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jueves, 30 de julio de 2020

The Undertaker vs Hakushi, Michinoku Pro 4th Anniversary




Estamos realizando un pequeño especial sobre Undertaker, aprovechando la emisión del documental Last Ride, sobre los últimos años de su carrera. Para la ocasión, he decidido ver luchas suyas fuera de la empresa que le ha dado a conocer al mundo, WWE.

En el primer post del especial, quise hablar de su etapa en WCW, y su papel en los Skyscrapers. Hoy, quería comentar una lucha suya en Japón, pues también en el País del Sol Naciente ha luchado el Deadman, más allá de los combates que ha mantenido en Live Shows de WWE en dicho país.

Poca gente lo sabe, pero Undertaker estuvo en NJPW en 1990, luchando en los shows de Big Fight Series con el nombre de Punisher, o Punisher Dice Morgan. Tuvo un total de 14 combates durante la duración de los shows de esa serie, y llegó a hacer equipo con Chris Benoit. Por desgracia, nunca he visto estos combates en vídeo.

En los años 90, WWE no era tan cerrada como lo es ahora. Tenía relaciones con otras empresas de wrestling, y gracias a esto, había shows en conjunto, sobre todo, en otros países, y había intercambio de luchadores.

En 1992, Undertaker volvió a Japón, para hacer honor a los socios de WWF, y para participar en los shows conjuntos de la empresa con esos socios. Así, estuvo en Super World Sport y en WAR, las empresas de Genichiro Tenryu, enfrentándose un par de veces a King Haku. Eso sí, esas luchas no fueron nada en comparación con el main event del show conjunto de WWF y WAR, en el que Ric Flair y Tenryu lucharon, casi, durante 40 minutos.

En 1997, Taker volvió a Japón, para honrar el acuerdo entre WWE y Michinoku Pro. Y es que, dado el número de luchadores extranjeros que había en WCW, y la calidad de su división crucero, Vince trató de hacer lo propio, creando el WWF Light Heavyweight Championship, con la intención de que girara en torno a las dos grandes figuras de M-Pro, el fundador, The Great Sasuke, y Taka Michinoku. Sasuke, sin embargo, y según informan los medios japoneses, quería defender el título, sólo, en Japón, y eso dañó las relaciones entre las dos empresas, y provocó que el intercambio de talento fuera mínimo, y el campeonato, irrelevante.

Lo mejor que recibió WWE de Michinoku, fue la presencia continua de Hakushi, conocido en Japón como Jinsei Shinzaki, en sus rings, entre 1994 y 1996. Este hombre era muy buen luchador, pero era, todavía, joven. Aún hoy, sigue luchando en Michinoku Pro, pues es dueño de la empresa junto con Sasuke.

En 1997, Michinoku contó con una gran atracción para el show del 6º Aniversario de su empresa, Undertaker, ahora sí, convertido en una gran estrella, para enfrentarse a Hakushi. Estos dos hombres nunca habían peleado en WWE, y en esta ocasión, lo hacían bajo términos más interesantes, porque el personaje del japonés había cambiado mucho tras su regreso a Japón.

Shinsaki se convirtió, también, en un ser místico, un muerto habitado por un demonio, que era llevado en una tumba al ring, y se reactivaba cuando sonaba la campana. Así, se enfrentan, en este combate, dos hombres muertos.

Lo malo es que Undertaker no interesa a este público. Es el año 97, no hay Internet, y no creo que WWE se emitiera en Japón. Por tanto, nadie sabe quién es, o le importa poco. El público está muy callado, y tan sólo reacciona ante algunos ChokeSlam y otros golpes duros. 

Además, este personaje de Hakushi, es muy frío. No tiene emociones, y eso no es bueno para una lucha. Undertaker le pega una buena paliza durante los primeros minutos de la lucha, aplicando sus siempre entretenidos movimientos de la casa. Hakushi se recupera, y busca castigar la pierna del americano.

Con sus castigos zonales, el japonés se defiende ante la clara superioridad del Enterrador, pero falla un Headbutt desde el esquinero. Taker usa ChokeSlam y Tombstone para acabar con lo que queda delShinzaki.

La lucha cumple su función, ni más ni menos. Hay que decir que Taker va acompañado por Bruce Prichard, quién fuera su primer mánager.

Puntuación: ***

martes, 28 de julio de 2020

The Road Warriors vs The Skyscrapers, WCW WrestleWar 1990




2020, es un año raro por muchas cosas. En términos de wrestling, por ahora, hay pocas cosas buenas que recordar. De hecho, aún a 30 años de su debut, es un nombre, por encima de cualquier otro, el que ha sonado fuerte; el de The Undertaker.

Undertaker no deja de generar dinero para WWE. Es el activo económico más importante de su historia. Y, tras su gran lucha ante AJ Styles en WrestleMania 36, siguió siendo protagonista, gracias a emisión de una serie de documentales en su honor, llamada The Last Ride, que, en cierto sentido, emulaba a la serie de documentales The Last Dance, sobre la vida de Michael Jordan, y publicada en Netflix.

Estos programas han dado mucho de lo que hablar durante los tiempos del coronavirus, y han animado un poco el ambiente depresivo existente. Last Ride ha constado de 5 episodios, que se han extendido con un último capítulo, publicado recientemente, llamado Tales From the Deadman. Todo esto, está disponible a través de WWE Network, y ha sido lo más visto en la network durante los últimos meses.

El documental se centra en los últimos años de carrera del Undertaker, y en las dudas sobre su retiro. El propio Taker, así como otras personalidades de WWE, comentan las luchas importantes de esta etapa, incluyendo el fin del Streak en WrestleMania, ante Brock Lesnar, y la conmoción cerebral sufrida durante el match; las luchas que no han salido bien y que han afectado más a su ego, esto es, el match ante Roman Reigns y el combate ante Goldberg; y aquellas en las que se ha recuperado anímicamente. Finalmente, en Tales from the Deadman, hemos podido visualizar, de manera animada, algunas historietas con anécdotas ocurridas durante estos 30 años de carrera.

La trama principal que subyace tras el documental, es el retiro del Enterrador. Él mismo comenta que este sería un buen momento para retirarse, tras su buen combate ante Styles. E incluso WWE le ha dedicado un programa especial de Smackdown, en honor a su carrera. Pero nadie se ha atrevido a confirmar su retiro, y eso recuerda a lo ocurrido en 2017, después de que dejara su sombrero y sus guantes en medio del ring, al ser derrotado por Roman Reigns en WrestleMania 33. Aunque este parezca el momento justo, Undertaker y WWE encontrarán la excusa para convencerse de que no es así. Dirán que es mejor retirarse en Survivor Series 2020, cumpliéndose 30 años de la llegada del Hombre Muerto a la empresa, o que lo ideal es hacerlo con público, quizás, dentro de un año. Ya veremos.

El caso es que no hay retiro confirmado, así que yo no voy a hacer ningún especial de retiro. Pero hay que hacer algo en honor a este documental, porque ha sido muy importante, y ha estado en boca de todos. Las luchas que forman parte del mismo, ya están, en su totalidad en el blog, porque coinciden con la época en la que ha sido escrito. Así, como aún no quiero hacer un especial de grandes luchas de Undertaker, he decidido mirar un par de combates de este hombre, ocurridos fuera de la empresa, porque es esto, precisamente, de lo que jamás va a hablar WWE. Combates apócrifos.

Undertaker nació en Survivor Series, y eso es algo que WWE defenderá hasta su final. Pero ese es el momento en el que debutó el personaje que hizo famoso a Mark Calaway, el hombre que interpreta al Deadman, que es un luchador profesional, y que ya luchaba antes de empezar a pintarse los ojos y ponerse sombrero. Debutó en 1987 y en 1990, como si de un entrenamiento para llegar a WWE en noviembre se tratara, trabajó para la WCW, entre enero y septiembre, con el nombre de Mean Mark Callous.

Hace tiempo, comentamos en el blog su lucha frente a Lex Luger en The Great American Bash 1990. Este match, que es por el USA Championship en manos de The Total Package, es el más importante en su carrera previa a WWE, y no es muy bueno. El hombre era muy alto, pero no impresionaba demasiado por su habilidad. En realidad, su increíble carrera es fruto de una improbabilidad estadística, pues, si no hubiera recibido ese personaje de Hombre Muerto, probablemente, no habría llegado a nada. Pasarían muchos años hasta que empezara a demostrar que, verdaderamente, era capaz de dar grandes luchas, y esto es fruto de su propio amor propio. Nunca dejó de aprender, ni de evolucionar.

Pero en el año 90, parecía otro gigante torpe. En WCW, lo desahuciaron pronto. En esa etapa, formó parte de la división tag team de la empresa, siendo la mitad de los Skyscrapers, junto al también enorme Dan Spivey, luchador enmascarado de carrera relativamente corta, pero que tuvo unos pocos años buenos en All Japan, incluyendo un gran combate ante Toshiaki Kawada. Incluso tuvo un match frente a Luger que fue mucho mejor que el del Taker. Nadie diría, en ese momento, que Callous sería el hombre que pasara a la historia.

The Skyscrapers era un equipo que ya existía antes de que Taker llegara a la empresa. Fue creado en 1989, con el fin de dominar la división tag de WCW en el futuro, idea que se truncó por varios motivos. Pero era un Tag Team impresionante, formado por dos hombres enormes como Dan Spivey y Sid Vious, que se lesionó, al sufrir un neumotorax tran un Suplex de Scott Steiner. Así, WCW buscó un sustituto, un gigante que cumpliera el rol de rudo enorme, y halló en Memphis a Taker, que luchaba en el medio oeste en ese momento. El equipo era liderado por el mánager Teddy Long, quién trabajaría durante muchos años con Undertaker, como Mánager General de Smackdown. Estos forzudos parecían destinados a rivalizar con los Road Warriors, uno de los equipos con más pop en la historia del wrestling, pero, por las circunstancias, un año después de su debut, habían desaparecido. Me gustaría hablar sobre ellos, y sobre su Chicago Street Fight de WrestleWar 1990, porque Taker habló del tema durante la entrevista que mantuvo en el programa Broken Skull de Steve Austin para WWE Network.

Skyscrappers y Warriors se enfrentaron varias veces durante los meses previos. Los rudos consiguieron una gran victoria en Clash of the Champions, y, según se cuenta, la intención era que ese fuera el primer paso para un gran push. Eso no ocurrió, pues Spivey dimitió. Se ha hablado de problemas de dinero, pero otras fuentes señalan que estaba muy quemado, y muy incómodo por la forma en la que los Road Warriors trataban a su joven compañero, y por la fuerza con la que le atacaban. Por eso, él, que era el veterano, era el que llevaba los combates, el que marcaba el ritmo.

En el último combate entre los dos equipos, según cuenta Taker, la cosa se les fue de las manos, y hubo golpes muy fuertes. Callous y su compañero volvieron primero a backstage, y allí esperaron a sus pasionales oponentes. Undertaker estaba asustado, pues pensaba que se iba a montar una trifulca fuerte en vestuarios, así que estaba listo para las tortas junto a su compañero, que era uno de esos legítimos tipos duros de la industria. Sin embargo, los Warriors llegaron muy contentos, y agradecieron a Spivey por la violencia utilizada, pues así es como les gustaba luchar. Al día siguiente, Spivey llamó a Taker para avisarle de que abandonaba.

Aún quedaba en el aire, no obstante, un Chicado Street Fight entre los equipos, que no anuló, y que tuvo lugar en Wrestlewar 1990, como estaba planeado. Dan fue sustituido por The Masked Skyscraper, otro tipo enorme y enmascarado. Debajo de la máscara, estaba Mike Enos, quién había luchado en WWF como Blake Beverly, formando parte de la pareja The Beverly Brothers. Llevaba máscara porque, en ese tiempo, tenía contrato con la AWA, así que, legalmente, no podía pelear en otra empresa, pero dados los problemas económicos que sufría la promotora de los Gagne, él y otros luchadores tenían que buscarse la vida, con artimañas como esa.

El combate comienza con Teddy Long, peleando con Paul Ellering. Este pega un puñetazo, y Teddy vuela fuera del ring. Así, los luchadores comienzan a a hacer su trabajo.

Y tienen un combate muy poco ordenado. A pesar de la estipulación, esto no es un combate extremo (no podría, por la época), sino que es una pelea en la que todos están encima del ring durante todo el match. Según cuenta Taker, Spivey siempre era el que llevaba los combates, pues era mucho más experimentado que él. En este caso, los cuatro hombres se dan una paliza, sin mucha historia. Taker es expulsado del ring, mientras Masked recibe el Clothesline volador de los Road Warriors, y es derrotado. Así se acaba la historia de esta versión de los Skyscrapers, con un combate que dura menos de 5 minutos. Long llega con unos nuevos rivales para los Warriors: Doom, equipo formado por Butch Reed y Ron Simmons, dejando claro que sus anteriores clientes habían pasado a mejor vida.

La lucha no es muy buena, pero la historia de los skyscrapers merece ser recordada. Undertaker seguiría su carrera en solitario, sin mucho éxito, hasta que le tocó la lotería, con su firma por WWE.

Puntuación: **1/4