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sábado, 12 de febrero de 2022

Eric Bischoff vs Shane McMahon, WWE SummerSlam 2003


Especial WWE Hall of Fame 2021

Tras hablar en el último post sobre Molly Holly, hoy continuamos con el especial sobre el Salón de la Fama de WWE en su edición de 2021. Es el turno de una figura de autoridad, dentro y fuera del kayfabe: Eric Bischoff.

En 2020, recibieron el honor los miembros de la NWO, y ya decía yo entonces que quizás Eric merecía estar entre los honrados, o lo merecía al menos en mayor medida que Sean Waltman. Parece ser que WWE así lo opinó también, pero algo impidió que Bischoff formara parte del grupo seleccionado entonces. No obstante, aprovechando que la ceremonia de 2020 se tuvo que aplazar, finalmente se hizo justicia: Bischoff forma parte del Hall de la Fama 2021. Entiendo que a muchas personas no les haga gracia la figura de este señor, pero es innegable su relevancia dentro de la industria, y creo que esa es la única condición necesaria para recibir un anillo.

Eric Bischoff pasará a la historia por ser el presidente de WCW, y por haber revolucionado el mundo del wrestling con sus ideas y su ambición. Empezó en el mundillo pronto, siendo comentarista y booker de AWA, y posteriormente fue firmado por la WCW de Turner para realizar esa misma labor. Sin embargo, esta empresa, comprada a Jim Crockett con ánimo monopolista en el ámbito televisivo, no estuvo en primera instancia a la altura de alguien como Vince McMahon, que tenía una intención monopolista aplicada, precisamente, al wrestling, lo que le hacía mucho más eficaz. Eric siempre se mostró ambicioso, y por eso llegó a ocupar el cargo de presidente en la empresa. A través de ese cargo, y chequera en mano, consiguió firmar a los luchadores más importantes del mundo, y llevar a cabo el storyline más recordado de todos los tiempos, que condujo al wrestling a un grado de popularidad nunca antes visto, y nunca después repetido. Unos años después, no obstante, el truco perdió interés, y el gasto que implicó montarlo resultó excesivo, llevando a la empresa a la quiebra. Un sistema no escalable explota, tarde o temprano. Gastar el dinero de otros es fácil, pero no generarlo.

Pero el tío no se mantuvo detrás de las cámaras. En primera instancia, hizo la labor de comentarista, pero el éxito se le subió a la cabeza, y se empeñó en convertirse en una de las estrellas del show. Si bien al comenzar la historia de la NWO, recibió ataques de sus fundadores, pronto se reveló miembro del equipo, agarrando el micro cada vez que tenía oportunidad, y luchando en combates. En este blog hay algunos de ellos.

Una vez hundida WCW, acabó firmando por WWE, no como directivo, sino como actor. Fue General Mánager de Raw, y volvió a participar en storylines importantes, así como en varios combates, incluyendo el que trataremos hoy: aquel en el que se enfrentó a Shane McMahon. Continuó en su cargo hasta finales de 2005, y después de eso, estuvo desaparecido, más allá de un par de apariciones, hasta que fue despedido de WWE en 2007.
 

En 2010, TNA comenzó a emitir en directo los lunes por la noche, para hacerle la competencia a RAW, y con este ambicioso plan, contrató a mucha gente cara, como el propio Bischoff o Hulk Hogan, que tenían roles diversos. Como resultado, estos tipos se llevaron una nueva empresa por delante. TNA se fue al carajo debido a las pérdidas, si bien fue rescatada por nuevos inversores, y hoy es una cosa muy distinta a lo que fue hasta entonces.

A estas alturas, los fracasos de Bischoff ya superaban a sus éxitos. Escribió libros, presentó podcasts, y apareció en documentales, pero parecía imposible que volviera a tener un rol importante en la industria. No obstante, en 2019, cuando WWE firmó con Fox para la emisión de Smackdown y se encontró con dos programas de gran inversión, la empresa decidió tener a dos figuras destacadas presidiendo cada uno de los proyectos: Eric Bischoff y Paul Heyman. Yo me emocioné con este concepto, porque pensé que los shows de la compañía podrían, de esta manera, cambiar un poco, y dejar de ser tan conservadores como lo han sido durante los últimos años. El resultado de esto fue un nuevo fracaso, porque Eric duró unas pocas semanas en el cargo: no hizo nada. De todos modos, Vince acabó despidiendo también a Heyman, y a todo el que le tosiera: dirigirá cada programa de la empresa hasta que muera.

En 2020, Bischoff tuvo un par de apariciones en AEW, y en 2021 se le concedió el ingreso al Hall of Fame. Él no es un luchador, así que, en principio, su biografía sigue viva: puede hacer las mismas tareas que llevaba a cabo en 1995. No sé, eso sí, si alguien volverá a confiar en él alguna vez para un puesto de responsabilidad, visto el expediente, pero todo es posible.

En lo que respecta a este artículo, no queda más que revisar una lucha suya, tal y como requiere el formato del blog. Si bien Bischoff está muy unido al concepto de WCW, he elegido un combate que tuvo lugar en un programa de WWE, para empezar, porque esto es un especial sobre su entrada al Salón de la Fama de WWE, y para terminar, porque creo que es de lo mejorcito que ha hecho encima de un ring: no hay mucha competencia. Él nunca se preocupó demasiado por aprender a luchar.

La pelea tiene lugar en SummerSlam 2003, durante el cargo de Bischoff como GM. Bischoff había despedido a Steve Austin, pero este fue nombrado co-GM por Linda McMahon, que recibió el acoso de Eric. De hecho, este la intimidó y la besó, que es algo que hoy en día consideraríamos violación. Obviamente, su hijo no se estuvo quieto; Shane había estado peleando con el monstruo rojo Kane, y este lo dejó KO tras aplicarle un Tombstone sobre las escaleras de metal durante una lucha en RAW frente a Bischoff. Eric se vio ganador, y se vengó de Shane, indignado por el hecho de que este se quedara la propiedad de WCW tras la venta de la empresa. Pero su alegría duró poco, porque Austin anunció el regreso de Shane para la mayor fiesta del verano, SummerSlam, donde se vería las caras con nuestro protagonista de hoy.

La lucha que mantienen entonces en puro storytelling; más un segmento que un combate, pero de esos que incluye personalidades muy marcadas, y por tanto, atraen mucho a los aficionados. Eric Bischoff es un tipo bastante asqueroso, en kayfabe, y fuera de él, así que todo el mundo quiere que se lleve una buena paliza.

Y parece que así es en primera instancia. Eric va vestido de karateca, porque es un idiota y se cree un Cobra Kai, pero Shane se lanza contra él con sus puñetazos falsos. Le ataca sin oposición, hasta que, por la espalda, recibe un sillazo de Jonathan Coachman. El Coach, que hasta poco antes estaba realizando entrevistas a los aficionados, se demuestra rudo, apoyando a Eric para que este consiga ganar su combate. Lo cierto es que Coahman nunca me pareció un luchador de verdad, pero en esta época lo parece, al menos físicamente.

En principio, el referee, Robinson, quiere decretar la descalificación, mas Eric, en tanto que General Manager, convierte la lucha en un Falls Count Anywhere, y por tanto, no hay dq posible. Jonathan sujeta a Shane, para que Bischoff le pegue sus estúpidas patadas de adolescente que estudia defensa personal para que no le hagan bullying en el cole. Esto sigue así hasta que aparece Steve Austin. Este hombre, en este momento, está ya retirado, en base a una supuesta lesión de cuello, si bien es cierto que, con los años, admitiría que fue una pataleta para no tener que verse derrotado por nuevas estrellas como Brock Lesnar. Por esto mismo, no tiene ningún problema para realizar confrontaciones físicas. Coahman le recuerda que, legalmente, no puede tocarle si él no lo hace primero, pero Shane lo empuja contra Stone Cold, dándole una excusa a este para poder darle un palizón. Tanto él como Bischoff se tragan una Stunner.

Pero Shane no ha tenido suficiente. Coloca a su oponente encima de la mesa de comentaristas hispanos, y salta desde la esquina, para destrozar a su rival y llevarse la victoria. Para finalizar, celebra junto a Austin bebiendo cerveza del Mercadona.

En fin, no hay mucha lucha en esta lucha, pero es un trozo de storyline que deja satisfecho al público. Buen ataque final del aún joven McMahon.

Puntuación: **1/2

miércoles, 2 de febrero de 2022

30 Men Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2022



Vamos a revisar las dos batallas reales del evento Royal Rumble 2022 de WWE. En ambas, hay sorpresas y ganador final relativamente inesperado. Empezamos por la edición masculina.

Esta edición tiene varias cosas interesantes, si bien creo que no es muy buena en términos de puesta en escena. De hecho, la primera mitad de la misma (o dos tercios, si se quiere) resulta bastante insoportable. Un año más, WWE no se ha dignado a escribir historias para que tengan lugar a lo largo de la hora de pelea; se ha conformado con llenar el ring de tíos en gallumbos, algo que era interesante cuando existían los personajes de verdad, mientras que ahora, como todos los luchadores son más o menos iguales, no hay demasiado que rescatar.

Y ni siquiera hay leyendas del pasado que hagan apariciones especiales, algo imprescindible para prender la llama en este tipo de acontecimientos. Sí que los hay en la versión femenina; entiendo que, tras las olas de despidos de los últimos meses, la empresa ha vuelto a su estado de 2017 en lo respectivo al roster femenino. Por eso esa batalla resulta mucho más entretenida que esta. En la versión masculina, gozamos de la aparición de dos estrellas de la farándula (algo es algo) y un final un poco más brillante.

Styles quería celebrar que han pasado 4 años desde su debut, precisamente en Royal Rumble. En esta ocasión, sale con el número uno, y es el protagonista de los primeros minutos de pelea, si bien acaba siendo expulsado del ring de manera irrelevante. El segundo gran protagonista es el enorme Omos, que entra para limpiar un poco el ring, pues este estaba lleno de Don Nadies (meter tag teams en RR es una política que siempre resulta decepcionante para el público). Pero antes de eso, vemos entrar al ring a Johnny Knoxville, un personaje televisivo famoso en USA, creador de Jackass. Se pelea con Sami Zayn, pero acaba recibiendo finishers de varios luchadores, para ser eliminado por el Helluva Kick de El Genérico. Nada más ocurrir esto, el canadiense es expulsado asimismo por Styles.

Como decíamos antes, Omos aparece para causar el caos, sacando fuera a varios rivales. Parece invencible, mas la entrada de Chad Gable resulta fatal para su causa. Con su inteligencia superior, une a todos los luchadores en contra del gigante, que es rematado por su antiguo mentor, el propio AJ. Así acaba la amenaza de Omos. Esto resulta lo más interesante de cuanto ocurre durante la primera mitad de la pelea.

Los minutos pasan, algunos luchadores entran, y otros salen. Cuando Madcap Moss y Happy Corbin se juntan, consiguen hacer daño en equipo. y eliminar a luchadores como AJ. La cosa se anima un poco cuando llega Drew McIntyre, tras vencer a su lesión, y derrota a los dos payasos en cuestión. Por si acaso, les pega una buena paliza también fuera del ring.

Durante años, hemos dicho que resultaba increíble que los spots al límite de Kofi Kingston siempre salieran bien en el Rumble. Pues bien, el de este año sale mal. El luchador es lanzado fuera por Sheamus (creo), y se engancha a la barrera de protección. Pero la caída es demasiado fuerte, y sus pies tocan el suelo un instante. Es imposible verlo a simple vista, y WWE podría haber defendido que no había tocado, si no hubiera ofrecido una toma en la que se viera todo. Pero toca, y WWE sigue sus reglas: Kofi es eliminado nada más llegar, sin ofrecer su locura anual. Otra cosa mal.

El aburrimiento continúa, hasta que se anima un poco con la llegada de Bad Bunny, quien ya participara en Wrestlemania, con buenos resultados. Una vez más, aplica varios movimientos a la perfección, y se apoya en un hispano hablante, Rey Mysterio, para permitirle aplicar un 619. En lugar de la habitual aparición sorpresa que no aporta nada, Bad aguanta en el ring un buen rato, lo que tiene su mérito. También lanza fuera a Sheamus y Dolph Ziggler, que 15 años después, sigue aquí, no haciendo nada.

Los tres últimos participantes continúan con el gran trabajo de Bunny para animar la pelea. Con el 28 llega inesperadamente Shane McMahon, que se encuentra con un clásico rival: Kevin Owens, y lo elimina. Con el 29 entra Randy Orton, que tras 20 años peleando, sigue generando una reacción del público enorme (quizás la mayor de la noche), y entra para hacer equipo con su amigo Riddle y eliminar varios rivales con diversos RKO. Con el 30 entra Brock Lesnar, y el estadio se viene abajo.

Lesnar llegó a este show como Campeón de WWE, pero perdió el título ante Bobby Lashley, debido a la interferencia Roman Reigns. Ahora que lo vemos aquí, sabemos lo que significa: el capítulo final de la rivalidad entre ambos en el mayor evento del año. 

Entre pitos del respetable, Lesnar elimina a Orton, y aplica F5 al pobre Bad Bunny. Por eso aguantaba tanto el... ¿cantante?, para recibir el mayor ataque del mundo, algo que, supongo, se repetirá mucho en televisión. Lesnar continúa con la destrucción, hasta que se queda solo frente a Drew.

La verdad es que el final no es muy dramático: carece de emoción, tal y como ocurre en la batalla femenina. Estos dos tipos, que ya se vieron las caras en WrestleMania, se enfrentan, y la victoria se va para La Bestia, sin excesiva dificultad. Así termina un Royal Rumble aburrido como ninguno, pero un poco mejor en su parte final. A partir de la salida de Bad Bunny, pasan muchas cosas.

Puntuación: ***1/4


lunes, 26 de abril de 2021

Braun Strowman vs Shane McMahon, Steel Cage Match, WWE WrestleMania 37



Especial WrestleMania 37

Seguimos hablando sobre WrestleMania 37, el gran evento de WWE en 2021. La lucha que hoy toca comentar es una muy propia de este tipo de shows, la que mantienen Shane McMahon y el monstruoso Braun Strowman.

Shane es un tipo que genera división de opiniones. Hay mucha gente que lo odia, por su forma de luchar, estimo. Pero yo creo que es el tipo de luchadores que son marca de la casa de WWE, y que son imprescindibles para que una empresa como esta mantenga su esencia, pues siempre está metido en storylines, esto es, no lucha por luchar, no compite, cuenta historias, y el storytelling es lo que define a WWE, y lo que diferencia a esa empresa del montón de luchas aleatorias que se hacen por el mundo. Shane, aunque a la hora de la verdad no pueda mantener un combate de 5 estrellas, es, junto a The Miz, uno de los pocos luchadores que quedan que pueden generar narrativa, que pueden contar historias y justificar el interés de un combate, siendo este interés totalmente indiferente de las expectativas luchísticas: la gente quiere que llegue su próximo combate, para ver cómo le pegan una paliza, y en eso consiste el wrestling, y no en las valoraciones.

Shane estuvo fuera un tiempo, y volvió a televisión en plena pandemia, para ser el presentador de RAW Underground, una idea propia que quería mostrar algo distinto, una lucha más shoot, más realista y con luchadores menos conocidos. Eso no le interesó a nadie, porque la gente sólo quiere ver a estrellas, y se canceló, pero comenzó una historia entre Shane y Strowman quién, a pesar de no saber ni lo que es la lucha shoot, apareció en RAW Underground para atacar a todo el mundo.

Con el tiempo, Shane y Braun se volvieron a encontrar, y el gigante se sintió humillado por los juicios sobre su inteligencia que realizó el heredero del imperio McMahon. Fue atacado y humillado y, cuando tuvo que pelear con Shane, no pudo hacerlo, porque este fingió una lesión. Esa lucha, que estaba prevista para Fastlane, acaba formando parte de la cartelera de WrestleMania, que, obviamente, era el objetivo desde el principio, Como digo, es un combate, este, perfecto para WrestleMania, con mucho storytelling detrás, y en el que, por fin, después de muchos años sin historias, Braun puede contar algo a la altura de su personaje. Los tipos como Shane y como The Miz son los que forman a los grandes héroes.

Braun decide que la lucha sea una Steel Cage Match, que creo que es la primera en WrestleMania desde WrestleMania 2, cuando tuvo lugar el main event titular entre Hulk Hogan y King kong Bundy. En este caso, Braun quiere tener a Shane a tiro, y lejos de sus secuaces, Elias y Jaxson Ryker, que, no obstante, tienen su papel en el combate.

Braun es demasiado poderoso para McMahon, pero este aprovecha su poder en la empresa, para preparar trampas por todas partes. Usando objetos, le hace mucho daño en las piernas, y eso le da más oportunidades para huir, que es su objetivo. No lo logra, y prueba otras estrategias, porque tiene más objetos guardados, para partirle la cabeza a su oponente con ellos. Incluso utiliza un gran Coast to coast, pero su rival es mucho rival.

También sus aliados forman parte de su estrategia. Intentan ayudarle desde fuera, subiéndose en la jaula, pero son expulsados por Braun. Shane celebra, pues está bajando por la parte exterior de la estructura, pero el barbudo le agarra los dedos desde el interior, y revienta la jaula para meterlo para dentro. Lo lanza contra el metal, y lo tira desde la parte superior, una caída muy alta. Braun termina la función con su Running Powerslam. Victoria para él.

Como digo, este es el tipo de luchas que debe haber en un WrestleMania, y las que hace Shane cada vez que está presente en el magno evento: una historia bien trabajada, que crea audiencia en televisión e interés por ver una gran venganza en el PPV, y que, en este, presenta un combate que no es enorme en términos de lucha, pero que tiene una parte de storytelling narrativamente notable. Buen producto, y buena lucha, aunque no muy buena.

Puntuación: ***1/4

domingo, 21 de julio de 2019

The Undertaker y Roman Reigns vs Shane McMahon y Drew McIntyre, WWE Extreme Rules 2019



Parece que la posición en la dirección creativa de Paul Heyman comienza a notarse en los programas de WWE, y, sobre todo, en Monday Night Raw. No hay grandes revoluciones; tan solo, trabajar las historias de una forma consecuente, aprovechando el inmenso talento existente. Es lo único que hace falta para ver una cartelera y notar que no es como antes; que hay luchas y combinaciones muy interesantes.

Styles vs Ricochet, Black vs Cesaro, Balor vs Nakamura... todo suena bien para cualquier amante del wrestling. Y, dentro del estilo WWE, Lashley y Strowman se ponen en modo monstruo para luchar en la manera en que sus personajes demandan. Además, tenemos a Taker.

Undertaker se enfrentó, hace unos meses, a Goldberg, en Arabia Saudí, y la cosa no salió bien. El exWCW se partió la cabeza, provocando, con ello, algunos errores durante el match.

La gente en Internet empezó a gritar que los dos luchadores están viejos, que deberían retirarse. Porque es gente mediocre, y si algo les sale mal, huyen con el rabo entre las piernas. Y piensan que grandes leyendas, hombres de éxito, como Undertaker y Goldberg, van a hacer lo mismo.

Yo opiné en ese momento, que deberían hacer justo lo contrario: luchar lo antes posible, y resarcirse, de tal manera que esa sensación no perdure. Eso ha hecho Undertaker, y eso piensa hacer Goldberg, según sus propias palabras.

Undertaker está en muy buena forma. Adelgazó bastante, se operó de sus dolencias, y descansó. Se le ve un poco más joven, y se ha puesto una camiseta que hace lucir mejor sus músculos. Su trabajo en Extreme Rules es bastante bueno, haciendo pareja con Roman Reigns para enfrentarse a Shane McMahon y Drew McIntyre.

Porque Roman estaba siendo atacado por ambos en un programa de Raw. Para sorpresa de todo el mundo, ya que absolutamente nadie esperaba su aparición, las luces se apagaron, y El Enterrador hizo acto de presencia. Cortó el Coast to Coast con el que Shane pretendía atacar al Big Dog, y se libró de ambos adversarios. Taker siempre tuvo un cariño especial por el hijo de Vince, pero ahora ve que ha sido devorado por el ego, y viene a destruir su alma.

Es importante, por cierto, detenerse a hablar sobre el caso Shane McMahon.

Shane volvió a WWE hace unos años, para ser un babyface muy querido. Siempre lograba muy buenas reacciones. Pero, en Crown Jewell, de una forma un poco rara, ganó el torneo Best in the World. Tras eso, y mediante una gran historia con The Miz, se pasó al bando rudo, consiguiendo reacciones realmente negativas.

Shane no es un gran luchador, pero está consiguiendo que todos sus combates importantes sean realmente buenos, porque es un muy buen contador de historias. Y, ahora, se encuentra en un estado realmente interesante, en ese sentido.

Porque es un rudo muy rudo. Y la gente le quiere fuera, por esa rudeza. Pero, no sólo los seguidores más generales, que le odian por su personaje heel, sino también los fans del wrestling, que piensan que le está quitando tiempo en pantalla a luchadores de verdad.

Por supuesto, merece ese tiempo más que luchadores de mucho más talento que él, porque está provocando reacciones mucho mayores que la mayoría de ellos. Y, en el wrestling, como en todo, lo más importante es conseguir que, lo que ocurre, le importe a la gente, que no sea un espectáculo atlético aleatorio entre hombres olvidables.

Pero aquí coinciden el odio provocado por el Kayfabe, con el odio provocado por la realidad, por el hecho de que Shane tenga más tiempo en pantalla que nadie. Así que WWE hizo algo bueno que hace a veces: fusionar ambas cosas. Mediante una presunta pipebomb de Kevin Owens, a quién quieren vender como un nuevo Stone Cold, se señaló que Shane le quitaba tiempo en televisión a luchadores que lo merecían mucho más que él. 

De pronto, los fans del wrestling se sintieron identificados con la promo de Kevin, la entendieron como una crítica que él hacía a WWE, como una defensa de los pobres. Pero, por supuesto, era una promo ideada por WWE, que metió a los fans enfadados por lo que no era kayfabe, en el kayfabe. Y ni siquiera se dieron cuenta. No es que WWE no conozca la opinión de los fans, es que lleva toda la vida utilizando las cosas que gustan y las cosas que no gustan, en su favor, porque, tanto unas como otras, atraen audiencia. Lo que no genera nada es la indiferencia.

Se ha dicho que poner a McIntyre junto a Shane es una forma de restarle importancia, de convertirlo en su perro. Pero lo que está haciendo es heredar el odio que provoca el otro, como en los tiempos de los buenos mánagers. Por eso, Drew está creciendo mucho. Ahora es alguien.

Así llegamos a esta lucha en Extreme Rules, que es colocada en el opener del evento, por algún motivo. Supongo que quisieron separarlo bien del colofón del show, en el que Brock Lesnar cobra su Maletín de Money in the Bank, para volver a ser Campeón Universal. Espero que, esta vez, no tenga el título secuestrado mucho tiempo.

En este opening, se podría pensar que Taker está en un Tag Team Match para estar protegido y que no se noten sus carencias, pero no es así. Está muy activo, recibe todo tipo de golpes, y aplica su arsenal habitual. Roman comienza atacando, y aplica un par de estiramientos al brazo de Shane, para dar el relevo al Enterrador, que siempre comienza con ese tipo de movimientos a la extremidad superior. La gente explota cuando ve a Taker en acción, y este, por supuesto, ataca el brazo de Shane, acabando con un Old School. Tras eso, se enfrenta a Drew, y lo lleva a uno de sus sitios favoritos: el borde del ring. Allí, aplica su legendario Leg Drop.

La lucha es un No Holds Barred, aunque no lo parezca, porque esto es Extreme Rules. Recordemos que, en sus orígenes, este PPV era para luchas extremas, y luego pasó a ser, simplemente, un PPV en el que todas las luchas tenían una estipulación especial. En ese sentido, debería llamarse Rules, en lugar de Extreme Rules. Desde hace un tiempo, ya tan sólo unas pocas luchas de la cartelera tiene reglas que no sean habituales, así que es un evento bastante parecido a los demás en ese sentido.

En la primera parte de la contienda, esto parece un Tag Team Match normal. Roman es dominado durante unos pocos minutos por el trabajo de los dos rudos, mientras Undertaker se mueve de un lado a otro en su esquina, como un tigre nervioso.

El Enterrador consigue el Hot Tag, y barre la casa. Prepara la mesa de comentaristas para un Last Ride, pero aparece Elias, aquel que fue humillado por Taker en el Raw posterior a WrestleMania, y le parte la guitarra de cartón en la espalda. Esto se convierte en un 3 vs 2, así que la cosa se complica para los dos héroes. Elias y Drew colocan a Taker en la mesa, para que el también veterano Shane vuele desde la esquina, con su Flying Elbow. Muy buen ataque.

Los palmeros de Shane le colocan al anciano Taker en la esquina, con su respectivo cubo de basura, para que el Best in the World aplique el Coast to Coast. 

Roman sigue siendo anulado por Drew y Elias, así que, en gran medida, este combate se lo hace solo Undertaker, que es lo último que uno esperaría. A pesar de los ataques recibidos, resucita como en sus mejores tiempos, aplica ChokeSlam sobre Elias y Shane, y aprovecha un Spear salvador de Roman sobre McIntyre, para rematar a McMahon con el Tombstone.

Un muy entretenido combate, brawl con storytelling al más puro estilo WWE, con un Taker que venía aquí a demostrar que no está acabado, y lo hace con creces. Tras su dieta, su cardio, principal problema en años anteriores, parece haber mejorado enormemente.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 17 de abril de 2019

Triple H, X-pac, Road Dogg y Billy Gunn vs Steve Austin, Shane McMahon, The Rock y Kane, WWF Smackdown 11/11/1999




Seguimos hablando de D-Generation X, uno de los stables más importantes de la historia del wrestling, que ha sido el principal exaltado de la edición 2019 del Salón de la Fama de WWE. 

En el primer post dedicado al grupo, hablamos de la creación del mismo. Entonces, el líder era Shawn Michaels, que, en esa época, dio algunas luchas muy destacables, siendo la comentada, frente a Undertaker, la más recordada. Pero, en general, cuando hablamos de combates del stable como equipo, es difícil encontrar algo medianamente reseñable.

Bret Hart dejó WWF tras el Montreal Screwjob en Survivor Series 1997, con lo que HBK se convertía en la estrella principal de la empresa, sin oponente a su altura. Pero, en otro gran combate frente a Undertaker en Royal Rumble 1998, el Chico Rompecorazones se lesionó de gravedad, quedando fuera de la empresa por años.

Eso sucedió en el peor momento en la historia de la WWF bajo el mandato de Vince Jr. Pero, de una crisis como esa, nació una gran oportunidad. McMahon se tuvo que sacar nuevas estrellas de la manga, y el resultado fue un push para gente como Steve Austin, The Rock, o el compañero y amigo de Shawn Michaels, Triple H. El peor momento de la historia de la empresa se convirtió, así, en el mejor momento de su historia.

En WrestleMania 14, Shawn perdió el WWF Championship frente a Steve Austin, ganador del Rumble 98. Como referee especial, estaba Mike Tyson, nuevo miembro de DX, que traicionó al equipo al final de la lucha. Tras esto, Michaels estaría fuera de los encordados durante 4 años.

En el programa de Monday Night Raw posterior a WrestleMania, Triple H se despidió de Shawn, convirtiéndose en el nuevo líder de DX. En el kayfabe, fue el ataque de Tyson el que dejó fuera de acción a HBK, aunque ya sabemos que no fue así.

HHH, junto a Chyna, presento a la nueva versión de DX, la DX Army, haciendo referencia a The Kliq, el grupo de amigos  que había dominado el backstage de WWF años antes. Un miembro de este grupo, X-Pac, volvía a la empresa para formar parte de este stable, tras ser despedido de WCW, donde, junto a otros dos miembros de The Kliq, Kevin Nash y Scott Hall, había formado parte de la NWO. Waltman aprovechó para insultar en antena a Hulk hogan y Eric Bischoff.

Además, en el main event de esa noche, los World Tag Team Champions, los New Age Outlaws, se enfrentaban, dentro de una jaula, a Mick Foley y Terry Funk, con los títulos en juego. Cuando Mick estaba a punto de escapar de la celda, llegaron los DX, para atacarle con una silla. Eso posibilitó que Billy Gunn y Road Dogg, mantuvieran las correas en sus cinturas, y se declararan miembros del legendario grupo.

Así se formó esta segunda versión de D'Generation X, que comenzó, claramente, como un equipo Heel, pero que se fue haciendo con el cariño del público, por su carácter de antihéroes bromistas. Y, es que, en esta época, protagonizaron algunos de los segmentos más icónicos de la agrupación.

El 27 de abril de 1998, los 5 miembros de DX se subieron a un tanque, se fueron a las inmediaciones del estadio en el que se celebraba Monday Night Nitro, y empezaron a montar bronca, con un megáfono, entre los aficionados. WCW les cerró las puertas, así que no pudieron entrar al estadio, pero fue bastante guay.

El 11 de mayo de 1998, los chicos volvieron a la carga. Se montaron en el tanque, y se plantaron en las oficinas de CNN. Obviamente, la seguridad del edificio no les permitió entrar, pero fue, de nuevo, gracioso verlos allí, y humillante para la WCW. Dos semanas después, se presentó un vídeo en el que, durante un evento de WCW, se podía leer en el cielo "HEY, WCW Suck it. DX Rules", aunque, en realidad, fue un montaje hecho por computadora, no muy bueno.

Aparte de hacer el tonto de esta manera, durante el año 1998, los miembros del equipo ganaron varios títulos, y estuvieron envueltos en diversas rivalidades. Tuvieron muchas luchas, por ejemplo, con los miembros de Nation of Domination, grupo de hombres, principalmente afroamericanos, liderados, entonces, por The Rock. En otro segmento famoso, emitido el 6 de julio del 98, Triple H y compañía se disfrazaron de los miembros de ese otro stable, burlándose de ellos de manera muy cómica.

En 1999, empezaron a ocurrir cosas en el grupo. Miembros salían, otros entraban. Finalmente, la cosa se acabó cuando Triple H se unió a The Corporation. Aunque hubo intentos de reconstruir el grupo, todo fue muy residual a partir de ahí.

En cuanto a luchas, quería ver alguna en la que estuvieran todos los miembros. Pero, que yo sepa, no hay ninguna significativamente buena. Me he quedado con una un poco aleatoria, pero que es el primer Survivor Series Match en la historia de Smackdown.

Esta lucha es previa a Survivor Series 1999, evento en el que, teóricamente, debían enfrentarse Triple H, The Rock y Steve Austin en una Triple Amenaza por el WWF Championship, aunque, finalmente, este último fue sustituido por Big Show, porque fue... atropellado. Maravillas de la Era Attitude.

En el programa anterior de Smackdown, show que contaba, entonces, con 3 meses de vida, Triple H reúne a sus compañeros de Evolution (Road Dogg, Billy Gunn, y X-pac), para enfrentarse a Stone Cold, Rocky, Kane, y un jovencito Shane O'Mac que no se entera, todavía, de qué va la película.

Lo que pasa con las luchas de DX como equipo, es que son bastante malillas. En este caso, la lucha es muy desconocida, y no es de extrañar, porque, aunque sobre el papel, suena muy bien, luego se queda en nada. Kane es eliminado muy rápido después de recibir un Low Blow y varios finishers seguidos, y Shane no dura mucho más, pues es vencido fácilmente por X-Pac.

The Rock y Austin se quedan solos, pero ya sabemos que son los amos aquí. Johnson se carga a Road Dogg con un Rock Bottom y, a pesar de las trampas de DX, consigue dar el hot tag para Stone Cold, que limpia la casa y acaba con X-Pac. Rocky se lleva a Billy Gunn con un paquetito, pero este le ataca tras ser eliminado, y se lo deja a Hunter para que le elimine vía Pedegree.

Parece que el enfrentamiento entre Triple H y Austin puede ser bueno, pero, cuando Vince McMahon intenta golpear a al primero con la correa de campeón, le da a Steve, que acaba eliminado. Este acto, aparentemente fortuito, forma parte del nacimiento de la facción McMahon-Helmsley, que acabaría con DX en su formato normal, para dar pie a nuevas storylines.

Puntuación: **1/2

viernes, 12 de abril de 2019

Shane McMahon vs The Miz, WWE WrestleMania 35




Creo que la rivalidad entre The Miz y Shane McMahon ha sido una de las cosas más interesantes del camino a WrestleMania, y la lucha final ha estado a la altura, recordando a combates de otras eras. Cierta parte de los fans no tenían mucha fe en esto, porque no son dos hombres que estén en el top por sus habilidades en el ring. Pero son dos grandes contadores de historias, que es lo que, realmente, ahora hace falta en el wrestling. Hay que tener en cuenta que WWE comienza su PPV más importante del año con un vídeo en el que sus estrellas repiten, una y otra vez, "Somos storytellers". Pero muchos no lo son. Estos dos hombres, desde luego, han contado una historia.

Todo empezó en el PPV Crown Jewell, uno de los peores shows de los últimos años. WWE presentó un torneo para buscar al mejor luchador del mundo, y demostró que no sabe llevar a cabo torneos. No solo fue malo a nivel de luchas, sino que estuvo mal bookeado. Y, en la final, The Miz se lesionó, y fue sustituido por Shane, que era el comisionado de Smackdown, y estaba obsesionado por que su marca se llevara la victoria.

Sin participar en el torneo, Shane ganó, y se proclamó a sí mismo "mejor del mundo". Esto daba pie a a un turn heel, aunque la historia se extendió en el tiempo.

Recordemos que, en ese momento, The Miz era rudo, y Shane, técnico. Y eran muy buenos en su papel. La rivalidad terminaría con un doble turn, y la cosa no ha bajado de nivel. Siempre he pensado que convertir en técnico a The Miz es un desperdicio de su personaje. En dos meses, veremos si WWE sigue teniendo historias para él. Por ahora, el público le quiere, lo que quizás venga bien de cara a la audiencia del reality The Miz and Miss.

La historia entre Shane y The Miz es interesante, porque tiene un componente de verdad. Los dos, son hijos que nunca han conseguido un reconocimiento por parte de sus padres, que nunca han sentido que sus progenitores estuvieran orgullosos de ellos. Eso es obvio en el caso de Shane, como hijo de millonario obsesionado con el trabajo, de ahí que acabe cada lucha jugándose la vida de forma innecesaria, para satisfacer a papá. Por otro lado, The Miz ha admitido muchas veces que costó mucho trabajo que sus padres entendieran que se dedicara al wrestling, o que reconocieran su buen desempeño. 

Este tipo de problemas freudianos unió a los dos hijos no deseados, que acabaron haciendo tag. En Royal Rumble, vencieron a The Barr, y se convirtieron en Smackdown Tag team Champions. Esto, obviamente, provocó la ira, de nuevo, de una parte de los aficionados, que pensaban que The Bar debían seguir siendo campeones, por el simple hecho de que son mejores luchadores que estos dos. No se dan cuenta de la importancia de contar historias, de tener personajes claramente diferenciados. Mezclando personajes como los de The Miz y Shane, con otros tan puramente guerreros, todos ganan, pues unos tienen la oportunidad de tener una buena lucha, y los otros, de participar en historias, que son las que,realmente, cimientan una carrera de cara al aficionado.

Así que esta parte de la rivalidad fue bastante interesante. The Miz y Shane tuvieron también buenas luchas con The Usos, con los que perdieron los campeonatos. The Miz se autoculpó, pero Shane le dio otra oportunidad de rehacerse. Tras perder en la revancha por los campeonatos, ocurrió el turn heel de McMahon.

Eso pasó en Cleveland, Ohio, la tierra del Miz. Por eso, su padre estaba en ringside. En primera instancia, pareció que Shane no culpaba a su compañero, pero, delante de su padre, le agredió. Le dejó KO, mientras el anciano, que es el peor actor de la historia, lo veía todo. Shane se pasó de la ralla también con él, zarandeándolo. Así pasó un poco desapercibida su mala interpretación.

Shane McMahon humilló al Miz, y a su padre. Nunca existió la igualdad entre ambos. Él es el mejor del mundo, porque nació siendo el mejor. Para Miz, sin embargo, haber nacido dentro de la familia McMahon, lo convierte, en realidad, en lo peor. Tras semejante historia, tan sólo quedaba que se vieran las caras en el marco de WrestleMania 35. Lo harían en un Falls Counts Anywhere.

Con el padre de The Miz entre el público, Shane McMahon pide que se le presente como el mejor del mundo, hasta tres veces. Parece que no queda satisfecho con el trabajo del anunciador, y usa su poder para abusar de él. Como rudo, es un genio.

Comienza la batalla. Lo primero que hace Shane es intentar atacar al señor mayor, para provocar la ira de su oponente. Este, le persigue a toda velocidad, y, así, cae en un error. Shane pega muy fuerte; parece que, después de 20 años, ha aprendido a usar los puños. Piensa volar, desde el ring, sobre The Miz, que está encima de una de las mesas de comentaristas. Pero su señor padre lo evita.

El Señor Mizanin (no sé cómo llamarle), acepta el reto de Shane y sube a pelear. Pone una pose de boxeador un tanto ridícula. Pero hasta para esto, Shane sabe hacer bien de rudo. Finge que no va a pegarle, para engañarle y tirarse sobre él a traición. Le pega un rodillazo muy realista, pero en ese momento llega Miz para vengarse, cegado por la ira.

Los luchadores pelean por toda la arena. The Miz le pega en la pierna a Shane, y este lo vende muy bien. Excesivamente bien, yo diría que podría estar cojo de verdad. Se pegan con sillas, luchan entre el público, y en las mesas de comentaristas internacionales, que tiene WWE más arriba. Le rompen todos los aparatos a Funaki, que es uno de los comentaristas de la emisión japonesa. Después de golpes muy violentos, The Miz hace que Shane atraviese una mesa, y lo tira por encima de una valla a la planta inferior. Shane rebota en un carrito que hay abajo, y cae al suelo.

Este es un producto bastante original, no muy habitual en los WrestleManias de los últimos años. Y, en un PPV tan largo, hacen falta estímulos como este. Miz y McMahon pelean en una estructura que recuerda a aquella a la que subieron Undertaker y Triple H en WrestleMania 17. Sobre el metal, Miz aplica el Skull Crushing Finale,pero no es suficiente para ganar.

Shane esta destrozado. Ha recibido mucho dolor, y está cojo, pero sigue subiendo, perseguido por su oponente. Llegan muy alto. McMahon pide clemencia, pero esta no es concedida. Miz le golpea, y lo lanza, con un súplex, hacia el suelo, a unos 4 metros de altura. Ambos se pegan un golpe tremendo, atravesando uno de esos suelos falsos que pone WWE siempre que tiene que haber una caída un tanto peligrosa. Pero Shane tiene los brazos encima después de caer, así que es para él la victoria. 

Shane suma a su carrera un nuevo gran spot en WrestleMania. Muy buen combate, mezclando storytelling, psicología, y acción. Pasa un rato antes de que los luchadores puedan ser movidos.

Puntuación: ****

martes, 1 de mayo de 2018

50-Men Royal Rumble match, WWE The Greatest Royal Rumble




WWE ganó una salvajada de millones por su primer show en Arabia Saudita. Pero no podía llevar, a cambio, un evento cualquiera. Además de contar con todas sus grandes estrellas a tiempo parcial, estuvieron todos los campeonatos masculinos en juego, lo que es especialmente importante en este evento, porque, quizás, buena parte del público Saudí piense que el wrestling es real, ya que no hay un acceso a la información tan sencillo como en occidente. En ese sentido, los títulos pueden tener una relevancia mayor, aunque no hubo ningún cambio titular, más allá de la victoria de Matt Hardy y Bray Wyatt por los vacantes campeonatos en pareja de RAW.

Más interesante todavía era la edición más grande de la historia del Royal Rumble Match. A lo largo de la historia, la empresa ha llevado a cabo una edición especial de esta batalla en house shows, o en algún programa semanal, pero en general, es algo reservado para una noche al año. Pero este evento es demasiado importante, así que, no solo cuenta con un Royal Rumble, sino que tenemos el más grande de la historia, uno con 50 hombres. Ya sólo faltan 10 hombres para igualar las World War III de WCW.

Se dice que el Rey de Arabia pidió la presencia de Undertaker, Yokozuna y Ultimate Warrior. Héroes de juventud, sin duda. Lástima que todos, salvo Taker, estén muertos. No me cabe duda de que el Royal Rumble también fue un capricho de este tipo. A todos los niños le gustan mucho estas peleas.

Los Rumbles tienen un problema. Pueden llegar a ser muy aburridos en algunas partes de la contienda. Y en un Rumble de 50 hombres, ese peligro es aún mayor. Sin embargo, WWE cuenta con estrellas suficientes para hacer algo interesante. ¿Lo hará?

Bueno... Hay momentos de la batalla que son muy buenos. Creo que los primeros minutos están muy bien, y la última parte, también. Posiblemente, esos últimos 20 minutos de batalla la salven, porque están llenos de cosas entretenidas. Pero, en medio, hay mucho tiempo en el que no paran de salir jobbers sin parar, sin que pase nada.

Uno puede pensar que no había otra opción, teniendo en cuenta el número de estrellas. Y conociendo a WWE, así es. Pero uno no es tonto, sabe que habría mil maneras de aprovechar el roster para contar muy buenas historias durante todo el combate, haciendo que las eliminaciones de ciertos luchadores se hicieran de manera más relevante, y que las apariciones sorpresa sirvieran para algo. Pero no, hay muchos minutos de "nada".

Los dos primeros puestos en la batalla los ocupan Dolph Ziggler y Daniel Bryan, dos clásicos que ya han ocupado esta posición en el pasado. Sin Sara sale para causarles problemas, pero es eliminado. En la posición número 5, ante una buena ovación, entra Mark Henry, recientemente introducido en el Salón de la Fama.

Buenos minutos de Henry, que elimina a Curtis Axel, y a Mike Kanellis, con una velocidad que casi supone un nuevo récord. También hace lo propio con el luchador de sumo Hiroki Sumi, cuyo nombre profesional en el tatami es Hishofuji. Parece ser que es buen amigo de Shinsuke Nakamura, y viene a ocupar el lugar del demandado Yokozuna.

Henry elimina al luchador de sumo, pero los otros dos luchadores que permanecen en el ring lo expulsan aprovechando el momento. Bryan hará una lucha verdaderamente memorable hoy.

En este Rumble, participan varios luchadores de NXT y 205 Live, como Tony Neese, que entra y no lo hace nada mal. Llega Hornswoggle, que tiene algunos buenos momentos, pero cae fuera bastante rápido. Hay que decir que en ningún momento es expulsado desde la tercera, pero bueno, se le da por eliminado. Tony Neese baila con New Day, y estos aprovechan su alegría para sacarlo fuera.

Llega otra leyenda: Kurt Angle, que elimina a Primo y Bo Dallas, así como a Dolph Ziggler. Hubiera estado genial verlo enfrentarse a Daniel Bryan, aunque coinciden poco, a pesar de que en esta parte de la batalla, por suerte, no se han acumulado, todavía, muchos luchadores. Buena ovación se lleva también Goldust, un tipo por el que parece que no pasan los años. Durante varios minutos, parece empeñado en expulsar a Bryan.

Es el turno de Elias, que llega con su guitarra, insultando, como siempre. También él tendrá una buena participación en esta batalla. Tira la guitarra y elimina a Kofi Kingston, Xavier Woods y Konnor, que estaban enganchados en la cuerda. Mientras tanto, Bryan y Angle tienen su único intercambio individual. Angle aplica Olmipic Slam, pero es eliminado por Elias. Creo que teniendo en cuenta los minutos que se avecinan, podría haberse aprovechado esta eliminación de una forma más productiva.

Entra gente de NXT, que no está entre lo más importante de la liga amarilla, aunque sí entre los tipos más grandes de ahí. Supongo que son tipos que no eran necesarios para ningún show, como Tucker Knight, Babatunde y Dan Matha. Además de ellos, hace aparición Roderick Strong, un luchador mucho más importante para la marca. Hay que señalar que los luchadores que han ascendido al roster principal últimamente no han viajado. 

Llega Rey Mysterio, haciendo movimientos importantes. Hace meses que se habla de un regreso definitivo a WWE, aunque tiene apariciones pendientes en AAA, The Crash y NJPW, así que no parece ser muy probable que llegue para luchar a tiempo completo. Por ahora, tiene un paso interesante por este Rumble, en el que aguanta 20 minutos. 

Por su parte, los Breezango también tienen su momento gracioso. Un poco de humor introduce también Big E, tirando tortitas. Elimina de una forma un poco humillante a Tucker. Despues de unos minutos de poca intensidad entre el público, este se vuelve a animar mucho con la entrada de Randy Orton. Su RKO sobre Apollo Crews es, como siempre, muy impresionante. Mojo Rawley y Karl Anderson acaban eliminados también. Fuerte es, asimismo, la entrada de Baron Corbin, que elimina a Strong y Roode.

Pero, posiblemente, el gran protagonista de la batalla sea Titus O'Neal. El líder de Titus Worldwide se tropieza al llegar, y acaba cayendo debajo del ring de cabeza. Nunca he visto algo así. Michael Cole y el resto de los comentaristas no paran de reír, como eco de lo que, realmente, está haciendo Vince en Backstage. Recordemos que este es un tipo que se hizo famoso al caerse en una prueba en NXT, cuando ese programa era una especie de Reality raro.

Pero, cuidado. Llega Braun Strowman, y todo cambia a mejor, como siempre. El monstruo elimina a adversarios sin parar, y ni entre todos pueden con él. Rey Mysterio y Randy Orton unen fuerzas, como en el Rumble 2018, para aplicar 619 seguido de RKO. Pero Corbin elimina a Mysterio, Randy Orton a Corbin, y Elías a Orton.

Sólo quedan Strowman, Elías y Bryan, que está por ahí tirado medio muerto, con el pecho en carne viva, quizás por los chops de Roderick Strong. Ahora llega Curt Hawkins, que intenta huir por donde ha venido, tan solo para ser cazado y eliminado por Strowman.

El siguiente en entrar es Bobby Lashley, que consigue eliminar a Elías, y se enfrenta a Strowman, aunque la lucha entre ambos es frenada por las patadas voladoras de Daniel Bryan. Ahora llega The Great Khali.

La verdad es que se podría haber aprovechado mucho mejor la entrada del Indio, que obtiene una buena reacción. Podría haber entrado cuando el ring estaba saturado, y tener alguna eliminación. Pero después de un par de hachazos, es expulsado por Bobby y Braun. Siguen aguantando los tres luchadores, cuando llega Kevin Owens, que hoy se va a encontrar aquí a varias personas que lo odian mucho. Bryan, exhausto, no puede con él. Pero entra en escena Shane McMahon. Se une a Bryan para darle un montón de patadas al canadiense.

Llega Shelton Benjamin, cuando Kevin pide a todos que se unan contra Strowman. No es mala idea, pero no pueden con él. Con el número 49, entra Big Cass, que anda en una rivalidad con Daniel Bryan. Tras él, llega Chris Jericho, en último lugar.

Todos atacan a Braun, y Shane lo remata con un Coast to Coast. Jericho y Owens tienen espacio para luchar. Chris elimina a Benjamin, y aplica Walls a Owens, que se rinde, aunque no sirva de nada. Lashley aplica su súplex sobre Cass, pero comete un error, y acaba siendo una especie de Brainbuster muy peligroso. Bryan prepara a Owens, que está recibiendo por todos lados, para el Coast to Coast de Shane, pero Braun agarra al comisionado de Smackdown, y lo lanza desde el esquinero sobre la mesa de comentaristas. Increíble golpe.

Strowman sigue con su destrucción, eliminando a Jericho, Lashley y Owens. Bryan intenta hacerle frente, y está a punto de eliminarlo. Pero Cass vuelve, le pega un Big Boot, y echa fuera al Dragón Americano, que ha luchado durante más de una hora y cuarto. Strowman se enfrenta, para acabar, con Cass, que es más alto que él. Cass está cerca de la victoria, pero acaba siendo humillado, al quedar colgando sobre las cuerdas en una dolorosa posición. Strowman lo expulsa para conseguir una muy merecida victoria, y un nuevo récord de eliminaciones. Bryan asimismo supera el récord de permanencia en el ring durante un Royal Rumble.

Parece que WWE podría poner a Braun en la posición de Reigns, y ser él quien derrote, al fin, a Brock Lesnar. La batalla está bastante bien. Ha ganado mucho con la segunda visualización. la primera estaba un poco viciada por la expectación, que es lo que suele pasarle a los Rumbles. Ha sido un buen espectáculo, con muchas cosas para contar.

Puntuación: ***3/4

domingo, 15 de abril de 2018

Daniel Bryan y Shane McMahon vs Kevin Owens y Sami Zayn, WWE WrestleMania 34




La siguiente lucha de WrestleMania 34 que vamos a repasar es aquella en la que se produjo el retorno oficial de Daniel Bryan a un ring. El American Dragon hace equipo con Shane McMahon para enfrentarse a Steengenérico. Sí, los hijos de Vince está ocupando, de pronto, las principales luchas de la empresa.

Daniel Bryan, considerado como el mejor luchador del mundo por mucha gente, llegó a WWE, y se convirtió en una gran estrella. Para un luchador indie de poco tamaño, fue un gran logro. Incluso la empresa estuvo en contra de ello. Creó un Storyline en el que el Dragón era traicionado por Triple H y La Autoridad, porque alguien como él no podía ser la cara de WWE. Randy Orton desempeñaría ese rol mucho mejor. Y la verdad es que esa Storyline  estaba totalmente relacionada con la realidad.

Fue el público el que tuvo que obligar a Vince a cambiar de opinión. Él supo tragarse su orgullo, e hizo que Bryan fuera el gran protagonista de WrestleMania 30. Luego, tuvo la gran suerte de que Danielson se lesionara, y pudo quitárselo de encima con una buena escusa. 

Pero Bryan ama el wrestling por encima de todo. Si no hubiera podido regresar a los encordados, hubiera acabado muy amargado, como le pasó a Bret Hart. Pero se hizo pruebas con montones de médicos, y estos le dieron el alta competitiva. El único que no se la daba era el doctor de WWE. Tras lo ocurrido con Chris Benoit, en la empresa cuidan su imagen por encima de todo, y no se arriesgarán a que nadie tenga una nueva oportunidad de decir que WWE se ha beneficiado a costa de su salud.

Vince puso a Bryan en un puesto de General Manager de Smackdown que resultaba frustrante tanto para los fans como para él mismo. Se acercaba el fin de su contrato, y Danielson tenía claro que lucharía en otro sitio tras su salida. Ante la posibilidad de que su competencia se convierta en competencia real gracias al apoyo de Bryan, finalmente, WWE le dio el alta competitiva. Ahora, podía volver a recibir ataques, y no huir del ring cada vez que algo se complicara. Temo que sea un truco de la empresa, para obligarlo a renovar su contrato, y, luego, buscar una excusa para declarar que sus problemas de salud han vuelto. Eso ya lo veremos. Por ahora, parece que luchará a tiempo completo.

Cuando era General Manager de Smackdown, se involucró en la rivalidad entre Shane McMahon y la pareja formada por Kevin Owens y Sami Zain. Bryan parecía apoyar a estos, y suponía un palo en la rueda para Shane. Desde hace mucho tiempo, se suponía que esta rivalidad llegaría hasta WrestleMania. Pero, cuando Bryan anunció su vuelta a los rings, de pronto, ya era totalmente bueno otra vez. No había ni pizca de la maldad que se intuía en los meses previos. Y no hay nada más aburrido que un babyface en WWE.

Como ya hemos comentado otras veces, la rivalidad comenzó entre Shane y Owens. Shane fue referee en la lucha de Kevin en la que peleaba por el US Championship en SummerSlam, frente a AJ Styles, y eso no acabó como al canadiense le hubiera gustado. Las riñas entre ellos fueron en aumento, hasta que explotaron en el famoso ataque de Kevin sobre Vince McMahon. Entonces, Owens dio un salto en su estatus como rudo.

Shane buscó venganza, y se enfrentó a Owens en un Hell in a Cell en el PPV homónimo. Pero, cuando realizó su salto desde la parte superior de la jaula, Sami Zain llegó para salvar al que había sido su gran rival, después de ser su gran amigo. McMahon se pegó, como siempre, un buen golpe, y perdió.

SteenGenérico volvió a unirse. Durante los meses siguientes, el dúo estuvo metido en muchas polémicas, jorobando al equipo de Smackdown en Survivor Series, y consiguiendo plazas titulares por el WWE Championship, gracias a la benevolencia de Bryan. Se llegó a hablar de que acabarían en el André the Giant Memorial battle Royal, y Owens llegó a sugerirlo, bromeando en Twitter. Pero era obvio que esta rivalidad tenía que llevarlos a WrestleMania.

Owens y Zayn son como perros rabiosos, y siempre estaban peleándose entre ellos. Shane impidio que alguno ganara en WWE Championship en Fastlane, y tras el evento, anunció una lucha entre ellos en WrestleMania. No se lo tomaron bien, y le metieron una buena paliza. Además, Shane sufrió otros problemas de salud graves, no relacionados con esto: una diverticulitis. Su participación en WrestleMania estaba en duda. 

Entonces llegó Bryan, anunciando su vuelta a los rings, y despidiendo a Owens y Sami. Tampoco se lo tomaron bien, claro. Bryan se llevó otra paliza, aunque, después de mucho tiempo, pudimos verlo defenderse. Después de esto, se anunció la lucha entre los dos dúos. shane y Bryan hicieron las paces, se abrazaron, y anunciaron que, si Sami y Kevin les vencían, recuperarían sus trabajos en Smackdown. 

Así que me esperaba que, en la lucha, Bryan traicionara a Shane, y así, los dos canadienses recuperarían su puesto. La historia requería que Shane y Bryan se enfrentaran en el futuro. Pero esa historia se cambió en cuanto Bryan recuperó su puesto de superestrella. También se habló de que sería Shane el que se convertiría en Heel. Pero nada de esto ocurrió en WrestleMania.

La lucha, como las anteriores que hemos comentado de este evento, es puro storytelling. Hay gente muy enfadada, pero bueno, en Internet, todo el mundo está enfadado siempre, porque no tiene delante a nadie que le cruce la cara. Desde luego, no es una lucha de 5 estrellas, pero nadie pretendía eso. Es parte del espectáculo de WrestleMania. Esto va de la maldad de Owens y Zayn, frente a dos hombres lesionados o enfermos. Lo importante es el sentimiento del público. A nadie se le pasó por la cabeza que esto sería la lucha del año.

Owens y Zayn atacan a Bryan antes de que la lucha comience. Lo estrellan contra el borde del ring, como hicieron en Smackdown. y lo dejan KO en ringside. Tiene que venir una camilla a por él, y Kevin bromea sobre el hecho de que está lesionado otra vez. Shane comienza solo.

La lucha está bien escrita, y todo sale como es debido. Shane es lanzado contra las vallas, junto a sus hijos, que observan en primera fila. Como ha tenido problemas intestinales, y muy serios, se duele del estómago. Sus dos rivales le torturan, golpeándole ahí muy bien. Kevin aplica un Sentón y un Frog Splash dolorosísimos. Como Shane ha vendido un dolor muy grande en esa parte de su cuerpo, cuando el espectador presencia esa clase de ataques, puede sentir el sufrimiento del millonario.

Shane está a punto de perder, pero es salvado in extremis por Bryan, que se ha recuperado del ataque recibido. Con verdadera violencia, Daniel ataca a sus dos rivales. Está como un toro, y resiste los finishers de ambos. Acaba haciendo rendir a Sami a través del Yes! Lock.

La lucha es buena. Utiliza de forma correcta la historia que había entre estos 4, y se aprovecha de las lesiones de los dos héroes. Como decía antes, no está pensada para ser una gran lucha, sino para generar el sentimiento de venganza y triunfo del bien contra todas las adversidades. No está mal.

Puntuación: ***1/4

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Team Raw vs Team Smackdown, WWE Survivor Series 2017




Llega Survivor Series 2017, un evento que, como el año pasado, se ha vendido como Smackdown vs Raw. Todas las rivalidades individuales se dejaron de lado, para llevar a cabo una rivalidad entre las dos ligas principales de WWE.

Estas rivalidades son interesantes de vez en cuando, pero hacerlas todos los años le quita encanto. Entre otras cosas, porque son muy falsas. WWE tiene una línea de estilo muy conservadora, que prohibe a sus personajes parecer personas, tener libre albedrío. Así, en los Drafts, cuando son movidos de una marca a otra, lo aceptan con toda la ilusión del mundo, y cuando hay una rivalidad, defienden su liga por encima de todo. Como si les importara. O como si al público le importara si gana Smackdown o Raw. Es una rivalidad que no puede obtener credibilidad.

Algo más de credibilidad puede tener un feudo entre Kurt Angle y Shane McMahon. Tuvieron una confrontación en 2001 que tuvo como resultado un gran combate entre ellos. Luego, con la Invasión, Angle se coló en el Team Alliance como espía. Y ahora, uno es General Manager de Raw, y el otro es Comisionado de Smackdown. Por desgracia, no puede haber una lucha entre General Managers, porque a Daniel Bryan no le van a dar permiso para luchar. Pero le quedan 10 meses para irse, y poder hacerlo en otra parte.

Así, ha habido batallas entre la gente de Smackdown y Raw, y para Survivor Series, la mayoría de las luchas son crossovers. Y muy buenas, carajo. Ha ayudado el buen estado de las ligas tag, que en este evento se han mezclado. Hemos tenido un The Bar vs The Usos; y un New Day vs The Shield, que están muy bien. Tendremos que mirarlas, como la lucha entre campeones, entre AJ Styles y Brock Lesnar, que es de revisión obligada.

Pero hoy toca revisar la lucha clásica de eliminación entre miembros de las dos ligas. Tenemos dos conjuntos llenos de estrellas, de ahora, y de siempre. Demasiadas, de hecho. Parecen, los equipos, conformados para vender entradas, y no hay una razón semántica para que, la mayoría de los integrantes esté ahí. Además, las eliminaciones son bastante humillantes para todos.

Ha habido muchas críticas, de hecho, por las eliminaciones de los luchadores, por decirlo de alguna manera, menos legendarios. Porque la moral judeocristiana lleva a la gente a defender a los débiles, así que muchos esperaban ver a Nakamura y Balor ser los ganadores. Eso no tendría ninguna lógica, como tampoco la tendría decir que Nakamura, Roode o Samoa Joe son el futuro de la empresa. Llevamos 15 años diciendo que Triple H humilla al futuro de la empresa, mientras que el único que siempre sigue aportando algo a la empresa es él. 

No es que me importe, por tanto, que los "más jóvenes" (que no lo son tanto), pierdan. Me molesta que pierdan todos. Porque la presencia de la mayoría de los participantes no significa nada. La lucha es buena, muy larga, pero no es muy transcendente.

En el equipo de Raw, están Triple H, Kurt Angle, Braun Strowman, Finn Balor y Samoa Joe. A Smackdown le representan John Cena, Shane McMahon, Randy Orton, Bobby Roode y Shinsuke Nakamura.

La cosa comienza con Braun lanzando por los aires a Shane, que queda totalmente impresionado por su poder. Strowman se vuelve a mostrar impresionante. Es una lástima el bookeo de su combate contra Lesnar. 

Hay varios intercambios buenos. Nakamura y Balor se ven las caras, y el público canta "NXT", aunque quizás debería gritar "NJPW". Triple H se enfrenta tanto al japonés como a Roode, y queda bastante igualado en ambos casos. El duelo de spin busters con Roode me gusta. Pero luego sale Strowman y destruye con sendos Running Power Slam a Bobby y Shinsuke. Demasiado poder.

Cena y Orton consiguen aplicar un súplex sobre una mesa a Strowman, para dejarle KO un rato. Roode y Nakamura vuelven de Backstage para ayudarles a completar el movimiento. Lo normal sería que Strowman hubiera sido eliminado por count out, pero no está claro quién es el luchador activo de cada equipo. Se retoman las hostilidades, y Cena consigue aplicar un Attitude Ajustment a Balor, y dos a Samoa Joe, que es eliminado. Posteriormente, varios miembros del equipo rojo concatenan ataques, para que el 16 veces campeón sea eliminado. No sé qué hacía aquí.

Randy Orton tiene un buen enfrentamiento con Finn Balor, y acaba cazándole con un RKO. Los dos miembros del equipo azul son atacados por Kevin Owens y Sami Zayn, que como sabemos, se volvieron a unir en Hell in a Cell. Randy se libra de Kevin con otro RKO salido de la nada, pero ya ha vuelto Braun, y lo destruye con un nuevo Running Power Slam. Shane se queda solo ante esta bestia, Triple H y Kurt Angle.

Kurt pide ser él quien le enfrente. Tienen cuentas pendientes. los dos guerreros luchan, y no lo hacen mal. Es Kurt el que consigue colocarse cerca de la victoria, al usar su Ankle Lock. Triple le frena, y le aplica un Pedegree, para poner a Shane encima suyo. Braun no entiende lo que ocurre. Shane no sabe si darle las gracias, y, mientras vacila, se lleva otro Pedegree, que le da la victoria a Hunter y al equipo Rojo.

Triple H finge que esa era su estrategia, y celebra junto a Strowman. Sin embargo, este se enfada, y le ataca. Triple H se convierte en el gran protagonista de la noche, y ahora está posicionado para tres posibles rivalidades para WrestleMania: Angle, Shane y Strowman. Lo más probable es que los dos primeros luchen entre ellos, y  que Triple se vea las caras con el gigante. Pero todo puede cambiar.

Puntuación: ***1/2

domingo, 22 de octubre de 2017

Shane McMahon vs Kevin Owens, WWE Hell in a Cell 2017





El evento Hell in a Cell 2017 de WWE, exclusivo para el roster del programa Smackdown Live, ha resultado ser bastante bueno, muy completo. Todas las luchas, en el show, han estado a un buen nivel, y ha resultado ser un evento muy disfrutable.

A nivel comercial, todos los focos se centraban en el regreso de Shane McMahon a los cuadriláteros. Era necesaria una gran estrella para vender entradas y subscripciones a la WWE Network, y para eso está Shane. Su pelea contra Kevin Owens dentro de una jaula infernal es la que vamos a comentar hoy.

Esta es una rivalidad que se ha trabajado muy bien, y que ha vuelto a poner en todo lo alto a Owens. Y es una rivalidad que se viene preparando desde hace tiempo. En SummerSlam, ya estaba en marcha.

Shane McMahon participó en la mayor fiesta del verano, siendo el referee especial de la lucha por el Campeonato de Estados Unidos entre Owens y AJ Styles. El fenómenal acabó llevándose el combate, y la correa, aprovechando la bronca que Kevin estaba teniendo con O'Mac, a raiz de un conteo que no había llegado a 3. Esto resultó ser el germen de algo mucho mayor.

La rivalidad por el US Championship continuó en los programas semanales de Smackdown, y los dos contendientes se volvieron a ver las caras. Esta vez, fue Kevin Owens el que eligió al referee especial, uno que seguramente estaría de su parte: Baron Corbin. Shane apareció antes de que este pudiera darle una victoria injusta al canadiense, que, de nuevo, se quedó sin su preciado campeonato.

Owens que es un cabronazo, no soportó esto. La cosa llegó a las manos, y el luchador fue humillado por el directivo. Así, juró venganza contra toda la familia McMahon. Prometió que hundiría WWE.

Vince McMahon apareció en Smackdown para charlar con Kevin Owens, y anunciar la lucha entre su hijo y el ex-campeón dentro de una jaula infernal, en el evento Hell in a Cell de 2017. A Kevin, que quería a Shane fuera de la empresa por atacarle, no le gustó la idea. Atacó violentamente al anciano, dándole un cabezazo tan real, que le provocó una brecha en la frente. También le golpeó con una superkick, y un Frog Splash. 

Algo así no ocurría desde hace tiempo en WWE. El propio Vince se tuvo que inmiscuir en una rivalidad para poner over a un rudo. Y este ataque hizo más por el personaje de Owens que toda su carrera anterior. Por supuesto, Shane estaba furioso, y la violencia entre ambos no cesó durante las semanas previas al PPV.

Hay que decir que la lucha, que es el main event de la velada, es un Hell in a Cell Falls Count Anywhere. O sea, que los pinfalls se pueden hacer también fuera del ring, y fuera de la jaula. Es una regla absurda, teniendo en cuenta el significado de estar encerrado en un Hell in a Cell Match, pero está, obviamente, pensado para ocurra un gran salto de Shane sobre su rival, desde la parte de arriba de la jaula. Todo el mundo va a ir a ver esa lucha, solo para ver a ese señor suicidarse.

Pero la lucha es muy interesante, como todo lo que ha hecho Shane desde su vuelta. Ninguna de sus luchas ha sido muy convencional, pero ha dado buenos resultados. Su enfrentamiento contra Owens está muy enfocado en ciertos eventos, pero funcionan bien, y tienen sentido con respecto a la historia que se quiere contar.

El hijo de Vince no deja a Kevin entrar en la jaula, y le ataca ya fuera. Ambos entran, posteriormente, y se atacan de forma dura, utilizando la jaula de una forma bastante correcta. Shane se toca la cabeza en varias ocasiones, buscando sangre porque los golpes que se lleva contra el metal son peligrosos. El canadiense domina, usando la jaula contra su oponente, mientras este reacciona con palancas al brazo y Triangle Shock. Pero Kevin convierte esta técnica de MMA en una bomba contra la las escaleras metálicas. Busca rematar, tirándose contra el niño rico, sobre una mesa, pero este se aparta a tiempo, y Kevin acaba destrozándose la espalda. Este dolor se ve aumentado por los golpes con la madera rota que le proporciona McMahon, y con un Coast to Coast.

La lucha ya es bastante brutal, pero Shane quiere salir fuera. El candado está echado, lo que no tiene mucha lógica, siendo esto Falls Count Anywhere, pero bueno, el comisionado de Smackdown Live saca una herramienta y destroza las cadenas, ante la alegría del público, que espera un gran vuelo. Shane y Owens pelean fuera de la estructura, y es el segundo el que sale ganando, y coloca a su rival en la mesa de comentaristas para aplicarle un Frog Splash. Cambia de idea, y sube a la parte de arriba de la jaula, para emular a Shane, y volar desde todo lo alto.

Pero no se atreve. En un momento bastante genuino, Kevin hace el intento de saltar, pero se asusta, y no lo hace. El público se ríe de él, y este les grita. "¡Saltad vosotros! ¿Os creéis que es fácil?". Y mientras lloriquea, Shane despierta y sube arriba, para enfrentarle. Pelean de forma lenta y torpe, con algunas caídas potentes sobre el metal. Cada vez que hay una caída, el público teme que ocurra lo que le pasó a Mick Foley, que se rompa la jaula y el luchador caiga al ring desde varios metros de altura. Por suerte para la salud de ambos, eso no ocurre.

Los luchadores van bajando, y cuando se encuentran a mitad de altura, Shane lanza a Kevin contra una de las mesas, cayendo este de una forma muy peligrosa, y partiéndose, casi, en dos. Owens poco puede hacer ya. Shane lo coloca en otra de las mesas, y procede a saltar desde arriba, para así, vengar la ofensa contra la familia McMahon, realizada por el canadiense. Shane salta, pero un segundo antes de chocar contra Owens, aparece Sami Zayn, y aparta al gordito, con lo que Shane, como le ocurrió en su lucha ante el Enterrador, se come la mesa, protagonizando otro golpe terrible, a pocos metros de sus hijos. Sami coloca a Owens sobre Shane, y el referee, bastante reticente dada la gravedad en el estado de ambos luchadores, realiza el conteo.

Kevin gana. Es interesante que Sami se haya vuelto a unir a él, porque llevamos muchos años ya viéndolos, pelearse, o quererse, en todas las ligas posibles. Retomaré, por tanto, el especial de "Steen vs Genérico", que comencé en su día, porque quiero revisar luchas de ellos, como rivales y como amigos, en todas las empresas posibles.

Por otro lado, Shane McMahon pierde una vez más. Ya sé que todo el mundo se enfadaría si ganara, porque se enfadan siempre que un veterano gana a un joven. Pero es que ha perdido todas las luchas desde que llegó, igual que Sting. Y Triple H también pierde casi siempre. Por mucha presión que metan los twitteros pesados, creo que es importante que los veteranos consigan victorias, porque si no, es imposible que pongan over a nadie. Parece que la rivalidad seguirá un poco más, y habrá algún combate en equipos. Espero que Shane consiga alguna victoria.

Puntuación: ****

miércoles, 12 de abril de 2017

Shane McMahon vs AJ Styles, WWE WrestleMania 33




Vamos ahora con las luchas más duras de WrestleMania 33. La parte principal del evento comenzó con la lucha entre Shane McMahon y AJ, que posiblemente sea la mejor lucha de la noche, al menos si tenemos en cuenta las notas medias que está recibiendo.

Mucha gente se enfadó por ver a AJ en una lucha frente a Shane, que no es un wrestler de verdad. Preferirían verlo en un gran main event en WrestleMania ante un buen rival. Pero lo cierto es que AJ lleva dando grandes luchas durante todo un año, y antes las había dado en NJPW. WrestleMania es un lugar para tener grandes momentos, y no tanto grandes luchas. Así que no es tan mala idea verle luchar aquí frente a Shane, tener una gran victoria que le de credibilidad y se quede en el inconsciente del público, y posteriormente continúe dando grandes luchas. No me extrañaría que entrara en rivalidad contra Randy Orton por el título, y creo que, juntos, pueden hacer cosas buenas.

AJ Styles tuvo un buen reinado como campeón, hasta que, por fin, el gran John Cena consiguió vencerle e igualar el record de Ric Flair, con 16 campeonatos mundiales. Pero Styles no tuvo derecho a una revancha justa, siendo la siguiente lucha titular en una Elimination Chamber. Posteriormente, y ante la falsa renuncia de Randy Orton a su puesto como estelarista en WrestleMania, AJ se ganó un lugar en la lucha por el título mundial, pero cuando Randy reveló que sí quería luchar contra el campeón Bray Wyatt, The Viper le quitó el puesto a AJ en lucha singular.

AJ estimó estas decisiones por parte del comisionado Shane como injustas, y le atacó de forma brutal, partiéndole la cabeza contra la luna de un coche. O'Mac se vengó, con un clásico salto desde el esquinero hasta la mesa de comentaristas. Así, llegamos a esta pelea, que me recuerda a la que Shane tuvo en King of the Ring 2001 frente a Kurt Angle, en el sentido de que se estimaba que Kurt era uno de los mejores luchadores del mundo, y se tenía que enfrentar a un tipo de que no sabía luchar, pero ese tipo demostraba que no era tan malo. En esta ocasión, con 16 años más, Shane vuelve a demostrarlo, pero no solo a ras de lona, sino también por los aires. Como se enfrenta a un luchador muy hábil en ese terreno, Shane pone en juego todas sus bazas aéreas.

Comienza la lucha con algunos intercambios. AJ es más luchador, así que toma ventaja en el duelo de puñetazos. Como siempre, la cara de su rival es su objetivo. Pega una patada por debajo de las cuerdas sobre un O'Mac que estaba en ringside, y este acaba estampado sobre la mesa, en un golpe muy duro. Y es que a este tío no le importa hacerse unos moretones de más por el bien de la empresa familiar.

El Fenomenal llega a burlarse de Shane, haciendo sus gestos, y le pega algún puñetazo en la cara bastante fuerte. AJ aplica el Calf Crusher para hacerle rendir, pero Shane comienza a sacarse de la manga un montón de llaves de rendición, para demostrar que no es inferior. Después de que AJ no se rinda, ambos chocan en un doble lazo.

Shane intenta usar un 450 splash desde la tercera, pero, como gato panza arriba, Shane le recibe con un Triangle Shock. AJ no se rinde, y lo convierte en un Styles Clash, al que Shane sobrevive, ante el estupor del público. 

Continúa la confrontación, y Shane esquiva una patada en la cabeza, que se come el referee. AJ aprovecha que este está KO para buscar unos cubos de basura, y aplicar el Coast to Coast tan típico del comisionado de Smackdown. Pero, en el aire, Shane golpea a AJ con el cubo, y es él el que aplica su finisher, con gran éxito. Esos dos golpes brutales no resultan suficientes para vencer al ex-campeón mundial, así que Shane busca usar su preciada mesa de comentaristas.

McMahon vuela con su Flying Elbow desde el esquinero, pero AJ se aparta, así que el héroe se come la mesa, como hizo el año anterior, aunque esta vez el golpe es asumible. En el ring, AJ busca el Phenomenal Forearma, pero Shane, de nuevo con un talento inesperado, lo convierte en DDT, y busca, nada más y nada menos, que el Shooting Star Press.

Lo realiza con bastante corrección, pero AJ, otra vez, se quita. Y su cara lo dice todo: no esperaba que Shane fuera capaz de sacar un arsenal tan grande, y está muy impresionado. Pero, tras fallar ese golpe, Shane ya ha recibido demasiado, así que cae derrotado por el Phenomenal Forearm.

Gran lucha, de nuevo. Shane siempre sorprende a todo el mundo, y lo de AJ ya no es sorpresa para nadie. En el siguiente programa de Smackdown, ambos hombres se darían la mano, que es gesto con el que AJ reconoce las capacidades luchísticas de El Hombre sin Miedo. y eso está muy bien, porque estamos acostumbrados a que tíos como Undertaker o Triple H luchen en WrestleMania, y no vuelvan a aparecer en meses, de manera que las rivalidades en las que están envueltos parecen olvidarse al día siguiente, sin un desenlace, y se vanalizan. 

Puntuación: ****

viernes, 25 de noviembre de 2016

Team Smackdown Live vs Team Raw, WWE Survivor Series 2016



Tras la separación de marcas en WWE, comenzó una pequeña rivalidad entre Raw y Smackdown Live. La marca azul pasaba a emitirse en directo los martes, en la misma cadena que Raw, USA Network, así que cabía, incluso, una batalla por los ratings.

Pero esa pelea ha sido bastante amistosa, porque los que mandan en Smackdown, Shane O Mac y Daniel Bryan; y los que mandan en Raw, Mick Foley y Stephanie McMahon; son todos face. Bueno, Steff seguramente no, tan solo lo está fingiendo, pero mientras tanto, no hace nada que sea muy odioso.

Llegamos a Survivor Series, y, aparte de la lucha entre Lesnar y Goldberg, el evento se centra en el enfrentamiento entre las dos marcas. Hay una lucha por el campeonato IC de Smackdown, una lucha por el campeonato Crucero de Raw, una lucha tradicional de eliminación entre equipos de mujeres, una lucha tradicional de eliminación entre equipos de tags, y una lucha tradicional de eliminación entre equipos de hombres. Esta última lucha es, a mi entender, lo mejor del PPV, a nivel luchístico.

Hay que recordar que Undertaker apareció en el Smackdown previo para amenazar a los miembros del equipo azul. Si perdieran, habría consecuencias. Además, ese tipejo que sale últimamente, James Ellsworth, hace de mascota de Smackdown.

En el equipo de Raw, están los super-amigos, Chris Jericho y el Campeón Universal, Kevin Owens. También están los dos principales faces de la marca, que están rivalizando con ellos, Roman Reigns y Seth Rollins. Cierra el team el bestiajo Braun Strowman, un tipo que nunca ha sido derrotado, y que da verdadero miedo.

En el Team Smackdown, están Dean Ambrose y el Campeón de WWE, AJ Styles, que rivalizan por el título desde hace tiempo. Les acompañan Bray Wyatt y el nuevo miembro de la familia Wyatt, Randy Orton, que tarde o temprano se levantará en armas contra su amo, demostrando que todo era una obvia farsa. Y el quinto miembro es el comisionado Shane, que sustituye a Baron Corbin, agredido en su momento por Kalisto.

Dado que el PPV duró 4 horas, sin contar el previo, y que el main event fue muy corto, para esta pelea les dieron a los luchadores todo el tiempo del mundo. Entre promo, entradas, lucha y post-match, la cosa durará como hora y media. Y está bien que así sea, porque aquí no hay participantes random, está lo mejor de cada casa, así que no sería correcto que hubiera aliminaciones que no estuvieran bien contadas. Todos tienen que mantener su papel, y creo que esa es la gracia del combate: todos hacen lo que tienen que hacer.

Comienza la cosa con varios enfrentamientos, muy normalitos y muy ordenaditos. Hasta que se arma la gorda. Empiezan a matarse todos los luchadores, algunos vuelan a ringside, y quedan en el ring, tan solo, dos luchadores de Smackdown, Aj Styles y Dean Ambrose. Se pelean entre ellos, aunque Shane intenta impedirlo. Cuando las cosas se calman, Styles ataca por la espalda al lunático, lo que aprovecha Strowman para destruirlo. Uno menos.

El monstruo de Raw arrasa con todos, nadie puede con él. Es muy poderoso, y así se muestra. Limpia una mesa de comentaristas, para aplastar a Shane contra ella, pero aparece Randy Orton de la nada, y le aplica un RKO. Entre The Viper y Wyatt sujetan a Strowman (que anteriormente había hecho caso omiso a las órdenes de su antiguo amo), para que Shane salte desde el esquinero del ring, con un Flying Elbow. Gran golpe.

Braun, a pesar del daño recibido, está a punto de llegar al ring antes del conteo de 10, pero lo impide James Ellworth, quien le sujeta desde debajo del cuadrilátero. Strowman es eliminado, y se enfada. Asesina a James, lanzándolo desde la rampa a unas mesas que había abajo.

Buena historia la de Strowman, y la cosa sigue en un 4 contra 4. De nuevo, la lucha es ordenada, castigando los rojos a Shane. Esto es así, hasta que los super amigos canadienses, que juegan en casa y, por tanto, tienen el apoyo del público, empiezan a meter la pata. Owens entra para defender a su compañero, pero lo hace atacando con la famosa lista de Jericho (dónde apunta a todos los estúpidos idiotas). Owens es descalificado, y Jericho se vuelve loco, recogiendo las hojas tiradas de su amada libreta. No han llegado las tablets, ni Microsoft Office, al wrestling, así que este tío va por ahí con un montón de folios. Al canadiense le cae un RKO Outta Nowhere, y queda eliminado. El equipo de Raw se mete en problemas, con un 2 vs 4.

Shane McMahon lucha contra Roman Reigns. Consigue un poco de ventaja, y decide realizar un Coast to coast sobre el Imperio Romano. Pero recibe un fuerte spear en vuelo. El referee va a hacer un conteo, pero este no llega a 3. Algo va mal, Shane se ha llevado un buen golpe, y es eliminado por KO. La gente se preocupa, pero se queda en un susto.

La batalla pasa al ringside. Hay golpes por todos lados. Vuelve Dean Ambrose, y se une a los otros miembros de The Shield para atacar a AJ Styles. El campeón de Smackdown recibe una triple powerbomb sobre una mesa, y claro, perece. La cosa se vuelve a igualar. 

Roman Reigns y Seth Rollins se enfrentan a Bray Wyatt y Randy Orton. Luke Harper, aparece para despistar y atacar a los ex-Shield en los momentos precisos. Gracias a ello, Seth Rollins se traga un RKO de la nada, y Reigns un Sister Abigail. El equipo de Smackdown sale victorioso.

Gran victoria para la familia Wyatt, que vuelve a los primeros planos. Parecía que la rivalidad entre Bray y Orton era algo secundario, pero son dos luchadores muy importantes, y hay que tenerlos en cuenta. La lucha está muy bien, todos los wrestlers son valiosos, y todos hacen su parte, avanzando en todas las historias: la amistad entre Jericho y Owens, y la tontería de la lista; la nueva Familia Wyatt con Randy Orton; la rivalidad entre Ambrose y Styles; la coincidencia de los ex-shields como faces; el poder de Braun Strowman; las tonterías de James Ellworth; y el papel clásico de Shane: utilizar saltos peligrosos para tapar sus carencias como luchador. 

Puntuación: ****