Hablábamos hace unos días sobre Vince McMahon y sobre los cambios que están ocurriendo en WWE desde su salida de la empresa. Creo que nunca ha existido una ilusión mayor hacia los programas de la compañía, que han sido básicamente iguales durante los últimos 20 años, sin demasiada ambición o expectativa. Ahora Triple H tiene el mando; veremos qué hace con él.
Vince McMahon tuvo que dejar su trabajo en la empresa, al menos de manera oficial, porque la propiedad de las acciones no cambia. El que sí ha sido despedido, estimo que definitivamente, para alegría de muchos, es John Laurinaitis, un tipo al que todo el mundo reconoce por su trabajo de directivo en WWE, pero cuya carrera como luchador pocos recuerdan, siendo esta, en realidad, mucho más destacable que aquel. Hace años que tenía la intención de revisar algún combate de John Laurinaitis, o mejor dicho, Johnny Ace, en AJPW, y la ocasión ha llegado. Pero hablemos un poco, en primer lugar, sobre su reciente despido, que es lo que marca la actualidad.
Si uno lee libros o relatos sobre la manera en la que ocurrían las cosas en WWE en tiempos de la Era Attitude, sabrá que entonces Jim Ross, hombre querido y apreciado por todos en la industria, además de ser destacado comentarista de los principales programas de la compañía, era vicepresidente ejecutivo de relaciones con el talento, esto es, algo así como el jefe de recursos humanos, pero dedicado a los luchadores. En tiempos de la guerra entre WWF y WCW, su labor atrajo a mucha gente de la competencia. Sin embargo, en 2004 abandonó ese cargo, de igual manera que, un par de años después, y de manera progresiva, iría siendo alejado de los comentarios poco a poco, dada la paradójica fobia de Vince McMahon hacia los veteranos, así como su fobia hacia todo aquel que no viva haciéndole la pelota. Ross explicó en su blog que el cambio le permitió pasar más tiempo con su familia y dedicarse a otros negocios, pero ese es el tipo de comentarios que hace alguien para rebajar la humillación de haber sido sustituido, y no obstante, seguir trabajando para la misma empresa.
Y es que, para entonces, WWE ya no tenía competencia. No necesitaba, por tanto, trabajadores competentes, y de hecho, no quería firmar luchadores de fuera, sino crear productos desde cero en sus territorios de desarrollo. Básicamente, Vince quería a alguien que le lamiera el culo, y ejecutara sus órdenes al pie de la letra. John Laurinaitis, considerado por algunos como la mayor serpiente de la industria; un hombre servil y sin capacidad individual, recibió el puesto, que ha desempeñado durante una cantidad de tiempo absurda, destacando por tratar a los trabajadores como si fueran basura y no valieran nada. Un mierda.
Delante de las pantallas, todo el mundo conoció a Laurinaitis porque entre 2011 y 2012 jugó un importante rol en televisión. Se convirtió en figura de autoridad, después de que CM Punk le insultara en antena; insultos que eran legítimos, y que se corresponden muy bien con su labor. En el mítico combate entre Punk y Cena de Money in the Bank 2011, acompañó al Chairmain para intentar impedir la victoria del Straight Edge, sin éxito. Tras eso, fue ganando protagonismo, pues su puesto como vicepresidente de gestión del talento fue usado en los programas, y, finalmente, se convirtió en General Mánager de Raw. En WrestleMania 28, organizó un equipo de rudos para enfrentarse a un equipo de Técnicos a las órdenes de Teddy Long, GM de Smackdown, con el fin de dominar definitivamente ambos programas. Salió triunfador del enfrentamiento, llevando así también el People Power a la marca azul.
Laurinaitis era un personaje repugnantemente heel, pero intentaba aparentar lo contrario. People Power era su eslogan; populista demagogia con la que quería expresar que en los programas se haría lo que quisiera el pueblo, mas el resultado fue el contrario. Así pues, su personaje era casi más ridículo que odioso, pues sus capacidades oratorias no eran muy buenas. Se le olvidaban los textos. Después de su victoria en WrestleMania y su absurda ascensión, comenzó una rivalidad con John Cena que le llevaría a la perdición. Ambos se enfrentaron en Over the Limit, en lo que debía ser una paliza del rapero sobre el ejecutivo.
Hay que decir que todo el mundo fue muy crítico con este bookeo, como lo es, en general, siempre que un no-luchador se sube al ring. Pero es que Laurinaitis sí era un luchador; un gran luchador, de hecho, y no tan viejo. Podía dar un combate serio de verdad, si bien en toda su storyline jamás, que yo recuerde, se mencionó que él hubiera peleado. Llegado el día, los críticos se vieron recompensados con la razón, porque Laurinaitis peleó como si jamás lo hubiera hecho. No sabía ni caer correctamente. Ya habíamos notado que era tonto del culo; que no hacía nada bien, pero hay cosas que no se olvidan. ¿Cómo es posible que diez años después de su retiro como deportista de élite, se hubiera convertido en semejante inútil? Apenas sabía andar...
Laurinaitis usó el enésimo turn-hell de Big Show para salir victorioso de aquel combate, pero acabó siendo golpeado y humillado por todos unas semanas después en RAW. Fue despedido delante de las pantallas, y también detrás, porque, por algún motivo que nunca llegué a conocer, durante su labor como personaje en el aire, perdió su puesto como ejecutivo. Después de que todo acabara, se convirtió en agente de campo, labor con la que había empezado a trabajar en WWE en el año 2000.
Vince apreciaba a Laurinaitis, porque le era fiel. A principios de 2021, cuando el dueño de WWE se deshizo de algunos ejecutivos importantes de la empresa, echando por tierra el trabajo de todo el mundo durante los años previos (incluyendo el de sus hijos y su yerno), y alzándose de nuevo con el poder absoluto, restituyó a Johnny Ace en su puesto de vicepresidente para el talento, provocando horror máximo en torno a él. Muchos luchadores huyeron de la empresa después de eso, si es que no lo estaban haciendo ya. En 2022, cuando se revelaron las supuestas acciones impúdicas de Vince McMahon, se dijo también que Laurinaitis lo sabía todo, y que había colaborado con Vince a la hora de desviar fondos de la empresa para pagar a mujeres e impedir que estas sacaran a la luz los trapos sucios del empresario. No sé si será verdad, pero lo cierto es que, si alguien quiere acabar con el reinado de Vince McMahon en WWE, una de las cosas que debe hacer también es quitar de en medio a la rata servil llamada John Laurinaitis. En junio perdió su puesto en la gestión de los trabajadores, siendo sustituido por el siempre eficaz Tom Prichard, y en agosto de 2022, ha sido despedido de la empresa. No es de extrañar, pues, que en los últimos meses, muchas de las personas que habían huido de la misma se hayan declarado mucho más interesadas en volver a trabajar en WWE.
John Laurinaitis es hermano de Joe Laurinaitis, esto es, de Road Warrior Animal. Empezó a luchar durante la década de los 80, y en muchos casos hizo equipo con su hermano. Ambos fueron especialistas en la lucha Tag Team, mas no pasarían a la historia por trabajar juntos. Mientras que Joe formó el famoso equipo Road Warriors junto a Hawk, Laurinaitis despuntó en Japón, en la AJPW de Giant Baba que, en los años 90, se convirtió en la mejor promotora de wrestling del mundo. Laurinaitis, con el nombre de Johnny Ace, puso su granito de arena, sobre todo, haciendo equipo. Fue dos veces All Asia Tag Team Champion, en ambos casos junto a Kenta Kobashi, y cuatro veces AJPW World Tag Team Champion; dos veces junto a Kobashi, una vez junto a Steve Williams y una vez junto a Mike Barton.
Vamos a ver una lucha suya. En 1996, disputó un combate al que el Wrestling Observer otorgó 5 estrellas, y que fue considerado como el mejor match del año en todo el mundo. Entonces, haciendo equipo con Williams, mantuvo una rivalidad frente a la gran estrella de la All Japan, Mitsuharu Misawa, y aquel que debía ser su sucesor: el aún joven Jun Akiyama. el 7 de junio de ese año tuvo lugar la lucha más aclamada entre ambos equipos.
Akiyama y Misawa formaban la llamada Super Generation Army. Este es el nombre que Misawa le dio al equipo que, unos años antes, había tenido la labor de destronar a Jumbo Tusuruta y a otros veteranos, para dejar paso a una nueva generación. Había dado ese nombre a su equipo con Kobashi, y ahora hacía lo propio compartiendo aventuras con Akiyama. Ambos habían derrotado a la poderosa Holy Demon Army de Kawada y Taue, convirtiéndose en Campeones Mundiales por Parejas de AJPW en mayo de 1996. Ace y Williams serían dos de sus grandes rivales en ese reinado, y de hecho, serían los que conseguirían quitarles los títulos. En el match que mantienen en junio, ya presentan candidatura.
Steve Williams también es conocido como Dr. Death. Había sido considerado como el más malvado gaijin de All Japan del momento, más estuvo alejado de los rings de la empresa por un año después de un lío en las aduanas japonesas. Su violencia y su energía lo convertían en un tipo imparable, perfecto para causar el terror entre los aficionados japoneses. Junto a él estaba Johnny, un hombre de un rango obviamente inferior, pero que quería hacer méritos. Por tanto, se podría decir que los equipos estaban muy igualados, pues frente a ellos estaba asimismo un hombre consolidado (el más consolidado), junto a otro no tanto. Después de terminaran las alianzas de Misawa con Kawada y Kobashi (de distinta forma), Akiyama ascendió al estatus de compañero de Mitsuharu, labor que hasta entonces había supuesto un paso previo a convertirse en gran estrella individual. En este combate, tanto Ace como Jun demostraron que estaban a la altura de las circunstancias.
No sé si la lucha es de cinco estrellas, pero no está lejos. Quizás se puede decir que hay cosas mucho más épicas en la época, y que por tanto, este match pierde enteros, por comparación, pero está muy bien. Tenemos a un cabrón como Williams, furioso y subversivo hacia las estrellas de la All Japan, que castiga sin parar al joven Akiyama. Él y su lacayo intentan centrarse en el chaval, mientras que las entradas de Misawa y sus ataques con el antebrazo, que pueden con todo, igualan las cosas. Así, comienzan a aparecer los Suplexs asesinos,de esos que pueden matar a una persona, aunque sea por acumulación durante años, como le pasó a Misawa.
Este es un combate estructuralmente simple. Parece americano, de hecho. Pero no por eso está mal hecho; al contrario. Es muy emocionante, y el público está muy metido. Los gaijins intentan ganar a la parte débil del rival, mientras que Misawa aparece como un torbellino, y sin embargo, la superioridad numérica en esas ocasiones juega a favor de los americanos. La preocupación de Misawa hacia su joven compañero es tal, que en un momento dado, lo deja fuera, para hacerse cargo del match. Ace, que se encarga del trabajo de debilitar a Akiyama, soporta en este combate mucho dolor, lo que parece significar un push individual que no llegaría. Cada vez que Mitsu está a punto de ganar, cae ante un diabólico Suplex sorpresa de Dr. Death, y eso vuelve a poner el match de cara para los rudos. Así, Akiyama se ve obligado a comportarse como un héroe, y ser ahora el que salva a la leyenda, levantando al público con sus grandes ataques.
Después de un periodo de guerra con los cuatro arriba del ring, los buenos consiguen sacar a Williams de escena, para masacrar a Ace. Este aguanta Suplexs de manera absurda, teniendo en cuenta su perfil. Mientras Misawa se encarga de mantener a su compañero fuera, Akiyama, ayudado por los eventuales Suplexs y codazos del hombre de verde, acaba derrotando al hombre del People Power, que este día ha tenido una de las luchas más importantes de su carrera.
Puntuación: ****1/2