Llega Wrestlemania 30, y el
protagonista absoluto del evento es Daniel Bryan. Aunque, para enero,
parecía que su papel sería mínimo en el evento, ante el clamor
popular (y el de Mick Foley).
Pero cosas pasaron. WWE trajo de vuelta
a Batista, y le hizo ganar el Royal Rumble Match, pensando que todo
el mundo lo amaría como un héroe, que volvía despues de mucho
tiempo fuera de los cuadriláteros. Pero nada más lejos de la
realidad, ya no estábamos en 2007, el público de WWE es muy
internauta, y ya prefiere el estilo de luchador técnico capaz de dar
grandes espectáculos dentro del ring, por muy pequeño que sea, por
encima de los súper-héroes musculados como el Animal.
Así, la gente quería a Bryan en el Rumble, le esperaban dentro, pero no llegó jamás a participar. Por
encima de él, vieron a Batista ganar la batalla, y lo odiaron a
muerte. Así, WWE tuvo que cancelar el main event de Wrestlemania,
que iba a ser Batista vs Orton. Yo no lo compraría.
Y se suponía que CM Punk iba a luchar
contra Triple H. Pero el Punketo huyó de WWE, justo después del
Rumble, harto de todo. Parece que el hombre quería ser campeón para
siempre, y no le hacía gracia estar en otras rivalidades que no
fueran por el título mundial. En fin, si se quejó incluso de tener
la oportunidad de luchar en el Gran Evento del año pasado frente a
Taker, el hombre es un poco idiota.
Así, los principales combates de
Wrestlemania se fueron a pique, mientras que Bryan, que estaba
destinado a tener una lucha menor, era exigido por el público. WWE
no hizo, esta vez, oídos sordos a sus seguidores, quizás porque no
le quedaba otra opción.
Así, el main event de Wrestlemania fue
editado. En el opener de la noche, Triple H se enfrentaría a Bryan,
y el ganador participaría en la lucha titular.
¿Cómo se justifica este combate?
Triple H, junto con su señora esposa, Stephanie McMahon, son los que
mandan en WWE, han eliminado la figura de General Manager, y hacen lo
que les da la gana. No quieren a un flacucho como Bryan de campeón,
así que han hecho todo lo que han podido para alejarle del título.
No creen que sea un luchador de élite, nadie con ese cuerpo puede
serlo. Le han despreciado, pero hartos de los gritos del público,
quieren humillarlo con una derrota humillante en el mayor evento de
todos.
Y eso intenta Hunter en la lucha.
Quiere humillarlo como si no valiera nada, pero cuando quiere darle
la mano con tono burlesco, Bryan se la patea y le ataca. La
intensidad del ex-campeón de Ring of Honor es, como siempre, muy
alta.
Pero Bryan llega herido, su brazo está
mal, y Triple H aprovecha eso para castigarle ahí durante toda la
lucha. Así, además, no podrá usar el Yes Lock. Pero Bryan, a pesar
del dolor de su brazo, consigue atacar de mil maneras a su rival,
sobre todo a base de patadas.
Pero Hunter no se rinde. A los
german-suplex de Bryan, el directivo responde con suplexs mucho más
poderosos. A las patadas voladoras de Bryan, HHH responde con un
clothesline asesino.
Triple H intenta, entonces, hacer
rendir a Danielson con su propia llave, el Yes! Lock. Y es que, a
Triple H siempre le han encantado los cross-faces. Pero Daniel lo
revierte, y está a punto de hacer rendir al Juego. No puede ser. Es
más, cuando se cree ganador, y va a por su patada definitiva, se
come un spin-buster, seguido de un Pedegree. Bryan resiste
milagrosamente.
El combate se torna en épico, y
cualquiera puede llevarse la victoria. Pero lo hace Daniel Bryan, gana, es
sólo el opener y ya tiene un MOTY, habrá que esperar al main event
para ver otro.
Puntuación: ****1/4
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