En 2018, tuvo lugar el primer Royal Rumble Match femenino en la historia de WWE. Entonces, la batalla estuvo llena de sorpresas, de apariciones de leyendas y regresos varios. La edición de 2019 ha sido muy distinta.
Tal y como ha pasado con la batalla real masculina, WWE se ha alejado del concepto de sorpresas e historias de cara a WrestleMania, y ha realizado una batalla de corte clásico, en el que las mujeres que se lo curran día a día han sido las protagonistas. Este año, la división femenina está más poblada y, además, los huecos libres son ocupados por chicas de NXT o NXT UK.
Y, como también ocurre en la batalla masculina de este año, esa falta de sorpresas e historias pasa factura en la primera parte de la batalla, en la que no pasa prácticamente nada. Van saliendo chicas, y hacen lo suyo, sin más. Pero, a partir de, aproximadamente, la mitad de la batalla, la cosa empieza a mejorar.
Tamina Snuka es la primera que entra a hacer algo. Hace bien de Monster Heel. Pero cuando entra una de las grandes favoritas, Charlotte Flair, se libra de ella.
Emulando a Kofi Kingston, Naomi se libra de una eliminación, caminando sobre las barricadas, para, luego, saltar sobre las escaleras de metal. Me sorprende que estas cosas nunca salgan mal en WWE, siendo realmente muy complicadas. Pero el esfuerzo de la chica de Smackdown no sirve de mucho, porque Mandy Rose la empuja justo al regresar. Recordemos que estas dos mujeres tienen una rivalidad, en base al flirteo de la rubia con el marido de Naomi, que es uno de los Uso (aunque no recuerdo cuál, porque no los diferencio).
La pequeña y ágil Kacy Kantazaro, luchadora de NXT y ganadora del reality American Ninja Warrior, se presenta ante el público con unas capacidades sobrehumanas como highflyer. También realiza una salvación increíble, al mantener los pies en el aire al salir del ring, levantar su pequeño cuerpo sobre sus manos, y trepar por el poste como un koala. Buena actuación de Kacy, en términos generales.
Las chicas malas del Riott Squad hacen de las suyas, pero reciben la oposición de dos grandes luchadores japonesas que hay en NXT: Io Shirai y Kairi Sane.
Divertida e interesante es, asimismo, la participación de la mexicana Zelina Vega, una mujer capaz de contar grandes historias. Se esconde bajo el ring, y aparece en un lado y otro, burlándose de sus rivales, hasta que, de ahí mismo, sale Hornswoogle, que le persigue por la rampa. No hay mucha diferencia de altura entre ambos.
Alexa Bliss y Bailey consiguen las mejores reacciones por parte del público. Aparece también Nia Jax, y Lana, que ha salido lesionada de la lucha entre Rusev y Nakamura en el Kikoff. Tiene el tobillo destrozado, y no consigue llegar al ring. Además, es atacada por Jax. Aparece Becky Lynch, que había perdido la lucha anterior por el campeonato de Smackdown ante Asuka. Habla con Fit Finlay, agente que está atendiendo a Lana, y le pide su posición en el Rumble. Este se la concede no sin resistencia, y el público se vuelve loco.
Las 4 luchadoras finales, son también las 4 mejores. Quedan Becky, Charlotte, Bayley y Nia. Esta última elimina a Bayley, pero, a pesar de su poder, es sacada fuera por el trabajo conjunto de Charlotte y Lynch. Pero, antes de irse, ataca a The Man, causándole un gran dolor en su pierna.
Por la lesión sufrida, Lynch está a punto de ser sacada de la batalla, pero cuando los referees van a declarar ganadora a Charlotte, vuelve al ring a luchar. La hija de Ric aplica duros ataques sobre su extremidad dañada, pero es superada por la mujer del momento, que encara un combate ante Ronda Rousey en la próxima edición de WrestleMania, que podría ser el main event.
Como ocurre con la otra batalla real de la noche, esta tiene una primera mitad muy irrelevante, pero, cuando empiezan a ocurrir cosas, se transforma en una muy buena pelea.
Puntuación: ***3/4
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