miércoles, 31 de agosto de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE WrestleMania 38 Saturday


Uno de los grandes hitos ocurridos en 2022, al menos en lo referente a lo puramente luchístico, fue el regreso de Cody Rhodes a WWE. Él, uno de los fundadores de AEW, supuestamente vicepresidente de la compañía de Tony Khan, ha resultado ser la primera gran estrella de esa empresa que la ha abandonado para ir a WWE. Muchos hombres y mujeres han hecho el camino contrario, pero de igual manera que ocurrió durante la guerra entre WWF y WCW de los 90, la carretera ha resultado ser de doble sentido. Se espera que, con el nuevo reinado de Stephanie McMahon y Triple H, mucha gente observe con agrado un regreso a casa.

Así lo hizo Cody antes de que Vince abandonara su hogar. Cody nació en WWE; de igual manera que había ocurrido con su hermanastro Dustin en 1990, él debutó en la empresa de la mano de su padre, el Sueño Americano Dusty Rhodes. Eso ocurrió en 2007, y durante años, Cody participó de muy diversos roles y storylines. Finalmente se estancó en el personaje de Stardust, que acabó siendo habitual de los programas pequeños de la compañía (Main Event y Superstars), y por ese motivo decidió irse y recorrer mundo a mediados de 2016.

Ha ocurrido ya en muchos casos que un luchador tiene que irse de WWE para mejorar su físico y para demostrar que puede ser una estrella. Como ocurrió con Drew McIntyre, Cody ha vuelto a la empresa como un gran main eventer gracias a su rol en AEW, muy alejado de aquel que tenía en el momento de irse. Y es que, realmente, Cody, que no pudo usar el apellido que hizo famoso su padre fuera de WWE, estuvo en todas partes, mejorando poco a poco, y construyendo su leyenda. No fue alguien que se fuera de WWE estando en lo alto y se aprovechara de ello para recibir oportunidades inmerecidas: luchó en todas partes, y su estrellato se construyó con trabajo duro y grandes momentos de wrestling. Tuvo una pequeña storyline en TNA, enfrentándose, junto a su mujer Brandi, a Mike Bennet y María, y firmó por Ring of Honor. Se convirtió en Campeón Mundial de esa empresa, y participó en múltiples eventos de New Japan Pro Wrestling, uniéndose al Bullet Club, y comenzando una profunda amistad con The Elite. Junto a esa agrupación, y con la colaboración de Ring of Honor, dio forma al evento que posteriormente serviría como rampa de lanzamiento para la creación de AEW; All In. Ese día, derrotó a Nick Aldis, convirtiéndose en Campeón Mundial de la NWA; titulo que portara su padre décadas antes. Fue un gran día. En una notable lucha, en el 70 Aniversario de la NWA, perdió el campeonato ante el propio Aldis.

Cody y The Elite participaron también en la primera edición del Crucero de Chris Jericho, un espectáculo de lucha sobre el mar que creó el veterano luchador canadiense. Chris se unió al grupito, y todos juntos convencieron a la multimillonaria familia Khan para crear una nueva promotora de lucha llamada AEW y cuyos programas pasarían a emitirse en TNT, la cadena de televisión que acogió WCW Monday Night Nitro durante los 90. En su debut en la misma, en Double or Nothing 2019, Cody venció a su hermano Dustin en una gran pelea.

Cody se convirtió en una verdadera superestrella en AEW, pero siempre se mostró muy respetuoso con WWE. Demostró ser un hombre de negocios serio, e incluso convenció a esa compañía para que le dejara usar su apellido. Y eso le vino bien cuando decidió volver.

Y es que Cody era una pieza clave en la incipiente AEW. Cody, Jericho, Omega, Moxley... eran las piezas más famosas de la compañía. Pero luego esta empezó a firmar a todo ser viviente, pagando sueldos millonarios a tipos como CM Punk y Daniel Bryan. AEW está llena de estrellas, y Cody perdió fuerza en el vestuario. A pesar de que todo lo que tocaba Cody era oro, ya no era imprescindible, y no era el mejor pagado. No llegó a un acuerdo con Tony Khan, y se fue.

Y llegó a WWE como luchador top. A veces Vince McMahon hace eso: desprecia a la gente hasta que otro la hace grande, y aprovecha el impulso que ese otro les ha dado para recibirlos de vuelta como main eventers. Cody se fue de WWE siendo Stardust y luchando en WWE Superstars, y volvió a estelarizar eventos. Su primera gran rivalidad la mantuvo frente a Seth Rollins, quizás el mejor heel de la compañía. Debutó en WrestleMania 38.

Y por eso, Seth tuvo que trabajar toda la rivalidad solo, algo que hizo a las mil maravillas. En principio, parece ser que WWE quería montar un feudo entre él y Shane McMahon de cara al mayor evento del año, lo cual, creo, habría estado bien. Shane es un gran contador de historias; sus rivalidades  frente a Aj Styles o The Miz han producido grandes momentos en términos de storytelling, que es lo que más necesita la empresa. Quizás no sea un gran luchador, pero eso es algo secundario en WWE. Los combates atléticamente impecables no generan la más mínima emoción. Sin embargo, algo pasó en Royal Rumble, y Shane acabó siendo sustituido por Cody, que es mejor que él tanto en su habilidad para contar historias como en su capacidad luchando. Todo bien.

Shane participó en Royal Rumble 2022. Fue uno de los principales productores de la batalla real de 30 hombres, y, según se cuenta, se extralimitó a la hora de bookearse a sí mismo. Se dice que quería entrar en primer lugar, y acabar entre los últimos. Debió mirarse el Rumble 92 de Flair, y deseó imitarlo. Esto sacó de sus casillas a Vince y a otras estrellas. Se dice que Lesnar estaba muy enfadado, pero no tanto como McMahon, que llegó a sacar a su hijo de todo plan de la empresa posterior. Se dijo asimismo en su momento que había sido despedido, aunque ni siquiera sabemos si tiene algún contrato. El caso es que Shane no ha vuelto a luchar en WWE desde ese rumble. No sabemos nada sobre lo que pasará con él ahora que no está su padre, porque, a pesar de su siempre complicada relación con él, me parece que era su principal valedor ahí dentro. Algo me dice que su hermana y su cuñado no lo quieren mucho.

El caso es que Rollins se quedó sin planes para Mania, y empezó a sonar con fuerza el regreso de Cody. Seth se introdujo en una historia en solitario, según la cual, se volvía loco por tener un combate en WrestleMania. Mientras el resto del roster confirmaba su participación en una lucha u otra, él se quedaba sin nada. La ira se apoderó de él, y acabó destrozando los decorados. Por este motivo, fue llamado al despacho de Vince, pensando que lo iban a despedir. En lugar de eso, McMahon le anunció que estaría en WrestleMania, sin mencionar a su rival. No se destaparía hasta el último momento.

Sí, todos sospechábamos que sería Cody, mas ya sabemos cómo es Vince. Puede cambiar de opinión media hora antes del show, y guardarse su regreso para el Raw post-wrestlemania, y enfrentar a Rollins ante Shane o ante cualquier otra leyenda o luchador retornado tras lesión en el principal PPV de la compañía. No fue así, finalmente, de tal manera que pudimos disfrutar del regreso de Cody, que fue recibido con gran ilusión por parte del público. Las luces se apagaron y sonó Kigdom, su tema en AEW, que, entiendo, le pertence. No vuelve como Stardust, sino como The American Nightmare.


Su lucha frente a Rollins en WrestleMania es bastante buena, si bien yo creo que era requerida una historia real entre los luchadores como la que acabarían teniendo postreriormente. Cody es un luchador que ha ido mejorando mucho a lo largo de su carrera; es algo que hemos vivido en directo, pues empezó a pelear a primer nivel siendo muy joven, así que ha ido aprendiendo delante de nuestros ojos. Es un hombre, además, que como otras leyendas del pasado, poco a poco, ha ido incorporando movimientos a su arsenal, mas esta inclusión siempre tiene una motivación semántica; no es algo puramente físico. Por tanto, cuando lucha, nos muestra un poquito de su historia como luchador, y eso es bonito.

Después de una fuerte caída de ambos a ringside, Cody parece querer trabajar el brazo de su rival con buenas palancas. Vuela sobre él, pero es recibido con unas patadas voladoras al estómago. Cody se duele, y Seth aprovecha para atacar su zona media de forma correcta. Aplica un Abrazo de Oso de vieja escuela que calienta el público, para que Rhodes pueda soltarse y volar sobre él con un tope suicida. Después de eso, Seth revienta a Cody contra las vallas de protección, para devolverlo al ring, y comenzar la parte final del match, que, en definitiva, supone una sucesión de Power Moves y de Nearfalls.

Es muy movido, muy entretenido, muy habilidoso, pero es eso. Ataque tras ataque. Cody alcanza el Cross-Rhodes, pero sus dolores en el costado le impiden volar con un Moonsault lo suficientemente veloz, motivo por el cual, acaba recibiendo los Dragon Sleeper de Rollins, que resultan brutales. Cae el Cody Cutter, por si alguien dudaba si podría usarlo en el reino de Randy Orton, pero también el Pedegree de Seth. Las acciones locas continúan, hasta que Cody pilla por sorpresa a su oponente, y le aplica Varios Cross-Roads. Lo suelta, para pegarle los puñetazos de su padre, para así homenajear a Dusty y levantar al público aún más, y lo agarra de nuevo para acabar con Cross-Rhodes.

Buena lucha, en gran medida una sucesión de grandes movimientos, pero muy emocionante y bien ejecutada. El público le agrega un cuarto de estrella.

Puntuación: ***3/4

sábado, 27 de agosto de 2022

CM Punk vs Adam Page, AEW Double or Nothing 2022


Hace un par de meses, tuvieron lugar un par de eventos de lucha libre en los que, por pura casualidad, ocurrió algo muy similar. Tanto AEW como WWE impulsaron una gran estrella hasta el triunfo en un PPV, y en ambos casos, esta estrella acabó lesionada, quedando su push frenado por el momento. El 29 de mayo de 2022, CM Punk derrotó a Adam Page en AEW Double or Nothing 2022, pero en el siguiente show de la empresa, el 1 de junio, se lesionó. Unos días después, Cody Rhodes, ex-vicepresidente de la propia AEW, ya de regreso en WWE, estelarizó el PPV Hell in a Cell, derrotando a Seth Rollins en el combate principal de la noche, dentro de una Hell in a Cell, pero lo hizo con una lesión más que obvia que lo alejará de los cuadriláteros durante muchos meses. Veremos ambos combates en el blog.

Ambos, en realidad, tienen que ver con el vestuario de AEW. Porque de él se ha dicho muchas veces que es un lugar idílico, que esta empresa sí escucha a los luchadores y que hay más espacio en ella para la creatividad. Pero esto es así mientras hay pocos luchadores y todos reciben lo que quieren. Cuantas más estrellas se juntan, más egos y discrepancias creativas nacen. Ya vimos lo que ocurrió en WCW, empresa que fue consumida por el poder de una serie de hombres a los que no se le podía toser detrás de las cámaras (y por tanto, tampoco delante). Por lo pronto, Cody salió de la compañía, a pesar de ser uno de sus fundadores y pieza clave de los primeros años de la misma.

En 2021, la compañía de los Khan cumplió uno de los principales sueños de los fans del wrestling, que era traer de vuelta a CM Punk. Punk es un luchador fantástico, y en su primer año en la compañía, se ha dedicado a dar buenas luchas contra cualquiera, lo que tiene su parte positiva, y su parte negativa. Pero en lo relativo a su lado humano, su nivel siempre ha sido más bajo. Es una persona un ego enorme, que sufre una gran frustración hacia todo lo que no sea su protagonismo, y que se pasa la vida criticando a los demás por lo mismo que él hace. Durante su paso por WWE se empeñaba en que debía ser considerado el líder del vestuario, una posición que ostentaban con mucho mayor derecho personas como Kane o Booker T, y estaba obsesionado con estar en los eventos estelares, quizás por protagonismo... o quizás porque los luchadores que participan en esos eventos son los que reciben la mejor prima. Cuando no lo conseguía, y en lugar de premiarlo a él, WWE convocaba a estrellas de tiempo parcial como The Rock o Undertaker, Punk los criticaba y los humillaba, porque estimaba que no hacían los méritos de un luchador a tiempo completo, y sin embargo, cuando dejó WWE, se fue a UFC a mantener combates para los cuales no estaba cualificado, y a ganar millones por ellos, solamente por su popularidad, quitándole precisamente el hueco a peleadores profesionales que se habían esforzado mucho más que él por estar ahí. Entonces, eso no le parecía incorrecto.

Ahora ha llegado a AEW. Cuando me enteré de tal cosa, me alegré mucho, por su enorme talento, pero me preocupé por Colt Cabana. Como sabe el lector, durante muchos años, Colt fue su mejor amigo, y durante esa amistad, después de que ambos abandonaran WWE, mantuvieron una conversación en un podcast en la que vertían graves acusaciones contra un doctor de la empresa. Como consecuencia de ello, fueron denunciados, y tuvieron que ir a juicio. Punk se comprometió a correr con los gastos legales de Cabana, pero no lo hizo, y este, que no ha ganado los millones que ha acaudalado él, se endeudó hasta los dientes, perdiendo todos los ahorros de su vida. Esta discrepancia económica les llevó a perder su amistad, y a odiarse mutuamente.

Por eso me alegré de que Cabana, un luchador ya veterano, consiguiera un trabajo fijo en AEW. No hay muchos lugares en los que un wrestler profesional pueda ganar dinero de verdad, sobre todo cuando tiene deudas judiciales por valor de medio millón de dólares. Pero la llegada de Punk puso su trabajo en riesgo. En lugar de hacer las paces, o quizás llevar sus rencillas a una rivalidad en el ring, directamente Punk exigió su despido. No le importó poner en riesgo, una vez más, la seguridad económica de alguien que fue amigo suyo. Esto no gustó mucho entre el roster de AEW, puesto que Cabana es muy apreciado por todo el mundo. Da la sensación de que la decisión de Khan ha sido, finalmente, salomónica: Cabana no seguirá luchando en AEW, pero sí lo hará en ROH, empresa que ahora también le pertenece. Algo es algo. Para Punk, parece ser que no fue suficiente.

La sensación es que Punk no cae muy bien en el vestuario, tal y como Adam Page le dijo en alguna promo, por este y otros motivos. Dave Meltzer ha llegado a comparar las promos entre ambos con aquellas que llevaban a cabo Bret Hart y Shawn Michaels en WWF, en las que a través de los guiones, dejaban salir todo el odio que realmente sentían el uno por el otro. Punk ya ha tenido batallas dialécticas encarnizadas en AEW con MJF, pero aquello fue un duelo de talento; esto es personal. Page le dijo claramente, que, aunque delante de las cámaras Punk fingía ser una persona nueva y mejor, detrás de ellas seguía siendo una basura. Y es que Punk intentó parecer muy respetuoso con él y cariñoso con el público, como es normal en un babyface; pero no cuela. Page puede ser considerado como la primera estrella de verdad creada por AEW; es el campeón, y se ha ganado el respeto de todos durante su reinado. Es, pues, un hombre de grupo que es para sus compañeros lo que a CM Punk siempre le hubiera gustado ser. Durante la promo previa, así, vimos a un hombre que fingía ser lo que no es, frente a alguien que, a pesar de tener un perfil inferior, representaba de verdad al vestuario de la empresa, y lo defendía frente a un lobo con piel de cordero. Page, pues, no sólo defenderá su título, sino que defenderá a AEW de Punk... en kayfabe y fuera de él. Yo creo que Punk debería ser heel, y que este podría ser un buen comienzo para comenzar el turn.

Buenos mimbres para mantener una buena lucha en Double or Nothing. Los luchadores comienzan pegándose fuerte, haciéndose daño a propósito, con muchos chops y otros golpes stiff. Punk se impone con sus ataques de marca, pero Page consigue levantarlo tras un Crossbody, y lanzarlo con una Power Bomb, tras lo cual, comienza su dominio.

Page busca el Buckshot Lariat, pero no consigue aplicarlo. Punk lo frena en varias ocasiones, y busca su pierna. Después de eso, es el propio Punk el que trata de hacer el Buckshot Lariat de su rival, pero falla miserablemente en dos ocasiones. Esto no forma parte del guión: Punk no es físicamente capaz de realizar el movimiento, si bien en el segundo caso consigue levantarse a tiempo para aplicar un potente Lariato que sustituya al errado. Algo es algo.

Mucha gente ha criticado a Punk por esto. No me parece grave, y de hecho este tipo de cosas pueden formar parte de buenas historias. El problema es que no se utiliza como tal, porque al fin y al cabo, ambos son faces, así que la incapacidad de realizar un movimiento por parte de Punk es difícilmente aplicable en la historia. De todos modos, la cosa sigue.

Ahora es Page el que consigue aplicar el finisher de su rival. Aplica GTS, en este caso sin errores de ejecución, mas la cuenta no llega a tres. Punk observa que no puede ganar de tú a tú, y vuelve a buscar la pierna de su rival, ahora sí provocando relativas secuelas. El referee recibe un golpe en un intento de GTS, y en ese momento, Page agarra su correa de campeón. Piensa en usarla contra Punk, pero, finalmente, se niega. No es la clase de campeón que quiere ser. Busca su finisher, pero no acierta (hubiera sido correcto que hubiera vendido su dolor en la pierna en ese momento, pero no está fino en ese sentido). Punk consigue transformar su ofensiva en un GTS, y llevarse la victoria. El campeonato se va a manos de la leyenda del wrestling.

Buena lucha. El fallo de Punk no resulta especialmente grave a la hora de poner la nota. Podría haber sido mejor; yo lo hubiera preferido que el error final hubiera sido claramente causado por el dolor en la pierna de Page. La parte de las dudas sobre el hecho de usar la correa es buena, aunque la historia de Page como campeón ha tenido ya demasiadas dudas de este tipo, y no era su enfrentamiento con Punk, quizás, el lugar más adecuado para ello.

Ya sabemos que Punk, posteriormente, acabaría lesionado. AEW encontraría un nuevo campeón temporal en la persona de Jon Moxley, que hace unos días, de hecho, derrotó al propio Punk tras su regreso, para ser considerado Campeón Indiscutido de la compañía.

Puntuación: ***3/4


domingo, 21 de agosto de 2022

Claudio Castagnoli vs Jonathan Gresham, ROH: Death Before Dishonor 2022


Después de un intento de push que se desinfló, como ocurre siempre en WWE, Cesaro abandonó por fin la empresa de los McMahon, con la intención de encontrar fuera lo que todo el mundo sabe que merece. Su destino fue el de todo el mundo: AEW.

Pero AEW no es el paraíso que muchos pensaban que sería. Allí donde hay ego, hay pelea. En próximos posts comentaremos algunos aspectos relacionados con sus problemas de vestuario. Pero partimos de lo obvio: la empresa ha fichado a demasiados luchadores de nivel, y no todos tienen hueco, lo que implica que muchos acabarán tan enfadados como lo estaban en WWE. Da la sensación de que Tony Khan compró Ring of Honor sólo para dar salida a muchos de estos luchadores.

ROH ha tenido varios dueños a lo largo de su existencia. Perdió hace mucho tiempo su esencia; debería haberse mantenido como pequeña indy, como ocurre con PWG, para mantenerla, pero ahí no hay dinero. Después del nacimiento de AEW, la existencia de la empresa dejó de tener sentido, y su roster se vio muy damnificado. Finalmente, Khan se ha hecho con la compañía. Algunos decían que sería una especie de territorio de desarrollo como el NXT de WWE, aunque por ahora no veo que sus shows incluyan a ningún wrestler en formación: todos los que participan tienen una carrera larga. En su último PPV, muy exitoso por cierto, ha incluido a algunos clásicos de la promotora, como Claudio Castagnoli, Jay Lethal, Colt Cabana, los Briscoe, o Samoa Joe. Cesaro, con su nombre de siempre (Castagnoli), logró, en este evento, convertirse en Campeón Mundial de ROH, algo que no fue capaz de hacer en su etapa anterior en la empresa, si bien es cierto que este triunfo puede recordar a aquellos de RVD o Tommy Dreamer, que se pusieron el ECW Championship en la cintura bajo el mandato de WWE, que tenía títulos más importantes. Porque Castagnoli será luchador de AEW (de hecho pertenece a un stable), y el título de ROH pasará a ser un título secundario de esa empresa, como tantos otros. No es lo mismo, aunque al final del día, como diría Ric Flair, lo que cuenta es la calidad del combate.

Castagnoli se presentó en Death Before Dishonor para enfrentarse al Campeón Mundial de Ring of Honor, el pequeño y técnico Jonathan Gresham, uno de los luchadores más interesantes del circuito independiente. En diciembre de 2021, Gresham consiguió vencer a Jay Lethal y ganar el título vacante, impidiendo un nuevo reinado de aquel, que ha sostenido el título ya suficiente tiempo. Desde entonces, impuso las clásicas Pure Rules, que tanto se adaptan a su estilo de combate, y defendió el campeonato en todas partes: en Impact Wrestling, en GCW, en Progress, en AEW, en la propia ROH... la verdad es que su reinado ha sido muy internacional, asemejándose a los grandes campeones del pasado. Sin embargo, este llega a su fin de una forma fría, en un combate irrelevante, opener del evento Death Before Dishonor.

Algo le ha pasado a Gresham. Parece estar quemado con el mundo  de la lucha libre. Él firmó con ROH/AEW, porque se alegraba de que la clásica empresa continuara arriba, pero no hay duda de que la duración del combate, así como su derrota o la situación del mismo en la cartelera, son aspectos que a él le parecen una falta de respeto, y por este motivo, ha pedido a Khan su liberación. Ha eliminado su cuenta de Twitter, y parece ser que se tomará un descanso de la lucha. Él mismo ha comentado que dejó de interactuar con los aficionados, porque no le gusta la manera en la que se comportan; la forma en la que "vomitan el Evangelio". Parece ser que el hombre está quemado con los comentarios acerca de su altura (debe ser un trauma para él que viene de lejos).

Gresham ha sido acusado por ser poco profesional; por exigir mucho a AEW en base a su posición en la lista PWI. Soberbio o no, desde luego la lucha en la que perdió el ROH Championship no fue lo que debía ser. Fue corta y simple, y no estuvo colocada en la cartelera en una posición importante, lo que confirma que AEW utilizará Ring of Honor para trabajar rivalidades de luchadores que no caben en sus programas principales, rebajando el valor del título mundial a algo menor. Y es una pena, porque yo tenía muchas ganas de ver a Castagnoli enfrentarse a Gresham en una gran lucha: al suizo siempre se le dieron bien los rivales pequeños.
 

El Campeón parece buscar la pierna del Superman Suizo; posiblemente su rodilla sea la parte más alta que podría alcanzar. Su ofensiva en buena; no pierde la cara al combate a pesar de la diferencia de tamaño, y espera que su trabajo a la extremidad iguale las cosas, si bien resulta evidente que para Claudio manejar su cuerpo resulta trivial.

Cesaro se duele de la pierna, y Gresham se duele de la espalda, por culpa de los Slams recibidos. Los dos trabajan bien, pero es obvio que a la lucha y al público les falta intensidad. Entre idas y venidas, Claudio caza a su rival con un Lariato y un montón de codazos, para acabar la lucha con una potente Power Bomb. La sensación que tengo es que estos dos hombres podrían haber tenido una enorme lucha en la forma apropiada, pero su talento, una vez más, no ha sido tenido en cuenta en todo su valor.

Puntuación: ***1/4

miércoles, 17 de agosto de 2022

Jun Akiyama y Mitsuharu Misawa vs Johnny Ace y Steve Williams 07/06/1996


Hablábamos hace unos días sobre Vince McMahon y sobre los cambios que están ocurriendo en WWE desde su salida de la empresa. Creo que nunca ha existido una ilusión mayor hacia los programas de la compañía, que han sido básicamente iguales durante los últimos 20 años, sin demasiada ambición o expectativa. Ahora Triple H tiene el mando; veremos qué hace con él.

Vince McMahon tuvo que dejar su trabajo en la empresa, al menos de manera oficial, porque la propiedad de las acciones no cambia. El que sí ha sido despedido, estimo que definitivamente, para alegría de muchos, es John Laurinaitis, un tipo al que todo el mundo reconoce por su trabajo de directivo en WWE, pero cuya carrera como luchador pocos recuerdan, siendo esta, en realidad, mucho más destacable que aquel. Hace años que tenía la intención de revisar algún combate de John Laurinaitis, o mejor dicho, Johnny Ace, en AJPW, y la ocasión ha llegado. Pero hablemos un poco, en primer lugar, sobre su reciente despido, que es lo que marca la actualidad.

Si uno lee libros o relatos sobre la manera en la que ocurrían las cosas en WWE en tiempos de la Era Attitude, sabrá que entonces Jim Ross, hombre querido y apreciado por todos en la industria, además de ser destacado comentarista de los principales programas de la compañía, era vicepresidente ejecutivo de relaciones con el talento, esto es, algo así como el jefe de recursos humanos, pero dedicado a los luchadores. En tiempos de la guerra entre WWF y WCW, su labor atrajo a mucha gente de la competencia. Sin embargo, en 2004 abandonó ese cargo, de igual manera que, un par de años después, y de manera progresiva, iría siendo alejado de los comentarios poco a poco, dada la paradójica fobia de Vince McMahon hacia los veteranos, así como su fobia hacia todo aquel que no viva haciéndole la pelota. Ross explicó en su blog que el cambio le permitió pasar más tiempo con su familia y dedicarse a otros negocios, pero ese es el tipo de comentarios que hace alguien para rebajar la humillación de haber sido sustituido, y no obstante, seguir trabajando para la misma empresa.

Y es que, para entonces, WWE ya no tenía competencia. No necesitaba, por tanto, trabajadores competentes, y de hecho, no quería firmar luchadores de fuera, sino crear productos desde cero en sus territorios de desarrollo. Básicamente, Vince quería a alguien que le lamiera el culo, y ejecutara sus órdenes al pie de la letra. John Laurinaitis, considerado por algunos como la mayor serpiente de la industria; un hombre servil y sin capacidad individual, recibió el puesto, que ha desempeñado durante una cantidad de tiempo absurda, destacando por tratar a los trabajadores como si fueran basura y no valieran nada. Un mierda.

Delante de las pantallas, todo el mundo conoció a Laurinaitis porque entre 2011 y 2012 jugó un importante rol en televisión. Se convirtió en figura de autoridad, después de que CM Punk le insultara en antena; insultos que eran legítimos, y que se corresponden muy bien con su labor. En el mítico combate entre Punk y Cena de Money in the Bank 2011, acompañó al Chairmain para intentar impedir la victoria del Straight Edge, sin éxito. Tras eso, fue ganando protagonismo, pues su puesto como vicepresidente de gestión del talento fue usado en los programas, y, finalmente, se convirtió en General Mánager de Raw. En WrestleMania 28, organizó un equipo de rudos para enfrentarse a un equipo de Técnicos a las órdenes de Teddy Long, GM de Smackdown, con el fin de dominar definitivamente ambos programas. Salió triunfador del enfrentamiento, llevando así también el People Power a la marca azul.

Laurinaitis era un personaje repugnantemente heel, pero intentaba aparentar lo contrario. People Power era su eslogan; populista demagogia con la que quería expresar que en los programas se haría lo que quisiera el pueblo, mas el resultado fue el contrario. Así pues, su personaje era casi más ridículo que odioso, pues sus capacidades oratorias no eran muy buenas. Se le olvidaban los textos. Después de su victoria en WrestleMania y su absurda ascensión, comenzó una rivalidad con John Cena que le llevaría a la perdición. Ambos se enfrentaron en Over the Limit, en lo que debía ser una paliza del rapero sobre el ejecutivo.

Hay que decir que todo el mundo fue muy crítico con este bookeo, como lo es, en general, siempre que un no-luchador se sube al ring. Pero es que Laurinaitis sí era un luchador; un gran luchador, de hecho, y no tan viejo. Podía dar un combate serio de verdad, si bien en toda su storyline jamás, que yo recuerde, se mencionó que él hubiera peleado. Llegado el día, los críticos se vieron recompensados con la razón, porque Laurinaitis peleó como si jamás lo hubiera hecho. No sabía ni caer correctamente. Ya habíamos notado que era tonto del culo; que no hacía nada bien, pero hay cosas que no se olvidan. ¿Cómo es posible que diez años después de su retiro como deportista de élite, se hubiera convertido en semejante inútil? Apenas sabía andar...

Laurinaitis usó el enésimo turn-hell de Big Show para salir victorioso de aquel combate, pero acabó siendo golpeado y humillado por todos unas semanas después en RAW. Fue despedido delante de las pantallas, y también detrás, porque, por algún motivo que nunca llegué a conocer, durante su labor como personaje en el aire, perdió su puesto como ejecutivo. Después de que todo acabara, se convirtió en agente de campo, labor con la que había empezado a trabajar en WWE en el año 2000.

Vince apreciaba a Laurinaitis, porque le era fiel. A principios de 2021, cuando el dueño de WWE se deshizo de algunos ejecutivos importantes de la empresa, echando por tierra el trabajo de todo el mundo durante los años previos (incluyendo el de sus hijos y su yerno), y alzándose de nuevo con el poder absoluto, restituyó a Johnny Ace en su puesto de vicepresidente para el talento, provocando horror máximo en torno a él. Muchos luchadores huyeron de la empresa después de eso, si es que no lo estaban haciendo ya. En 2022, cuando se revelaron las supuestas acciones impúdicas de Vince McMahon, se dijo también que Laurinaitis lo sabía todo, y que había colaborado con Vince a la hora de desviar fondos de la empresa para pagar a mujeres e impedir que estas sacaran a la luz los trapos sucios del empresario. No sé si será verdad, pero lo cierto es que, si alguien quiere acabar con el reinado de Vince McMahon en WWE, una de las cosas que debe hacer también es quitar de en medio a la rata servil llamada John Laurinaitis. En junio perdió su puesto en la gestión de los trabajadores, siendo sustituido por el siempre eficaz Tom Prichard, y en agosto de 2022, ha sido despedido de la empresa. No es de extrañar, pues, que en los últimos meses, muchas de las personas que habían huido de la misma se hayan declarado mucho más interesadas en volver a trabajar en WWE.

John Laurinaitis es hermano de Joe Laurinaitis, esto es, de Road Warrior Animal. Empezó a luchar durante la década de los 80, y en muchos casos hizo equipo con su hermano. Ambos fueron especialistas en la lucha Tag Team, mas no pasarían a la historia por trabajar juntos. Mientras que Joe formó el famoso equipo Road Warriors junto a Hawk, Laurinaitis despuntó en Japón, en la AJPW de Giant Baba que, en los años 90, se convirtió en la mejor promotora de wrestling del mundo. Laurinaitis, con el nombre de Johnny Ace, puso su granito de arena, sobre todo, haciendo equipo. Fue dos veces All Asia Tag Team Champion, en ambos casos junto a Kenta Kobashi, y cuatro veces AJPW World Tag Team Champion; dos veces junto a Kobashi, una vez junto a Steve Williams y una vez junto a Mike Barton.

Vamos a ver una lucha suya. En 1996, disputó un combate al que el Wrestling Observer otorgó 5 estrellas, y que fue considerado como el mejor match del año en todo el mundo. Entonces, haciendo equipo con Williams, mantuvo una rivalidad frente a la gran estrella de la All Japan, Mitsuharu Misawa, y aquel que debía ser su sucesor: el aún joven Jun Akiyama. el 7 de junio de ese año tuvo lugar la lucha más aclamada entre ambos equipos.

Akiyama y Misawa formaban la llamada Super Generation Army. Este es el nombre que Misawa le dio al equipo que, unos años antes, había tenido la labor de destronar a Jumbo Tusuruta y a otros veteranos, para dejar paso a una nueva generación. Había dado ese nombre a su equipo con Kobashi, y ahora hacía lo propio compartiendo aventuras con Akiyama. Ambos habían derrotado a la poderosa Holy Demon Army de Kawada y Taue, convirtiéndose en Campeones Mundiales por Parejas de AJPW en mayo de 1996. Ace y Williams serían dos de sus grandes rivales en ese reinado, y de hecho, serían los que conseguirían quitarles los títulos. En el match que mantienen en junio, ya presentan candidatura.

Steve Williams también es conocido como Dr. Death. Había sido considerado como el más malvado gaijin de All Japan del momento, más estuvo alejado de los rings de la empresa por un año después de un lío en las aduanas japonesas. Su violencia y su energía lo convertían en un tipo imparable, perfecto para causar el terror entre los aficionados japoneses. Junto a él estaba Johnny, un hombre de un rango obviamente inferior, pero que quería hacer méritos. Por tanto, se podría decir que los equipos estaban muy igualados, pues frente a ellos estaba asimismo un hombre consolidado (el más consolidado), junto a otro no tanto. Después de terminaran las alianzas de Misawa con Kawada y Kobashi (de distinta forma), Akiyama ascendió al estatus de compañero de Mitsuharu, labor que hasta entonces había supuesto un paso previo a convertirse en gran estrella individual. En este combate, tanto Ace como Jun demostraron que estaban a la altura de las circunstancias.

No sé si la lucha es de cinco estrellas, pero no está lejos. Quizás se puede decir que hay cosas mucho más épicas en la época, y que por tanto, este match pierde enteros, por comparación, pero está muy bien. Tenemos a un cabrón como Williams, furioso y subversivo hacia las estrellas de la All Japan, que castiga sin parar al joven Akiyama. Él y su lacayo intentan centrarse en el chaval, mientras que las entradas de Misawa y sus ataques con el antebrazo, que pueden con todo, igualan las cosas. Así, comienzan a aparecer los Suplexs asesinos,de esos que pueden matar a una persona, aunque sea por acumulación durante años, como le pasó a Misawa.

Este es un combate estructuralmente simple. Parece americano, de hecho. Pero no por eso está mal hecho; al contrario. Es muy emocionante, y el público está muy metido. Los gaijins intentan ganar a la parte débil del rival, mientras que Misawa aparece como un torbellino, y sin embargo, la superioridad numérica en esas ocasiones juega a favor de los americanos. La preocupación de Misawa hacia su joven compañero es tal, que en un momento dado, lo deja fuera, para hacerse cargo del match. Ace, que se encarga del trabajo de debilitar a Akiyama, soporta en este combate mucho dolor, lo que parece significar un push individual que no llegaría. Cada vez que Mitsu está a punto de ganar, cae ante un diabólico Suplex sorpresa de Dr. Death, y eso vuelve a poner el match de cara para los rudos. Así, Akiyama se ve obligado a comportarse como un héroe, y ser ahora el que salva a la leyenda, levantando al público con sus grandes ataques.

Después de un periodo de guerra con los cuatro arriba del ring, los buenos consiguen sacar a Williams de escena, para masacrar a Ace. Este aguanta Suplexs de manera absurda, teniendo en cuenta su perfil. Mientras Misawa se encarga de mantener a su compañero fuera, Akiyama, ayudado por los eventuales Suplexs y codazos del hombre de verde, acaba derrotando al hombre del People Power, que este día ha tenido una de las luchas más importantes de su carrera.

Puntuación: ****1/2


viernes, 12 de agosto de 2022

Vader vs Ron Simmons, WCW Main Event 02/08/1992


Se han cumplido 30 años desde una efeméride relativa al mundo del wrestling que una y otra vez, sale a la palestra. Ahora que tenemos un número tan redondo de años que celebrar, es buen momento para pararnos y hablar un momento sobre la cuestión. En agosto de 1992, por primera vez, un afroamericano se convirtió en World Heavyweight Champion. Fue Ron Simmon, ex jugador de futbol americano y famoso por formar parte de la APA en WWF años después, derrotó a Vader en un show de WCW que posteriormente se emitiría en el programa Main Event de la empresa, y se llevó la correa dorada. Simmons fue campeón durante cinco meses, y acabó perdiendo el título frente al propio Vader.

El campeonato de este hombre siempre me ha escamado. Si uno piensa en la WCW de principios de los 90, que hacía un buen wrestling, piensa en Cactus Jack, Sting, Vader, Dustin Rhodes, Steamboat, Flair tras su vuelta... Y no en Simmons. Ron era un midcarder. Su campeonato es  algo aislado en la continuidad de la época, y tras su reinado, volvió a su situación en el roster. Nunca he conocido muy bien lo que se esconde en la idea de hacerlo campeón. El cambio titular fue inesperado; se suponía que Sting se enfrentaría a Vader esa noche, y ante su ausencia, por una lesión que era keyfabe, se hizo un sorteo (también de mentira) que otorgó la posibilidad a Simmons. Así, sin historia ni mérito, y dentro de un programa secundario, un hombre negro se convirtió en Campeón Mundial por primera vez.

Parece ser que eso fue idea de Bill Watts, un legendario promotor, famoso por su trabajo en Mid-south Wrestling, que se había convertido en vicepresidente de WCW poco antes. Watts duró poco en su puesto, y sus ideas, en general, no gustaron. Eric Bischoff, un hombre que está en las antípodas creativas de Watts, decía en su libro que Bill estaba obsesionado con traer de vuelta las ideas de la vieja escuela, del wrestling de los 70, y que eso no gustaba nada en WCW. Se dice que Watts veía en Simmons algo parecido a lo que le había ofrecido Junkyard Dog en su promotora, y que por eso lo convirtió en campeón. También es cierto que Watts había tenido problemas por algunos comentarios racistas en su día, y temía que saliera a la luz y manchara el nombre de WCW. Pero, si nos ceñimos a las palabras de Simmons, da la sensación de que la baja de Sting de ese día fue real, y que el sorteo fue real. Watts quería hacer algo revolucionario ese día, pero no tengo claro si esa revolución consistía en proclamar al primer campeón negro, o si consistía en proclamar un campeón seleccionado aleatoriamente. Sea como fuere, Ron afirma que él no sabía que sería campeón ese día, y que se llevó una gran sorpresa con lo ocurrido. Fue un hito, sin duda.

Pero la pregunta es, ¿Ron simmons es el primer Campeón Mundial Negro de la historia del Wrestling? Bueno, esto es difícil de afirmar, porque los deportes en USA no están dominados por federaciones casi públicas como las que gestionan los deportes normales en Europa. En otros deportes y en otros continentes, sólo hay un campeonato mundial, o un campeonato nacional, pero en Estados Unidos, al ser las organizaciones deportivas entidades privadas que hacen lo que quieren y que compiten entre ellas, hay muchos. Así pues, sí que hay Campeones Mundiales negros previos en la historia del Wrestling, pero los campeonatos ganados por ellos no son demasiado relevantes. Yo creo que no es un error considerar a Ron Simmons como tal.

Por lo demás, la lucha es un enfrentamiento entre dos hombres enormes, que resulta muy stiff. Vader domina casi todo el combate, pegando sus habituales golpes demenciales. El público apoya a Simmons, y aplaude todos sus ataques. Finalmente, cuando Vader corre contra las cuerdas, Simmons lo recibe con un muy buen Power Slam, gracias al cual, consigue llevarse la victoria. Buena luchita de Power Houses. Tras ella, todos los luchadores de backstage salen para celebrar con Simmons. Todos son, por cierto, muy rubios.

Puntuación: ***

sábado, 6 de agosto de 2022

Andrade El Idolo y Ric Flair vs Jay Lethal y Jeff Jarrett, JCP Ric Flair's Last Match



Vamos un día más con el deporte de los septuagenarios. Últimamente hemos comentado luchas de Canek, Rayo de Jalisco y Vince McMahon, y hoy toca hacer lo propio con el último match de Ric Flair. Esto no es nostalgia; es arqueología.

El caso es que, tras once años alejado de los cuadriláteros, el legendario Ric Flair, uno de los luchadores más destacables de toda la historia del wrestling, volvió a subirse a un ring. Lo hizo en un evento llamado Ric Flair's Last Match, promovido, en teoría, por Jim Crockett Promotions, la promotora que lideró la NWA en la última parte de la era de los territorios y cuyo producto fue vendido a Ted Turner Enterprise, para acabar después en manos de Vince McMahon. Hay muchas cosas que comentar al respecto.

El logotipo de JCP no se había utilizado desde 1988. Fue una empresa dirigida, primero, por Jim Crockett, y después, por su hijo, Jim Crockett Jr, que la llevó a lo más alto. En ese sentido, los Crockett, como los McMahon o los Jarrett, conforman una dinastía con varias generaciones de promotores. JC Jr, falleció el año pasado, así que quizás debería escribir algo en su honor, ahora que voy a hacer lo mismo con Vince McMahon. A ver qué sale.

Este evento tiene lugar bajo el sello de Starrcast, una convención de lucha libre que se ha celebrado cinco veces desde 2018, desarrollada por Conrad Thompson, y que en 2019 se alió con la incipiente AEW para el show Double or Nothing de ese año. Los últimos días de julio de 2022, tras un parón de tres años, volvió, cerrando su fin de semana de fiesta luchística un este show que incluye varias peleas de nivel, con talento de Impact wrestling, y el main event, en el que tuvo lugar el enésimo retiro de Ric Flair. Thompson llevó a cabo ese evento con la colaboración de David Crockett, hijo de Jim Crockett y hermano de Jim Crockett Jr. Conrad entabló amistad con David gracias a su podcast, y juntos acordaron traer a Flair de vuelta, mas no tenían una promotora de lucha como tal. Por tanto, consultaron con sus abogados la posibilidad de hacerse con la propiedad de las marcas de JCP, y parece ser que no resultó muy complicado (no sé si estos pertenecían a WWE y esta empresa dejó de renovarlos, o bien si no entraron en el trato original con Turner). Thompson, eso sí, aseguró que, una vez terminado el evento, regalaría el 50% de los derechos de la marca a David Crockett, pues, en su opinión, es algo que debe pertenecer a su familia.  

En lo relativo a Flair, todos lo vimos retirarse en 2008, tras una gran lucha en WrestleMania 24 ante Shawn Michaels. Pero ese no fue su primer retiro. De hecho, había perdido un Steel Cage Retirement Match frente a Hulk Hogan ya en Halloween Havoc 1994. Mucha gente ha intentado alejarlo de los cuadriláteros desde entonces, empezando por Bischoff, con el que no tenía muy buena relación, pero él, una y otra vez, vuelve, porque no puede imaginar la vida sin lucha. Por eso ha regresado para luchar en una sexta década, tras cumplir 50 años como luchador. Dice que esta sí es su última lucha... veremos.

En 2007 comenzó una storyline en WWE, según la cuál, si perdía una lucha, debía retirarse. Él mismo, en una promo que tuvo lugar en RAW, declaró que jamás se retiraría, y quedó muy bien, porque, si bien era una storyline, se correspondía con la realidad de las cosas: Vince McMahon quería obligarle a retirarse, y el no deseaba hacerlo. Nunca ha querido. Por eso, poco después de abandonar WWE, tras no poder participar sobre el ring en la lucha que enfrentó a Jericho con otras leyendas de WWE en WrestleMania 25, volvió a pelear, primero en los shows de Hulkamanía Tour, y después en TNA.Trabajó para esa empresa hasta el año 2012, siendo su match frente a Sting, una vez más, en septiembre de 2011, su último combate hasta ahora. A finales de 2012, tras el infarto que sufrió Jerry Lawler en WWE, declaró que nunca volvería a luchar.

Flair firmó un contrato de leyenda con WWE para hacer algunas apariciones. Se convirtió en el mánager de su hija, Charlotte, la gran estrella de división femenina de la empresa, y fue traicionado por ella. Asimismo participó en la rivalidad final entre Batista y Triple H, que dio lugar al retiro del primero (aunque también, la suya, fue la última lucha en la carrera de Triple H). Para entonces, aunque resultaba obvio que Flair, por sus declaraciones, volvía a tener la intención de luchar una vez más, y miraba con ojos golosos la creación de AEW, había sufrido problemas de salud muy graves que casi acabaron con su vida. De hecho,  el segmento en el que Batista le atacaba en aquella rivalidad dejaba claro que los movimientos que podía hacer estaban muy acotados. Yo no podía imaginar por entonces que este loco se empeñaría en volver a subirse a un ring, pero lo ha hecho.

Hace unos meses, lo vimos empezar a entrenarse para hacerlo. Parecía una locura; es muy viejo, aunque no está muy mal físicamente. En fin, lo vimos luchar durante cuarenta años; cuando nacimos ya estaba ahí, así que le hemos visto envejecer en directo arriba del ring. Ya sabíamos que era el luchador viejo de la profesión. Su aspecto al subirse al cuadrilátero no provoca ahora tanto impacto, porque estamos acostumbrados (al menos los veteranos como yo). Pero, conociendo sus problemas de salud, y lo cerca que ha estado de morir, temíamos que acabara como Mickey Rourke en The Wrestler.

De hecho, hay gente que ha intentado evitar que luche. Se ha avisado incluso a las autoridades para que lo prohíban. Porque hay gente adicta a la política; adicta a decirle a los demás cómo deben ser, qué pueden hacer y qué no. La mayoría de la gente, de hecho, piensa que es legítimo dirigir la vida de las personas por su bien, sin pararse a pensar quién puede realmente decidir y en base a qué, qué es el bien y qué es el mal. Ric Flair podría haber muerto en el ring, pero al fin y al cabo, hubiera muerto siendo lo que es, y haciendo lo que siempre ha querido hacer. No se sube al ring para morir, se sube al ring para vivir. ¿Qué derecho tienen los paletos moralistas a perseguir las elecciones vitales que sólo afectan a quién las toma?

Ric Flair estaba entrenando con Jay Lethal, su buen amigo. Eso desencadenó la storyline que finalmente subyace tras la lucha. Lethal estaba tan preocupado por que le pasara algo, que le atacó violentamente, con la colaboración de un viejo conocido, Jeff Jarrett. Lo dejó ensangrentado en el suelo, porque "lo quería". Hay amores que matan. Así, estos dos villanos odiosos se convirtieron en los rivales de Ric en el que supuestamente es, ahora sí, su último combate. Su compañero de equipo es Andrade, su yerno, marido de su hija Charlotte. Nunca pensé, cuando veía a La Sombra dar saltos en la Arena México, que acabaría siendo el compañero de Ric Flair en su último combate, pero así ha sido.

Así llega un combate muy entretenido y basado en el storytelling. En las gradas vemos a Foley y Undertaker, así como al padre de Jeff Jarrett, Jerry, que aún se ve muy joven. Jarrett y Lethal hacen de rudos clásicos, llenos de odio y abucheados constantemente, mientras que Ric aparece con su música clásica, el tema Así habló Zaratustra de Strauss que Kubrick hizo famoso en 2001: Odisea en el Espacio. Lleva su bata de siempre, de esos tan caros, y el campeonato de World Heavyweight Champion en la cintura. En fin, la imagen de este cinturón sí que debe pertenecer a WWE, pero no creo que en esa empresa nadie quiera atacar a Ric Flair. La lucha comienza con un Flair que no se esconde, y que intimida a sus rivales.

Ric está viejo y se puede mover lo justo. Pero, como decía, lleva siendo viejo treinta años, y siempre se las ha apañado para ser un underdog creíble. Con un par de chops y un low blow que el referee no ve, levanta al público y se pone por delante en el match. Si eso le funcionó con Vader o con The Great Khali, funciona con cualquiera.

Obviamente, sus rivales son más rápidos y ágiles que él. Jarrett también es veterano, y aún así, hay más de veinte años de diferencia de edad. De todos modos, los villanos venden muy bien los golpes del anciano, para transmitir la imagen de que este combate es posible. Además, son tan cobardes y huyen en tantas ocasiones que esa sensación se transmite incluso cuando no pasa nada. Y cuando sale a luchar Andrade e intercambia movimientos con Lethal, el público se entretiene también a un nivel físico.
 

Como en toda lucha clásica tag, hay un buen rato de dominio de los heels sobre uno de los faces. Jarrett y Lethal atacan a Andrade, turnándose. Finalmente, Ric entra al ring y pelea contra los dos malos. Brawlean fuera del ring, frente a Undertaker, mientras este, al ver a Ric luchar, piensa que se retiró demasiado pronto. La mujer de Jarrett, Karen, también ataca a Ric, lo que provoca que mujeres de la grada se peleen con ella, posiblemente la esposa del Nature Boy. Este llega a sangrar profusamente, tal y como ha hecho tantas veces en su carrera.

El referee, Chioda, acaba KO. Después de mucha batalla, Ric recibe un puño americano, marca de la casa, y golpea a Jeff con él. Lo coloca en la Figura 4 y otro referee aparece para señalar la victoria. Buen entretenimiento luchístico, de vieja escuela y con mucha intensidad, sin demasiadas carencias de Flair a la vista, pues sabe muy bien luchar sin exponerse. Yo disfruto estas cosas; ya sabe el lector que prefiero a Ric con 70 años que a otros con 30, y no diré nombres.

Es difícil ratear el match. Sólo hay que ir a Cagematch y ver todos los rating en contra, escritos antes de ver el combate por gente que mide todo desde un punto de vista moral, incluido un espectáculo de entretenimiento irrelevante como este. Relájense.

Puntuación: ***1/4

martes, 2 de agosto de 2022

Mr McMahon vs Pat McAfee, WWE WrestleMania 38 Sunday


Comentamos en el último post la reciente dimisión de Vince McMahon como presidente y principal creativo de WWE, labores que lleva ejecutando desde hace unos 50 años. Se trata este de un hito histórico sin precedentes, porque él es la figura más importante en la historia del wrestling, y el hombre que ha dado forma a la industria que hoy conocemos y que sobrevive como entretenimiento a pesar de que todo el mundo conoce ya el secreto que en otra época justificaba su interés. Tendremos, pues, que desarrollar algún tipo de serie especial en el blog en la que repasemos los momentos más destacados en su trabajo como promotor, empresario, booker, comentarista, personaje y luchador. Eso me parece muy interesante.

Por ahora, estamos comentando la última vez que se subió al ring, algo que ocurrió sólo unos meses antes de que llegara el supuesto final de su carrera, quizás de forma premonitoria (quizás se olía la tostada y quiso despedirse así, y quizás por eso su hija dimitió de sus cargos en esa misma época, para poder regresar como sustituta desde una posición alejada de él). La última lucha de Vince McMahon en WWE la mantuvo frente a la leyenda de la NFL Pat McAfee, actual comentarista de WWE y luchador ocasional.

Ya comentamos en el último post que la rivalidad surgió a partir de una entrevista que Pat mantuvo con Vince en su Talk Show, y que esa conversación, dada la buena relación legítima que existe entre ambas personas, les condujo a una rivalidad dentro del universo de ficción de WWE. Vince eligió al tramposo Austin Theory como rival de Pat, pero este no fue capaz de cumplir con los deseos de su señor: Pat McAfee derrotó a Austin Theory en WrestleMania 38 Sunday, ante la mirada de Vince, que estaba junto a los comentaristas.

Ante este final, ni corto ni perezoso, el anciano se quitó la americana y se dispuso a enfrentarse a su odiado oponente. Vince es el típico culturista que ha sido alcanzado por la vejez a traición: sigue estando muy fuerte, pero raro: sus músculos están mal. Como diría Héctor Del Mar, "se le ha caído el pecho". Aún así, ante la expectación de todos, se sube al ring y domina a su cansado oponente de una forma muy poco verosímil.

Repito que hay algo raro en este match, y que eso me lleva a pensar que se trata de una especie de despedida. Porque no tiene sentido que a los 76 años, después de haber abandonado tanto tiempo el protagonismo en pantalla, se ponga a pelear, olvide su obsesión por no exponer el negocio, y se saque la chorra de esta manera. El caso es que Pat se lanza contra él, pero impacta contra los clotheslines lentos que consigue aplicar con sus musculosos pero ancianos brazos. Vince intenta enfadar a la grada, pero esta no puede sino aclamarle. McAfee se levanta para cargar contra su jefe, pero es atacado por la espalda por Theory, ante lo que el referee no puede decir nada, porque aquí manda Vince. Austin le da a McMahon un balón de fútbol americano para que lo patee al público, como hace Pat, pero obviamente es todo ironía. Vince no se lo pasa al público, sino que dispara contra McAfee, dejándolo KO, y consiguiendo una victoria extraña y sin demasiada resistencia.

En fin, más que lucha, es un momento en el que Vince trolea a todo el mundo por última vez en su carrera. Tras lo ocurrido y para rematar la función, momentos antes del main event, llega Steve Austin, que en la noche previa había derrotado a Kevin Owens, y por última vez en la historia, comparte cervezas y Stunner con el Chairman. Primero golpea a Theory, que hace un overselling propio de The Rock; y después, bebiendo con su antiguo rival, golpea al anciano, que casi se cae solo, demostrando que no está en condiciones para hacer estas cosas. Entretenido.

Puntuación: -

lunes, 1 de agosto de 2022

Pat McAfee vs Austin Theory, WWE WrestleMania 38


En las últimas semanas, han ocurrido cosas en WWE relacionadas con su sempiterno líder, el señor Vincent Kennedy McMahon. Todos pensábamos que veríamos a este hombre mandar en la empresa hasta el día en que muriera, algo que ocurrirá, probablemente, alrededor de 2050. Si bien cada vez se parece más al Señor Burns, el tío sigue estando en plenas condiciones físicas y mentales como para mandar en WWE a múltiples niveles. Y de hecho, en los últimos años ha aumentado su poder, despidiendo gente, dando de lado a sus hijos y a su yerno, cuyos papeles en la compañía se ha reducido drásticamente, y rodeándose de unos pocos lacayos lameculos como Nick Khan o John Laurinaitis que le dicen sí a todo. Y sin embargo, ha ocurrido algo improbable: Vince tuvo que dimitir de su puesto de presidente de WWE debido a un presunto caso de acoso y soborno a una trabajadora. Su hija Stephanie ha ocupado su puesto. Finalmente, y aunque parecía, este, un cambio cosmético, debido a la investigación que está llevando a cabo la junta directiva de la empresa, parece ser que Vince ha dejado por completo su trabajo en la promotora de lucha libre más antigua de Estados Unidos, lo que debe ser la mayor noticia en la industria en décadas.

Por lo que se dice, parece ser que Vince tenía algún tipo de relación con una trabajadora de la empresa, y le pagó para que no hablara al respecto. O eso es lo que se está investigando; no sabemos si será verdad. En realidad, teniendo en cuenta el historial de este hombre, apenas parece un detalle sin importancia en comparación con lo que ha llegado a hacer para sacar adelante su compañía durante los últimos 40 años. Da la sensación incluso de que podría haber existido una conspiración en su contra, debido a los cambios de poder ocurridos dentro de WWE últimamente. Desconozco el devenir de los acontecimientos, pero lo cierto es que Steph y su marido, Triple H, que hace unas semanas parecían haber perdido toda su fuerza en WWE, ahora vuelven más fuertes que nunca. La expectación cunde por doquier, ante un futuro en semejante sin Vince, algo nunca visto para la mayoría de nosotros. Podemos esperar cosas increíbles... o el fin de la compañía. Ni idea.

No sé si será casualidad, pero esto coincide con la reaparición de Vince arriba del ring en el último WrestleMania. Cuando, a principios de año, se empezó a especular sobre una hipotética pelea entre Pat McAfee y él, a mí me pareció una locura. Tenía la sensación de que se había echado a un lado en lo respectivo a la fama, y de que no necesitaba de ese tipo de momentos ante el público. Es más, me preocupaba su estado físico de cara a una confrontación en el ring, por simple que esta fuera (tiene 76 años de edad). Finalmente se usó la cabeza, y se utilizó a la figura emergente de Autin Theory como herramienta de Vince, lo que sirvió para dar un push al joven luchador, y para que Vince tuviera su momento de una manera menos arriesgada. Ambos se enfrentaron a McAfee, en dos luchas que vamos a comentar estos días. Yo tan sólo quería escribir un post sobre este tema, pero por el formato del blog, es necesario que cada uno de los combates oficiales que incluye el storyline tenga su artículo.

Pat McAfee es un jugador de NFL retirado, bastante famoso por su paso por Indianápolis. Yo no conozco mucho ese deporte, ni a sus estrellas, así que no puedo valorar realmente el tamaño de su fama. Entiendo que si fuera enorme no hubiera empezado como un comentarista de NXT, sino que causaría sensación, pero es obvio que es un tipo querido. En la marca amarilla se metió en una rivalidad con Adam Cole, y sorprendió a todo el mundo, tanto por su capacidad para contar historias, como por su habilidad para ejecutar movimientos de wrestling de manera verosímil, a pesar de su inexperiencia. Ahora, WWE ha aprovechado ese aspecto anímico diferencial que incluye este hombre para meterlo en una historia importante de cara a WrestleMania, y no creo que nadie se arrepienta de ello.

Vince estuvo presente en el talk show de Pat, y ahí empezó algo entre ellos. Obviamente, esas entrevistas son legítimas; no hay nada (o casi nada) de storyline, pero siempre es susceptible, la cosa, de ser usada. Vince ofreció una lucha en WrestleMania a Pat, lo que no es de extrañar, porque este tipo de eventos siempre acoge bien a las estrellas de la farándula, y esta edición ha tenido varias. Pero no fue el Chairman el que se metió en problemas físicos con él, sino Austin Theory. El joven Theory apareció en un programa de Smackdown para ofender al locutor, recordando que él es el protegido de Vince, y anunciando el plan de este, consistente en que Austin le rompa los dientes en el mayor evento del año. Los dos tuvieron escarceos puntuales durante los siguientes programas, hasta que Vince tuvo que defender a su ahijado, cuando este era perseguido por Pat. En ese momento, Vince confirmó su rol a favor del rudo en este feudo, si bien aún no se esperaba que acabara peleando.

La rivalidad resulta interesante, así como el enfrentamiento entre Pat McAfee y Austin Theory. Son dos figuras que tienen una personalidad muy marcada, y que por tanto podían contar una buena historia. No sé muy bien qué ha visto de especial McMahon en Austin, en tanto que por sus rings han pasado montones de luchadores mejores que él en cualquier aspecto, y uno tras otro, han sido enterrados, mas parece que con este chico va en serio, aunque sea por un tiempo. Eso le permite disfrutar de un privilegio como lo es tener un combate individual en WrestleMania, y participar de una historia relevante. Veamos.

Austin es anunciado como un futuro Universal Champion por Vince, que para calentar al publico, se hace un selfie con él. En lo relativo a McAfee, este es presentado por las cheerleaders de los Dallas Cowboys. Me parece sorprendente, dado el rumbo de la moral americana, que todavía existan Cheerleaders. Patea McAfee en la capital mundial del fútbol americano para continuar con un duelo que es puro storytelling, incluyendo prematch y postmatch.

Theory domina a su rival. Manda callar al público, y muestra sus músculos. Está haciendo un trabajo de rudo de manual. Por contra, los golpes de Pat, contados, son comprados con gran ilusión. Ataca el jugador de football, golpea contra la mesa, y se pone los cascos de comentarista para lanzar una de sus frases, si bien falla a la hora de utilizar la Swanton  Bom. Acierta no obstante un impresionante Superplex, y acaba ganando el combate gracias a un paquetito sorpresivo, aplicado en el momento en el que Theory iba a rematarlo con un Jumping TKO. McAfee celebra, pero Vince se aproxima al ring. Veremos la lucha entre ambos en el próximo post.

Esta lucha no está mal. Un rudo domina a un técnico, y este protagoniza puntuales comebacks, animado efusivamente por el público. Es un formato que ayuda a esconder las carencias luchísticas de la estrella invitada.

Puntuación: **3/4