jueves, 17 de enero de 2019

Walter vs Will Ospreay, OTT Fourth Anniversary Show



En el anterior post de este blog, comentamos la primera lucha entre Will Ospreay y Walter, que tuvo lugar en Manchester, en un evento de Defiant Wrestling, en agosto de 2018. El segundo match entre ellos sólo se hizo esperar un par de meses. Se llevó a cabo en la joven empresa irlandesa Over the Top Wrestling, en la función en la que se conmemoraba el cuarto aniversario de la misma. Vamos a hablar un rato de ella.

Este es un combate que a Meltzer le gustó más que el anterior. A mí me parece inferior, pero me gusta. Porque es una lucha muy distinta a esa, y eso es lo correcto.

Over the Top Wrestling es una empresa muy distinta a Defiant, es más familiar. Y existe una historia distinta para los personajes. Mientras que, en Inglaterra, Walter es un tipo muy respetado, que ha dado grandísimos combates en las mejores promotoras del país, en Irlanda es el cabrón que derrotó y le robó el título al héroe local, Jordan Devlin, el alumno aventajado de Finn Balor.

Y la empresa vende este match como la última oportunidad de acabar con la dictadura del austriaco. Para eso, viene una estrella internacional de la talla de Will Ospreay, un hombre muy querido por todos. A diferencia de lo que ocurre en todas partes, el público pita y abuchea a Walter, mientras que aplaude muchísimo a Will. Este público sí diferencia héroes de villanos.

Como digo, el combate es muy distinto al primero, y eso me gusta. Porque es una empresa distinta, un público distinto, y una historia distinta. Eso es algo que han olvidado los luchadores: contar una historia que tiene sentido con el contexto en el que pelean, y el epítome paradigmático de eso es el match entre Hogan y The Rock en WrestleMania. Ahora, todo el mundo hace el mismo match siempre, y eso es un horror.

Aquí, Walter hace un papel de rudo más clásico, lo que no es habitual en su personaje. En un momento dado, recurre hasta a las trampas. Sacrifica su propio ego por el espectáculo.

En esta lucha, Ospreay es el que manda. Una y otra vez, aplica sus más espectaculares movimientos, aunque, como sabemos, algunos de ellos no aportan mucha credibilidad al encuentro. No obstante, aunque Walter recibe muchísimo, por la diferencia de fuerza y tamaño, los ataques no le afectan tanto, mientras que los pocos que aplica él, destrozan a Will.

Walter aplica una Power Bomb en la rampa de entrada, que destroza al aéreo. No obstante, el héroe evita la segunda bomba, y vuelve al ring para concatenar sus tres Shooting Star Press. El tercero es recibido por las botas de Walter, que comienza a aplicar sus Coquina Clutch, el Rear Naked Choke . A pesar de la resistencia del Aereal Assasin, Walter está a punto de ganar mediante un piledriver, pero la gente avisa, enloquecida, al referee, de que el pie de Ospreay está en la cuerda. El match continua.

Walter se enfada con el referee, le ataca, e intenta dejar KO a su oponente con la correa. Este se la quita, y pretende darle con ella, pero en ese momento, el referee se recupera. En el último instante, Ospreay tira el cinturón y ataca con patadas.

En la parte final del combate, hay un buen toma y daca, que termina siendo dominado por el austríaco. Walter mantiene el título a través de una lancha desde el esquinero.

Puntuación: ***3/4

martes, 15 de enero de 2019

Walter vs Will Ospreay, Defiant Wrestling Stacked 2018



Recientemente, tuvo lugar el primer Takeover de WWE NXT UK, y en él, debutó una de las grandes estrellas del mundo independiente, Walter, un hombre que siempre ha estado ahí, pegando chops como panes por Alemania, y que en dos años, se ha convertido en campeón de montones de empresas. Por desgracia, WWE no quiere dejar a ningún luchador suelto que pueda suponer una atracción para otras promotoras, así que ya se lo ha quedado también.

Pero Walter peleará en NXT UK, lo que quiere decir, en principio, que aún podrá participar en otras promotoras, al menos, en las que tienen buenas relaciones con WWE, que son, además, sus favoritas: WXW, PROGRESS y EVOLVE. Esperemos que no intenten llevarlo al roster principal, porque ahí no pinta nada. Su personaje de hombre duro pero limpio, que nunca hace trampas y que ama el wrestling a ras de lona, no es compatible con la idea de Vince McMahon de un austriaco gordito.

Por ahora, Walter seguirá dando grandes luchas. Su rivalidad con Dunne por el título UK, sobre el que aún tenemos que hablar bastante, pinta muy bien. Pero, antes de eso, comentemos su rivalidad con Will Ospreay.

La empresa inglesa Defiant Wrestlig ofreció en agosto de 2018 el primer enfrentamiento en la historia entre Walter y Will Ospreay, sólo unas semanas antes de que se volvieran a enfrentar en la también interesante promotora Over the Top Wrestling, con sede en Dublin, Irlanda. Los dos combates son titulares, y los dos se pueden ver en el respectivo canal de Youtube de ambas promotoras. Vamos a empezar con la primera lucha.

Tenemos, frente a frente, a los dos grandes del mundo, hoy en día, en su respectivo estilo. Con Ricochet en WWE, Ospreay ha quedado como el gran highflyer que queda libre, mientras que Walter es el gran hombre grande del mundo indy, sólo comparable con algún que otro bestia japonés de Big Japan o AJPW, y, quizás, con Brock Lesnar o Braun Strowman en WWE. Además, son los dos paradigmas perfectos para ofrecer un David vs Goliat, de esos que nos gustan tanto.

En este match, Walter defiende el título de Internet de Defiant. Recordemos que todas las defensas de este campeonato se ofrecen gratuitamente, a través de Youtube.

Walter anula por completo el estilo aéreo de Will. Utiliza un estilo muy stiff, como en él es habitual, aunque parece un poco más duro que de costumbre. No debe caerle bien este pajarito. Sus golpes frontales son tremendos, y también realiza algunas llaves a la altura del brazo del aéreo.

Will no puede más que verlas venir. Intenta mantener las distancias, atacando con patadas, pero de poco le vale. Consigue esquivar un chop en ringside, provocando que Walter se pegue en la mano con el poste, pero el gigante se venga, lanzándole contra otro poste, de cabeza. Estos postes, además, son cuadrados, y tienen borde, lo que los hace más peligrosos aún. WIll sangra por su frente.

Walter golpea y pisotea la cabeza de su rival, y le hunde en la miseria con sus chops. La paliza es imponente. Hay un combo de Drop Kick y Power Bomb que es la leche. El campeón comienza a apretar la cabeza de Will con Sleepers, adelantando el final.

Ospreay ofrece una secuencia aérea enloquecida, sacando a relucir toda la adrenalina acumulada. Pone en verdaderos problemas a Walter, con vuelos, patadas, e incluso un Rainmaker. La pelea se convierte en una batalla mucho más igualada, y Ospreay está cerca de la victoria gracias a tres Shooting Star Press Seguidos. Pero, cuando busca el OsCutter, es recibido por un clothesline. Ahora sí, Walter busca la Coquina Clutch de mil maneras, y aunque Ospreay consigue salir de todas, su oponente le deja tieso mediante un Piledriver, y vuelve a ponerlo a dormir. De ahí no se levanta.

Me gustan mucho los combates del tipo David vs Goliat, y cuando son de gigante vs aéreo, más todavía. Este es un gran exponente de este tipo de luchas. Muy grande.

Puntuación: ****1/2

domingo, 13 de enero de 2019

Kurt Angle vs Drew McIntyre, WWE RAW 05/11/2018



Tras su vuelta a WWE, todos esperamos nuevas grandes batallas de Kurt Angle. Desde luego, no estaba en la misma forma física que hace 10 años, pero para dar una lucha a ras de lona, el hombre se mantiene muy bien. Hasta un año antes, había estado luchando regularmente en TNA, y después, se mantuvo activo en los territorios independientes, así que no es que estuviera jubilado.

Pero, mientras que WWE respeta mucho a los veteranos de la familia (Shane McMahon, Undertaker, Triple H o Shawn Michaels), parece siempre dispuesto a pisotear la leyenda de otros de los que podría sacar algo realmente bueno. 

Durante más de un año, Kurt Angle jugó el papel de General Mánager de RAW, y no tuvo ninguna lucha individual. Participó en TLC, sustituyendo a Roman Reigns en The Shield, y estuvo en WrestleMania, junto a Ronda Rousey, para luchar contra Triple H y Stephanie McMahon.

Esperaba que la primera lucha en singles de Angle fuera algo especial. Y el storyline en el que Baron Corbin le robaba el puesto de GM parecía indicar eso. Pero, no, Angle acabó luchando en aquella ridícula copa mundial de Crown Jewell, y perdiendo en primera ronda ante Dolph Ziggler. Todo muy vacío.

Porque está bien que usen a veteranos para darle push a jóvenes, pero sabemos que nadie le va a dar un push a Ziggler, y que después de vencer a Kurt, va a perder con cualquiera. Además, para que los veteranos sean capaces de aportar algo, hay que vender su legado y su leyenda, no ponerlos a jobbear cada 5 minutos. El mérito de WWE de hacerlo todo mal es grande.

Semanas después, Kurt Angle tenía la oportunidad de liderar al equipo de RAW en Survivor Series. Para poder lograr tal cosa, debía vencer al también regresado Drew McIntyre, que, ahora, con una nueva actitud y un nuevo físico, más curtido por sus luchas por el mundo, supone una esperanza de futuro grande para WWE. Es hora de que Kurt Angle le ponga over.

Algo que ya hizo en Impact Wrestling. Cuando dejó la empresa en 2016, tuvo su gira de retiro, y fue derrotado por el escocés, que se presentaba como una de las estrellas de los dos siguientes años en esa compañía. En WWE, parece que ocurrirá algo parecido. 

Se dice que fue el propio Angle el que tuvo la idea de este combate. No está mal, es un buen combate, y Angle queda como un auténtico underdog. Es útil para hacer que la gente odie a Drew, y para que este quede un animal, pero resulta un poco humillante para el campeón olímpico, que queda en una situación de poca credibilidad de cara a hipotéticas rivalidades futuras. Creo que hubiera sido genial acabar su historia con Baron Corbin a través de una buena victoria, que le colocaría en un buen lugar para que esta lucha tuviera el efecto deseado para uno y para otro.

La lucha es muy dominada por Drew, que aplica buenas palancas al brazo, y también lanza a Angle contra las escaleras metálicas para dañarle el hombro. El face tiene un par de buenos comebacks, en los que aplica un Olimpic Slam, y los 3 amigos.

La lucha está bien diseñada, bien bookeada, y el público nunca pierde la esperanza de que Kurt gane. No es una humillación tan obvia como  había leído antes de verla, pero Drew lo pretende. Mira a un Angle que apenas puede moverse, que está arrodillado ante él, y le dice que se está poniendo en vergüenza a sí mismo. Cuando el excampeón de WWE intenta atacarle, le controla fácilmente, y sigue humillando y atacando, puesto que una de sus patadas le ha dejado en un estado lamentable. No obstante, Kurt consigue engancharle y aplicarle un Ankle Lock. La gente espera que el rudo se rinda, pero eso no ocurre. Drew se libra, y Angle falla un Olimpic Slam, dados los ataques recibidos en espalda y brazo, recibiendo, después, sus propios finsihers para ser derrotado.

Esta es una lucha de programa semanal,  no es técnicamente genial, pero está bien hecha, cuenta la historia que desea contar, y genera el sentimiento que pretende. Es un buen trabajo.

Puntuación: ***1/2

sábado, 12 de enero de 2019

Abyss vs Kurt Angle, Falls Counts Anywhere, TNA Turning Point 2008





En 2018, el monstruoso Abyss fue inducido al Salón de la Fama de Impact wrestling, y en el blog hemos comentado un par de luchas suyas en la empresa creada por los Jarrett para conmemorar tal suceso. Hoy, comentamos un tercer combate para cerrar este capítulo.

Nos vamos a 2008, un año de pleno auge de TNA. Kurt Angle había sido derrotado por Jeff Jarrett, y este se negaba a darle una revancha, por lo que Kurt se dedicaba a atacar a todos los rivales posibles, para demostrar así que podía con cualquiera. Abyss fue uno de sus rivales, y después de varios combates, se enfrentaron en Turning Point 2008, en un Falls Count Anywhere.

Una lucha del estilo clásico de la estipulación; entretenida, pero sin grandes alardes. Los luchadores brawlean por todo el escenario, y entre el público. Angle salta sobre Abyss desde la rampa, con una gran agilidad, demostrando un estado de forma física extraordinario. Se lanza a por el monstruo, rompiendo las paredes laterales de la rampa. Hay lucha ahí dentro que nadie puede ver, y, después, salen por otro lado, rompiendo otra pared, regresando así al escenario.

Hay más golpes, un buen moonsault sobre una silla, finishers y nearfalls por todos lados. Los luchadores pelean en una estructura, lo que predice una gran caída. Finalmente, el campeón olímpico empuja a Abyss, que cae desde una altura de unos 3 metros. La caída no resulta tan extraordinaria como se pensaba, pero le da la victoria a Kurt.

Un buen entretenimiento, sin más.

Puntuación: ***1/4

viernes, 11 de enero de 2019

Charlotte Flair vs Asuka vs Becky Lynch, TLC 2018





En TLC 2018, después de mucho tiempo, tuvimos un main event de Smackdown. La mujer del momento, Becky Lynch, defiende el título femenino de la marca azul frente a su gran rival, Charlotte, y la japonesa Asuka, que así, vuelve a una situación de importancia dentro de la división de mujeres.

Becky y Charlotte tuvieron una gran rivalidad, que las colocó en los cuernos de la luna. Para Survivor Series, Becky tuvo que elegir a una sustituta que se enfrentara a Ronda Rousey, y seleccionó a aquella con la que tantas veces se había enfrentado: Charlotte. Esta provocó su descalificación en la lucha, y atacó brutalmente a la exUFC, como había hecho antes Becky, en un programa de Raw.

Todo hace indicar que vamos a tener una rivalidad a tres bandas de cara a WrestleMania. Quizás, un Becky vs Ronda sería más llamativo ahora, pero parece que eso se lo van a guardar para más adelante. El final de este TLC match indica eso.

Asuka se mostró como un animal invencible, hasta que fue derrotada por Charlotte en WrestleMania. Eso no me pareció mal, porque eso tenía que pasar tarde o temprano, y ocurrió en el mejor escenario, y ante una de las mejores rivales posibles. Su uso posterior sí que fue más mediocre, pero llega aquí para aprovecharse de la rivalidad de las otras tres mujeres.

La lucha comienza con dominio de Asuka frente a sus dos oponentes, hasta que estas se liberan. Tenemos golpes y ataques con mesas, sillas y escaleras, como manda la estipulación. En la parte final de la contienda, la japonesa queda en segundo plano, mientras Becky y Charlotte reviven su rivalidad. Lynch vuelve a saltar con un Leg Drop desde la escalera, partiendo la mesa de comentaristas con el cuerpo de la enorme rubia, mientras que esta aplica un gran moonsault desde la esquina hacia ringside, que se lleva por delante otra mesa, y a la pobre irlandesa. Finalmente, las dos suben por una escalera para alcanzar la correa, y mientras forcejean, aparece Ronda para vengarse, empujar la escalera, y hacerlas caer al vacío. Sin oponentes, Asuka se queda con el campeonato.

Puntuación: ***1/2

jueves, 10 de enero de 2019

AJ Styles vs Daniel Bryan, WWE TLC 2018



Había varias cosas que queríamos ver de un Daniel Bryan regresado. Queríamos ver cerrada su historia con el Miz, y pudimos verla. Queríamos ver una lucha frente a Brock Lesnar, y ya lo creo que la vimos. Y queríamos verle en una gran rivalidad con AJ Styles, y también la estamos viendo. Ya puestos, me gustaría ver una gran lucha suya frente a Rey Mysterio. Espero que ocurra.

También es cierto que WWE está insistiendo mucho con sus rivalidades titulares, alargándolas demasiado, de tal manera que parece que luchadores que podrían dar algo distinto, nunca tienen su oportunidad. Incluso pasa en 205 Live, programa en el que hay mucho talento, pero en el que llevamos un año viendo a los tres mismos luchadores jugándose la correa. 

El el caso del WWE Championship, la rivalidad entre Styles y Nakamura se eternizó, así como la que tuvieron AJ y Samoa Joe. Obtuvimos grandes luchas en ambos casos, pero costó mucho llegar hasta ahí. Ahora, con Daniel Bryan, pasa algo parecido.

Styles y Bryan no pudieron enfrentarse en Arabia, pero lucharon dos veces en Smackdown. En el primer caso, AJ mantuvo la correa en su poder, pero en el segundo, presenciamos un cambio en la personalidad de Daniel Bryan, que con un golpe bajo, se llevo la victoria, convirtiéndose, después de varios años, en campeón otra vez.

Me alegra mucho ver esto que están vendiendo como "el nuevo Daniel Bryan". Porque, en realidad, parece "un viejo Daniel Bryan". Parece, de hecho, el Bryan Danielson de 2007, que era claramente el mejor luchador del mundo, y que se hacía, al mismo tiempo, odiar y amar al luchar. En WWE, cuando se convirtió en gran estrella, seguía siendo el mejor, pero con su frase típica, con sus movimientos de marca, con el apoyo del público, y con la típica mentalidad unidimensional del héroe clásico de WWE. Era el mejor sobre el ring, pero al mismo tiempo, uno no quería verle hablar, porque era el yerno perfecto.

En TLC, al fin, ocurre lo que esperábamos: una lucha en PPV entre AJ y Bryan. Cuando me enteré de que también se enfrentarían en Royal Rumble, volví a pensar que WWE estaba redundando demasiado, porque aún no había visto la pelea de TLC. Tras verla, creo que el final requiere de una nueva contienda. Y por otro, tengo que reconocer que quiero ver 3000 combates entre ellos, porque son los mejores.

El hecho de que dos luchadores sean muy buenos no implica, necesariamente, que sus enfrentamientos vayan a ser muy buenos. Hay elementos que interfieren. Pero estos dos, aparte de ser muy buenos, tienen una gran química. Aún con un final no muy llamativo, la lucha de TLC es terriblemente buena. Espero magia en Royal Rumble.

Bryan vuelve a ser Danielson, y utiliza su estilo de antaño, mucho más técnico y mucho más enfocado en el hard-hitting (además de una equipación más oscura). Tanto es así, que daña el costado de AJ, su vientre, aplicando buenos movimientos. Y este lo vende de manera genial, porque, cuando es golpeado en esa parte de su cuerpo, grita dolorosamente, lo que, rápidamente, hace pensar al aficionado que le duele realmente mucho. Así se hace.

Los ataques de Bryan son muy buenos, y ya no requiere de finishers ni de grandes secuencias. La gente no grita ni "Yes!" ni "No!", pero disfruta mucho del wrestling de calidad que se lleva a cabo. Los ataques de AJ, como siempre, son frontales, preparando una victoria final vía Styles Clash o Phenomenal Forearm. Él también demuestra determinación, con varias secuencias de pisotones en la cara muy muy stiff, y un par de clotheslines propios de un Power House. 

En un momento dado, Styles cambia su objetivo y comienza a atacar la pierna de Daniel, con Dragon Screw, golpes contra el poste, un medio cangrejo... Mientras Bryan continúa con el objetivo de dañar su zona media, el excampeón intenta hacerle rendir. AJ conecta el 450 Splash, pero tiene el pecho tan dañado que tarda mucho en llegar a cubrir s su rival. Conecta el Calf Crusher, y está muy cerca de la victoria, pero Bryan consigue llegar a las cuerdas. También realiza un phenomenal Forearm fuera del ring, pero, al volver, Daniel le reversa un paquetito, que le da la victoria, y le mantiene como campeón.

El final es un poco frío para la clase de combate que estaba siendo, pero, por la remontada durante el match, la sensación que queda es que Styles podría haber derrotado al campeón. Esta forma de acabar el match justifica que se vuelvan a ver las caras en Royal Rumble. 

Hay pocas cosas malas en este combate. Con un gran final, estaría cerca de la perfección. Aún así, WWE volvió a dejar el WWE Championship de Smackdown fuera del main event, ocupándolo, en su lugar, el título femenino de Smackdown con la participación de Ronda Rousey. El match entre Rollins y Ambrose, entre ambos, no resultó muy bueno, pero eso no es una sorpresa. 

Puntuación: ****1/2

miércoles, 9 de enero de 2019

Kenny Omega vs Hiroshi Tanahashi, NJPW Wrestle Kingdom 13




Es habitual que las notas de New Japan se exageren mucho. Siempre he dicho que la política de Meltzer de dar más de 5 estrellas a sus luchas crea malos precentes. Después de que él hiciera eso, mucha gente ha dado notas de 5 estrellas a, casi, cualquier cosa que pasa ahí. Como ya no es lo máximo, como ahora hay cosas que lo superan, se ha devaluado el concepto.

Pero, en Wrestle Kingdom 13, ha ocurrido, creo, lo contrario. Como el evento ha decepcionado en muchas luchas que parecían, sobre la mesa, muy buenas, hay mucha gente que, a la hora de llegar al main event, no ha visto nada especial en el enfrentamiento entre Kenny Omega e Hiroshi Tanahashi. A mí, sin embargo, una nota de 5 estrellas para esta lucha no me parece una exageración. Es la repera.

Hace un año, Tanahashi tenía una irrelevante pelea en WK frente al aburrido Jay White, y parecía que sus días de gloria habían pasado. Pero la gente sigue queriéndole, y a diferencia de muchos de sus compañeros, ha decidido mantenerse fiel a la New Japan y renovar, al menos, por un año más. Así, se llevó a casa el G1 Climax de 2018, que le valió para enfrentarse en el magno evento de enero con el IWGP Heavyweight Champion, Kenny Omega, quien consiguió derrotar al sempiterno campeón Kazuchika Okada, después de una gran rivalidad. 

Buen main event, repito, para este Wrestle Kingdom. Tanahashi, más veterano, consigue frenar las ganas de Kenny Omega por dar una lucha llena de saltos, rodillazos y cosas guays, dañándole la pierna desde el principio. Pero más sufre él en primera instancia, en su espalda, pues también, desde el minuto cero, Omega decide que ese es su objetivo.

Kenny no es muy técnico, no tira mucho de llaveo. Pero sus golpes en la espalda son muy contundentes. Aplica un súplex en el filo del ring, varias quebradoras, y un Body Slam sobre la mesa de comentaristas, entre otros ataques brutos. Prepara una mesa en ringside, pero tendrá que esperar a después.

Tanahashi sigue atacando la pierna derecha de Omega, con el Dragon Screw. Este, no obstante, vuela como un pájaro sobre el japonés, lo que me hace temer que no tiene pensado vender el dolor zonal. Por suerte, en un movimiento posterior, lo vende perfectamente al sufrir un ligero dolor que le obliga a frenarse. Hiroshi lo aprovecha para aplicar otro Dragon Screw mucho más doloroso aún, que deja cojo al campeón.

Omega demuestra el dolor sufrido, hasta el punto de no poder moverse. Tanahashi busca ahora la rendición, vía Texas Cloverleaf. Omega está a punto de soltarse, pero su oponente convierte el movimiento en Styles Clash, ante el clamor popular. No consigue el japonés finiquitar la situación mediante su Frog Splash, el High Fly Flow, pero este es recibido por las rodillas de su rival. La verdad es que Kenny debería haber vendido aquí un dolor atroz en su pierna, pero parece no recordar por un instante que debe tener la extremidad en muy mal estado.

Pero se ve obligado a recordarlo, al fallar un rodillazo y pegarse con el esquinero. Tras otros pocos ataques zonales, Tanahashi intenta aplicar de nuevo su finisher sobre Kenny, que está en la mesa que quedó fuera, pero este se aparta, y Tanahashi se la come con patatas. Omega duda, pero descarta la opción de ganar por count out, dado el escenario en el que nos encontramos, y sube a Tana al ring para aplicarle tres increíbles bombas que rendundan sobre su dolor en la espalda. Por milésimas de segundo, la cuenta no llega a 3, pero su oponente ya está preparado para ser derrotado mediante el One Wingel Angel.

Los últimos 10 minutos de la lucha son de pura acción, con muchos rodillazos y Sling Blades. Hay momentos en los que parece imposible que Tanhashi aguante tanto rodillazo, e incluso recibe uno de sus Sling Blades, y un High Fly Flow. Pero todo el ataque que Omega había llevado a cabo en la espalda del japonés acaba no sirviendo para nada, porque el One Wingel Angel nunca se cierra. Tana los reversa en varias ocasiones, las mismas que consigue aplicar el High Fly Flow que, finalmente, le devuelve el cinturón.

La lucha es muy grande. Hay un par de fallos, y quizás al final le sobra alguna secuencia de más, pero por lo demás, me ha gustado mucho.

Así acaba el reinado de Kenny Omega, y su paso por New Japan Pro Wrestling. Lo que no sabemos es si acabará en AEW o en WWE. Si no tenemos ningún anuncio en enero de 2019, tendremos que esperar una posible aparición en el Royal Rumble Match. Si lo gana y va directo a WrestleMania para luchar con Daniel Bryan, WWE se reconciliará con los fans insatisfechos. Pero asas cosas sólo pasan en el país de la piruleta.

Puntuación: ****3/4

lunes, 7 de enero de 2019

Chris Jericho vs Tetsuya Naito, NJPW Wrestle Kingdom 13




Ha comenzado 2019, y como cada año, New Japan Pro Wrestling nos presenta, el 4 de enero, su evento más importante: Wrestle Kingdom, que, en su edición número 13, ha superado las 35.000 entradas vendidas en el Tokyo Dome, siendo, así, el WK con mayor asistencia de la historia, y el evento de New Japan con más entradas vendidas en 16 años.

Pero, al mismo tiempo, la sensación que ha dejado es de decadencia. No nos engañemos, Wrestle Kingodm 13 tiene varias luchas muy buenas, y eso lo convierte en un show mejor que la mayoría de los espectáculos de wrestling que se ven en el mundo. No obstante esto, venimos de donde venimos, y la sensación es que, después de tocar techo allá por 2015 y años posteriores, el nivel va bajando en cada edición.

Y ni siquiera es por la calidad de los luchadores o de las combinaciones. Muchas de estas no tienen tiempo suficiente para tener el nivel que deberían. Parece que el show sufre el síndrome WrestleMania, en el sentido de que todo el mundo tiene que estar en él, y eso es más importante que la calidad final del producto.

Por supuesto que las bajas de los últimos años en la empresa se tienen que notar. De cara al futuro, y por los resultados de WK13, parece claro que NJPW va a perder mucha más gente. Cody, Hangman Page y los Young Bucks van a acabar en su nueva empresa, AEW, que es un proyecto muy muy interesante, porque parece que, por primera vez en 17 años, puede haber una competencia para WWE, o al menos una que tenga poder económico como para proponérselo. Pero muchas empresas van a sufrir, como pasó en los 90, la guerra entre estas dos, que van a luchar por quedarse todo el talento. Después de perder a Styles, Balor, Gallows, Anderson y Nakamura, va a perder a a estos 4, y también a Kushida, que parece ir directo a 405 Live, y a Kenny Omega, aunque en este caso, no sabemos con qué opción se quedará, porque debe tener ofertas de ambos lados.

En este contexto, tenemos que preguntarnos qué va a pasar con New Japan próximamente. Porque su escuela de Young Lions no genera talento a una gran velocidad. ¿Dará oportunidades para gente que ya las va mereciendo? Ahí hay talento para acompañar a Tanahashi y Okada en los main events: Sabre Jr, Ishii, Ibushi, Elgin, Shingo... Veremos si ahora podremos verles más arriba.

Una de las luchas que mejores críticas ha recibido en Wrestle Kingdom 13 es la que enfrenta al Campeón Intercontinental, Chris Jericho, con Tetsuya Naito, el líder de los Ingobernables de Japón. El canadiense le derrotó en Dominion para robarle el título, y lo defendió con éxito ante Evil, otro ingobernable. Ahora llega el gran evento del año, y hay que cerrar esta storyline.

Jericho debutó en New Japan con esa gran historia frente a Kenny Omega, en una lucha sin descalificación. Me pareció que, desde entonces, sus participaciones habían sido muy mediocres, porque eran combates muy normales, y se perdía el impacto de su personaje. Aquí, ya con una historia más importante detrás, con trampas, ataques, y palabras, creo que la lucha sale un poco mejor. Además, vuelve a ser sin descalificación.

Pero esta vez es Naito el que pega primero, aplicando un gran Piledriver en la rampa, que le provocaría a Chris un buen chichón. Este se venga, no obstante, manejando el uso de objetos de una forma más hábil, por su mayor experiencia. Le parte la cabeza a Naito con mil golpes con un palo de kendo, y aplica un DDT en la mesa de comentaristas.

Posteriormente, y pese a los pequeños intentos de comeback de Tetsuya, Jericho intenta hacerle rendir una y otra vez con las Walls of Jericho, recordando el último combate entre ambos. No consigue su objetivo, puesto que el japonés alcanza el palo de kendo, y se libra a golpes. También el uso de las sillas le sale mal al canadiense, puesto que llena el ring de ellas, pero acaba comiéndose un DDT sobre el metal.

En los últimos minutos hay buenos golpes a la cabeza por parte de ambos, incluidos Code Breaker de uno y otro. Jericho quiere acabar la lucha pegando con el Título Intercontinental al retador. "Si tanto lo quieres, tómalo". Pero este lo esquiva, consigue ser él el que le acaba de partir la crisma a su oponente con la correa, y termina la lucha con un segundo Destino.

Creo que no está mal el enfrentamiento. Quizás le falta un pelín para ser MOTYC, pero no mucho. En cualquier caso, será superado durante el año con facilidad por otras contiendas.

Puntuación: ***3/4

Abyss vs AJ Styles, TNA Lockdown 2005




Seguimos charlando sobre Abyss, en este especial por su inducción al Salón de la Fama de Impact Wrestling, empresa a la que siempre se ha mantenido fiel. Hoy vamos a ver una de las mejores luchas de su carrera, aquella en la que se enfrentó a AJ Styles en TNA Lockdown 2005, dentro de una Steel Cage.

La rivalidad entre Abyss y Styles, dos clásicos de TNA, es casada. Comenzó en 2004, cuando se convirtieron, juntos, en Tag Team Champions. En esa época, Abyss venció a Styles para quedarse el derecho por las correas de parejas, y le volvió a vencer en una Ladder Match, convirtiéndose, así, en retador por el NWA World HeavyWeight Championship. Si bien perdió ese derecho en una disputa con Raven, sabía que merecía un combate titular. Tiempo al tiempo.

En el main event de Lockdown 2005, PPV en el que todas las luchas ocurren dentro de una jaula, es un enfrentamiento entre Abyss y Styles. De nuevo, se juegan una oportunidad por el campeonato mundial de la empresa. Y las rencillas entre ellos resurgen.

Demuestran que aún se odian, porque se dan un palizón importante. Abyss está metido siempre en luchas violentas, y sabe cómo hacer daño. Los luchadores brawlean antes de entrar en la jaula. Styles sorprende con movimientos impresionantes, con los que mantiene a raya al monstruo. Hasta que, cuando va a entrar en la jaula, su rival le pega tres portazos increíbles en la cabeza.

Abyss destroza la frente de su rival con muchos puñetazos, provocando que brote sangre irremediablemente. Styles es un zombi sangrante, y Abyss utiliza golpes muy buenos para partirle la crisma. Esto ya es, claramente, una lucha del tipo David vs Goliat. El gigante utiliza la jaula, y una cadena de metal, para seguir haciéndole daño en la cabeza al joven AJ.

Después de mucho castigo, Styles consigue tener su comeback, gracias a un DDT habilidoso sobre una silla. Con un par de golpes más en la cabeza con objetos, el actual luchador de WWE consigue dar de su propia medicina al enmascarado, incluyendo un facebuster sobre chinchetas, que se clavan en el cuerpo de Abyss. Styles sube a la parte superior de la jaula, para volar sobre su rival, pero este lanza al referee sobre la estructura, y le desestabiliza. Abyss intenta colgar del cuello a AJ con la cadena de metal, y lo logra durante un momento. Pero el chico bueno se libra, y aplica una gran Power Bomb en un movimiento de reintroducción en la jaula, que hace caer a su oponente. Con eso, se proclama ganador.

Muy buena lucha, de lo mejorcito en la vida de Abyss. David vs Goliat siempre es una garantía.

Puntuación: ****1/4

domingo, 6 de enero de 2019

Abyss vs Jeff Hardy vs Rhino vs Sabú, Monster's Ball, TNA Bound For Glory 2005




Hemos dedicado muchos posts al Salón de la Fama de WWE, pero también Impact Wrestling, todavía segunda promotora americana en cuanto a audiencia televisiva tradicional, tiene su propio salón de la fama, que cada año recibe nuevos miembros. En 2018, ha sido el monstruoso Abyss el que ha recibido tal honor.

La mayoría de los miembros de este salón, también están en el de WWE. Sting, Kurt Angle, El Team 3D y Jeff Jarrett tienen ambos trofeos, y además, han entrado en los últimos años, así que hemos dedicado especiales para todos en el blog. Los otros miembros son el referee Earl Hebner, y Gail Kim, que es toda una mujer-Impact, y a la que también dedicamos unos artículos cuando llevó a cabo su retiro oficial, aunque parece que no será definitivo.

También Kim y Hebner han estado en WWE. Pero el inducido de este año, Abyss, es un hombre que se ha mantenido siempre fiel a TNA e Impact Wrestling. Es el único hombre que siempre ha estado ahí, que ha soportado todos los cambios de dirección, y todas las estructuraciones de la empresa y de los salarios. Ni siquiera sé por qué lo ha hecho. Pero ahí lleva, toda la vida.

Joseph Park comenzó a luchar en los 90, en los por entonces olvidados territorios independientes de Estados Unidos y Puerto Rico, y estuvo ahí en el primer PPV semanal de TNA, en 2002. Desde entonces, ha compaginado sus luchas en la empresa con sus apariciones independientes.

Siempre ha sido comparado con el monstruo rojo de WWE, Kane. Como él, es un bicho enorme y enmascarado, que habitualmente ha estado metido en storylines extrañas y de dudoso gusto, y, a veces, en luchas especiales, con reglas diseñadas para su personaje. Desde luego, Vince Russo trató a Abyss en TNA como trataba a Kane en WWE.

Una de estas extrañas luchas especiales es la Monster's Ball, un modelo de combate para el que, supuestamente, los luchadores son encerrados en una habitación durante 24 horas, sin comida, agua y luz, para ser soltados, posteriormente, en el ring, donde tienen una lucha extrema. Así era, al menos, originalmente, aunque con el tiempo, se fue transformando en un simple Street Fight Match. El caso es que siempre, en las 48 ocasiones en las que ha tenido lugar una lucha de este tipo entre el 2004 y el 2017, ha estado involucrado Abyss, salvo en la versión femenina de 2017.

Para empezar este especial, pues, vamos a ver una Monster's Ball de Abyss. No es una de sus mejores luchas, pero por lo expuesto anteriormente queda claro que es algo paradigmático del personaje. La Monster's Ball de la que hablamos es la que tuvo lugar en Bound For Glory 2005, evento en el que Abyss se ve las caras con otros tres hombres, muy famosos también por sus luchas violentas, con escaleras o con estipulaciones: Jeff Hardy, Rhino y Sabú. Creo que es la lucha de este tipo más recordada.

Había pequeñas rivalidades entre unos y otros, pero en general, no había una gran historia previa para estos 4 hombres. Quizás esto sólo sirve para poner over a Rhino, que acabaría sustituyendo a Kevin Nash en el main event de la noche, para convertirse en Campeón Mundial de la NWA, aunque el título le duraría un par de días.

Esto es una lucha extrema, en la que Hardy pelea con Abyss, y Rhino pelea con Sabú. No es así todo el tiempo, pero la división de las tareas se mantiene de esa forma durante mucho tiempo. Hay uso de objetos, y varios spots muy buenos. Los saltos de Sabú son geniales, y los de Jeff también, cada uno rompe varias mesas con el cuerpo de su rival. Hay un caso concreto en el que Jeff salta desde una estructura en la rampa, hacia una mesa lejana, cayendo sobre Abyss, con un Swantom Bomb lejano y peligroso. Si se hubiera golpeado con el borde de la rampa, podría haberse quedado en el sitio.

En la parte final del combate, Abyss lanza contra una mesa en ringside a Sabú, pero se traga un Gore sobre otra mesa. Rhino aplica un asesino Piledriver desde la esquina sobre Jeff, para derrotarle irremediablemente.

Este es el tipo de luchas que entretienen a cualquiera. No narra una gran historia, no es wrestling a ras de lona, pero es diver.

Puntuación: ***1/4