Un año más, en 2017, PWG organizó el gran torneo del mundo indy americano, el Battle of Los Ángeles. Aunque creo que la participación era un poco inferior a la del año pasado, no faltaron nombres interesantes como Sami Callihan, Jeff Cobb, Pentagon Jr, Zack Sabre Jr, Ricochet, Matt Sydal o Keith Lee. No está mal.
Tres hombres se clasificaron para la gran final: Jeff Cobb, que había derrotado a Matt Riddle en semifinales; Keith Lee, que se había librado del mexicano Fénix; y Ricochet, que había vencido a Travis Banks. Tenemos una triple amenaza, por tanto, con dos hombres de gran peso, y un high flyer de altos vuelos.
Ricochet empieza siendo el malo de la pelea, con faltas de respeto que provocan que los dos gorditos se libren de él, trabajando en equipo. La diferencia de peso es muy grande, pero también la de habilidad, así que Prince Puma se lo pone difícil a los hombres grandes.
Cuando Rico queda fuera del ring por un doble topetazo, los otros dos contendientes pelean entre ellos, con movimientos más duros y slams. Cobb, sin la máscara de Matanza Cueto que usa en Lucha Underground, no es muy impresionante. No es muy alto, y tiene cara de niño. Lee intimida mucho más. No obstante, Ricochet vuelve a la batalla, y trollea de nuevo a sus dos rivales, duplicando cada ataque, y cada vuelo, para aplicárselo a ambos. Parece un dos contra uno, aunque es el uno el que no para de atacar, mientras los otros dos no pueden hacer nada para evitarlo.
Jeff acaba agarrando a Ricochet, y detrozándolo a base de aplicar súplexs y slams. De nuevo, los luchadores más grandes vuelven a enfrentarse, y Lee derrota a Cobb sin mucha dificultad, vía Power Slam. Un segundo después, Ricochet le atrapa con un paquetito, y se lleva el torneo.
Es un final raro, y frío. Creo que la lucha se queda en muy poco, aunque tenía pinta de llegar muy alto. Es una lástima.
Puntuación: ***1/4