lunes, 6 de mayo de 2019

Pete Dunne vs Walter, WWE NXT Takeover New York



Estoy muy retrasado con mis comentarios sobre WWE NXT UK. Todavía tengo, en mi lista de luchas pendientes, los combates entre Pete Dunne y Tyler Bate por el WWE UK Championship, la creación de la marca posterior, y la celebración de su primer Takeover, en enero de 2019. También debo hablar sobre World of Sport Wrestling, el programa de televisión que provocó la contraprogramación de WWE. Y debería hacer esas cosas antes de hablar de la lucha entre Walter y Pete Dunne que se ha celebrado en New York en el finde de WrestleMania 35. Pero tenía muchas ganas de ver con detenimiento esa lucha, así que me voy a saltar el orden natural de las cosas.

Pete Dunne es Campeón de UK desde 2017. En el evento, se ha hecho mucho énfasis en que su reinado es el más largo de los tiempos recientes de WWE, pero lo cierto es que lo es, básicamente, porque no había un programa para el campeonato, ni un roster extenso para hacerle frente. Era complicado que lo perdiera.

WWE ya tiene una marca permanente en el Reino Unido, que es la primera colonia en ultramar que asenta la empresa, junto a un Performance Center. Y tiene una nueva liga en la que colocar a las decenas de luchadores independientes que firma. En NXT UK: Takeover Blackpool, el austríaco Walter, debutó en la empresa, para retar al campeón, Pete Dunne, que defendió su título ante Joe Coffey.

Lo bueno de que Walter luche en la división de Reino Unido, es que tiene permiso para seguir luchando en territorios independientes que no sean competencia de WWE. Esto implica que aún le veremos dar grandes luchas en OTT, WXW, EVOLVE o PROGRESS.

Walter ha impresionado mucho durante los meses previos, pegándole chops asesinos a todo el mundo. En Nueva York, se enfrenta a Dunne, representando a NXT UK en el Takeover del NXT original previo a WrestleMania 35.

Me encanta que WWE haya mantenido el tema de entrada de Walter. Hubiera sido un pecado quitárselo, pues es parte importante de su personaje. Se enfrenta, aquí, al Bruiserweight, un Dunne que es mucho más pequeño que él, pero que está muy asalvajado.

Desde el principio, Walter empieza a dar Chops asesinos, y Dunne empieza a doblar dedos. El animal austríaco domina, pero, cada vez que intenta reforzar sus ataques con algo de llaveo, el inglés acaba tirándole de los dedos. No obstante, hay buenos minutos de trabajo a ras de lona.

Hay momentos de ataques y vuelos menos relevantes, pero la cosa se vuelve a animar, cuando Dunne aplica una impactante Power Bomb sobre su oponente, seguido de un Coup of Grace hacia ringside, que suena doloroso. Pero Walter pasa a la acción, con Sleepers, con Súplexs, y con una Power Bomb, que rubrica poniéndo su peso sobre las piernas de Peter, de manera que librarse del conteo le resulta a este muy difícil. 

Walter sigue golpeando con sus chops, y con pisotones muy stiff. Dunne vuelve a atacar sus dedos, y en este caso, lo intenta hacer en las dos manos, pero vuelve a caer con un Sleeper Súplex desde la esquina.

Dunne se rehace, pisoteando y estirando los dedos del austríaco.  También le devuelve muchos pisotones, aplicados aún con más maldad que los suyos. Y le coloca en una increíble llave a los brazos, que aplica mientras dobla dedos. Walter consigue hacer el Rope Break, por poco.

En varias oportunidades, Walter intenta volar con un Frog Splash. En el primer caso, es recibido por un Arm-Bar, que, por supuesto, incluye ataque a los dedos. Y, cuando vuelve a pisotear al inglés, este sigue agarrándole ahí. Está obsesionado. Incluso consigue aplicar el Bitter End. Pero no es suficiente para ganar. Walter, ahora, se duele cuando aplica Chops, Dunne se engancha a él en el esquinero para romperle los dedos, pero es lanzado al infinito con una increible Power Bomb, que es rematada, ahora sí, por un Frog Splash.

Muy buena lucha, con dos estrategias frontalmente enfrentadas. Los chops de Walter suenan muy fuertes, y la locura por los dedos de su pequeño rival, le aporta mucha personalidad. Quizás la cosa se alarga más de la cuenta, pero creo que ambos hacen un buen trabajo.

Puntuación: ****

Hideki Suzuki vs Timothy Thatcher, GCW Josh Barnett's Bloodsport



En el anterior post publicado en el blog, comentamos el main event de Josh Barnett's Bloodsport, la lucha entre el propio Barnett, y Minoru Suzuki. Pero hay otro combate que vale la pena comentar: el enfrentamiento entre Timothy Thatcher e Hideki Suzuki.

Si en AMBITION X, Thatcher tuvo la oportunidad de enfrentarse a un maestro del Shoot Style como Yuki Ishikawa, en este otro evento centrado en el mismo estilo, tiene un rival que no es menos interesante: Hideki Suzuki, que empezó su carrera en Inoki Genome Federation, y la ha conducido en los últimos años en la Big Japan, promotora japonesa old school por excelencia.

También en este combate, los contendientes se muestran fieles a lo que son. No son tipos que se vendan; han venido a llevar a cabo un enfrentamiento al estilo shoot, totalmente a ras de lona, en el que cada llave es muy peleada, en el que se intenta evitar cada candado, y en el que se intenta devolver cada castigo. 

Esto es así, hasta que se ponen en pie. Hideki aplica varios costalazos old school, que son vendidos por el americano como si fueran los golpes más fuertes que ha recibido en la vida. Tras ellos, el referee decreta la victoria del japonés.

Esta es una lucha de vieja escuela, en la que las maniobras más simples cobran el valor que merecen, para conseguir un mayor realismo. Tenemos un fin de combate que recuerda a los de otras épocas, cuando nadie esperaba la llegada de un finisher increíble que acabara con el match, sin relación alguna con la historia contada.

Obviamente, en el sistema de puntuación que llevamos a cabo en el blog, se introducen variables que están relacionadas con la emoción y el espectáculo, y no sólo con el realismo. Pero este estilo, nos sigue maravillando.

Puntuación: ***1/2

domingo, 5 de mayo de 2019

Josh Barnett vs Minoru Suzuki GCW Josh Barnett's Bloodsport



El fin de semana de WrestleMania ocupa una ciudad entera. Decenas de miles de seguidores de este deporte se dan cita, para ver el mayor evento de todos... y mucho más.

Porque, si tienes un negocio relacionado con el wrestling, sería estúpido por tu parte no aprovechar que todos los frikis de esa especialidad, están en una misma localización, dispuestos a gastarse la pasta.

Desde hace muchos años, las empresas indies americanas, hacen pequeños eventos en la ciudad que aloja el mayor PPV que existe. Pero esto se ha disparado en los últimos tiempos. Desde que WWE se ha empeñado en montar su evento en estadios enormes, y, además, trae su Takeover a la misma ciudad, más eventos independientes o de otro tipo hay, porque hay gente que viene de todo el mundo para ver WrestleMania.

En el fin de semana de WrestleMania 35, a principios de abril de 2019, WWE ofreció ese evento para 80.000 personas, en la ciudad de New Jersey. También, entre New York y New Jersey, se celebraron NXT: Takeover New York, la ceremonia del Hall of Fame, WrestleMania Axes, que incluyó combates de Worlds Collide todos los días, y, posteriormente, la grabación de RAW y Smackdown. Pero, además de eso, hubo mucho más.

Tuvimos el Supershow de la Wrestlecon, una feria que se monta cada año, en la que se dan firmas de autógrafos y entretenimientos varios, además de acoger shows y combates de promotoras que no tienen infraestructura para hacerlo por sí mismas. En esta edición, se presentó una cartelera muy buena, con cosas como un enfrentamiento entre Bandido y Will Ospreay, y otro entre Zack Sabre Jr y Shane Strickland.

Impact Wrestling llevó a cabo un show en vivo, que es algo que no hace normalmente. Se llamó United We Stand, en colaboración con otras promotoras como MLW y Lucha Underground, pretendiendo dar el mensaje de que, si las empresas pequeñas trabajan juntas, podrán enfrentarse a la fuga de talentos que está ocurriendo debido a la expansión de WWE y AEW.

MLW también tuvo varias funciones, grabando varios capítulos de Fusión, y uno de sus mayores eventos en el año, el Battle Riot, una batalla real al estilo Royal Rumble, de la que, en esta edición, salió triunfante LA Park.

Ring of Honor y New Japan Pro Wrestling unieron fuerzas, para presentar una gran entrada en el Madison Square Garden, batiendo, una vez más, el record de boletos vendidos para un show no-WWE (más de 16.000 entradas).

Muchos luchadores de New Japan estuvieron en otros shows, pero hubo más japoneses en La Gran Manzana. Porque DDT llevó a cabo una función, y también Stardom. Incluso Dragon Gate debía hacerlo, pero sus luchadores no pudieron viajar por problemas con el gobierno yanki. Y también, estuvieron alemanes de WXW, e ingleses de RevPro... 

WWN Live tuvo, asimismo su supershow, así como uno de EVOLVE y de SHIMMER. Otras empresas americanas que dieron espectáculo son CZW, Chikara, Wrestling Revolver, WrestlePro, o GCW, siendo esta última la más destacable.

Hoy por hoy, cuando se acerca la semana de WrestleMania, a mí, personalmente, me interesa más ver los shows de GCW que de WWE. Son muy guay. Están hechos por auténticos frikis del wrestling, gente a la que le gusta esto, y eso se nota. 

Desde hace 3 años, se celebra el evento Joey Janela's Spring Break, un show auspiciado por Janela, conocido y divertido wrestler independiente. En las distintas iteraciones de este evento, hemos tenido el tipo de espectáculo que más gusta a un seguidor de wrestling de hoy en día: buenas luchas, apariciones de leyendas, apariciones de estrellas internacionales, luchas de comedia, luchas hardcore, battle royal...

En la edición de 2019, además, el espectáculo ocupó dos noches, aprovechando que Game Changes Wrestling tiene su sede en New Jersey.

Pero, además, desde 2018, tenemos otro interesante evento de GCW. Se trata de Bloodsport, que, entonces, llevó el nombre de Matt Riddle (Matt Riddle's Bloodsport), y que, en 2019, ha tenido como host a Joshn Barnett (Josh Barnett's Bloodsport). Se trata, también, de un show muy especial, pero distinto.


Porque este está centrado en el shoot style. En general, presenta combates con un estilo mucho más realista, ya sea shoot, con un estilo MMA, o con un estilo de wrestling técnico, un Strong Style, o un wrestling más old school. Existen diferencias en los matices entre unas luchas y otras, pero tienen en común esa intención de dejar de lado el entretenimiento que se mantiene en Spring Break, para dejar paso a algo más realista, y más duro.

Josh Barnett's Bloodsport es un evento muy bueno, que vale la pena ver, pero que, sobre todo, explota en el main event en el que se enfrentan Barnett y Minoru Suzuki. Es difícil encontrar dos protagonistas mejores para un show de estas características. Y hacen honor a esa expectación, dando una lucha que es una auténtica locura.

El seguidor de wrestling actual conocerá a Suzuki como el lider del Suzuki Gun, un luchador de wrestling de la New Japan. Pero, en realidad, practica las artes marciales mixtas desde hace muchos años, y es uno de los fundadores de Pancrase, una de las primeras empresas de MMA del mundo. 

Suzuki pertenece a esa vieja escuela japonesa, de hombres que realizan wrestling como una evolución de los deportes de contacto que aman. No es como esos chicos de hoy en día, que vieron RAW de pequeños, o a Rey Mysterio volando, y quisieron divertirse de igual manera. Es un guerrero, con un record de 30-19 en MMA, y con experiencia en Kickboxing, en Submission Grappling, y en otras disciplinas. Y, como luchador, no es mediocre, precisamente. Tiene 50 años, y sigue haciendo locuras como esta lucha ante Barnett.

Josh tampoco es manco. Es un animal. Es un luchador de MMA que ha peleado en UFC, Pancrase, PRIDE y Strikeforce, con un record de 35-8 y que, de hecho, anunció recientemente que había firmado contrato con Bellator. Además, ha luchado durante mucho tiempo en Wrestling, primero en New Japan, y, después, en Inoki Genome Federation. No es el típico luchador de MMA que se pasa al wrestling para sacar un poco de dinero cuando no puede practicar su deporte, sino que es de la escuela japonesa, como Suzuki, y como Antonio Inoki, con el que ha trabajado tanto. De hecho, comparten cierto estilo de Muay Thai y lucha amateur, y el propio Barnett siempre hablado de Inoki como una de sus grandes influencias, junto a Karl Gotch, porque, por encima de todo, se define como un catch wrestler.

Así, luchó en New Japan aún cuando su carrera en MMA estaba en su apogeo, y luego, pasó a luchar recurrentemente en los eventos de la nueva empresa de Inoki, en la que el también creador de New Japan expone luchas de estilo shoot. En los últimos años, le hemos visto luchar en Impact Wrestling frente a Bobby Lashley,  y en otras promociones frente a Tom Lawlor y Jeff Cobb. Está claro que elige a sus oponentes bien, para que se adapten al tipo de combate que él quiere hacer.

En Josh Barnett's Bloodsport, se da un choque improbable, que deben celebrar todos los inmiscuidos:  contendientes, la empresa y el público. Recordemos que aquí no hay cuerdas, porque no hay Rope Break. 

La lucha es todo lo que cabría esperar con estos dos protagonistas. Comienza con un gran trabajo a ras de lona, y muchas llaves a las piernas. Suzuki aplica Sleepers, y Barnett, palancas, mientras el público vive este estilo con pasión, dando valor a cada movimiento.

Pero estos dos también son capaces de ponerse de pie, y darse golpes muy duros. Hay un codazo de Suzuki que es muy excesivo. La violencia sube, a través de rodillazos. Pero, si los rodillazos de Barnett son fuertes, los golpes del japonés lo son más aún. Barnett evita el Piledriver, y busca de nuevo la rendición, vía Medio Cangrejo y STF. Suzuki consigue salvarse sufriendo mucho, y decide buscar una silla. Está enfadado, y le pega hasta al referee. Pero su ataque con sillas enfada más aún a su rival.

Josh ataca con golpes muy stiff. Arrastra a Suzuki al ring, y, como en una lucha de MMA, mientras el veterano se cubre, le da rodillazos, y codazos. El americano aprieta la cocorota de Suzuki con una gran fuerza. Vaya resaca va a tener.

Los luchadores se parten la cara, primero, arrodillados, y, después, en pie. Esto es un duelo de machos, y, aunque Barnett es más fuerte y joven, Suzuki pone la cara del Muñeco Diabólico, y pide más. Al final, acaban dándose guantazos, hasta que... se acaba el tiempo del combate.

Sí, resulta que la lucha tenía 25 minutos de tiempo límite. La gente se vuelve loca, y pide "Fight Forever", pero Minoru la calma, al pedir 5 minutos más. La acción se reinicia, con más locuras.

Suzuki sigue con su personaje de monstruo loco, que se levanta de cada golpe sin vender nada, pero tras un súplex, cae al suelo, a pesar de todo su carácter. De nuevo es atrapado en una Sleeper. Suzuki ahora va a por la pierna, y la atrapa, mordiendo el pie del rival, a pesar de la bota. Suzuki habla en inglés, y Barnett le responde en japonés. Pero es Suzuki el que atrapa a su rival con una llave de wrestling clásico.

Los luchadores acaban la pelea como la comenzaron: a ras de lona. Hay muchos intentos de rendición, pero sin éxito. El tiempo vuelve a gastarse, sin que haya un ganador. Los luchadores conceden la calidad del rival, se dan la mano, se abrazan, y se arrodillan en señal de respeto.

La pelea es una locura de batalla, con todo lo bueno del estilo shoot y el strong style junto, con mucha personalidad, mucha técnica, y mucha furia. Ese reinicio de batalla para demostrar, durante 5 minutos más, que es imposible encontrar un ganador, es genial.

Puntuación: *****

viernes, 3 de mayo de 2019

Kurt Angle y AJ Styles vs Christopher Daniels y Kazarian, TNA Slammiversary 2012




Seguimos con el especial sobre el retiro de Kurt Angle. En este capítulo, toca comentar una lucha en su etapa en TNA.

WCW cerró sus puertas en 2001, y, poco después, Jerry y Jeff Jarrett comenzaron un nuevo proyecto. Ahora, parecía haber hueco para un nuevo concepto de wrestling. Aprovechando parte de los trabajadores, y de los luchadores que quedaron libres tras el fin de ECW y WCW, y mezclando esto con las nuevas generaciones de luchadores que aparecían en el circuito independiente, nació TNA.

No parecía, no obstante, que hubiera cadenas de televisión importantes interesadas en invertir en wrestling, así que, durante un tiempo, TNA se emitió bajo un formato de PPVs semanales.

El proyecto creció, mientras se mantenía fresco en su propuesta. Fue comprado por Panda Energy, y consiguió contratos televisivos de nivel. El siguiente paso era intentar competir con WWE, pero para eso necesitaba grandes estrellas.

Y, como está haciendo ahora AEW, TNA se aprovechó de la gente que estaba amargada en WWE. Gente como Mick Foley, Booker T, los Hardy, Christian Cage, entre otros, acabaron ahí, obteniendo oportunidades que Vince les negaba. Pero la pieza clave de la empresa fue Kurt Angle.

Kurt Angle luchó durante 10 años en TNA, más tiempo del que había estado en WWE. Llegó a tener todos los títulos de la empresa en su cintura, grandes combates y rivalidades frente a gente como AJ Styles, Samoa Joe, Jeff Jarrett, Mr Anderson o Nigel McGuinness; y formó parte de stables como el Main Event Mafia o Immortal. Aunque los storylines, en esa época, parecían tontos y rehusados de tiempos de WCW o de la WWF de la Era Attitude, hoy en día, en un contexto en el que no hay storylines en ningún sitio, se echa de menos que una empresa de wrestling, al menos, se interese por hacer algo que llame la atención de alguien.

Angle siempre fue la gran estrella de TNA, y llegó a ser considerado como el mejor luchador del mundo, por parte de la crítica. Y por parte de él mismo, lo que es parte de su error. Porque en TNA llevó al extremo su idea de lo que es un buen combate, y acabó convirtiendo todas sus luchas en un spot fest de nearfalls e intentos de rendición. Y es que, en esa época, la gente creía que una gran lucha era la que tenía muchos nearfalls. 

Kurt Angle se vendía como uno de los mejores luchadores técnicos, pero nunca puso en juego, salvo cuando el contexto se lo exigía, un conocimiento de llaveo muy alto. A pesar de que su mejor ataque era el Ankle Lock, prácticamente nunca le vimos hacer un trabajo zonal sobre la pierna del rival. Sus luchas se convirtieron en un sinfín de Ankle Locks y Olimpic Slams, de tal manera que ya nadie creía en que pudiera ganar con un único uso de esos finishers, que perdieron mucha credibilidad.

Sería fácil decir, como hacían algunos, que por eso, Angle era un mal luchador. Pero no es así. A una gran lucha se llega por mucho caminos y, al fin y al cabo, un gran luchador es aquel que tiene muchas grandes luchas. Y Kurt las tiene: ha dado un montón de grandes combates en su carrera. Ha llegado a esos resultados desde muchos caminos, y aunque algunas de sus luchas pecan de lo anteriormente comentado, con el rival adecuado y en el contexto adecuado, Kurt ha sabido contar una historia.

La lucha que comentamos hoy en su paso por TNA, no es una de las más conocidas. Es una lucha tag, en la que hace equipo con AJ Styles, para enfrentarse a Christopher Daniels y Kazarian, en 2012.

Para 2012, yo ya no seguía mucho el día a día de TNA. Pero recuerdo esta storyline. Resulta que se había pillado a AJ Styles y a la jefa, Dixie Carter, muy acaramelados, entrando juntos a habitaciones de hotel... Una historia calentita entre Milf y jovencito confuso.

Christopher Daniels y Kazarian habían empezado a hacer equipo poco antes de que esto ocurriera. Se puede decir que aquí nació el equipo The Addiction, que luego llegaría a Ring of Honor, que se mantendría en entornos independientes y en New Japan, y que, próximamente, se podrá ver en AEW. Kaz y el Fallen Angel son buenos amigos, y por eso su equipo se ha mantenido, más a allá de Storylines y empresas.

En esta historia, ellos son los malos. Los que mostraban imágenes tomadas a Dixie y AJ, así como audios que pretendían probar su relación. La historia fue avanzando durante semanas, con giros novelescos que tampoco interesan mucho. Pero, aunque los rumores sobre esa relación resultaron ser falsos, durante un tiempo, causaron un dolor de cabeza a los protagonistas. Creo recordar que el marido de Dixie apareció en el programa de Impact, para agredir a AJ.

En un momento dado, Daniels y Kaz le costaron a AJ un combate frente a Kurt Angle, que defendió a su rival del acoso de los rudos. Aquellos que tantas veces se habían enfrentado, harían pareja en Slammiversary X para enfrentarse a The Addiction, con los títulos tag de la compañía en juego.

En una lucha que recibió muy buenas críticas, y que, creo, es muy entretenida. Recuerda un poco al tipo de combates tag que está de moda últimamente, en los que hay una parte de lucha old school, para, después, dar paso a la locura, los spots y los nearfalls.

Tenemos una primera parte, en la que los rudos castigan a AJ, hasta que tiene lugar el hot tag, gracias al cual, entra al ring Kurt Angle, como si fuera una mala bestia. Lucha contra dos rivales a la vez, y los destroza. Suplex para arriba, y Suplex para abajo. Pero siguen siendo dos contra uno, y los malos consiguen, una vez más, ponerse por delante.

Hasta que vuelve a pasar lo mismo, con la salida de Styles, en modo animal, sobre sus dos oponentes. La lucha se vuelve loca, sin que nadie respete los turnos, y sin que el referee, Earl Hebner, haga nada para conseguirlo. 

Angle salta con un Frog Splash sobre Kaz, pero Daniels evita la cuenta al tirar al referee fuera del ring. AJ se quita de encima al Fallen Angel con un Shooting Star Press hacia ringside, y Kurt hace rendir a Kazarian con el Ankle Lock. Victoria para los buenos, que se convierten en TNA World Tag Team Champions.

Puntuación: ***1/2

jueves, 2 de mayo de 2019

Brock Lesnar vs Kurt Angle, Iron Man Match, WWE Smackdown 18/09/2003




En anteriores posts, comentamos la lucha de retiro de Kurt Angle en WWE WrestleMania 35. Esa lucha, como dijimos entonces, quizás no fue como debería haber sido, pero Angle tiene una carrera lo suficientemente buena como para que eso no suponga una gran mancha.

Es momento de comenzar un pequeño especial de 3 combates en su honor. Ya hicimos uno cuando abandonó Impact Wrestling, con luchas en esa promotora, y otro, cuando fue exaltado al Salón de la Fama de WWE, en este caso, con combates ocurridos en la empresa de Vince McMahon. Por tanto,  ya hay material en el blog, pero no podemos dejar pasar esta oportunidad para ver algo más. En este especial, veremos una lucha de WWE, una lucha de Impact, y otra de New Japan.

Hay que decir que el retiro de Angle coincide con el de Batista, que también informó de que la lucha que tuvo con Triple H en WM35 fue la última de su vida, además del de las Bella Twins, que lo comentaron en su Reality Show, y el de la leyenda independiente Amazing Red. Todos tendrán su pequeño espacio en el blog.

La lucha que he elegido para ver en lo respectivo a WWE es un Iron Man Match ante Brock Lesnar, en un programa de Smackdown. Porque, tener un Iron Man Match de 60 minutos en WWE implica entrar en la historia, ya que sólo ha habido 5 combates de este tipo desde que el mundo es mundo. Que te dejen luchar durante una hora entera implica que la empresa cree mucho en ti, y en tus capacidades para entretener durante mucho tiempo.

Dicho esto, he entrado en Wikipedia para ver los Iron Man Matches que ha habido en la historia, y resulta que existen otros dos, aunque son ocurridos en Live Shows. En uno, Bret Hart se enfrentaba a Ric Flair, y, en otro, el propio Bret luchaba con su hermano, Owen Hart. Esos combates suenan increíbles, y ambos se pueden ver en Youtube, si bien, a través de grabaciones caseras. En cuanto tenga un poquito de tiempo, me los zamparé para escribir sobre ellos. Pequeñas sorpresas que da la vida.

La rivalidad entre Lesnar y Angle es clásica. Esta es la tercera batalla que tienen por el título en 2003. Cuando comenzaron la rivalidad, en WrestleMania 19, Angle era Heel, y Lesnar, Face. A estas alturas de la rivalidad, la cosa ya ha cambiado. Están empate a uno, y aquí se define quién es, definitivamente, el mejor. Al menos en WWE, porque volverían a luchar en New Japan Pro Wrestling, por el IWGP Heavyweight Championship.

Por supuesto, esto ocurre antes de que empezara la carrera de Brock en UFC. Los dos son presentados, no obstante, como estrellas del deporte no profesional, puesto que, mientras que Kurt es Medalla de Oro en el Campeonato Mundial de Lucha Olímpica de Atlanta 95, y Medalla de Oro en Los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, ambos en menos de 100 kilos, Brock fue NCAA Heavywweight Champion, además de dos veces All-American, y ganador de otros títulos.

En 1996, tras su éxito olímpico, Kurt se planteó dar el salto al Wrestling. Acudió a unas grabaciones de ECW, haciendo el trabajo de comentarista, y participando en una entrevista en el ring. Pero, según sus propias palabras, quedó en shock, cuando vio la crucifixión de Sandman que ocurrió a manos de Raven. Las locuras de Paul Heyman. 

Como todos los luchadores amateur, boxeadores, o luchadores de MMA, Kurt tenía una opinión muy negativa sobre el wrestling, hasta que empezó a verlo y a estudiarlo detenidamente. Se dio cuenta de la exigencia atlética que requería este deporte, y de las cosas interesantes que se podían hacer. 

En 1996, había recibido una oferta de 10 años para luchar en WWE, similar a la que se le había hecho a Mark Henry. No la aceptó, pero, en el 98, su opinión había cambiado. Finalmente, firmó por 3 años, y empezó a entrenar con el legendario Dory Funk Jr.

Así, el debut de Kurt en el mundo del wrestling se dio 1998, en la empresa World Wrestling Alliance, de Massachussetts, que era el territorio de desarrollo de WWF en esa época. Ahí, tuvo varias luchas frente a gente como Christian Cage, o Shawn Stasiak. Y, en el 99, llegó a las grandes ligas, en las que no tardó mucho en convertirse en main eventer, y en una de las principales estrellas del negocio, enfrentando a rivales de la categoría de The Rock, Steve Austin, Undertaker y Triple H.

La forma en la que se adaptó a este deporte fue bastante impresionante, y recuerda un poco al trabajo hecho recientemente por Ronda Rousey, aún con los errores que todo el mundo le recuerda, y que comentaremos en otros posts del especial. El caso es que, en el 2000, Angle se convirtió en Campeón de WWF, y retuvo el campeonato en el único Six Man Hell in a Cell de la historia, en el que estaban esos 4 titanes, además de Rikishi, cuyo papel consistía en caer desde la parte superior de la jaula, sobre un camión lleno de paja.

Para el año 2003, WCW había desaparecido, y WWE había hecho una separación de su roster. La mitad luchaba en Raw, y la otra mitad, en Smackdown. Con una diferencia de nivel enorme, puesto que la calidad de los combates de Smackdown era, en esa época, muy alto. Así, nacieron los "Fabulous Six", seis luchadores que, en distintas combinaciones, daban siempre grandes espectáculos. Eran Chris Benoit, Rey Mysterio, Kurt Angle, Eddie Guerrero, The Undertaker y Brock Lesnar. 

Como decía antes, Angle y Lesnar habían luchado ya varias veces, y, esta vez, lo hacían en un Iron Man Match, abierto para el gran público. Ahora, Lesnar era un rudo muy odioso. En las imágenes previas que se muestran durante el programa, le vemos atacando de forma horrible a Stephanie McMahon. Cosas impensables, hoy en día.

Los Iron Man Match son luchas con una duración determinada (en este caso, 60 minutos), en las que gana aquel luchador que consigue un mayor número de pinfalls a su favor. Por eso, son peleas muy estratégicas, y suelen resultar muy buenas. Esta es así, y está genial.

La primera media hora está compuesta por un gran número de pinfalls. No se narra, en ella, una historia concreta, sino que la forman un gran número de micro-historias, de estrategias distintas, para ganar puntos. Así, hay caídas, casi, de todos los tipos distintos (pinfall, rendición, descalificación, count out, trampas...).

La cosa comienza con un Lesnar que se ve intimidado por Angle. No se atreve a entrar en el ring. Así, acaba optando por coger una silla y destrozar, con ella al campeón olímpico. Así, pierde la primera caída por descalificación, pero obtiene una ventaja clara para lo que queda de combate.

Seguidamente, Brok Consigue un pinfall mediante su F5, sobre el abatido Angle. Tras eso, consigue otro punto, aplicando el Ankle Lock, y, aunque Kurt intenta rehacerse utilizando Suplexs, recibe otro F5 en ringside, y vuelve a perder una caída, esta vez, por count out. La cosa se pone muy mal para Angle (3-1).

Kurt consigue consolidar su come back, utilizando varios Suplexś, y se lleva un punto, al aplicar el Olimpic Slam. Busca el empate, pero, aún a falta de media hora para el final, Brock se libra de la presión, al aprovechar el KO del referee para pegar un golpe bajo a su rival, y darle con la correa de campeón en la cabeza.

Después de tantas caídas seguidas, el marcador se para durante 10 minutillos. Los luchadores siguen desgastándose, esta vez, sin éxito. A falta de 14 minutos para el final, Lesnar usa un Superplex, y se lleva otro punto, ya que Kurt está muy cansado. La cosa se pone 5-2.

Angle intenta ahora hacer rendir a su rival, con buenos ataques a la pierna. Usa el F5 del heel, para lanzarlo contra el poste, haciéndole más daño en la pierna. Aplica un Medio Cangrejo, y un Ankle Lock, que no dan resultado. Brock acierta otro F5, que sin duda, podría darle el punto definitivo, pero tarda demasiado en hacer el conteo.

Ahora es Kurt el que consigue un punto mediante SuplerPlex. A estas alturas, un golpe de ese tipo, provoca un pinfall sobre cualquiera. Ambos están exhaustos, muy cansados, casi arrastrándose. Aún así, siguen dándose costalazos, Suplexs y similares.

Kurt vuelve a utilizar su Ankle Lock. Brock aguanta durante minutos. Intenta llegar a las cuerdas, y, a veces, lo consigue. Pero Angle gira sobre sí mismo. Una y otra vez, vuelve a arrastrar a Brock al centro del ring. El Power House se rinde. La cosa va 5-4 a su favor, y quedan 3 minutos y medio para el final.

Kurt va a por todas. Un empate le vale, porque, con él, retiene el WWE Championship. Busca Ankle Lock, y STF, pero Brock no se rinde. Vuelve a huir a ringside, porque el tiempo juega a su favor. Pega un Low Blow cuando el referee no le ve. Pero Angle cierra su llave de rendición principal, una vez más. Corren unos últimos segundos de gran emoción, sin que Brock se rinda. Suena la campana, y se convierte en WWE Champion.

Muy buen Iron Man Match, con muchas microestrategias, que se juntan en una estrategia final definitiva. Cada uno usa sus herramientas, pero también aprovechan el conocimiento sobre el rival. Se vende bien el drama, el cansancio propio de un combate de esta duración, y la emoción final. Nada mal.

Puntuación: ****1/2

martes, 30 de abril de 2019

Kurt Angle vs Baron Corbin, WWE WrestleMania 35




WrestleMania 35 contiene varios hitos que pueden considerarse históricos. Ya hemos comentado 5 luchas muy importantes, gusten más o menos.

Otro gran momento de WrestleMania 35 es la lucha de retiro de Kurt Angle. O debería haber sido un gran momento, pero WWE se lo negó al luchador, y se lo negó a los aficionados, muy deliberadamente.

En 2006, Angle abandonó WWE, convertido en un alcohólico, y en un adicto a los painkillers. Hubo muchos hombres en esa época en una posición similiar: gente que se mataba luchando 200 veces al año, para que nunca hicieran nada con ellos. Angle se fue, y lo mismo hicieron Rob Van Dam, Chris Jericho, Los Hardy, o Chris Benoit, aunque este se fue más lejos...

Angle se fue, y aunque se suponía que pretendía descansar, en poco tiempo, debutó en TNA. No es que esa compañía supusiera una gran competencia para WWE, pero pretendía llegar a serlo. Angle fue la cara de TNA, y lideró ese intento de revivir las Monday Night Wars, que no le sentó nada bien al chairman de la empresa de entretenimiento. Vince no lo olvidó, y, ahora, ha demostrando su mezquindad, vengándose al arruinar el retiro de Kurt.

Durante años, hubo muchos rumores sobre un regreso de Angle a WWE. Él mismo decía que quería volver a luchar con Brock Lesnar, después de que este retomara su carrera como wrestler. Pero no pasaba. WWE no parecía muy interesa, y Angle estaba bien en TNA.

Pero, a ciertas edades, cada año es un mundo. Como ocurrió en el caso de Sting, cuando, al fin, Angle volvió a competir en la empresa de McMahon, su cuerpo le falló.

El caso es que Angle abandonó Impact Wrestling dando muy buenas luchas con gente como EC3 y Lashley. Pasó un año como luchador esporádico independiente, y también en esa etapa demostró que aún podía rendir a buen nivel. Recuerdo un combate frente a Alberto Del Río que me gustó bastante.

Luego se anunció su entrada al Hall of Fame de WWE, y el sueño de ver un último run del Campeón Olímpico ante las nuevas estrellas de la empresa, renació. Pero se tiró un año haciendo labores de General Manager en RAW, y, cuando se volvió a atar las botas, su cuerpo, como digo, no reaccionó como debía.

Él mismo lo ha dicho: el año que pasó como General Manager, se cargó su carrera. Pero tampoco hay que culpar enteramente a WWE por ello; hay luchadores veteranos que pasan mucho tiempo sin luchar, y cuando vuelven, están en mejor forma que cuando era jóvenes. Ya hemos visto a Triple H y Batista, que tienen una edad similar a la suya, moverse a la perfección. Angle podría haber seguido entrenándose y preparándose para su regreso, pero no lo hizo. La inactividad le convirtió en un viejo.

En sus últimas luchas, hemos visto que sus movimientos son raros, lentos, que está encorvado, y carece de la intensidad que siempre le caracterizó. Ciertamente, no puede volver a ser el Angle de antaño. Pero, no se le ha probado, en realidad, en una lucha de verdad, sólo en combates grupales, o luchitas de 5 minutos. Aún con peores movimientos, un combate es algo más intelectual que físico. Se trata de contar una historia, y un hombre con la carrera que tiene Kurt podría haber sumado sus problemas físicos a su trayectoria, para contar una historia importante con la que acabar su carrera.

En 2018, perdió su puesto como General Mánager en RAW, en una storyline con Baron Corbin como principal antagonista. Era un indicativo de que Angle se preparaba para luchar al 100% de nuevo. Debía, a ojos de cualquiera, regresar para tener un buen combate ante Corbin en un PPV, que cerrara la historia entre ellos, y terminar su carrera por todo lo alto con un match importante en WrestleMania. No hace falta un guionista que cobre 200.000 dólares al año para pensar algo así.

Pero no. La historia con Baron se diluyó. Angle estuvo inmiscuido en combates cortitos, en los que era humillado una vez tras otra, sin que eso fuera a ningún lado. Finalmente, anunció que su último combate sería en el magno evento.

Se hicieron muchas quinielas sobre su rival. Se habló de Cena, o de Undertaker. Ambos estaban libres para WrestleMania, y dispuestos a luchar. Pero, no, WWE anunció a Baron Corbin como su oponente, ahora que nadie recordaba la rivalidad entre ambos.

Tan solo unos meses después de anunciar que esta sería una nueva era, en la que WWE escucharía a los fans, los McMahon, en realidad, les escupieron a la cara a los aficionados. Por todas partes, les dijeron que querían otro rival para Angle. Cena, si pudiera ser. Y lo que hizo WWE es sacar a Corbin, burlándose, y haciendo los gestos de "You Can't Seeme".

Yo, en realidad, no tenía ningún problema con que el rival fuera Corbin. En fin, no le veo la gracia a ese tipo, pero si la historia se trabaja bien, si se le da sentido, podría haberse hecho algo bueno. Incluso, a veces, está bien que un retiro sirva para darle un push a un luchador joven. Pero aquí no hay push ni nada, porque, de la manera en que se ha llevado a cabo este combate, la idea no es que Corbin es tan bueno que puede vencer a Angle, sino que Angle está tan viejo, que pierde hasta con Corbin.

Ric Flair se retiró con una lucha increíble frente a Shawn Michaels; Michaels, por su parte, se enfrentó a Undertaker en una batalla impresionante, para poner fin a sus días como luchador; e incluso Dave Batista ha tenido exactamente la lucha que quería para acabar su carrera. Pero Angle tiene 5 minutillos ante un tal Baron Corbin, y a casita. Vince McMahon no olvida que se fue a TNA, para intentar vencerle. La venganza es un plato que se sirve frío.

Para este combate, ni siquiera hay tiempo para mostrar un vídeo con imágenes de la rivalidad, que es algo que siempre calienta al público. No, los echan a luchar, y que acaben lo más pronto posible. Salvo en un par de casos, cuando Angle usa el Ankle Lock, los aficionados no están muy activos. Es una lucha correcta, de nivel de Raw, pero con un público mucho menos intenso que el habitual en programas semanales. Corbin sobrevive al Olimpic Slam, y Kurt sobrevive al Deep Six. El Campeón Olímpico engancha el pie de su oponente con un Ankle Lock, pero este consigue escapar. Aún así, el veterano aplica sus tres Suplexs seguidos, y se prepara para volar con un precioso Moonsault. Pero no encuentra agua en la piscina. Se pega un buen golpe, y Corbin le remata con un End of Days.

Las cámaras reflejan la decepción del público. Pero no es lo que Vince piensa que está pasando. Quiere mostrar caras de tristeza porque Angle ha sido derrotado, pero lo que encuentra es incomprensión. La gente no puede creer que WWE le haya hecho eso a Angle, y a ellos mismos. No ha habido ninguna sorpresa, ningún momento memorable, ningún cambio de planes, sólo una derrota irrelevante en una lucha irrelevante. WWE lo tenía todo para escribir otro gran momento de la historia del wrestling, y ha decidido no hacer nada. Llevábamos 13 años esperando ver a Angle volver y dar una última gran lucha en la empresa en la que se hizo grande, y eso ya no podrá pasar jamás.

La gente abuchea. Repito, no abuchea a Corbin, abuchea a WWE. Son cosas distintas. Pero Angle coge el micro, y realiza una promo final que, muy inteligentemente, calma las aguas y deja a la gente con más cariño que enfado en su corazón.

Por supuesto, si Angle tuviera narices, se iría a AEW, o a Impact, donde tantas cosas ha hecho, y daría su verdadera lucha de retiro. Pero parece que pretende tener un trabajito en WWE, y no se lo va a jugar. Una lástima.

Puntuación: **1/2

Hechicero vs Zack Sabre Jr, PWG Smokey and the Bandido



Hay tres luchadores técnicos que me gustan mucho, y que se han enfrentado entre sí entre 2017 y 2018. Son Hechicero, Daga y Zack Sabre Jr.

Son tres peleadores muy hábiles, y con estilos muy distintos, dentro de la técnica. Además, trabajan en ámbitos diferentes, por lo que era estadísticamente improbable verles emparejados. Hechicero es un luchador de plantilla de Consejo Mundial de Lucha Libre, si bien tiene sus presentaciones independientes; Daga es un luchador independiente, con apariciones regulares en AAA y MLW; y Zack Sabre Jr es un luchador con contrato en New Japan, que, además, tiene apariciones, también, independientes. Pero el inglés no es un luchador que se propague en México. De hecho, ha dicho que no lo hará más, quizás porque los luchadores mexicanos no se dejan vacilar por su estilo, como hacen los americanos y japoneses. Por eso, se suponía difícil verle pelear con los otros dos involucrados, que son mexicanos. En concreto, Hechicero, no sale mucho de su país.

Pero el mercado está evolucionando mucho, y los mexicanos se están movimiento más que nunca, en parte, por el nacimiento de promotoras como The Crash o MLW, de las que hemos hablado últimamente, y que promueven ese movimiento.

De hecho, en Estados Unidos, siempre ha existido cierta reticencia a contar con luchadores mexicanos. No sólo por racismo, sino también por problemas con el lenguaje, con la adaptación al estilo de lucha, o con la forma tan competitiva con la que se comportan  los luchadores mexicanos. Pero, como digo, esto está cambiando, gracias a la existencia de esas promotoras que están sirviendo de escuela en la que los mexicanos están aprendiendo a luchar con americanos.

Pro Wrestling Guerrilla es una empresa que realiza prácticamente todos sus eventos en California. Ahí, hay un gran público latino, pero, aún así, esa promotora apenas ha usado mexicanos en sus funciones, históricamente. No gustan nada allí. Pero, en el show Smokey and the Bandido, de octubre de 2018, tenemos el mayor número de competidores mexicanos en la historia de PWG. Participan Puma King, Flamita, Rey Horus, Hechicero, Bandido y Rey Fénix.

Y fue en este evento donde se encontraron Hechicero y Zack Sabre Jr, para dar una muy buena lucha técnica, que disfrutará cualquiera que guste de ese estilo.

Como decía antes, los mexicanos no se dejan intimidar por el estilo dominante de Zack. Y él odia eso. Lo vimos en su enfrentamiento con el maestro Negro Navarro, y lo vemos en esta lucha contra el Hombre que Nació para Luchar. Hechicero le pone en su sitio, le grita y le insulta. Los aficionados mexicanos e hispanos se dejan oír, y le chillan "Puto" al de New Japan.

Zack aplica muy buenas llaves, y hechicero se las devuelve. Llaves complejas, como las que él hace. El enmascarado no tiene su velocidad de movimiento, pero comparte habilidad a la hora de crear castigos. 

Así transcurre la lucha, con una ambiente de cierta inquina entre ambos, y con algunos buenos golpes. Los intentos de desprecio del miembro de Suzuki Gun son respondidos con ira, pero sus golpes al brazo debilitan las llaves el Alquimista del Ring. Finalmente, Zack se lleva la victoria con su puente, incluyendo unas peinetas.

Tras esa victoria, Sabre se va del ring corriendo, sin ningún interés en mostrar respecto a su oponente, como un niño enfadado, pasivo agresivo, satisfecho por proferir el último insulto.

Puntuación: ***3/4

lunes, 29 de abril de 2019

Rebecca Knox vs Daizee Haze, SHIMMER Volume 6



En el anterior post, vimos una lucha de Becky Lynch, cuando luchaba como Rebecca Knox en el circuito independiente, hace 13 años. Dado que ahora es la gran estrella del momento, me pareció interesante examinar de dónde ha salido esta chica.

En ese artículo, comentamos su primer combate frente a Daizee Haze, en Shimmer Volumen 4, en la que fue derrotada, a pesar de hacer méritos de sobra para ganar. Merecía una revancha, y la tendría, en el Volumen 6, unos meses después. En este caso, la lucha sería a la mejor de 3 caídas.

Becky se presenta vestida de negro, con una apariencia más profesional que en su anterior combate. Pero hace el ridículo, bailando la música que suena en los altavoces. Haze también lo hace, y el público le da como ganadora en esta improvisada batalla de baile. Lynch grita, y todo el mundo tiene que taparse los oídos, porque sus chillidos podrían matar a un perro.

La lucha que mantienen vuelve a ser muy buena, aunque creo que un poco menos que la anterior. La estipulación de tres caídas puede ser un arma de doble filo, si bien cierto es que le viene como anillo al dedo a estas competidoras, que en su anterior encuentro, dieron una lucha de corte muy clásico.

Tenemos una primera caída, de nuevo, enormemente técnica, con mucha habilidad y mucha clase en juego.  Las dos demuestran su conocimiento, y también su resistencia ante el castigo de la rival. Al final tienen que pasar a la acción, y pegarse un poco más fuerte. Rebecca sale derrotada después de una patada en la cara bastante fuerte.

La segunda caída sale un poco peor. Hay mucho movimiento más o menos aleatorio, acabando cuando Knox se lleva a su rival con un paquetito, y se agarra a las cuerdas para ganar, mediante el juego sucio.

La tercera caída, creo, vuelve a recuperar nivel. En ella, se siente una mayor urgencia para ganar, un aumento en la velocidad que provoca varios intentos de pinfall, llaves y movimientos. Rebecca consigue cerrar una llave a la pierna, a la que intenta resistirse Haze, que, en una posición similar a la que provocan las Figuras 4 de Ric Flair, encuentra dificultades para evitar dejarse llevar y caer con la espalda plana. Finalmente, no puede soportar el dolor, y deja de oponer resistencia. Gran victoria para Becky Lynch.

Puntuación: ***3/4

domingo, 28 de abril de 2019

Rebecca Knox vs Daizee Haze, SHIMMER Volume 4



Como comentamos en anteriores posts, en 2019, las mujeres estelarizaron WrestleMania por primera vez en la historia del magno evento. Y, en ese main event, salió como ganadora, y como doble campeona, Becky Lynch, terminando, así, de manera perfecta, su ascenso como gran estrella (a pesar de los errores en el combate).

Independientemente de quién saliera como ganadora, se puede decir que las tres participantes en esa lucha (Becky, Ronda Rousey y Charlotte Flair), pasaron a la historia. Pero ninguna de las otras contendientes tiene una carrera anterior como luchadora. Charlotte comenzó desde cero en WWE, aprovechando su sangre azul; mientras que Ronda llegó a la empresa como gran estrella de los deportes de contacto. Becky, sin embargo, ya contaba con experiencia como luchadora independiente, antes de llegar a la empresa más grande del entretenimiento deportivo, y convertirse en la gran estrella que es ahora. Es muy interesante, por eso, verla luchar en sus inicios, en entornos muy distintos, que es lo que vamos a hacer, a continuación.

Becky comenzó a luchar en 2004, utilizando varios nombres en sus inicios, y quedándose, finalmente, con el de Rebecca Knox. Luchó en Irlanda, Canadá, Japón y Estados Unidos, pero se lesionó de gravedad. Se dañó el octavo nervio cervical, lo que le provocó problemas neurológicos relacionados con el oído y el equilibrio. Por eso, estuvo unos 6 años sin apenas luchar.

Eso hace la gesta de WrestleMania 35 aún más improbable, porque, para una chica tan joven, abandonar el deporte que se ama durante tanto tiempo debe suponer un golpe duro. Debió hacerse a la idea de que era algo definitivo. Pero volvió, y fue firmada por WWE. Tras otros 6 años de duro trabajo, ahora es campeona de Raw y de Smackdown.

Vamos a ver un par de luchas suyas en SHIMMER, aprovechando la ocasión. En concreto, he elegido dos luchas suyas ante Daizee Haze, sobre las que leí hace poco en el blog Rope Break.

Rope Break es un blog sobre wrestling, escrito por Momo, un chico chileno que ha tenido varias webs de este tipo durante los últimos años. En concreto, recuerdo haber leído tops suyos sobre los 100 mejores luchadores de la historia, y sobre los 100 mejores tag teams de la historia, que estaban muy entretenidos. Y es que, en un campo como este, el de escribir blogs sobre luchas en términos de puesta en escena, hay poco material en castellano en la web, y casi todos los intentos de hacer algo, acaban siendo abandonados, dada la falta de público objetivo, y, por tanto, la ausencia de un feedback. Por eso, me parecía interesante comentar la existencia de ese blog.

En su primera lucha en SHIMMER, en 2006, Rebecca Knox se confirmó como ruda, al fingir una lesión con el fin de pillar por sorpresa a su rival, Allison Danger. Después. comenzó una rivalidad frente a otra luchadora experimentada, Daizee Haze.

Sí hemos visto a Becky luchar en WWE ante 80.000 personas, vestir con atuendos muy interesantes, y, en última instancia, utilizar un traje que recuerda al amarillo clásico de Bruce Lee, aquí vemos todo lo contrario. Por eso es tan interesante comentar estos combates. La evolución es enorme.

En este evento, SHIMMER Volume 4, lucha ante 150 personas, en el clásico Berwyn Eagles Club de Berwyn, Illinois. Su vestimenta no parece propia de una luchadora. Viste un top blanco, y una minifada muy pequeña, así que parece una adolescente. Y su pelo tiene su color original. 

Pero esa imagen poco trabajada, no implica que su personaje lo esté. Es ruda, y de las odiosas. Se pelea con todo el público, y grita como una loca. Incluso le da una palmada en el culo al referee. El único que le cae bien es el tipo que hay entre los aficionados, con una bandera de Irlanda. 

Su rival, Haze, es mucho más alegre. Rubita, enjuta, y con una flor de peluche, pues es hippie. Chiquitita, pero matona.

La mitad de la lucha es pura técnica. Las luchadoras pelean a ras de lona, utilizando todo tipo de movimientos de desgaste y rendición. Rebecca parece interesada en buscar las piernas de su rival, que las usa bien para aplicar candados al cuello. Pero hay ataques a todas las partes del cuerpo, sin que destaque el dominio de una sobre otra.

A pesar de que está haciendo un gran papel, Becky parece asustarse en última instancia por los clotheslines de Haize, y huye a ringside. Allí se queda un rato, discutiendo, de nuevo, con todo el mundo, hasta que su rival intenta volar sobre ella. No acierta su objetivo, y cae sobre el duro asfalto, que no está acolchado. Así, la ruda consigue un poquito de dominio.

Rebecca ataca las piernas, y la espalda. Domina con llaves, y también con golpes. Su paliza es importante. Incluso usa algún golpe de antebrazo y algún Uppercut, que tiran a Haize al suelo de culo. Es una mujer muy ligera, así que esos golpes pesan. Knox continua su castigo con un par de Suplexs que también resultan brutales. Todo está a su favor, pero, ahora, el fallo es suyo. Falla un Leg Drop desde el esquinero, y se traga el extraño fínisher de su oponente, un puñetazo en el pecho, seguido de un costalazo al ring, que acaba con el combate. De todos modos, esto no acaba aquí. La siguiente lucha entre ellas será a la mejor de 3 caídas.

Puntuación: ****

sábado, 27 de abril de 2019

Ronda Rousey vs Becky Lynch vs Charlotte Flair, WWE WrestleMania 35




Vamos a comentar el primer main event femenino de la historia de WrestleMania. En WrestleMania 35, Ronda Rousey, Charlotte Flair y Becky Lynch luchan en un Triple Thread Match por el Smackdown Women Championship y el Raw Women Championship. La ganadora se lo lleva todo.

Hasta hace poco, parecía que sería imposible ver a mujeres en el main event de WrestleMania. De hecho, hasta hace unos años, parecía imposible que les dejaran luchar el tiempo suficiente para dar un combate serio. Sin embargo, aquí estamos. Quizás más rápido de lo que debería haber sido. ¿O no?

Internet y las redes sociales no solo logran que la información se viralice con mayor velocidad, también hace lo propio con la moral. Refuerzan el pensamiento único, y lo globalizan. Hay pocas cosas de las que se hable más hoy en día que el feminismo, y, por eso, las empresas que viven, en gran medida, de su imagen, necesitan adherirse a la forma de pensar a la que el ciudadano, gregario y necesitado de un sentimiento de pertenencia a grupo, se ha adherido ya.

Así, estamos viendo mucho feminismo de mentira, feminismo forzado. Un ejemplo de esto es la película Capitana Marvel, cuya campaña de promoción ha intentado vender que es feminista afirmar que hay una superheroína que es más poderosa que todos los demás, porque sí, sacada del bolsillo en el momento adecuado. Feminismo inmaduro, que no sirve para nada, porque ninguna idea que se defienda a la fuerza, sin el uso de la razón, puede ser legítima. De hecho, el Universo Marvel tiene varias superheroínas que, efectivamente, son más poderosas que cualquier hombre, sobre las que se ha trabajo durante décadas, y que tendrían una razón de ser.

En ocasiones, con WWE ha dado la sensación de que ocurría lo mismo, cuando se situaba a Charlotte y Sasha Banks en la mejor posición de la cartelera, sólo para poder decir que se hacía. No creo, no obstante, que ese sea el caso de Becky, Ronda y Charlotte.

Estoy seguro de que no habría un main event femenino si no estuvieran estas mujeres en concreto. Varios factores únicos se han unido para que sea el momento idóneo. Por un lado, WWE firmó a una de las mejores deportistas del país, una mujer muy seguida en su carrera olímpica, en su carrera en las MMA, y en su carrera como actriz. Ronda Rousey es una estrella de un nivel muy alto, que, además, se adaptó a la disciplina en muy  poco tiempo, dando combates muy buenos, y comenzando con un gran espectáculo ante Triple H y Stephanie McMahon, en WrestleMania 34. Pero es que, además, apareció en la empresa, de una manera totalmente espontánea, una rival a su altura. 

El caso Becky Lynch es realmente extraordinario. Era una luchadora de Smackdown, metida en algunas storylines secundarias, pero sin ningún objetivo a la vista. A la gente le gustaba, porque luchaba bien, y sabía usar un micrófono. Su acento irlandés es muy llamativo propio de una badass como ella. En un momento dado, consiguió una oportunidad titular para SummerSlam, y la gente se puso de su lado.

El apoyo popular creció mucho más, cuando Charlotte volvió tras una lesión y, como siempre, recibió el derecho de luchar en esa pelea por el Campeonato de Smackdown, convirtiéndola en un Triple Thread Match (la campeona era Carmella). Charlotte, por supuesto, ganó, y eso enfadó mucho al público.

WWE intentó que Becky realizara un Turn Heel, pero no cuajó. La gente quería a Becky, y odiaba a Charlotte. En contra de las Storylines en las que WWE intenta vender que un luchador está siendo tratado injustamente, el público sabe cuando eso está ocurriendo de verdad, fuera del kayfabe. Al final, se volvió a realizar un doble turn, para dejar las cosas como debían estar. La locura por Becky se hizo cada vez mayor, y se convirtió en campeona.

Posteriormente, llegó Survivor Series, y Ronda Rousey entró en la rivalidad. Ese evento tiene como fondo un enfrentamiento entre los luchadores de Smackdown, y los de Raw, y, por eso, la campeona del show azul, Becky, debía luchar contra la campeona del show rojo, Ronda. Así, estuvimos a punto de ver la lucha que, quizás, algún día, estelarice otro gran evento. Pero no ocurrió, porque Becky y las chicas de Smackdown invadieron Raw, y en esa invasión, liderada de forma genial por la chica del pelo naranja, Becky acabó con la cara partida, por un golpe de Nia Jax. Así, tuvo que ser sustituida en Survivor Series, y ella misma eligió a su gran rival, Charlotte, para enfrentar a Ronda.

Las fotos de Becky con la cara partida, y aún así, comportándose como una verdadera guerrera en Raw, dieron la vuelta al mundo. A pesar de que lo intentó, no le dejaron luchar en Survivor Series, y, en ese PPV, Charlotte y Ronda dieron un gran combate, que acabó en descalificación. Charlotte golpeó con sillas a la ex-UFC, sembrando la semilla de la rivalidad, que Becky ya había predispuesto con sus careos en programas anteriores.

Hubo interferencias de unas y otras en los PPVs siguientes, que provocaron que el Campeonato de Smackdown pasara a otras manos, las de Asuka. Becky ganó el Royal Rumble Match, con lo que se confirmó el combate entre Ronda Rousey y Becky Lynch para WrestleMania 35.

Este combate, ya de por sí, habría podido ser el main event del magno evento. Porque la locura por Becky era monumental entre el público. Y Ronda, como hemos dicho, es una figura enorme. Es un main event legítimo, porque las dos tienen las máximas reacciones de la empresa. Aunque WWE no hubiera querido hacer un main event femenino, se habría visto obligada a ello. De hecho, el amor por Lynch llegó a ser tan grande, que Ronda comenzó a recibir abucheos.

La ex-campeona de UFC había disfrutado mucho de las reacciones a su favor. Pero, en contra de lo que quiera ella o Vince McMahon, Becky Lynch es la elegida del público, la que ellos han llevado a lo más alto. Es su caballo, y cualquiera que se oponga, es el enemigo. Incluso Ronda Rousey.

Pero es obvio, desde hace mucho tiempo, que Vince quería que fuera Charlotte la que estuviera en esa posición. No sólo porque le encantan las rubias, sino porque en su cabeza, es la gran estrella femenina. Y, desde luego, teniendo en cuenta las luchas que ha dado en los últimos 3 años ante mujeres como Asuka, Sasha, Bayley, Natalya, Ronda o Becky, se puede decir que es una de las mejores en todo el mundo, contando, también, a los hombres. Ha hecho mérito, si bien siempre ha recibido un respaldo de la empresa que casi resulta odioso.

Los McMahon se inventaron una storyline similar a la que llevaron a cabo con Kofi Kingston, en la que dejaban fuera a Becky de WrestleMania, y metían, en su lugar a Charlotte. Por supuesto, después de muchos careos y muchos golpes, esa decisión cambió totalmente.

Ronda se pasó al lado oscuro definitivamente, con muchas declaraciones y tweets insultando al wrestling y a su veracidad, y a las luchadoras a las que se enfrenta. Es cierto que las rivalidades de cara a WrestleMania han sido más realistas de lo que suelen serlo en WWE, pero declarar que el wrestling es falso es pasarse de realismo. Se tiene que crear una historia humana y realista dentro de la ficción, no poner en duda la legitimidad de esta, como si esto fuera una película de Deadpool. Recuerda un poco a las declaraciones de Cain Velazquez tras su firma con Triple A, pero en México se puede entender, dada la falta de guiones y de madurez que hay en el negocio. Transportar la realidad a la ficción de debe realizar de manera distinta,  hablando de las MMA como algo mucho más duro o peligroso que el Wrestling, y no hacer la tontería de decir que los golpes son de mentira. Parece la reacción de una niña enfadada porque la gente ha dejado de quererla.

Pero, de nuevo, es de entender que esas palabras entran dentro del storytelling, si bien no uno muy hábil. Aún así, tras el combate, Ronda deja WWE, en teoría, para formar una familia. Veremos cuando vuelve, si es que lo hace. Muchos otros luchadores de MMA parecen estar disponibles para hacer el salto al wrestling, como su enemiga, Cris Cyborg; el propio Caín Velazquez, verdugo de Lesnar en UFC, que empezará a luchar en Mexico; Conor McGregor, recientemente retirado de su deporte; o incluso Frank Mir, que, tras luchar recientemente en GCW, declaró su intención de enfrentarse a Brock Lesnar, con el apoyo del público ante un presente William Regal.

Este combate también supuso un duro golpe para Asuka. La japonesa era Campeona de Smackdown, y esperaba que se decidiera una rival para WrestleMania. Pero, con una cartelera tan grande, la empresa se quedó sin sitio para un combate irrelevante más, así que le hizo perder el campeonato, ante Flair, porque sí, en un programa de Smackdown, de tal manera que todos los títulos de la empresa pudieran estar en juego, sin ocupar una plaza más. Asuka pasó a la batalla real femenina, y ni siquiera la ganó, dado que el trofeo fue a manos de Carmella. Un motivo más para odiar a Charlotte Flair.

En los programas previos a WrestleMania, las cosas se fueron de las manos entre Becky, Ronda y Charlotte, hasta el punto de que se hizo un segmento en el que la policía se las tenía que llevar a las tres, sin apenas conseguir que parasen de pelear. Incluso se rompieron vidrios de coches patrulla, y Ronda condujo uno, con las esposas puestas, para estrellarlo. Por supuesto, si eso hubiera pasado de verdad, el main event no hubiera tenido lugar, porque estarían las tres en la cárcel. Y es un poco grotesco ver lo cobardes y pequeños que son los policías que se usan en WWE. Aún así, es divertido, no vamos a buscar un hiperrealismo en la ficción.

Tras el vídeo de presentación, se muestran imágenes de un helicóptero. En él, llega Charlotte Flair, que, así, emula la gran entrada de su padre al Charlotte Stadium en The Greast American Bash 1986. Está claro que Vince quería hacer esto desde hace tiempo, de ahí su empeño en poner a Flair en esta posición.

Ronda Rousey, por su parte, entra mientras su tema de entrada es tocado en directo. Joan Jett toca Bad Reputation, a la vez que todo el mundo abuchea a la Campeona de Raw.

Parece que las dos wrestlers saben que el rival a batir es Ronda, así que se lanzan a por ella. Esta puede con sus oponentes por separado, pero no puede con las dos juntas. Cuando se engancha en las cuerdas, aplicando una palanca al brazo a Charlotte, Becky se lanza con patadas voladoras, que provocan que Ronda salga despedida a ringside, cayendo de una forma muy peligrosa.

Cada vez que Rousey sale de escena, las luchadoras pelean entre sí, y esos momentos resultan más aburridos. Por suerte, cada vez que la Campeona de Raw vuelve, la cosa se pone interesante de nuevo.

Ronda y Charlotte se llaman "perra" la una a la otra, haciendo esto un poco más personal, pero es cierto que, cada vez que algo parece ponerse interesante entre dos competidoras, parece reaparecer la tercera, cortando la historia que se pudiera contar entre ellas.

Los gestos y las palabras de Ronda son bastante buenos. Utiliza una interesante psicología heel. Se engancha en una doble palanca a los brazos de sus rivales, que hasta tres veces tienen que lanzarla con una Power Bomb para librarse del ataque.

Los movimientos utilizados durante la lucha son bastante interesantes, pero no consiguen que las reacciones del público sean lo suficientemente buenas, pues la gente parece agotada por la duración del evento. Eso sí, parece mucho más interesada en los intercambios entre Becky y Ronda. Las triples amenazas siempre consumen un poco de interés, le restan el carácter personal a la rivalidad.

Flair ataca la pierna de Rousey, preparando la Figura 8. Esa pierna parece tener heridas, no sé muy bien por qué. Pero los ataques son muy buenos, y Ronda los vende bien. Se cierra la Figura 8, pero Becky cae desde el cielo con un Leg Drop sobre Charlotte, que también sangra tras el golpe.

El público se alegra cuando entran las mesas en juego, pero Ronda la tira, pues no está dispuesta a darle a la gente lo que quiere. Charlotte, que cojea de una manera aparentemente legítima, pues no ha sido atacada en las piernas, no obstante aplica un gran Spear doble, seguido de un segundo Spear sobre Becky. No consigue ganar con ello, y, cuando lo intenta de nuevo, acaba siendo lanzada contra la mesa por sus rivales.

Estos movimientos resultan un poco lentos, quizás por las lesiones que están sufriendo las competidoras. Los tempos de esta secuencia se van a la mierda, porque el impacto de Charlotte contra la mesa no resulta lo suficientemente fuerte, mientras que WWE está intentando contar al público que Becky y Ronda se quedan definitivamente solas, y eso no se puede extrapolar del golpe. El público, por eso, no reacciona como debería por ese enfrentamiento definitivo entre las dos favoritas. Cuando Ronda se intenta levantar para aplicar su Piper's Pit, no consigue hacerlo hasta que se agarra a las cuerdas, porque tampoco le quedan fuerzas. Así, el movimiento reversal de Becky, para llevarsela con un paquetito, tampoco ocurre a la velocidad que debería, y la espalda de Rousey ni siquiera está plana cuando el referee realiza el conteo de 3 que le da la victoria a Becky. El público queda muy sorprendido, porque siente que ha sido un final un poco raro.

La lucha es bastante buena. Si hubiera tenido un final correcto, con una secuencia de intentos de palanca al brazo entre las dos, que para eso son especialistas en ello, hubiera levantado al público y hubiera acabado en alto.

Puntuación: ***1/2