sábado, 18 de mayo de 2019

Ashley vs Mickie James, WWE Royal Rumble 2006



El pasado 16 de mayo de 2019, se informó del fallecimiento de Ashley Massaro, quien trabajara como Diva en WWE entre 2005 y 2008. Por las primeras informaciones que han salido a la luz, la causa del deceso sería una sobredosis de analgésicos. Faltaban 10 días para que cumpliera los 40 años, y tenía una hija de 19. Descanse en paz.

Ashley era adicta a las pastillas para el dolor desde que luchara en WWE, y sufriera varias lesiones graves. De hecho, en 2016, se adhirió a la demanda colectiva llevada a cabo por Konstantine Kyros, en contra de la empresa, que, en nombre de muchos luchadores, pedía dinero a la compañía por los daños físicos sufridos durante la estancia de esos luchadores en WWE. La demanda fue rechazada y, según se ha sabido en las últimas horas, Ashley mandó un correo electrónico a WWE en octubre de 2018, pidiendo perdón, y afirmando haber sido utilizada. Hay que decir que Kyros presentó una declaración jurada de Massaro en la que ella afirmaba haber sufrido una agresión sexual durante un viaje de la empresa al extranjero.

Algunas amigas suyas, como Torrie Wilson, han hecho declaraciones, insinuando que podría tratarse de un suicidio. Pero eso no lo sabemos, y no es asunto nuestro. En general, muchas compañeras del mundillo han hablado de ella en buenos términos, salvo Reby Hardy, esposa de Matt Hardy, quien la odiaba por la relación mantenida en el pasado con su marido, y pareció burlarse del deceso a través de su cuenta de Twitter.

Si hace unos días, cuando hablábamos del la muerte de Silver King, no referíamos a la crudeza de los casos en los que los luchadores mueren arriba del ring, no podemos olvidar esa otra lacra de la industria, que es la muerte como consecuencia del consumo de distintas sustancias. Los luchadores son como rockeros, pues se pasan la vida en carretera, actuando de una ciudad a otra. Manejan pasta, y nunca están en casa, así que el vicio les llama. Pero es cierto que eso parece haber desaparecido en las nuevas generaciones de luchadores, más sanas y atléticas.

Ashley no tiene una gran carrera como luchadora. Estuvo 4 años en WWE, y los combates en esa época, para las mujeres, duraban entre 2 y 5 minutos. Apenas habrá disputado 60 luchas en su vida. Pretendía, eso sí, volver a hacerlo, y ya tenía fecha para volver a subirse a un ring en una empresa independiente. Una lástima, porque parece ser que le hacía mucha ilusión hacerlo. Llegó a gustarle lo del wrestling.

Ashley llegó a WWE a través del Divas Search, concurso, o más bien, reality show, con el que WWE buscaba nuevas chicas guapas para su división femenina. Ganó la edición de 2005, siendo premiada con 250.000 euros y un contrato por un año.

Massaro era una chica rubia, guapa, y con grandes pechos, así que tenía todas las cualidades que buscaba Vince McMahon en una mujer para su división de Divas. Era una conejita Playboy, pues había posado para la revista en 2003 y 2004, y había hecho lo propio para otros medios, como FHM y Maxim. Llegó a la empresa sin el más mínimo conocimiento sobre lucha libre, pero se puso en manos de Fit Finlay, entrenador de las chicas en esa época. Aunque no llegaría a tener una gran carrera, ya que esta se truncó devido a las lesiones, aprendió bastante.

Sus inicios fueron interesantes. Ocupó posiciones importantes dentro de la división, e hizo equipo con Trish Stratus para enfrentarse a la amenaza de las Vince's Devils, un stable formado por Candice Michelle, Torrie Wilson y Victoria. Con tanta conejita Playboy de por medio, es trivial deducir que había muchas luchas de Bra y Panties. 

Pero la lucha que vamos a ver hoy, para rendir homenaje a Ashley, es la que mantuvo con Mickie James en Royal Rumble 2006, con Trish como Special Referee. Por ver algo un poco más serio. 

A principios de 2006, Ahsley recibió varios ataques por parte de Mickie James. Esta mujer debutó al mismo tiempo que nuestra protagonista, pero llevaba años entrenando en Ohio Valley Wrestling. Entró en la empresa como una gran fanática de Trish, protagonizando junto a ella, de cara a WrestleMania 22, una rivalidad con tintes lésbicos. Por eso, llegó a odiar a la nueva amiga de Stratus. Así, Ashley jugaría su pequeño rol en esta storyline, recordada por todos, poco antes de tener su primera gran lesión.

Antes de que tenga lugar el combate entre las Divas, hay un segmento relacionado con el Royal Rumble Match. Las Vince's Devil guardan la caja con los números, para que los luchadores que participan en la batalla, saquen las papeletas, de tal manera que la asignación de posiciones de entrada a la batalla es aleatoria. Vince llega, y toquetea a las mujeres, que no oponen mucha resistencia a eso. Randy Orton y Triple H aparecen para sacar sus respectivos números, y el segundo realiza comentarios con doble sentido a las conejitas. Malos tiempos para la lírica. 

Después de tan brillante escena, tenemos otra, en la que Mickie le dice a Trish que la quiere. Hemos tenido muchos minutos de cámaras enfocando pechos demasiado grandes. Vamos a la lucha.

La lucha no es tan mala como cabría esperar. Mickie lucha bien, siempre lo ha hecho. Y Ashley, por su parte, demuestra que ha estado entrenando mucho, que sabe hacer counters complejos, vender los ataques del rival, y usar la psicología correcta en cada momento. No lo hace mal, y, además, parece menos "voluminosa" que en otras etapas de su carrera, así que luce ágil y natural.

Después de algunos movimientos buenos de la rubia, Mickie ataca con fiereza. Tiene celos por su relación con Trish, y quiere destrozarla. La lanza despectivamente contra ringside, y la golpea, luego, contra el poste.

Mientras James aplica llaves, Ahsley vende bien el dolor en la espalda. Consigue llevar a cabo un come back loco, con puñetazos directos, codazos, y patadas al pecho. Quiere parecer muy enfadada, y lo hace bien. Pero aquí sí que muestran, ambas, un poco de duda, y tienen algún que otro fallo. Finalmente, desde la esquina, Mickie se saca una Power Bomb, y deja tiesa a su contrincante, para así, llevarse la victoria. De esta manera, Mickie James se postula como rival de Trish en WrestleMania 22. Recordemos que Stratus era la Campeona de Divas, en ese momento.

Puntuación: ***

viernes, 17 de mayo de 2019

The Shield vs Bobby Lashley, Baron Corbin y Drew McIntyre, WWE The Shield's Final Chapter



Dean Ambrose abandonó WWE. Una de las principales estrellas del presente y el futuro de la empresa, ha perdido las ganas de luchar, y no ha renovado contrato. Veremos a qué se dedica a partir de ahora.

Esto se sabía desde hace tiempo. Dean decidió no renovar, y WWE lo anunció hace meses. Según el periodista Dave Meltzer, no se sentía feliz en WWE, a pesar de que ahí conoció a su mujer, Renee Young, comentarista actual de RAW. Ella seguirá con su trabajo, mientras Dean busca nuevas aventuras.

Se hablaba de que Ambrose ya no lucharía más. Él mismo había insinuado que se había dedicado a acumular dinero, para poder dejarlo y hacer lo que quisiera. Pero parece ser que no será así.

Poco después de cumplir sus últimos compromisos con el gigante del entretenimiento, Dean cambió sus redes sociales, y recobró su nombre de luchador independiente: Jon Moxley. Asimismo, publicó un vídeo, en el que escapaba de una cárcel.

Obviamente, la cárcel es metafórica. Pretende escenificar la huida, al fin, de WWE, empresa en la que no podía hacer nada más que luchar 180 días al año, y viajar de arriba a abajo. Pero, lo importantes es que ese vídeo no lo ha hecho él en su casa; es una producción de estudio. Huele a AEW.

La carrera de Dean Ambrose en WWE ha sido rara. En FCW, tuvo muy buenas rivalidades como heel ante William Regal y Seth Rollins, entre otros. Parecía obvio que sería un gran villano. Y, cuando debutó con The Shield, la sensación que ofrecía es que era la cabeza del grupo, el que ponía la personalidad.

Llegó el momento de la traición dentro del stable. Todas las miradas estaban puestas en Dean, pero acabó siendo Rollins el que rompiera la legendaria tercia. Seth fue un gran heel, Reigns fue el face número 1 de la empresa, y Dean se quedó como un upper mid card, con grandes reacciones del público.

Ambrose siempre estuvo metido en historias relevantes, ante gente como Lesnar, Jericho o Bray Wyatt, pero no cuajaba arriba del ring. Seguramente, ninguno de los tres Shield, a nivel individual, ha llegado nunca a ofrecer combates del nivel de un main eventer clásico de WWE. Es raro, porque cuando han hecho equipo, ya sea en tercia, o ya sea en tag team, lo han hecho muy bien. Pero, cuando están solos, no llenan el ring.

Ambrose, finalmente, y coincidiendo con el anuncio de Roman Reigns de que padecía Leucemia, llevó a cabo un turn heel esperado durante años, metiéndose en una rivalidad con Rollins. Esta resultó muy decepcionante, los combates, malos, y las promos, raras. En los últimos meses de su estancia en WWE, se dedicó a jobbear, y ni siquiera estuvo en WrestleMania.

Cuando Roman volvió a luchar, y como Dean ya estaba desahuciado, se llevó a cabo una unión final del grupo, aprovechando su tirón una última vez en una lucha en Fastlane que gustó mucho. Debía ser el combate definitivo del equipo, sí, pero, finalmente, no fue así. Antes de que se Amrbose se fuera, WWE llevó a cabo tres Live Shows estelarizados por The Shield. La gira de despedida.

Hace un tiempo, WWE se ocupó de desarrollar la metodología correcta para emitir en directo, por WWE Network los Live Shows que pudieran ser interesantes, sin que el proceso implicara los gastos comunes en una retransmisión habitual. Así lo hizo en el Live Show al que llamó Starrcade, en noviembre de 2018, en Ohio, en honor al clásico PPV de WCW. Y ahora, hace lo mismo con el último de esos Shows en el que participó The Shield a finales de abril de 2019. Y le dio un buen nombre: The Shield's Final Chapter.

Es un Live Show que se presenta en Moline, Illinois. Wrestling clásico, en ciudades pequeñas, con gente de la que va a las arenas con ilusión de entretenerse un rato, y a ver estrellas de la tele, muy distinta a los frikis amargados que viven en las ciudades más grandes. Disfruta mucho el espectáculo, que no es especialmente bueno en términos luchísticos, ni falta que hace.

Sus tres rivales (Lashley, Baron Corbin y Drew McIntyre), llegan al ring, y hacen una promo clásica de malos odiosos. Llegan los Shields desde las gradas, ante la alegría del público. El estadio se ve mucho más pequeño que los de los shows televisivos, y las cámaras se mueven de una forma más improvisada. También las decoraciones son más espartanas. Todo es más básico.

La lucha no será recordada por nada, aparte de por ser la última de Dean y, por tanto, la última de The Shield. Tenemos un rato de dominio sobre Ambrose, hasta que se da el hot tag, y aparece en escena Rollins, matando y volando. Luego, hay unos pocos minutos más de dominio sobre Seth, hasta que, de nuevo, hay hot tag, y ahora es Reigns el que sale en modo asesino.

La lucha se descontrola, y en el final, tenemos finishers de todos los buenos contra los malos. La cosa se acaba con una Triple Power Bomb, y una promo con peloteo de unos a otros.

Puntuación: ***

jueves, 16 de mayo de 2019

Harper vs Dominik Dijakovic, WWE Worlds Collide 14/04/2019



Durante años, WWE no tuvo una gran competencia, no había una gran empresa que pudiera ofrecer a los luchadores cantidades económicas similares a las que pagaba la empresa de Vince McMahon. Por eso, podía hacer lo que quisiera con sus estrellas, porque no tenían otra opción laboral.

Durante un tiempo, TNA cumplió ese rol. Y llegó a pagar cantidades muy altas, por lo que tuvo a muchos exluchadores de WWE en sus filas. Pero no era un trabajo como para retirarse, porque la viabilidad económica del proyecto nunca fue tan segura como la de WWE, como el tiempo ha confirmado.

En los últimos años, el mercado de lucha independiente ha crecido mucho, y un gran luchador puede ganarse la vida perfectamente en él, y, quizás, ganar más dinero que en WWE. Pero no existe la seguridad de tener tu sueldo cada mes, y a muchas personas les da miedo afrontar la incertidumbre de ser freelance. Por eso, esa opción ha sido también limitada, tan sólo para los más emprendedores.

Pero, ahora, nace AEW, empresa financiada por una familia multimillonaria, que emitirá sus eventos más grandes por PPV clásico, y que emitirá sus programas semanales por TNT, la cadena de televisión que fue casa de WCW Nitro. Es una promotora que viene con todo, con dinero, y que está firmando a mucha gente.

Cierto es que, al fin y al cabo, su funcionamiento es una incógnita. Puede que la fortuna de sus dueños sea tan grande, que no les importe perder unos millones en esta aventura, pero si, durante el primer mes de emisión, los ratings de AEW son la mitad de lo que suele ser la media del canal, el programa se va a cancelar. Y, hoy en día, es difícil saber cómo va a reaccionar el público general con respecto a un nuevo programa de wrestling; no parece que sea lo más esperado. Ya veremos.

Independientemente de eso, los luchadores de WWE, ahora, tienen algo con lo que amenazar a la empresa, cuando esta los usa de forma no muy justa. A todas horas se habla de que Sasha Banks se quiere ir, de que The Revival se quiere ir... Muchos se quieren ir, porque, efectivamente, el uso que se les da no es muy bueno. Y no hay nada que Vince McMahon odie más que el hecho de que sus luchadores se vayan a la competencia.

Ese es uno de los motivos por los que hubo tantas luchas en WrestleMania 35: mucha gente a la que contentar. Pero, cuando se tiene en nómina a 150 o 200 luchadores, es imposible que la mitad de ellos puedan estar contentos. Y el más enfadado es Luke Harper.

Porque, a este, ni siquiera lo usan. No ha luchado desde que se recuperó de su lesión, aunque está en muy buena forma. Parece ser que se preparaba para él una rivalidad con Sami Zayn después de WrestleMania, pero Vince se arrepintió. Se rumorea que le odia.

Este ha sido un problema con varios luchadores de Smackdown. Porque, mientras que los luchadores de Raw disponen de 3 horas de show, más una hora de Main Event, para poder tener un papel, por pequeño que sea, cuando comenzó la retransmisión de 205 Live, los luchadores de Smackdown se quedaron, sólo, con 2 horas de tiempo, o sea, la mitad, ya que se canceló WWE Superstars. Por eso hay hombres y mujeres a los que nunca se les ve.

Pero los casos de Harper y Rowan son especiales. Parece que nunca hay ideas para ellos, y que, cuando las hay, se lesionan rápido. Esa es otra de las cosas que no le gustan nada a Vince: la gente que se lesiona mucho. Por un motivo u otro, no se le quiso dar continuidad nunca a la Familia Wyatt, a pesar de que era un valor seguro; parecía que la carrera de Bray sería mejor sin sus lacayos, pero nunca ha sido así. Y, cuando pareció que se le daría un push individual a Luke, este se ha frenado rápido, a pesar de que es buen luchador, y de que pertenece a la raza en extinción de luchadores altos, de la escuela Kane, Taker o Nash. Ahora, Rowan ha conseguido un hueco como guardaespaldas de Daniel Bryan, pero Harper está en el limbo, deseando irse.

A todo esto, WWE organizó varios eventos de lucha libre en el WrestleMania Axes, llamados WWE Worlds Collide. En estas jornadas de lucha, presenta combates entre miembros de sus distintas marcas: Raw, Smackdown, 205 Live, NXT y NXT UK. Y ahí, Harper tendría un combate, ante un wrestler de NXT, Dominik Dijakovic, conocido en el mundo independiente como Donovan Dijak. Y este sería su WrestleMania.

O eso dijo el barbudo desde redes sociales, destapando su frustración por no poder hacer lo que ama, por el hecho de que se está haciendo viejo, y no acaba de recibir una oportunidad. Después de meses sin poder luchar, tiene esta lucha en WrestleMania Axes, y, para él, va a ser la lucha de su vida.

Dijak se mantuvo en su personaje, y le respondió que a él no le interesaban sus problemas, que no le viniera con sentimentalismos. Era un combate más, y lo iba a ganar. Tampoco él tiene grandes oportunidades en NXT, pero no le gusta lloriquear.

WWE Worlds Collide ya se emitió tras Royal Rumble. En los días previos a WrestleMania, se grabaron muchos combates, y son muy interesantes. Todos se emitieron en WWE Network durante las semanas posteriores. En el del 14 de abril de 2019, se emitió la lucha entre Harper y Dominik Dijakovik.

Se anuncia el regreso triunfal de Harper, aunque ya sabemos que no se haría nada con él después. Eso sí, estuvo presente en la battle royal de WrestleMania, pero no se le vio mucho. En este combate, tiene a su mujer y a su hijo en primera fila, entre el público, y se esfuerza por brindar un buen espectáculo.

La lucha no es mala, es un buen choque entre hombres grandes, que se pegan fuerte, y que demuestran que no son bultos, precisamente. Los dos utilizan movimientos muy hábiles.

Hay muchos nearfalls por ambos lados. La gente grita "This is awesome", y eso, seguramente, sube la moral de Harper. Poco a poco, el hombre de NXT va cogiendo ventaja, y aplica, al menos, tres movimientos seguidos, merecedores de una cuenta de tres. Esta no llega, así que se enfada. Coge de la barba a Harper, y le insulta, le desprecia, como lleva haciendo todo el combate. Le pega fuerte en la cara, pero, en cuanto se descuida, recibe un Discus Clothesline. Harper se lleva la victoria.

Buena luchita, sin llegar a ser nada que pase a la historia. Tras los mensajes escritos en Twitter, el público participa en la historia de que Harper merece mucho más de lo que recibe. Dijakovic demuestra que no empatiza con él, mientras que él demuestra que merece un poco más. 

Puntuación: ***1/4

Ric Flair vs Edge, TLC Match, WWE RAW 16/01/2006




Nuevo capítulo del especial sobre el programa Monday Night Raw, que, en enero de 2018, cumplió 25 años de emisión ininterrumpida. En esta ocasión, vamos a hablar de un TLC Match entre Edge y Ric Flair, por el WWE Championship.

A diferencia de lo que hemos visto últimamente con casos como el de Kurt Angle, el combate de hoy ejemplifica cómo usar a una leyenda para contar una gran historia, poner over a un rudo (Edge), y en consecuencia, poner over al técnico que le tiene que hacer frente (Cena). El veterano Flair, de 55 años de edad, tiene una oportunidad para convertirse en Campeón Mundial por decimoséptima vez. Su rival, Edge, es un heel tramposo, cobarde y oportunista, que ha aprovechado su maletín de Money in the Bank para robarle el título a John Cena, campeón principal de la época.

A finales de 2005, Flair y Edge habían comenzado una rivalidad, aunque el rudo se centraría en sus labores como campeón. Pero, primero, se aprovecharía esa rivalidad para ofrecer un TLC Match en RAW, después de semanas de violencia, en la que el canadiense atacó en repetidas ocasiones con sillas cobre la cabeza del de Carolina del Norte. 

Ric Flair busca venganza contra el autor de semejantes ataques. El programa del 16 de enero de 2006 se graba, precisamente, en Raleigh, North Carolina, así que el público está como loco con el veterano. Su hija Ashley, a la que conoceremos como Charlotte años después, está entre el público, apoyando a su padre. Recuerdo que, cuando revisamos la lucha entre Flair y Vader en la tierra natal del primero, a principios de los 90, también pudimos ver a una pequeña Ashley. Cómo ha crecido.

Edge viene con Lita, su novia en el mundo real, por esa época. Flair, Campeón Intercontinental en el momento, lleva una tirita en la frente, por las heridas recibidas en la cabeza en los programas anteriores. Esas heridas no duran mucho cerradas, pues Edge no duda en golpear la cabeza de Ric con mala leche, y con sillas. Aprovecha que es uno de los grandes expertos en luchas de escaleras, mientras que Ric, con toda su experiencia, sólo ha estado en una, en el primer Money in the Bank.

Ric y Edge brawlean entre el público y en ringside. Cuando el canadiense se dispone a romperle la cabeza al americano con una silla, este consigue evitarlo, agarrándolo de los testículos, pero una distracción de Lita posibilita que se realice ese golpe.

Desde el punto de vista actual, ver golpes en la cabeza con sillas suena muy doloroso, sobre todo porque ahora sabemos la consecuencias que pueden tener esos ataques para la salud. Edge hace sangrar a la leyenda, y vuelva desde una escalera en el ring, para aplicar un Splash sobre Flair, rompiendo una mesa por el camino. El golpe es bestial, pero Ric, envuelto en sangre, aprovecha la pausa publicitaria para seguir con su estrategia basada en golpes bajos. Tras un Low Blow, golpea fuerte con sillas y mesas, torturando el cuerpo del que en otras ocasiones fue su verdugo.

Con un gran Súperplex desde la escalera, y otros ataques, Edge se vuelve a poner por delante. Intenta subir a por la correa, que, como en cualquier Ladder, cuelga a varios metros de altura. Pero Ric, que se ha llevado un golpe muy feo con una silla, vuelve y lanza volando a Edge, de una manera también muy peligrosa, hacia las mesas que están en ringside. El golpe es de miedo, y podría haber tenido consecuencias graves. Pero Lita evita que el Nature Boy se convierta en campeón, atacándole sobre la escalera.

Flair se libra de la malvada mujer, aplicándole una Figura 4. Aún así, cuando vuelve a intentar subir a por la correa, es demasiado tarde, porque Edge vuelve con las pilas cargadas, y lo arroja desde la escalera, para quedarse el campeonato.

Tras la lucha, los malos atacan al legendario Ric Flair, pero aparece John Cena para salvarle. En Royal Rumble, el ahora actor recuperaría su título.

Buena lucha, con sus spots, pero contando bien la historia de la vieja leyenda que hace lo imposible para volver a ser campeón ante su público, y con la bula de hacer las trampas que hagan falta., pues su rival es un malo muy odioso y abusivo.

Puntuación: ***1/2

martes, 14 de mayo de 2019

Silver King y Juventud Guerrera vs Blitzkrieg y Kaz Hayashi, WCW Thunder 21/10/1999




Seguimos hablando sobre Silver King, tras su trágico fallecimiento. Después de echarle un ojo a esa etapa en la que formó Tag Team con Texano en la UWA y en el CMLL, es hora de ver algo de su paso por Estados Unidos.

Por esos tiempos, el luchador Konnan fundó la promotora Promo Azteca, junto a la cadena Azteca TV. Este proyecto fue financiado por esa cadena de televisión, para hacer competencia a Triple A, que, en su fundación, era propiedad de Televisa. Y, al mismo tiempo, el puertorriqueño, que luchaba en WCW, hizo de intermediario con el talento mexicano para la empresa de Georgia. Así, Silver King empezó a luchar tanto en Promo Azteca como en WCW.

En un momento dado, la compañía de Turner prohibió a sus luchadores pelear en México, más o menos, al mismo tiempo en que Azteca TV cerró su fracasado experimento luchístico. Así, durante un tiempo, King se centró en su trabajo en América.

Silver King luchó en WCW entre el 97 y el 2000, formando parte de la división crucero y, sobre todo, participando en esos spot fests entre mexicanos que tanto animaban la velada en la época, y a las que Dave Meltzer daba tan buena nota. Nunca tuvo grandes oportunidades a nivel individual, pues era uno más de esos hombres pequeñitos que daban saltos, a los que los americanos no les tenían el más mínimo respeto. Pero tuvo buenas luchas, llegó a formar parte de la LWO (la versión latina de la NWO), e hizo equipo con El Dandy, con la guapa Stacy Keibler como mánager.

Hoy, como parte del especial que estamos llevando a cabo por su fallecimiento, revisamos una lucha de esta época, en la que hace equipo con el hombre que le acompañó en sus últimos momentos, Juventud Guerrera, para enfrentarse al japonés Kaz Hayashi, y a Blitzkrieg, un luchador enmascarado cuyo nombre no pienso volver a escribir en todo el post.

La lucha tiene lugar en Thunder, el segundo programa de la empresa, en noviembre del 99. Es un combate entretenido, con muy buen ambiente, ya que el público está muy metido, muy a favor de los mexicanos, y sobre todo, de Juvi. Y es que, muchas veces decimos que la división crucero y los mexicanos no eran bien tratados en WCW, y eso puede llevar a equívoco. Al público le gustaban, se divertía mucho con ellos, y en especial con algunos elementos como Juventud Guerrera o Rey Mysterio. Es algo que WWE no ha sabido hacer con su división crucero nunca; ni con la actual, ni con la antigua.

Juvi ya había perdido su máscara frente a Chris Jericho. Aquí, tanto él como Silver King se muestran muy divertidos, y se contonean para gozo del respetable. La lucha mezcla la vieja escuela, con saltos muy espectaculares, pues los rudos dominan siempre, hasta que uno de los buenos entra a escena tras un hot tag, y arrasa con movimientos muy impresionantes. Y tampoco los malos se quedan cortos en habilidad. Pero, cada vez que sale uno de los mexicanos y aplica 4 o 5 movimientos geniales, acaba siendo víctima del trabajo en equipo de los rivales, mucho más rudos.

Utilizando su finisher, el Juvi Driver,  sobre el japonés. The Juice le da la victoria a su equipo. Divertida lucha, pero un spot fest cortito, al fin y al cabo.

Puntuación: ***

lunes, 13 de mayo de 2019

Silver King y Texano vs Can Am Express, UWA 19/04/1992




La industria del wrestling vuelve a ponerse de luto. Lo peor que puede pasar en este negocio, ha ocurrido una vez más. Un luchador ha vuelto a morir arriba de un ring. Se trata de Silver King, luchador mexicano de 51 años, que se desplomó durante una lucha frente a Juventud Guerrera, víctima de un ataque al corazón. Descanse en paz.

El suceso ocurrió el pasado sábado, 11 de mayo de 2019, en una función que tuvo lugar en Londres, Inglaterra. Se trata de Lucha Libre World, una serie de eventos que organiza Rubén Cordero, con El Hijo del Santo, para presentar la lucha libre mexicana en distintas regiones del mundo, y principalmente, en Inglaterra.

El Hijo del Santo, que estaba semiretirado desde hace unos años, pero que apoya este proyecto desde 2009, volvió este año a participar en esta serie de eventos, empezando por una presentación en marzo en una función organizada por Stardom y Tokyo Gurentai, y en la que también contó con luchadores de su confianza, como Silver King, viejo amigo suyo. En esta ocasión, en el show de Londres, los mexicanos no contaron con el apoyo y la infraestructura de una gran promotora de lucha, y quizás no había preparación suficiente para un problema médico como este. De todos modos, el evento parece muy profesional, con un buen ring, y un público importante, que se da cita en el bonito Roundhouse de Londres.

Se programaron dos funciones para el mismo día, a pesar de la avanzada edad de algunos de los participantes. Silver King ya había peleado un rato antes. En la última lucha de una velada que sería cancelada, se enfrentaba a Juventud Guerrera, otro veterano. Pero, hay que decir que, a pesar de la edad de ambos, los dos se encontraban en una muy buena forma física. Pero King no luchaba de manera regular desde finales de 2018, así que no sabemos si él mismo conocía sus problemas cardíacos.

Los últimos minutos de la lucha se pueden ver en Youtube, aunque hay que ser un poco masoquista para ver a un hombre morir. Durante un combate que se estaba llevando a cabo sin el más mínimo problema, y tras aplicar un buen ataque, Silver King empezó a tener problemas para moverse.

Ni su contrincante, Juvi, ni el referee, el también luchador Black Terry, sabían qué hacer. Parecían querer terminar la lucha de la manera más profesional posible, pero no conseguían darle la vuelta a Silver, para cubrirlo. El luchador enmascarado, yacía sin consciencia, mientras los otros dos hombres no sabían qué hacer. Finalmente, consiguen darle la vuelta y acabar el combate. Sin embargo, incluso en ese momento, Terry intentó parar antes de la última palmada, porque ese no era el resultado previsto. No se estaba dando cuenta de lo que ocurría, se nota que no es un referee de verdad.

Se puede decir que Terry y Juventud Guerrera cometieron un grave error, al no dar la alarma y no avisar a los servicios médicos. Pero, en realidad, tras terminar la lucha, pasaron varios minutos con King tendido en el suelo, sin ser atendido. Aunque Terry hubiera parado el combate antes, no había servicios médicos cerca para intentar salvarle la vida, y tampoco nadie tenía conocimiento suficiente como para realizar un masaje cardíaco a Silver. 

Todos siguen con el numerito, mostrando la bandera mexicana, con un hombre muriéndose en medio del ring. La organización demuestra una falta de preparación clara, pero también, una gran necedad, al no darse cuenta de que esto no es normal. Pasados unos 5 minutos tras el ataques, podemos ver a una chica que quizás sea un paramédico, atendiéndole.

El Hijo del Santo ha realizado un comunicado, lamentando lo ocurrido, pero dejando claro que no ha habido negligencia, que tanto él como su hijo participan en esos eventos, en el primer mundo, en  una gran sala con un gran promotor que saben lo que hacen. Y eso no se puede negar. Lo único reprochable es que ese médico no estuviera ahí en el momento del infarto. Mala comunicación.

Así, Silver King se une al nefasto club de luchadores fallecidos en acto de servicio, junto a hombres como Oro, Mitsuharu Misawa, o Hijo del Perro Aguayo. Ninguno de estos luchadores ha muerto por un infarto, aunque tampoco el caso de Silver King es el primero que se da en la historia. Otros luchadores murieron por un infarto en medio combate, mientras algunos, entre ellos Jerry Lawler y El Santo, sobrevivieron a colapsos similares, porque hubo alguien que supo qué hacer.

Vamos a dedicar, pues, un especial sobre Silver King, en el que revisaremos tres luchas de su carrera. Se quedará corto ese número de artículos, porque Silver, no solo fue un gran luchador, sino que triunfó en muchas empresas (CMLL, UWA, AAA, WCW, NJPW), y utilizó muchos personajes. Además, se hizo bastante famoso por interpretar a Ramses en la película Nacho libre. Pero no hay tiempo para todo.

Silver King nació con el nombre de César Cuauhtémoc Gonzalez, en Torreón, México, y era hijo de la leyenda Dr Wagner. Su hermano mayor, se quedó el nombre de Dr Wagner Jr, y todos conocemos la gran carrera que está teniendo. Quizás, con ese nombre, Silver hubiera tenido mucho más éxito, pero decidió seguió su propio camino.

Silver King debutó en el 86, y perdió la máscara en el 87. O sea, aunque en los últimos años le hemos visto enmascarado, y en el momento su muerte, llevaba su máscara puesta, él fue desenmascarado en el 87 por el que llegaría a ser su amigo, Hijo del Santo, en el Toreo de 4 Caminos. Después de eso, llegó a luchar con el personaje de su hermano, Dr Wagner Jr, en Japón, país en el que tuvo presentaciones muy buenas.

Tras quedarse sin máscara, a diferencia de lo que ocurre con otros muchos luchadores, su carrera mejoró, al unirse a El Texano, y formar el equipo conocido como Los Cowboys. En un momento dado, estos dos luchadores se fueron al Consejo Mundial de Lucha Libre, donde se les empezó a conocer como Los Efectivos.

Esta pareja estuvo activa entre el año 1990 y el 98, cuando Silver King se fue a WCW, con el resto de los mexicanos que recalaron en esa empresa. Hoy, vamos a comentar una lucha de los Cowboys, pues fue una pareja de rudos que llamó mucho la atención, y que llegó a ser considerada como la mejor pareja del mundo, o al menos eso se decía en México.

Una de las duplas que tuvo violentas rivalidades con King y El Texano fue Can Am Express, equipo formado por dos enormes y musculosos wrestlers: Doug Furnas (USA) y Phil Lafon (Canada). Estos son dos hombres llegaron a luchar en Japón, ECW y WWF, pero tuvieron una carrera muy corta, y acabaron dedicándose a otras cosas.

Lafon y Furnas llevaban máscaras, con las banderas americana y canadiense. Los mexicanos siempre han odiado a los invasores del norte, así que Los Cowboys eran los favoritos de todos en estas confrontaciones. Llegarían a ganar una lucha de apuestas, desenmascarando a los extranjeros, a pesar de que ellos sólo ponían en juego sus cabelleras. Aunque esa lucha de apuestas no se puede encontrar por Internet, sí que hay otro enfrentamiento entre ellos bastante duro. Vamos a echarle un ojo.

La pelea tiene lugar el 4 de julio de 1992, en la conocida Arena Neza, en una función organizada por la UWA. Se nota que estos dos equipos se han enfrentado antes, y se seguirán enfrentando durante un tiempo, dentro de una rivalidad importante. Es una lástima que no se puedan encontrar más luchas de esta rivalidad, ni siquiera la de apuestas. Es de esperar que, poco a poco, se vayan publicando más grabaciones caseras de esta época en Youtube, pues no son tan antiguas.

Los rudos americanos ni siquiera dejan empezar el combate por los cauces regulares. Pronto, empiezan a golpear a sus rivales con mucha maldad y violencia. Y los referees les apoyan. El jefe de estos, el Fresero, es de armas tomar.

Los malos golpean duro, y ganan la primera caída vía Power Bombs. En la segunda, los Cowboys, que son los Campeones Mundiales en Parejas de la UWA, consiguen recuperarse. Brawlean en ringside, y, a pesar de la sangre en la cabeza de Texano, ponen a sus enemigos en su sitio. 

Es imposible diferenciar a los Can Am Express. De hecho, no reciben sus nombres reales, sino que son presentados como Can Am Express I y Can Am Express II. Pero tampoco es posible saber cuál de ellos es el 1 y cuál el 2. Ambos son cubiertos, en cualquier caso, en la segunda caída, y nos adentramos en una tercera más desordenada, con buenos movimientos por ambos lados, e intentos de conteo que no llegan a tres.

La habilidad y técnica de King y Texano, se enfrenta a la fuerza superior de los villanos. Siempre que hay algún intento de cuenta o de rendición, hay un compañero que evita que el final llegue. La condición física de los americanos les hace tener más frescura en sus movimientos y, finalmente, ambos invierten ranas de sus oponentes para llevarse una victoria que podría haber ido para cualquier lado.

Buen enfrentamiento de parejas.

Puntuación: ***1/2

domingo, 12 de mayo de 2019

Mil Máscaras vs The Destroyer, AJPW 25/07/1974




Vamos a acabar con el especial sobre The Destroyer, luchador fallecido hace unos meses. En los dos anteriores posts incluidos en dicho especial, hablamos lo suficiente sobre la carrera de este wrestler, y revisamos dos combates increíbles, ante Rikidozan y Giant Baba. Hoy, comentamos un combate suyo frente a otro gran rival: Mil Máscaras.

Durante los 70, Mil Máscaras y Destroyer se enfrentaron muchas veces, dando, por el camino, combates colosales. En el especial que le dedicamos al mexicano por el tributo recibido en Homenaje a dos Leyendas 2018, ya vimos uno de ellos

Destroyer luchaba habitualmente con enmascarados en México o Estados Unidos. Pero no había tantos de ellos que lucharan en Japón en esta época. Tan sólo Mil Máscaras, y quizás su hermano, Dos Caras, destacaron. Pero este último no llegó a ese país hasta el 78. Para entonces, Mil Máscaras era ya un ídolo en Japón, en México, y en Estados Unidos.

Si The Destroyer usaba Máscara para parecer más malvado, la capucha de Mil Máscaras era muy bonita, y cambiaba en cada presentación. Los dos eran enmascarados, pero eran claros antagonistas, pues uno representaba la cobardía, y el otro, la heroicidad. Eso sí, cuando ambos coincidían en un ring, nadie podía dudar de que los dos eran grandísimos luchadores.

La lucha de la que hablamos hoy tiene lugar el 25 de julio de 1974, durante el AJPW Summer Action Series. The Destroyer, ponía en juego el PWF US Heavyweight Championship ante su rival enmascarado. Como en todas las peleas titulares de la época, esta es al mejor de 3 caídas.

No puede haber luchas malas entre ellos. Esta, vuelve a ser genial. Tenemos una primera caída de técnica pura, con llaves por ambos lados. Es reseñable las reacciones que provoca la Figura 4 de Destroyer: el público se pone muy nervioso, y grita, mientras que Mil Máscaras se revuelve, y se defiende como gato panza arriba. Por ahora, el americano no consigue cerrar su poderosa llave.

Con sus topes, Máscaras parece llevar ventaja, pero, con uno de ellos, se estampa contra el esquinero, y queda en mal estado. Destroyer lo aprovecha para darle un rodillazo volador, y ganar la primera caída.

El mexicano se duele de la cabeza, y le cuesta volver a la batalla. Pero, en la segunda caída, consigue darle la vuelta a la situación, y que sea la cabeza de Destroyer la que sufra. Un montón de veces, corre hacia el esquinero, golpeando la testa de su rival contra él. Hace un buen trabajo, y lo termina con un Crossbody.

Llegamos a la última caída, con Máscaras, que continúa con su estrategia, y Destroyer, que busca la rendición vía Figura 4. Consigue aplicarla, ante el terror del mexicano y de los aficionados. El héroe sufre, está a punto de rendirse, pero consigue llegar a las cuerdas.

No obstante, Destroyer no suelta la llave. El referee se queja, pero Dick se defiende, diciendo que él no está haciendo nada, que se ha quedado enganchado. Mientras Mil Máscaras pasa un calvario, los chicos de ringside tienen que venir para separar las piernas entrelazadas de los hombres.

Mil Máscaras está cojo. Vende el dolor muy bien, mientras Destroyer sigue atacando la pierna. Parece que el mexicano se recupera, pero, al intentar saltar por encima de su rival, se golpea contra su cabeza. Se hace daño en sus partes, y no puede continuar luchando. El referee da a Destroyer como ganador.

Otra lucha genial, con un final un poco raro.

Puntuación: ****1/2

sábado, 11 de mayo de 2019

Taiji Ishimori vs Jushin Thunder Liger, NJPW 47th Anniversary Show



Recientemente, Jushin Thunder Liger, el más importante luchador de peso junior de Japón, anunció su próxima retirada. Luchará por última vez en Wrestle Kingdom 14, en enero de 2020.

Si alguien pensó que este momento no llegaría jamás, se equivocó. Liger, que cumplirá 55 años de edad antes de que llegue ese día, lleva 35 años en los cuadriláteros, pero, efectivamente, su rol ha sido muy secundario en los últimos años. Es el más importante Campeón IWGP Junior Heavyweight de la historia, el que más reinados ha tenido (11), el que ha tenido el título durante más tiempo, y el que ha tenido el reinado más largo, pero todo lo hizo hace mucho tiempo.

Su último reinado tuvo lugar entre 1999 y 2000, o sea, hace 20 años. Se dice pronto. Si él fue el campeón de su época, luego dejó paso a Tiger Mask IV primero, Prince Devitt después, y Kushida, en última instancia. Si bien, en estos últimos años ha tenido buenos combates, y ha ganado el título junior de parejas en varias ocasiones, él mismo se ha colocado en las posiciones más irrelevantes de la cartelera, consciente de que su papel es más importante en backstage que arriba del ring.

Hablaremos largo y tendido sobre Liger cuando llegue ese fatal desenlace de su carrera. Pero, hoy, vamos a ver la que, por ahora, es la última lucha titular que ha tenido. Eso sí, sería un detalle que esa última batalla final de Liger en New Japan, en Wrestle Kingdom 14, fuera una gran lucha por el campeonato, y no una participación en una battle royal, o en un combate de tercias. Se lo merece.

Como decíamos antes, ha habido muchos grandes Campeones IWGP Junior Heavyweight, pero, en todas las épocas, ha habido un luchador que ha tenido la correa la mayor parte del tiempo. El último ha sido Kushida, que dejó la empresa hace unos meses, para recalar en WWE. Al mismo tiempo, Hiromu Takahashi se lesionó de gravedad, y Will Ospreay ascendió a la división Heavyweight. Taiji Ishimori se convirtió en campeón, hasta el regreso del mexicano Dragon Lee, que, durante meses, estuvo fuera de acción por su participación en el reality televisivo Exathlon. Tras su vuelta a los ruedos, el enmascarado conquistó el título, firmó un acuerdo para aparecer recurrentemente en Ring of Honor, y se convirtió en doble campeón en CMLL. Mucho curro.

Pero, durante los primeros meses de 2019, New Japan se quedó sin rivales para Ishimori, así que tiró de veteranos a los que ya sabíamos que no les iban a dar el título: primero Ryusuke Taguchi, y, después, Jushin Thunder Liger. Una garantía.

En 2016, vimos a Liger enfrentarse a Kushida por el título, y demostró que todavía podía dar grandes luchas. 3 años después, ahora, frente a Taiji, una vez más, hace un buen trabajo, y pone en liza un estilo técnico genial que es imposible encontrar hoy en día.

Liger e Ishimori se enfrentan en el show de 47 Aniversario de New Japan Pro Wrestling. En una lucha en la que el enmascarado comienza dominando, con un recital de llaves clásicas, con las que intenta dañar la espalda de su rival. Incluso conecta un Brainbuster lejos del ring, para intentar ganar por countout. Tal es su desesperación por volver a campeonar, después de tantos años. 

Y está a punto de hacerlo, porque el campeón no corre hacia el ring hasta el último segundo, literalmente. Después de esto, también el fornido joven muestra su estrategia, atacando el cuello de su rival con mucha seriedad. Sus Headlocks y sus Crossfaces son buenos, y los adorna con algún que otro vuelo. Aún así, la leyenda viviente está a punto de ganar, al refrendar su trabajo en la espalda del oponente, con la aplicación de una Liger Bomb.

Cuando esto no le da resultado, Liger usa sus mejores intentos de conteo, que, de nuevo, son pura técnica. Pero Ishimori le atrapa con un nuevo Crossface, y le arrastra hasta el centro del ring, de donde no puede escapar. Liger se rinde, y el campeón suma su segunda defensa.

Puntuación: ***3/4

Tetsuya Naito vs Kota Ibushi, ROH/NJPW G1 Supercard



Volvemos al fin de semana de WrestleMania 35. Muchas cosas ocurrieron esos días entre New York y New Jersey, en lo referido a la industria del wrestling, y algunas de ellas las hemos comentado ya. Pero hay un evento que es histórico, y que no puede faltar en el blog: G1 Supercard.

Ring of Honor y New Japan Pro Wrestling unen fuerzas para realizar un show en el Madison Square Garden, lo que implica haber batido dos records históricos.

Para empezar, es el show de wrestling de una empresa americana que no sea WWE con mejor entrada en décadas. 16.500 personas se dieron cita en el mítico inmueble neoyorquino, que, no obstante, tiene normalmente una capacidad para albergar 22.000 en eventos de wrestling. Sin embargo, se ha informado de que la configuración era para unos 15.000, por algún motivo, así que debemos considerarlo un lleno absoluto. Para encontrar un evento de WCW que superara la cifra logada por New Japan y ROH, tenemos que irnos a mayo del 99, cuando la empresa dirigida por Eric Bischoff llevó a cabo el PPV Slamboree ante 20.500 personas en el TWA Domé de St. Luis, Missouri. Ni ECW ni TNA se acercaron en sus mejores años a estos números.

Esto supera, ampliamente, las 11.000 entradas vendidas para All In, un evento que, en gran medida, organizó la propia Ring of Honor, pero que, sentimentalmente, pertenece a los chicos que, próximamente, formaran AEW. 

La verdad es que el anuncio de G1 Supercard llamó mucho la atención, y volvió loca a la afición, que esperaba que fuese una especie de All In 2. Sin embargo, cuando los Young Bucks, Kenny Omega, Cody y compañía, abandonaron ROH y NJPW, este show pasó a un segundo plano, pues son esos chicos los que causan mayor atracción entre los frikis internautas del wrestling. El interés fue bajando, pero ya se habían vendido todas las entradas. 

Aún así, es un evento muy importante. Además de haber conseguido una gran entrada, es el primer show de wrestling organizado por una empresa que no es WWE en el Garden en muchísimos años. En concreto, fue en 1960 cuando se produjo una velada luchística por última vez, sin un McMahon a la cabeza.

De hecho, Vince McMahon tenía un acuerdo de exclusividad con la dirección del MSG, firmado en 1989. Han pasado, exactamente, 30 años desde entonces. Es probable que WWE haya decidido no renovarlo, pues el Garden ya no entra entre sus prioridades. Es demasiado pequeño para un WrestleMania, y demasiado caro para un show de otro tipo. Ya sólo lleva House Hows allí, y, seguramente, sólo lo haga por tradición. En el último live show de Smackdown, de diciembre de 2018, se vendieron 11.000 entradas, la mitad del aforo. Son pocas, pero es un simple live show...

Además de G1 Supercard, habrá otro show luchístico no-WWE en el Garden este año. La empresa Mexicana Triple A ya ha anunciado que llevará a cabo un evento en el edificio, en septiembre de 2019. Aunque es una empresa que llena estadios con decenas de miles de aficionados en sus grandes funciones anuales en su país, suena difícil que venda 20.000 entradas en New York, a pesar de la fuerza de la comunidad latina en la Gran Manzana. Pero, aunque aún no se ha confirmado nada, es más que probable que desarrolle este evento con la colaboración de AEW, con la que ha firmado un acuerdo. Eso lo hace más interesante.

Son movimientos ambiciosos porque, como digo, el Garden no es barato. Cobra 400.000 dólares, tan solo, por alquilar el inmueble, a lo que hay que sumar los precios que presenta por las retransmisiones televisivas. Es por eso que WWE sólo hace Live Shows, y no ha hecho nada en el Garden en el fin de semana de WrestleMania, a pesar de que ha habido un millón de cosas en esos días relacionadas con la empresa, y a pesar de la historia conjunta de ambas entidades. 

Hay que reseñar, por otro lado, que New Japan también lleva el Garden en el corazón. Durante los 70, y en cierta medida, también durante los 80, la empresa tuvo una relación muy fuerte con WWE (recodemos que Inoki es WWE Hall of Famer), y muchos de sus luchadores fueron a luchar a ese edificio. Las funciones se retransmitían en la televisión japonesa, que organizó un torneo anual llamado MSG league. 

Hablemos de G1 Supercard. Como ocurre con WrestleMania 35, fue una noche larga, con muchas luchas, empezando con un Royal Rumble con hombres de las dos ligas. Muchos títulos estuvieron en juego, y hay que decir que la diferencia de nivel entre las partes de New Japan y las de ROH fue importante, aunque también esperable. 

La mayoría de los luchadores japoneses tuvieron rivales occidentales, porque supongo en New Japan creen que los aficionados occidentales quieren ver caras occidentales. Pero, la lucha que más ha gustado, en general, es el enfrentamiento entre dos japoneses: Tetsuya Naito vs Kota Ibushi.

Estos dos tipos se han enfrentado ya unas cuantas veces, y siempre dan buenos combates. Así, la empresa muestra este nuevo enfrentamiento entre ellos en el Garden como una demostración de la lucha salvaje japonesa, quizás, para atraer aficionados de Ring of Honor que no vean mucho New Japan. En el vídeo de presentación, ambos luchadores comentan lo mucho que disfrutan peleando entre sí.

Naito defiende el Campeonato Intercontinental ante Kota. Si lo que New Japan quería era enganchar aficionados con la calidad de esta lucha, lo consigue, porque ha gustado mucho, y las caras de algunas personas en el público son de asombro. Pero a mí no me gusta tanto como las que han tenido en Japón.

En cierta medida, tiene que ver con ello el público. La lucha, en muchas partes, tiene poco ritmo, y hay algunos botches. Pero esa falta de ritmo es causada por las reacciones del público, en parte. Porque, mientras que el público japonés de los grandes combates de la empresa, mantiene siempre la emoción, y el ambiente, el público friki americano es muy reactivo. Esto es, responde muy bien a los grandes golpes, pero, durante el tiempo en el que no los hay, está tranquilito, porque le da igual quién gane, solo quiere diversión. Ya sabemos que, en cualquier obra audiovisual, el sonido es una parte muy importante, y en wrestling, el sonido lo pone el público.

Naito domina casi todo el combate, con buenos ataques a cuello y nuca. Llega la parte final del enfrentamiento, y la cosa sube de nivel, con muchos ataques de poder de uno a otro. La gente alucina. Ibushi sobrevive a los mejores ataques de Naito, y acaba ganando, con una ráfaga de golpes de poder que incluyen rodillazos y Tiger Bomb, entre otras cosas. El público se pone en pie, porque nunca había vivido en directo el in crescendo de una gran lucha de New Japan, que siempre es una locura. Pero es cierto que, incluso en esto, esta lucha es inferior a lo que se hace en Japón.

Puntuación: ***1/4

jueves, 9 de mayo de 2019

Kurt Angle vs Yuji Nagata, NJPW Wrestle Kingdom II





Vamos a terminar el especial por el retiro de Kurt Angle, viendo una tercera lucha suya. En esta ocasión, nos vamos a Japón.

Empezamos el especial viendo una lucha al estilo de WWE: una brawl con hombres muy grandes, en la que impera el storytelling por encima de lo demás. Después, revisamos un combate suyo en TNA, que también se mantenía fiel a la forma de hacer las cosas en la empresa fundada por Jeff Jarrett: mucha acción, spots y nearfalls. Acabamos en el Tokyo Dome, en Wrestle Kingdom II, con una lucha técnica y sosegada, para mostrar, también, que, realmente, Kurt podía luchar de esta forma.

¿Qué hace Kurt Angle en Japón?

Vayamos por partes. Brock Lesnar abandonó WWE en 2004. Nunca le gustó el trabajo duro, pero siempre le gustó el dinero. Intentó ser jugador de Football, pero no funcionó, y en 2005, La New Japan Pro Wrestling vio dinero en él, y Brock vio dinero en ir a Japón. En su primera noche allí, en una Triple Amenaza muy mediocre, Lesnar ganó el IWGP Championship.

El americano defendió exitosamente el campeonato ante varios rivales. Entre ellos, Shinsuke Nakamura. Pero algo iba mal entre empresa y luchador. El estilo ultra-exigente de New Japan no encajaba con la forma de ser de Brock, y su apuesta por el esfuerzo mínimo. De hecho, Nakamura, hace un tiempo, comentó que la noche en la que luchó con Brock es la única vez en su vida en la que ha llorado a causa del wrestling, por la impotencia que sintió al luchar con alguien frío, a quien no le importa el wrestling lo más mínimo.

Poco antes de una lucha titular en la que debía enfrentarse a Hiroshi Tanahashi, New Japan anunció que Lesnar no podría estar presente, a causa de problemas con su visa de trabajo. Por eso, se le arrebataba el campeonato, y se llevaba a cabo un torneo para nombrar a un nuevo campeón. 

Todo hace indicar que Brock se negó a ir, ya sea porque ese día no le apetecía volar a Japón, porque no quería ser derrotado por Tanahashi, o porque pidió más dinero, que es lo que suele hacer. El caso es que New Japan se quitó lo que se había convertido en un problema, aunque devolvió el dinero a los fans que así lo pidieron, ante la ausencia del campeón.

Pero Brock se quedó con la correa para él. Antonio Inoki, creador de ese título, le reconoció como verdadero campeón, dado que no había sido derrotado. Finalmente, aceptó defender el campeonato en el primer evento de la nueva empresa de Inoki, la Inoki Genome Federation, federación especializada en un estilo shoot. Por eso, Lesnar, entrenado en lucha colegial, fue un primer buen main eventer, y su rival fue otro tipo que algo sabe de lucha olímpica: Kurt Angle.

Kurt se convirtió en campeón en verano de 2007, y Lesnar se alejó del wrestling, hasta su retorno a WWE en 2012. Ahora, había dos campeones IWGP: el IWGP Heavyweight Champion, y el IWGP Third Belt Champion. 

En febrero de 2008, Angle perdería el cetro ante el otro campeón, Nakamura, de tal manera que esa duplicidad se acabó, al fin. Pero, primero, Kurt tendría una defensa exitosa en un gran combate en el mejor escenario posible: el Tokyo Dome.

Se enfrenta a Yuji Nagata, un adversario que se adapta muy bien a su estilo. La versión del combate que se puede encontrar en Internet es la que se emitió en su día en Spike TV, en el programa especial Global Impact. Por eso, los comentarios son en inglés, lo que no me importa mucho. Pero lo malo es que tiene cortes publicitarios, y eso siempre me molesta.

Kurt Angle era la imagen de TNA, así que no había un mejor hombre para representar a la empresa americana en New Japan, que siempre ha sido profusa en relaciones interpromocionales. Eso, históricamente, ha proporcionado muy buenos combates, y este es un ejemplo.

Kurt viene aquí a ganar con su Ankle Lock. Por eso, golpea inicialmente la pierna del japonés, que grita, víctima del dolor. El Campeón Olímpico, esta vez sí, pone en práctica un número importante de castigos a la pierna de Nagata. 

Kurt aplica Figura 4 durante minutos, y Nagata pone su cara de intensidad para conseguir realizar el Rope Break. Cuando consigue salirse, con esa misma cara de loco, aplica palancas al brazo.

La lucha es así. Un sinfín de castigos a la pierna de Angle, y un sinfín de castigos al brazo de Nagata. Ankle Lock vs Cross Face. Y todo eso, salteado con un montón de súplexs y Slams por parte de los dos.

No solo es increíble que Kurt se mantenga en este estilo, también lo es que una lucha de New Japan no se vaya de las manos. Ambos resisten muchísimo, hasta que un Ankle Lock del americano hace rendir al japonés. Muy buen trabajo.

Puntuación: ****1/4