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domingo, 11 de septiembre de 2022

Cody Rhodes vs Seth Rollins, WWE Hell in a Cell 2022


Hablamos en el último post publicado en el blog sobre la vuelta de Cody Rhodes a WWE, y su combate en WrestleMania 38 frente a Seth Rollins. La rivalidad entre ambos continuó, con otra victoria de la Pesadilla Americana en Backlash, y se dirigió hacia Hell in a Cell, evento en el que mantuvieron un match bajo las reglas que dan nombre al show: lucharon en una Jaula Infernal. Lo hicieron, además, en el main event de la velada, pues el campeón de todo, Roman Reigns es un campeón no demasiado interesado en el trabajo duro. Cualquier parecido con John Cena es casualidad. Recuerda, más bien, al Hulk Hogan de WCW, que siempre tenía cosas mejores que hacer que ser luchador.

El combate entre Cody y Rollins en Hell in a Cell nos dejó una imagen para la historia: la del pecho de Cody morado por una lesión en su pectoral, a pesar de la cual, se decidió a luchar y a dar un combate largo y violento. Es una de las muestras de sacrificio de esas que se la ponen dura a Vince. También es cierto que Vince ya no está; la duda que nos queda es si Triple H concibe a un Cody main eventer y campeón, o si optará, en su lugar, por los chicos de Next que tan bien le funcionaron y a los que está trayendo de vuelta uno a uno tras la salida de la empresa de su suegro.
 

Cody volvió, como vimos, a WWE en WrestleMania, y derrotó a Seth. En el programa de Raw posterior, tuvo unas palabras, recordando, con cariño, como siempre, a su padre. Quizás alguien pueda pensar que es un poco pesado con esto, pero me temo que es parte importante de su personaje, y no se puede abstraer de eso. Rollins apareció para darle la mano, y todo pareció hasta entonces correcto, pero se quedó en ringside a mirar cuando ocurrió el primer match del American Nightmare en RAW después de 6 años, con su risa burlona. Entonces, le retó a un segundo combate en Backlash que por supuesto el rubio de bote aceptó. Posteriormente, la caballerosidad acabaría, después que de Kevin Owens abandonara una lucha frente al exAEW, y Rollins no pudiera contener su frustración, atacando a este.

El Visionario tenía una excusa: fue sorprendido en WrestleMania; no se pudo preparar bien para el combate porque no conocía su rival. Quiso nublar la mirada de su oponente, al nombrar a su padre, diciendo que Dusty no fue lo suficientemente bueno para ser campeón. Todos sabemos que sí lo fue, fuera de WWE, mientras que en la empresa de McMahon hizo el payaso con un vestuario lleno de lunares amarillos que tendrá cierta repercusión en esta rivalidad. El caso es que, con esto, al fin la rivalidad se convirtió en algo personal.

Rhodes volvió a ganar en Backlash, mas su forma de hacerlo no fue demasiado limpia. Eso dejó abierta la opción de que volvieran a enfrentarse. Durante el match, Rollins volvió a burlarse de Dusty, utilizando sus clásicos puñetazos. A pesar de eso, Cody quiso pasar página y buscar nuevos oponentes. El exShield no lo permitió, y le atacó brutalmente.

Eso provocó que la rivalidad se convirtiera en trilogía: el cierre de la misma tendría lugar en una Hell in a Cell. Hay que destacar que, para esa lucha, Rollins llega al combate vestido con los lunares amarillos que sufrió Dusty en en su paso por WWF, y con los que Vince McMahon quiso torturarle por ser una gran estrella de la NWA, porque Rollins ha intentado, durante su rivalidad, in-visibilizar sus logros fuera de la empresa. Esto tiene una doble lectura: durante el match que mantuvieron en WrestleMania, Seth le dio la bienvenida de nuevo a Cody a "Las Grandes Ligas", señalando que su trabajo en AEW no vale nada, como no lo vale, en su opinión, el de su padre en NWA, JCP o WCW. Cody ya renegó de su personaje de Stardust durante aquel match, señalando precisamente lo contrario: que se ha hecho grande tras dar la espalda a los intentos de humillación que WWE desarrolla sobre sus luchadores, que afectaron a su padre, a su hermano, y a él mismo. Hoy toca el turno de acabar con Seth, y defender su apellido, y de esa manera, defender al wrestling del bullying de WWE.

Sin embargo, existía una duda razonable sobre su presencia en el evento, pues su lesión era conocida por todo el mundo. El tema Kingdom suena, despejando tal duda, pero, en el momento que Cody se quita su chaleco, muestra el estado de su pectoral, que es atroz. Parece una manzana pocha: lo tiene morado como si hubiera recibido mil chops de Kenta Kobashi. Así pues, tenemos un combate muy simbólico, en tanto que se utilizan en él, como en los anteriores, referencias diversas, pero también uno claramente enfocado a la lesión de Cody. Usando palos de kendo y otros objetos, el Freakin intenta aprovechar el legítimo dolor de su oponente a su favor, y este demuestra que apenas puede utilizar su brazo derecho.

La lesión de Cody provoca que cada movimiento cuente. Que la gente sienta el dolor de su ídolo, y que, por tanto, tema los ataques del rival. Eso vale oro en el wrestling, porque un combate real tiene mucha relación con el dolor y el miedo, y en la versión moderna de esta disciplina, eso se ha eliminado casi por completo, banalizando los ataques de los contrincantes. Cody, eso sí, consigue mantenerse en el match, aprovechando los errores de su rival.

Si Rollins va vestido con los puntos amarillos del Dusty de WWE, Cody saca de debajo del ring un cencerro. Quiere emular la versión más natural de su padre; la más midsouth: lo que verdaderamente era él como luchador, y lo hace de esta manera. Se ata a Seth, y pelea como si esto fuera una Texas Bullrope Match de las que disputaba Dusty. Seth se lleva un porrazo en la cabeza con el cencerro, que le hace ver las estrellas.
 

A pesar de todas estas virtudes, es cierto que esta lucha sigue el patrón de los combates violentos de WWE en los últimos años, que a mí no me gustan mucho: es una concatenación muy guionizada de spots: uno saca un objeto de debajo del ring, hay un spot, y el combate se para un rato hasta que otro saca otro objeto y realiza su propio spot. En mi opinión, a este tipo de matches se le ven demasiado las bisagras; y eso me saca de ellos. Son demasiado obvios.

El match continua de esta manera. Los dos luchadores lanzan finishers por todos lados, incluyendo aquellos propios de su respectivo rival, y se pelean por usar el Sledgehammer, el legendario martillo de Triple H. En primera instancia, el brazo de Cody falla, pero tras conseguir usar dos Crossrhodes, acaba el match con un martillazo.

Si bien esta lucha funciona de una manera demasiado modular, y con demasiados descansos entre spots, como he señalado antes, creo que goza de otras virtudes que la convierten, al menos, en un MOTYC. Tras lo ocurrido, Cody se alejaría de los cuadriláteros para curar sus males. No descarto un regreso en Royal Rumble.

Puntuación: ****

domingo, 7 de noviembre de 2021

Luke Harper y Erick Rowan vs Daniel Bryan y Roman Reigns, WWE Hell in a Cell 2019

Especial fallecimiento de Luke Harper

Como todo el mundo sabe, el gigante Luke Harper falleció a finales del año 2020, cuando pertenecía a la empresa AEW. Por ese motivo, a principios de este año 2021, iniciamos un pequeño especial sobre su carrera, en el que revisamos un par de combates de su etapa como luchador independiente. Yo quería añadir un par de luchas más a ese especial, propias de su carrera mainstream, así que voy a aprovechar su primer aniversario luctuoso para hacerlo. Hoy, revisamos una lucha suya en WWE.

Ya sabemos que Harper tuvo una carrera larga en la empresa de los McMahon. Luchó en FCW y NXT, donde formó la Wyatt familia junto con Erick Rowan y Bray Wyatt y más tarde, ya en WWE, junto a Braun Strowman. Estos cuatro hombres, que juntos, tuvieron bastante éxito, formaban una nueva generación de gigantes que debía sustituir a  clásicos como Undertaker, Kane o Big Show. Sin embargo, hoy en día, los cuatro están fuera de la empresa, que no para despedir gente de una manera muy excesiva.

Wyatt y Braun tuvieron éxito a nivel individual, pero Harper y Rowan no. Se les intentó dar pushes, pero ninguno funcionó, y siempre volvían a juntarse. Como pareja hacían buen equipo, aunque las lesiones también frenaban su ascenso en este campo. Los dos acabaron fuera de la compañía, pero en 2019, meses antes de irse, aún tuvieron la posibilidad de juntarse para enfrentarse a Bryan y Reigns.

Durante un tiempo, Bryan formó parte del bando rudo, y en esa época, tuvo a Rowan de su parte, como guardaespaldas. Es un método clásico de WWE, que últimamente hemos vuelto a ver, con el protagonismo de AJ Styles y Omos, un tipo imponente que aún no ha demostrado tener calidad para luchar individualmente. Rowan, sin embargo, como Harper, a pesar de su tamaño, es bastante hábil. Durante el verano de 2019, llevó a cabo algunas acciones en contra de Roman Reigns de las que se culpó a Bryan, y este empezó a dudar sobre su compañero. Finalmente, Rowan lo atacó, y Reigns llegó a rescatarlo. Así, mientras Bryan realiza un nuevo turn, en este caso hacia el bando face, Rowan volvía a unirse a Harper, que llevaba meses sin hacer nada, para enfrentarse a los dos héroes en Hell in a Cell, en una lucha bastante buena.

Una lucha que es de tipo Tornado, esto es, todo los luchadores pueden pelear al mismo tiempo, y no hay descalificaciones. Harper y Rowan aprovechan su mayor compenetración para dividir a sus rivales, y darles una paliza por separado. Durante muchos minutos, dominan por separado a sus oponentes, realizando muchos movimientos de equipo. Aunque Reigns y Bryan realizan muchos comebacks heroicos, los hacen por separado, y por tanto, sin éxito, porque la fuerza y la habilidad de los gigantes es muy grande. 

Después de buenos minutos de brawl en ringside, los dos barbudos intentan usar las mesas de comentaristas en contra de sus rivales. Cuando van a destruir a Daniel con una Power Bom ahí, este se escapa con una hurracarrana, mientras Roman aparece de entre el público, donde había sido expulsado con violencia, y aplica una Spear sobre la mesa. Finalmente, sobre el ring, la iteración de ataques técnicos: Superman Punch + Running Knee + Spear, acaba con Harper para siempre. Quizás esto fuera la ultima gran lucha del ya fallecido Luke en WWE.

Lucha larga, con estrategia, dominio y habilidad por parte de los gigantes, buena brawl y buenos comebacks por parte de los técnicos. Daniel finaliza su turn tras la lucha; mientras que Roman quiere apretarle la mano, este le pide uno de sus clásicos abrazos, y el público lo recibe con ternura.

Puntuación: ***3/4

martes, 29 de junio de 2021

Roman Reigns vs Rey Mysterio, WWE Smackdown 18/06/2021



Hace unos días, tuvimos la suerte de disfrutar del primer combate del tipo Hell in a Cell en un programa de televisión de WWE, y eso es algo histórico. A pesar de estar prevista para el evento Hell in a Cell, la lucha entre Rey Mysterio y Roman Reigns por el Universal Championship de este, tuvo lugar en el programa de Smackdown previo al PPV, porque ya sabemos que Fox paga un dineral a la empresa, y en tanto que tal, esta tiene que proponer cosas importantes para no perder audiencia. Ahora mismo, es más urgente, creo yo, frenar la pérdida de audiencia de los programas semanales que guardar cosas para un PPV sin público.

Roman Reigns, en su modo heel, se ha convertido en lo mejorcito de WWE. Puede dar rienda a su brutalidad, y no necesita intentar caer bien a nadie, algo en lo que WWE insistió durante años sin resultados. En última instancia, la familia Mysterio ha sido la víctima de Roman, y eso es interesante, porque Rey, después de estar metido en algunas de las historias más importantes para WWE en 2020, quedó fuera de WrestleMania, porque, mientras AEW sigue nutriéndose de grandes leyendas para que estas vuelvan a hacer cosas de importancia, la compañía de Vince insiste en pisotear su propio legado. No obstante esto, el enmascarado al fin tiene una oportunidad relevante por un campeonato de renombre, y eso es genial, porque seguir viendo a Rey Mysterio dar grandes luchas en 2021, y pelear a primer nivel, es un gran privilegio.

Esto se convirtió en una guerra de castas. Los Mysterio eran campeones por parejas de Smackdown, y se enfrentaban a los Uso. Estos, a su vez, tenían una pequeña disputa interna, por el favor de su primo, Roman, como resultado de la cruenta rivalidad ocurrida entre Reigns y Jey cuando Jimmy aún estaba lesionado. Buscando el favor de sus primos y la hegemonía de su familia, Roman se metió en la rivalidad, atacando a los hispanos con gran brutalidad.

Ya sabemos que Dominik es un rookie. Es un chiquillo, así que los abusos sobre él generan una gran empatía por parte del público, y convierten a Rey en un "padre coraje". En un nuevo encontronazo, Roman pudo con ambos de nuevo, y lanzó a Dominik con una Power Bomb desde el ring a ringside, un golpe brutal que, obviamente, estaba producido: WWE aprovechó que no tiene público en los estadios, y que la gente que se presenta en las pantallas ve las mismas imágenes que los espectadores televisivos, para poner un colchón para que el chico cayera bien sin que se notara. 

Así pues, un enfadado Mysterio buscó venganza, y retó a Reigns a un Hell in a Cell Match, aprovechando que llegaba el PPV homónimo. En realidad, ni la rivalidad ni la lucha que tienen finalmente, son propias de un Hell in a Cell, pero ese PPV pide batallas de este tipo. La ejecución final recuerda más a un Street Fight, y cosas similares, pero aún así, me parece una muy buena lucha. Como decía antes, finalmente, se adelantó para emitirse en Smackdown.

Rey Mysterio es consciente de la diferencia de tamaño y fuerza, así que no piensa dar una oportunidad a Roman: desde el primer segundo, le ataca brutalmente con objetos. Es difícil recordar a Rey luchando de esta manera, pero la situación así lo pide. La verdad es que la presencia de su hijo ha aumentado mucho la intensidad de sus rivalidades. Golpea y golpea a Roman con sillas, palos de Kendo, y con la jaula. Pero comete el error de ser él mismo durante un sólo segundo, e intenta hacer unas tijeras. Entonces, Roman lo agarra y lo destroza contra el metal rojo de la jaula.

El campeón domina sobre el ring con su brutalidad, hasta que Rey demuestra su gran habilidad para los combacks, y vuelve con ataques especiales. Aplica 619, y vuela con Frog Splash en varias ocasiones, incluyendo una con una silla por delante. Pero vuelve a fallar unas tijeras; comete el mismo error, y esta vez es definitivo: Roman lo asesina tirándolo contra la jaula desde el ring, con una Power Bomb. Roman sube a Rey al ring, y acaba el combate por rendición rápida.

Esta es una lucha propia de WWE y su técnica de adaptar los combates a los storylines. Quizás podría ser más espectacular si, simplemente, se permitiera luchar a Roman y Rey como ellos saben, y como ocurre en otras empresas (o en NXT), pero, no por espectacular, el resultado sería más recordable. En esta lucha, no hay nada al azar: el guión está claro, y la historia que se cuenta, también. No es una gran Hell in a Cell en lo respectivo al uso de la estipulación, pero es una buena lucha.


Puntuación: ***3/4

jueves, 2 de julio de 2020

Daniel Bryan y Brie Bella vs The Miz y Maryse, WWE Hell in a Cell 2018




Este año, 2020, por primera vez en decenios, no hemos podido ver, por ahora, la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de WWE. Aquellos que recibirán el honor en esta ocasión (Batista, JBL, Jushin Thunder Liger, Davey Boy Smith, The Bella Twins y la NWO), aún no saben cuando podrán hacerlo, a causa de la pandemia por coronavirus.

Se está hablando de que eso ocurrirá durante el fin de semana de SummerSlam. Queda, aproximadamente, mes y medio para la fecha en la que suele ocurrir la mayor fiesta del verano y, aunque WWE ya está planeando realizar shows con público, lo cierto es que es complicado predecir con éxito hasta qué punto podrá realizarse un evento de manera tradicional en agosto, y sobre todo, si vale la pena, teniendo en cuenta el riesgo de contagio que existe.

En espera de noticias, nosotros seguimos con el especial que dedicamos cada año a esta eventualidad. Estamos reservando los posts dedicados a los inducidos más importantes, que son los chicos de la NWO, para cuando tenga lugar la celebración. Mientras que eso ocurre, hablamos sobre el resto. Tras dedicar algunos posts a Batista y Jushin Thunder Liger, es momento de hablar de las Hermanas Bella. 

El año pasado, estas chicas anunciaron su retiro, pero, desde entonces, han especulado varias veces con una vuelta al ring, y no es sino la falta de interés de WWE, lo que las ha mantenido en ese estado de retiro. No son luchadoras de corte tradicional, así que no entienden lo que significa retirarse. Por eso, aunque, entonces, pensé en dedicarles un especial, acabé descartando la opción, porque sé que, cuando a WWE le interese contar alguna historia con ellas involucradas, volverán a pelear. Así pues, las luchas que pensaba comentar entonces por esa causa, las aplico ahora, en el momento de su inducción al Salón de la Fama.

Las Bellas son dos de las estrellas más importantes de WWE en los últimos años. Son luchadoras que nacieron en la era de Las Divas, y que alcanzaron el estrellato por razones extradeportivas. El encomio que recibían por parte de cierto sector de la fanaticada, tras apariciones diversas en programas de cadenas como MTV, y su rol protagónico en los reality shows de la empresa, Total Divas y Total Bellas, aportaron aquello que su talento arriba del ring no fue capaz de sumar, y sus relaciones amorosas con dos de las grandes estrellas de la empresa, Daniel Bryan y John Cena, las acercó a los seguidores del wrestling.

La llegada de las Bella Twins a WWE ocurrió a través del Diva Search de 2006, un programa de la empresa, cuya función era atraer a modelos hermosas a las filas de su roster femenino. Para entonces, ya habían participado en algún reality show televisivo.

Las Bella no tuvieron éxito en el Diva Search, pero fueron fichadas aún así. En esa época, tan sólo era necesaria una cosa para formar parte de la división de Las Divas, y esa condición se ceñía a la hermosura. A Vince McMahon, además, la parecía adecuado tener en nómina a mujeres que pudieran cubrir las distintas fantasías sexuales de un hombre, y es obvio que las gemelas suman mucho a eso.  Las visualizaciones de fotos de chicas en bikini en la web de WWE debían generar buenos ingresos.

Pasaron un año entrenando en FCW, antes de debutar en el main roster. Entonces, tuvieron un rol divertido, habitual en los gemelos que luchan en la empresa: una de las dos se escondía bajo el ring, y sustituía a la otra cuando el referee no miraba, logrando así una clara ventaja.

Pasaron unos primeros años jugando roles bastante secundarios, y muchas veces, alejados del ring; sirviendo como mánagers para otros luchadores. No fue hasta 2011, cuando llegaron a ocupar una posición relevante dentro de la división femenina, división cada vez más debilitada por las bajas. El 11 de abril de 2011, Brie, que por entonces era considerada la mejor de las dos, se convirtió en Divas Champion. Un año después, Nikki hizo lo propio, aunque el título sólo le duró una semana. Entonces, las Bella abandonaron la empresa.

Hasta aquí, se puede decir que la carrera de las Bella Twins en WWE fue mediocre. Las dos habían ganado el título en una ocasión, pero la verdad es que casi todas las mujeres del roster lo hicieron, y no tenía mucho mérito. Los combates femeninos en esa época eran cortos y malos, y la competencia, inexistente. Y cuando regresaron, un año después, siguieron en roles similares. En primera instancia, acompañaron a Damien Sandow y Cody Rhodes en su rivalidad frente a los Funkasaurus.

Eso sí, en esta nueva etapa, una de las hermanas, había cambiado bastante: Nikki se había sometido a un aumento de pecho, y eso, a mi entender, marcó la diferencia con respecto a Brie. 

Durante ese año, 2013, WWE comenzó a emitir el reality Total Divas, un show que se ha emitido desde entonces en la cadena E!, y que lleva ya 9 temporadas. Cualquier programa de televisión que dure tanto tiempo puede considerarse un gran éxito.

Nikki y Brie fueron las principales estrellas de este show, en el que se muestran imágenes sobre la vida real de las chicas que trabajan en WWE. Así, se conoció de primera mano, primero, la relación entre Brie y Daniel Bryan, y después, la relación entre Nikki y la gran estrella de la empresa, John Cena. Estas relaciones apoyaron el interés de la gente sobre las dos mujeres, que consiguieron tener un programa propio: Total Bellas, similar al anterior, pero centrado en la vida de ambas y en su familia. Este segundo reality de WWE aún se emite hoy en día, y cuenta con 5 temporadas.

En 2013, comenzó esta era de realities, que, arriba del ring, significó una rivalidad entre las chicas que participaban en el nuevo programa, y las que no lo hacían, las que renegaban de ese concepto de "Divas". 

En 2014, Las Bella llegaron a las grandes historias, cuando Brie entró en una rivalidad frente a Stephanie McMahon. Entonces, existía una historia enorme que enfrentaba a Daniel Bryan, pareja de la Bella, con Triple H y La Autoridad. Pero Bryan se lesionó tras su gran victoria en WrestleMania 30. Brie continuó con la historia, y Nikki acabó atrapada en ella, traicionándola durante su combate frente a la jefa en SummerSlam 2014.

Las Bella tuvieron una rivalidad, pero acabaron reuniéndose en Survivor Series. Desde esa época, se convirtieron en los dos principales nombres de la división, junto con AJ Lee y Paige. Nikki acaparó la correa durante un buen tiempo. 

Durante 2015, Las Bella se enfrentaron a una nueva amenaza: La revolución en la división femenina, que incluyó el ascenso al roster principal de muchas mujeres que estaban dando buenas luchas en NXT. No obstante, ese ascenso se dio en forma de extraños stables, que mantuvieron a Nikki como campeona durante casi un año.

En septiembre de 2015, Nikki perdió su campeonato frente a Charlotte, dando paso a una época dorada dentro de la división. Nikki se lesionó de gravedad, y desapareció durante mucho tiempo. En WrestleMania 32, Brie asimismo se retiró por primera vez, para centrarse en la labor de tener un hijo junto a su marido, Daniel Bryan, ya retirado por sus problemas con las conmociones.

A pesar de sus problemas con las lesiones, Nikki siguió luchando durante temporadas cortas, aunque, obviamente, su espacio en la empresa era complicado, pues había en ella mujeres muy superiores. En 2017, hizo equipo con su novio, John Cena, para enfrentarse a The Miz y su mujer, Maryse, en WrestleMania, resultando ganadora, y recibiendo, asimismo, una oferta de matrimonio por parte del 16 veces campeón. Así, ambos vivieron un gran momento de WrestleMania, que, sin embargo, no acabó en matrimonio, pues la pareja se deshizo con el tiempo.

En 2018, las Bella tuvieron su último run como luchadoras hasta el momento, regresando en Royal Rumble, para participar en el primer Royal Rumble Match femenino de la historia. En él, hicieron un gran papel, pero Nikki fue eliminada al final por Asuka. Posteriormente, a final de año, volvieron a luchar unos meses, para tener una rivalidad frente a Ronda Rousey, que terminó con un match entre la exUFC y Nikki Bella en Evolution. Las luchas que vamos a ver en este especial, corresponden a esa última etapa, pues, en ella, se hacía ya un wrestling femenino mucho más maduro en WWE.

En esa segunda mitad de 2018, fue Brie la que se adelantó, introduciéndose en la rivalidad existente entre su marido, Daniel Bryan, y The Miz, que tenía el apoyo de su mujer, Maryse, gracias al cuál, conseguía salir triunfante de sus matches ante el barbudo. Brie acudió en su auxilio, balanceando las cosas. En Hell in a Cell 2018, WWE nos ofreció un Mixed Tag Team Match entre ambos matrimonios, que es la lucha que comentamos hoy.

Me gustan los combates entre parejas reales. Dotan a la narrativa de una capa de realidad bastante interesante. Y en esta lucha, las mujeres aportan una gran dosis de storytelling, porque ninguna de las dos es una luchadora ya regular. Ambas lo han sido, y ambas han sido campeonas, sin ser Manami Toyota, pero no están en ese momento de forma. De hecho, las dos han sido madres, y eso, se nota. La propia Brie cometió algunos errores en esta etapa de 2018, porque había perdido la noción de su cuerpo tras el embarazo.

La historia aquí es que Maryse no tiene la más mínima intención de luchar. No va a pelear con Brie ni loca. Así que, siempre que puede, se esconde, y es salvada por su marido. Por tanto, esto es, básicamente, un enfrentamiento entre Bryan y el Awesome, con los intentos clásicos de este de burlar e imitar al American Dragon.

Bryan falla un Headbutt, pero consigue dar el tag a Brie. The Miz se interpone entre ella y Maryse, Pero Bella consigue llegar hasta la rubia. Los Bryan pegan las Yes! Kicks al mismo tiempo sobre sus rivales, y parecen llevar toda la ventaja, pero, cuando Brie intenta cubrir a su oponente con un embolsamiento, Maryse lo revierte y la cubre para la victoria. Nuevo triunfo para The Miz en su rivalidad frente a Bryan, gracias a su mujer.

Correcta lucha, entretenida historia.

Puntuación: ***

sábado, 6 de abril de 2019

Triple H vs Batista, Hell in a Cell, WWE Vengeance 2005



En unos días, tendrá lugar WrestleMania 35, evento que tiene pautados como dos millones de combates. Entre ellos, hay un enfrentamiento entre Triple H y Batista, que regresa a la empresa tras 5 años, después de triunfar en su carrera como actor, para cerrar su carrera como luchador de la manera que él deseaba. De hecho, quizás él fuera el único que la deseaba, pero es correcto que ocurra y que la historia se cierre de manera apropiada.

Hay mucho de lo que hablar sobre esto. Hay que hablar sobre la salida de Batista de WWE, sobre su regreso en 2014 y su frustración por su uso, por su carrera como actor, y sobre la intención que tenía desde hace tiempo de volver a por Hunter. Lo comentaremos cuando revisemos la lucha de Wrestlemnia 35. Pero, aunque WWE está intentando llevar a cabo promos mucho más reales últimamente, sí que ha mezclado estas cosas con la antigua historia existente entre Batista y Triple H de la época de la Evolution original. De eso vamos a hablar hoy, revisando, de camino, la lucha que tuvieron dentro de una Jaula Infernal, en Vengeance 2005.

Evolution fue un stable que existió durante 2 años y medio. Fue creado a principios de 2003, y llegó a su fin en octubre de 2005, con Triple H a la cabeza del mismo. Junto a él, estaba el legendario Ric Flair, y los jóvenes Batista y Randy Orton, que habían llegado de Ohio Valley Wrestling. Así, Evolution se presentaba como un grupo que representaba el pasado, el presente, y el futuro del wrestling.

Por supuesto, Triple H era el líder, y utilizaba a sus compañeros para conseguir sus triunfos. Pero era un stable conceptualmente muy distinto a los grupos rudos de este tipo, en los que, normalmente, o hay un montón de hombres al mismo nivel, o hay uno muy claramente por encima del resto. En el caso de Evolution, al introducir a hombres con tanto futuro, era muy complicado que estos se contentaran con un rol secundario.

Así, la historia de Evolution, a partir del año de existencia, se define mediante rivalidades de Triple H frente a los hombres que van saliendo de la agrupación. Los chicos jóvenes tenían sus propias ambiciones, y estas no le hacían gracia a Hunter. Randy se convirtió en World Heavyweight Champion al derrotar a Chris Benoit en SummerSlam 2004, y esto provocó una rivalidad contra el resto del grupo, que no se congratuló del éxito del Legends Killer. 

En 2005, ya con Orton fuera, fue Batista el que tonteó con la grandeza, al ganar el Royal Rumble Match. Gracias a eso, podía elegir combate en WrestleMania. Podía enfrentarse a JBL por el WWE Championship, o a Triple H, por el World Heavyweight Championship. Obviamente, Hunter y Flair intentaron convencerle de elegir el título de Smackdown, pero no hubo manera.

Batista derrotó a Triple H en WrestleMania 21, y volvió a derrotarle en Backlash 2005. Incluso insinuó que, simplemente, Triple H no era lo suficientemente bueno como para enfrentarse a él. Y volvería a ganar en el Hell in a Cell que comentamos hoy, marcando un 3 a 0, lo que conecta con la storyline actual, en la que Batista recuerda a Hemsley que lo ha logrado todo en el negocio del wrestling, salvo derrotarle a él.

Ric Flair, que parecía mantenerse en amistad con Batista, le traicionó, atacándole junto a Triple H, y provocando que la rivalidad subiera de nivel. La lucha definitiva ocurriría dentro de la mencionada jaula infernal.

Una lucha que resulta ser bastante buena, quizás, una de las mejores en la carrera de Dave. Es una Hell in a Cell Clásica, en la que el uso de la estipulación tiene un sentido.

Durante todo el combate, los dos hombres se golpean sin parar con la jaula, y con todo tipo de objetos. Se pegan muchísimo en cabeza y espalda, lanzándose contra el metal, o atacándose con el martillo de Triple H, con sillas, o con las escaleras metálicas.

Se introduce una cadena de metal, con la que se golpean, y con la que se ahorcan. La verdad es que parece muy dolorosa. Y también meten en escena una silla, rodeada por púas, que asombra al público. Como no podía ser menos, los dos acaban bañados en sangre.

Los dos luchadores sobreviven a todo. De forma excesiva, posiblemente. Incluso el martillazo que dejó KO a Goldberg o Sting, queda en nada ante el poder de Batista. La cosa se extiende demasiado, con ataques alternos, sin que haya un claro dominio por parte de ambos. Después de sobrevivir a un Pedegree sobre la silla con púas, Batista consigue aplicar un Spin Buster sobre las escaleras metálicas, seguido de una Power Bomb, que le da la victoria.

La lucha es muy buena, pero, como digo, se pasan un poco de la raya con los nearfalls.

Puntuación: ****

jueves, 4 de octubre de 2018

Charlotte Flair vs Becky Lynch, WWE Hell in a Cell 2018



Una de las rivalidades activas que más interesan a los aficionados de WWE es la que están manteniendo Becky Lynch y Charlotte Flair alrededor del Campeonato Femenino de Smackdown. En Hell in a Cell, las dos mujeres se enfrentaron en una de las peleas más interesantes de la noche.

Durante bastante tiempo, Becky ha desempeñado un pequeño pero importante papel en Smackdown. Ha estado en rivalidades secundarias, alejadas del título, pero entretenidas para el programa semanal. Ha luchado contra Carmella y Ellsworth, y con todas las rudas que se le han puesto por delante. Y el público le ha cogido mucho cariño, porque lucha bien, tiene un gran carisma, y mucha mala leche.

En SummerSlam, se le presentó la gran oportunidad de volver a pelear por el Smackdown Women's Championship. La rival era Carmella, luchadora relativamente accesible, a pesar de portar la correa. Y ya no tenía a su lado a James Ellsworth. Pero la que se metió por medio fue la presuntamente mejor amiga de la irlandesa, Charlotte, que volvia tras lesión. Se metió en el combate, que se convirtió en una Triple Amanza. The Queen la ganó, y se convirtió en campeona una vez más.

Becky Lynch explotó. Había esperado mucho tiempo ese momento, y su amiga lo fastidió. No pudo más, y le atacó con saña, comenzando una cada vez peor rivalidad, con mucho sentimiento. Una rivalidad en la que es la ruda, pero en la que también es la que recibe más apoyo por parte del público. Porque todo el mundo empatiza con aquel que no recibe las oportunidades que merece. Becky merece ser campeona. En Hell in a Cell, tiene la oportunidad de vengarse de Charlotte.

Y lo hace. La verdad es que estas dos mujeres podrían tener un buen submission match, y dado que la rivalidad va a seguir un tiempo, puede que lo tengan. Porque las dos son especialistas en llaves de rendición, y en esta lucha lo ponen en práctica. Charlotte comienza atacando las piernas de Becky, pero le dura poco. Porque la del pelo naranja es una máquina. Saca un ataque al brazo, o una palanca de cualquier lado. Y está hipermotivada.

La lucha es bastante buena. Charlotte pega con fuerza, y también consigue, en más de una ocasión, hacer daño en las piernas de la más pequeña. Pero Charlotte se estrella contra el esquinero, y se hace daño en el brazo. Y mucho más daño le hace Lynch, de mil maneras posibles. A pesar de la diferencia de tamaño, Becky se convierte en un grave problema para la campeona.

Y, sorprendentemente, la retadora se lleva el título. Charlotte se lanza con un spear, y su oponente la voltea para realizar un rápido conteo de tres. Cambio titular, y negativa a dar la mano a la perdedora. Esta rivalidad sigue adelante. Veremos si lleva a Evolution.

Puntuación: ***1/2

miércoles, 3 de octubre de 2018

Randy Orton vs Jeff Hardy, WWE Hell in a Cell 2018



Me dio la pena que se acabara la división de marcas en los PPVs de WWE, porque podíamos ver rivalidades secundarias en los eventos un poco distintas. Hay mucha gente que no volverá a un PPV en mucho tiempo. Pero, al mismo tiempo, sabía que el fin de esa división implicaría un aumento en el nivel en los PPVs, que se ha confirmado con la vuelta del Universal Championship, que estaba secuestrado por Brock Lesnar. Creo que los últimos grandes eventos de la empresa han estado muy bien, y todos ellos tienen varias luchas destacables. Hell in a Cell no ha sido menos.

Realmente, mucha gente dijo que reducir los PPVs de WWE se daba por la baja venta de entradas. Ya sabéis cómo es la moral judeocristiana, que nos hace criticar al poderoso y elogiar al débil. Y, por eso, mientras se habla de revolución por las 11.000 entradas vendidas por All In, se intenta vender la idea de que los estadios están vacíos para las grabaciones de Smackdown. Y para afirmar eso, se ponen imágenes de un show... después de que acabara Smackdown... y después de que acabara 205 Live... durante un dark match femenino. Manipulación de la más simple.

Pero en realidad, el caso es un poco distinto. No puede haber PPVs normales cada 15 días, porque la empresa está haciendo locuras con un nivel de ambición increíble para un espectáculo como este. Es que Vince y su caravana se van a Australia, a un estadio en el que caben 100.000 personas. Y se irá a Arabia Saudita, con un contrato multianual de cientos de millones con los jeques árabes. Y va a hacer un evento sólo con mujeres, en el que también venderá unas 15.000 entradas. Y llevará a cabo Survivor Series en un estadio en el que caben más de 20.000, y Royal Rumble en el que caben 50.000. Y llevará a cabo un Live Show como Starrcade, para el que el año pasado vendió más de 10.000 entradas. Y luego tiene todos los otros shows estilo indy para la network, como el Mae Young Classic, el NXT UK, el 205 Live...

Y para todos estos shows, y con los ingresos que le van a dar, sumados a los nuevos acuerdos televisivos, y el éxito de la Network, la empresa va a contar con toda leyenda que pueda vender entradas. Lita, Trish Stratus, Undertaker, Shawn Michaels, Triple H, John Cena y Kane estarán ahí. Kurt Angle ha comenzado una rivalidad con Baron Corbin, que seguramente le llevara a tener su primera lucha individual tras su regreso. Rey Mysterio ya ha firmado para volver a la empresa, y se está hablando de Hulk Hogan, de The Rock, de Batista... Hay pasta de sobra para tener a quien sea. Vacas gordas.

Con tanta historia interesante, existe el peligro de olvidar los PPVs normales, y a las estrellas del día a día. Por suerte, no ha sido así, y Hell in a Cell ha estado a la altura. Me ha alegrado mucho que para este evento, se tirara de dos grandes leyendas que forman parte del roster actual, y que a veces, no se utilizan lo suficientemente bien, teniendo en cuenta la reacción del público que tienen, y lo buenos luchadores que son. Son Randy Orton y Jeff Hardy, dos futuros Hall of Famers.

Después de una lesión que le alejó unos meses de los cuadriláteros, Randy Orton volvió a la acción, pero de nuevo como heel. Adoptó una actitud mucho más malvada, violenta y hostil. Justo lo que le hacía falta, pues es un tipo que gana mucho siendo malo, que tiene una gran psicología para luchar como rudo, y es mejor que haga eso a que coja el micro, que no es lo suyo. Se metió en la rivalidad entre Jeff Hardy y Shinsuke Nakamura, atacando al primero con un nivel de salvajismo muy alto, y muy olvidado en WWE. No hay nadie que sepa ser tan malo como Randy es las nuevas generaciones, que parecen no saber lo que es la psicología. Y tampoco hay nadie que sepa ser tan buen face como Jeff Hardy. En la lucha que tienen en Hell in a Cell lo demuestran, en un encuentro de bueno contra malo. Ningún hell in a cell de los que han tenido Owens, Rollins, Reigns, y todos estos, ha estado a la altura de lo que han hecho estos dos.

Fue sorprendente que esta fuera la segunda Hell in a Cell de la noche. Algunos dijeron que Charlotte y Lynch debían tener ese privilegio. Pero Vince ya tenía pensado darle un Hell un a Cell a Hardy. Porque el hermano de Matt vio hace varios años, dede TNA, la lucha entre Shane y Undertaker en WrestleMania, y la forma en la que McMahon se lanzó desde la parte de arriba de la jaula. Desde entonces, soñaba con tener una oportunidad similar para hacer uno de esos spots, que son su especialidad. Siempre se dice que tiene problemas graves en la espalda, pero cada vez que alguien lo dice, él realiza otro spot que parece muy doloroso. Y como rival, tiene a un tío que sabe sacrificarse por la empresa y por el wrestling, como es Orton. Ya recibió un salto de muchos metros de Jeff en la rivalidad que tuvieron hace 10 años. Aquí, una vez más, los dos destrozan su cuerpo por el espectáculo.

Esta es la primera lucha Hell in a Cell realmente violenta en años. Ambos se pegan de lo lindo con sillas, con las escaleras de metal, con la jaula, y con el cinturón de Jeff. La espalda de Orton acaba sangrando mucho, después de un golpe con el cinturón. Los agujeros de la correa se quedan marcados en su lomo, y por cada agujero, brota un poco de sangre. Hardy le pega también con la silla ahí, para que se refuerce este dolor.

Uno de los momentos más recordados en esta lucha tiene lugar cuando Randy utiliza un destornillador, para introducirlo en el agujero de la oreja del héroe, y retorcerlo. Durante los programas previos, Randy lo había hecho varias veces, pero tan solo con el dedo, tirándole de la oreja. Esto queda muy doloroso, y muy sádico. Qué daño.

Hardy aplica Swantom Bomb sobre su oponente, con una silla de por medio. De nuevo, digan lo que digan, Jeff vuelve a destrozarse la espalda. Y Randy sufre el ataque de verdad, y se nota. Aunque nuevas heridas brotan de sus piernas, sobrevive al movimiento volador del pequeño de los Hardy, que recurre a lo que más le gusta: las escaleras.

Jeff Hardy coloca a Randy Orton sobre una mesa, y se sube a la escalera más alta. Pero no se contenta con eso. Quiere hacer más daño al maldito Orton, que le ha torturado durante semanas. Se engancha a la parte superior de la jaula como un mono, y se lanza desde ahí, pero ha perdido demasiado tiempo. Randy se levanta de la mesa, por lo que Hardy cae de boca sobre la madera. 

El referee pide asistencia médica, porque Jeff está herido. Randy se empeña en que cuente, que el combate sigue. Aunque el árbitro se niega en principio, porque lo importante es pedir ayuda, realmente no hay motivo para no hacer la cuenta, así que da las tres palmadas, que convierten a Orton en ganador del combate.

Es, esta, una rivalidad inesperada, pero bien montada, que incluso provocó protestas de madres por el nivel de sadismo y violencia de Randy Orton. Ambos luchadores confirman ese nivel en esta lucha final. Randy sube como rudo, quien sabe si para enfrentarse algún día a AJ Styles por el campeonato, algo que me gustaría ver.

Puntuación: ****

domingo, 16 de septiembre de 2018

Mark Henry vs Randy Orton, WWE Hell in a Cell 2011




Mark Henry fue uno de los exaltados en la edición de 2018 del Salón de la Fama de WWE, edición en la que ha habido, además, muchos luchadores que, en realidad, siguen en activo. Tanto a Jeff Jarret como a Goldberg, los Dudley Boyz y Mark Henry, los vamos a ver todavía luchar bastante.

En el caso de Henry, tuvo una aparición después de su exaltación, que fue su participación en el Greatest Royal Rumble de Arabia Saudi. Ya llevaba varios años luchando con muy poca frecuencia. Pero sigue bajo contrato de WWE, y hace un rol de representación de la empresa por el mundo entero. Todavía, creo, le veremos pelear en alguna que otra ocasión, en la que le vuelva a hacer ilusión subirse al ring, a pesar del dolor acumulado en su cuerpo a lo largo de más de 20 años de carrera, y los montones de lesiones serias que ha tenido. Porque, realmente, llegó a amar el negocio después de mucho tiempo.

Mark Henry lleva toda la vida en la empresa. Parece que lleve mucho menos tiempo, porque tardó mucho en cuajar. Pero debutó en WWF en el año 1996, y, desde entonces, allí está. Por desgracia para él, no venía con un entrenamiento previo, así que tuvo que ser transferido en varias ocasiones a las ligas de desarrollo para que fuera aprendiendo.

Porque eran años en los que WWF no podía competir económicamente con WCW. El programa dirigido por Eirc Bischoff tenía detrás el poder de Turner Broadcasting, y la Warner, así que robaba todo el talento de la empresa de Vince a golpe de talón, lo que por otro lado, es lo mismo que el propio McMahon había hecho con otras promotoras. Pero no todo en la vida es dinero. WCW era, para Turner, un programa, una inversión que olvidar en el momento en que dejara de dar pasta, mientras que la WWF es una empresa familiar, por la que sus dueños lo han dado todo.

La inteligencia para hacer negocios de Vince, una vez más, le permitió perdurar. Mientras que WCW firmaba a todo luchador viviente, Vince ni siquiera intentaba igualar las cantidades que su rival ponía sobre la mesa. En lugar de ello, invirtió en crear historias, y en crear estrellas. Una forma de hacer eso fue firmar a deportistas profesionales que no tenían experiencia en wrestling, pero que resultaban interesantes para el público, y creíbles por la disciplina en la que se habían hecho grandes. Así, llegaron a WWF Mark Henry, Kurt Angle y Ken Shamrock.

Mark Henry es conocido en WWE como "El Hombre más Fuerte del Mundo", y, aunque en wrestling las cosas no tienen por qué ser reales, ese no es un apelativo arbitrario. Realmente, puede ser considerado como uno de los hombres más fuertes de la historia, pues sus logros previos a su llegada a WWE son importantes. Ganó un montón de campeonatos en disciplinas relacionadas con el peso, que yo ni siquiera sé en qué consisten. Tiene varias medallas en juegos panamericanos, ha ganado el Arnold Strongman Classis, el WDFPF World Powerlifting Championship, el USAPL National Powerlifting Championship en dos ocasiones, el international Junior Powerlifting Championship, el NACAC Championship, el US National Weightlifting Championship en 3 ocasiones, el USA Weightlifting American Open Championship, el US Olympic Festival Championship en dos ocasiones, y el US National Junior Weightlifting Champioship. Tuvo una década de los 90 llena de éxitos en este tipo de cosas de tíos fuertes.

Estos campeonatos pertenecen a dos disciplinas distintas: el Powerlifting y el Weightlifting. Ambas son formas de Halterofilia, y las diferencias parecen radicar en la técnica de levantamiento, en la forma en la se lleva a cabo la acción. Los records conseguidos por Henry en ambas son increíbles, y le convierten en una leyenda en el mundillo.

En 1996, Mark henry se unió a WWE, firmando un contrato de 10 años. No tenía entrenamiento en la disciplina, así que se tenía en cuenta que tendría que pasar un tiempo entrenando. Su primera rivalidad fue frente a Jerry Lawler, que en ese tiempo esa una sabandija odiosa. Y durante los años siguientes, se le vió en historias que todo el mundo recuerda. Por una parte, formó parte del stable Nation of Domination, y por otra, una vez que el grupo se disolvió, adoptó el nombre de Sexual Chocolate, y protagonizó algunas historias muy controvertidas, con un trasfondo sexual. 

Henry tuvo un lío con Chyna, con un transexual, y con la anciana Mae Young. También asistió a una terapia sexual en la que salió a la luz que había perdido la virginidad a los 8 años, con su hermana. Locuras de la Era Attitude.

En el año 2000, Henry ya había estado en muchas historias y confrontaciones, pero no había hecho nada interesante en el ring. No estaba muy cualificado para esto, pero en la Era Attitude, eso era lo de menos. Raw era un programa de personajes enloquecidos, como Grangel, Rikishi, Viscera, The Godfather... gente que luchaba lo justito, pero que tenía una personalidad muy marcada. Entonces, el Sexual Chocolate fue llevado a Ohio Valley Wrestling para entrenar. Y, al mismo tiempo, comenzó a preparar el Arnold Strongman Classic, competición de gran importancia y en la que resultó ganador, marcando un gran record, y sorprendiendo a todo el mundo, y a todos los expertos. Con sólo 4 meses de entrenamiento, venció a bestias que llevaban entrenando toda la vida para esto. Entonces, Mark henry fue considerado, de verdad, el Hombre más Fuerte del Mundo. De hecho, fue la segunda vez que conseguía tal consideración, porque muchos expertos ya le daban ese título en 1996.

Pero este gran logro no tuvo mucho éxito en los programas de WWE. Durante años, Henry estuvo moviéndose entre WWE y OVW, y sufrió varias lesiones. Volvió a WWE en diciembre de 2005, en un momento muy recordado: Batista y Rey Mysterio luchaban contra MNM en una jaula. Mark apareció, destrozo las cadenas con las que se cerraba la jaula, y le pegó una buena paliza a Batista.

En esta época, Henry se convirtió, definitivamente, en luchador a tiempo completo, y en una bestia que lesionaba a todo el mundo, y que tuvo importantes rivalidades frente a Kurt Angle y Undertaker, con el que se enfrentó en WrestleMania 22. Tuvo esa posición hasta 2008, cuando se convirtió en campeón de ECW, teniendo un buen reinado en la tercera liga de WWE. En esa época, Tony Atlas fue su mánager, y ya dio muestras de ser capaz de dar combates realmente buenos. 

Entre 2009 y 2011, Mark Henry estuvo en RAW. Se pasó al bando técnico, y se hundió, como casi todo el mundo en esa marca, en el mid-card, sin muchas rivalidades, pero formó una buena pareja con MVP. Dos negros para los que no había planes. Así es como funciona la cabeza de Vince a la hora de montar Tag Teams.

Pero en 2011, llegó el momento, al fin, de Mark Henry. En el Draft de abril, fue enviado a Smackdown, y en el propio Draft, hizo el turn heel. Se abré el Hall of Pain.

Desde su regreso a Smackdown, Mark Henry volvió a ser el animal que debía ser, y lo fue, en mayor medida. Poco a poco, fue acabando con las principales estrellas de la marca. Atacó de forma muy violenta a Big Show, a Kane, a The Great Khali, y también derrotó a Sheamus. Le quedó vía libre para ir a por el World Heavyweight Championship, que estaba en manos de Randy Orton tras una muy buena rivalidad con Christian. 

Mark Henry no desperdició su oportunidad. Se enfrentó a Randy Ortón, y le derrotó de forma totalmente limpia en Night of Champions 2011, en una lucha, que fue bastante buena, pero también muy sorprendente. Porque no era habitual, en esa época, ver a Randy caer tras el conteo de 3. Era el principal babyface de Smackdown, y recibía una ovación del público muy muy grande. Era invencible. Pero se pretendía vender a Mark Henry como una fuerza de destrucción imparable, y tras 15 años de carrera, al fin se hizo de la manera correcta.

La lucha que repasamos hoy es, justamente, la revancha de ese enfrentamiento titular. Randy Orton y Mark siguieron enfrascados en su rivalidad, que les llevó a pelear, otra vez, en Hell in a Cell 2011, dentro de una celda infernal. Una lucha que me gusta mucho, y me ha sorprendido en este revisionado.

El combate no es muy largo, para ser un Hell in a Cell. Eran tiempos previos al WWE Network, y los PPVs de WWE estaban muy limitados por el tiempo de duración, de tal manera que pocas luchas recibían tiempo suficiente como para poder convertirse en algo verdaderamente grande. Sin embargo, los 16 minutos que se le dan al combate son más de los que se le solían dar a Henry. Y, no contentos con eso, después de esta rivalidad, tendría una frente  Big Show. No es muy normal que WWE realice combates titulares entre monstruos de ese tamaño.

Como digo, la lucha resulta bastante buena, y muy consecuente con la estipulación. Los luchadores pasan poco tiempo sobre el ring. Utilizan mucho la jaula, y los objetos que encuentran alrededor. Randy azota la cabeza del World Strongest Man con la jaula, y con los postes, preparándolo para el RKO. Pero en ese brawl, sale ganando el moreno, cuando agarra en vuelo a Orton y lo estrella contra la jaula y el poste.

El trabajo que realiza Mark sobre la espalda de su contrincante es de nota. Ambos centran bien sus ataques en función de los finishers que usan. Con quebradoras y abrazos de oso, Henry continúa dañando la zona lumbar de Randy. Como un asesino, le lanza las escaleras de metal. Si no se llega a apartar en el último instante, podría haber salido muy mal parado.

El gran ataque de Mark es truncado cuando su adversario consigue librarse de su agarre, trepando por la jaula. Randy aplica DDT sobre las escaleras de metal, seguido de su DDT desde la segunda cuerda. La cabeza del campeón está ya muy dañada, y Orton le remata con un RKO. Todo el mundo celebra la victoria, pero la cuenta se queda en dos. 

Randy no se lo puede creer. Pero tiene una técnica más poderosa y destructiva aún: la Punt Kick, con la que ha dejado fuera de circulación a muchos adversarios. Se lanza al ataque, pero Henry se levanta, y lo agarra en vuelo, aplicando el World Strongest Slam, que le da la victoria. La gente queda en shock.

Tras la lucha, Henry intenta volver a atacar a Randy, y lesionarle la pierna, como hizo con Big Show, Kane y Khali, al saltarles encima con una silla de por medio. Pero Orton está más audaz y consigue expulsarlo, quitando, en cierta medida, el mal sabor del público por su derrota.

Quizás sea esta la mejor lucha de Mark Henry. Es la mejor que recuerdo. Veremos en el próximo post la que disputó frente a John Cena por el WWE Championship. Hablaremos de su chaqueta de color salmón, por supuesto.

Puntuación: ****1/4

martes, 9 de enero de 2018

Sasha Banks vs Charlotte, WWE Hell in a Cell 2016



En la edición de WWE Royal Rumble de 2018, tendrá lugar, por primera vez en la historia, un Royal Rumble match sólo con mujeres. Aunque las divisiones femeninas, por mucho que se diga, siguen siendo tan aburridas como siempre, con campeonas como Alexa Bliss, Naomi o Natalya, que son lo mismo de siempre, un Rumble femenino me parece muy interesante. Tengo ganas de ver qué sorpresas puede haber ahí. Al ser un roster mucho más reducido que el de los hombres, las oportunidades son múltiples. Y como WWE sigue eligiendo campeonas, prácticamente, de manera aleatoria, la verdad es que puede ganar cualquiera. La prueba es que Carmella fue la ganadora del Money in the Bank.

Desde la revolución femenina, hay varios tipos de luchas en las que han debutado las mujeres. En su larga y notable rivalidad, Sasha Banks y Charlotte tuvieron el primer Hell in a Cell femenino, y el primer Iron Man femenino en el roster principal. En Smackdown, pudimos ver el primer Money in the Bank Ladder Match entre mujeres, que, creo, también es el primer ladder match en el que participan féminas. Aunque es cierto que hubo que repetirlo. El caso es que vamos a repasar todas estas primeras luchas, antes de ver el Royal Rumble. También repasaremos el primer Steel Cage Match, que no es el de Alexa Bliss y Becky Lynch, sino uno mucho más antiguo entre Lita y Victoria. Bliss y Becky también tuvieron un Tables Match, per eso había pasado ya también entre mujeres, y lo repasamos hace tiempo: fue la lucha entre Laycool y Natalya y Beth Phoenix, una lucha entretenida.

Empezamos por el combate entre Sasha Banks y Charlotte dentro de la jaula infernal, en el PPV de Raw Hell in a Cell 2016. También es interesante, porque es el primer main event de mujeres en la historia de los PPVs de WWE.

Sasha y Charlotte tuvieron una rivalidad en Raw muy potente, con mucho cambio titular. Sasha siempre ganaba el título en los programas de Raw, mientras que la hija de Ric Flair se lo volvía a llevar en los PPVs. WWE le dio mucha importancia a esta rivalidad, poniéndola en las luchas principales, y tapando, de paso, el hecho de que sus otras rivalidades principales era Roman Reigns vs Rusev y Seth Rollins vs Kevin Owens. Insufrible.

El primer experimento de mujeres dentro de una jaula de acero no está nada mal. Le falta un pelín de ritmo, porque Sasha y Charlotte hacen esfuerzos enormes, lo que provoca que haya demasiado momento de descanso. Aún así, la lucha me ha gustado bastante. Tiene mucha acción previa al comienzo del combate, porque Charlotte ataca a Sasha, y la lanza fuera del ring, cuando la jaula estaba todavía bajando desde los cielos. El referee tiene que pedir que se frene la bajada, para que no pille a la, entonces, campeona. Las dos luchadoras pelean entre el público, y la cosa acaba con Charlotte aplicando una gran Power Bomb sobre la mesa a su rival. La mesa de comentaristas se parte con el delgado cuerpo de la retadora, que tiene que ser retirada en camilla, mientras Charlotte exige que le den su correa.

Hay que tener el cuenta que el evento tiene lugar en el hogar de Banks: Boston, Massachussetts. La gente está a muerte con la del pelo rosa, y mata por ella. La anunciadora está a punto de declarar ganadora a Charlotte, pero en mitad de la frase, Sasha levanta de la camilla, sube al ring, y exige que se cierre la jaula. La lucha tendrá lugar, y Sasha está que arde.

Sasha golpea en la cara a Charlotte con fiereza. Pero tiene la espalda destrozada después de ese golpe contra la mesa de comentaristas. Y Charlotte lo utiliza muy bien, atacándole ahí, y tirándola contra la jaula. The Boss no se queda atrás, y también utiliza la estructura a su favor.

Tenemos un buen momento de lucha con silla. Sasha consigue golpear a Charlotte en la cara con ella, pero finalmente, después de dos quebradoras, utiliza un Side Slam contra la silla, que destroza a la pobre Sasha. La silla no se rompe, así que el dolor parece peor. Charlotte aplica algún otro Side Slam bastante potente.

Las dos luchadoras se pegan con todo, aunque como decía antes, los tiempos de descanso entre movimientos son excesivos, haciendo la lucha un poco más aburrida, y durmiendo, por momentos, al público. Sasha consigue lanzar a Charlotte contra una mesa, pero cuando va a intentar lo mismo contra otra mesa, en el esquinero, su dañada espalda le falla. No consigue sostener a The Queen el tiempo necesario para aplicar una Power Bomb, y su rival se aprovecha de ello. Charlotte la lanza varias veces contra la mesa, sin que esta se rompa, y termina el combate con un Natural Selection.

Muy buena lucha. Me gusta que Sasha perdiera la lucha debido a su dolor en la espalda, ya que legitima todo el trabajo de Charlotte durante la batalla. Ya hizo lo mismo en alguna pelea contra Bayley en NXT. Así se hace.

Puntuación: ****

martes, 24 de octubre de 2017

The Usos vs New Day, WWE Hell in a Cell 2017




La situación de las ligas por parejas de WWE es realmente buena. En realidad, hace un año, la división en NXT era mucho mejor que las de los rosters principales y, de hecho, yo pensaba que el ascenso de categoría de algunos tags del programa amarillo de WWE podía mejorar las cosas. Quién me iba a decir que 12 meses después, eso no haría falta, o que toda las parejas nuevas fracasarían, y que los veteranos de la empresa compondrían, ya fuera en Smackdown o en Raw, un MOTYC en cada PPV.

Lo hemos visto en RAW con The Shield, The Bar o The Hardys. Pero en Smackdown, el trabajo que están haciendo, en su rivalidad, Los Uso y los New Day, es maravilloso. Parecía que, al ser llevados a la marca azul, pasarían a jugar un rol secundario, para poner over a parejas más jóvenes, pero ahí están, protagonizando un Hell in a Cell Match, nada menos. Me parece una pasada que se les haya dado la posibilidad de dejar esta joyita para los anales de la historia del wrestling.

Porque, sí, Los Usos y New Day hacen un gran trabajo en esta lucha, que es el mejor Hell in a Cell Match desde hace un montón de años. Quizás desde la pelea entre Undertaker y Triple H con Shawn Michaels como referee, en WrestleMania. Y es que, ambos grupos llevan peleándose ya muchos meses, intercambiando las correas titulares de Smackdown una y otra vez. Kofi, como viene pasando desde sus problemas físicos, se queda fuera de la jaula, y entran Big E y Xavier Woods. Nada más empezar, los luchadores buscan objetos con los que partirse la crisma.

Se trata, esta, de una auténtica batalla, muy violenta, con un gran uso de los objetos, y del metal de la jaula. La violencia se da por ambos bandos, aunque los hermanos samoanos son más inteligentes, y consiguen separar a sus rivales en varias ocasiones, para luchar con ventaja numérica. Esto será lo que, a la postre, les dará la victoria.

En varias ocasiones, los luchadores se lanzan como animales, para estampar a sus rivales contra el metal. Casi siempre, eso implica más daño para ellos que para las víctimas, pero no han venido aquí a hacer algo mediocre. Woods rompe varios instrumentos sobre Jey, incluida su trompeta, pero los hermanos se rehacen con palos de kendo, que son muy utilizados durante la pelea. Hay varios momentos de tortura con ellos. Hay, también, muchos nearfalls, con una gran resistencia al dolor por parte de los dos equipos. 

Los Uso destrozan a Big E, con un tope contra la jaula, seguido de dos Frog Splashs consecutivos. Increíblemente, el Power House sobrevive. Después, utilizan esposas, para atrapar a Xavier, y matarlo a palos. Este aguanta la tortura, hasta que reaparece su fornido compañero.

Big E muestra toda su furia, y masacra a Los Uso. Los destroza contra la jaula y busca la victoria vía Big Ending. Pero Jey sobrevive a esto. Después, el moreno recibe superkicks por ambos lados, y es rematado con un doble Frog Splash, desde dos esquinas. Cuando creemos que esto ha acabado, llega woods, aún esposado, y se lanza de cabeza para salvar a su compañero.

Pero Big E ya no volverá. Los dos Uso, con palos, le pegan a Woods, que heroicamente, se resiste, lanzándose de cabeza sobre sus rivales, pegándoles con las esposas. Pero está solo, y maniatado. No puede con ellos. De nuevo, doble Frog Splash, en este caso con una silla de por medio, y los Uso vuelven a ganar los campeonatos por pareja de Smackdown Live.

Gran batalla.

Puntuación: ****1/2

domingo, 22 de octubre de 2017

Shane McMahon vs Kevin Owens, WWE Hell in a Cell 2017





El evento Hell in a Cell 2017 de WWE, exclusivo para el roster del programa Smackdown Live, ha resultado ser bastante bueno, muy completo. Todas las luchas, en el show, han estado a un buen nivel, y ha resultado ser un evento muy disfrutable.

A nivel comercial, todos los focos se centraban en el regreso de Shane McMahon a los cuadriláteros. Era necesaria una gran estrella para vender entradas y subscripciones a la WWE Network, y para eso está Shane. Su pelea contra Kevin Owens dentro de una jaula infernal es la que vamos a comentar hoy.

Esta es una rivalidad que se ha trabajado muy bien, y que ha vuelto a poner en todo lo alto a Owens. Y es una rivalidad que se viene preparando desde hace tiempo. En SummerSlam, ya estaba en marcha.

Shane McMahon participó en la mayor fiesta del verano, siendo el referee especial de la lucha por el Campeonato de Estados Unidos entre Owens y AJ Styles. El fenómenal acabó llevándose el combate, y la correa, aprovechando la bronca que Kevin estaba teniendo con O'Mac, a raiz de un conteo que no había llegado a 3. Esto resultó ser el germen de algo mucho mayor.

La rivalidad por el US Championship continuó en los programas semanales de Smackdown, y los dos contendientes se volvieron a ver las caras. Esta vez, fue Kevin Owens el que eligió al referee especial, uno que seguramente estaría de su parte: Baron Corbin. Shane apareció antes de que este pudiera darle una victoria injusta al canadiense, que, de nuevo, se quedó sin su preciado campeonato.

Owens que es un cabronazo, no soportó esto. La cosa llegó a las manos, y el luchador fue humillado por el directivo. Así, juró venganza contra toda la familia McMahon. Prometió que hundiría WWE.

Vince McMahon apareció en Smackdown para charlar con Kevin Owens, y anunciar la lucha entre su hijo y el ex-campeón dentro de una jaula infernal, en el evento Hell in a Cell de 2017. A Kevin, que quería a Shane fuera de la empresa por atacarle, no le gustó la idea. Atacó violentamente al anciano, dándole un cabezazo tan real, que le provocó una brecha en la frente. También le golpeó con una superkick, y un Frog Splash. 

Algo así no ocurría desde hace tiempo en WWE. El propio Vince se tuvo que inmiscuir en una rivalidad para poner over a un rudo. Y este ataque hizo más por el personaje de Owens que toda su carrera anterior. Por supuesto, Shane estaba furioso, y la violencia entre ambos no cesó durante las semanas previas al PPV.

Hay que decir que la lucha, que es el main event de la velada, es un Hell in a Cell Falls Count Anywhere. O sea, que los pinfalls se pueden hacer también fuera del ring, y fuera de la jaula. Es una regla absurda, teniendo en cuenta el significado de estar encerrado en un Hell in a Cell Match, pero está, obviamente, pensado para ocurra un gran salto de Shane sobre su rival, desde la parte de arriba de la jaula. Todo el mundo va a ir a ver esa lucha, solo para ver a ese señor suicidarse.

Pero la lucha es muy interesante, como todo lo que ha hecho Shane desde su vuelta. Ninguna de sus luchas ha sido muy convencional, pero ha dado buenos resultados. Su enfrentamiento contra Owens está muy enfocado en ciertos eventos, pero funcionan bien, y tienen sentido con respecto a la historia que se quiere contar.

El hijo de Vince no deja a Kevin entrar en la jaula, y le ataca ya fuera. Ambos entran, posteriormente, y se atacan de forma dura, utilizando la jaula de una forma bastante correcta. Shane se toca la cabeza en varias ocasiones, buscando sangre porque los golpes que se lleva contra el metal son peligrosos. El canadiense domina, usando la jaula contra su oponente, mientras este reacciona con palancas al brazo y Triangle Shock. Pero Kevin convierte esta técnica de MMA en una bomba contra la las escaleras metálicas. Busca rematar, tirándose contra el niño rico, sobre una mesa, pero este se aparta a tiempo, y Kevin acaba destrozándose la espalda. Este dolor se ve aumentado por los golpes con la madera rota que le proporciona McMahon, y con un Coast to Coast.

La lucha ya es bastante brutal, pero Shane quiere salir fuera. El candado está echado, lo que no tiene mucha lógica, siendo esto Falls Count Anywhere, pero bueno, el comisionado de Smackdown Live saca una herramienta y destroza las cadenas, ante la alegría del público, que espera un gran vuelo. Shane y Owens pelean fuera de la estructura, y es el segundo el que sale ganando, y coloca a su rival en la mesa de comentaristas para aplicarle un Frog Splash. Cambia de idea, y sube a la parte de arriba de la jaula, para emular a Shane, y volar desde todo lo alto.

Pero no se atreve. En un momento bastante genuino, Kevin hace el intento de saltar, pero se asusta, y no lo hace. El público se ríe de él, y este les grita. "¡Saltad vosotros! ¿Os creéis que es fácil?". Y mientras lloriquea, Shane despierta y sube arriba, para enfrentarle. Pelean de forma lenta y torpe, con algunas caídas potentes sobre el metal. Cada vez que hay una caída, el público teme que ocurra lo que le pasó a Mick Foley, que se rompa la jaula y el luchador caiga al ring desde varios metros de altura. Por suerte para la salud de ambos, eso no ocurre.

Los luchadores van bajando, y cuando se encuentran a mitad de altura, Shane lanza a Kevin contra una de las mesas, cayendo este de una forma muy peligrosa, y partiéndose, casi, en dos. Owens poco puede hacer ya. Shane lo coloca en otra de las mesas, y procede a saltar desde arriba, para así, vengar la ofensa contra la familia McMahon, realizada por el canadiense. Shane salta, pero un segundo antes de chocar contra Owens, aparece Sami Zayn, y aparta al gordito, con lo que Shane, como le ocurrió en su lucha ante el Enterrador, se come la mesa, protagonizando otro golpe terrible, a pocos metros de sus hijos. Sami coloca a Owens sobre Shane, y el referee, bastante reticente dada la gravedad en el estado de ambos luchadores, realiza el conteo.

Kevin gana. Es interesante que Sami se haya vuelto a unir a él, porque llevamos muchos años ya viéndolos, pelearse, o quererse, en todas las ligas posibles. Retomaré, por tanto, el especial de "Steen vs Genérico", que comencé en su día, porque quiero revisar luchas de ellos, como rivales y como amigos, en todas las empresas posibles.

Por otro lado, Shane McMahon pierde una vez más. Ya sé que todo el mundo se enfadaría si ganara, porque se enfadan siempre que un veterano gana a un joven. Pero es que ha perdido todas las luchas desde que llegó, igual que Sting. Y Triple H también pierde casi siempre. Por mucha presión que metan los twitteros pesados, creo que es importante que los veteranos consigan victorias, porque si no, es imposible que pongan over a nadie. Parece que la rivalidad seguirá un poco más, y habrá algún combate en equipos. Espero que Shane consiga alguna victoria.

Puntuación: ****

domingo, 15 de mayo de 2016

John Cena vs Wade Barrett, WWE Hell in a Cell 2010



En el anterior post, hablamos de la ola de despidos de mayo de 2016 en WWE, y comentamos una lucha de uno de los despedidos, Damien Sandow. Hoy, el protagonista es otra de las personas a las que WWE ha echado a la calle, Wade Barrett, aunque el rival elegido es el mismo que en el caso de Sandow, John Cena. No es raro, tampoco, que la lucha más importante de una persona en WWE sea frente a la figura más importante de WWE.

Wade Barrett debutó en WWE en el comienzo de NXT, cuando se emitía por Syfy. Entonces, no era la liga plagada de estrellas del mundo del wrestling internacional como ahora, sino una competición muy absurda, con luchas muy cortas, en la que participaban 8 luchadores de FCW, el territorio de desarrollo de la época en WWE. Y la participación fue muy mala.

Estaba Bryan Danielson, que no luchaba en FCW, sino que había sido fichado unos meses antes, y se introdujo por aquí. En esa época, nadie conocía a los luchadores indies, así que Danielson no creaba ninguna reacción por parte del público. Estaban también Heath Slater, Justin Gabriel, Darren Young, Skip Sheffield (Ryback), David Otunga y el propio Wade Barrett. Danielson fue descalificado por alguna tontería, así que no fue difícil que ganara Barrett, teniendo en cuenta el nivel de esa generación. Salvo Danielson y Ryback, todos los demás han sido un gran fracaso.

Barrett ganó, y con ello, pasaba a ser parte del roster de RAW. Pero lo que hizo, es una revolución. Junto a sus 7 compañeros, invadió Raw, atacando a los main eventers, Cena y Punk, y a destruir a todo y a todos. pero ese combate ya lo comentamos en su momento.

Eso fue el comienzo de uno de los grandes storylines de la era PG en WWE, uno que comenzó con mucha fuerza, pero se fue desinflando. Empezó a desinflarse un par de días después de ese ataque del grupo Nexus, cuando salió en toda la prensa que Daniel Bryan había sido despedido. Por lo visto, había hecho demasiado bien su trabajo, había sido demasiado violento al ahorcar a Justin Roberts, y WWE tuvo que despedirle por la presión de los patrocinadores. Mal empezábamos.

Durante las semanas siguientes, Nexus siguió atacando a todo el mundo, de forma un poco repetitiva. Al final, se concertó una lucha de eliminación para SummerSlam, entre el equipo WWE y el equipo Nexus, una lucha que si hubiera tenido lugar unos meses después, como colofón de la historia en Survivor Series, hubiera estado muy bien, pero aquí, tan pronto, y con el final que tuvo, resultó un desastre.

La lucha, que ya comentamos también en el pasado, fue bastante buena. Bryan volvió en ella, como parte del equipo de los buenos, pero los Nexus acabaron apalizados por John Cena, cargándose todo el rigor del storyline. El único que dio una buena imagen fue Ryback, que se lesionó poco después. Los demás fueron vencidos, el equipo demostró que sus miembros, individualmente, no valían nada, la mayoría no tenían ningún papel concreto, sobraban. Si el grupo, individualmente, era irrelevante, en conjunto también.

Después de la derrota a manos de Cena, y también la pérdida de la oportunidad titular de Barrett en una lucha de 6 participantes por el WWE Championship (Cena, Sheamus, Jericho, Orton, Edge y Barrett), Nexus se centró mucho en El Marine. Ryback quedó fuera por la lesión, y Darren Young fue expulsado. Barrett y Cena, finalmente, se enfrentarían en Hell in a Cell. Si John salía derrotado, se debería unir al grupo. Esa es la lucha que vamos a comentar hoy, porque fue un momento bastante extraordinario, en el que WWE demostró que sabe crear impacto en su audiencia. Mucha gente quedó en shock, al ver como su héroe se veía obligado a formar parte de Nexus. Y, de hecho, muchos vieron aquí la oportunidad de ver un turn-heel de John Cena, que obviamente no ocurrió nunca. La victoria de Nexus se produjo gracias al trabajo de dos nuevos miembros, salidos de la temporada 2 de NXT, Curtis Axel (cuyo nombre de ese momento me niego a escribir), y Husky Harris, actualmente conocido como Bray Wyatt. 

Porque el hecho de unirse a a Nexus no hizo que Cena cumpliera las órdenes de Barrett. Posteriormente, John sería el referee en una lucha titular entre Barrett y Orton, y debía conseguir que Wade se convirtiera en campeón. De no ser así, John sería despedido.

Cena no le hizo ganar el título, y fue despedido... Pero como Los Nexus le habían pegado mucho a los miembros de seguridad durante su invasión, ahora nadie frenaba a Cena para entrar al ring y atacar a Nexus. En fin, con alguna excusa tonta, Barrett le dio la oportunidad a Cena de volver a su puesto si le ganaba en un chairs match en TLC. Para entonces, el storyline ya era absurdo.

Cena ganó, y se acabó lo que se daba con Nexus. Punk volvió de lesión y se quedó con el grupo, sumándole un forzudo de la época. Barrett se fue a Smackdown a fundar The Corre, junto con Gabriel y Slater, a los que se unió Ezekiel Jackson. Estuvo este grupo rivalizando con el Big Show y kane, hasta que Ezekiel se reveló contra Barrett, que ya era campeón intercontinental en ese momento. El moreno le robó el título.

Esto de The Corre no valía la pena, y se acabó pronto. Wade Barrett entró en una dinámica, que continuaría hasta su reciente despido, en la que se lesionaba, o desaparecía, y aparecía una y otra vez con un nuevo personaje, al que se le volvía a dar el título IC, para volver a lesionarse y volver a cambiar. Dejó de ser el lider de grupos malvados para convertirse en The Barrett Barrage, librado de la "legión de parásitos", y usando un poderoso forearm como finisher, recordando su época de luchador callejero. En 2013, se convirtió en Bad News Barrett, un tipo que aparecía en un atril, mirando la parte negativa de todo. Tenía gracia, pero no mucho éxito in-ring. Y en 2015, nació King Barrett, después de ganar el King of the Ring 2015. Pero como pasó con los últimos 3 campeones de ese torneo, WWE no tenía, en realidad, ningún plan para el nuevo rey, así que Barret no tuvo mucho protagonismo. Finalmente, se convirtió en parte del grupo The League of Nations, otro storyline fallido. Después de eso, Barrett decidió no renovar contrato, y WWE lo ha anunciado como uno de sus despidos, aunque la decisión no ha sido de la empresa.

Pero, que no se me olvide comentar la lucha entre Cena y Barret de Hell in a Cell 2010. Recuerdo que, si Cena perdía, debía ponerse a las órdenes de Nexus.

La primera vez que vi la lucha, que debió ser en directo, me gustó bastante. No la había visto desde entonces, pero ahora no me ha gustado tanto. Es correcta, pero sin más. Barrett trabaja la espalda de John, y el público está como loco, muy nervioso. Al principio de la lucha, Cena está a punto de conectar el AA, pero llega el resto de los Nexus, para ayudar a Wade. Este se enfada, les grita, y les dice que si es descalificado, perderán la oportunidad de cazar a John.

Sigue la lucha, con el ataque a la espalda de Barrett. Cena tiene un comeback, y los Nexus, de nuevo, quieren ir a por él. Pero aparece el Big Show, seguido de buena parte del roster de Raw (MVP, Masters, Henry, Bryan...), para atacar a los lacayos de Barrett. Los dos protagonistas de la batalla siguen peleando, con falsos finales. El finisher de Barrett, el Wasteland, no da resultado, pero tampoco el Attitude Ajustment de Cena. El rapero conecta el STF, pero aparece alguien del público, que distrae al referee, mientras otro del público golpea a Cena con un objeto, lo que deja a Barrett con la victoria en bandeja de plata.

Los dos invasores, como decía antes, eran Curtis Axel y Husky Harris, de la temporada dos de NXT. EL público queda en Shock, mucha gente se echa las manos en la cabeza, y muchos pensaban que habría un Cena malvado. pero no, nada cambió. A pesar de eso, el momento fue bastante mágico, y la reacción del público que estaba presente en la arena muy obvio: silencio, miedo y dudas.

Puntuación: ***

viernes, 6 de noviembre de 2015

Roman Reigns vs Bray Wyatt, WWE Hell in a Cell 2015



El otro Hell in a Cell Match del PPv Hell in a Cell 2015 de WWE era el que disputaban Bray Wyatt y Roman Reigns, después de una rivalidad que comenzó en Money in the Bank. Que haya tantos combates de este tipo, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría, en los últimos años, son mediocres, desvirtúa el carácter legendario de los Hell in a Cell. Pero, al mismo tiempo, sí que es necesario que los nuevos main eventers, como Roman y Bray, empiecen a tener un currículum mayor de grandes batallas, de ese tipo de batallas que quedan en el subconsciente de los aficionados, y que otorgan al luchador el respeto de aquellos que han sobrevivido a todo. 

Pero no esperaba eso de esta combinación, y no lo he obtenido. Roman Reigns y Bray Wyatt desaprovechan la oportunidad de tener una gran pelea dentro de una jaula infernal. Se limitan a tener un par de buenos spots con mesas, sillas y palos de kendo. A ojos de los neófitos, seguramente esta será una gran lucha, pero tan solo es entretenida. Gana Roman, spear mediante.

Puntuación: ***