sábado, 27 de abril de 2019

Ronda Rousey vs Becky Lynch vs Charlotte Flair, WWE WrestleMania 35




Vamos a comentar el primer main event femenino de la historia de WrestleMania. En WrestleMania 35, Ronda Rousey, Charlotte Flair y Becky Lynch luchan en un Triple Thread Match por el Smackdown Women Championship y el Raw Women Championship. La ganadora se lo lleva todo.

Hasta hace poco, parecía que sería imposible ver a mujeres en el main event de WrestleMania. De hecho, hasta hace unos años, parecía imposible que les dejaran luchar el tiempo suficiente para dar un combate serio. Sin embargo, aquí estamos. Quizás más rápido de lo que debería haber sido. ¿O no?

Internet y las redes sociales no solo logran que la información se viralice con mayor velocidad, también hace lo propio con la moral. Refuerzan el pensamiento único, y lo globalizan. Hay pocas cosas de las que se hable más hoy en día que el feminismo, y, por eso, las empresas que viven, en gran medida, de su imagen, necesitan adherirse a la forma de pensar a la que el ciudadano, gregario y necesitado de un sentimiento de pertenencia a grupo, se ha adherido ya.

Así, estamos viendo mucho feminismo de mentira, feminismo forzado. Un ejemplo de esto es la película Capitana Marvel, cuya campaña de promoción ha intentado vender que es feminista afirmar que hay una superheroína que es más poderosa que todos los demás, porque sí, sacada del bolsillo en el momento adecuado. Feminismo inmaduro, que no sirve para nada, porque ninguna idea que se defienda a la fuerza, sin el uso de la razón, puede ser legítima. De hecho, el Universo Marvel tiene varias superheroínas que, efectivamente, son más poderosas que cualquier hombre, sobre las que se ha trabajo durante décadas, y que tendrían una razón de ser.

En ocasiones, con WWE ha dado la sensación de que ocurría lo mismo, cuando se situaba a Charlotte y Sasha Banks en la mejor posición de la cartelera, sólo para poder decir que se hacía. No creo, no obstante, que ese sea el caso de Becky, Ronda y Charlotte.

Estoy seguro de que no habría un main event femenino si no estuvieran estas mujeres en concreto. Varios factores únicos se han unido para que sea el momento idóneo. Por un lado, WWE firmó a una de las mejores deportistas del país, una mujer muy seguida en su carrera olímpica, en su carrera en las MMA, y en su carrera como actriz. Ronda Rousey es una estrella de un nivel muy alto, que, además, se adaptó a la disciplina en muy  poco tiempo, dando combates muy buenos, y comenzando con un gran espectáculo ante Triple H y Stephanie McMahon, en WrestleMania 34. Pero es que, además, apareció en la empresa, de una manera totalmente espontánea, una rival a su altura. 

El caso Becky Lynch es realmente extraordinario. Era una luchadora de Smackdown, metida en algunas storylines secundarias, pero sin ningún objetivo a la vista. A la gente le gustaba, porque luchaba bien, y sabía usar un micrófono. Su acento irlandés es muy llamativo propio de una badass como ella. En un momento dado, consiguió una oportunidad titular para SummerSlam, y la gente se puso de su lado.

El apoyo popular creció mucho más, cuando Charlotte volvió tras una lesión y, como siempre, recibió el derecho de luchar en esa pelea por el Campeonato de Smackdown, convirtiéndola en un Triple Thread Match (la campeona era Carmella). Charlotte, por supuesto, ganó, y eso enfadó mucho al público.

WWE intentó que Becky realizara un Turn Heel, pero no cuajó. La gente quería a Becky, y odiaba a Charlotte. En contra de las Storylines en las que WWE intenta vender que un luchador está siendo tratado injustamente, el público sabe cuando eso está ocurriendo de verdad, fuera del kayfabe. Al final, se volvió a realizar un doble turn, para dejar las cosas como debían estar. La locura por Becky se hizo cada vez mayor, y se convirtió en campeona.

Posteriormente, llegó Survivor Series, y Ronda Rousey entró en la rivalidad. Ese evento tiene como fondo un enfrentamiento entre los luchadores de Smackdown, y los de Raw, y, por eso, la campeona del show azul, Becky, debía luchar contra la campeona del show rojo, Ronda. Así, estuvimos a punto de ver la lucha que, quizás, algún día, estelarice otro gran evento. Pero no ocurrió, porque Becky y las chicas de Smackdown invadieron Raw, y en esa invasión, liderada de forma genial por la chica del pelo naranja, Becky acabó con la cara partida, por un golpe de Nia Jax. Así, tuvo que ser sustituida en Survivor Series, y ella misma eligió a su gran rival, Charlotte, para enfrentar a Ronda.

Las fotos de Becky con la cara partida, y aún así, comportándose como una verdadera guerrera en Raw, dieron la vuelta al mundo. A pesar de que lo intentó, no le dejaron luchar en Survivor Series, y, en ese PPV, Charlotte y Ronda dieron un gran combate, que acabó en descalificación. Charlotte golpeó con sillas a la ex-UFC, sembrando la semilla de la rivalidad, que Becky ya había predispuesto con sus careos en programas anteriores.

Hubo interferencias de unas y otras en los PPVs siguientes, que provocaron que el Campeonato de Smackdown pasara a otras manos, las de Asuka. Becky ganó el Royal Rumble Match, con lo que se confirmó el combate entre Ronda Rousey y Becky Lynch para WrestleMania 35.

Este combate, ya de por sí, habría podido ser el main event del magno evento. Porque la locura por Becky era monumental entre el público. Y Ronda, como hemos dicho, es una figura enorme. Es un main event legítimo, porque las dos tienen las máximas reacciones de la empresa. Aunque WWE no hubiera querido hacer un main event femenino, se habría visto obligada a ello. De hecho, el amor por Lynch llegó a ser tan grande, que Ronda comenzó a recibir abucheos.

La ex-campeona de UFC había disfrutado mucho de las reacciones a su favor. Pero, en contra de lo que quiera ella o Vince McMahon, Becky Lynch es la elegida del público, la que ellos han llevado a lo más alto. Es su caballo, y cualquiera que se oponga, es el enemigo. Incluso Ronda Rousey.

Pero es obvio, desde hace mucho tiempo, que Vince quería que fuera Charlotte la que estuviera en esa posición. No sólo porque le encantan las rubias, sino porque en su cabeza, es la gran estrella femenina. Y, desde luego, teniendo en cuenta las luchas que ha dado en los últimos 3 años ante mujeres como Asuka, Sasha, Bayley, Natalya, Ronda o Becky, se puede decir que es una de las mejores en todo el mundo, contando, también, a los hombres. Ha hecho mérito, si bien siempre ha recibido un respaldo de la empresa que casi resulta odioso.

Los McMahon se inventaron una storyline similar a la que llevaron a cabo con Kofi Kingston, en la que dejaban fuera a Becky de WrestleMania, y metían, en su lugar a Charlotte. Por supuesto, después de muchos careos y muchos golpes, esa decisión cambió totalmente.

Ronda se pasó al lado oscuro definitivamente, con muchas declaraciones y tweets insultando al wrestling y a su veracidad, y a las luchadoras a las que se enfrenta. Es cierto que las rivalidades de cara a WrestleMania han sido más realistas de lo que suelen serlo en WWE, pero declarar que el wrestling es falso es pasarse de realismo. Se tiene que crear una historia humana y realista dentro de la ficción, no poner en duda la legitimidad de esta, como si esto fuera una película de Deadpool. Recuerda un poco a las declaraciones de Cain Velazquez tras su firma con Triple A, pero en México se puede entender, dada la falta de guiones y de madurez que hay en el negocio. Transportar la realidad a la ficción de debe realizar de manera distinta,  hablando de las MMA como algo mucho más duro o peligroso que el Wrestling, y no hacer la tontería de decir que los golpes son de mentira. Parece la reacción de una niña enfadada porque la gente ha dejado de quererla.

Pero, de nuevo, es de entender que esas palabras entran dentro del storytelling, si bien no uno muy hábil. Aún así, tras el combate, Ronda deja WWE, en teoría, para formar una familia. Veremos cuando vuelve, si es que lo hace. Muchos otros luchadores de MMA parecen estar disponibles para hacer el salto al wrestling, como su enemiga, Cris Cyborg; el propio Caín Velazquez, verdugo de Lesnar en UFC, que empezará a luchar en Mexico; Conor McGregor, recientemente retirado de su deporte; o incluso Frank Mir, que, tras luchar recientemente en GCW, declaró su intención de enfrentarse a Brock Lesnar, con el apoyo del público ante un presente William Regal.

Este combate también supuso un duro golpe para Asuka. La japonesa era Campeona de Smackdown, y esperaba que se decidiera una rival para WrestleMania. Pero, con una cartelera tan grande, la empresa se quedó sin sitio para un combate irrelevante más, así que le hizo perder el campeonato, ante Flair, porque sí, en un programa de Smackdown, de tal manera que todos los títulos de la empresa pudieran estar en juego, sin ocupar una plaza más. Asuka pasó a la batalla real femenina, y ni siquiera la ganó, dado que el trofeo fue a manos de Carmella. Un motivo más para odiar a Charlotte Flair.

En los programas previos a WrestleMania, las cosas se fueron de las manos entre Becky, Ronda y Charlotte, hasta el punto de que se hizo un segmento en el que la policía se las tenía que llevar a las tres, sin apenas conseguir que parasen de pelear. Incluso se rompieron vidrios de coches patrulla, y Ronda condujo uno, con las esposas puestas, para estrellarlo. Por supuesto, si eso hubiera pasado de verdad, el main event no hubiera tenido lugar, porque estarían las tres en la cárcel. Y es un poco grotesco ver lo cobardes y pequeños que son los policías que se usan en WWE. Aún así, es divertido, no vamos a buscar un hiperrealismo en la ficción.

Tras el vídeo de presentación, se muestran imágenes de un helicóptero. En él, llega Charlotte Flair, que, así, emula la gran entrada de su padre al Charlotte Stadium en The Greast American Bash 1986. Está claro que Vince quería hacer esto desde hace tiempo, de ahí su empeño en poner a Flair en esta posición.

Ronda Rousey, por su parte, entra mientras su tema de entrada es tocado en directo. Joan Jett toca Bad Reputation, a la vez que todo el mundo abuchea a la Campeona de Raw.

Parece que las dos wrestlers saben que el rival a batir es Ronda, así que se lanzan a por ella. Esta puede con sus oponentes por separado, pero no puede con las dos juntas. Cuando se engancha en las cuerdas, aplicando una palanca al brazo a Charlotte, Becky se lanza con patadas voladoras, que provocan que Ronda salga despedida a ringside, cayendo de una forma muy peligrosa.

Cada vez que Rousey sale de escena, las luchadoras pelean entre sí, y esos momentos resultan más aburridos. Por suerte, cada vez que la Campeona de Raw vuelve, la cosa se pone interesante de nuevo.

Ronda y Charlotte se llaman "perra" la una a la otra, haciendo esto un poco más personal, pero es cierto que, cada vez que algo parece ponerse interesante entre dos competidoras, parece reaparecer la tercera, cortando la historia que se pudiera contar entre ellas.

Los gestos y las palabras de Ronda son bastante buenos. Utiliza una interesante psicología heel. Se engancha en una doble palanca a los brazos de sus rivales, que hasta tres veces tienen que lanzarla con una Power Bomb para librarse del ataque.

Los movimientos utilizados durante la lucha son bastante interesantes, pero no consiguen que las reacciones del público sean lo suficientemente buenas, pues la gente parece agotada por la duración del evento. Eso sí, parece mucho más interesada en los intercambios entre Becky y Ronda. Las triples amenazas siempre consumen un poco de interés, le restan el carácter personal a la rivalidad.

Flair ataca la pierna de Rousey, preparando la Figura 8. Esa pierna parece tener heridas, no sé muy bien por qué. Pero los ataques son muy buenos, y Ronda los vende bien. Se cierra la Figura 8, pero Becky cae desde el cielo con un Leg Drop sobre Charlotte, que también sangra tras el golpe.

El público se alegra cuando entran las mesas en juego, pero Ronda la tira, pues no está dispuesta a darle a la gente lo que quiere. Charlotte, que cojea de una manera aparentemente legítima, pues no ha sido atacada en las piernas, no obstante aplica un gran Spear doble, seguido de un segundo Spear sobre Becky. No consigue ganar con ello, y, cuando lo intenta de nuevo, acaba siendo lanzada contra la mesa por sus rivales.

Estos movimientos resultan un poco lentos, quizás por las lesiones que están sufriendo las competidoras. Los tempos de esta secuencia se van a la mierda, porque el impacto de Charlotte contra la mesa no resulta lo suficientemente fuerte, mientras que WWE está intentando contar al público que Becky y Ronda se quedan definitivamente solas, y eso no se puede extrapolar del golpe. El público, por eso, no reacciona como debería por ese enfrentamiento definitivo entre las dos favoritas. Cuando Ronda se intenta levantar para aplicar su Piper's Pit, no consigue hacerlo hasta que se agarra a las cuerdas, porque tampoco le quedan fuerzas. Así, el movimiento reversal de Becky, para llevarsela con un paquetito, tampoco ocurre a la velocidad que debería, y la espalda de Rousey ni siquiera está plana cuando el referee realiza el conteo de 3 que le da la victoria a Becky. El público queda muy sorprendido, porque siente que ha sido un final un poco raro.

La lucha es bastante buena. Si hubiera tenido un final correcto, con una secuencia de intentos de palanca al brazo entre las dos, que para eso son especialistas en ello, hubiera levantado al público y hubiera acabado en alto.

Puntuación: ***1/2

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