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lunes, 6 de junio de 2022

Rob Van Dam vs Jerry Lynn, ECW Hardcore TV 17/09/1999




Hall of Fame 2021

Estábamos hablando acerca de Rob Dan Dam dentro de este especial sobre la edición 2021 del Hall of Fame de WWE. Y si hablamos de la carrera de RVD, no podemos olvidar su brillante reinado como Campeón de Televisión de ECW, ni su rivalidad con Jerry Lynn. Hoy revisamos una lucha entre ambos hombres por ese título.

Muchas empresas en la historia del wrestling han tenido un World Television Championship como título secundario. Este tipo de campeonatos nacen cuando las empresas de lucha libre empiezan a emitir sus programas por la televisión, algo muy normal en América, pues aunque no muchas promotoras han podido ser vistas en televisión nacional, si que es habitual que la televisiones locales emitan shows de compañías locales, o al menos lo era en tiempos de los territorios (aún lo es en muchos sitios). ECW creó ese campeonato en 1992, cuando aún era Eastern Championship Wrestling y formaba parte de la NWA, y tenía su programa en SportsChannel Philadelphia. El último Campeón de TV fue Rhino, que lo ganó en el año 2000, y que se quedó la correa tras el cierre de ECW. O lo era hasta ahora, porque en enero de 2022 apareció con la correa en un evento de GCW, y la perdió ante Matt Cardona, un hombre que compartió muchos jobbeos con él en WWE. Veremos este combate algún día.

El caso es que después de su traición a la NWA y su transformación en Extreme Championship Wrestling, la promotora creció mucho, hasta emitirse en TNN, una cadena de difusión nacional. Rob Van Dam, que llegó a ser conocido como Mr PPV por su capacidad para robarse los grandes shows de la compañía, tras ganar el Campeonato de Televisión, pasó a defenderlo en cada programa semanal de la empresa durante los casi 2 años en los que se mantuvo imbatido. Demostró ser un luchador capaz de rendir regularmente, lo que en WWE le permitió pasar a ser conocido como Mr Monday Night.

RVD ganó el Campeonato de Televisión el 4 de abril de 1998, al derrotar a Bam Bam Bigelow en uno de los programas semanales de ECW Hardcore TV. Si bien parecía que su enfrentamiento con el gigante obeso debía servir para preparar una rivalidad entre este y Sabú, lo cierto es que fue Van Dam quien salió beneficiado. Jamás perdió la correa, pues la mantuvo en su cintura hasta marzo del año 2000, cuando tuvo que dejarla vacante por lesión. Y tal fue la calidad de sus defensas, que el título cobró una gran relevancia, siendo en muchos casos el main event de los programas, por encima del World Heavyweight Championship. Y dentro de su reinado, destacan sus luchas frente a Jerry Lynn.

Hay luchadores que se entienden bien arriba del ring; que dan grandes combates cada vez que se enfrentan, sea donde sea. Y eso ocurre con estos dos. En ECW, protagonizaron una gran rivalidad con el título de TV en juego, siempre con victoria de RVD. No fue hasta Hardcore Heaven 2000, después de decenas de matches entre ambos, en live shows, PPV o programas semanales, que JL consiguió ganar a su rival. Tan sonada fue la rivalidad entre ambos, que fueron escogidos para estelarizar el último show de la quebrada empresa: Guilty as Changed 2001. Rob ya había abandonado ECW, pero le pareció correcto acabar así, de igual manera que WCW cerró con un combate entre Sting y Ric Flair. Historia.

De hecho, RVD y Jerry llegaron a enfrentarse en WWE. Fue sólo una vez, en un programa de Sunday Night Heat (en lo que hoy se consideraría un preshow de PPV), en una lucha que fue buena, pero muy corta. Si bien Paul Heyman consiguió que se les dieran 9 minutos en lugar de los 6 previstos originalmente, finalmente la lucha fue cortada por la publicidad, así que se quedó en esos 6 minutos, al menos para el público televisivo. El caso es que Rob ganó, reteniendo el Campeonato Hardcore, como ganó todos los combates que posteriormente tuvieron cuando la rivalidad entre ellos revivió en TNA entre 2011 y 2013. Lynn, cuya carrera en WWE apenas duró unos meses, se retiró en 2013, y esa última lucha frente a RVD en TNA formó parte de su gira de despedida. Hoy es productor en AEW.

De entre las luchas de estos dos hombres me he quedado con una que tuvieron en un programa de Hardcore TV emitido el 17 de septiembre de 1999. Podría haber elegido alguno propio de un PPV, pero me gusta que los títulos de TV se defiendan en programas de TV, porque me parece que las cosas tienen que significar algo, y por eso me gusta tanto que RVD defendiera el campeonato cada semana. En principio, la lucha debería haber sido entre Rob y Lance Storm, pero ese combate acabó en una batalla campal entre el stable del amigo de Chris Jericho y la pareja formada por Jerry y Van Dam. Esto sirvió para que Lynn demostrara que merecía una lucha titular más que Lance, y esa lucha fue un notable main event, para un programa de televisión, con una grada enloquecida.

Quizás esto último sea el rasgo más característico en ECW. La energía de su gente. Esa energía hacía que las luchas parecieran mucho mejores de lo que eran realmente, porque el ambiente es una pieza clave en la ejecución de una lucha. Tras sufrir la pandemia de COVD, nos hemos percatado de su relevancia más que nunca.

Es cierto que este tipo de luchas, a grandes rasgos, se pueden considerar spots-fest, pero esta en concreto está muy bien hecha, y el público, como digo, aporta mucho. Además, las patadas de Van Dam son siempre tan stiff, que lo alejan del Ricochet de turno. El caso es que después de algunas patadas y algunos potentes golpes con sillas, Lynn, que trae su espalda vendada por una lesión, cae desde el ring sobre una mesa que está en ringside. Tan brutal es el golpe, que se lo tienen que llevar, mientras Rob y su mánager, Bill Alfonso, aplauden desde el ring. Sin embargo, Jerry se libra de los médicos y sube al cuadrilátero para continuar la contienda. Dan Dam no tiene miramientos con su espalda, pues lo recibe con un Suplex demoledor.

Jerry se duele mucho de la zona vendada, y Rob le ataca ahí, mientras él busca DDT y Piledrivers. Alfonso le pega un sillazo en la cabeza, mas Rob falla el Frog Splash. La lucha está que arde. Cuando Lynn coge una silla para atacar al campeón, este le pega una patada para que el metal vuelva a golpear su cabeza. Jerry de ahí no se levanta.

Como decía, esto es un spot-fest, pero con varios matices que mejoran la lucha, y con un público muy joven y enérgico que lo disfruta todo a tope. RVD mantiene su correa una semana más.

Puntuación: ***3/4


miércoles, 1 de junio de 2022

Danny Kroffat vs Rob Van Dam, AJPW 09/06/1995



Especial WWE Hall of Fame 2021

Ya tuvo lugar la ceremonia de exaltación del Hall de la Fama de WWE en su edición 2022, y no obstante, aquí en el blog, aún tenemos que terminar con la de 2021. Nos resta hablar sobre Rob Van Dam y Kane. Comencemos con el primero.

RVD es un tipo muy querido, un luchador con una carrera larga y variada, que aún está en activo. Tanto es así, que resulta muy complicado elegir dos combates para este especial que realmente hagan honor a todo lo que ha hecho en su vida. Es obvio que hay que poner algo sobre su paso por ECW, pero antes de eso, como después veremos, nos vamos a ir a una etapa de su carrera menos conocida.

El nombre de Rob Van Dam, probablemente, recuerde a muchos la figura del actor belga Jean-Claude Van Damme, que en los tiempos en los que este hombre comenzó a pelear, era una gran estrella, participando en "peliculones" como Soldado Universal, Street Fighter o Timecop. Tiene delito que, pasados 30 años, nos acordemos más del luchador que del actor: Rob ha envejecido mejor.

Y realmente, existe cierto parecido físico entre ambos. Eso, sumado al estilo del wrestler, que destaca por sus increíbles patadas (o destacaba por ello en sus inicios), justifican el apodo que le puso el promotor  Ron Slinker y que utiliza hasta el día de hoy en sus apariciones regulares arriba del ring.

Como el actor, RVD estudió kickboxing y artes marciales, aunque no tiene una carrera profesional en ese campo comparable a la del belga. Comenzó a luchar en 1990, precisamente en una lucha de Big Time Wrestling, presuntamente de Kick Boxing, y no ha parado desde entonces. En los últimos 32 años, no ha habido ni un solo año en el que no se haya subido a un ring. En 1992, obtuvo algunas oportunidades en WWE, y durante 1993, luchó en WCW como Robbie V, participando, principalmente, en programas secundarios de la compañía, y en house shows, pero demostrando unas habilidades para los vuelos y las patadas que no eran habituales en los luchadores americanos de la época: eran propias de japoneses o mexicanos. Y fue precisamente a Japón donde se trasladó tras esa experiencia.

Porque pocos recuerdan que Rob Van Dam trabajó en All Japan Pro Wrestling entre 1993 y 1997. Hablamos de un tiempo en el que esa era la mejor empresa del mundo, y en la que Misawa, Kobashi, Kawada, Taue, Hansen o Vader daban luchas increíbles constantemente. Allí peleó Rob, que se vio las caras con esos hombres en muchas ocasiones. No estuvo de paso. Hoy, de hecho, comentamos una lucha suya en All Japan.

Entre 1996 y 2001, trabajó en la novedosa ECW, empresa en la que dejó huella. Fueron años muy movidos, en los que todo parecía mucho más relevante que ahora. La lucha extrema, sin reglas, y los locos storylines que diseñó Paul Heyman para su promotora, crearon escuela, y RVD fue uno de sus principales estandartes, participando en grandes matches frente a gente como Sabú, Jerry Lynn o Bang Bang Bigelow. Elegiremos una de estas luchas para el segundo artículo del especial.

Como todo el mundo sabe, en 2001, WWF compró WCW y ECW, y se quedó con los contratos de los luchadores que le parecieron interesantes. RVD participó en la famosa storyline de la Invasión, siendo el representante de ECW en la batalla de Survivor Series 2001, y tras el final de esa historia, se convirtió en un upper-midcard que ganó muchos títulos en la empresa de entretenimiento más grande del mundo. Fue 6 veces Campeón Intercontinental, 4 veces Campeón Hardcore, 3 veces Campeón Tag Team, y Campeón de Europa.

Durante todos esos años, se convirtió en uno de los favoritos del público, y eso le llevó al éxito en 2006, cuando se convirtió en ganador del Money in the Bank Ladder Match, Campeón de ECW y Campeón de WWE. Y es que, en 2005, WWE trajo de vuelta la ECW con un show puntual en el que participaron viejas leyendas de la promotora violenta, y el proyecto funcionó tan bien, que fue repetido en 2006, dando paso, posteriormente, a un tercer programa televisivo semanal. Luchadores como Rob Dan Dam, The Sandman, Sabú o Tommy Dreamer pasaron a esa marca, que en principio pretendía recrear el modelo de la ECW, gracias al trabajo de Paul Heyman. Sin embargo, esta idea murió pronto, porque el proyecto no tuvo el suficiente seguimiento, y porque no se respetó lo suficiente el concepto, dado que Vince lo odiaba y sólo estaba interesado en las luchas de gigantes: los main eventers eran Bobby Lashley y Big Show. Pero, en los primeros meses del proyecto, Rob se convirtió en Campeón de WWE y de ECW al mismo tiempo, para promocionar la nueva marca, si bien sus reinados duraron poco. En 2007, hubo una oleada de despidos en WWE, y la nueva ECW quedó muy diezmada, convirtiéndose en un programa que tenía un par de luchadores veteranos, junto a varios talentos recién ascendidos de FCW. No había ya nada de violento en ella.

Ese mismo año 2007, Rob abandonó WWE, tras ser destrozado por el Asesino de Leyendas, el joven Randy Orton que estaba siendo preparado para ser el principal rival de John Cena. RVD se había metido en algunos líos por el consumo de Cannabis, y acabó fuera de la empresa, a la que volvió en momentos puntuales. Había luchado durante muchos años para promotoras importantes, y debía tener el riñón bien cubierto. Además, durante su vida, ha participado en muchas películas y producciones televisivas, así que no debe tener muchos problemas económicos, y por eso ha vivido muy relajado desde 2007. Durante 2008 y 2009, se entretuvo en tierras europeas, peleando sin demasiada ambición.

En 2008, peleó en la promotora NWE, en su gira por España, incluyendo las paradisíacas Islas Canarias. Tonto no es. Esa empresa, de origen italiano, aprovechó la vuelta de WWE a la televisión española después de unos 15 años fuera, para promocionarse y confundir a la gente, que compró sus entradas bajo la creencia de que vería luchar a John Cena o Randy Orton. Y es que, el español medio no sabe absolutamente nada de wrestling, y piensa que es un programa de televisión, y no una especialidad deportiva, de tal manera que no sabe que hay lucha más allá de WWE. Por eso se sintió estafado. Sin embargo, en las filas de NWE había muchos ex-WWE, como RVD, Orlando Jordan, Juventud Guerrera, Chris Masters o Vito, así que no se puede decir que presentara shows de mala calidad. Lo único que pasa es que el público español es muy analfabeto, en todos los ámbitos. Además de luchar, Rob Van Dam se dedicó a entrenar al Ultimate Warrior, que regresó a la lucha para tener su último combate en el show celebrado en Barcelona, ante Jordan. Ya comentamos en su día lo que ocurrió con ese match.

Durante 2009, RVD siguió viviendo a lo grande, recorriendo Europa en la gira de AWR, en la que ganó el título mundial de la compañía, y participó en múltiples luchas ante antiguos conocidos. Pasadas estas vacaciones, regresó al wrestling de competición, luchando en TNA entre 2010 y 2013.

TNA era el lugar al que iban todos los ex de WWE que ya no tenían oportunidades en la empresa de McMahon. En esta empresa, podían vivir una segunda juventud, y ganar bastante dinero. RVD aprovechó esta opción, ganando el TNA World Heavyweight Championship y el X-Division Championship . También participó en luchas muy recordadas ante gente como Rhino, Abyss, AJ Styles o Jeff Hardy. Y en 2013, regresó a WWE.

Vince puso un camión de dinero en la puerta de su casa, y lo aceptó. Tanto en 2013 como en 2014, firmó contratos por unos pocos meses en los que luchó a jornada completa. En 2013 peleó de julio a octubre, y en 2014 lo hizo entre abril y agosto. En el primer caso, se estrenó en Money in the Bank, y tuvo varias luchas buenas, incluyendo una rivalidad frente a Alberto Del Río por el World Heavyweight Championship que no estuvo nada mal. En 2014, sin embargo, aparte de la ladder, no hizo gran cosa. Vince se burló de él, tratándolo como a basura, como a otras muchas leyendas, y acabó peleando en Main Event. Por eso mismo, el luchador no volvió a firmar un contrato de este tipo, y entendió que su etapa en WWE había terminado definitivamente. En su última lucha en la empresa, venció a Seth Rollins por Count Out, en el programa número 100 de WWE Main Event.

Después de eso, se dedicó a luchar en el circuito independiente, teniendo su alimenticia luchita mensual. Entre 2019 y 2020, volvió a TNA, ahora conocida como Impact Wrestling; si bien la empresa ya no era tan grande como en su anterior etapa, grababa muchos programas en un par de jornadas de trabajo, y eso le permitía obtener un buen cheque a cambio de un calendario muy sencillo. Su nueva inbcursión en la compañía acabó en septiembre de 2020, puesto que, parece ser, tenía muchos problemas de memoria a la hora de ejecutar sus matches: 30 años de sillazos y traumatismos craneoencefálicos parecen estar causando mella en su salud. Aún así, sigue peleando en el circuito indy, ha tenido alguna aparición puntual en WWE, ha entrado en el Salón de la fama, ha protagonizado un documental, y ha comenzado una carrera como cómico. Además, se casó en 2021, así que no se puede decir que sea un jubilado. Seguiremos atentos a su futuro, y a su salud.

Después de esta parrafada, toca comentar una lucha suya. He seleccionado un match frente a Danny Kroffat, ocurrido el 9 de junio de 1995, en un show de AJPW. Es un combate poco conocido, pero que tiene muy buena nota, y que a mí me parece muy entretenido.

Danny Kroffat era un buen luchador; un hombre poco valorado, o más bien, desconocido, pero con bastante nivel. De origen canadiense, se formó en Stampede Wrestling, en la mazmorra de Stu Hart, después de que Davey Boy Smith y Dynamite Kid lo recomendaran. Heredó el nombre de Dan Kroffat, que pertenecía a una vieja leyenda de la casa. Luchó en Canadá, luchó en México, y luchó en WWF como Philip LaFon, pero la principal porción de su carrera la desarrolló en All Japan. Disputó muchos matches en la división tag, y llegó a tener buenos combates mano a mano frente a Kobashi o Kawada. Ganó 5 veces el Campeonato en parejas, y dos el Campeonato Junior.

Y esta en la que se enfrentan es una de las luchas mejor valoradas en la carrera de ambos. Recibió 4.5 estrellas del Wrestling Observer Newsletter. Es un match entre un hombre rudo, recio, técnico, y un hombre veloz y aéreo, mas el dominio parece venir de este. El canadiense intenta atacar con castigos duros y fuertes, pero una y otra vez, Van Dam le responde con un golpe impresionante salido de la nada... pero además, muy fuerte, muy stiff. Sus patadas dan auténtico pánico.

Normalmente, en este tipo de luchas, los rudos dominan y los aéreos contraatacan, pero aquí no parece ocurrir esto. Robbie no está dispuesto a permitir a Kroffat demostrar lo que sabe. De hecho, él utiliza algunas llaves bastante complejas, a pesar de su juventud. Para que alguien diga que sólo es un luchador extremo; es un wrestler de verdad.

Kroffat tira de rudezas, y se salta la ley cuando el referee se lo permite. Tiene momentos de dominio, y castiga el cuerpo de su oponente, incluyendo algunos rodillazos muy buenos, si bien la tormenta de ataques de Rob le cae encima una y otra vez. Patadas y vuelos están apunto de darle la victoria al de USA, pero no lo hacen. Finalmente, falla un 450 Splash, haciéndose daño en la rodilla, y tras un buen intercambio, se traga un Lariato demoledor. Después de muchos intentos, Danny consigue aplicar su Power Bomb, sin éxito a la hora de finalizar el match, mas un Suplex posterior desde la esquina acaba con la resistencia del ahora Hall of Famer. Buena lucha, muy entretenida.

Puntuación: ***3/4

sábado, 19 de marzo de 2022

The Great Khali vs Batista vs Kane, WWE The Great American Bash 2007


Especial Hall of Fame 2021


Estamos llevando a cabo una serie de artículos especial sobre los luchadores que fueron elegidos para entrar al Salón de la Fama de WWE en 2021. En el último post, comentamos una lucha del gigante indio The Great Khali en México. Hoy vamos a charlar sobre su reinado como World Heavyweight Champion en WWE, el mayor logro de su carrera como luchador.

Ya hemos dicho anteriormente que Khali empezó a entrenar en el dojo de NJPW a principios de este siglo, después de un pasado como culturista, si bien también tenía un trabajo como agente de policía. Después de que acabara su carrera en el puroresu, fue contratado por WWE, y en 2006, empezó a entrenar y a luchar en una de sus ligas de desarrollo, Deep South Wrestling. Ese mismo año, debutó en el roster principal de la compañía, donde se le lanzó directamente contra Undertaker. Fue una nueva atracción circense de esas que crea cada poco tiempo la empresa de los McMahon, y que dan mucho juego durante un breve periodo de tiempo, en el que sus monstruos se muestran invencibles, hasta que el invento empieza a aburrir. Durante muchos años, fue el pobre Undertaker el que tuvo que tragarse los combates frente a este tipo de animales, y pocas veces conseguía sacarles luchas buenas de verdad: nunca es buena idea mezclar gigantes a nivel de lucha, si bien a nivel de audiencia Undertaker resultaba entretenido como una especie de Van Helsing que se veía las caras frente a cosas como Viscera, Gigante Gonzalez o Kane. Su rivalidad frente a The Great Khali no salió bien si la juzgamos por la calidad de sus luchas, pero sirvió para presentar a un monstruo imponente que iría aprendiendo, poco a poco, a adaptarse a las brawls de WWE.

Después de eso, Khali venció a Kane en otra mala lucha en WrestleMania 23, y fue usado como amenaza para el sempiterno campeón John Cena. En esta ocasión, gracias al buen hacer del rapero, resultó, la de ellos, una rivalidad creíble con luchas buenas. Cuando las lesiones de cebaron con Smackdown, Khali sirvió como Campeón de transición, en cuyo reinado hubo un par de Triples Amenazas bastante entretenidas. Vamos a ver una de ellas.

El año empezó con una victoria histórica de Undertaker en Royal Rumble, en una batalla en la que el Deadman tuvo que vencer a la amenaza india. Gracias a eso, sucedió la rivalidad entre Taker y el campeón, el Animal Batista. En WrestleMania 23, el primero derrotó al segundo, y se llevó la correa de World Heavyweight Champion.

La rivalidad siguió adelante, y fue aumentando en agresividad y calidad: Taker y Batista empataron en un Last Man Standing Match en Backlash, y en un Steel Cage Match en en Smackdown. Pero, para justificar la baja del campeón por lesión (o por descanso), ese día, apareció Mark Henry para darle una paliza a Taker, y dejarle a merced de Edge, que unos días antes, en Raw, había ganado el Maletín de Money in the Bank en una lucha ante Mr Kennedy, que había salido vencedor de la Ladder correspondiente en WrestleMania 23, pero que se había lesionado, y por tanto, tendría que quedar fuera de acción durante meses. Debido a esta carambola, Edge se convirtió en World Heavyweight Champion.

Edge salió triunfante de una rivalidad frente a Batista, que ya cansaba: no había forma de alejar al Animal del campeonato, y la gente empezaba a cogerle manía. Conocedora de esto, WWE quiso sacarlo de la escena principal, y enfrentarlo con Khali, luchando, así, frente a un hombre mas odiado aún que él, para reforzar su personaje heroico. Por su lado, Edge parecía comenzar una rivalidad ante Kane, que siempre ha resultado un buen retador de transición.

Pero Edge también se lesionó. WWE vendió que tal suceso se debió a los ataques de Kane durante una fiesta de Mardi Gras que Edge celebró en un programa de Smackdown que tuvo lugar en Nueva Orleans, y eso le dio cierto protagonismo al monstruo rojo, que como siempre, iba y venía de los main events, y no se esperaba mucho de él en su lucha titular. Así, sin Undertaker, Mr Kennedy ni Edge (y sin Rey Mysterio, que aún se estaba recuperando de su correspondiente lesión), WWE tenía que darle el título a alguien, y el elegido fue Khali.

No sé cuántas veces uno de los títulos máximos de WWE ha cambiado de manos en una simple Battle Royal, pero así ocurrió en aquel recordado verano de 2007. Esa pelea ya está en el blog, y no es mala, teniendo en cuenta los estándares de este tipo de matches. Al final del mismo, Kane y Batista se pelearon entre sí, y Khali aprovechó eso para lanzar a ambos fuera. De esta manera, The Punjabi Nightmare se convirtió en World Heavyweight Champion.

Kane y Batista mantuvieron una pelea para determinar al retador que se enfrentaría al indio en The Great American Bash, pero el campeón se metió en ella e impidió que esta tuviera un resultado definitivo. Por eso, el General Manager Teddy Long determinó que la lucha titular sería una Triple Amenaza entre los tres enormes hombres. Esta es la pelea que comentamos hoy.

Una pelea que es mucho mejor de lo que uno podría suponer teniendo en cuenta los nombres de los involucrados: son tres bestias, en teoría, lentas y aburridas, y sin embargo, no descansan durante los 10 minutos que dura el enfrentamiento. Se trata de un match muy entretenido, lleno de acción Super Heavyweight, que no desmerece en absoluto el concepto de combate titular de WWE.

Kane y Batista intentan hacer equipo contra el indio, pero no pueden hacer nada contra él: es invencible. Tiene un poder que es de otra galaxia.  Con un doble lazo mortal, hunde a sus dos rivales, para atacarles por separado.

Khali domina con presas para las cuales aprovecha el enorme tamaño de sus brazos y manos. Sobre ambos aplica también ChokeSlam. La imagen es de una superioridad total, y está bien trabajada.

Khali va a ringside para rematar, utilizando las mesas de comentaristas a su favor, pero le sale el tiro por la culata. Kane y Batista hacen equipo para aplicarle una mezcla de ChokeSlam y Spinebuster sobre la mesa. Así, dejan al enorme indio KO durante un buen rato, para jugarse el título entre ellos.

Batista y Kane siempre han tenido buenas brawls, y este caso no es ajeno a eso. Aplican sus mejores golpes de marca, y van a por los finishers. Kane busca ChokeSlam, pero Khali se interpone, y es él el que lo recibe. Y recibe asimismo un Spinebuster de Batista. Es enorme, y cuanto más grande es un hombre, más dura es una caída. Batista y Kane vuelven a enfrentarse.

Poco a poco, y con tanto ataque de poder, la gente se ha ido metiendo en la lucha con gran intensidad, y celebra todo ataque que ocurre, sea quien sea el agresor, y sea quien sea el agredido. El ChokeSlam de Kane no acaba con Batista, así que el Monstruo Rojo busca una silla para pegarle. Batista le esquiva y aplica Spinebuster y Batista Bomb. Son dos ataques definitivos, así que el hermano de Undertaker está listo para ser derrotado. Khali lo evita, se libra del Animal, y aplica la Khali Bomb, redundando en todos los ataques recibidos por Kane, que, obviamente, no sobrevive a este último. El Campeón retiene.

Esta es una brawl típica de  WWE, muy entretenida y sorprendente, por el tamaño de los protagonistas. Quizás sea esta la mejor batalla de monstruos que recuerdo, aunque quizás Batista no se corresponda literalmente con ese perfil. Es disfrutable, en todo caso.

La rivalidad entre Khali y Batista seguiría adelante, y este último conseguiría, finalmente, arrebatarle el campeonato en una Triple Amenaza en la que también participaría el retornado Rey Mysterio. Esto dio paso a que se reactivara el feudo entre Batista y Undertaker, que posteriormente llevaría a otra gran storyline: la que enfrentara al Deadman con Edge.

Fueron, por tanto, estos, buenos tiempos para Smackdown. Por su parte, Khali iría desapareciendo de los primeros planos de WWE. Tuvo un par de rivalidades buenas aún como villano, ante Big Show y Triple H, para dar el paso a la comedia, y convertirse en The Punjabi Playboy, pues cada semana protagonizaba un segmento en el que besaba a mujeres del público. Pasó unos años luchando como babyface sin demasiado recorrido, salvo en los casos en los que colaboró con otro indio: Jinder Mahal. Finalmente, en 2014, tras una carrera bastante larga, fue despedido de WWE.

Después de esto, tuvo un par de apariciones más en la empresa. En 2017 ayudó a Jinder Mahal a vencer a Randy Orton y retener el World Heavyweight Championship en un Punjabi Prision Match, un tipo de combate que él introdujo en WWE; y en 2018 participó en The Greatest Royal Rumble.

Tras su trabajo en USA, Khali retornó a su labor de agente de policía en Punjabi, y fundó su propia escuela de wrestling, CWE, en la que también ha disputado algunos matches, y rivalidades que han sonado fuerte: piense el lector que en India, Khali es una estrella enorme, y que allí mucha gente piensa que la lucha es de verdad. Incluso disputó una rivalidad que le llevó, bajo el kayfabe, al hospital para posteriormente vengarse, y eso volvió loco a todo su público, que en ocasiones ha llenado arenas bastante grandes para verle luchar. Algunos combates de esta empresa se pueden encontrar en el canal oficial de CWE en Youtube.

Puntuación: ***3/4

sábado, 12 de marzo de 2022

Gigante Silva, Dr Wagner Jr y Shocker vs Gigante Singh, Shibata y Puma Inoue, CMLL 12/04/2002


Especial WWE Hall of Fame 2021

Se han anunciado ya dos de los integrantes de la edición 2022 del Hall of Fame de WWE: Undertaker y Vader. Me lo voy a pasar bien mirando luchas para el especial correspondiente. No obstante, antes de eso, debo terminar el de 2021. Vamos a dedicar unos posts, pues, a uno de los exaltados en esa edición, el gigantesco The Great Khali.

Khali, indio de nacionalidad, es uno de esos luchadores que generan polémica entre los fans del wrestling que piensan que la lucha consiste en dar saltos y hacer movimientos espectaculares, pues Khali, un gigante de 2.16, obviamente, tiene una movilidad reducida. Yo no voy a negar que la capacidad física es algo relevante en esta disciplina, pero creo firmemente que hay cosas igualmente importantes, y aún más en una empresa de entretenimiento como WWE, en la que el storytelling debe conducir los combates. En un mundo de personajes e historias, si todos los luchadores son iguales, y sólo se diferencias por sus capacidades físicas, y en tanto que estas tienden a igualarse entre hombres de un mismo estilo, las historias no existen, los personajes tampoco, y el público, tampoco.

Cuando Khali aparece, enorme, amenazante, con unos brazos que dan miedo, con su pinta de extranjero que no conoce el idioma, y con su traductor de 1.70 para destacar su altura, ya tiene una parte del trabajo que implica ser luchador profesional hecha. Esta consiguiendo un papel; una autenticidad; un rol, sin tener que hacer nada. Por eso es una joya que hay que saber usar bien.

Porque, por otro lado, tampoco puede ser utilizada de cualquier forma. No puede pelear de igual a igual con nadie, porque no tiene igual, y tampoco puede liderar una lucha titular larga, porque carece de cardio y de la velocidad suficiente como para mantener al público entretenido 20 minutos. Es un reto para la creatividad de los bookers.

Creo que en WWE se le usó bien. Se sacó de él lo que podía dar como amenaza monstruosa, y también como personaje cómico. Ir más allá de ahí con él tampoco sería lógico, porque son las dos cosas que puede hacer bien.

Yo conocí a Khali viendo lucha mexicana. Durante una temporada, entre tantos bajitos con máscara, en las luchas grupales del Consejo Mundial de Lucha Libre, había un par de gigantes que parecían monstruos junto a los otros. Uno de ellos era el Gigante Silva, un exjugador de baloncesto profesional, olímpico de hecho, que tenía mucha más movilidad que todos los que hemos conocido en WWE. Este luchó durante bastantes años en el CMLL, siendo una de esas atracciones llamativas que lleva a la gente a la Arena México. Y el otro fue Khali, el Gigante Singh que, de vez en cuando, iba de gira por el país junto a sus compañeros de NJPW. Y es que Khali aprendió a pelear en Japón con verdaderos entrenadores; no era el monstruo inútil que se ha querido vender por parte de algunos.

En principio, sólo pretendía ver dos combates suyos en WWE dentro de este especial, pero, finalmente, me he engolfado con esta vertiente mexicana. Voy a comentar una lucha suya, antes de entrar en detalles, el los próximos posts, sobre su paso por WWE.

Y es que, ver este tipo de luchas siempre me gustó. En México nadie se entera de nada. El anunciador se refiere a Singh como un norteamericano, mientras que los comentaristas dicen que es japonés. Además, dan 2.28 metros de altura a Silva, y 2.30 a Singh. Un poco exagerado, pero, junto a ellos, los minúsculos luchadores mexicanos parecen niños. Khali está muy joven, y es destacado su pasado como fisioculturista, que él demuestra presumiendo de músculos.

Esta es una pelea a una sola caída. Los japoneses que acompañan a Khali son Katsuyori Shibata y Puma Inoue. Junto a Silva, defendiendo los colores mexicanos ante los invasores, están Dr Wagner Jr y Shocker. Y, aunque en ocasiones observamos que los luchadores japoneses no son utilizados de manera correcta en la Arena México, en tanto que los luchadores mexicanos están muy coreografiados y tienen demasiado ego como para vender los ataques rivales, en este caso eso no es así, porque los dos luchadores de la casa son dos tipos que entienden bien la lucha internacional. Se enfrentan a los dos japoneses, y son dominados, recibiendo de forma correcta sus duros golpes, y sus llaveos de MMA. Es una buena forma de vender la amenaza de fuera, y de entenderse con hombres que no hablan tu idioma. Además, es de todos sabido que los japoneses tienen la tradición de dejar dominar a los visitantes, y los mexicanos, que son luchadores con experiencia y formación internacional, lo respetan. Los japoneses asimismo respetan el entretenimiento y el humor que implica ser rudo en México.

Después de los enfrentamientos entre japoneses y mexicanos, saltan a escena los gigantes, que por motivos obvios, no se enfrentan en ningún momento a los chiquitillos. Luchan entre sí durante bastante rato, y el enfrentamiento resulta algo mejor de lo que uno podría esperar en semejantes animales. Khali es capaz de rebotar contra las cuerdas y lanzarse con un Legdrop; en esa época estaba en mejor forma. Pero Silva, aún gigante, es un hombre bastante ágil, y lanza ataques realmente impresionantes, como una plancha desde el esquinero, o un Crossbody. Ambos movimientos hacen rebotar el ring con fuerza, y parecen hacer real daño a un Singh que, salvo estos ataques, es el dominador del enfrentamiento de monstruos. A pesar de este dominio, Silva saca del ring a Singh tras un Spear, y mientras los monstruos luchan fuera del cuadrilátero, los mexicanos consiguen derrotar a los japoneses con sus finishers clásicos: el Michinoku Driver y la Reynera de Shocker, que echo de menos, porque hoy en día, debido a su mal estado físico, el 100% guapo no la usa mucho.

Singh se va, amenazante. CMLL trabaja una rivalidad entre estos dos gigantes, como un  espectáculo especial. Creo que no volvieron a pelear entre sí, aunque hubiera estado bien ver una lucha de apuestas entre ellos. Esto es entretenimiento mexicano, y es disfrutable.

Puntuación: ***


sábado, 12 de febrero de 2022

Eric Bischoff vs Shane McMahon, WWE SummerSlam 2003


Especial WWE Hall of Fame 2021

Tras hablar en el último post sobre Molly Holly, hoy continuamos con el especial sobre el Salón de la Fama de WWE en su edición de 2021. Es el turno de una figura de autoridad, dentro y fuera del kayfabe: Eric Bischoff.

En 2020, recibieron el honor los miembros de la NWO, y ya decía yo entonces que quizás Eric merecía estar entre los honrados, o lo merecía al menos en mayor medida que Sean Waltman. Parece ser que WWE así lo opinó también, pero algo impidió que Bischoff formara parte del grupo seleccionado entonces. No obstante, aprovechando que la ceremonia de 2020 se tuvo que aplazar, finalmente se hizo justicia: Bischoff forma parte del Hall de la Fama 2021. Entiendo que a muchas personas no les haga gracia la figura de este señor, pero es innegable su relevancia dentro de la industria, y creo que esa es la única condición necesaria para recibir un anillo.

Eric Bischoff pasará a la historia por ser el presidente de WCW, y por haber revolucionado el mundo del wrestling con sus ideas y su ambición. Empezó en el mundillo pronto, siendo comentarista y booker de AWA, y posteriormente fue firmado por la WCW de Turner para realizar esa misma labor. Sin embargo, esta empresa, comprada a Jim Crockett con ánimo monopolista en el ámbito televisivo, no estuvo en primera instancia a la altura de alguien como Vince McMahon, que tenía una intención monopolista aplicada, precisamente, al wrestling, lo que le hacía mucho más eficaz. Eric siempre se mostró ambicioso, y por eso llegó a ocupar el cargo de presidente en la empresa. A través de ese cargo, y chequera en mano, consiguió firmar a los luchadores más importantes del mundo, y llevar a cabo el storyline más recordado de todos los tiempos, que condujo al wrestling a un grado de popularidad nunca antes visto, y nunca después repetido. Unos años después, no obstante, el truco perdió interés, y el gasto que implicó montarlo resultó excesivo, llevando a la empresa a la quiebra. Un sistema no escalable explota, tarde o temprano. Gastar el dinero de otros es fácil, pero no generarlo.

Pero el tío no se mantuvo detrás de las cámaras. En primera instancia, hizo la labor de comentarista, pero el éxito se le subió a la cabeza, y se empeñó en convertirse en una de las estrellas del show. Si bien al comenzar la historia de la NWO, recibió ataques de sus fundadores, pronto se reveló miembro del equipo, agarrando el micro cada vez que tenía oportunidad, y luchando en combates. En este blog hay algunos de ellos.

Una vez hundida WCW, acabó firmando por WWE, no como directivo, sino como actor. Fue General Mánager de Raw, y volvió a participar en storylines importantes, así como en varios combates, incluyendo el que trataremos hoy: aquel en el que se enfrentó a Shane McMahon. Continuó en su cargo hasta finales de 2005, y después de eso, estuvo desaparecido, más allá de un par de apariciones, hasta que fue despedido de WWE en 2007.
 

En 2010, TNA comenzó a emitir en directo los lunes por la noche, para hacerle la competencia a RAW, y con este ambicioso plan, contrató a mucha gente cara, como el propio Bischoff o Hulk Hogan, que tenían roles diversos. Como resultado, estos tipos se llevaron una nueva empresa por delante. TNA se fue al carajo debido a las pérdidas, si bien fue rescatada por nuevos inversores, y hoy es una cosa muy distinta a lo que fue hasta entonces.

A estas alturas, los fracasos de Bischoff ya superaban a sus éxitos. Escribió libros, presentó podcasts, y apareció en documentales, pero parecía imposible que volviera a tener un rol importante en la industria. No obstante, en 2019, cuando WWE firmó con Fox para la emisión de Smackdown y se encontró con dos programas de gran inversión, la empresa decidió tener a dos figuras destacadas presidiendo cada uno de los proyectos: Eric Bischoff y Paul Heyman. Yo me emocioné con este concepto, porque pensé que los shows de la compañía podrían, de esta manera, cambiar un poco, y dejar de ser tan conservadores como lo han sido durante los últimos años. El resultado de esto fue un nuevo fracaso, porque Eric duró unas pocas semanas en el cargo: no hizo nada. De todos modos, Vince acabó despidiendo también a Heyman, y a todo el que le tosiera: dirigirá cada programa de la empresa hasta que muera.

En 2020, Bischoff tuvo un par de apariciones en AEW, y en 2021 se le concedió el ingreso al Hall of Fame. Él no es un luchador, así que, en principio, su biografía sigue viva: puede hacer las mismas tareas que llevaba a cabo en 1995. No sé, eso sí, si alguien volverá a confiar en él alguna vez para un puesto de responsabilidad, visto el expediente, pero todo es posible.

En lo que respecta a este artículo, no queda más que revisar una lucha suya, tal y como requiere el formato del blog. Si bien Bischoff está muy unido al concepto de WCW, he elegido un combate que tuvo lugar en un programa de WWE, para empezar, porque esto es un especial sobre su entrada al Salón de la Fama de WWE, y para terminar, porque creo que es de lo mejorcito que ha hecho encima de un ring: no hay mucha competencia. Él nunca se preocupó demasiado por aprender a luchar.

La pelea tiene lugar en SummerSlam 2003, durante el cargo de Bischoff como GM. Bischoff había despedido a Steve Austin, pero este fue nombrado co-GM por Linda McMahon, que recibió el acoso de Eric. De hecho, este la intimidó y la besó, que es algo que hoy en día consideraríamos violación. Obviamente, su hijo no se estuvo quieto; Shane había estado peleando con el monstruo rojo Kane, y este lo dejó KO tras aplicarle un Tombstone sobre las escaleras de metal durante una lucha en RAW frente a Bischoff. Eric se vio ganador, y se vengó de Shane, indignado por el hecho de que este se quedara la propiedad de WCW tras la venta de la empresa. Pero su alegría duró poco, porque Austin anunció el regreso de Shane para la mayor fiesta del verano, SummerSlam, donde se vería las caras con nuestro protagonista de hoy.

La lucha que mantienen entonces en puro storytelling; más un segmento que un combate, pero de esos que incluye personalidades muy marcadas, y por tanto, atraen mucho a los aficionados. Eric Bischoff es un tipo bastante asqueroso, en kayfabe, y fuera de él, así que todo el mundo quiere que se lleve una buena paliza.

Y parece que así es en primera instancia. Eric va vestido de karateca, porque es un idiota y se cree un Cobra Kai, pero Shane se lanza contra él con sus puñetazos falsos. Le ataca sin oposición, hasta que, por la espalda, recibe un sillazo de Jonathan Coachman. El Coach, que hasta poco antes estaba realizando entrevistas a los aficionados, se demuestra rudo, apoyando a Eric para que este consiga ganar su combate. Lo cierto es que Coahman nunca me pareció un luchador de verdad, pero en esta época lo parece, al menos físicamente.

En principio, el referee, Robinson, quiere decretar la descalificación, mas Eric, en tanto que General Manager, convierte la lucha en un Falls Count Anywhere, y por tanto, no hay dq posible. Jonathan sujeta a Shane, para que Bischoff le pegue sus estúpidas patadas de adolescente que estudia defensa personal para que no le hagan bullying en el cole. Esto sigue así hasta que aparece Steve Austin. Este hombre, en este momento, está ya retirado, en base a una supuesta lesión de cuello, si bien es cierto que, con los años, admitiría que fue una pataleta para no tener que verse derrotado por nuevas estrellas como Brock Lesnar. Por esto mismo, no tiene ningún problema para realizar confrontaciones físicas. Coahman le recuerda que, legalmente, no puede tocarle si él no lo hace primero, pero Shane lo empuja contra Stone Cold, dándole una excusa a este para poder darle un palizón. Tanto él como Bischoff se tragan una Stunner.

Pero Shane no ha tenido suficiente. Coloca a su oponente encima de la mesa de comentaristas hispanos, y salta desde la esquina, para destrozar a su rival y llevarse la victoria. Para finalizar, celebra junto a Austin bebiendo cerveza del Mercadona.

En fin, no hay mucha lucha en esta lucha, pero es un trozo de storyline que deja satisfecho al público. Buen ataque final del aún joven McMahon.

Puntuación: **1/2

martes, 8 de febrero de 2022

Molly Holly vs Victoria, Title vs Hair, WWE WrestleMania XX


Especial Hall of Fame 2021

Hace poco, terminamos el especial sobre el Hall of Fame 2020, en el que revisamos luchas de todos los egresados en la edición 2020 al Salón de la Fama de WWE. Aquella fue una edición especial, puesto que, por culpa de la Pandemia de COVID, tuvo que aplazarse un año. Por eso mismo, la ceremonia tuvo lugar en 2021, y a ella se añadieron unos pocos nombres más, aquellos que corresponden a ese otro año. Aún tenemos que hablar de los 5 nombres que se añadieron en última instancia.

Porque, entre las personas que debían recibir el honor en 2020, alguna no pudo estar presente en 2021; pasó mucho tiempo. Hablo de Batista, tipo con el que inauguré el especial, antes de que comenzara la pandemia. En tanto que su presencia fue imposible cuando, finalmente, tuvo lugar la ceremonia, la entrada de Batista al Salón se ha dejado para otra edición, si bien ya está presente en mi especial, y no lo voy a cambiar. Una pena. El caso es que los nuevos miembros de 2021 vienen a cubrir su hueco.

En principio, en lo respectivo a mis artículos dedicados al HoF 2021, debía cubrir esta parte de manera veloz, pero existe un problema: Kane es uno de los miembros, y el hombre merece que se le preste la atención que se ha ganado durante sus décadas de servicio para la empresa. Así, avanzaremos rápidamente con el resto (Molly Holly, Eric Bischoff, RVD y The Great Khali), y nos centraremos en el monstruo rojo.

Hoy empezamos con Molly Holly, una de las principales estrellas femeninas de la Era Attitude, una chica que llevó a cabo muchos roles distintos de manera correcta y que, con su buen hacer, supuso un trampolín para que tipas más llamativas, como Lita y Trish Stratus, destacaran. Molly era una buena luchadora, pues fue entrenada por Dean Malenko, y también tenía carisma, y eso le permitió tener una buena carrera. Aún hoy colabora con la empresa en términos de producción, y ha participado en 3 de los 5 Rumbles femeninos que se han realizado desde 2018.

Molly era una buena luchadora; una mujer entrenada por uno de los wrestlers más técnicos de su generación, Malenko, del que aprendió muchas cosas. Es cierto que la lucha femenina de su tiempo no daba mucho espacio a demostrar el talento, pero lo tenía.

Debutó en 1997, y pasó unos primeros años peleando en territorios independientes, mientras gozaba de sus primeras oportunidades en WCW y WWF. Su primer personaje relevante fue el de Miss Madness, una de las chicas que acompañaban a Randy Savage en su regreso a WCW en 1999. Esto le permitió aparecer en televisión con regularidad, junto a una de las grandes estrellas de la empresa, pero no demostrar su habilidad arriba del ring. Tenía combates en programas secundarios, pero no en Nitro. Así fue hasta finales del año 2000, cuando abandonó aquel lugar al que, en cualquier caso, no le quedaba mucho tiempo de vida, y llegó a la compañía en la que trabajaba su entrenador, WWF. Entonces, interpretó su segundo gran personaje: el de Holly Cousin, el miembro femenino  del stable de los Holly; sería la prima de Crash y Hardocore Holly. Así es como se vio las caras por vez primera con Trish Stratus, que apoyaba a un equipo rival: el que formaban Test y Albert. Molly demostró que era muy superior a Trish, y ayudó, gracias a su talento, a poner el foco sobre las mujeres luchadoras. Las luchas mixtas fueron, entonces, habituales, también con Lita, aliada de los Hardy.

Una de las historias más recordadas de entre las que protagonizó, fue aquella en la que se enamoró de Spike Dudley, el hermano flaco de los Dudley. Eso incluso los llevó a interactuar con Stone Cold Steve Austin. Finalmente, en este storyline shakespereano, Spike, por amor, tuvo que enfrentarse a su propia familia.

Un tiempo después, vivió un nuevo cambio de personaje: se unió a The Hurricane para ser Mighty Holly, y luchar, junto a él, contra el mal. E incluso se convirtió en Campeona Hardcore, durante un rato, en la noche de WrestleMania 18, en la que el título cambió de manos muchas veces. Más tarde, en 2002, se terminó la historia de ese personaje, y Molly pasó a la acción seria dentro de la creciente división femenina. Se enfrentó a la sexualidad de las Divas, y comenzó a interpretar un personaje realmente interesado en la lucha. En King of the Ring 2002, venció a Trish, y se convirtió en Campeona Femenina.

Sin embargo, el feminismo tardaría mucho tiempo en llegar a WWE. Entonces, Vince y los bullies que mandaban (y mandan) en esa empresa, se encargaron de ridiculizar a la campeona por su físico, siendo Jerry Lawler el autor de los chistes en su contra en antena. Vince siempre ha querido rubias tetonas con el título, y se encargó de dejarlo claro. Trish recuperó el título poco después, mas, en 2003, Molly fue capaz de hacerse de nuevo con él, y mantenerlo mucho más tiempo. Su segundo reinado, seguramente, fue el mejor de su tiempo.

Otra mujer fuerte y con talento como Victoria llegó a la empresa, y se enfrentó a ella en una rivalidad encarnizada, que obsesionó a Molly, tras perder el título, primero, y la cabellera, después, en WrestleMania 20, en el Madison Square Garden. Después de eso, su carrera se fue diluyendo, y la división de Divas se llenó de modelos pescadas en Playboy o en el Diva's Search. En 2005 abandonó WWE, siendo muy joven, y desde entonces, tan sólo ha regresado en momentos puntuales. Es, la suya, una carrera muy corta, pero llena de cosas buenas, como hemos podido observar en este breve repaso. Desde luego, creo que merece entrar en el Salón de la Fama, por las historias en las que estuvo involucrada.

Hoy, vamos a comentar ese match de título vs cabellera, ocurrido en WrestleMania XX. Dos mujeres poderosas se enfrentan en una lucha con una interesante estipulación, si bien apenas cuentan con 5 minutos para mostrar lo que saben hacer, en una cartelera en la que hay muchos focos de interés, y en la que, por tanto, se funden un poco. Ni siquiera se pone un vídeo previo en el que se explique la rivalidad. Un barbero espera a la perdedora en la rampa de llegada.

La lucha, como digo, es cortita, pero bien ejecutada. Yo siempre pienso que mujeres como estas deberían volver a WWE para tener alguna rivalidad eventual actualmente, ahora que hay tiempo y buenas rivales en la división femenina, puesto que esta sería una buena forma de hacer justicia a su talento, y les permitiría demostrarlo de verdad. Y es que, por mucho conocimiento que tengan, su combate dura poco, y no obstante eso, el público casi se queda dormido. No está interesado en el match, y de vez en cuando esboza cánticos machistas que encajan bien con los comentarios de Jerry Lawler y Jim Ross.

Molly domina el match, con buen llaveo a los brazos en primera instancia, y buenos candados al cuello después. Victoria contraataca con buenos movimientos, pero sigue bajo control de su oponente. Sin embargo, en un momento dado, escapa a sus agarres y consigue conectar un counter con el que se lleva la victoria.

Tras el match continúa la acción, completando así la historia de mejor manera. Molly trata de huir para no tener que cortarse el cabello, e incluso intenta rapar a la ganadora. Esta se revuelve, la ata a la silla de barbero, y utiliza la maquinilla para arrancarle el pelo, mientras el público no sabe si alegrarse o sentir pena por la humillación que eso supone. Molly pierde, y durante las próximas semanas, aparecerá en televisión con peluca.

La lucha está bien ejecutada, pero no es casi nada. El postmatch aporta mucho, pero no puede ser considerado para la puntuación.

Puntuación: **1/2