domingo, 30 de enero de 2022

Bobby Lashley vs Goldberg, WWE Crown Jewel 2021


Me acabo de enterar de que esta noche tiene lugar Royal Rumble. Parece ser que WWE ha cambiado el día de sus PPVs, pasándolos al sábado, y yo no me había enterado, porque hace tiempo que no veo uno en directo. La verdad es que nunca entendí demasiado bien la idea de realizar eventos en domingo; supongo que es algo cultural, propio de los Estados Unidos, pero para mí era un calvario ver shows en la madrugada del domingo al lunes. Hoy podré ver Royal Rumble tranquilamente.

Antes de eso, debo terminar el repaso a la rivalidad entre Goldberg y Lashley que comencé en el anterior post. Como ya comenté entonces, los dos luchadores se vieron las caras en SummerSlam 2021, y en lugar de presenciar el clásico intercambio de finishers propio de las luchas del Hall of Famer, pudimos observar una lucha con historia, en la que el Superman Moreno intentó acabar con la carrera de Bill, al herir su pierna gravemente. Cuando esto ocurrió, el hijo del veterano saltó en defensa de su padre, siendo, de esa manera, víctima de la fuerza del todopoderoso Bobby.

Goldberg juró matar a su rival. Literalmente. Y no es algo puntual; durante la rivalidad, juró dejar su cadáver muerto sobre el ring, y cosas así, debido a lo que le había hecho a su hijo. Realmente, yo no recuerdo que estas palabras se hayan dicho nunca en WWE; son demasiado violentas para el tipo de programas que hace la empresa. De hecho, durante décadas, Undertaker tuvo que usar eufemismos como "Descanse en paz", para no tener que referirse a la muerte directamente. Quizás en la Era Attitude hubiera promos en este tono; yo no lo recuerdo, mas en esa época era demasiado joven como para entender inglés. Pero la verdad es que me ha gustado; le da un toque distinto a la rivalidad, y por primera vez en años, me ha interesado lo que estaba haciendo Goldberg. En Crown Jewell, nuevo evento de WWE en Arabia Saudita, los luchadores se enfrentan en un No Hold Barred, una lucha violenta propuesta por Lashley, que Goldberg agradece, porque así podrá matar, legalmente, a su rival.

En lo relativo al combate, creo que, como en el caso de SummerSlam, es bueno, aunque creo que el resultado está lejos del nivel de amenazas que expresó durante la rivalidad Goldberg.

Para empezar, Bill se lanza con violencia contra su rival, pero este tiene una cadena escondida, que utiliza para hacerle daño en la cabeza, e incluso algún corte legítimo. Después de eso, busca de nuevo su pierna, en la que lleva un protector, para aprovecharse de la lesión infligida un par de meses atrás, y ganar, así, con mayor facilidad. Sin embargo, y a pesar de que Bill vende muy bien su dolor, se recupera, y consigue aplicar Jackhammer y Spear sobre su oponente. A pesar de ello, la lucha no termina aquí; aún quiere infligir más dolor al agresor de su hijo.

Bobby parece no tener oportunidades ante un Goldberg que físicamente está muy bien, para su edad (obviamente, Bobby está aún mejor). Goldberg está a punto de matarlo, literalmente, tirándole los escalones de metal encima, pero Bobby consigue esquivarlas y huir a la rampa. Allí, le socorren sus amigos, Cedric Alexander y Shelton Benjamin, pero estos son noqueados por Goldberg con facilidad. Los dos luchadores se enfrentan con palos de kendo, y de nuevo, Goldberg gana. Se lanza con una Spear sobre su oponente desde la rampa, y ambos caen un par de metros abajo, sobre el clásico acolchamiento que usa WWE en este tipo de spots. Con este final, Goldberg se lleva la victoria y venga a su hijo.

Buen final para un tipo de la edad de Goldberg. No es un salto impresionante como aquel que protagonizaron Undertaker y Batista en Backlass 2007, pero está bien. Como digo, no es un final tan violento como cabria esperar tras las promos previas, pero apruebo la lucha, si bien esta se hace un poco aburrida en algunos momentos.

Puntuación: ***

martes, 25 de enero de 2022

Goldberg vs Bobby Lashley, WWE SummerSlam 2021




Tenía ganas de echar un vistazo a la rivalidad entre Goldberg y Bobby Lashley, que tuvo lugar en 2021. Y es que, todos los enfrentamientos que ha tenido la leyenda de WCW desde que volvió a la acción, a excepción de sus primeros encontronazos con Brock Lesnar, resultaron carentes de toda historia, más allá de miraditas y amenazas, y de todo intento de contar algo arriba del ring, más allá de los finishers de siempre. De hecho, la única vez que tuvo la intención de hacer algo distinto, fue aquella en la que peleó ante The Undertaker, y no salió bien, porque se partió la cabeza durante la pelea.

Una leyenda como él requiere de breves storylines frente a malvados que le permitan dar ese momentito de amor nostálgico y justiciero tan apropiado para el wrestling, pero creo que no se está usando bien esa potencialidad. En demasiadas ocasiones se le está lanzando a pelear contra campeones mundiales, y es obvio que esas peleas, salvo rara excepción, no debe ganarlas. Si las leyendas pierden muchas veces seguidas, pierden la magia, y el hálito de imbatibles seres de épocas pasadas. Pero ya sabemos que el producto de la casa McMahon gira en torno a sus mayores títulos; ha sido así desde los años 60. Así pues, en SummerSlam 2021, un evento lleno de figuras de tiempo parcial, que, dados los despidos ocurridos en la compañía durante el año, es lo único que queda, se comete este error por partida doble. Tanto Goldberg como John Cena son lanzados contra los mayores títulos, tan sólo para ser derrotados.

Y sin embargo, la derrota de Bill no es tan dolosa. De hecho, introduce el factor de su hijo en la historia, y resulta un episodio interesante para que continúe su rivalidad frente al todopoderoso Lashley. El siguiente match entre ambos, tiene lugar cuando este ya ha perdido el título, y creo que eso es perfecto. Comentemos todo desde el principio.

A WWE le gusta enfrentar a pesos pesados. Resulta, en el imaginario colectivo, un choque de titanes, y es mucho más interesante aún cuando esos titanes pertenecen a diferentes generaciones. Muchos, sin duda, soñaron con ver luchar a Goldberg frente a Ryback, aquel a quien tantas veces se acusó de ser una copia del primero. A mí me hubiera gustado ver ese match, si bien no creo que hubiera sido muy bueno. Pero, más allá de la calidad, el hecho de que el público le grite "Goldberg, Goldberg", a un luchador sin parar, en forma de burla, supone un storyline nacido de manera natural, y eso se debería aprovechar. Por desgracia, no coincidieron los dos luchadores en la empresa.

Los que sí lo hacen ahora son Goldberg y Bobby Lashley. Este último parecía desahuciado para los grandes planes de WWE. Su carrera repuntó hace mil años: en 2007, y después de pasar mucho tiempo fuera de la compañía, nadie esperaba verlo como campeón en 2021. Han pasado siglos. Sin embargo, ha sido ahora, gracias, en gran medida, a la ayuda de MVP con el micro, que ha cubierto su absoluta falta de carisma, que podemos verlo en lo más alto.

Goldberg volvió a luchar en 2016. No tenía necesidad económica de hacerlo, siempre está metido en cosillas, pero tenía un sueño: que su hijo le viera luchar; que su hijo, viera el amor que la gente sentía por él, y lo que podía hacer encima del ring. Han pasado 5 años desde eso, y en este tiempo, su hijo se ha convertido en un hombrecito. Es un buen momento para usarlo en una historia; eso siempre funciona.

La gente recibe de forma correcta a Godlberg en su llegada a SummerSlam. En el Allegiant Stadium de Paradise, Nevada, se juntan más de 50.000 personas para ver a estas y a otras grandes estrellas, pero, a pesar del agradecimiento que expresan hacia el veterano, durante todo el match apoyan a Lashley. Se alegran cada vez que ataca... incluso cuando su víctima es el hijo de Goldberg, un chiquillo adolescente. Es cierto que, quizás, muchas personas no lo reconocieran en su ataque. Pero vayamos por partes.

Goldberg y Lashley no salen a hacer Spears sin parar, como cabría esperar tras escuchar las promos previas. No, intentan luchar de verdad, y de hecho, Bill sorprende con varias variantes de Power Slam que no hacía desde hace 20 años. Bobby contraataca, e intenta dañar el cuello de su oponente para preparar el uso de su llave Nelson. Sin embargo, se come un par de Spears bastante buenas.

Ante la desventaja de su pupilo, MVP, que está cojo por una lesión, pasa al ataque, y golpea a Goldberg con su bastón. Le hace mucho daño en la pierna, y Bobby hace el resto para inutilizarla por completo. El todopoderoso ataca sin parar la pierna de Bill, hasta que este no puede mantenerse el pie, por lo que el referee decreta la victoria del campeón. El público celebra su victoria, aunque esperaba que la consiguiera de mejor manera.

Tras el match, Bobby sigue atacando al de la racha de cientos de combates imbatido, hasta que aparece su hijo para impedírselo. Bobby le aplica Nelson, y lo deja KO, en principio, o eso dice MVP, sin saber que era él. Goldberg promete que matará a Lashley, un término que nunca he escuchado en WWE. Veremos como sigue la cosa.

La lucha está bien, es correcta, y la historia se presenta interesante.

Puntuación: ***

sábado, 22 de enero de 2022

AJ Styles vs Jimmy Rave, PSW 08/05/2015


Especial fallecimiento de Jimmy Rave

Ya comentamos en el último post publicado en el blog, que Jimmy Rave falleció a finales de 2021. Fue un luchador notable, que se enfrentó a la crema de la lucha independiente de Estados Unidos de este siglo, y por eso, a pesar de no haber estado en las grandes ligas, merecía un par de homenajes, en forma de reviews de luchas. Tras hablar, en aquella ocasión, de un match suyo en Ring of Honor frente al gran Nigel McGuinnes, hoy toca revisar una lucha que disputó años después, en 2015, frente al talentoso AJ Styles.

Ya dijimos que Rave destacó en las mejores versiones de ROH y TNA, pero las lesiones y las adicciones mermaron sus opciones de medrar en el negocio. Nunca dio el gran salto, y la verdad es que su vida acabó de manera espantosa. No obstante, hasta sufrir los problemas de salud que provocaron que perdiera un brazo y las dos piernas, se mantuvo activo, si bien en lugares que no tenían los focos encima. Esta lucha que comentamos hoy, pertenece a un evento de PSW, Pro South Wrestling, una empresa independiente afincada en el estado de Alabama. Tuvo la suerte Rave, eso sí, de enfrentar a un wrestler que pertenece a su misma generación, pero al que la vida le sonrió mucho más: AJ Styles, un seguro de vida arriba del ring.

Para entonces, Rave ya no tenía mucha pinta de wrestler. Había echado tripa, y se había quedado medio calvo. Parecía, más que un luchador, un notario de Logroño. Y realmente, no era muy mayor; apenas superaba los 30. Obviamente, tenía otras cosas en su cabeza. Pero era un buen worker, y aquí lo demuestra, participando en un match muy técnico, muy igualado, en el que ambos aplican muchas llaves y palancas a los brazos, y en el que ambos tiran mucho de golpe de antebrazo y ataques a la nuca. Hay algún Brainbuster sobre Rave que podría haberlo matado.

Obviamente, el público de Alabama no es el de Ring of Honor del 2007. Esta es una empresa pequeña, y el público asistente está formado por familias que deben ir a pasar la noche cada semana. Por eso el ambiente no es tan violento. Las voces que se escuchan son de niños y chicas que apoyan a su favorito. Esto resta energía al match, pero no está mal. La gente aprecia la lucha técnica que realizan ambos luchadores, sin ponerse nerviosa.

Después de muchos minutos de candados, ambos luchadores se levantan y pasan a una etapa de más acción, que acaba cuando los dos intentan hacer rendir al rival con ataques a las piernas. Después de eso, llega el citado Brainbuster asesino sobre Rave, que sobrevive con demasiada soltura, y contraataca con Superplex. Aplica un Crossface tras tijeras, que recuerda a La Mística del Místico. Tras un par de ataques más por parte de los dos, AJ atrapa a su oponente con un Styles Clash desde la esquina, y se lleva la victoria.

La lucha está bastante bien; es técnica, y presenta varias ofensivas de calidad. Carece de una historia importante, y de un público realmente interesado, pero la habilidad de los dos luchadores a la hora de pelear resta importancia a la falta de trascendencia que parece tener todo.

Puntuación: ***1/2

domingo, 16 de enero de 2022

Jimmy Rave vs Nigel McGuinness, ROH 04/03/2007




Especial fallecimiento de Jimmy Rave

Tras terminar el homenaje a Brodie Lee en su aniversario luctuoso, hoy tenemos que comentar otro suceso relativo a la industria del wrestling. Jimmy Rave, luchador independiente, falleció el pasado 12 de diciembre de 2021, 4 días después de haber cumplido 39 años de edad. DEP.

Jimmy Rave es un tipo conocido para los seguidores del wrestling indy americano, uno de aquellos que formaron parte de la era dorada de ROH y TNA durante la primera década de este siglo. Era un hombre pequeño, técnico, buen rudo, que trabajaba bien, pero que carecía del tamaño y de la personalidad suficientes como para convertirse en una estrella. Nunca, de hecho, llegó a ganar un título propio de una empresa relevante, y no pasó demasiado tiempo cerca de los main events, y sin embargo, todo el mundo lo recuerda, porque era un buen worker, y estaba donde hacía falta.

Asimismo, su adicción a las drogas frenó mucho su carrera. Sufrió serias lesiones que le llevaron a consumir painkillers en exceso, y eso tiene consecuencias. Consiguió, no obstante, desintoxicarse, y un trabajo honrado, mas se mantuvo como luchador hasta que llegó la pandemia de COVID-19. Ese año, 2020, sufrió una infección que provocó que le amputaran el brazo y las piernas, lo que resulta dramático para cualquier persona, y mucho más para un deportista. Por si fuera poco, las enormes facturas del hospital llegaban sin cesar, y se veía obligado a pedir ayuda por Internet para hacer frente al pago. No debió darle tiempo a hacerlo, porque, como decimos, hace unas semanas conocimos su muerte. Creo que no ha trascendido la causa subyacente, pero dada su situación, existen muchos candidatos. Lo dejaremos ahí.

Vamos, pues, a revisar un par de combates dentro de sus 20 años de carrera como luchador profesional. Empiezo hoy con un match que ocurrió en un evento de Ring of Honor del 4 de marzo de 2007. Jimmy, entonces, estaba enfrascado en una rivalidad con el inglés Nige McGuinnes; uno de los hombres más importante del momento, mucho más fuerte que él. Se enfrentaron, entonces, en un Fight Without Honor Match, un tipo de lucha violento en el que vale todo, y que chocaba con esa naturaleza primitiva de la empresa, relacionada con el amor por el wrestling clásico y puro, que no tiene nada que ver con su actual producto.

Esta es una lucha que recibió críticas enloquecidamente buenas. A mí me parece de buen nivel, pero no creo que sea para tanto. Es una brawl de hombre grande (relativamente grande), frente a hombre pequeño. El primero lleva una venda en la pierna, lo que permite un desahogo y una debilidad que puede aprovechar el pequeño, mas apenas lo hace un par de veces. Nigel domina la mayor parte del combate, con su fuerza superior; sus codazos, Uppercuts, lazos y golpes de antebrazo.

Se introduce un interesante objeto en la lucha: una de las vallas que normalmente se usan para separar el ring de las gradas, que en este caso, al apoyarla entre el ring y el resto de las gradas, se convierte en un lugar tremendamente doloroso sobre el que lanzar al rival. Es cierto que no es tan rígida como parece; se dobla fácilmente cuando se lanza a rivales sobre ella. Es obvio que no es tan dura como aquellas que ponen las autoridades en la calle delante de unas obras, pero eso no quiere decir que las caídas sobre ella no hagan daño. Ambos luchadores acaban siendo víctimas de esto en varias fases del match.

La diferencia de poder, sin embargo, es demasiado grande. Rave sobrevive a cosas muy locas, incluyendo un Cutter sobre una silla. Sobrevive demasiado, en mi opinión. Incluso tiene la oportunidad de ganar, al aplicar una llave sobre la pierna herida de su oponente. Pero, al final, un nuevo Cutter sobre la citada valla, seguida de un mega Lariato marca de la casa del señor Nigel, acaba con el match.

Creo que este es un muy buen combate, si bien no tanto como se vendió en su momento. De todos modos, las notas son hijas de su tiempo.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 12 de enero de 2022

Cody vs Brodie Lee, Dog Collar Match, AEW Dynamite 07/10/2020


Especial fallecimiento Brodie lee

Después de un 2021 complicado en cuanto a publicaciones en el blog, saludamos al año nuevo, con la intención de recuperar la actividad. Con tal fin, debo acabar tareas pendientes, empezando por el especial sobre el fallecimiento del gigantón Brodie Lee, conocido como Luke Harper en WWE.

Hemos visto, en dicho especial, combates suyos en territorios independientes, y en WWE. La última lucha que vamos a revisar es una que mantuvo unas semanas antes de morir, en la empresa en la que resurgió tras el maltrato recibido en WWE: AEW.

En estos últimos meses de su carrera, y de su vida, se convirtió en el líder de una malvada facción: The Dark Order. Én ese tiempo, se le conoció como The Exalted One; se puso un traje, y llevó a cabo algunas promos en las que se burlaba un poco de su odiado Vince McMahon. Ese personaje no estaba mal, pero yo pienso que no era apropiado para él: Un tipo tan grande, con una barba tan larga, y con cara de loco, debería actuar como un monstruo: es como aprovecha mejor su apariencia. Creo que el personaje que ejecutaba en WWE era perfecto para él, si bien es cierto que tenía un recorrido limitado. Todos los luchadores quieren ser protagonistas, y acaban siendo todos iguales. La diferencia entre unos y otros es la base fundamental para crear personajes, y en base a ellos, historias.

Brodie entró en rivalidad con una de las principales figuras de AEW, el gran Cody Rhodes. El barbudo derrotó al American Nightmare, proclamándose Campeón TNT. Cody tuvo que pasar un tiempo fuera, después de la paliza recibida por el animal del que hablamos hoy, e incluso el veterano Arn Anderson fue atacado. Posteriormente, Lee defendió el título con éxito ante el hermano de su rival, el legendario Dustin Rhodes, que resultó asimismo víctima de su abuso,y el de sus acólitos. El asunto se volvió personal, y, ¿cómo resuleven los problemas personales los Rhodes? Con Dog Collar Matches.

AEW ha hecho muchos tributos al pasado en su corta existencia. Mientras que WWE quiere invisibilizar el folclore del wrestling, su competencia lo potencia con aportes culturales que siempre resultan evocadores. Es este, desde luego, un deporte que ha vivido tiempos mejores, y por tanto, debe reivindicar su grandeza. 

En ese sentido, los Dog Collar Matches, suponen un elemento clásico a través del cuál, se redimieron muchas rivalidades violentas en tiempos de los territorios, allá por el salvaje medio oeste americano. Entonces, no existían los Hell in a Cell Matches, ni los Ladder Matches, pero había otras estipulaciones, entre ellas, esta, que consiste en que los dos luchadores se tienen que reventar la cabeza, atados del cuello. El padre de Cody, el señor Dusty Rhodes, estuvo en varios combates de este tipo, incluyendo uno en el que participó su jovencito segundo hijo: aquel en el que se enfrentó a Randy Orton en 2007.Aquel era un Texas Bullrope Match, una cosa muy parecida.

Esta vez es Cody el que se ata el collar de perro al cuello, mientras que al otro extremo está un hombre que nadie quiere tener cerca: Brodie Lee. En las gradas está el veterano Greg "The Hammer" Valentine, que en Starrcade 1983 disputó uno de los Dog Collar Matches más recordados de todos los tiempos, aquel en el que se enfrentó al mítico Roddy Pipper. Este es otro aporte cultural de AEW que agradecemos; está bien honrar a los grandes hombres.

La lucha entre Cody y Brodie no está mal. Es cierto que son otros tiempos; este tipo de matches no interesan mucho al público, porque no son dados a los grandes spots, que resultan imprescindibles actualmente para contentar a la audiencia, que sabe que la lucha libre es de mentira, y que por tanto exige, más que verosimilitud, entretenimiento circense. Así pues, si bien es cierto que Cody y Brodie están atados del cuello, las cadena que les une es muy larga, y permite hacer, casi, cualquier cosa. Aún así, es peligroso hacer locuras con ella, y de hecho, Lee resbala de manera peligrosa al aplicar una patada. Pero, por lo demás, la estipulación, en muchos casos, parece irrelevante.

Hay una etapa, al principio del match, más propia del estilo de los Dog Collar Matches. Es el rato en el que Brodie domina, atacando la cabeza de su oponente, provocándole un corte, y pegándole con la cadena. Después, empiezan los spots locos propios de AEW, incluyendo un rompecuellos en una mesa sobre el gigante, que se desangra también. 

Arn Anderson regresa, para ser atacado por Brodie, pero consigue aplicar su clásico Spinebuster sobre uno de sus lacayos. El malo está a punto de ganar, con superkicks y Powerbombs, pero, finalmente, Cody encadena algunos de sus movimientos de firma, para llevarse la victoria y cobrar venganza.

Creo que la lucha es bastante buena. Tiene su parte de lucha propia del estilo, y su parte de ataques locos. No es para tirar cohetes, pero vale la pena verla.

Puntuación: ***1/2