Es muy difícil, en esto del wrestling, encontrar historias realmente interesantes. Porque los personajes, cuando los hay, no son muy complejos. Si un personaje no es interesante, es poco posible que se cuente una buena historia alrededor suya.
Por eso, muchas de las grandes historias que se han contado a lo largo de los años han derivado de un aspecto verdadero dentro de la personalidad de las personas que hay detrás de los personajes. Porque, incluso la más trivial de las vidas de los hombres, ha tenido eventos lo suficientemente importantes como para forjar carácter, miedos, traumas o sueños. Y esos sí que son elementos suficientes de los que partir para formar una gran historia.
Posiblemente por eso me interesa tanto la rivalidad existente entre Daniel Bryan y The Miz. Porque son verdaderos antagonistas. Porque sus carreras, sus objetivos, y sus vidas, son totalmente opuestos. Por eso, su rivalidad ha persistido desde el primer día en que coincidieron en la empresa, y por eso, va a continuar, al menos durante los próximos meses, porque están anunciados para las carteleras de los 2 PPVs que se aproximan.
Como digo, son dos paradigmas de luchador totalmente opuestos. Son, no obstante, dos veteranos, dos leyendas, dos excampeones mundiales, y dos futuros hall of famers. Han llegado aquí siguiendo dos caminos muy distintos. Pero, ¿cuál es el correcto? ¿cuál es más legítimo?
Bryan firmó por WWE a principios de 2010. Y, a diferencia de todos los fichajes que hacía la empresa en esos tiempos, Daniel no fue a FCW, la liga de desarrollo de la época. Vince, en 2011, no consideraba la existencia de ninguna otra federación del mundo, por lo que todo el que no hubiera estado antes en WWE o en WCW, debía formarse en la liga de desarrollo. Las únicas excepciones que se hicieron fueron las de aquellos que ya se consideraban estrellas internacionales: Bryan Danielson, y el Místico. Y ya sabemos cómo salió la cosa con el enmascarado. Si el actual Carístico hubiera sido formado en NXT, quizás ahora sería un main eventer en WWE. Pero no se hizo así.
Bryan debutó en el primer episodio de NXT, que entonces no era la liga de desarrollo que es ahora. Era un programa de televisión que se emitía en SyFy, sustituyendo a ECW, y en el que luchadores destacados de FCW competían en una especie de Reality Show, en el que se discernía quién iría al main roster. Cada una de estas futuras estrellas tenía un tutor, un maestro, que era un luchador ya consagrado.
Ya sabemos que los miembros del primer NXT acabaron formando el stable NEXUS. Pero fijaos en los luchadores que había, y comparadlos con el nivel que hay ahora en NXT. Estaban Wade Barret, Skip Sheffield, Darren Young, Michael Tarver, David Otunga, Heath Slater, Justin Gabriel y el propio Bryan. La mayoría de ellos no tenía el más mínimo nivel. Barret y Ryback consiguieron constituir buenos personajes, pero nunca rindieron muy bien en el ring, y ya están fuera de la empresa. Aparte de Bryan, Slater es el único que continúa en WWE, y no es un sueldo muy útil. Cuántos años y dinero debió perder WWE formando a este tipo de luchadores.
El perfil de Bryan era muy distinto al de estos inmensos hombres de limitado talento. Pero, cualquiera que lo hubiera visto luchar en las indies, y en aquella época era difícil encontrar gente que realmente viera ROH, sabía que era muy difícil que tuviera hueco en WWE. Era un hombre muy pequeño, con problemas en la piel, con el pelo muy cortito. Tenía un gran carisma a la hora de luchar, pero no destacaba física y psicológicamente. Sin duda era el mejor combatiente del mundo, pero su estilo, stiff y técnico, no encajaba con el de ningún luchador de la época en la empresa. Benoit, Guerrero, Malenko o Finlay ya habían desaparecido.
Y The Miz era lo contrario. Es un tipo que entró en WWE a través de un reality show, el insufrible Tough Enough. Por esa época, nunca había dado una buena lucha. No parecía tener el más mínimo talento. Pero ya destacaba por su forma de expresarse, por su uso del micro. Es posible que gente como Morrison o Kingston fuera capaz de realizar un espectáculo mayor, pero eran luchadores sin personalidad. Si no tienes personalidad, no le importas a nadie, y si no le importas a nadie, nunca llegarás a nada en WWE.
Y la primera impresión de The Miz y de WWE con respecto a Bryan era esa misma. Que sería un luchador más, de los que saben dar una buena lucha, pero que jamás movilizan al público. Por la diferencia de tamaño con respecto al resto de participantes, Bryan tenía dificultades para ganar combates en NXT, pero el resto de veteranos, que eran también los jueces, le daban muchos puntos por su desempeño.
Pero Miz lo odiaba. Odiaba esa superioridad moral del pequeño que cree que por saber hacer llaves es superior a él. Él era una estrella. Por supuesto, acabaron llegando a las manos. Bryan se lanzó, también, contra Michael Cole, que parecía estar de acuerdo con la visión de The Miz. Cole hizo su famoso turn heel, que no acabaría hasta años después, con el infarto de Jerry Lawler.
WWE escribió un storyline para Bryan, en el que era expulsado de NXT por demostrar falta de interés en el concurso. Su historia parecía muy interesante, pero la empresa cambió de planes al iniciar el feudo de The Nexus. Bryan hizo tan bien su trabajo al atacar a los trabajadores de WWE en aquella mítica invasión, que tuvo que ser despedido por mostrar demasiada violencia.
Ese verano, tuvo lugar una historia interesante, en la que John Cena unía a varios luchadores de la empresa para hacer frente a Nexus, el stable comandado por Wade Barret y formado por los participantes de NXT, a excepción del despedido Dragón Americano. The Great Khali, uno de los aliados de John, fue atacado por los rudos antes del evento, así que quedó una plaza libre. The Miz se autoadjudicó este lugar.
Pero los planes de Cena eran distintos. Cuando The Miz apareció para dirigirse al ring, John anunció que el último integrante del equipo no sería él. El puesto era para Daniel Bryan, que volvía tras su despido. Por supuesto, la reacción del público fue casi nula, porque no lo conocían de nada. Otros tiempos. Bryan tuvo una buena actuación, pero The Miz se enfadó y le atacó cuando se proponía a destruir a The Nexus, provocando así su eliminación, y reviviendo la rivalidad.
The Miz y Daniel Bryan tuvieron un gran combate en Night of Champions 2010, en el que Daniel le robó el United States Championship a su enemigo, manteniéndolo, después, en Hell in a Cell, en una Triple Amenaza en la que también estuvo John Morrison. Parecía que Bryan salía victorioso de esta rivalidad, pero mientras que él se llevaba el United States Championship, y se convertía en un mid cardter de Smackdown que apenas tenía apariciones en PPVs, The Miz cobró su maletín de Money in the Bank, se convirtió en campeón y estelarizó WrestleMania.
The Miz estaba en todo lo alto, y Bryan se hundía en la mediocridad. Pero, después, el orden de esto cambió absolutamente. Poquito a poco, The Miz fue bajando en las carteleras, mientras que Daniel ganó también el Money in the Bank, y se convirtió en un World Heavyweitgh Champion rudo. Luego, se ganó el amor del público gracias al tag team que hacía con Kane, y llegó a ser campeón de WWE en SummerSlam 2013.
Posteriormente, Danielson se lesionó y tuvo que abandonar el wrestling, mientras que The Miz, ahora con el apoyo de su nueva esposa, Maryse, iba subiendo puestos, de nuevo, gracias a su superior manejo del micro. Fue llevado a Smackdown, programa en el que Daniel hacía de General Manager. Y la cosa se volvió a liar de nuevo.
En agosto de 2016, ambos coincidieron en Talking Smack, un programa emitido en WWE Network después de cada Smackdown, que, por desgracia, fue cancelado, porque ahora se emite 205 Live en directo desde la misma arena en la que tiene lugar el show azul. Este programa tenía algo bueno que no se puede dar en los programas de televisión nacional: las palabras de los luchadores no estaban guionizadas, y podían ocurrir cosas buenas, como la que paso ese 24 de agosto.
The Miz era el campeón intercontinental, y lo era, en parte, por las trampas que llevaba a cabo junto a su mujer. En una conversación en Talking Smack, Bryan puso en duda su valor, sus skills arriba del ring. Le comparó con los luchadores independientes, y dijo que se excusaba en el estilo de WWE para no mejorar sus habilidades. The Miz se enfadó muchísimo, y el enfado ocurría en esa fina línea entre el kayfabe y la realidad. Defendió su forma de luchar, su integridad, y esos 10 años de experiencia ininterrumpida luchando y dejándose los cuernos por dar un buen espectáculo. El inútil, y el cobarde, en sus palabras, era Bryan, que se había lesionado, y había aceptado el retiro forzoso que se le había impuesto. Bryan se fue de la entrevista, herido, y The Miz prometió devolver la grandeza al título Intercontinental. Y la verdad es que, desde entonces, siempre ha estado en cosas buenas.Va siendo hora de que vuelva a los main events.
La gente esperaba que, después de esa promo, Bryan volviera a los cuadriláteros, y se enfrentara, una vez más, a The Miz. Pero no estaba en los planes de WWE permitirle luchar. Daniel Bryan ya no podía hacerlo, pero The Miz sí, y cada vez mejor, introduciendo en su repertorio movimientos de su rival, y algunos gestos que hizo famosos el Dragón Americano. No fue hasta principios de 2018, cuando el contrato del barbudo estaba próximo a espirar, y la empresa se asustó porque era obvio que pensaba luchar en otras promotoras, que se tomaron en cuenta los informes de los médicos a los que acudía Daniel, y se le permitió volver al ring. Y, poco después, The Miz fue devuelto a Smackdown. Estaba claro que se volverían a ver las caras. La duda era si sería en WrestleMania, o, antes, en SummerSlam.
No se ha querido esperar más. DB ha tenido un par de rivalidades irrelevantes desde su retorno, pero al fin, hay algo bueno para él. La historia que comenzó hace 8 años desemboca en una nueva rivalidad. The Miz quiere probar que es mejor que Daniel Bryan, y de paso, volver a retirarlo, con una nueva conmoción.
Bryan y Miz tienen una buena lucha en SummerSlam, con una historia que contar. Miz quiere demostrar que es capaz de hacer todo lo que hacer el face, copiando sus mejores movimientos, pero este se lo devuelve todo con más fuerza. Posteriormente, provoca bastante daño en su cabeza, y decide aprovechar sus problemas con las conmociones para ganarle con un Skull Crushing Finale. Golpea con el puño cerrado con maldad, y llega a aplicar su finisher, pero la cuenta no llega a tres. Bryan tiene un gran aguante.
Daniel golpea con sus patadas, pero con una, alcanza el poste exterior, haciéndose daño en la pierna. The Miz intenta hacer que se rinda con una Figura 4, pero Bryan la revierte hábilmente. Los dos están cojos, y lo venden bien, sobre todo, el Miz. Parece que Bryan va a a ganar, pero el rudo se arrastra hasta la posición de Maryse entre el público. Esta le da un puño americano sin que nadie lo vea, y con él, Miz golpea la dolorida cabeza de su oponente, que cae tieso.
El malo gana el capítulo de la rivalidad, pero esta continuará en Hell in a Cell 2018, y en el evento de la empresa en Australia, Super Show-Down. En el primer match, las esposas, Brie y Maryse, estarán presentes en un combate mixto. En el segundo, estará en juego la posición de Number 1 Contender por el WWE Championship. Cualquiera de los dos sería un buen retador, pero un AJ vs Bryan molaría demasiado.
Puntuación: ****
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