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domingo, 7 de febrero de 2021

30 Man Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2021




Especial Royal Rumble 2021

Me ha costado mucho volver al trabajo en el blog después de diversos inconvenientes, y elegir combates de hora y media de duración para la vuelta, no ayudó. Estaba totalmente desvinculado del wrestling desde hacía meses, pero vi una imagen por ahí sobre Royal Rumble, y no pude resistirme a revisarlo. Estoy pagando una subscripción a WWE Network, así que habrá que aprovecharla.

Pasé directamente a la batalla real de hombres, el main event de la velada. Me llamará el lector machista, pero en ese momento, ni siquiera recordaba que ahora hay Royal Rumbles femeninos. Tengo la cabeza en otros sitios. Sin demasiado background, y contextualizando un poco sobre la marcha, estimé que fue un Rumble bastante bueno, con momentos muy aburridos y un bookeo que, una vez más, no tomaba el más mínimo riesgo y desaprovechaba un concepto que, con un poco de cerebro, podría dar mucho juego, pero, aún así, y con una concepción un poco repetitiva, resultó entretenido, con buena participación, muchas apariciones sorpresa, y varias historias sobre la mesa.

Edge volvió al wrestling en activo en el Rumble de 2020, cuando todavía había público en las arenas. Se metió en una rivalidad con Randy Orton que los llevó a pelear en varias ocasiones, con victorias para los dos. Edge se lesionó, y quedó fuera por un tiempo, durante el cuál, Orton se dedicó a recrear su personaje de Legends Killer, atacando a Christian, Big Show y Ric Flair. Incluso pudo ser Campeón de WWE durante un breve periodo, tras una rivalidad con Drew McIntyre. Pero, nada mas comenzar el Rumble, hace acto de aparición Edge, con el número 1, seguido Orton, con el 2. Entendí rápido que esas posiciones se debían a motivos de storyline.

Buen comienzo, pues, del Rumble, a través de una rivalidad que cumple un año de vida. Edge y Orton brawlean por la arena durante los primeros minutos de la pelea, hasta que Randy queda noqueado por un Facebuster sobre la mesa de comentaristas, y recibe varios sillazos en la pierna, motivo por el cuál, es retirado del lugar por los referees (como hemos visto muchos Royal Rumbles, sabemos que volverá después).

La batalla se vuelve un poco aburrida, en el momento en el que se empiezan a acumular luchadores en el ring. Pero tenemos varias apariciones especiales que nos alegran la tarde. Tan sólo lamento que no haya público real, lo que provoca que esas apariciones no tengan suficiente fuerza. Tampoco creo que los comentaristas expresen la emoción que se merecen.

El primero es Carlito, Carlitos Colón, que regresa a la empresa que abandonó hace 11 años, en 2010. Ha pasado muchísimo tiempo, así que los fans que están viendo el evento a través de las pantallas, no parecen reconocerlo, ya que son, en general, muy jóvenes. No hace mal papel, y muestra un estado físico enorme, hasta tal punto, que volvería a luchar en el siguiente programa de RAW. No sé si se mantendrá en la empresa, como ocurrió con MVP el año pasado. Y, es que, es habitual que los exWWE mejoren físicamente cuando se van de la empresa, porque tienen mucho más tiempo para ir al gimnasio, y menos controles antidoping. Recordemos, en cualquier caso, que Carlito se ha mantenido activo siempre, luchando en la WWC de su familia, así como en empresas de todo el mundo, aunque nunca con un ritmo de competición muy alto.

También aparece Kane, que no había luchado en todo el año 2020. Consigue eliminar a dos rivales, aumentando sus números de récord en RR, y se reencuentra con su amigo Daniel Bryan, al que abraza previo ataque, antes de ser eliminado por el luchador de NXT Damien Priest, que también expulsa a la pareja de Morrison y Miz. Da la sensación de que WWE tiene grandes planes para él, dado el nivel de las eliminaciones.

En cuanto al Miz, al llegar al ring, destroza los cacharros de Bad Bunny, que había tocado durante la noche. Parece que podrían meterse en una rivalidad de cara a WrestleMania, y eso puede implicar mucha publicidad para el evento, pues este tío es muy famoso, por lo poco que controlo del tipo de música que hace.

Otra aparición sorpresa es la de Hurricane, Shane Helms, que trabaja como productor en WWE desde 2019. Hasta entonces, había seguido luchando con regularidad, pero, desde su firma, no había hecho nada (de hecho, fue despedido en marzo de 2020, como otra mucha gente; no sé si vuelve a estar en nómina). Este hombre, a sus 48 años, y al contrario que Carlito, no se mantiene en tan buena forma. Pero está aquí para revivir un momento icónico en la historia de Royal Rumble: su intento de doble ChokeSlam sobre Austin y Triple H en 2002. En esta ocasión, las víctimas son Bobby Lashley y Big E, que, como aquellos, abortan la acción y mandan a Helms a su casa.

Pero la gran sorpresa de la noche es el regreso de Christian, el gran amigo de Edge, a quién abraza en el ring. Este hombre, como Daniel Bryan, se retiró debido a problemas con las conmociones cerebrales, en 2014, pero parece que WWE, como a aquel, le ha dado el alta médica, supongo que para evitar que se vaya a AEW como Sting. En 2020, tras la rivalidad entre su amigo y Randy Orton, apareció en RAW para pelear contra el rudo, en un estado de forma no muy bueno. Aquel combate no fue más que una patada traicionera de Orton, así que apenas podía considerarse lucha. Pero, en el Rumble, hace un gran papel, presenta su físico habitual de toda la vida, y se mantiene en la batalla hasta, casi, el final. ¿Seguirá usándolo WWE en el futuro? Espero que sí.

En general, la participación es muy buena. Aparecen Daniel Bryan, AJ Styles, Seth Rollins y Braum Strowman. Y aparece Rey Mysterio, momento que Michael Cole aprovecha para anunciar una cerveza mexicana. Bookeos dirigidos por anuncios, eso es algo muy novedoso. Esta empresa es una máquina de hacer dinero. Styles cuenta con guardaespaldas, un gigante negro que mide 7 metros, y que le ayuda, expulsando gente, y evitando que él caiga fuera. Braun Strowman, finalmente, aprende la lección, y lanza a AJ por otro lado, evitando su interferencia.

Edge y Christian hacen equipo, y aplican doble Spear sobre Braun. Daniel Bryan y Matt Riddle son eliminados por Rollins, tras varios intercambios geniales entre ellos, tras lo cuál queda la pareja canadiense frente a Strowman y Seth. Este trata de poner de su parte al monstruo, señalando que ellos son el futuro, pero no tiene suerte, y es atacado. Braun maltrata a los veteranos, pero en un forcejeo, acaba cayendo fuera junto al Capitán Carisma. El mismo resultado le espera a Rollins. Cuando Edge se cree ganador, aparece Randy Orton para aplicar RKO y expulsarlo. No obstante, en el último segundo, el Rated-R Superstar se revuelve y lanza fuera a su odiado rival, consiguiendo así su segunda victoria en un Rumble.

Buena batalla. Tiene sus momentos de aburrimiento, y un bookeo simplón, pero la calidad de la participación, incluyendo la de las leyendas, es tan grande, que la habilidad de los luchadores es suficiente para que este sea un muy buen Rumble.

Puntuación: ***3/4

sábado, 9 de mayo de 2020

Orlando Colón vs Eddie Colón vs Carlito, WWC Noche de Campeones 2019



Hace unos meses, comentamos la lucha campeonil entre Orlando Colón y Eddie Colón, conocidos como Primo y Épico en WWE (o como Los Matadores), que tuvo lugar en el evento Septiembre Negro 2019 de WWC. Ya dijimos que, aunque tenían contrato con WWE, llevaban mucho tiempo sin participar en eventos de la empresa, y se estaban dedicando al negocio familiar, pues la WWC es la empresa puertorriqueña de lucha libre, propiedad del legendario Carlos Colón, padre de Eddie y tío de Orlando, actual Campeón de WWC.

Además, en ese match, Carlitos Colón, conocido en WWE como Carlito, hizo el papel de referee. Pero, de la manera en que acabó, la rivalidad continuó, de tal manera que, un mes después, se dio otra batalla titular en Noche de Campeones, en la que participaron los tres miembros de la Dinastía Colón: Carlito, Eddie y Orlando. Tenía ganas de verla, para completar la información sobre este tema, pero no se emitió en televisión.

WWC tiene dos programas semanales en la televisión local. Son programas de una hora, que se emiten sábados y domingos, y que se suben íntegros a Youtube. Son shows con una producción muy básica, parecida a la que podían tener las empresas de la época de los territorios, en las respectivas cadenas locales, en Estados Unidos. En estos programas, se emiten promos que van trabajando las historias, se emiten luchas de shows poco importantes, luchas históricas, y, de vez en cuando, se emiten luchas de eventos importantes de los últimos meses. Por eso, dado que no existen PPVs o emisiones en streaming, es imposible ver los combates importantes de WWC hasta que la empresa decide ponerlos en su programa de televisión, si es que lo hace.

Con respecto a este magno evento de Noche de Campeones, la intención de WWC era no emitirla hasta pasado un año. Pero, en las circunstancias actuales, en las que, debido a la pandemia por coronavirus, no se pueden grabar combates nuevos y, además, se intenta entretener a la gente con cosas un poco más interesantes, se ha decidido emitir el match en marzo de 2020. Vamos a comentarlo.

Pero antes, quería aprovechar la presencia de Primo y Épico, para comentar la ola de despidos de WWE en plena pandemia. Primo y Épico han sido dos de los hombres que han acabado en la calle, como muchos jobbers poco utilizados, productores que no tienen mucho trabajo debido a la imposibilidad de realizar eventos en vivo, y gente un poco más importante, como Luke Gallows, Karl Anderson, Rusev y Caín Velásquez.

El caso de Caín, lo comentaremos en otro post. Con respecto al resto, hay que decir varias cosas. Se ha criticado mucho a WWE, por su falta de corazón, al echar a la calle a gente que, en estos momentos, no va a poder encontrar una alternativa. Y es cierto que es una decisión desconsiderada, aunque lógica, si nos ponemos pesimistas con respecto a la evolución de esta pandemia. Si algo ha demostrado Vince McMahon con respecto a su capacidad como empresario, es un talento innato para conseguir sacar adelante y hacer crecer a una empresa dedicada a una forma de entretenimiento muy rara, hasta convertirla en un absoluto imperio, a pesar de todas las dificultades que surjan. Durante las últimas décadas, ha hecho cosas muy inmorales, y muchas veces, quizás ilegales, y desde luego, no va a poner su obra en riesgo para pagar sueldos a hombres que son casi millonarios y que no producen nada.

Yo, con respecto a este confinamiento en el que vivimos, estoy muy preocupado por la capacidad de mucha gente para ganarse la vida, y en concreto, en el mundo del wrestling, hay miles de luchadores independientes que, hoy en día, no está recibiendo ingresos, y no lo van a poder hacer en varios meses, como mínimo. Lo siento mucho por los trabajadores de WWE, pero hay que decir que la mayoría de ellos tenía sueldos de 6 cifras, y que se van con tres meses pagados, así que hambre no van a pasar. En lo respectivo a los agentes, además, es obvio que volverán a su labor cuando haya, de nuevo, live shows.

Muchos de los luchadores despedidos, sólo estaban en WWE porque Vince no quería que se fueran a la competencia. Pero, no nos engañemos, la empresa estaba regalando muchos sueldos a gente que no aporta nada. Eso está bien para la época de bonanza económica, pero, ahora, no está el horno para bollos. La empresa ha debido ahorrar, con estos despidos, lo equivalente a 10 millones de dólares anuales, y los va a necesitar.

Note el lector que, además, se ha echado a la calle a todos los luchadores que estaban insatisfechos en WWE. Todos los hombres que llevaban mucho tiempo criticando su uso, y que estaban aprovechando el nacimiento de AEW, para presionar a WWE, ahora, están fuera. Se dice que, con respecto a Vince, lo importante son los negocios, pero ya hemos visto que no es así, que se lo guarda todo. Ahora, Matt Hardy, The Revival, Luke Harper, Lio Rush, Rusev, The OC y otros eternos disgustados, han salido de WWE.

Como digo, Vince se tiene que poner en lo peor. Ha perdido todos los ingresos por Live Shows, por entradas vendidas a programas de televisión y PPVs, los ingresos por WrestleMania, buena parte de los ingresos por patrocinadores, y, posiblemente, su acuerdo con Arabia está en peligro. Además, sus programas de televisión cada vez tienen menos audiencia, tanto por el bajón habitual de la primavera, como por el obvio descenso de calidad, que, en estas circunstancias, está por los suelos.

Por supuesto, a corto plazo, no hay ningún problema para la empresa. Tiene 4 shows en televisión, y está realizando proyectos con Netflix y otras plataformas. Todavía tengo que ver la serie del Big Show. El problema es que Vince sabe que esto de la pandemia puede llegar a ser un problema muy grave a largo plazo. No sabemos si habrá segundas olas, lo que es obvio es que algo que está tan extendido por el mundo y que tiene una capacidad de contagio tan alto, es imposible de controlar en un contexto de fronteras abiertas y de realización de eventos multitudinarios habituales. Veo gente que está esperando que esto acabe para irse al bar, sin darse cuenta de la verdadera gravedad de lo que está pasando, y de la incertidumbre sobre el futuro al respecto. Las consecuencias para WWE podrían ser muy malas, si no reduce los inmensos costes en personal que soporta. Y es lo que ha hecho.

No en vano, Donald Trump nombró a Vince como una de las personas en las que confiar de cara a la recuperación económica. Es un psicópata que sabe qué decisiones tomar, por duras que parezcan. Si bien es esto cierto, también debería saber aconsejar a sus altos directivos, tales como su hija y su yerno, no vender las acciones de la empresa en cuanto se recuperan un poco, como ha pasado recientemente, pues manda la señal a los accionistas con menos información sobre el estado de la misma, de que se aproximan tiempos peores.

En lo respectivo a los Colons, no puedo sentirme muy triste por sus despidos: era una locura que siguieran en WWE, más que por la economía de la empresa, por sus propias carreras. En algún momento, se llegó a plantear el regreso de Carlito, lo que podría haber provocado la creación de un stable, incluyendole a él como líder,  un personaje con mucha más habilidad para comunicarse, lo que habría sido interesante. Es una pena que no ocurriera, porque WWE necesita a gente así: personajes. Ya tiene al mejor talento del mundo, luchadores que en el ámbito independiente, han dado luchas increíbles, y sin embargo, eso no va a crear buenas historias. MVP ha demostrado durante las últimas semanas lo que vale la personalidad en este respecto. Y es que, en los tiempos de tipos como este, gente como MVP, Carlito o Mr Kennedy, la política de contratación era muy distinta, y, si bien estos hombres podían tener menos talento como luchadores, desde luego, generaban momentos televisivos muy superiores.

No ha ocurrido. Desde su salida de WWE, Carlito ha tenido una carrera muy tranquila como luchador independiente, apareciendo en los eventos familiares cuando ha sido menester, y sin protagonizar ningún momento verdaderamente destacable. Ahora, con el nacimiento de nuevos proyectos de competencia, WWC parece estar mejorando un poco su producto, si bien es cierto que la lucha libre puertorriqueña no es de gran calidad. Así, en 2019, hemos visto a Eddie, Carlito y Orlando mucho más involucrados, y hemos presenciado el regreso de muchas figuras importantes, como Mecha Wolf, Ricky Banderas o Ray Gonzalez, así como una alianza con AAA, empresa que tiene alianzas con casi todo el mundo, que ha dado como resultado la llegada de Texano Jr.

La historia entre los Colón fue interesante. Ray González nombró a Eddie retador por el campeonato en manos de Orlando, y esto provocó al contendiente grandes inseguridades. En el pasado, tuvo rivalidades con Carlito, que destrozaron la relación de los dos hermanos, e hicieron mucho daño a su familia. Ahora, podría pasar lo mismo con su primo, con el que tiene una relación muy estrecha, tras muchos años formando equipo en WWE.

Orlando le recriminó esto. No quería condescendencia. Esto es un deporte, y debe ganar el mejor. Eddie entró en razón, y acabó enfrentándose a su primo, con Carlito como referee en Septiembre Negro. Tras esto, Ray Gonzalez siguió metiendo el dedito en la llaga, y concretó ese Triple Thread Match con los tres Colons sobre el mismo ring, por primera vez en la historia. 

La lucha no es muy larga, y no es especialmente buena, como suele ocurrir en Puerto Rico. Hay varios spots buenos, muchos counters, y muchos Backstabbers, movimiento que Carlito hizo famoso en todo el mundo y que, hoy en día, forma parte del conjunto de movimientos básicos que usa cualquiera. De hecho, la lucha acaba con un doble Backstabber, en el que los tres se enganchan con la misma técnica, y tras el cuál, Orlando realiza el conteo sobre Carlito.

Tras el match, los tres luchadores celebran juntos, hasta que Eddie pega un golpe bajo a su hermano y a su primo, confirmando el turn heel que se estaba cuajando. 

La pelea no es mala, pero sólo son algunos minutos de lucha entretenida. 

Puntuación: **1/2

lunes, 29 de enero de 2018

Royal Rumble Match, WWE Royal Rumble 2006



El de 2006 será el último Royal Rumble Match que veré antes de ver el de este año, 2018. Es el Rumble que ganó Rey Mysterio, poco después de la muerte de Eddie Guerrero. La victoria de Rey en el Rumble, y posteriormente, en WrestleMania ante Orton y Angle, fueron en honor del fallecido luchador.

En esta batalla, Triple H y Rey Mysterio entran en las primeras dos posiciones, y tienen un buen intercambio. Me hubiera gustado ver una buena rivalidad entre ellos. Y la primera parte del combate me gusta, porque ambos se mantienen, mientras van saliendo rivales, cada vez más potentes, y siempre acaban ellos dos solos en el ring. Los primeros en salir, y en ser eliminados, son jobbers, pero luego aparece Ric Flair, que había tenido una buena rivalidad con Triple H (como todo Evolution). HHH se libra de él, pero luego tenemos en escena a Big Show, Bobby Lashley, y Kane. Mucho peso.

Kane y Show eran campeones en parejas, así que unen fuerzas para derrotar al Superman Moreno. Pero luego se pelean entre ellos, y Triple H lo aprovecha para eliminarlos a ambos. Rey y Hunter vuelven a quedarse solos. Pero ahora siguen saliendo luchadores, y ya apenas hay eliminaciones. Es una pena, porque la batalla se estanca aquí. Ya no hay mucho interés, salvo por apariciones especiales o vueltas, como las de Rob Van Dam, Tatanka, Road Warrior Animal o Goldust, que debe ser el tipo que más veces ha vuelto a la empresa en Royal Rumble (también porque le han despedido mil veces, y porque debutó en la empresa hace casi 30 años, y allí sigue). Tatanka pelea bien, y tiene una gran forma física, para llevar tantos años fuera. Por eso, se ganó un contrato para luchar un tiempo en Smackdown.

Con el número 30, entra al ring Randy Orton. Se acaban las entradas, y el ring está lleno. Hace muchos minutos que esto es muy aburrido, demasiado, pero el final está entretenido. La mayoría de los participantes son eliminados. Carlito y Chris Masters, que componían entonces una gran pareja, eliminan al enorme Viscera, pero Carlito traiciona a Chris, y le empuja también. Shawn Michaels se enfrenta en solitario a los MNM, y los echa fuera, y lo mismo hace con Shelton Benjamin. Pero Michaels debe ser el tipo que más storylines ha trabajado dentro de un Rumble. Aparece Vince McMahon, quien se enfrentaría con él en WrestleMania 22, y le distrae, mientras su hijo Shane le empuja por detrás, para provocar su derrota.

Rob Van Dam echa fuera a Carlito, y se queda en el ring con Randy Orton, Triple H y Rey Mysterio. Estos dos últimos están haciendo un trabajo titánico. Mysterio pide su colaboración a Rob, para enfrentarse juntos a los dos fornidos rudos. Tienen un buen enfrentamiento, pero Triple H lanza a Rey contra Van Dam, provocando que este salga fuera del ring. Lo que resta de la batalla es bastante interesante, porque es un David vs dos Goliats, y queda genial la manera en la que el Underdog definitivo, Rey Mysterio, consigue expulsar a ambos. Primero a Triple H, y después, a Orton, con sendas tijeras cuando estos intentaban proyectarle fuera. Buen final que mejora una lucha que hasta la parte de Michaels, no era muy buena.

Puntuación:***1/4

martes, 31 de mayo de 2016

Team Raw vs Team Smackdown, WWE Survivor Series 2005




Recientemente, se ha anunciado que Smackdown pasará a emitirse en Estados Unidos, en el canal USA Network, todos los martes en directo. Y como necesidad causada por esta decisión, habrá, de nuevo, división de marcas.

Raw y Smackdown funcionaron como marcas independientes entre 2002 y 2011. Esa decisión se tomó después de que WWE comprara WCW e ECW, y tuviera demasiados luchadores como para darle tiempo a todos. Así, las marcas se separaron, el roster de la empresa se dividió en 2, y en la práctica, estas funcionaron como empresas distintas, con PPVs distintos, salvo en los más importantes del año.

Había encontronazos, y había Drafts, pero cada marca tenía sus luchadores, sus títulos, y su estilo. Y en Smackdown había programas mágicos. Sin embargo, a mí no me convencía.

Pensaba que con esa separación, había muchas combinaciones de luchadores que no se daban. Y también me parecía estúpido que hubiera dos campeonatos mundiales: se supone que solo una persona en el mundo puede ser la mejor del mundo. Además, había lío con las divisiones femenina y de parejas: si no había títulos en Smackdown, los luchadores estaban ahí para nada, y si los había, era difícil que, con los rosters divididos, hubiera suficiente gente para mantener el interés en ellos.

Yo pensaba que, si las marcas se juntaban, aún así, habría el mismo número de rivalidades, porque había la misma cantidad de tiempo. Simplemente, las combinaciones sería mayores. Pero no, en WWE no había cabeza para eso. El número de rivalidades, desde que terminó la separación de marcas, ha sido el mismo que habría si no existiera Smackdown. En el programa azulado, simplemente, se han extendido las de Raw, metiendo luchas en parejas y eso. La verdad es que el visionado de ese programa se ha convertido en algo fácilmente eludible, cuando, antes, era el más interesante, al menos para mí.

Así que veo esta división de marcas como una oportunidad de ver cosas nuevas, de que se relancen carreras estancadas, y de volver a ver grandes luchas, como las que se veían en otra época en ese programa. Ahora bien, creo que WWE necesita aumentar un poco su roster para dar este paso, sobre todo con las perdidas recientes de Barret, Cody (quien tenía un gran papel en Smackdown hace años), y posiblemente Ryback. Al menos debería haber 30 luchadores en cada roster, como los que habían antes, para que la cosa fuera creíble. 

Como homenaje a la vuelta de la división de marcas, le he echado un vistazo a la lucha entre el Team Raw y el Team Smackdown, que se dio en Survivor Series 2005. El año anterior, WWE, THQ y Yuke's habían puesto a la venta una nueva franquicia de videojuegos, o la misma de siempre pero con nuevo nombre, Smackdown vs Raw. Y obviamente, había que darle promoción, así que surgió una rivalidad entre las dos marcas, entre Eric Bischoff y Teddy Long, los Gerentes de Raw y Smackdown respectivamente.

Entre peleas y guerras, se acabaron formando dos equipos que se enfrentarían en una lucha de eliminación tradicional en SS 2005. El equipo de Smackdown contaría en sus filas con Batista, Rey Mysterio, JBL, Bobby Lashley y Randy Orton, mientras que el de Raw, que hace el papel de rudo, tiene a Shawn Michaels, Kane, Big Show, Carlito y Chris Masters. Hay que recalcar que, en esa época, Kane y Big Show eran pareja, lo mismo que Carlito y Masters.

La lucha es muy entretenida, no da pie al aburrimiento, y la gente apoya bastante a Smackdown, sobre todo al principio. Lashley se muestra imponente ante Masters o Michaels, pero mientras sujeta a HBK y el referee se despista, Kane le engancha con una lanza desde fuera de las cuerdas, lo que aprovecha el rompecorazones para hacerle el conteo. Posteriormente, la cosa se sale de madre, y una combinación de 619 y Bomba-Batista hacen que el monstruo rojo sea eliminado.

La cosa sigue loca, sin orden, y los luchadores hacen lo que quieren. Como consecuencia, el Big Show y su compañero ya eliminado, Kane, hacen un ChokeSlam doble a Batista, eliminándolo. 

Show acaba luchando con los tres miembros de Smackdown que quedan, Mysterio, JBL y Orton. Puede con todos, es impresionante, pero hay muchos despistes (el referee lleva toda la lucha sin enterarse de nada). JBL aplica un Clothesline From Hell, pero alucina cuando ve que al gigante apenas le ha afectado. Pero este queda en buena posición para el 619, seguido de un RKO. Aún así, se levanta.

JBL alucina aún más, cuando su segundo Clothesline From Hell tampoco basta, pero sí que lo hace un Sentón de Rey Mysterio. Son demasiados finishers para Show, aunque la cara de Mysterio es un poema, cuando ve que ha conseguido derrotar a esa mole (Kane/Show y Batista/Mysterio tenían bastante lío).

Se vuelve a liar parda, y JBL aplica un power slam a Michaels en ringside, dejándolo ahí, KO. Mientras tanto, sin muchos problemas, el tridente de Smackdown acaba con Carlito y Chris Masters. Michaels, echo una porquería, se ve solo contra los 3.

Pero es un hombre curtido en mil increíbles batallas, y está a punto de realizar la gesta. Recibe un vuelo de Mysterio con una Sweet Chin Music, que lo elimina, y aplica otra, al esquivar un Clothesline From Hell de JBL. Queda solo con Randy Orton, y ahí sí que tenemos un segmento más aburridillo. Una interferencia de JBL le pone en bandeja a Randy un RKO que le da la victoria a su equipo.

Viene toda la gente de Smackdown (los que no tienen combates, se entiende), y celebran con Orton, que es rudo, dicho sea de paso. Pero aparecen los monjes, acólitos del Undertaker. Él y Randy llevan matándose todo el año. Pero tras ser derrotado en una Casket frente a Randy y su padre, Orton le daba por enterrado. En Armageddon, tendrían su lucha definitiva, una Hell in a Cell.

Puntuación: ***1/2

martes, 1 de octubre de 2013

Sting vs Carlito, 40 Aniversario WWC


Mientras, en México, el Consejo Mundial de Lucha Libre celebra su 80 aniversario, en Puerto Rico, el otro Consejo, el World Wrestling Council, celebra exactamente la mitad, 40 añitos. Y, emulando a los mejores Wrestlemanias, este magno evento Puerto-riqueño presenta un Main Event en el que confluyen dos super-estrellas, Carlito y “The Icon”, Sting.

Carlito, es la principal estrella de la familia Colón, los dueños de la promoción, que ya han perdido a Primo y Epico, Los Matadores en WWE. Pero, a pesar de los éxito de Carlito, su fama es una minucia comparada con la de Sting, The Icon, uno de los mayores luchadores de todos los tiempo. No soy un gran fan suyo dentro del ring, pero su historia es muy grande. Y eso se nota durante el combate.

Me gustó bastante la primera parte de la lucha. Llega la gran Leyenda Yanqui al ring, y en todo momento busca la opción de aplicar su Scorpion Deathlock, el Sharpshooter que tantas victorias le ha proporcionado. Carlito huye desesperado cada vez que Sting intenta usar esa maniobra del demonio. Hasta que al final lo caza, y está a punto de llevarse el combate gracias a ella.

Carlito huye del combate. Sting es peligroso. Pero The Icon va a por él, y lo trae de vuelta, cayendo en sus trampas y argucias. El tipo molón, así, toma ventaja en el combate, en una parte que, ahora sí, se vuelve mediocre y aburrida. Carlito ataca a su rival hasta que este lleva a cabo un come-back final que le da la victoria, vía Scorpion Death Drop.


Puntuación: **3/4