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sábado, 3 de febrero de 2024

Battle Royal, WCW Battlebowl 1993


Hace unos días tuvo lugar el evento Royal Rumble 2024, un PPV que vi en directo, después de mucho tiempo sin hacerlo. Antes de hablar de él, voy a hacerlo acerca de una de esas battle royals que suelo ver durante los días previos: enero es el mes de las batallas reales. Vamos rápido con eso para comenzar con lo que de verdad importa.

He visto la Battle Royal de Battlebowl 1993. No era mi intención, mas me saltó en Youtube y no me quedó otra opción. En fin; como sabe el lector, Royal Rumble es uno de los inventos que mejor han funcionado en la industria del wrestling, y por eso todo el mundo ha intentado imitarlo. Se han creado muchos tipos de batalla real, pero ninguna ha llegado a ese nivel de impacto, entre otras cosas porque el Rumble forma parte del camino a WrestleMania; y supone un momento de narrativa deportiva verdaderamente trascendente. El lector recordará la World War III de WCW, que también parecía interesante, pero que tan sólo sobrevivió tres años: entre el 95 y el 97. WWE tiene los derechos del concepto, y aun así, no lo ha puesto en práctica, porque, a la hora de la verdad, resultaba muy aburrido, más allá de que el nombre, pasado el 11S, resultó tabú. Pero, antes de inventar World War III, WCW lo intentó con Battlebowl.

El concepto se inventó para Starrcade 91 y Starrcade 92, y luego tuvo un evento propio en 1993. Consiste en una serie de luchas en parejas, cuyos ganadores se enfrentan en una battle royal individual final. Es este un concepto cuya última iteración se dio en Slamboree 1996. Si se fija el lector, es algo parecido a los torneos cibernéticos del Consejo Mundial de Lucha Libre, pero al revés.

Comentemos la edición de 1993, que ocurrió en el único evento de pago por visión de la historia que recibió el nombre del tipo de batalla: Battlebowl. Es, esa, una época en la que en WCW había buenas rivalidades y buenas batallas, y en ese "todos contra todos" están algunos de los grandes protagonistas de las mismas: Cactus Jack, Steve Austin, Sting, Vader, Dustin Rhodes, Rick Rude, Ric Flair... buen ganado.

En las batallas previas, Vader y Cactus Jack habían vencido a Charlie Norris y Kane; Brian Knobbs y Johnny B. Badd habían vencido a Erik Watts y Paul Roma; The Shockmaster y Paul Orndorff habían vencido a Ricky Steamboat y Steven Regal; King Kong y Dustin Rhodes habían derrotado a The Equalizer y Awesome Kong; Sting y Jerry Sags habían vencido a Ron Simmons y Keith Cole; Ric Flair y Steve Austin habían derrotado a 2 Cold Scorpio y Maxx Payne; Rick Rude y Shanghi Pierce habían eliminado a Tex Slazenger y Marcus Bagwell; y Road Warrior Hawk y Rip Rogers habían vencido a Davey Boy Smith y Kole. Como decía, todos esos ganadores, que como deducirá el lector, forman lo que también en México llaman "parejas increíbles", se clasifican para participar en la battle royal final. Sólo lamento la derrota de Ricky Steamboat... ¿quién preferiría tener al Shockmaster en la batalla en lugar de a él?

El Shockmaster es un tipo del que hablamos hace unos días al comentar el Royal Rumble 1991. Se trata del luchador que en WWE era conocido como Tugboat, que luego traicionó a Hulk Hogan para convertirse en Typhoon y formar parte de Natural Disasters. Su nombre es Fred Ottman y en WCW protagonizó uno de los momentos más ridículos de la historia. De cara al evento Fallbrawl 1993, Sting, Davey Boy Smith y Dustin Rhodes buscaban un compañero para confrontar a Sid, Vader y los Harlem Heat. Sting anunció que la identidad de su nuevo compañero sería un gran shock para el mundo, y así apareció por primera vez el Shockmaster. Ottman, con un casco de soldado imperial de Star Wars comprado en los chinos, surgió rompiendo la pared; tropezó con los restos y se calló. Su casco rodó, dejando ver su cabeza. Así, una gran entrada que debía haber causado impacto lo creó en términos de vergüenza ajena. No duró mucho, después de esa estupidez, en la empresa, aunque sí llegó a participar en la batalla anunciada, así como en esta que comentamos hoy.

La lucha es una batalla bastante normal, que cobra interés en su parte final. Hasta entonces no es gran cosa. Ric Flair, que había tenido que hacer equipo con Austin, pelea con él en ringside. Obviamente aún no es la estrella, Steve, que sería en WWE, pero ya vemos que no es un piernas: es un rudo muy odioso (y muy rubio). Lo que tiene de especial esta Battle Royal es que la rampa llega hasta el ring, y que caer sobre ella no se considera eliminación. La rampa es parte del ring.


Vader destroza a Foley, lanzándolo fuera con un clothesline. Dustin hace lo propio con Mr. Wonderful, en cuyo canal de Youtube se ha subido esta pelea; y asimismo son eliminados los dos obesos que estaban peleando entre sí: Shockmaster y King Kong, también conocido como Krusher Kong, que formaba parte de The Colossal Kongs. Su compañero era Awesome Kong, eliminado por él en la ronda previa, y al que no hay que confundir con la ex-campeona de TNA. Así continúa la batalla, con pocas cosas que destacar por ahora.

Dustin, al que después conoceríamos como Goldust, está en modo héroe. Austin le parte la cabeza; sangra sin parar y no obstante, elimina a los Nasty Boys. Mas cuando lo hace, el futuro Stone Cold lo echa fuera del ring. Asimismo son eliminados Rude y Hawk. Esto se despeja. Quedan arriba Sting, Rick Flair, Vader y Austin. Casi nada.

Entonces, entra en acción Harley Race, mánager de Vader y antiguo rival de Flair. Ataca a este, y recibe un Suplex en la rampa, mas Vader lo aprovecha para golpear al Nature Boy, y romperle algo. Este grita desesperado. A finales de año, Flair y Vader se enfrentarían en Starrcade 93, en una lucha que ya hemos comentado en el blog, pero ahora el padre de Charlotte se tiene que ir en camilla, mientras Vader, Race y Austin le hacen Bullying.

Sting se queda solo con los dos rudos. Estos le atacan sin parar, mientras él reacciona de vez en cuando con grandes spots que levantan al público. En uno de estos movimientos, consigue proyectar a Austin hacia la rampa, y este rueda como una croqueta hasta ser eliminado. No queda muy realista, pero es un error posible tanto fuera de la ficción como dentro de ella. Sting, ahora, se enfrenta al gigante en solitario, y consigue dominarlo después de mucho sufrimiento. Lo coloca en la esquina para aplicarle un Sting Splash, pero el rudo se quita a tiempo y Sting rebota contra las cuerdas, cayendo fuera. Victoria para Vader, que, además, era campeón del mundo.

Battle Royal normal y aburrida que se anima mucho en la parte final gracias al nivel de los participantes, que se encuentran entre los mejores de la empresa, y casi de la historia.

Puntuación: ***1/4

jueves, 1 de agosto de 2019

Young Bucks vs Brotherhood, AEW Fight for the Fallen



Vamos a comentar un par de combates del tercer evento de AEW, Fight for the Fallen, show previo al esperado All Out. Como Fyter Fest, este es un evento secundario, y presenta una cartelera bastante aleatoria, pero con varias cosas reseñables, empezando por el enfrentamiento entre parejas de hermanos: los Young Bucks se ven las caras con Brotherhood, el equipo formado por Cody y Dustin Rhodes.

Los Bucks están metidos en una rivalidad frente a los Lucha Brothers, teniendo un montón de luchas con ellos, tanto en AEW como en AAA. En All Out, se verán las caras en una lucha de escaleras que determinará los primeros campeones en pareja de la compañía. Después de eso, probablemente, tendremos, por primera vez en muchos años en occidente, un Campeonato Tag al que se le de tanta relevancia como a los títulos individuales. Eso lo convierte en algo muy interesante.

Cualquiera que siga el blog con relativa asiduidad, sabrá que yo no soy muy fan del estilo spotero de los Bucks. Un combate de 30 minutos de saltos innumerables, no es lo que me gusta de esta modalidad deportiva. No obstante, el resultado dependerá de los rivales que hagan frente a los Jackson, suponiendo, como parece obvio, que serán los primeros y principales campeones de la empresa de la que son vicepresidentes.

Cuando se anunció que en Fight for the Fallen se enfrentarían a los Rhodes, arqueé una ceja, interesado. Después de su gran lucha en Double or Nothing, Cody y Dustin hicieron las paces, y se dictaminó que se enfrentarían a los Bucks en esta velada, y eso me resultó interesante, porque los hijos de Dustin son las personas perfectas para calmar a los Bucks y llevarlos por el buen camino.

Parece que los Jackson hacen de rudos en esta lucha, aunque eso en AEW no está muy bien definido. Se burlan del abrazo que los Rhodes se dieron tras su enfrentamiento en Double or Nothing, y tienen algún que otro momento más de malicia pura. En los primeros minutos de la lucha, dominan a Goldust, hasta que aparece Cody para limpiar la casa vía hot tag.

Posteriormente, tenemos muchos minutos de dominio por parte de los hermanos Rhodes, que aplican un trabajo sobre el brazo de Matt Jackson que resulta ejemplar. Durante bastante tiempo, los dos luchadores de estilo old school se turnan para intentar hacer rendir al mayor de los Jackson, que no da su brazo a torcer, y nunca mejor dicho.

Este trabajo es muy bueno, aunque no tiene continuidad una vez que los Bucks salen de su situación de estancamiento, con el turno de Nick. Tenemos, ahora, una fase en la que la lucha tiene un estilo más tornado, en la que todos luchan contra todos, con movimientos bien sincronizados entre unos hermanos y otros. Al público le cuesta reaccionar a la lucha old school que hemos visto hasta ahora, porque está acostumbrado a la locura, pero se va animando en esta parte de la contienda.

Hay muchos nearfalls, la cosa se extiende excesivamente, aunque me parece buena la rutina de intercambio de finishers, que acaba con un Cross Rhodes de Matt sobre Cody, para acabar con el Meltzer Driver.

Esta es una lucha que no está nada mal, con unos Bucks más tranquilos, capaces de meterse en el rollo de lucha clásica de los Rhodes. Cuando las cosas se ponen más intensas, se mantienen correctas la mayor parte del tiempo, intentando reivindicar la hermandad de ambos conjuntos, primando los ataques sincronizados por encima de los movimientos individuales, hasta la parte final en la que, cuando nada parece funcionar, hay un intercambio de finishers para el que nadie estaba preparado, y que acaba con el combate.

También es cierto, como decía antes, que hay partes que parecen demasiado largas, y que el exceso de finishers los banaliza. Y al público le cuesta meterse en este tipo de combate, porque es un público que sólo espera spots, y nunca ha visto un combate anterior a la Era Attitude. Aún así, las cosas buenas están muy por encima de las malas.

Puntuación: ****

jueves, 30 de mayo de 2019

Cody vs Dustin Rhodes, AEW Double or Nothing




Llegó el momento que todo el mundo esperaba. All Elite Wrestling celebró el pasado 25 de mayo de 2019 su primer evento: Double or Nothing. Ahora sí, se le puede considerar una promotora de wrestling.

Double or Nothing fue un evento que gustó mucho a los fans del wrestling. En realidad, la mayoría de sus luchas son spot-fests puros y duros, pero la función se ve reforzada por la presencia de gente como Cody y Jericho, que, quizás, sean atletas de menor categoría que otros, pero que son buenos contadores de historias, y gracias a eso, con sus luchas, convierten lo que hubiera sido una función de wrestling indy entretenida, en un gran evento.

En el último año, se ha batido el récord de asistencia a eventos de lucha libre no-WWE en america varias veces. All In superó los 11.000 espectadores, y G1 Supercard superó los 16.000 espectadores en el Madison Square Garden. Double or Nothing, por su parte, puso también el cartel de "No hay billetes" en el MGM Grand Garden Arena de La Vegas, con una asistencia de más de 12.000 espectadores. No supera lo conseguido por la unión de NJPW y ROH, pero se coloca en una honrosa segunda posición.

Igual que hicieron en el fin de semana de WrestleMania MLW, ROH/NJPW y GCW, AEW presentó su propia versión del Royal Rumble Match en el preshow, emitido en Youtube. Después de una noche plagada de acción que el público disfrutó de lo lindo, llegaron las tres grandes batallas de la noche, que son las que comentaremos en los próximos días: Cody se enfrentó a su hermano, Dustin Rhodes; Los Young Bucks defendieron los Campeonatos Mundiales en Parejas de AAA frente a los Lucha Brothers; y Jericho y Omega pelearon para terminar con la rivalidad que comenzaron hacer un año y medio en Wrestle kingdom.

Como digo, el evento ha creado euforia entre los fans. Incluso los luchadores de WWE se mostraron muy a favor del evento en redes, para ira del Chairman de esa empresa. AEW presentará 2 o 3 eventos más antes de debutar en TNT en otoño. Parece que el negocio de montar unos pocos PPVs al año, lo tienen manejado. ¿Podrán enfrentarse de igual manera al mercado televisivo?

Responder positivamente a eso es complicado. Ningún nuevo proyecto de wrestling ha tenido éxito en los últimos 15 años. Repasemos los últimos chascos:

- Lucha Underground, un proyecto realmente distinto y especial, dio buenos números a la cadena El Rey Network, pero ninguna gran cadena se ha interesado en el producto, y tanto los presupuestos como las audiencias han ido bajando. Las producción ha sido muy descontinuada, y eso ha hecho que el interés baje mucho. Y este programa sí que puede decir que ha introducido algo nuevo en la industria, y que ha hecho evolucionar los storylines, a diferencia de Double or Nothing, que, mejor o peor, y a pesar de ser bastante fresco, es un espectáculo de wresling convencional.

- World of Sport Wrestling resucitó un programa clásico en el Reino Unido, para emitirse en una cadena en abierto, ITV. Aunque debutó con un millón y medio de espectadores, lo que es una cifra realmente buena, esta se fue desplomando con el paso de las semanas. No fue un programa muy destacable, y no sabemos si volverá a televisión.

- Impact Wrestling, en 2010, fue a por todas, reavivando las Monday Night Wars, para hacer frente, cara a cara, a Raw. No le fue mal al principio, pero la inversión fue tan grande y los resultados tan pequeños, que la empresa tuvo que transformarse, hasta lo que es ahora.

- El Consejo Mundial de Lucha Libre ha regresado a las emisiones en Televisa, una de las cadenas más importantes de México, y apenas ha superado el dato de 200.000 televidentes.

Todos estos datos, sumados a la constante bajada de audiencias de Raw y Smackdown, dejan claro que el público televisivo no está muy interesado en el wrestling, actualmente. Por eso, pensar que, de pronto, va a nacer una empresa que consiga grandes audiencias, no suena muy convincente.

En realidad, no creo que sea un problema del wrestling en concreto. Al revés, analizándolo fríamente, creo que tiene un gran mérito que todavía haya programas como RAW o Smackdown, con 2 o 3 millones de espectadores semanales. Porque, realmente, el target televisivo del wrestling no ve ya la televisión. El fan del wrestling, por lo general, es un tipo de entre 10 y 40 años. Gente joven y friki. Y esa gente, sólo ve cosas en Internet. No hay programas en cadenas importantes de televisión sobre cine, videojuegos, rock and roll, cómics o anime. Esas cosas, las que le gustan al joven friki, se ven en Internet, o en actuaciones en directo. En televisión, lo que tiene éxito son los Talent Shows, los Reality Shows, las telenovelas, las series policíacas, las sitcom o las fases finales de los deportes más seguidos. O sea, programas que tienen un target más mayor, o, al menos, más analógico. Por eso, cuando Meltzer dice que la audiencia del wrestling baja más que la de otros programas, debería valorar que, al menos, aún está ahí.

Para seguir hablando sobre la viabilidad del programa televisivo de AEW, tendremos que esperar a que llegue a televisión. Por ahora, los fans del wrestling parecen bastante dispuestos a seguir a la compañía a los eventos en los que se presenten, de igual manera que los fans de los videojuegos se reúnen en la E3, o los fans de los cómics se reúnen en las Comic-Con. Los Young Bucks, Cody y Tony Khan parecen seguros de que lo mejor que pueden hacer es darle al público lo que quiere, y, de esa manera, no sé si el producto será bueno, pero contará con la simpatía de las gradas.

Eso se disfruta durante el show, y, por suerte, no arruina el ambiente en los combates serios de verdad. Empezamos hablando de la lucha entre Cody y su hermano, Dustin Rhodes.

AEW no ha trabajado demasiado las historias que subyacen en los combates de esta cartelera, pero en este caso, no es necesario. La historia entre Cody y Dustin existe desde hace un montón de años. Ambos son hijos de Dusty Rhodes, el Sueño Americano, un hombre que, además de ser Campeón de la NWA, llegó a destacar mucho por su trabajo detrás de las cámaras. Parece ser que Cody ha heredado estas capacidades. Sin duda, Dusty estaría orgulloso de ver lo que han conseguido hacer sus hijos en AEW.

Cody y Dustin son hermanastros, y tienen una diferencia de edad de 17 años de edad. Ambos fueron introducidos muy jóvenes a WWF/WWE por su padre, en storylines en los que hacían de Underdogs, aunque en dos épocas muy distintas. Gracias a esta precocidad y al amor familiar por el negocio, las carreras de ambos van a ser muy muy largas.

A pesar de compartir padre, Cody y Dustin nunca vivieron en familia. Dustin nunca hizo la labor de hermano mayor. Y seguro que debía haber cierto sentimiento de celo entre uno y otro. Porque Dusty trabajaba con Dustin cuando Cody era un niño, así que debía envidiar la relación profesional que había entre ellos. Y, cuando Dusty se retiró, su hijo más joven aún era pequeño, así que seguro que pudo pasar más tiempo con él y con su madre, Michelle, del que pasara alguna vez con Dustin y su madre, Sandra, cuando aún estaba casado con esta. 

Cuando Cody debutó en WWE, Dustin, conocido también como Goldust, no estaba en la empresa. El joven Rhodes tuvo varios personajes de villano, muy buenos todos, y se encontró con Goldust en las distintas idas y venidas que este tuvo en esos tiempos. Al menos, regresó en dos ediciones de Royal Rumble, en las que se enfrentó a la animadversión de su hermanito. Ninguna historia se solidificó entre ellos, hasta que Cody, ahora como babyface, se metió en una rivalidad, en 2015, frente a The Authority, el stable comandado por Triple H, y formado por las fuerzas internas de la empresa. The Game obligó a Rhodes a poner su carrera en juego ante Randy Orton, y fue derrotado.

Pocas historias tan buenas se cuentan en programas semanales de WWE. La semana siguiente, apareció Goldust en escena, que, una vez más, estaba fuera de WWE. Llegó para enfrentarse a Randy, y conseguir que su hermano fuera readmitido. Aunque llevó a cabo un esfuerzo notable, fue derrotado por el Legend Killer, que era muy superior. Así, tanto él como su hermano quedaron fuera de la compañía. 

Pero había un tercer miembro de la familia trabajando para WWE: Dusty. Recordemos que hacía una labor muy importante en la formación de nuevos talentos, en Florida Championship Wrestling, y, después, en NXT. The Authority exigió una humillación por parte del anciano, para conseguir que sus hijos fueran readmitidos. Con todo el dolor de su corazón, realizó tal sacrificio, aunque Triple H exigió más: que recibiera un puñetazo del Big Show. Esté cumplió las órdenes de su jefe, y Rhodes fue noqueado.

Toda esta historia unió a la familia Rhodes como nunca lo había hecho. Cody y Dustin, con su padre en su esquina, se enfrentaron varias veces a The Shield, y salieron triunfantes, tras batallas realmente destacables. Ahí nació una buena pareja, la de Cody Rhodes y  Goldust.

Ambos cuentan que en esa época pudieron afianzar una relación de hermanos que, hasta entonces, no había sido tal. El team evolucionó, y Cody transformó su personaje una vez más, convirtiéndose en Stardust, con la cara pintada, y mallas negras como las de Goldust.

Ese personaje fue oscureciéndose, y devorando al joven Cody. Goldust le advertía sobre eso, y le pedía que volviera a ser él mismo. Pero no fue así, pues el más joven de los Rhodes fue convirtiéndose en un supervillano. La rivalidad entre ambos nació, y creció, de cara a WrestleMania, lo que podía ser el colofón de la carrera de Goldust. Pero WWE les negó esa batalla en el mayor evento de todos. Acabó dándose en Fastlane, y no salió bien.

Cody y Goldust cuentan que siguieron enfrentándose en Live Shows, y que, en estos, las luchas fueron mucho mejores. Pero no irían a WrestleMania, porque WWE no vio dinero en eso. Con su política absurda, Vince se creó enemigos de un tamaño que jamás imaginó, negando rivalidades, para acabar poniendo luchas aleatorias en carteleras. Ya comentaba hace poco Bully Ray que le pasó lo mismo cuando intentó llevar el personaje desarrollado en TNA a la empresa de los McMahon, traicionando a Bubba. Como no le dejaron, ahora está en Ring Of Honor. Y los Rhodes, están en AEW.

Porque a Cody le harían lo mismo un tiempo después. Con su personaje de villano con la cara pintada, se metió en una rivalidad con Stephen Amell, actor que interpreta a Arrow en televisión. Llegaron a verse las caras en un tag team match en SummerSlam (con otros dos hombres que igualmente tuvieron que huir de la empresa, hasta las narices), pero, cuando tenían que prepararse para verse las caras en WrestleMania, WWE no quiso realizar el combate. Amell volvió a luchar hace poco en All In, y es de suponer que hará algo algún día con AEW.

Y aquí estamos. Cody es vicepresidente ejecutivo de All Elite Wrestling, y Goldust ha llegado, tras pedir la liberación de su contrato de WWE, donde no lo usaban desde hace meses. Triple H se apiadó de él, y le dejó ir, para que tuviera unas cuantas luchas buenas antes de terminar su carrera. Vince debe estar muy enfadado con eso.

Los nombres "Cody Rhodes" y "Goldust" pertenecen a WWE. Pero a Cody le está yendo bien con su nombre de pila, y su hermano sí que puede usar el nick "Dustin Rhodes", que ya usó en WCW, donde, recordemos, tuvo luchas realmente buenas. No siempre ha sido Goldust, y sabe luchar mucho mejor de lo que ha podido demostrar con ese pintoresco personaje.

Cody y Dustin retoman su rivalidad. No es WrestleMania, pero es Double or Nothing. Cody está dispuesto a acabar con la carrera de su hermanastro, y jura que este será su último combate. Por la forma en la que pelean, parece que así lo desea.

Cody llega junto a su mujer, Brandi, que realiza un refuerzo rudo genial en los últimos años. El joven Rhodes destruye un trono con un mazo, en clara alusión a Triple H, pues intenta escenificar la caída de WWE. Su hermano, trae nuevo maquillaje: sólo tiene media cara pintada, y es de color rojo. Ya no es Goldust, y aunque hace varios gestos alusivos a ese personaje, los frena, anunciando su desaparición.

La lucha es claramente inferior, atléticamente hablando, a todo lo visto anteriormente en el show. Pero es puro storytelling. No sólo hay spot fests en este PPV, también hay contadores de historias; lo que en wrestling diferencia a los niños de los hombres.

Cody ya no va a intentar ponerse a la altura de los luchadores indy, sino a contar una historia. Dustin tiene 50 años, y, aunque siempre se ha mantenido en buena forma, en los dos últimos años, no ha hecho casi nada. Cody viene a pegarle una paliza, y piensa que será fácil. Sin embargo, se encuentra que Dustin está mejor de lo que parecía, y que todavía tiene ilusión por hacer esto. Cody recibe golpes, mientras el público canta eso de "Todavía lo tienes".

Cody se ve entre la espada y la pared, y recurre a su esposa. Con los ataques de esta y su propio juego sucio, le pone las cosas difíciles a su hermano. También quita un protector de la esquina, y fuerza que Goldust se pegue con el metal. 

Con eso y otros ataques, Dustin sangra como un moribundo. Y encima, se lleva un increíble Spear de su cuñada, que es, por eso, expulsada de ringside. Este momento recibe una gran reacción del público, y esa reacción aumenta, porque quien se lleva a la chica es DDP.

Dustin está rojo, pero no por la pintura, sino por la sangre que brota de su frente a borbotones. El público alucina con eso, pues parece algo de otra época. Ni siquiera su padre sangró tanto, y todo el mundo recuerda las cicatrices que tenía en su frente, producto de momentos como este. Recuerda a las mejores luchas de apuestas del Toreo de 4 Caminos, pues, como en algunas de aquellas sangrientas peleas, Dustin se marea, y apenas puede acertar los golpes.

Cody golpea la frente de su rival, y le aplica una Figura 4. El público grita como Ric Flair, porque no sabe que esta era también la llave favorita de Dusty. En este caso, es especialmente eficiente, porque si Dustin se deja llevar, puede poner su espalda plana, y perder, pero si se incorpora, recibe puñetazos con el puño cerrado de su hermanito. Tiene pocas opciones, pero consigue darle la vuelta a la llave, y llegar a las cuerdas.

Dustin reacciona como una máquina. Le baja los pantalones a su hermano, y le pega con su propia correa en el curro, recordando que él es el mayor, y que tiene que respetarle. Así, llegamos a una parte final con nearfalls, en la que Goldust aplica un genial Superplex, seguido de su finisher, el Final Cut, dos golpes seguidos a la espalda, que no acaban con Cody. Este vuelve a tirar de trampas, aplicando un Low Blow cuando el referee, que por cierto, es Earl Hebner, no mira. 

Tampoco Dustin cae ante la Disaster kick y el Cross Rhodes, ataques mortales para alguien con tanto dolor en su cabeza. Resiste, y es capaz de usar el finisher de su hermano contra él, sin éxito. A estas alturas, las caras en el público son un clamor. Con un nuevo Cross Rhodes, Cody acaba con Dustin.

Tras la lucha, el vencedor tiene bonitas palabras para el perdedor. Le dice que no necesita un amigo, ni un compañero, sino a su hermano mayor. Se abrazan, y hacen las paces, señalando al cielo. Próximamente, harán pareja para enfrentarse a los Young Bucks.

Gran match, y gran postmatch. No es una lucha perfecta, porque la performance de ambos no es tan buena, pero cuentan una historia genial, protagonizando un momento histórico y emocionante. He hablando muchas veces de la importancia de utilizar a una leyenda de manera correcta. Comparar esta lucha de Goldust con la lucha de retiro de Kurt Angle es insultante.

Puntuación: ****1/2

viernes, 22 de diciembre de 2017

Dustin Rhodes vs Dash Wilder, WWE Starrcade 2017



Como decía en el post anterior, WWE ha devuelto a la vida a dos de las principales marcas de WCW, muchos años después de comprar la empresa y cerrarla. Ambos productos están relacionados intelectualmente con un hombre: Dusty Rhodes. Se tratan de Wargames y Starrcade.

Wargames fue un tipo de lucha mítico, y como dijimos ayer, WWE lo ha resucitado con bastante éxito. Ya veremos cómo funciona en el roster principal. Hace mucho tiempo que WWE no inventa un nuevo estilo de combate, así que le viene bien tirar de las marcas clásicas. ¿Hará lo mismo con las World War 3? Sería complicado, por el nombre, teniendo en cuenta la situación con respecto al terrorismo a raíz del 11S; y porque siempre resultaba ser un poco coñazo. Pero molaría ver a 60 tíos en 3 rings en 2017.

Otra cosa que WWE ha recreado en 2017 ha sido Starrcade. Mucha gente le ha dado el mérito de su creación también a Dusty, aunque hay distintas opiniones. Meltzer ya ha informado de que el proceso de creación fue mucho más amplio que la idea de un simple tipo, y de que, en cualquier caso, ese tipo no sería Dusty. Pero desde luego desempeñó un papel crucial, detrás de las cámaras, y delante.

Starrcade podría considerarse el WrestleMania de WCW. Pero es más antiguo que el PPV de Vince. Se trata de un evento anual que crearon la NWA y la Jim Crockett Promotions, en el que se daban cita los luchadores más importantes de las ligas que estaban bajo la National Wrestling Alliance. Por supuesto, la JCP era la más importante de todas. El título de la NWA siempre estaba en juego, y Ric Flair comenzó a forjar su leyenda, apareciendo en el main event de las 7 primeras ediciones. Se dice pronto.

En el 83, todavía no existían los PPVs, al menos en el wrestling. Por tanto, las primeras ediciones se retransmitieron por circuito cerrado, que es lo que se hacía entonces. Pero, con la venta de JCP a Turner, Starrcade se convirtió, verdaderamente, en el gran PPV anual de WCW. Por supuesto, así como otros grandes main events, como el Vader vs Flair, o el Savage vs Flair, en los main events de Starrcade pudimos observar como WCW se venía abajo, con el Hogan vs Piper, Hogan vs Sting, en el que la gran historia de NWO debería haber llegado a un apoteósico final, pero no fue así; Goldberg vs Nash, en el que Goldber perdió su racha... para nada; o el Bret Hart vs Goldberg, en el que el canadiense acabó lesionado para siempre. En la última edición, en diciembre del 2000, Scott Steiner se enfrentó a Sid Vicious, lo que es una prueba del estado en el que se encontraba la compañía por entonces.

En 2017, de nuevo en enero, WWE ha realizado un Starrcade en el mismo estadio en el que nació, y en el que tuvo sus primeras ediciones: el Greensboro Coliseum de Greensboro, Carolina del Norte. Y hubiera sido interesante verlo televisado, porque durante el año vemos un montón de PPVs que apenas se diferencian unos de otros, mientras que este, al menos, tenía algún factor diferenciador. Sobre todo, era un homenaje a los Starrcade clásicos, con apariciones estelares de viejas leyendas como Arn Anderson o Ricky Steamboat. Pero, además, hubo un homenaje a Dusty Rhodes.

Como parte de homenaje, tuvimos una lucha de su hijo mayor, el gran Goldust, que en esta ocasión, aparecía con su nombre clásico: Dustin Rhodes. Y también con su música, y el sobrenombre que utilizaba en sus primeros años en WCW, "The Natural". Asimismo, iba vestido de vaquero, como el personaje que utilizaba cuando volvió a la empresa, en sus últimos años, cuando era llamado "The American Nightmare", como su hermano ahora.

Así, después de un vídeo sobre Dusty, Dustin se enfrentó a Dash Wilder. Aunque no se televisó, he podido ver ese combate en Youtube. Es una lucha muy corta, muy estándar para live show. Wilder le niega la mano a Dustin, y le ataca por la espalda, usando algunos buenos golpes, y varios candados. Todo muy old school, como manda la ocasión. Dustin tiene su comeback, incluido un poderoso Power Slam, y termina el combate con un Bulldog. Poca cosa, pero me apetecía compartir el momento histórico.

Puntuación: **1/2

sábado, 25 de junio de 2016

Sting's Squadron vs The Dangerous Alliance, WCW WrestleWar 1992




Seguimos hablando de Sting, que se retiró como Hall of Famer en 2016. La siguiente lucha suya que he visto es una de sus dos grandes Wargames, la de WrestleWar 1992, cuando lideró al Sting's Squadron para enfrentarse a la Dangerous Alliance de Paul heyman.

En el especial de Dusty Rhodes del año pasado, ya comenté la Wargames original. No estaba mal, 4 estrellazas, pero lejos de la casi perfección que opinan casi todos que le caracteriza. Y en esta del 92, como pasa con la del 91 en la que también està Sting, sí que hay unanimidad en que es perfecta.

Pero yo estoy muy lejos de esa opinión. Todavía no consigo saber por qué la gente ama tanto las wargames, si a mi me aburren mucho, a pesar de que soy consciente de sus puntos fuertes, estos no me parecen lo suficientemente grandes como para dar notas de 5 estrellas.

En esta, la considerada mejor WarGame de la historia, se enfrentan El Sting's Squadron, liderado por el campeón mundial Sting, frente a Dangerous Alliance, el grupo de rudos que dirigía Paul E. Dangerous, el gran Heyman. Es una confrontación entre los mejores faces y los mejores heels de la empresa, que estaban liados en rivalidades y batallas entre sí. En el equipo de Sting, acompañaban al Icon el joven Dustin Rhodes (Goldust), el legendario Barry Windham, que era compañero de Tag del anterior, Ricky the Dragon Steamboat, y Nikita Koloff, quien volvía a la empresa después de dos años fuera. Por su parte, La Dangerous Alliance era un stable resucitado en Halloween Havoc 91, por Rick Rude, quien también volvía a la WCW, y tendría grandes rivalidades con Steamboat y Sting; Arn Anderson y Larry Zbyszko, quienes estaban manteniendo una rivalidad con Rhodes y Windham; Steve Austin y Bobby Eaton. También estaban en el stable el mencionado Heyman y Madusa. Estos dos últimos no participan en la pelea, pero juegan su papel en ringside.

La lucha es una batalla caótica, en la que comienzan Austin y Windham, rompiéndose la cabeza, llenos de sangre. Pronto entra Rick Rude, dando la ventaja al grupo de los rudos, hasta que entra Steamboat, con una gran ovación del público y un gran espíritu de guerrero, pone a los malos en su sitio.

La lucha sigue así siempre. Cada vez que entran los malos, tienen ventaja, y cuando entran los buenos, igualan la cosa. Está bien hecha, se usa bien la jaula, y el público está a tope. Pero no infiero yo de esto que la lucha sea perfecta. De hecho, es igual que la otra Wargame que comenté, siempre son iguales. Me aburre, porque es una mezcla de los dos tipos de peleas más aburridas que existen: las battle royals y los handicap matches. 

No es hasta que están todos los guerreros en el ring cuando ya se puede hacer rendir a alguien. La victoria por pinfall no está contemplada. Madusa se sube al ring, perseguida por Sting, antes de que este entre, para pasarles un destornillador a sus compis. Estos, lo usan para desarmar el ring y pegarles a los buenos con el metal, como si no hubiera ya suficiente sangre por todos lados. Pero Sting les roba el metal y hace rendir a uno de los malos para acabar la lucha.

Sí, me parece que es muy buena y eso... Pero no para tanto. Aunque suene a blasfemia.

Puntuación: ****