó a hacer equipo con Chris Benoit. Por desgracia, nunca he visto estos combates en vídeo.

En los años 90, WWE no era tan cerrada como lo es ahora. Tenía relaciones con otras empresas de wrestling, y gracias a esto, había shows en conjunto, sobre todo, en otros países, y había intercambio de luchadores.

En 1992, Undertaker volvió a Japón, para hacer honor a los socios de WWF, y para participar en los shows conjuntos de la empresa con esos socios. Así, estuvo en Super World Sport y en WAR, las empresas de Genichiro Tenryu, enfrentándose un par de veces a King Haku. Eso sí, esas luchas no fueron nada en comparación con el main event del show conjunto de WWF y WAR, en el que Ric Flair y Tenryu lucharon, casi, durante 40 minutos.

En 1997, Taker volvió a Japón, para honrar el acuerdo entre WWE y Michinoku Pro. Y es que, dado el número de luchadores extranjeros que había en WCW, y la calidad de su división crucero, Vince trató de hacer lo propio, creando el WWF Light Heavyweight Championship, con la intención de que girara en torno a las dos grandes figuras de M-Pro, el fundador, The Great Sasuke, y Taka Michinoku. Sasuke, sin embargo, y según informan los medios japoneses, quería defender el título, sólo, en Japón, y eso dañó las relaciones entre las dos empresas, y provocó que el intercambio de talento fuera mínimo, y el campeonato, irrelevante.

Lo mejor que recibió WWE de Michinoku, fue la presencia continua de Hakushi, conocido en Japón como Jinsei Shinzaki, en sus rings, entre 1994 y 1996. Este hombre era muy buen luchador, pero era, todavía, joven. Aún hoy, sigue luchando en Michinoku Pro, pues es dueño de la empresa junto con Sasuke.

En 1997, Michinoku contó con una gran atracción para el show del 6º Aniversario de su empresa, Undertaker, ahora sí, convertido en una gran estrella, para enfrentarse a Hakushi. Estos dos hombres nunca habían peleado en WWE, y en esta ocasión, lo hacían bajo términos más interesantes, porque el personaje del japonés había cambiado mucho tras su regreso a Japón.

Shinsaki se convirtió, también, en un ser místico, un muerto habitado por un demonio, que era llevado en una tumba al ring, y se reactivaba cuando sonaba la campana. Así, se enfrentan, en este combate, dos hombres muertos.

Lo malo es que Undertaker no interesa a este público. Es el año 97, no hay Internet, y no creo que WWE se emitiera en Japón. Por tanto, nadie sabe quién es, o le importa poco. El público está muy callado, y tan sólo reacciona ante algunos ChokeSlam y otros golpes duros. 

Además, este personaje de Hakushi, es muy frío. No tiene emociones, y eso no es bueno para una lucha. Undertaker le pega una buena paliza durante los primeros minutos de la lucha, aplicando sus siempre entretenidos movimientos de la casa. Hakushi se recupera, y busca castigar la pierna del americano.

Con sus castigos zonales, el japonés se defiende ante la clara superioridad del Enterrador, pero falla un Headbutt desde el esquinero. Taker usa ChokeSlam y Tombstone para acabar con lo que queda delShinzaki.

La lucha cumple su función, ni más ni menos. Hay que decir que Taker va acompañado por Bruce Prichard, quién fuera su primer mánager.

Puntuación: ***

martes, 28 de julio de 2020

The Road Warriors vs The Skyscrapers, WCW WrestleWar 1990




2020, es un año raro por muchas cosas. En términos de wrestling, por ahora, hay pocas cosas buenas que recordar. De hecho, aún a 30 años de su debut, es un nombre, por encima de cualquier otro, el que ha sonado fuerte; el de The Undertaker.

Undertaker no deja de generar dinero para WWE. Es el activo económico más importante de su historia. Y, tras su gran lucha ante AJ Styles en WrestleMania 36, siguió siendo protagonista, gracias a emisión de una serie de documentales en su honor, llamada The Last Ride, que, en cierto sentido, emulaba a la serie de documentales The Last Dance, sobre la vida de Michael Jordan, y publicada en Netflix.

Estos programas han dado mucho de lo que hablar durante los tiempos del coronavirus, y han animado un poco el ambiente depresivo existente. Last Ride ha constado de 5 episodios, que se han extendido con un último capítulo, publicado recientemente, llamado Tales From the Deadman. Todo esto, está disponible a través de WWE Network, y ha sido lo más visto en la network durante los últimos meses.

El documental se centra en los últimos años de carrera del Undertaker, y en las dudas sobre su retiro. El propio Taker, así como otras personalidades de WWE, comentan las luchas importantes de esta etapa, incluyendo el fin del Streak en WrestleMania, ante Brock Lesnar, y la conmoción cerebral sufrida durante el match; las luchas que no han salido bien y que han afectado más a su ego, esto es, el match ante Roman Reigns y el combate ante Goldberg; y aquellas en las que se ha recuperado anímicamente. Finalmente, en Tales from the Deadman, hemos podido visualizar, de manera animada, algunas historietas con anécdotas ocurridas durante estos 30 años de carrera.

La trama principal que subyace tras el documental, es el retiro del Enterrador. Él mismo comenta que este sería un buen momento para retirarse, tras su buen combate ante Styles. E incluso WWE le ha dedicado un programa especial de Smackdown, en honor a su carrera. Pero nadie se ha atrevido a confirmar su retiro, y eso recuerda a lo ocurrido en 2017, después de que dejara su sombrero y sus guantes en medio del ring, al ser derrotado por Roman Reigns en WrestleMania 33. Aunque este parezca el momento justo, Undertaker y WWE encontrarán la excusa para convencerse de que no es así. Dirán que es mejor retirarse en Survivor Series 2020, cumpliéndose 30 años de la llegada del Hombre Muerto a la empresa, o que lo ideal es hacerlo con público, quizás, dentro de un año. Ya veremos.

El caso es que no hay retiro confirmado, así que yo no voy a hacer ningún especial de retiro. Pero hay que hacer algo en honor a este documental, porque ha sido muy importante, y ha estado en boca de todos. Las luchas que forman parte del mismo, ya están, en su totalidad en el blog, porque coinciden con la época en la que ha sido escrito. Así, como aún no quiero hacer un especial de grandes luchas de Undertaker, he decidido mirar un par de combates de este hombre, ocurridos fuera de la empresa, porque es esto, precisamente, de lo que jamás va a hablar WWE. Combates apócrifos.

Undertaker nació en Survivor Series, y eso es algo que WWE defenderá hasta su final. Pero ese es el momento en el que debutó el personaje que hizo famoso a Mark Calaway, el hombre que interpreta al Deadman, que es un luchador profesional, y que ya luchaba antes de empezar a pintarse los ojos y ponerse sombrero. Debutó en 1987 y en 1990, como si de un entrenamiento para llegar a WWE en noviembre se tratara, trabajó para la WCW, entre enero y septiembre, con el nombre de Mean Mark Callous.

Hace tiempo, comentamos en el blog su lucha frente a Lex Luger en The Great American Bash 1990. Este match, que es por el USA Championship en manos de The Total Package, es el más importante en su carrera previa a WWE, y no es muy bueno. El hombre era muy alto, pero no impresionaba demasiado por su habilidad. En realidad, su increíble carrera es fruto de una improbabilidad estadística, pues, si no hubiera recibido ese personaje de Hombre Muerto, probablemente, no habría llegado a nada. Pasarían muchos años hasta que empezara a demostrar que, verdaderamente, era capaz de dar grandes luchas, y esto es fruto de su propio amor propio. Nunca dejó de aprender, ni de evolucionar.

Pero en el año 90, parecía otro gigante torpe. En WCW, lo desahuciaron pronto. En esa etapa, formó parte de la división tag team de la empresa, siendo la mitad de los Skyscrapers, junto al también enorme Dan Spivey, luchador enmascarado de carrera relativamente corta, pero que tuvo unos pocos años buenos en All Japan, incluyendo un gran combate ante Toshiaki Kawada. Incluso tuvo un match frente a Luger que fue mucho mejor que el del Taker. Nadie diría, en ese momento, que Callous sería el hombre que pasara a la historia.

The Skyscrapers era un equipo que ya existía antes de que Taker llegara a la empresa. Fue creado en 1989, con el fin de dominar la división tag de WCW en el futuro, idea que se truncó por varios motivos. Pero era un Tag Team impresionante, formado por dos hombres enormes como Dan Spivey y Sid Vious, que se lesionó, al sufrir un neumotorax tran un Suplex de Scott Steiner. Así, WCW buscó un sustituto, un gigante que cumpliera el rol de rudo enorme, y halló en Memphis a Taker, que luchaba en el medio oeste en ese momento. El equipo era liderado por el mánager Teddy Long, quién trabajaría durante muchos años con Undertaker, como Mánager General de Smackdown. Estos forzudos parecían destinados a rivalizar con los Road Warriors, uno de los equipos con más pop en la historia del wrestling, pero, por las circunstancias, un año después de su debut, habían desaparecido. Me gustaría hablar sobre ellos, y sobre su Chicago Street Fight de WrestleWar 1990, porque Taker habló del tema durante la entrevista que mantuvo en el programa Broken Skull de Steve Austin para WWE Network.

Skyscrappers y Warriors se enfrentaron varias veces durante los meses previos. Los rudos consiguieron una gran victoria en Clash of the Champions, y, según se cuenta, la intención era que ese fuera el primer paso para un gran push. Eso no ocurrió, pues Spivey dimitió. Se ha hablado de problemas de dinero, pero otras fuentes señalan que estaba muy quemado, y muy incómodo por la forma en la que los Road Warriors trataban a su joven compañero, y por la fuerza con la que le atacaban. Por eso, él, que era el veterano, era el que llevaba los combates, el que marcaba el ritmo.

En el último combate entre los dos equipos, según cuenta Taker, la cosa se les fue de las manos, y hubo golpes muy fuertes. Callous y su compañero volvieron primero a backstage, y allí esperaron a sus pasionales oponentes. Undertaker estaba asustado, pues pensaba que se iba a montar una trifulca fuerte en vestuarios, así que estaba listo para las tortas junto a su compañero, que era uno de esos legítimos tipos duros de la industria. Sin embargo, los Warriors llegaron muy contentos, y agradecieron a Spivey por la violencia utilizada, pues así es como les gustaba luchar. Al día siguiente, Spivey llamó a Taker para avisarle de que abandonaba.

Aún quedaba en el aire, no obstante, un Chicado Street Fight entre los equipos, que no anuló, y que tuvo lugar en Wrestlewar 1990, como estaba planeado. Dan fue sustituido por The Masked Skyscraper, otro tipo enorme y enmascarado. Debajo de la máscara, estaba Mike Enos, quién había luchado en WWF como Blake Beverly, formando parte de la pareja The Beverly Brothers. Llevaba máscara porque, en ese tiempo, tenía contrato con la AWA, así que, legalmente, no podía pelear en otra empresa, pero dados los problemas económicos que sufría la promotora de los Gagne, él y otros luchadores tenían que buscarse la vida, con artimañas como esa.

El combate comienza con Teddy Long, peleando con Paul Ellering. Este pega un puñetazo, y Teddy vuela fuera del ring. Así, los luchadores comienzan a a hacer su trabajo.

Y tienen un combate muy poco ordenado. A pesar de la estipulación, esto no es un combate extremo (no podría, por la época), sino que es una pelea en la que todos están encima del ring durante todo el match. Según cuenta Taker, Spivey siempre era el que llevaba los combates, pues era mucho más experimentado que él. En este caso, los cuatro hombres se dan una paliza, sin mucha historia. Taker es expulsado del ring, mientras Masked recibe el Clothesline volador de los Road Warriors, y es derrotado. Así se acaba la historia de esta versión de los Skyscrapers, con un combate que dura menos de 5 minutos. Long llega con unos nuevos rivales para los Warriors: Doom, equipo formado por Butch Reed y Ron Simmons, dejando claro que sus anteriores clientes habían pasado a mejor vida.

La lucha no es muy buena, pero la historia de los skyscrapers merece ser recordada. Undertaker seguiría su carrera en solitario, sin mucho éxito, hasta que le tocó la lotería, con su firma por WWE.

Puntuación: **1/4

sábado, 25 de julio de 2020

Naomichi Marufuji vs Michael Elgin, Impact Wrestling Bound For Glory 2019



Como todo el mundo sabe, tras ser azotada de forma cruel por el coronavirus, la industria del wrestling se ha tenido que enfrentar a otro problema durante este año 2020, un problema que interpela a su propia estructura. Se trata del movimiento Speaking Out, que llevó a muchos hombres y mujeres a denunciar públicamente abusos que habían sufrido dentro del negocio.

Por supuesto, existe un debate moral sobre la legitimidad de este tipo de movimientos. La sociedad occidental se sustenta sobre ciertos valores, entre los que se encuentra el derecho, la presunción de inocencia, el hecho de que nadie puede ser encontrado culpable de cometer ningún delito o falta, a no ser que se demuestre a través de los mecanismos legales, que, efectivamente, es culpable. Incluso el peor de los criminales tiene derecho a un juicio justo, y a un abogado que lo defienda, y, aunque a veces es difícil, sabemos que debemos huir del escarnio público, de la opinión popular, del linchamiento público, para salvaguardar el derecho de todos. Esto lo aplicamos para asesinos, violadores, y cualquier otro tipo de seres malvados. Y sin embargo, cuando encontramos casos mucho menos graves, pero relacionados con los elementos morales que ciertos poderes están usando en los últimos años para guiar a las masas, esto es, el machismo o el racismo, parece que todo vale, que se puede incinerar a un ser humano en una plaza pública, para que la gente sienta que se preserva su fanatismo. Animales.

Y, dicho esto, una empresa tiene todo el derecho del mundo a despedir a un trabajador si considera que, por las cosas que ha podido hacer en su pasado, mancha la imagen de la compañía. Hay varias empresas que han iniciado investigaciones para esclarecer casos relacionados con luchadores pertenecientes a sus plantillas, y creo que eso es razonable. AEW tuvo fuera de las pantallas a Sammi Guevara por unos comentarios realmente estúpidos sobre Sasha Banks, que, hubieran costado un despido inmediato en cualquier otro sitio, pero, en este caso, se aceptaron sus disculpas. Por su parte, WWE despidió a varios luchadores de NXT UK, pero, cuando los casos llegaron a hombres importantes como Matt Riddle, se pasaron por alto. El doble rasero habitual de Vince.

Impact Wrestling, empresa que ahora tiene sede en Canadá, fue inflexible con esto, y despidió a piezas claves de su programación, como Joey Ryan, y, sobre todo, Michael Elgin, un hombre que estaba cerca del Campeonato Mundial. Sobre el primero, la verdad es que no creo que a nadie sorprenda que Joey Ryan sea acusado por acoso, aunque sea tan sólo juzgando lo que hace arriba del ring. Sobre Elgin, a pesar del aprecio que le tengo como luchador, lo cierto es que está metido en tantas polémicas, que es difícil confiar en él. Un caso puede ser fraudulento, pero si son cinco, ya se está ganando el despido.

Aún así, hay que investigar cada caso de manera seria, y no guiarse por populismos, porque estamos jugando con la vida de posibles inocentes. Recientemente, hemos sabido que esto afectó gravemente a Will Ospreay, que incluso intentó suicidarse. Creo que si alguien ha sufrido acoso de algún tipo, debería ir a poner una denuncia ante la ley, y no hacer acusaciones por Twitter, que es una manera de hacer daño a otra persona, sin hacerse legalmente responsable de ello, y bajo la premisa de contar con el apoyo de la comunidad, situándose, así, en una posición de clara ventaja. 

Volviendo a lo puramente deportivo, hay que decir que Impact Wrestling está haciendo un buen trabajo. Sus programas son de calidad, pero tiene un problema, que es la fuga de talento a WWE o AEW. Sigue perdiendo luchadores importantes, pues Killer Cross se fue a la empresa de los McMahon, y Brian Cage se mudó a la empresa de los Khan. Asimismo, ha perdido a Elgin y Ryan por los motivos antes expuestos, y a Tessa Blanchard, que ha dejado la empresa, aún siendo la Campeona Mundial de la misma. Que este reinado acabe así, es una auténtica pena.

Todas estas bajas podrían parecer dramáticas para la calidad del producto de Impact, pero esta empresa se ha beneficiado de la situación en WWE, y sus muchos despidos. Ahora que la empresa de Vince no contrata a nadie, que AEW ya tiene demasiada gente, y que las empresas independientes, así como ROH y MLW, están paradas, hay pocas salidas para un luchador americano o mexicano. Por eso mismo, Impact Wrestling se ha convertido en un lugar muy atractivo para trabajar, y, aprovechando eso, se ha llevado a buena parte de los wrestlers que WWE despidió en marzo de 2020. En el último gran evento de la empresa, Slammiversary, y en shows posteriores, supimos de la llegada a la empresa de Luke Gallows, Karl Anderson, Brian Myers (Curt Hawkins), Heath (Heath Slater) y dos hombres que son made in TNA: EC3 y Eric Young. Asimismo, es posible que Rusev haya llegado a un acuerdo con la empresa, pero ahora mismo no se puede confirmar, porque padece el coronavirus. Y a todos estos exWWE, hay que sumar a los Motor City Machine Guns, una de las parejas más importantes en la historia de la TNA, que está de regreso.

Hace mucho tiempo, TNA se caracterizó por tener a muchos exWWE, pero, en los últimos años, no ha podido permitírselo, entre otras cosas, porque la empresa de Vince no ha soltado a nadie en un tiempo. Pero, ahora, ¿Puede sacar partido a todos estos hombres?

Su división de parejas queda muy reforzada con la llegada de The Good Brothers y MCMG. EC3 y Young pueden recuperar su posición, tras su ridículo paso por WWE. Y Rusev, si de verdad llega a la empresa, puede ser, perfectamente, la máxima estrella de Impact. Heath y Myers, por su parte, son una auténtica incógnita. Nunca han tenido ocasión de demostrar si, realmente, son buenos luchadores o no.

Me hubiera gustado ver un match entre Elgin y Rusev, pero eso no podrá ser. Desde que Michael llegó, sorprendentemente, a Impact el año pasado, tras mucho tiempo luchando en New Japan, he querido comentar alguna lucha suya en su nueva casa. Hemos tenido que esperar hasta su salida, pero, hoy, comentamos un match que mantuvo ante la leyenda japonesa Naomichi Marufuji en Bound for Glory 2019.

Porque es una lucha propia de un G1 Climax. Como parte de la colaboración entre Impact Wrestling y Pro Wrestling NOAH, la empresa canadiense tuvo el privilegio de disfrutar de la presencia del buque insignia de NOAH, y Elgin fue el elegido para enfrentarlo. Esto es lógico, por el conocimiento de este hombre del estilo japones, pues, en esa misma época, seguía haciendo constantes apariciones en empresas como Big Japan o en la misma NOAH, en la que disputó el vacante Campeonato Nacional GHC, perdiendo, eso sí, ante Takashi Sugiura.

Así, disputan un combate sin rivalidad previa, pero bien ejecutado, como bien podría haber ocurrido en un ring verde de la empresa fundada por Mitsuharu Misawa. Los luchadores se pegan de una manera muy stiff. Mientras que Michael busca diversos ataques a la espalda, incluyendo Suplexs, quebradoras y poderosas Power Bombs, Maru encuentra muchas oportunidades para sacarse Superkicks y rodillazos de la nada.

A pesar de estas patadas, los ataques del veterano japonés no son suficientes. Elgin aplica bombazos increíbles, y, no obstante, Naomichi sobrevive a todos. Su resistencia es grande, pero no es inmortal, y perece, tras una mezcla de Torture Rack y Burning Hammer desarrollada por Michael, que debe ser una referencia a algo.

Buena lucha. Como decía, podría pertenecer a un torneo G1 Climax, aunque no tiene un público tan bueno como esos torneos.

Puntuación: ***1/2

jueves, 23 de julio de 2020

Atlantis vs Hijo del Santo, CMLL Final Leyenda de Plata 2005



En marzo de 2020, México comenzó una dura cuarentena que pretende frenar el avance del COVID-19, pero que, de paso, frena también la vida de mucha gente. Es un país muy peculiar, con unas tasas de empleo sumergido muy altas y, en estas condiciones, tras cuatro meses, la situación empieza a ser muy complicada para parte de la población.

Durante estos meses, hemos visto algunos torneos y shows de lucha libre que se han realizado a puerta cerrada. Por desgracia, en la capital del país, ahora mismo, están prohibidos los eventos de lucha, incluso sin público. Las dos grandes empresas del país, CMLL y AAA, aún esperan su oportunidad.

CMLL anunció la cancelación de sus eventos pocos días antes de que tuviera lugar su segundo show más importante en el año, Homenaje a Dos Leyendas, que, en la edición de 2020, homenajea al gran rudo Sangre Chicana, y que, en su main event, debe tener una lucha de Cabellera vs Cabellera entre Felino y Bárbaro Cavernario. Por ahora, todo está parado.

La empresa espera a que el gobierno le de permiso para hacer programas a puerta cerrada. Cada región mexicana dispone de un sistema de semáforos, que rige el momento en el que se recobran prerrogativas para el ciudadano. CMLL cuenta con una ventaja: que tiene cuatro arenas en propiedad, y eso significa que puede llevar a cabo eventos sin público, o eventos con poco público, sin tener que pagar un gran dineral por rentar una arena en la que no se va a poder meter gente suficiente como para que sea rentable.

Eso sí, El Consejo tiene varios programas en televisión, que siguen en antena, mostrando luchas históricas. Esto es interesante, porque es una empresa que no tiene mucho material digitalizado en su canal de Youtube, y, ahora, aprovechando los shows que están montando para la televisión, está subiendo estas luchas, que, por otro lado, son mucho más interesantes que los shows semanales habituales. Eso sí, que nadie espere un combate de El Santo, todo lo que se va a emitir se corresponde con los últimos 20 años de la compañía, pues, anteriormente, la producción corría a cargo de Televisa, y no del Consejo.

En este contexto, sin novedades, el Consejo Mundial de Lucha Libre ha pasado desapercibido durante los últimos 4 meses. Ha sido así, hasta que los compañeros de +Lucha hicieron una pregunta a Atlantis, el ídolo de los niños, una de las leyendas más importantes de la empresa. Tras eso, las esperanzas de los adormilados fans de la lucha libre, se han animado.

Bernardo Guzmán le preguntó sí daría una revancha de Máscara vs Cabellera a su gran rival, el Último Guerrero, a lo que El Rey de la Atlántida respondió que no, que su máscara sólo se pone en juego ante máscaras del mismo nivel, y los únicos luchadores que están a su nivel en México son El Hijo del Santo y Fuerza Guerrera.

En fin, esto se compadece con lo que Atlantis siempre dice. Pero Hijo del Santo se hizo eco de su deseo, y llevó a cabo retos. Entre comentarios de luchadores y sueños de internautas, se ha especulado mucho con combates de apuestas para la próxima función de Aniversario; se ha hablado de un combate directo entre Atlantis y Santo, de un combate a tres bandas, entre Atlantis, Santo y Fuerza Guerrera, y de un combate de cuatro esquinas, con Octagón involucrado.

Pero, ¿esto es realmente posible? A mí me parece que está muy lejos de hacerse realidad. Primero, porque sabemos cómo es el Consejo Mundial de Lucha Libre, y cómo elude el interés de los aficionados. Se pueden hacer muchas apuestas sobre luchas soñadas para el día del Aniversario, para que, finalmente, la empresa sólo sea capaz de pactar una lucha de apuestas de cabelleras, en la que caiga la más barata. 

Pero esto no es sólo culpa del Consejo. Atlantis y Santo pueden decir misa, pero, aunque nadie se atreve a decirlo, porque en México se respeta el kayfabe muchísimo, lo cierto es que, para que haya una lucha de apuestas, uno de los dos luchadores tiene que llegar a un acuerdo con la empresa para que eso pase. Y todos sabemos que Hijo del Santo no va a perder jamás su máscara, por el valor de su legado; así que todo está en manos de Atlantis. Si él está decidido a retirarse con la máscara puesta, no debería hacer este tipo de comentarios, porque sólo genera frustración.

Y queda otra cuestión: la relación entre El Hijo Del Santo y el Consejo Mundial de Lucha Libre. No es muy buena, y ambos llevan bastante tiempo sin colaborar. Se dice que con la muerte del patrón, Francisco Alonso, las posibilidades de ver al luchador más importante de México, en la arena más importante de México, aumentan, pero, realmente, alguien tiene que dar el primer paso, y da la sensación de que tanto empresa como luchador quieren dejar claro que no necesitan al otro.

Por tanto, por mucho que se diga o escriba, sólo hay una oportunidad para que esto ocurra: que Atlantis decida perder su máscara, y recibir, así, una inyección económica buena antes de jubilación. Quizás, varios años de lesiones que le han mantenido mucho tiempo alejado del ring, y la imposibilidad de trabajar durante la cuarentena, puedan resultar determinantes para que el ídolo de los niños tome esa decisión. Nunca se sabe.

Y podría cobrar lo que quisiera, porque, una lucha entre Atlantis e Hijo del Santo, llenaría tres veces la Arena México. Por eso, se ha especulado incluso con el hecho de que el Consejo rentara una arena mayor, como la Plaza de Toros México, que tiene una capacidad para 50.000 personas. Esto no ha ocurrido nunca, pero Miguel Reducindo, miembro del equipo de +Lucha, y extrabajador de la veterana empresa, afirmó recientemente que se había planteado esa posibilidad de cara al legendario match entre Rayo de Jalisco y Cien Caras, de hace 30 años.

Ya hemos dicho que hay varias cosas que provocan que la ocurrencia de este evento sea improbable. Pues bien, hay otra: la pandemia. Ahora mismo, no se pueden llevar a cabo ni siquiera eventos a puerta cerrada. Pasarán meses hasta que haya shows con público y, entonces, habrá aforos parciales. Estamos hablando de un combate que podría llevar a 50.000 personas a una arena, así que no se va a realizar en circunstancias en las que tan sólo se permita un tercio del aforo. Así, tal y como está la cosa, tendríamos que esperar, quizás, dos años hasta que se pueda llenar una arena grande. Demasiado complicado, pues, dentro de dos años, ambos hombres tendrán una edad demasiado avanzada.

La suma de todos los elementos expuestos previamente, debe dejar clara la casi imposibilidad de que tengamos una lucha de apuestas entre Atlantis e Hijo del Santo. Como decía, todo dependerá de la manera en la que la crisis económica provocada por el COVID, afecte a La Cara del Consejo. Es posible que Atlantis tenga el riñón cubierto, y no haya opción alguna. En cualquier caso, por nuestra parte, vamos a revisar una lucha entre ellos, ocurrida hace 15 años. Atlantis e Hijo del Santo pelean en la Arena México, en la final del torneo Leyenda de Plata, competición para main eventers en honor, precisamente, al Santo.

Santo tiene a Místico en su esquina, ligero luchador que se estaba convirtiendo en una estrella inminente. Atlantis abandonaba el bando técnico, para convertirse en uno de Los Guerreros de la Atlantida, junto a Último Guerrero, hombre al que terminaría destapando años después. El Guerrero, por tanto, es su second.

Atlantis se muestra muy violento. Se quita la máscara, y resulta que, debajo, tiene una negra. Parece que Kemonito, el enanito que viste de mono y hoy lleva la máscara del rudo, se siente enojado por la forma de actuar de Atlantis, e intenta retirarse, lo que tan sólo sirve para ser usado como arma arrojadiza contra el Hijo de la Leyenda.

Mientras la gente grita "Santo, Santo, Santo", Atlantis muerde y rompe la máscara del aclamado ídolo. Domina una lucha que, recordemos, es a sólo una caída. Cuando el técnico se recupera, rompe la máscara de su oponente, dejando buena parte de su rostro visible.

La verdad es que, ya entonces, esto podría haberse convertido en una gran rivalidad. Sólo por el desprecio con el que uno y otro tratan la sagrada máscara del oponente, las cosas podrían haber llegado a más.

El dominio de Atlantis resulta doloroso, pero Santo responde con una gran variedad de counters con los que intentar cerrar el combate. Los dos tratan de conectar su llave de rendición final, la Atlántida y La de a Caballo, pero ambos fallan. Finalmente, Atlantis se lleva la victoria y el torneo, al aprovechar que Último Guerrero arranca la desabrochada máscara del Santo, lo que permite al rudo llevárselo con un paquetito para la victoria.

Tras la batalla, Santo, Místico, Guerrero y Atlantis, se enredan en una pelea callejera. La lucha es buena, con una psicología ruda notable por parte de un hombre acostumbrado a ser el bueno, y con un final, como siempre en México, decepcionante.

Puntuación: ***1/4

lunes, 20 de julio de 2020

Matt Riddle vs AJ Styles, WWE Smackdown 17/07/2020



En los últimos meses, WWE se ha esforzado por introducir choques deportivamente interesantes en sus programas de Smackdown. Creo que esa era una de las peticiones que FOX hizo a la empresa a la hora de acoger el programa, y, al menos en tiempos de pandemia, lo ha cumplido.

Hemos visto, en Smackdown, buenas y largas luchas entre gente como Daniel Bryan, Drew Gulak y AJ Styles. Ahora, es Matt Riddle quien se introduce en esta dinámica, antes de comenzar una rivalidad con Baron Corbin, al retar a AJ por el título Intercontinental, en el main event de la velada. Y es que, WWE está desarrollando toda su producción en Florida, uno de los grandes focos de infección a nivel mundial, y cada vez tiene más bajas, ya que hay gente que ha decidido que no quiere ponerse en riesgo, ni poner en riesgo a los demás, asistiendo a grabaciones con tanta gente. También es posible que algunos tengan el virus, aunque eso no haya transcendido, pues son notables las desapariciones de Daniel Bryan, Otis, Mandy Rose, Bray Wyatt, y otros miembros importantes del roster, que se unen a las ya existentes de Robert Roode, Sami Zayn, Roman Reigns, etc.

Pero nada frena a Vince McMahon, hombre que va todos los días a trabajar, a pesar de tener una edad muy avanzada, y por tanto, ser población de riesgo. El show debe continuar, y la noche del 17 de julio de 2020, los principales protagonistas son AJ Styles y Matt Riddle, que se juegan el título Intercontinental.

Y tienen un buen combate, aunque me resulta un poco decepcionante. La lucha no es tan buena como podría haber sido.

AJ parece muy interesado por dañar las piernas de Riddle, que son su principal arma, y así poder hacerle rendir con el Calf Crusher, aunque la verdad es que eso no frena demasiado los movimientos del exUFC. Los dos aplican buenos ataques frontales, sobre todo en el caso de AJ. Finalmente, este consigue atrapar a Matt con su llave a la pierna, pero esta es reversada a un Bromission. Cuando parece que podemos tener un nuevo campeón, AJ convierte la llave en un paquetito, y se lleva la victoria.

Styles retiene, mientras Riddle es atacado por Baron Corbin. Buena luchita para un programa de televisión, pero no es el combate soñado entre ambos.

Puntuación: ***1/4

sábado, 18 de julio de 2020

Hiromu Takahashi vs Tomoaki Honma, NJPW New Japan Cup 2020, Tag 1




Vamos a comentar una tercera lucha del torneo New Japan Cup 2020. Quizás las elecciones de peleas que hemos hecho hasta ahora, han evitado el estilo épico tan propio de NJPW, esto es, aún no hemos comentado ningún combate de Kazuchika Okada, gran valedor de dicho estilo. Tendremos tiempo de hacerlo, echándole un ojo a la final de la competición, en la que Okada se enfrenta a Evil. También comentaremos el combate en el que este último derrota a Tetsuya Naito, para convertirse, de manera sorprendente, en Campeón IWGP de Peso Completo, y Campeón Intercontinental.

Hoy hablamos de un buen combate que tuvo lugar en la primera jornada del torneo. Hiromu Takahashi, uno de los participantes más destacados, se enfrenta a Tomoaki Honma. Es interesante, porque los dos sufrieron graves lesiones, y, en ambos casos, dio la sensación de que estas eran definitivas. En algún momento, pensamos que sería imposible llegar a ver una lucha entre Hiromu Takashi o Tomoaki Honma, pero ambos superaron sus problemas físicos, y aquí están.

La historia que se narra es muy clara. Honma es como un muñeco de futbolín; tiene poca movilidad, y los brazos cortos; sólo quiere pegar sus cabezazos y llevarse la victoria con ellos. Pero falla una y otra vez el Diving Headbutt. Takahashi le aplica poderosas llaves al cuello, para frenar su mejor golpe, y le aplica drivers a la nuca que son mortales, incluido uno en el borde del ring, al evitar un Diving Headbutt desde la esquina.

En un momento dado, Honma consigue aplicar varios cabezazos, pero sigue sin conectar este golpe de la manera más poderosa que conoce. Debido al trabajo realizado al cuello, parece dolerse él más que su rival. Takahashi sigue usando drivers, y se lleva la victoria con ellos.

Buena lucha, con una historia simple y clara, y bien ejecutada.

Puntuación: ***1/2

viernes, 17 de julio de 2020

Zack Sabre Jr vs Kota Ibushi, NJPW New Japan Cup 2020, Day 3




Seguimos comentando luchas del torneo New Japan Cup 2020, primera competición de este tipo que NJPW ha podido desarrollar durante el complicado año 2020. Hoy nos vamos al día tres para ver el combate que mantuvieron Zack Sabre Jr y Kota Ibushi.

Estos dos hombres se han enfrentado varias veces. Generalmente, dan buenos combates. Esto es New Japan, la repetición de enfrentamientos no es un gran problema para el público, pero hoy no hay público. Aún así, por el estilo del combate, este no se reciente mucho por la ausencia. O quizás es que ya nos hemos acostumbrado.

Esta es una buena lucha, aunque es muy parecida a otras que han tenido, y no es mejor. Presenciamos un comienzo a ras de lona, en el que los luchadores forcejean, hasta que Ibushi es claramente superado por Sabre. Este ataca primero las piernas, y luego ataca el brazo del rival. No es que haya un gran selling de Ibushi, porque, en realidad, no hay casi nada de él.

En la parte final de la contienda, Ibushi se libra un poco del trabajo de Sabre Jr, y conecta un rodillazo que lo deja KO. Victoria para el japonés.

Las llaves de Sabre son muy buenas, muy hábiles, como siempre, y su trabajo zonal, encomiable. Pero es derrotado con una simple patada. La sensación que da es que es un hombre con mandíbula de cristal, que todo su conocimiento no sirve de nada, porque siempre pierde en cuanto recibe un par de ataques. Y esta es una consecuencia de su manera de luchar. Debe pensar que queda muy bien, al no parar de aplicar llaves durante el match, sin dar oportunidades a sus rivales, pero el efecto es negativo para la credibilidad de su estilo.

Pero, como digo, más allá de esa manera de perder, ejecuta un buen trabajo.

Puntuación: ***1/2