sábado, 13 de abril de 2019

Batista vs Triple H, WWE WrestleMania 35




Dada la ausencia de Undertaker y John Cena, había pocas estrellas en este WrestleMania, más allá de las que aparecen, cada día, en los programas de WWE. Es un evento que será más recordado por incluirse en ese movimiento moralista inclusivo que está devorando toda forma de creatividad en occidente. Así, este siempre será el WrestleMania del primer main event femenino, y del primer campeón de WWE negro.

Pero, si hay algo que se sale de lo habitual, es el regreso de Batista para tener la última lucha que siempre quiso tener en WWE. Después de ignorarle durante mucho tiempo, la empresa se lo concedió. Yo no tenía un gran interés en esta última aparición del Animal, a nivel de wrestling, pero creo que todas las historias deben ser terminadas, y esta, se ha finalizado de la manera que Dave deseaba. Además, añade a este WrestleMania la aparición de leyenda retirada que necesita para ser un gran evento. Todo bien, hasta este punto.

Hace unos días, comentamos la lucha entre Triple H y Batista en Hell in a Cell, ocurrida en Vengeance 2005. Entonces, comentamos los inicios del animal en Evolution, y el final de esa relación con su rivalidad frente a The Game. Batista acabó con un 3 - 0 a su favor.

El animal tuvo una buena carrera en WWE, siendo varias veces campeón, y protagonizando grandes encuentros. Revisaremos algunos, en un pequeño especial por su retiro. Siempre fue Face en esta etapa, y tenía muy buenas reacciones por parte del público. Ya en esa época había una incipiente comunidad de Internet que declaraba un gran odio hacia tipos como Cena y Batista, igual que lo hacen hoy con respecto a gente como Roman Reigns, pero aún no tenían una gran incidencia sobre el público general que llenaba las arenas.

Pero Batista nunca se vio feliz como héroe. Echaba de manos sus inicios como bestia destructora, igual que hacíamos todos. En sus últimos meses en la empresa, Dave protagonizó un turn heel, atacando de forma muy violenta a su pequeño amigo Rey mysterio. En esos meses, ayudó a Vince en su rivalidad frente a Bret Hart, y este le recompensó al ponerle el WWE Championship en bandeja de plata, ante un John Cena que salía victorioso de una Elimination Chamber. Así, el paso de Batista por WWE finalizó con una rivalidad ante el otro gran héroe hipermusculado de la empresa. El Animal salió derrotado en cada uno de sus enfrentamientos, pero estos estuvieron muy bien. Hubiera sido una pena que se fuera sin tener un gran feudo con Cena.

Batista se fue, y empezó a hacer cosas. Inició una carrera como luchador de MMA, aunque sólo llegó a disputar un combate. En octubre de 2012, derrotó a Vince Lucero por KO, tras 4 minutos de contienda. A diferencia de gente como CM Punk, el Animal no se fue a una gran empresa en la que le pagaron millones por ser una estrella, sino que consiguió su combate por méritos propios. Y lo mismo puede decirse de su carrera como actor.

Todos hemos visto a Cena y a The Rock triunfar en Hollywood. Tenían millones y millones de fans en WWE, y empezaron a grabar películas mientras estaban ahí, apoyándose en esa base de seguidores. Ahora, trabajan muchísimo, pero no nos engañemos, no hacen una película buena. Sin embargo, Batista empezó desde más abajo. Primero se fue, se puso a pelear en MMA, hizo sus castings, y, poco a poco, le fueron saliendo proyectos.

De hecho, cuando en diciembre de 2013 volvió a la compañía de los McMahon, todavía no había hecho nada de valor, en realidad. Vince lo volvió a presentar como un héroe, y le hizo ganar el Royal Rumble 2014. No era lo que él quería, y, desde luego, no era lo que los fans querían, pues estaban obsesionados con Daniel Bryan. Cuando el barbudo fue expulsado en la batalla, la ira del público se hizo presente. En la parte final de la contienda, todos se pusieron de parte de Roman Reigns, porque aún no era main eventer, así que todavía no le odiaban. Pero Batista ganó, y se montó una muy gorda.

Vince no se había dado cuenta, todavía, de la manera en la que Internet estaba cambiando la forma de ver el wrestling de los fans. Ahora sí, el poco gusto del friki de Internet por Batista, se había extendido al mundo real. Dave sabía qué tipo de luchador es, y qué podía ofrecer, pero en la empresa, aún no se daban cuenta de eso. Todavía querían ofrecer un Randy Orton vs Batista en el main event de WrestleMania, pero nadie iba a comprarlo. El clamor popular a favor de Daniel era demasiado grande. Finalmente, el ex ROH acabó WrestleMania derrotando, primero a Triple H, y después, a sus dos pupilos de Evolution.

En sus últimos meses en esta nueva etapa en WWE, Batista volvió a hacer equipo con Triple H y Randy Orton, refundando Evolution, para tener un enfrentamiento de ensueño con otro gran stable, The Shield. Los dos equipos dieron dos muy buenas luchas.

Aunque, a nivel de wrestling, se puede decir que este nuevo paso del Animal por la empresa dio tres luchas muy destacables, el uso del personaje, y las pitadas de los aficionados, quedaron en el subconsciente de Dave. Por segunda vez, dijo las dos palabras mágicas: "I Quit". Se suponía que tenía contrato para hacer más cosas, pero comenzó la campaña publicitaria de Guardianes de la Galaxia, y el éxito de esta película truncó los planes de regreso del Power House.

A diferencia de lo que han hecho Rocky y Cena, Batista ha participado en producciones de calidad, gracias a que su perfil se adaptaba bien al papel. Guardianes de la Galaxia, de Marvel, se convirtió en una saga muy aclamada de aventuras espaciales, muy divertida, y con buena música. Batista juega el rol de Drax The Destroyer, un alien de fuerza física sobrehumana, perteneciente a una raza muy literal, que no entiende las metáforas o la ironía, y que busca venganza por la muerte de su familia.

Es un gran personaje, dentro de una saga que tuvo una secuela, y tendrá una tercera parte, a pesar de algunos problemas en su producción. Este éxito le permitió, también, aparecer en Avengers: Infinity Ward, y en el episodio final de todo el universo Marvel, que se estrenará próximamente: Avengers: Endgame, que es, quizás, la película más esperada de la historia del cine. 

Además de todo esto, Batista ha estado en otros proyectos, como Blade Runner 2049, y Dunne, dos películas que pertenecen a los universos de clásicos de la literatura de Ciencia Ficción. Por tanto, Batista, que tiene ya 50 años, no pudo regresar a WWE en, casi, 5 años, porque estaba trabajando mucho, y, además, estaba haciendo cosas muy interesantes. No es que sea protagonista de El Padrino, pero, dentro del campo del entretenimiento, las aventuras y la acción, estas películas son mucho mejores que Transformers, The Fast and the Furious, o G.I.Joe, que son las pelis que hacen Cena y The Rock.

Pero Batista ama el wrestling de verdad. De hecho, en más de una ocasión, había comentado que le gustaría volver a WWE, tan solo para participar en eventos en vivo. Es una experiencia que le gusta. Pero su agenda como actor no se lo ha permitido. Aún así, tenía otro plan desde hace mucho tiempo: volver, y tener una rivalidad final con Triple H, siendo rudo, y actuando como a él le diera la gana. Pero Triple H no le hacía ni puto caso. WWE no parecía estar interesada. 

Absolutamente toda la historia de Dave desemboca en esta rivalidad final. En otoño de 2018, se celebró el capítulo número 1000 de Smackdown, con Evolution presente. Ric Flair, Randy Orton, Triple H y Batista se reunieron. El Animal tuvo buenas palabras para todos, pero cuando le tocó hablar sobre Hunter, recordó una cosa: este hombre lo ha hecho todo en el negocio, salvo una cosa: vencerle a él.

Batista comenzaba a sembrar semillas de lo que sería la rivalidad final de su carrera. Meses después, tuvo lugar el cumpleaños número 70 de Ric Flair, el mejor luchador de la historia, y WWE le preparó una fiesta, para RAW.

Finalizando el programa, subieron al ring Triple H, Kurt Angle, Sting, Ricky Steamboat y Shawn Michaels, que son algunos de los grandes rivales en la carrera de Flair. Fuera del ring estaban, además, todos los miembros del roster de Raw.

Es raro que WWE le conceda algo a leyendas como Flair. Estamos acostumbrados a que esta empresa pisotee su propio legado, una y otra vez. Pero, claro, la cosa tenía trampa. Cuando el Nature Boy debía hacer acto de aparición, algo falló. Batista apareció en pantalla, forzando a un cámara a seguirle. Entró en el camerino de Ric, y se escucharon golpes. Batista sacó al anciano, arrastrándolo, y le peguntó a Triple H si ahora le prestaría atención.

Recordemos que, durante su tiempo fuera de la empresa, Batista ya había comentado que había presentado esta idea de rivalidad, pero Triple H no le había hecho el más mínimo caso. Por eso es esto tan interesante, porque es real, y el wrestling gana con la realidad. Triple H, muy enfadado con el ataque a Ric, le especificó que, sí, había ganado su atención. Batista, actuando bastante bien, y rodeado de seguridad, como una verdadera estrella de Hollywood, le gritó que le diera lo que quería, y lo repitió mil veces. Un último encuentro, en las condiciones que él imponía. De nuevo, justo lo mismo que pedía en sus declaraciones en el mundo real.

Triple H le recordaba que había abandonado la empresa varias veces, que se había convertido en una estrellita de Hollywood. Que no sabía qué quería de él, pero si lo que quería era pelear, que subiera al ring. Pero no, esta vez, las cosas se harían de la forma en que Batista decidiera. Quería a Triple H en WrestleMania. Es todo lo que quería; terminar una carrera en sus términos.

En una entrevista con Michael Cole, ya declaró que quería tener su último run en la empresa, y que por eso está aquí. Habló de Triple H, de la forma en la que siempre le ha tratado con desdén, menospreciándole. No le gusta ser controlado, le gusta estar en posición de controlar. Por eso dejó la empresa, porque Triple H es un obseso del control. Claro, WWE, a la hora de promocionar la rivalidad, usó imágenes de Evolution, como si Batista se refiriera, todavía, a eso, pero la parte de storytelling sobre Evolution es lo que menos le interesa a Dave. Debe recordar, una y otra vez, que Triple H nunca consiguió ganarle, porque es la historia que quiere contar WWE, pero esa parte tiene, claramente, mucho menos interés.

Triple H decidió que esto fuera un No Holds Barreds Match. Batista exigió que la carrera de Triple H estuviera en juego. En la última promo, WWE volvió a poner imágenes de Evolution, y de las declaraciones de Batista diciendo que Triple H nunca le había vencido. El actor remató esto diciendo: "Hunter, bésame el culo", pasando totalmente del vídeo, que, al fin y al cabo, vuelve a ser un intento de WWE de imponer una historia insignificante. Gran final, moviendo la cámara para que el logo de WrestleMania 35 se vea tras él. Todo queda preparado para la última lucha en la carrera de Batista.

Una de las cosas guay de WrestleMania son las entradas especiales. Este año, en la rampa de entrada, hay una pantalla enorme curvada. Con ella, Elias realiza una intervención en la que parece que está tres veces en la arena, tocando tres instrumentos simultáneos. Pero no se aprovecha mucho más, salvo en la entrada de Triple H.

Este año no hay grandes entradas, porque no hay tiempo para nada. Pero a Triple H no le puedes quitar eso. Siempre hace lo que le da la gana. Batista aparece con varios coches, de los que salen muchos escoltas, colocados en posición. Al hacer su metralleta, se lanzan muchos fuegos de artificio. Y después aparece Hunter, en un vehículo al estilo Mad Max. En la pantalla curva, hay otros, de manera que parece que se mueve en el desierto junto a ellos. O ese es el efecto que se pretende, al menos. 

La lucha se lleva a cabo con un estilo muy extremo, enfocada en el uso de objetos para dañar al rival. Está bien que en un evento tan largo como este, haya variedad, como he dicho en posts anteriores, así que no es mala elección. De esta manera, también se diferencia mucho de la otra lucha sin reglas que hay, la de Shane y el Miz. Pero no me parece que sea un gran combate.

Es una lucha que presenta varios spots violentos con objetos, y poco más. Son buenos, pero no existe una continuidad. Hay muchos tiempos de descanso entre unos y otros, de tal manera, que la cosa se extiende mucho, y en algún momento, llega a aburrir, aunque el siguiente gran impacto borra el aburrimiento de los aficionados.

No creo que nunca se juegue demasiado con la idea de que Triple H se tiene que retirar si pierde. Shawn Michaels está en la mesa de comentarios, y tiene algún buen careo con Batista, pero no llega a hacer nada.

Triple H le pega con una caja de herramientas a Batista, y saca una cadena similar a la que usó en el Hell in a Cell de 2005. Utiliza una llave inglesa para retorcerle los dedos, y le atrapa con una silla, y le arranca el aro de la nariz con otra herramienta.No es el real, pero Batista tiene sangre en la nariz.

Triple H saca el sádico que lleva dentro. Es raro que haya luchas de este tipo en WWE, pero, realmente, consigue meter a los aficionados en la lucha.

Hay batalla en las mesas de comentaristas. Triple H recibe muchas caídas sobre ellas. Cuando la lucha regresa al ring, aburre bastante, así que Batista la vuelve a llevar a las mesas. Quiere utilizar una Batista Bomb sobre ella, pero es él el que se lleva el golpe, y un Spear con el que atraviesa la tercera mesa. 

Triple H busca su mazo, pero recibe los mejores ataques del Animal. Recibe Spear, Spine Buster, y Batista Bomb. Al ser alzado para la bomba, Hunter lleva su mazo en la mano, para intentar darle en la cabeza a su enemigo, pero no consigue hacerlo. Es lo mismo que pasó en 2005. A pesar de todos estos ataques, HHH sobrevive, y salva su carrera.

Ahora, es Batista el que recibe una poderosa Power Bomb en las escaleras metálicas, y un Pedegree, pero sobrevive a ello. Utiliza un DDT en las mismas escaleras sobre Triple H, pero llega Ric Flair, para vengarse de su agresor. Le pasa el mazo a Hunter, y este se lanza para dejar KO con él a Drax el Destructor. Después de darle, le remata con un Pedegree. Victoria para Triple H, que celebra con Flair.

Como digo, es una lucha de estilo extremo, que tiene buenos spots, pero, también, excesivos descansos. No en vano, ambos rondan los 50 años. La brawl es buena, pero tampoco existe una gran estrategia, ni una psicología muy explícita, sólo dos tipos pegándose. No obstante, hay que premiar que se presente una lucha distinta como esta, y que Triple H lo haya dado todo, a pesar de que se sometió a una operación importante, tras una lesión sufrida en Crown Jewell.

Puntuación: ***

viernes, 12 de abril de 2019

Shane McMahon vs The Miz, WWE WrestleMania 35




Creo que la rivalidad entre The Miz y Shane McMahon ha sido una de las cosas más interesantes del camino a WrestleMania, y la lucha final ha estado a la altura, recordando a combates de otras eras. Cierta parte de los fans no tenían mucha fe en esto, porque no son dos hombres que estén en el top por sus habilidades en el ring. Pero son dos grandes contadores de historias, que es lo que, realmente, ahora hace falta en el wrestling. Hay que tener en cuenta que WWE comienza su PPV más importante del año con un vídeo en el que sus estrellas repiten, una y otra vez, "Somos storytellers". Pero muchos no lo son. Estos dos hombres, desde luego, han contado una historia.

Todo empezó en el PPV Crown Jewell, uno de los peores shows de los últimos años. WWE presentó un torneo para buscar al mejor luchador del mundo, y demostró que no sabe llevar a cabo torneos. No solo fue malo a nivel de luchas, sino que estuvo mal bookeado. Y, en la final, The Miz se lesionó, y fue sustituido por Shane, que era el comisionado de Smackdown, y estaba obsesionado por que su marca se llevara la victoria.

Sin participar en el torneo, Shane ganó, y se proclamó a sí mismo "mejor del mundo". Esto daba pie a a un turn heel, aunque la historia se extendió en el tiempo.

Recordemos que, en ese momento, The Miz era rudo, y Shane, técnico. Y eran muy buenos en su papel. La rivalidad terminaría con un doble turn, y la cosa no ha bajado de nivel. Siempre he pensado que convertir en técnico a The Miz es un desperdicio de su personaje. En dos meses, veremos si WWE sigue teniendo historias para él. Por ahora, el público le quiere, lo que quizás venga bien de cara a la audiencia del reality The Miz and Miss.

La historia entre Shane y The Miz es interesante, porque tiene un componente de verdad. Los dos, son hijos que nunca han conseguido un reconocimiento por parte de sus padres, que nunca han sentido que sus progenitores estuvieran orgullosos de ellos. Eso es obvio en el caso de Shane, como hijo de millonario obsesionado con el trabajo, de ahí que acabe cada lucha jugándose la vida de forma innecesaria, para satisfacer a papá. Por otro lado, The Miz ha admitido muchas veces que costó mucho trabajo que sus padres entendieran que se dedicara al wrestling, o que reconocieran su buen desempeño. 

Este tipo de problemas freudianos unió a los dos hijos no deseados, que acabaron haciendo tag. En Royal Rumble, vencieron a The Barr, y se convirtieron en Smackdown Tag team Champions. Esto, obviamente, provocó la ira, de nuevo, de una parte de los aficionados, que pensaban que The Bar debían seguir siendo campeones, por el simple hecho de que son mejores luchadores que estos dos. No se dan cuenta de la importancia de contar historias, de tener personajes claramente diferenciados. Mezclando personajes como los de The Miz y Shane, con otros tan puramente guerreros, todos ganan, pues unos tienen la oportunidad de tener una buena lucha, y los otros, de participar en historias, que son las que,realmente, cimientan una carrera de cara al aficionado.

Así que esta parte de la rivalidad fue bastante interesante. The Miz y Shane tuvieron también buenas luchas con The Usos, con los que perdieron los campeonatos. The Miz se autoculpó, pero Shane le dio otra oportunidad de rehacerse. Tras perder en la revancha por los campeonatos, ocurrió el turn heel de McMahon.

Eso pasó en Cleveland, Ohio, la tierra del Miz. Por eso, su padre estaba en ringside. En primera instancia, pareció que Shane no culpaba a su compañero, pero, delante de su padre, le agredió. Le dejó KO, mientras el anciano, que es el peor actor de la historia, lo veía todo. Shane se pasó de la ralla también con él, zarandeándolo. Así pasó un poco desapercibida su mala interpretación.

Shane McMahon humilló al Miz, y a su padre. Nunca existió la igualdad entre ambos. Él es el mejor del mundo, porque nació siendo el mejor. Para Miz, sin embargo, haber nacido dentro de la familia McMahon, lo convierte, en realidad, en lo peor. Tras semejante historia, tan sólo quedaba que se vieran las caras en el marco de WrestleMania 35. Lo harían en un Falls Counts Anywhere.

Con el padre de The Miz entre el público, Shane McMahon pide que se le presente como el mejor del mundo, hasta tres veces. Parece que no queda satisfecho con el trabajo del anunciador, y usa su poder para abusar de él. Como rudo, es un genio.

Comienza la batalla. Lo primero que hace Shane es intentar atacar al señor mayor, para provocar la ira de su oponente. Este, le persigue a toda velocidad, y, así, cae en un error. Shane pega muy fuerte; parece que, después de 20 años, ha aprendido a usar los puños. Piensa volar, desde el ring, sobre The Miz, que está encima de una de las mesas de comentaristas. Pero su señor padre lo evita.

El Señor Mizanin (no sé cómo llamarle), acepta el reto de Shane y sube a pelear. Pone una pose de boxeador un tanto ridícula. Pero hasta para esto, Shane sabe hacer bien de rudo. Finge que no va a pegarle, para engañarle y tirarse sobre él a traición. Le pega un rodillazo muy realista, pero en ese momento llega Miz para vengarse, cegado por la ira.

Los luchadores pelean por toda la arena. The Miz le pega en la pierna a Shane, y este lo vende muy bien. Excesivamente bien, yo diría que podría estar cojo de verdad. Se pegan con sillas, luchan entre el público, y en las mesas de comentaristas internacionales, que tiene WWE más arriba. Le rompen todos los aparatos a Funaki, que es uno de los comentaristas de la emisión japonesa. Después de golpes muy violentos, The Miz hace que Shane atraviese una mesa, y lo tira por encima de una valla a la planta inferior. Shane rebota en un carrito que hay abajo, y cae al suelo.

Este es un producto bastante original, no muy habitual en los WrestleManias de los últimos años. Y, en un PPV tan largo, hacen falta estímulos como este. Miz y McMahon pelean en una estructura que recuerda a aquella a la que subieron Undertaker y Triple H en WrestleMania 17. Sobre el metal, Miz aplica el Skull Crushing Finale,pero no es suficiente para ganar.

Shane esta destrozado. Ha recibido mucho dolor, y está cojo, pero sigue subiendo, perseguido por su oponente. Llegan muy alto. McMahon pide clemencia, pero esta no es concedida. Miz le golpea, y lo lanza, con un súplex, hacia el suelo, a unos 4 metros de altura. Ambos se pegan un golpe tremendo, atravesando uno de esos suelos falsos que pone WWE siempre que tiene que haber una caída un tanto peligrosa. Pero Shane tiene los brazos encima después de caer, así que es para él la victoria. 

Shane suma a su carrera un nuevo gran spot en WrestleMania. Muy buen combate, mezclando storytelling, psicología, y acción. Pasa un rato antes de que los luchadores puedan ser movidos.

Puntuación: ****

jueves, 11 de abril de 2019

Seth Rollins vs Brock Lesnar, WWE WrestleMania 35




Vamos a empezar a hablar del mayor evento de 2019 en la industria del wrestling, WrestleMania 35, un show largo, con 7 horas de duración, y 16 combates. En tales circunstancias, tanto la resistencia del público como la duración de los combates implican decisiones complicadas. Porque, con 16 luchas, y 12 en el show principal, sabemos que tiene que haber varias que sean demasiado cortas. Pero, también es cierto, que es necesario que las haya, porque no se puede exigir a 80.000 personas que estén interesadas en todos los combates, si estos se proponen de la misma manera. Tiene que haber variedad de situaciones, y los squashes son únicos, a la hora de conseguir una reacción rápida, sin dar tiempo a aburrir o descansar.

Pero no esperábamos que esto ocurriera en la lucha por el Título Universal, ni que este fuera colocado en el opening de la noche. Eso sí, es cierto que, en un show en el que no estaban programadas luchas de Undertaker y Cena, había muchas cosas interesantes, pero pocas que sobresalieran sobre el resto, y la rivalidad entre Lesnar y Rollins no se había bookeado al mismo nivel en que se habían trabajado otras.

Como todo el mundo sabe, en otoño de 2018, Roman Reigns tuvo que retirarse de los encordados temporalmente, por su recaída en la enfermedad que había sufrido siendo más joven, la leucemia. En ese contexto, había que decidir a qué luchador había que dar push para ocupar su puesto, y, con su victoria en Royal Rumble, Seth Rollins se convertía en firme candidato para esa posición. No obstante, con su rápido regreso, The Big Dog se volvió a colocar como líder, y ahora, más querido que nunca.

Eso seguramente le restó importancia a la lucha titular, pero Rollins ganó, sorprendentemente. Raw vuelve a tener título.

Hay que comentar, también, la historia que hay entre estos dos tipos. En Royal Rumble 2016, el Arquitecto se metió en la rivalidad entre John Cena y Brock Lesnar, convirtiendo la lucha titular, en aquella ocasión, en una Triple Amenaza. Rollins recibió el pinfall por parte del entonces Campeón de la WWE, y recibió el menosprecio de todos. Se decía que no estaba a la altura de los otros dos participantes.

Sin embargo, después de eso, le ha amargado la vida a La Bestia. Primero, en WrestleMania 31, cobró su maletín de Money in the Bank,  metiéndose en la lucha entre Roman Regins y Brock Lesnar, y convirtiéndose en Campeón de WWE, con pillería. Ahora, 4 años después, de nuevo en WrestleMania, se la vuelve a jugar a Brock, al usar la maña para ganarle rápidamente.

Como digo, de cara a WrestleMania 35, hay historias muy trabajadas, aunque esta no lo está tanto. Lesnar y Heyman insinúan que Seth no está a la altura de esta contienda, pero este les recuerda que le ganó por poco a Styles, a Bryan o a Balor, y él no es más pequeño que ellos. Si Lesnar quiere llevarle a Suplex City, él va a hacer arder Suplex City.

Vamonos a lo ocurrido en WrestleMania 35. El show comienza con Alexa Bliss, que hace de host del mismo, presentando a Hulk Hogan. Este saluda y dice sus frases típicas, y sus gestos junto a la pequeñina y malévola rubita, que le imita. Pero sale a cortarles el rollo Paul heyman, que dice que su cliente ya sabe que no va a ser main eventer, así que prefiere agarrar su avión privado e irse. Por eso, se adelanta la lucha por el WWE Universal Championship. 

Pero Lesnar no está dispuesto a esperar a que suene la campana. Le da una paliza, y le aplica un F5 en ringside. Lo lanza contra las mesas, y lo tira contra el protector de los televisores, que se parte. Con la espalda llena de moratones, Rollins es introducido al ring. El Campeón exige que se inicie la lucha, y el referee acepta, cuando Seth consigue ponerse en pie para pelear.

Rollins visita Suplex City, pues Brock lo maneja como si fuera un muñeco. Pero, cuando está a punto de llegar el F5, Rollins se libra, y empuja al bestiajo contra el referee. Sin este atento, consigue pegarle un Low Blow, seguido de tres Curb Stomps veloces. Lesnar no tiene ni tiempo de reaccionar. 

Victoria para Rollins. Esperaba que WWE aprovechara la falta de tiempo y la excusa de los ataques pre-match de Brock, para que este ganara, pero, así, le da una victoria inteligente a Seth, y hace arder WrestleMania con un comienzo emocionante y sorprendente. 

WWE sigue buscando fórmulas extrañas para que un combate corto de Lesnar sea impactante, y, un año más, lo consigue. El combate no deja de ser un squash, ya que los ataques de Brock fuera del ring no pueden ser considerados para la nota final, aunque aportan un contexto que la mejora. De todos modos, sigue siendo un squash... más o menos.

Puntuación: ***

miércoles, 10 de abril de 2019

Kazuchika Okada vs Sanada, New Japan Cup 2019 Finals



Tras comentar la lucha entre Okada e Ishii en semifinales del torneo New Japan Cup 2019, vamos a hablar de la final. El Rainmaker se enfrenta, en ella, al ingobernable Sanada. El ganador, irá a New York, al Madison Square Garden, para intentar convertirse en IWGP Heavyweight Champion.

Como decía en el anterior post, mucha gente amó el combate de semifinales entre Okada e Ishii. Pero, madre mía, creo que la final es muchísimo mejor. Si cuando hablé de esa pelea, dije que NJPW no es capaz de contar historias distintas sobre el ring, tan solo pasaron unos días hasta que demostró lo contrario, gracias a Sanada.

Sanada, quizás no sea el mejor luchador de New Japan, pero ha hecho sus pinitos en el extranjero. Ha luchado un tiempo en Estados Unidos, y ha hecho sus giras por México. Se le nota un interés por la imagen, por el personaje, y por el espectáculo en el ring.

Esta se puede considerar como una lucha de reversals, pues hay varios. Okada comienza dominando, con sus clásicos ataques frontales. Parece que será una lucha fácil, rutinaria, que acabará con un Tombstone, y un Rainmaker. Pero no tendrá tanta suerte.

Tras aplicar su clásico Big Boot en ringside, seguido de DDT, Missile Dropkick, Okada va a por un Tombstone, pero su rival se lo reversa. Lo reversan varias veces, el uno al otro, siendo Sanada, finalmente, el que lo aplica. Después de eso, coloca al estelarista en un montón de ocasiones en Skull End, pero sin cerrar la llave con las piernas. Okada necesita mucho más desgaste. 

Incluso convierte un Rainmaker en Skull End, y luego esquiva otro, e intenta aplicar uno, que es reversado por Okada, también en un Skull End... que, otra vez, Sanada convierte en su llave de rendición, esta vez, con ruleta incluida. Ahora sí, la cierra con las piernas. Okada no se rinde, pero están así mucho rato. Cuando parece que está KO, Sanada intenta la cuenta de tres, pero el excampeón reacciona, casi por instinto.

Esa es una secuencia genial, seguida de un Moonsault fallido por parte del ingobernable. Aún así, consigue aplicar el KTO, y coloca a su rival para que reciba un nuevo moonsault. Este se arrastra, agarrándole de las piernas, desesperado. Sanada responde con un Skull End, que esta vez es reversado en Tombstone. Con dos Rainmakers, se acaba la contienda.

Buena victoria del tanto tiempo campeón, ante un Sanada que hace un muy buen combate, y le permite a Okada introducir algo de variedad en su rutina. Me ha gustado mucho la lucha.

Puntuación: ****1/2

martes, 9 de abril de 2019

Adam Cole vs Johnny Gargano, WWE NXT Takeover New York



Es habitual que el NXT Takeover previo a WrestleMania tenga lugar, justo, el día antes del gran evento anual de WWE. Sin embargo, este año, 2019, NXT Takeover: New York se ha celebrado en la noche del viernes, dejando, para el sábado, la gala del Hall of Fame.

No se ha informado del motivo oficial de este cambio de guión. Pero es posible que el hecho de que, entre otras muchas funciones, hubiera un PPV de Ring of Honor y New Japan Pro Wrestling en el Madison Square Garden durante la noche del sábado, sea uno de los causantes de este cambio. Para un fan del wrestling, elegir entre un evento y otro sería difícil, puede ser que WWE no haya querido arriesgarse a que su marca de desarrollo sea derrotada por la competencia. Sin embargo, este cambio  posibilitaba pasar un fin de semana en New York, y asistir a los tres eventos, además de los de EVOLVE, GCW o MLW, lo que debe ser algo maravilloso, aunque no barato.

Takeover: New York presenta, como siempre, una gran cartelera, con acción perpetua durante la noche, y finalizada por el combate por el vacante campeonato de la marca. Adam Cole y Johnny Gargano se enfrentan por el oro.

Ya sabemos que Tommaso Ciampa era el Campeón de NXT, y derrotó a Aleister Black en el anterior Takeover, reteniendo la correa en su cintura. Pero venía arrastrando una lesión. En WWE lo sabían y, aún así, como revulsivo para las dos grandes marcas, Vince McMahon se empeñó en ascenderlo, para hacer pareja con Gargano. Su cuerpo necesitaba descanso, y no se le dio, así que acabó rompiéndose del todo. Y parece una cosa muy grave.

Se supone que DIY subirían al main roster, pero, sin Ciampa en la ecuación, Vince no está mínimamente interesado en el ascenso de Johnny. Más le vale quedarse en NXT mucho tiempo.

Así, volvió a atacar a Ciampa, reconfirmándose, una vez más, como baby face. Después de un pequeño torneo, se dilucidaron los dos luchadores que se enfrentarían por el NXT Championship. Serían Gargano, y el líder de The Undisputed Era, Adam Cole, los que tendrían la oportunidad de reinar por primera vez en la marca amarilla.

La lucha ha resultado muy polarizante. Hay quien la ha amado muchísimo, como si fuera lo mejor que se ha visto jamás, mientras que otros la han considerado una basura.

Porque la gente es así, y en Internet, más todavía. Como piensan de una forma muy simple, sus análisis lo son también, y se pueden resumir en un par de palabras. Pero, mucho más importante que esa conclusión, o que una simple nota, es una reflexión acerca de por qué las cosas son buenas o malas.

En este caso, hay gente que ha alucinado con el nivel de acción y drama del combate, y todos los nearfalls que lo componen. Otros, por su parte, han sancionado el hecho de que es acción sin cabeza, sin historia, sin selling, y sin sentido para la estipulación de la lucha. Ambos comentarios son ciertos.

No puedo decir nada de las dos primeras caídas. Hay mucha superkick, y todo eso, pero nada se puede concluir de ahí. Nada se hace para componer la historia de la lucha. Adam Cole cubre a Gargano en la primera caída con una patada bastante normalita, y se rinde en la segunda caída a la primera de cambio, ante la primera ejecución del Crossface de Johnny. No hay nada en esas dos partes de la contienda que ayude a contar una historia en la tercera, salvo, tal vez, el cansancio acumulado. Gargano tiene  sangre en una ceja, pero esa herida no es usada en la historia.

En la tercera caída, continúa la fiesta del big move. Es cierto que todos los movimientos de Gargano son sobre la cara del rival, y de esa forma, aunque no haya una voluntad explícita de contar una historia, lo cierto es que, con eso, va preparando la futura rendición de su oponente. Cole también utiliza movimientos buenos, incluyendo un Face Buster sobre la mesa de comentaristas, con el que intenta ganar por Count Out. Al ser una lucha al mejor de tres caídas, esa forma de ganar es suficiente para llevarse el campeonato. No tiene suerte, pero es la primera vez que se usa una estrategia relacionada con la estipulación.

Tras eso, pega una SuperKick en la cara, que no es suficiente para ganar. A partir de aquí, vemos a Gargano aplicando el Garga-No-Escape, una y otra vez, con los miembros de Undisputed Era interfiriendo para hacerle soltar. El referee queda KO, lo que Fish y O'Really aprovechan para aplicar su finisher en equipo sobre Johnny Wrestling. Este lo resiste, para locura del público, que cree estar en el mayor combate de la historia, y vuelve a cerrar el Crossface para ganar y proclamarse Campeón NXT.

Como digo, la lucha no es muy inteligente, ni muy buena. Pero tiene un componente de epicidad claro, producto de la intención de ser bookeada como la lucha del año. No cuela, en términos de claridad de wrestling, pero, desde luego, convence al público, que arde vigorosamente. Asimismo, creo que en los últimos minutos, con ese intento de Count Out, los Crossfaces, y las interferencias de Undisputed Era, están bastante bien. El ambiente es atronador, y eso también es parte del wrestling.

Puntuación: ***1/2

domingo, 7 de abril de 2019

Kazuchika Okada vs Tomohiro Ishii, NJPW New Japan Cup 2019 Semi Finals



Ya ha tenido lugar la New Japan Cup 2019, la edición de este año del torneo de eliminación anual para heavyweights que lleva a cabo New Japan Pro Wrestling. El eterno campeón Okada, tras varios años sin participar por tener la correa en su cintura, se lleva la victoria esta vez, para enfrentarse a Jay White en el G1 Supercard, el evento que llevan a cabo juntas New Japan Pro Wrestling y Ring of Honor en el Madison Square Garden, la noche antes a WrestleMania 35. 

El combate que más ha gustado en el torneo es el que enfrenta al Rainmaker frente a Tomohiro Ishii, en semifinales. Veremos esta lucha, además de la final posterior, entre Okada y Sanada.

Este match presenta un estilo habitual en los combates de Ishii. Durante los primeros minutos, hay faltas de respeto y pruebas de resistencia por ambos lados, con golpes, como siempre, muy recios. Se dan muchos golpes de antebrazo en la cara, hasta que Okada le pega varios a su oponente, haciéndose él más daño en el brazo que Ishii en la cara. Ishii ha llegado ya a un punto en el que se parodia a sí mismo.

Continúa la contienda, con un aumento progresivo del nivel de los ataques, y del ruido del público. Ishii concatena buenas Power Bombs, y buenos Suplexs, pero se lleva un Rainmaker. Okada no le suelta, y le pega de nuevo con su finisher, pero esta vez, como hiciera con los golpes de antebrazo, Ishii no vende nada.

Con un buen movimiento de judo, Ishii reversa a Okada, y aplica una palanca buenísima. Es un ataque bestial, que casi provoca la rendición de Okada. Llega a la cuerda no obstante, y se tiene que centrar en atacar con patadas, porque está manco.

Después de grandes ataques por parte de ambos wrestlers, Okada conecta una Tombstone Piledriver. Seguidamente, y olvidando el daño en el brazo, ataca con un Rainmaker que le da la victoria. Recordemos que, anteriormente, había usado el mismo ataque, con el brazo sano, sin resultado, por el poder de Ishii. Pero ahora, con el brazo dañado, deja KO al rival.

En fin, la lucha es buena, muy intensa, pero con esa incapacidad tan propia de New Japan de salirse de su modelo único, y presentar alternativas narrativas cuando la situación lo requiere.

Puntuación: ***1/2

sábado, 6 de abril de 2019

The Destroyer vs Rikidozan, JWA 02/12/1963




El pasado 7 de marzo de 2019, falleció Dick Beyer, conocido en el mundo del wrestling como The Destroyer. Contaba con 88 años de edad, de lo que se deduce que su muerte ocurrió por causas naturales. Descanse en paz.

Destroyer es un luchador de vieja escuela, muy antiguo, por lo que habrá una importante parte de los lectores que no lo conozcan, o que, habiendo escuchado hablar de él, nunca haya visto una lucha completa suya. Pero, a pesar de que no se encuentre, hoy en día, en boca de todos, es un luchador muy importante en la historia de este deporte, y muy bueno.

Desde luego, merece que le hagamos un especial. Dado que tenemos millones de cosas pendientes de las que hablar, estamos haciendo especiales de este tipo con, tan sólo, tres luchas. Merecería más, y es difícil quedarse, sólo, con tres combates suyos. Pero esperamos que sea suficiente para estimar su carrera.

A principios de 2018, más o menos, un año antes de su fallecimiento, The Destroyer recibió un premio, otorgado por el gobierno de Japón. Se trata de la medalla del Sol Naciente, The Order of the Rising Sun, creada por el Emperador Meiji en 1875, la primera condecoración  nacional  otorgada por el gobierno del país. El premio fue dado al luchador por "una vida dedicada a promover la buena voluntad y lo intercambios culturales entre Japón y Estados Unidos.

Y, es que, Beyer es un luchador americano, pero consiguió transcender hasta el infinito en Japón. Aunque empezó a luchar en América en la década de los 50, no fue hasta 1962 cuando empezó a usar máscara, algo que le definió, y le diferenció claramente del resto.

Beyer fue baby face durante sus primeros años como luchador, pero cuando se puso la máscara y empezó a actuar como heel, destacó a ojos de todos. Era un luchador que poseía tanto técnica, como físico y personalidad, y, además, usaba una máscara atroz, que distorsionaba y exageraba sus rasgos. Lo tenía todo para ser una estrella.

Destroyer se hacía llamar a sí mismo "The Sensational Intelligent Destroyer", presumiendo, así, de sus estudios universitarios, y sus triunfos como deportista. Empezó a destacar en Los Ángeles, con una buena rivalidad  frente a Freddie Blassie, quien le descubrió, y se hizo muy amigo suyo. Y allí conoció también a Rikidozan.

Rikidozan es conocido por ser el padre del puroresu. Introdujo el wrestling en Japón, y creó la JWA, una promotora de lucha libre, cuyas funciones se retransmitían por televisión, y que sumaban decenas de millones de telespectadores. Por desgracia, falleció prematuramente a finales de 1963, lo que provocó, tiempo después, el fin de JWA. Dos de sus principales alumnos, Giant Baba y Antonio Inoki, continuaron con su labor, al crear la All Japan Pro Wrestling, y la New Japan Pro Wrestling, respectivamente.

The Destroyer y Rikidozan protagonizaron una de las luchas más importantes en la historia del wrestling. El 24 de mayo de 1963, se enfrentaron, con el WWA World Heavyweight Championship en juego. Esta lucha fue emitida por el Channel4 de NTV, marcando un 64% de TV Rating, lo que supone más de 70 millones de espectadores, siendo, como comentaba Dave Meltzer hace unos meses, el combate de wrestling más visto de la historia.

The Destroyer y Rikidozan lucharon durante 60 minutos, hasta llegar al límite de tiempo. No he podido encontrar esta lucha en Internet, pero sí que he visto otra de diciembre del mismo año, ocurrida pocos días antes del fallecimiento del coreano. No es tan larga ni, posiblemente, tan buena, pero está muy bien. Es al mejor de tres caídas.

Demuestra perfectamente el tipo de rudo que era Destroyer. Domina, prácticamente, todo el combate, con llaveos y headlocks. Pero, sobre todo, protesta y gesticula. Es un malencarado, se pelea con el referee, y se pelea con el público.

En ningún momento, deja que Rikidozan le ataque. Cada vez que lo intenta, huye a ringside. Se aprovecha de las cuerdas, de forma tramposa, para desesperación de los aficionados. De esa manera, colocando la pierna sobre una cuerda, consigue llevar a cabo la cuenta de tres. 

En la segunda caída, la cosa sigue igual. El Demonio Blanco Enmascarado sigue haciendo de las suyas, pero Rikidozan consigue conectar un chop tremendo que lo hunde en la miseria. El coreano se lleva la caída, y el americano tarda varios minutos en poder levantarse para seguir con la contienda. Le ha dolido mucho ese golpe.

La tercera parte de la batalla continúa con la línea mantenida anteriormente. The Destroyer aumenta su castigo sobre las piernas del rival, preparando la llegada de su llave definitiva, la Figura 4. Pero, esta vez, lo hace pegado a las cuerdas, aumentando el cabreo de referee y afición. Las utiliza siempre para ayudarse en las llaves y conteos, y se niega a soltar cuando la autoridad se lo exige. Muchas veces, suelta el agarre con los brazos, pero sigue apretando con las piernas. El referee protesta, y se se defiende gritando "Le he soltado", aunque el árbitro no entiende inglés.

Cuando Beyer intenta cerrar su Figura 4, Rikidozan se impulsa con las piernas para lanzarle fuera del ring, por encima de la tercera. Ahí, brawlean como locos, mientras la cuenta de 20 avanza. Rikidozan aplica un fortuito Belly to Belly Súplex que deja al americano en el suelo. Él sube al ring, justo antes de que la cuenta llegue a su fin, para conseguir la victoria y mantenerse como campeón del NWA International Heavyweight Championship. Por supuesto, fue su última defensa del campeonato, aunque los ataques de Destroyer tras la contienda auguraban que la rivalidad continuaría.

No fue así, por el fallecimiento de Riki, ocurrido en circunstancias realmente extrañas. Parece ser que fue a causa de una pelea en un bar, en la que recibió una puñalada. El luchador de origen coreano fue llevado al hospital, donde se le salvó la vida, pero la herida se abrió, pocos días después, causándole su fallecimiento definitivo a causa de una peritonitis el 15 de diciembre de 1963. 

El autor del ataque, Katsuji Murata, fue encarcelado por asesinato. Se dice que era miembro de la Yakuza, y que asestó la puñalada tras recibir una buena paliza por parte del luchador profesional. Como suele ocurrir con los grandes duelos entre samuráis a lo largo de la historia, es probable que esta historia haya sido muy exagerada.

La lucha es realmente buena, con un trabajo sensacional de rudeza y técnica por parte del enmascarado. Como veremos en siguientes posts, este continuaría con su carrera en Japón, llegando a instalarse en el país, y a convertirse en una estrella de la televisión, apareciendo en programas y series.

Puntuación: ****1/2

Triple H vs Batista, Hell in a Cell, WWE Vengeance 2005



En unos días, tendrá lugar WrestleMania 35, evento que tiene pautados como dos millones de combates. Entre ellos, hay un enfrentamiento entre Triple H y Batista, que regresa a la empresa tras 5 años, después de triunfar en su carrera como actor, para cerrar su carrera como luchador de la manera que él deseaba. De hecho, quizás él fuera el único que la deseaba, pero es correcto que ocurra y que la historia se cierre de manera apropiada.

Hay mucho de lo que hablar sobre esto. Hay que hablar sobre la salida de Batista de WWE, sobre su regreso en 2014 y su frustración por su uso, por su carrera como actor, y sobre la intención que tenía desde hace tiempo de volver a por Hunter. Lo comentaremos cuando revisemos la lucha de Wrestlemnia 35. Pero, aunque WWE está intentando llevar a cabo promos mucho más reales últimamente, sí que ha mezclado estas cosas con la antigua historia existente entre Batista y Triple H de la época de la Evolution original. De eso vamos a hablar hoy, revisando, de camino, la lucha que tuvieron dentro de una Jaula Infernal, en Vengeance 2005.

Evolution fue un stable que existió durante 2 años y medio. Fue creado a principios de 2003, y llegó a su fin en octubre de 2005, con Triple H a la cabeza del mismo. Junto a él, estaba el legendario Ric Flair, y los jóvenes Batista y Randy Orton, que habían llegado de Ohio Valley Wrestling. Así, Evolution se presentaba como un grupo que representaba el pasado, el presente, y el futuro del wrestling.

Por supuesto, Triple H era el líder, y utilizaba a sus compañeros para conseguir sus triunfos. Pero era un stable conceptualmente muy distinto a los grupos rudos de este tipo, en los que, normalmente, o hay un montón de hombres al mismo nivel, o hay uno muy claramente por encima del resto. En el caso de Evolution, al introducir a hombres con tanto futuro, era muy complicado que estos se contentaran con un rol secundario.

Así, la historia de Evolution, a partir del año de existencia, se define mediante rivalidades de Triple H frente a los hombres que van saliendo de la agrupación. Los chicos jóvenes tenían sus propias ambiciones, y estas no le hacían gracia a Hunter. Randy se convirtió en World Heavyweight Champion al derrotar a Chris Benoit en SummerSlam 2004, y esto provocó una rivalidad contra el resto del grupo, que no se congratuló del éxito del Legends Killer. 

En 2005, ya con Orton fuera, fue Batista el que tonteó con la grandeza, al ganar el Royal Rumble Match. Gracias a eso, podía elegir combate en WrestleMania. Podía enfrentarse a JBL por el WWE Championship, o a Triple H, por el World Heavyweight Championship. Obviamente, Hunter y Flair intentaron convencerle de elegir el título de Smackdown, pero no hubo manera.

Batista derrotó a Triple H en WrestleMania 21, y volvió a derrotarle en Backlash 2005. Incluso insinuó que, simplemente, Triple H no era lo suficientemente bueno como para enfrentarse a él. Y volvería a ganar en el Hell in a Cell que comentamos hoy, marcando un 3 a 0, lo que conecta con la storyline actual, en la que Batista recuerda a Hemsley que lo ha logrado todo en el negocio del wrestling, salvo derrotarle a él.

Ric Flair, que parecía mantenerse en amistad con Batista, le traicionó, atacándole junto a Triple H, y provocando que la rivalidad subiera de nivel. La lucha definitiva ocurriría dentro de la mencionada jaula infernal.

Una lucha que resulta ser bastante buena, quizás, una de las mejores en la carrera de Dave. Es una Hell in a Cell Clásica, en la que el uso de la estipulación tiene un sentido.

Durante todo el combate, los dos hombres se golpean sin parar con la jaula, y con todo tipo de objetos. Se pegan muchísimo en cabeza y espalda, lanzándose contra el metal, o atacándose con el martillo de Triple H, con sillas, o con las escaleras metálicas.

Se introduce una cadena de metal, con la que se golpean, y con la que se ahorcan. La verdad es que parece muy dolorosa. Y también meten en escena una silla, rodeada por púas, que asombra al público. Como no podía ser menos, los dos acaban bañados en sangre.

Los dos luchadores sobreviven a todo. De forma excesiva, posiblemente. Incluso el martillazo que dejó KO a Goldberg o Sting, queda en nada ante el poder de Batista. La cosa se extiende demasiado, con ataques alternos, sin que haya un claro dominio por parte de ambos. Después de sobrevivir a un Pedegree sobre la silla con púas, Batista consigue aplicar un Spin Buster sobre las escaleras metálicas, seguido de una Power Bomb, que le da la victoria.

La lucha es muy buena, pero, como digo, se pasan un poco de la raya con los nearfalls.

Puntuación: ****

viernes, 5 de abril de 2019

The Undertaker vs Shawn Michaels, Hell in a Cell, WWF Badd Blood 1997




Es hora de hablar de los protagonistas principales de la edición de 2019 del Salón de la Fama de WWE. El puesto principal de la noche, lo ocuparán los miembros de D-Generation X, Triple H, Shawn Michaels, Chyna, Road Dogg, Billy Gunn y X-Pac.

Esta es una edición de WrestleMania, y del Salón de la Fama, que suenan muy apáticos. Da la sensación de que en WWE no había muchas ganas de inducir a nadie. O, al menos, no encontraron a nadie con nivel como para ser headliner. Así, tiraron de gente muy cercana, y de muchos grupos. Si hasta ahora sólo había un hombre dos veces Hall of Famer, que era Ric Flair, ahora habrá tres más, puesto que Shawn Michaels entra como parte de DX; Booker T entra como parte de Harlem Heat; y Bret Hart entra como parte de The Hart Foundation.

Hay que continuar con el especial del WWE Hall of Fame 2019, aunque hacer la parte del especial sobre un stable que ha tenido tantas versiones a lo largo del tiempo, y que tiene tantos miembros, es un poco complicado. Vamos a intentar ir contando su historia poco a poco, a medida que vamos revisando luchas.

Hace años que se viene hablando de una posible inducción de la NWO al Salón de la Fama. Los problemas de Hulk Hogan complicaron la cosa, pero, en cualquier caso, hubiera sido raro que fueran inducidos antes que los DX, que nacieron en tiempo en los que Hogan y compañía hacían de las suyas en WCW, y Vince tuvo que olvidar todo su moralismo y su idea de lo que debe ser el entretenimiento deportivo, para poder ganar la guerra de audiencias. D-Generation X se levantó como un grupo de rudos que desafiaban al poder, y que se burlaban y humillaban a todo el mundo.

DX nació para enfrentar a The Hart Foundation, el Stable en el que estaba el gran rival de Michaels, Bret Hart. Y es que, los dos, habían tenido una carrera paralela, viéndose las caras en la división tag primero, en el midcard después, y en los main events, finalmente. Habían tenido un Iron Man Match en el main event de WrestleMania, y se enfrentarían, para acabar, en el Montreal Screwjob.

De hecho, el nombre de la agrupación tiene relación con Bret, porque, él, siempre se refirió a Michaels como un degenerado, tanto en kayfabe, como fuera de escena. Porque, en realidad, DX es una forma de dar vida frente al público al grupito de abusones sinvergüenzas que eran The Kliq en el mundo real.

The Kliq es el grupo de amigos que formaban Triple H, Shawn Michaels, Kevin Nash, Scott Hall y X-Pac, que hicieron y deshicieron todo lo que quisieron tras bastidores. Cuando los tres últimos se fueron a WCW, los dos primeros mantuvieron la tradición, y la pusieron en escena. El nombre final de la agrupación haría referencia a esos comentarios de Hart, introduciendo el concepto de Generación X, el grupo de personas nacidas entre los 70 y los 80, famosas por su apatía y vagancia. O sea, lo mismo que se dice de todas las generaciones de gente joven durante la historia. Hoy, las víctimas somos los milennials.

El grupo original estaba compuesto por Shawn Michaels, que era el líder y que, básicamente, utilizaba al resto para conseguir sus metas individuales; Triple H, su novia, la poderosa Chyna, y Rick Rude, que volvía de WCW para presentarse como guardaespaldas de Shawn.

Rude, que ya no luchaba entonces, no ha sido inducido como parte del grupo, a pesar de ser iniciador del mismo. Pero sería raro que él fuera dos veces Hall of Famer de WWE, sin ser una gran leyenda de la compañía, después de su inducción en 2017.

En realidad, Michaels y Hunter nunca formaron un gran tag. En esos primeros meses de existencia del grupo, previos a la gran lesión de Shawn que le dejó fuera de acción durante años, tan sólo tuvieron un puñado de combates en parejas. De hecho, si no tenemos en cuenta House Shows, sólo tuvieron dos luchas en tag, en RAW, y ambas las perdieron por descalificación. Fue a partir de 2006, cuando volvieron a hacer equipo de verdad, en esa versión edulcorada de DX que llevaron a cabo después.

En estos meses, DX tuvo rivalidades con Mankind, con Undertaker, y con la Hart Foundation. Michaels y su grupo humillaron a Hart con sus burlas y promos, y protagonizaron el Montreal Screwjob, tras el cuál, Bret partió hacia WCW. Así acabó ese gran duelo, aunque los DX tuvieron, todavía, tiempo de burlarse, escenificando lo ocurrido en Montreal, con enanitos, y dándole una buena paliza a Jim Neidhart, tras engañarle, haciéndole creer que era parte del grupo.

Pero, en esta época, Michaels, junto a sus compinches, tuvo una de las grandes rivalidades de la historia de WWE, y fue frente a Undertaker. Juntos, los dos longevos wrestlers tendrían el primer Hell in a Cell Match, en Badd Blood 1997, al que el Wrestling Observer Newsletter le dio 5 estrellas, y que es un gran trozo de la historia. Tiempo después, en enero de 2018, tuvieron otra muy buena lucha, un Casket Match en Royal Rumble, en el que Shawn sufrió esa famosa lesión, de tal manera que en WrestleMania, en presencia de otro miembro temporal de DX, Mike Tyson, fue derrotado por Steve Austin, a quién pasó la antorcha del liderazgo de WWE.

De esta época, me he quedado con una lucha para revisar en este especial, que es el primer Hell in a Cell entre Shawn Michaels y Undertaker. Aprovecho, porque un amigo del blog me sugirió hacerlo, y estaba esperando la ocasión perfecta para hacerlo. Y la han pintado calva con esta inducción de DX. Vamos a ello.

Undertaker se enfrentó a Bret Hart en SummerSlam 1997, con Michaels como referee special. Cuando Shawn intentó atacar con una silla al canadiense, erró, y acabó pegándole al Enterrador, lo que inició la rivalidad entre ellos.

Durante las semanas previas al combate, hubo muchos sillazos, mucho abuso de DX, y no sólo contra el Deadman. En esa época, la figura de poder de la empresa era el Sargento Slaughter, que era Comisionado, y acabaría luchando contra Triple H en el evento especial del stable, D-X Generation: In Your House, en el Shawn derrotó a Ken Shamrock. También la Hart Fundation empezaba a sufrir las consecuencias de la creación de este grupo: Michaels venció a Dave Boy Smith, para ganar el WWF European Championship.

El caso es que, ante todos los ataques, la ira de Undertaker era grande, y encerró, junto a él, a Michaels, en la estructura definitiva en la industria del wrestling: la jaula del Hell in a Cell. Slaughter se asegura antes de bajar la jaula, de que no hay nada raro bajo el ring.

Esta lucha es famosa también por suponer el debut de Kane en WWE. En realidad, el hoy alcalde de Knoxville, Tennessee, Glen Jacobs, ya habia luchado en WWE, con el personaje de Isaac Yankem, un dentista loco, y, posteriormente, el no menos indigno Diesel, que sustituyó a Nash cuando este se fue a WCW; pero WWE siempre olvida estas personalidades del Monstruo Rojo, dado que ninguna de ellas está a la altura de la llegada que tuvo en este evento.

Había habido muchos problemas entre Undertaker y su mánager clásico, Paul Bearer. En estos tiempos, comenzó la bizarra historia de la familia de Undertaker, puesto que Bearer le acusó de haber incendiado su casa de pequeño, con su hermano, Kane, dentro. Aunque, supuestamente, había muerto en ese incendio, Bearer anunció que no era así, que había sobrevivido. Su llegada a WWF en busca de venganza estaba próxima.

Tiempo después, se sabría que el pirómano había sido, en realidad, Kane, pero esa es otra historia...

Esta lucha es seminal, y es una gran brawl. Viéndola hoy, en 2019, no puedo decir que sea de 5 estrellas. Aunque no me sorprende que alguien pueda ponérselas, sí que creo que es una nota que es hija de la fecha en la que ocurre. Jamás había habido una lucha como esta, y, en ella, hay una serie de acciones que, por tanto, nadie había visto jamás, por lo que las reacciones son muy grandes. Pero  yo le tengo que poner la nota propia del momento en que la publico, como hago con todos los combates.

Hoy en día, no es un combate de 5 estrellas, pero sigue siendo un gran combate, una gran brawl. Triple H, Rick Rude y Chyna acompañan a Shawn al ring, pero, por suerte para el espectáculo, no intervienen. La jaula se cierra, y nadie puede escapar de ella.

El combate comienza con muchos puñetazos, y muchos golpes en la cabeza. Los finishers de ambos luchadores implican grandes ataques ahí, así que tiene cierto sentido, aunque a la cosa le falta un poco de ritmo en primera instancia. Los golpes de HBK son un poco mejores, muy veraces. 

Pero es Undertaker el que acaba dominando la mayor parte del combate. Entran en juego el poste, las sillas, el metal de la jaula, y los escalones del ring. Los golpes en la cabeza por parte de ambos lados son fortísimos, y Shawn acaba bañado en sangre.

Se respira la violencia y el odio. Tras un golpe, Michaels cae sobre un camarógrafo, y le pega una paliza. Aunque no se expresa muy bien en el combate, puede que sea parte de una estrategia, porque le da pánico estar ahí metido, con el Hombre Muerto en plan violento. Sargento Slaughter se ve obligado a abrir la jaula para sacar al trabajador, y acaban saliendo los luchadores también, a brawlear por ahí.

Es posible que parte del público pensara que Shawn había ganado al salir antes. Recordemos que esta es la primera Hell in a Cell de la historia, y que, hasta ahora, podía confundirse con una Steel Cage. Pero no, la brawl se intensifica. Undertaker tortura a Michaels lanzándolo sin parar contra el metal, porque desde la parte de fuera, tiene más espacio para impulsarse.

Shawn tiene que huir hacia la parte de arriba de la estructura. La gente alucina, al ver a ambas futuras leyendas pegándose ahí. Pero Michaels sigue perdiendo, así que intenta huir hacia abajo. Cuando está colgado de la jaula, su rival consigue provocar que se suelte, cayendo con un golpe tremendo contra una de las mesas de comentaristas. No es la caída de Mankind del año siguiente, pero es un gran golpe también, por entonces, único en su especie.

Undertaker es un monstruo. Sigue tirando a su oponente contra mesas, y en el ring, lo lanza con un ChokeSlam desde el esquinero. Con el cuerpo destrozado por las caídas, y con la cabeza llena de sangre, el Rompe Corazones no tiene la más mínima intención de presentar batalla. Pero suena una música extraña. Aparece Paul bearer, acompañado de un enorme hombre enmascarado, el hermano de Undertaker, Kane. El monstruo aplica un gran Tombstone Piledriver sobre el Enterrador, y coloca encima de su hermano a Shawn, para que se lleve la victoria. Triple H y Chyna vienen corriendo, para sacar a su amigo de semejante infierno.

No creo que la lucha sea de 5 estrellas, pero tampoco se queda muy lejos. Ojalá los luchadores de hoy en día supieran usar una jaula como estos dos maestros. La violencia es dura y sentida, e incluso la interferencia es buena, por la forma en la que ocurre, y el nacimiento de un personaje. 

Puntuación: ****1/2

miércoles, 3 de abril de 2019

King Kong Bundy vs Harley Race, WCCW 15/08/1982




Completamos el especial sobre King Kong Bundy, con el que homenajeamos al luchador tras su reciente fallecimiento. Para terminar, queríamos ver una lucha suya fuera de WWF, para tener otra perspectiva sobre su carrera.

Si uno se dirige a la WWE Network en busca de luchas de King Kong Bundy, podrá encontrar su nombre en muchos programas de la WCCW de principios de los 80, situado, en muchos casos, en los main events. Porque, antes de suponer una gran amenaza para Andre the Giant y Hulk Hogan en WWF, Bundy estuvo luchando en Texas, en la promotora de los Von Erich, siendo una importante amenaza para estos. De hecho, fue el oponente de Fritz Von Erich en su combate de retiro de 1982.

De una forma un poco aleatoria, he seleccionado una lucha suya. Se trata de un combate frente al legendario Harley Race, en el que defiende el American Heavyweight Championship. Él es el campeón y se enfrenta a Harley, anunciado como el único hombre que ha ganado 6 veces el Campeonato Mundial de Todos los Pesos.

Bundy parece bastante más delgado que en su época en WWE. De hecho, en su primer paso por la empresa de los McMahon, tenía pelo, y estaba aún más delgado, así que parecía una persona normal. Entonces, se hacía llamar Chris Canyon.

Sobre Harley Race, poco hay que decir. Es una gran leyenda, y será protagonista en el próximo artículo que publiquemos en el especial sobre el 70 Aniversario de NWA que estamos haciendo, ya que fue uno de los grandes protagonistas del título en la década de los 70. Aquí, parece ya muy mayor, aunque este tipo siempre pareció viejo. Suena increíble que todavía siga vivo.  

A pesar de que la batalla se plantea como un David vs Goliat, tampoco es que el público esté muy a favor de Race. Es un público muy localista, y este hombre viene de fuera. En realidad, lo que más interesa a los aficionados es que Kevin Von Erich es el Number One Contender, lo que quiere decir que el domingo siguiente, el ganador de este enfrentamiento, luchará con él. Da la sensación de que el Number One Contender es más importante que el campeón.

Bundy domina de una forma muy genérica. Sus golpes son buenos, muy rudos, pero no los dirige con un objetivo concreto. Solamente, pega mucho mamporro. De vez en cuando, ataca el brazo del rival, pero no parece parte de una estrategia concreta. Ahora bien, después de algunos golpes buenos de Harley, el Heel lo lanza contra el poste, golpeando, aún más, su hombro.

Bundy aplica Headlocks, y Bear Hugs. El 6 veces campeón vuelve a atacar, y a ponerle las cosas difíciles al obeso. Ambos luchan en el borde del ring, pero King Kong esquiva a su rival, saltando a ringside, y este vuelve a golpearse el hombro contra el poste. La cuenta de 10 llega el el momento exacto para que el rudo vuelve al cuadrilátero, mientras que el retador no pueda conseguirlo, de tal manera que King Kong Bundy gana y mantiene la correa en su poder.

Después del enfrentamiento, Bundy, junto a su mánager, atacan a Harley Race, pero este consigue expulsar a ambos. La lucha no es especialmente memorable, por ninguna cosa. Quizás, sólo el final tiene un poquito de historia.

Puntuación: **3/4