Seguimos con el especial sobre el retiro de Kurt Angle. En este capítulo, toca comentar una lucha en su etapa en TNA.
WCW cerró sus puertas en 2001, y, poco después, Jerry y Jeff Jarrett comenzaron un nuevo proyecto. Ahora, parecía haber hueco para un nuevo concepto de wrestling. Aprovechando parte de los trabajadores, y de los luchadores que quedaron libres tras el fin de ECW y WCW, y mezclando esto con las nuevas generaciones de luchadores que aparecían en el circuito independiente, nació TNA.
No parecía, no obstante, que hubiera cadenas de televisión importantes interesadas en invertir en wrestling, así que, durante un tiempo, TNA se emitió bajo un formato de PPVs semanales.
El proyecto creció, mientras se mantenía fresco en su propuesta. Fue comprado por Panda Energy, y consiguió contratos televisivos de nivel. El siguiente paso era intentar competir con WWE, pero para eso necesitaba grandes estrellas.
Y, como está haciendo ahora AEW, TNA se aprovechó de la gente que estaba amargada en WWE. Gente como Mick Foley, Booker T, los Hardy, Christian Cage, entre otros, acabaron ahí, obteniendo oportunidades que Vince les negaba. Pero la pieza clave de la empresa fue Kurt Angle.
Kurt Angle luchó durante 10 años en TNA, más tiempo del que había estado en WWE. Llegó a tener todos los títulos de la empresa en su cintura, grandes combates y rivalidades frente a gente como AJ Styles, Samoa Joe, Jeff Jarrett, Mr Anderson o Nigel McGuinness; y formó parte de stables como el Main Event Mafia o Immortal. Aunque los storylines, en esa época, parecían tontos y rehusados de tiempos de WCW o de la WWF de la Era Attitude, hoy en día, en un contexto en el que no hay storylines en ningún sitio, se echa de menos que una empresa de wrestling, al menos, se interese por hacer algo que llame la atención de alguien.
Angle siempre fue la gran estrella de TNA, y llegó a ser considerado como el mejor luchador del mundo, por parte de la crítica. Y por parte de él mismo, lo que es parte de su error. Porque en TNA llevó al extremo su idea de lo que es un buen combate, y acabó convirtiendo todas sus luchas en un spot fest de nearfalls e intentos de rendición. Y es que, en esa época, la gente creía que una gran lucha era la que tenía muchos nearfalls.
Kurt Angle se vendía como uno de los mejores luchadores técnicos, pero nunca puso en juego, salvo cuando el contexto se lo exigía, un conocimiento de llaveo muy alto. A pesar de que su mejor ataque era el Ankle Lock, prácticamente nunca le vimos hacer un trabajo zonal sobre la pierna del rival. Sus luchas se convirtieron en un sinfín de Ankle Locks y Olimpic Slams, de tal manera que ya nadie creía en que pudiera ganar con un único uso de esos finishers, que perdieron mucha credibilidad.
Sería fácil decir, como hacían algunos, que por eso, Angle era un mal luchador. Pero no es así. A una gran lucha se llega por mucho caminos y, al fin y al cabo, un gran luchador es aquel que tiene muchas grandes luchas. Y Kurt las tiene: ha dado un montón de grandes combates en su carrera. Ha llegado a esos resultados desde muchos caminos, y aunque algunas de sus luchas pecan de lo anteriormente comentado, con el rival adecuado y en el contexto adecuado, Kurt ha sabido contar una historia.
La lucha que comentamos hoy en su paso por TNA, no es una de las más conocidas. Es una lucha tag, en la que hace equipo con AJ Styles, para enfrentarse a Christopher Daniels y Kazarian, en 2012.
Para 2012, yo ya no seguía mucho el día a día de TNA. Pero recuerdo esta storyline. Resulta que se había pillado a AJ Styles y a la jefa, Dixie Carter, muy acaramelados, entrando juntos a habitaciones de hotel... Una historia calentita entre Milf y jovencito confuso.
Christopher Daniels y Kazarian habían empezado a hacer equipo poco antes de que esto ocurriera. Se puede decir que aquí nació el equipo The Addiction, que luego llegaría a Ring of Honor, que se mantendría en entornos independientes y en New Japan, y que, próximamente, se podrá ver en AEW. Kaz y el Fallen Angel son buenos amigos, y por eso su equipo se ha mantenido, más a allá de Storylines y empresas.
En esta historia, ellos son los malos. Los que mostraban imágenes tomadas a Dixie y AJ, así como audios que pretendían probar su relación. La historia fue avanzando durante semanas, con giros novelescos que tampoco interesan mucho. Pero, aunque los rumores sobre esa relación resultaron ser falsos, durante un tiempo, causaron un dolor de cabeza a los protagonistas. Creo recordar que el marido de Dixie apareció en el programa de Impact, para agredir a AJ.
En un momento dado, Daniels y Kaz le costaron a AJ un combate frente a Kurt Angle, que defendió a su rival del acoso de los rudos. Aquellos que tantas veces se habían enfrentado, harían pareja en Slammiversary X para enfrentarse a The Addiction, con los títulos tag de la compañía en juego.
En una lucha que recibió muy buenas críticas, y que, creo, es muy entretenida. Recuerda un poco al tipo de combates tag que está de moda últimamente, en los que hay una parte de lucha old school, para, después, dar paso a la locura, los spots y los nearfalls.
Tenemos una primera parte, en la que los rudos castigan a AJ, hasta que tiene lugar el hot tag, gracias al cual, entra al ring Kurt Angle, como si fuera una mala bestia. Lucha contra dos rivales a la vez, y los destroza. Suplex para arriba, y Suplex para abajo. Pero siguen siendo dos contra uno, y los malos consiguen, una vez más, ponerse por delante.
Hasta que vuelve a pasar lo mismo, con la salida de Styles, en modo animal, sobre sus dos oponentes. La lucha se vuelve loca, sin que nadie respete los turnos, y sin que el referee, Earl Hebner, haga nada para conseguirlo.
Angle salta con un Frog Splash sobre Kaz, pero Daniels evita la cuenta al tirar al referee fuera del ring. AJ se quita de encima al Fallen Angel con un Shooting Star Press hacia ringside, y Kurt hace rendir a Kazarian con el Ankle Lock. Victoria para los buenos, que se convierten en TNA World Tag Team Champions.
Puntuación: ***1/2
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